Promotion Game 07 | En la oscuridad eterna

Hola caracola ¿Cómo están mis lectores habituales? Me fui unos días a revisar otros proyectos y estudiar, me llevo mal con los números. Hoy traigo un rikolino episodio de PROMOTION GAME, y un dibujo a color extra 7u7 Espero les agrade, y por favor DEJEN SUS CRITICAS Y OPINIONES en la caja de comentarios o mi facebook MMBelial, o en la Página de Novelas ZERO.

Ah, un saludo para los tacos de Anime de la Grasa :v revivamos el grupo papus... Si se puede.


Promotion Game 7: En la Oscuridad Eterna

Parte 1

— ¿Cómo está tu pie hoy?— preguntó Mijail, de pie frente a un sofá en el que se encontraba una lesionada dama de pelo negro. La sala donde se encontraban, una sala dentro de la mansión, era un lugar de tonos naranja y muebles de madera oscura.
—Maya dice que me quitará la venda antes que las clases comiencen— sonrió Chiharu, no traía puesto su uniforme de trabajo, en su lugar tenía una blusa suelta de flores y rojos vivos.

— ¿Maya? ¿La doctora que te atendió?— preguntó apenado.

—Sí. Ella está aquí desde que recuerdo— le sonrió de nuevo. Mijaíl volteó el rostro y vio por la ventana, un par de chicas un poco mayores que Arnett cortaban tallos de rosas que se juntaban al borde de un paso que conectaba la mansión y una calle aledaña. El silencio se tornó molesto.

—Cuando el amo regrese seré castigada...—, mencionó Chiharu, su rostro mostraba una mínima pero notoria preocupación. Mijaíl, sobresaltado, preguntó por qué con intensidad.

—Ya deberías tener 3 días entrenamiento y por mi torpeza solo tienes uno— contestó.
—Siempre puedo llevarte en mi espalda—, sonrió tímidamente.
—No... Quiero decir, tenía planeado ejercitarte conmigo para que te desarrolles óptimamente, acordé eso con el amo.
— ¿Qué tanto hubiésemos avanzado en tres días? No es tu culpa... Estoy seguro de que...

—Tú no entiendes—, interrumpió levantando la voz. —Él debe ser exigente y estricto ¿Tienes idea de los lugares de donde hemos venido las chicas de aquí? El amo tiene todo el derecho porque yo fallé...

—Tch. Al menos en los orfanatos hay techo y comida... Yo vivía de lo que la calle me daba.

— ¿De verdad crees que eres el único que ha tenido una vida dura?— replicó apretando los dientes, su rostro pequeño se puso rojo.
—No, pero al menos no digo estupideces por ese tipo de cosas, ni bajo la cabeza por un plato con comida.

— ¿Estupideces? ¿No te das cuenta de que tienes de todo aquí y lo único que te piden a cambio es que cumplas con lo que se te ordena?

— ¿Cómo en una jaula de oro? —, preguntó Mijaíl, mirando directamente a los ojos de la chica.

—Tú... Eres un tonto.

Chiharu volteó hacia otro lado. Sus cejas denotaban enojo. Cuando lo hizo, su largo cabello se ondeó suavemente y el corazón de Mijaíl se detuvo por un momento al ver caer esas hebras sedosas y oscuras.

—Por… Por supuesto que soy un tonto... Mírame, discutiendo con la única chica a la que le agrado—. Busco sus ojos y la miró firmemente, acercándose lentamente. Chiharu hizo una sonrisa extraña, como si no quisiera sonreír, subiendo la vista. Entrecerró los ojos y relajó la cara. Mijaíl se sorprendió ante esta reacción. Su boca se volvía un círculo húmedo, sus labios reflejaban la luz, como esferas de vidrio sumergidas en un lago de sangre.

Mijail dejó caer sus parpados, acercándose cada vez más, al punto de sentir un aire tibio acariciando su boca. Cuando sus labios se juntaron solo pudo apreciar calor y suavidad. Un par de segundos después Chiharu comenzó a reír, como si le hubiesen contado el mejor de los chistes.

—No eres tan torpe en todo…
— ¿Ah?


Y tomó su rostro acercándolo otra vez. Después de unos segundos caricias oyeron unos pasos. Ambos voltearon. Una figura magna e inexpresiva ocluía la luz que entraba por el umbral. Chiharu abrió tanto sus ojos rasgados por la sorpresa que la piel de Mijaíl se erizó por completo.

—¡Mi señor, mi amo, yo soy la responsable ...! ¡Por favor...! ¡Yo respon...
Belial, señor de la mansión, se acercó a paso firme contra Mijaíl, que lo esperaba con una cara de confusión tan evidente que no vio lo que se acercaba a su cuerpo.
Slarg.

— ¡Noooooooo!

Chiharu gritó horrorizada. Un puñal atravesaba el abdomen de Mijail, que apoyado en el cuerpo de su agresor intentaba comprender lo que sucedía. Rápidamente Belial desencajó el sable que tenía dentro del cuerpo del muchacho, manchando con sangre la alfombra. Mijail, de pie miró con su ya borrosa vista al rostro de Belial.

Pupg.

Le escupió sangre en la cara y se desplomó hacia un lado. Belial increíblemente no limpio su mejilla, se dio media vuelta y se fue. Arnett entraba por otra puerta y las chicas del jardín se abrazaron asustadas tras presenciar aquella escena por la ventana.
—Llévenlo a un hospital y limpien esa alfombra. Si el muere estaré muy enojado—, dijo insensible después del apuñalamiento.

— ¡Eres un monstruo!— gritó Chiharu intentando ir tras él, pero su pie herido solo le hizo caer de rodillas.

Sus lágrimas brotaban por la impotencia.

—Perdóname... — le susurró a Mijail, que se desangraba en del suelo. —Eres el tonto más increíble que he conocido.

— ¡Yo no dije nada!— gritó Arnett, echándose a llorar, de rodillas. —Te lo juro Chiharu, yo sé que él te gusta, pero no dije nada.

— ¡Trae a Maya¡ ¡Ustedes — gritó a las damas del jarcín—, llamen una ambulancia, rápido!

***

Estoy tan avergonzada, Azashel es un hombre muy grande, muy masculino... Y yo tengo esta cara de chica problemática. La gente nos ve andar juntos y se ríe... Hacen comentarios inaudibles, pero estoy segura que ellos me imaginan con él en “esas situaciones”. La verdad de las verdades es que Azashel, aunque es un demonio con alas y magia, es una persona muy linda e interesante, es amable y respetuoso, claro que también maneja el sarcasmo, pero eso también es divertido en cierto modo. Ahora ya no usa esa extraña capa, sino una camiseta muy ajustada, con diseños propios de los punkis, parece de esos monigotes descerebrados adictos a los gimnasios, pero con cerebro... Sin embargo aún cubre su rostro... Quizá sus cicatrices de guerra son muy feas, ese día me dijo que retó a Lucifer... Ahora que sé que los demonios existen, de solo oír ese nombre me da un poco miedo.

—Mía... Hoy quiero tener un día agradable—, me sonrió con los ojos. —No te preocupes por el dinero—. Asazhel y yo nos encontrábamos en el parque cerca al edificio por donde vivo. Se pone a alimentar a los patos todos los días, por las mañanas. Durante estas vacaciones paso tiempo con él, hablando de muchas cosas que le interesan del mundo humano, como el soccer, la ingeniería y la música.
—Oh... mmm, claro ¿Pero el Promotion Game? Creí era algo urgente...—, tuve que preguntar, hace mucho que solo pasamos el rato.

—Mía, solo tengamos un bonito día.

—E-está bien.

Caminamos por una acera hasta llegar a la parada de buses, había luz solar así que era buena idea caminar por alguna zona comercial, donde nadie sepa quién soy ni se pregunte porque ando junto a este hombrezote que “evidentemente no es familiar mío”. Subimos al bus, nos tocó ir de pie... ¡Rayos aun no alcanzo la baranda de arriba!
Los árboles, casas y paisajes pasaban por las ventanas, la autopista estaba descongestionada. Cuando volteé un par de asientos ya estaban libres, Azashel me invitó a sentarme con él... Es grandote... ¿Serán así todos los demonios?
— ¿En qué piensas Mia? Tu olor de pronto ha cambiado
.
— ¿Eh? ¡Deja de olerme idiota!— grité. Me tapé la boca justo después por la vergüenza, las cosas que me hace decir.

—Oye ¿Este idiota te está molestando? — dijo un muchacho que se sentaba frente a nosotros. Me dio mucha vergüenza, seguro estoy roja, verde y azul...
—No... Fue una confusión...

—Estaré atento por si algo sucede— dijo, era algo mayor que yo y traía unas ropas raras, además de un rosario oculto en su pecho. Azashel estaba contento ¿Será que hace mucho no da un paseo por su mundo? ¿O quiere hacer algo de turismo?
Cuando bajamos del bus le pegué con el codo... Esas cosas no se las puedes decir a una chica, no importa qué tipo de relación tengas.
Caminamos por una alameda, Azashel me compraba dulces cada que un vendedor se pronunciaba... Parecía estar admirando la ciudad, se detenía a ver cada edificio o casa, además de preguntarme cuanto tiempo tenía cada edificio, cosa que yo no podía responder, pero al ver mi cara dudosa me acariciaba la cabeza y entrecerraba los ojos, antes eso me incomodaba, pero ya no… Es una sensación inocente, así que no pasa nada…

Seguimos caminando y llegamos al centro recreativo. Una sonrisa se me escapó y tiré de su enorme brazo. Cuando entramos Azashel vio atentamente las luces y pantallas, le dije que quería jugar air hockey. Caminamos y sacamos fichas, él parecía un niño curioso, inspeccionaba todo fisgonamente.

—Es bastante divertido— dijo mientras jugaba, antes de empezar inspeccionó en lo posible el sistema de la mesa de air hockey, era bastante torpe, el disco salía volando por los lados cada que golpeaba... Muy cómico.

Luego pasamos a la sala de arcades. Azashel seguía viendo todo escrupulosamente. Llegamos a una cabina llamada Monster Slayer, uno de mis juegos favoritos, puse un par de fichas y salió la presentación.

“En un mundo caluroso y accidentado un grupo de personas intenta sobrevivir a los peligros de la naturaleza, la fauna enorme que acecha sus vidas, MONSTER SLAYER”.

En la pantalla aparecían asesinos de monstruos con sus enormes espadas, batallando con dragones, hidras y minotauros. Después de la introducción creé mi personaje, una chica parecida a mí, bueno, lo más posible, con un hacha mata dragones enorme...
Azashel veía el juego con el ojo muy abierto (porque su cabello le cubría el otro), no parpadeaba. Mi personaje combatía al dragón, lo hacía saltar, defenderse y atacar, los números que salía en la pantalla me decían cuánto daño causaba… ¡Obsérvame ganar Azashel!

—Cuando ella cae ¿Tú haces que se levante?— me preguntó ¿Ella? ¿Se refiere al personaje?

— Obvio, el personaje se levanta solo, eso es automático, como cuando dice "Ha" al golpear.

— ¿Puedo tratar?— me preguntó. Dejé la tabla de control y le cedí espacio. Era muy malo jugando, pero comprendió como moverse a los lados y saltar.

—Los humanos son exquisitamente interesantes— pronunció sin emoción.

Estuvimos en eso un par de horas, probó distintos juegos, en primera y tercera persona...

—Mañana volveré a ese lugar— me dijo mientras andábamos por la calle, ya se hacía algo tarde, pero no tenía hambre porque este tonto me llenó de dulces.

—Si te gusta el juego cómpralo en una consola portátil— le dije, así estará entretenido en el parque mientras no pueda andar con él.

—No entiendo.

—La cabina del juego, más pequeña y que se puede llevar a todos lados. Eso es una consola de juegos portátil.

— Jaja... Es increíble... Eres una chica sabia.

— ¿Por qué has estado sonriendo todo el día?

—Mía, vamos a ese parque— me dijo sonriendo, no puedo ver su boca pero sé que lo hace. Caminamos juntos, estaba maravillado con los videojuegos, nos sentamos junto a una pileta a platicar.

—Es increíble cómo pueden crear una conciencia dentro de una cabina.

— ¿Conciencia?

— ¿Sí te dijera que los personajes de ese videojuego donde asesinas monstruos piensan que viven en el mundo real, qué dirías?

— Pues, que estás loco de remate, jaja ja.
— No me hagas caso, no quiero complicarte la vida. Oye Mía... ¿Por qué no me pides traer a tu madre también?

Después de preguntar eso algo en mí se movió, como si quisiera vomitar.

—Eso es porque mamá murió enferma... Papá murió asesinado... Son casos muy distintos. Aunque la enfermedad de mamá fue muy difícil no hay un culpable… Fue simplemente el destino, o como quieras llamarlo, en cambió papá no se fue, lo obligaron a irse…

Azashel se quedó un momento callado.

—Yo no puedo interferir en eso, solo tenía curiosidad...

Y quedamos callados los dos, Azashel movía el agua con su dedote. Yo suspiraba, el día comenzaba a enrojecerse por el horizonte. Azashel se me acerca, rodea mi cuerpo con su brazo...  Su ojo parece muerto... Qué extraño, pone su mano en mi cabeza y me recuesta en el ¿Agua?

Mi cabello se moja y mi rostro se sumerge... Pataleo con fuerza, burbujas de preciado aire se me escapa de la boca mientras intento zafarme ¿Por qué lo haces Azashel? Yo confié en ti, y ahora siento agua meterse por mi nariz... Mis ojos se ponen ciegos, no puedo seguir pateando... Papá ¿Me estarás esperando del otro lado?

Parte 2

En una habitación desordenada una pequeña niña meditaba en un rincón. En la esquina de la habitación y en completo silencio, Noaí Belcebú esperaba... Diez, quince, veinte minutos, su cuerpecito de niña de primaria no se movía.
Craaag Crash...

El espacio se rompió como un vidrio frente a sus ojos, un agujero oscuro e infinito nació. Un par de luces blancas aparecieron entonces, con una voz femenina en simultáneo.

— La nueva indicación para el PROMOTION GAME es “Llévalo a la oscuridad “— le dijo.

— ¿Hermana?— preguntó Noaí. Su voz se tornó emocionada.

—No soy tu hermana mientras estés en el juego. Llévalo a la oscuridad, es todo.
La oscuridad desapareció y Noaí se estremeció un poco. —La oscuridad...

Un muchacho sin camisa entró a la habitación, su piel blanca y húmeda resaltaba mientras sacudía su cabello rubio con una toalla. Al verla bajó el brazo y abrió mucho los ojos.

—Pequeña Bel ¿Qué haces ...

Una mujer mayor se asomó por el umbral. —Leo, más te vale limpiar ese baño antes de que...— sus cabellos se erizaron y sus ojos casi salen de sus cuencas, la pequeña Bel en la habitación de un chico recién salido de la ducha. Un pellizco y un grito, la señora Aldrich sacó de la habitación a su hijo tirando de su oreja. — ¡Mamá qué haces! ¡Suéltame!— decía, llegaron a un pasadizo.

Blaf

Una bofetada le marcó la cara. Su rostro volteo sorprendido y luego fue abrazado por su madre.
— ¿Pero qué te pasa hijo? Esa chiquilla no tiene por qué estar ahí ¿Qué tal si ve algo que no debe ver? ¿A quién le creería un juez? ¿A una niñita que va a estudiar con un alumno mayor o a un chico de secundaria con las hormonas alborotadas?

—Mamá...

—Qué no se vuelva a repetir... No, lo mejor será que ya no traigas a esa pequeña. Se ha encariñado mucho contigo estos días, se te apega mucho, no son hermanos y su cabeza puede malinterpretar las cosas ¿Sabes los problemas que te traería si alguien los ve y piensa mal?

—Pero hoy yo no la...

—Sin peros. ¿O quieres que piense que tú eres un...

—Madre te juro que no...

— Ve a vestirte. Yo me encargo de esto, chiquillo bobo.
La señora Aldrich se limpió las lágrimas y se puso otra vez las gafas, se paró firme y entró a la habitación.

—Hola Bel... Oye vamos al recibidor— le dijo sonriente. La niña la acompañó con una cara inocente.

—No sabía que ibas a venir hoy.

—Pasé por aquí y la puerta estaba abierta.

La señora Aldrich suspiró. — ¿Y tus padres? Ya hablamos sobre avisarles cada que vienes, no es bueno que una pequeña ande por ahí sola, eres una se-ño-ri-ta.

— ¿Pero por tel... tere.. fuono ya hablaron no? Dijeron que estaba bien si venía.

La señora Aldrich volvió a suspirar. —Sí, ya hablé con tus padres por teléfono, pero acordamos que avisarían cada que vinieras, aun no los veo personalmente, eso me preocupa. Me temo que cuando Leonard entre a clases no podrás verlo mucho. Necesita concentrarse.

— ¡Leo! ¡Leo!— Bel comenzó a gritar. Leonard salió preocupado acomodándose una playera. Bel se pegó a su pierna muy fuerte.

—Tu madre dice que ya no me quieres por aquí—. Leonard miró a su madre y esta negaba con la mirada, como diciendo "no sé qué pasa”.

— ¿Ya no me quieres, hermano?— apegaba su pecho a sus ropas y se frotaba las lágrimas.

—No digas eso, Bel, yo no te odio ni algo parecido— decía Leonard, incómodo. Una mosca fastidiaba su vista mientras intentaba controlar la situación.
— ¿Mamá, al menos por hoy puede Bel cenar con nosotros?

La señora miraba a su hijo con enojo, mientras él se arrodillaba para abrazar a la pequeña. Cuando la mujer salió del ambiente Leonard le susurró a Bel...
—Compórtate por favor, no vuelvas loca a mi madre.

—Está bien — le dijo Bel susurrando—, aun no entiendo bien cómo funciona todo esto.
La madre de Leonard observaba atentamente.

—Bel, confía en mí, has lo que te digo y ella no sospechará nada.

—De acuerdo de acuerdo, te daré esa “recompensa” si todo va bien, no lo olvides.
La señora Aldrich sintió un escalofrío y se paralizó. << ¿”Recompensa”? Pero qué clase de niña dice esas cosas…>> Su cabeza estalló y voló por mundos desconocidos y aterradores donde su hijo era condenado como un monstruo.

***

Durante la noche Leonard dormía tranquilamente en su alcoba, su madre no le había hablado desde el incidente con Bel. Su cuerpo largo y esbelto se desparramaba por la sabana, sonriendo mientras soñaba con cosas suaves y tibias. Una sensación extraña lo despertó. Su vista borrosa identificó el techo de la habitación, pero su piel sentía un calor especial a su lado. Cuando apartó la sábana vio a la pequeña Bel acostada a su lado con los ojos abiertos.

— ¡Bel!— susurró. Noaí rotó su ojo hasta verle el rostro. —¡Qué haces aquí!— volvió a susurrar.

Noaí se sentó, tenía la cara somnolienta. —Tengo que hablar con tifo, señorito Aldrich.
— ¿Tiene que ser ahora?

—Sí.
— ¡Mi madre está en la otra habitación!

—No te preocupes. Tengo moscas por toda la casa, ella está durmiendo profundamente—. Noaí volvió a recostarse en Leonard. —Escúchame bien. Ayer la Corte Suprema de los demonios me dio el paso siguiente en el PROMOTION GAME.

— ¿Qué? Bueno ¿De qué se trata?

—Te seré sincera… Tú debes dejar de vivir un tiempo, pero no necesariamente vas a morir.

— ¿A qué te…

Viendo sus muñecas manchadas de sangre, una comezón comenzó a subirle por los brazos… Las manchas de sangre tintaban su cama de rojo, pero no sentía dolor. Belcebú lo abrazó fuertemente.

—Si lo hago durante la noche, así solo será un sueño…

La conciencia de Aldrich desaparecía lentamente… Sin dolor, sin sufrimiento… Solo podía sentir un cuerpo pequeño rodeando su abdomen, un calor intenso nada molesto…

—Bel, mamá estará triste…


Promotion Game Extra: Luz y oscuridad


Mi nombre es Helena Cortés, estoy en camino de regreso a casa, fui al sastre para que termine de entallar mi uniforme de Red High… Es emocionante. Trataré de entrar al club de atletismo, estás piernas Paf Paf (Dándole palmadas) se estropean si no corro contra otros velocistas. Estas vacaciones que se terminan… Veo muchas parejas andar del brazo o besarse sin problema alguno ¿Qué se sentirá hacer ese tipo de cosas? Hasta el pequeño Segismundo tenía una cita hoy, con esa chica de voz tan… Jaaa, solo no la vayas a embarazar… No, mi hermano no es tan idiota como para hacer bebés sin trabajo, casa ni profesión.

Caminando y caminando llegué a una capilla, es algo grande, junto a un sector verde al que llaman “Parque Mayor”, hace mucho no doy gracias por las cosas buenas al buen Dios, supongo que ya es hora.

Entré por esa puerta amplia, solo le faltan un par de metros para considerar iglesia a esta tremenda construcción. Me siento en el respaldo de la banca y admiro las estatuas de santos, las cruces y la decoración en general. Me hinco de rodillas y junto mis manos.

—Señor, mi Dios, te agradezco por todo lo bueno que tengo y por darme fuerza para superar las tentaciones. Te pido por mamá, por papá, por mi hermano… En especial por mi hermano, él está saliendo con una chica que no conozco, a él no le gustaba ninguna chica de mi anterior club de debate, ni las del club de atletismo, eran buenas chicas, pero él las ignoraba. Por favor dale fuerza para alejar a esa mujer si resulta ser una de esas chicas fáciles, ya sabes… A los chicos se le pone loca la cabeza por un par de...
Cof, Cof.
Un muchacho interrumpió mis plegarias. Era alto, y delgado, su cabello rubio estaba cortado con poca habilidad y traía ropas negras… Y un rosario en su cuello... Tenía esa parte mal abotanada y podía ver la cruz.

— ¿Estaba escuchando? Lo siento, trataré de ser más discreta.

—Se lo agradezco. Por cierto, me-me parece muy agradable la forma en que habla con Dios.

— ¿Es nuestro padre, no?— le dije.

—Puedes verlo así, es agradable que alguien tan joven se acerque a esta parroquia a pedir por otros...

— ¿De qué hablas? Tú tienes casi mi misma edad.

—Es distinto… La iglesia es mi vocación.

— ¿Qué?

—Sí lo sé, muchos creen que tengo cara de andar con muchas chicas.

Pues tiene cara de "esa clase de chico".

—Increíble, serás un sacerdote popular.

—Gracias, supongo— me contestó apenado.

—Ya me retiro. Hasta pronto…

—Oh, Isaac Roland.

—Yo soy Helena Cortés. Ya me tengo que ir, hasta pronto.

—Espere... Quería preguntarle algo.

Volteé y levanté mis cejas.


—Sonará extraño, pero ... ummm... Acabo de llegar a esta ciudad y no cuento con nadie que me muestre los puntos clave...

—Mi sentido de orientación es pésima.

—Oh... —, Dijo decepcionado.


—Ya me tengo que ir, señor Roland, volveré alguna vez con mi hermano. Él es más listo que yo...

Bueno, así se termina el capítulo de hoy + el extra. Ah si, nomás miren esta belleza 7u7 Ya tienen una nueva waifu, Agrat.

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Acerca de El Tío Gato

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