Capítulo 13
Preparaciones
Han pasado tres días desde la llegada de Ryuuji y su escolta
a la academia. Esta mañana mi nueva guardia personal se está acostumbrando a su
nuevo equipamiento. Lo hacen en un espacio abierto a unos minutos de la entrada
de la ciudad. Como aun son nuevos en Galia, tuve que venir con ellos, aunque en
realidad quien nos guió hasta aquí fue Zera.
No sería exagerado decir que buena parte del día de ayer se
uso en la selección de dicho
equipamiento. Después de todo, no podía permitir que mi guardia usara armaduras
tan simples y espadas de hierro viejas.
Esta también fue una oportunidad para realizar algunos
experimentos con mis habilidades.
Por ejemplo <<Lo que es mío, es mío>> Dice que
previene el robo de objetos exceptuando el equipamiento. Lo puse a prueba con
Zera. Dándole algunos de mis objetos personales, y aclarando diferencias a
través de mis palabras. Uno era un regalo, otro era un préstamo, así como
también le di dinero para que comprara algunas cosas.
Los resultados del experimento fueron interesantes.
Primeramente, aquellos objetos regalados pierden cualquier
vínculo con el propietario anterior, o eso creo, ya que no ocurre nada. Los
objetos prestados son lo interesante, ya que si en algún momento luego de
prestarlos pido que se me regresen, vuelven a mis manos, sin importar donde se
encuentre el objeto o la persona.
Zera incluso pensó que perdió mis cosas y se disculpo
frenéticamente.
El caso de los objetos comprados con dinero no dio buenos
resultados, aunque puede que eso se deba a que lo comprado fue equipamiento,
tal vez deba intentarlo con algo diferente.
En el caso de equipamiento, sin importar si es prestado o
regalado, la habilidad no se activa.
De un modo u otro, encontraré buen uso para esta habilidad.
También aproveché la ocasión para encargar algunas cosas a
distintos artesanos de la ciudad, así como un par de órdenes a los académicos
cuyos proyectos estaban marchando sin contrariedades.
Esta también fue una oportunidad para recorrer nuevamente la
ciudad, cosa que hace semanas no hacía, ya que me mantuve dentro de la academia
leyendo y dirigiendo algunos proyectos.
Mis temores se ven realizados al ver a la gente de Galia.
Creo que no habrá tiempo para que Rad entrene a Ryuuji. Tendré que recurrir a
una estrategia que no lo involucre. Bueno, desde un principio mi encuentro con
él fue sorpresivo, así que solo debo acelerar mi plan anterior.
Aunque la información que he obtenido sobre ellos en la
biblioteca de la academia parece buena... Es información de hace 1000 años.
Simplemente no puedo confiarme, pero no tengo otra opción. La alternativa es
poco menos que fiable, además de que me pone en riesgo directamente, no es
seguro que los de Iren respondan como lo espero. Debo arriesgarme con los
<<Half>> de la montaña.
En TLO, los Half son entidades distintas de los monstruos.
Mientras los monstruos son decididamente enemigos a los que
vencer, los Half pueden o no ser enemigos. A veces el objetivo de una misión
puede ser ayudarlos, otras veces son ellos los que te ayudan. <<Comercio
sin fronteras>> se aprovecha de esto, ya que sirve para comerciar con
estas razas distintas a los humanos.
Si funcionaba en TLO, debería funcionar en este mundo.
Preparándome para mi encuentro con ellos, ayer también me
encargué de conseguir lo necesario para escalar la montaña.
Naturalmente no subiré solo, es por eso que mis guardias
deben acostumbrarse a su nuevo equipamiento, porque deberán escalar mientras lo
llevan puesto. Es momento de que lo sepan.
"Capitán, debemos hablar."
Al escuchar que lo llamo, el capitán se dirige a mí.
Vistiendo una armadura de placas de metal resplandeciente, con junturas para
permitir el movimiento rápido. No es algo que yo pueda darme el lujo de usar,
incluso si puedo soportar el peso de la armadura, sería demasiado lento.
La gran espada que lleva en la cintura es también un
artículo de lujo, pero no en el sentido estético. Se trata de un arma en toda
regla, su nombre es <Espada de la cima>. Supuestamente forjada de la roca
de la cima de la montaña. Es la espada más costosa de Galia y sus atributos son
sobresalientes en comparación a las demás armas que portan en la ciudad.
Espada de la
cima▼
<< Forjada
de la roca de la cima misma de la montaña.
-Resistencia a la
electricidad +6.
-Resistencia al
calor +7.
-Resistencia al
viento +8.
-Resistencia a la
corrosión +10.
- Peso del mundo
x2. >>
Si mal no recuerdo <<Peso del mundo>> es una
habilidad que hace más pesada el arma al atacar, lo que implica mayor daño y
presión al enemigo, dificultando el defenderse apropiadamente y aumentando las
posibilidades de dañar escudos y armaduras. Una habilidad temible si la usas
bien. Imagino que el "x2" implica el doble del efecto.
Entre esa habilidad y las resistencias adicionales, además
de las propias estadísticas del arma, que son bastante buenas, diría que son
similares a las de un arma usada por alguien que está por subir al grado EFEBO.
¿En la cima del grado PAIS entonces? muy apropiado.
"¿Qué necesita?, mi señor."
"Tus hombres y tu deben habituarse a sus nuevas armas y
armaduras cuanto antes, debemos prepararnos para escalar la montaña, partiremos
mañana."
"¿Escalaremos la montaña?"
"Así es. Más arriba en esta misma montaña, hay un nido
de Half voladores. Mis intenciones son negociar con ellos para que cooperen en
la defensa de Galia."
"¿P-Puede hacer eso?"
"Tengo confianza en mis habilidades para negociar con
ellos, pero conseguir su cooperación no será fácil. Pero su ayuda es, a mi
juicio, necesaria."
"Entendido. Comenzaremos a entrenar con nuestro nuevo
equipamiento, así como con el equipo de escalar antes de que acabe el
día."
"Así me gusta, no olviden descansar; capitán, deberán
protegerme en esta empresa."
"Así lo haremos. ¡Hombres!"
Y mientras veo al capitán alejándose para dar instrucciones
a sus hombres. Otra persona ocupa mi atención. Alguien que vino con nosotros
desde la academia y lleva observándome desde hace un rato.
"¿Ocurre algo Zera?"
El joven Zera , quien desde hace una semana se convirtió en
mi asistente personal, se me acerca con pasos lentos y mirada preocupada.
"Sobre el asunto... de la in-invasión a Galia... ¿Cree
que suceda?"
"El capitán Rad ha tenido experiencia como aventurero,
militar, y por supuesto, guardia, y no encontró fallos en mi lógica. Me temo
que sucederá, y no es solo mi opinión."
"En-Entiendo. ¿No debería decírselo al director y los
demás?"
Observando cuidadosamente la expresión de Zera, me doy
cuenta de que no desconfía de mis palabras. Aun así, duda de mi decisión de
mantener esto un secreto entre nosotros.
"Escucha. Incluso si la invasión es un hecho, el
momento es aun un misterio. Si conquistaron Galatea para preparar un asedio, lo
más seguro es que el mismo no suceda inmediatamente. Esperarán un tiempo, hasta
que la falta de una ruta comercial debilite económicamente a Galia, es entonces
que actuarán."
"Ya han pasado casi dos semanas desde lo de Galatea.
¿Cuánto más cree que esperaran?"
"Galia se autoabastece en cuanto a comida y agua, por
lo que se mantendrá estable por un tiempo más antes de debilitarse, tardará un
poco antes que decidan invadir."
En realidad, la invasión ya ha comenzado. Pero no es buena
idea decírselo, aunque sí que debería hablar sobre el asunto con el director.
Necesitaré de su cooperación.
"Entiendo tus preocupaciones, Zera. Hablaré del asunto
con el director, por ahora no puedo decírselo a nadie más, solo causaría pánico
innecesario."
"S-Si. ¡Gracias!"
Justo cuando creía que había terminado y podía dirigirme a
la oficina del director, Ryuuji se me acerca desde la entrada de la ciudad,
acompañado por ese par de académicos que conocí junto con Zera y Johan... Jal y
Berta, creo que se llamaban.
Jal es un joven académico escuálido, aunque no tanto como
Zera, además es más alto. Con cabello bien peinado hacia atrás, permitiendo ver
su frente con claridad... ¿Acaso usa gel? No tengo idea de cómo mantiene su
cabello peinado hacia atrás sin dejar un solo pelo desalineado.
Berta es una joven mujer, diría que tiene 22 -Jal debe
rondar esa edad también- y su cuerpo tiene el desarrollo propio de una mujer,
aunque es promedio. Si algo destaca en ella, es su cabellera tan esponjosa. Su
cabello, de un marrón anaranjado, parece que pudiera usarse como almohada para
dormir.
"Disculpe señor Argent, pero el joven Ryuuji ha tratado
de decirnos algo desde hace rato y... bueno, solo usted sabe hablar su
idioma."
"Entiendo. ¿Eres Jal cierto? Gracias por traerlo hasta aquí.
También a ti Berta."
"Argent-san."
"Dime qué pasa Ryuuji."
El rostro de Ryuuji no esconde su inseguridad. Lo que sea
que quiera decirme, le incomoda.
"Esto, Argent-san, quería saber si- si había algo en
que pudiera ayudar. En estos días no he hecho nada más que permanecer en
aquella cueva."
"La academia. Ese lugar es la academia AS de Galia. Ya
hablamos de esto, estas personas de la 'cueva' son académicos.”
“Bueno, no es como si hubiera algo que necesitara que
hicieras. Pero he hablado con Rad. Esta es una oportunidad, él mismo ha
mencionado tu potencial, y quiere entrenarte. Lo que puedes hacer es seguir ese
entrenamiento al pie de la letra."
"¿Es eso cierto? Bueno, después de todo, mis
estadísticas son altas..."
"No es solo eso. El vio autentico talento con la espada
en ti y cree que serás un gran espadachín".
"¿Es-Es eso entonces? Ya veo, dile que se lo agradezco
y que hare lo que haga falta."
Una vez más llamo al capitán, quien al parecer terminó de
darles instrucciones a sus hombres.
"Capitán, Ryuuji quiere que transmita sus palabras a
usted."
"Entiendo, lo escucho."
"Ryuuji honestamente le admira mucho capitán y siente
la pena de lo ocurrido en Galatea. Es por eso que desea superar su debilidad,
quiere rogarle que lo entrene."
"Mm. No es que no lo entienda, pero Ryuuji es un noble,
no sé si sea buena idea."
"Estoy seguro de que usted también lo notó, el
potencial de Ryuuji."
"Si... Esa extraña fuerza que mostro el día que salimos
de Galatea... Nunca vi nada igual. Pero tampoco había visto algo que me
asustara tanto. Aquel momento, fue como en las viejas historias. Un guerrero de
ira desata un poder inmenso."
"Es por eso que necesita de alguien que le enseñe como
controlar ese poder. No le pido que le enseñe a matar capitán, le pido que le
enseñe a proteger, a usar ese poder que hay en él para el bien de otros, ese es
también el deseo de Ryuuji."
Los ojos del capitán parecían ver a la distancia mientras
observaba a Ryuuji, como si mirara el pasado. Entonces sus ojos mostraron una
gran firmeza.
"Lo haré... no, se lo pido, déjeme hacerlo."
"Muy bien capitán. Te pongo a cargo del entrenamiento
de Ryuuji. Yo mismo cooperaré en transmitir tus palabras, seré el lazo entre
ustedes."
"Mi más sincero agradecimiento mi señor. Nunca había
conocido a alguien tan noble como usted. Creo firmemente que es por usted que
existe tal palabra, aun al día de hoy."
"Acepto tus palabras, pero no debes olvidar que tenemos
una misión en nuestras manos. El entrenamiento de Ryuuji tendrá que hacerlo
solo por ahora. Solo explíqueme como debe comenzar y yo se lo diré."
◆◇◆◇
Caminando por los rocosos pasillos de la academia interior,
me pongo de pie frente a unas grandes y lujosas puertas. Detrás de estas
puertas de madera y metal, se encuentra el director de la academia.
Ya habiendo transmitido a Ryuuji los primeros pasos que
debía dar en su entrenamiento, lo deje a él y a mis guardias para hacer lo que
deben.
Ahora debo encargarme de un asunto diferente.
Tras llamar a la puerta, una voz se escucha desde el otro
lado, y alguien me abre el paso. El director de la academia permanece sentado
en su escritorio. Johan, quien había abierto la puerta me cede el paso y se
despide, cerrando las puertas tras de él.
"Me complace verlo, señor Argent. ¿A qué debo tal
honor?"
"Hay un asunto importante que debo tratar con usted,
director. Uno de vital importancia."
El rostro del director no oculta su preocupación. Casi hace
una mueca cuando endereza su espalda en la silla. Una silla de muy buena
calidad por cierto. La madera tiene un cierto brillo y la piel que la recubre
se ve suave y acogedora, aunque no tanto como la mía.
Esta no es la primera vez que entro en la oficina del
director, pero ya me he asegurado de que mi propia habitación se encuentre en
un estado de lujo superior. Obviamente no se refleja en mi rostro, pero una
mueca de satisfacción describiría la sensación que tengo ahora mismo.
La persona más importante, debe tener para sí la habitación más lujosa del lugar, y
quien la tiene soy yo.
"¿Cuál puede ser ese asunto? mi noble señor".
"Desearía que dejara las formalidades cuando estamos
solos director."
"No podría hacer tal cosa mi señor."
"No... supongo que no, después de todo, no lo
merezco."
El rostro del director muestra cierta sospecha de mis
palabras. Y no lo culpo. En menos de dos semanas he tomado el control de su
academia y dado orden tras orden a sus académicos, incluyéndolo a él.
Si voy a hacer esto, necesitaré de la cooperación completa
del director. No puedo dejar que sea cauto a mi alrededor por más tiempo.
"Verá, director. Hay otro asunto que quisiera aclarar
con usted, antes de hablar de otra cosa. Es sobre mi llegada a esta ciudad, a
está academia."
Por un momento, los ojos del director se agrandaron. Fue
solo un instante, si parpadeaste, no lo viste. Pero estoy seguro de que así
fue. Se debe atacar cuando la presa está desprevenida o confundida.
"La persona que pidió que se mantuviera la planta
Kaplag fuera de Galia, fui yo. Yo le dije al guardia que la planta podía usarse
para hacer veneno, y solicité que no la dejará entrar."
El director se mostró perplejo. Sencillamente no podía creer
lo que le decía. Frente a sus atónitos ojos, me incliné en disculpa. Sus oídos
transmitían un mensaje que su cerebro no esperaba.
"Lo confieso y me disculpo."
Buen capítulo. Muchas gracias por la novela.
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