23 nov 2016

Okane o subete sekai e chikara 13 - Preparaciones



 Capítulo 13
Preparaciones



Han pasado tres días desde la llegada de Ryuuji y su escolta a la academia. Esta mañana mi nueva guardia personal se está acostumbrando a su nuevo equipamiento. Lo hacen en un espacio abierto a unos minutos de la entrada de la ciudad. Como aun son nuevos en Galia, tuve que venir con ellos, aunque en realidad quien nos guió hasta aquí fue Zera.
No sería exagerado decir que buena parte del día de ayer se uso  en la selección de dicho equipamiento. Después de todo, no podía permitir que mi guardia usara armaduras tan simples y espadas de hierro viejas.
Esta también fue una oportunidad para realizar algunos experimentos con mis habilidades.
Por ejemplo <<Lo que es mío, es mío>> Dice que previene el robo de objetos exceptuando el equipamiento. Lo puse a prueba con Zera. Dándole algunos de mis objetos personales, y aclarando diferencias a través de mis palabras. Uno era un regalo, otro era un préstamo, así como también le di dinero para que comprara algunas cosas.
Los resultados del experimento fueron interesantes.
Primeramente, aquellos objetos regalados pierden cualquier vínculo con el propietario anterior, o eso creo, ya que no ocurre nada. Los objetos prestados son lo interesante, ya que si en algún momento luego de prestarlos pido que se me regresen, vuelven a mis manos, sin importar donde se encuentre el objeto o la persona.
Zera incluso pensó que perdió mis cosas y se disculpo frenéticamente.
El caso de los objetos comprados con dinero no dio buenos resultados, aunque puede que eso se deba a que lo comprado fue equipamiento, tal vez deba intentarlo con algo diferente.
En el caso de equipamiento, sin importar si es prestado o regalado, la habilidad no se activa.
De un modo u otro, encontraré buen uso para esta habilidad.
También aproveché la ocasión para encargar algunas cosas a distintos artesanos de la ciudad, así como un par de órdenes a los académicos cuyos proyectos estaban marchando sin contrariedades.
Esta también fue una oportunidad para recorrer nuevamente la ciudad, cosa que hace semanas no hacía, ya que me mantuve dentro de la academia leyendo y dirigiendo algunos proyectos.
Mis temores se ven realizados al ver a la gente de Galia. Creo que no habrá tiempo para que Rad entrene a Ryuuji. Tendré que recurrir a una estrategia que no lo involucre. Bueno, desde un principio mi encuentro con él fue sorpresivo, así que solo debo acelerar mi plan anterior.
Aunque la información que he obtenido sobre ellos en la biblioteca de la academia parece buena... Es información de hace 1000 años. Simplemente no puedo confiarme, pero no tengo otra opción. La alternativa es poco menos que fiable, además de que me pone en riesgo directamente, no es seguro que los de Iren respondan como lo espero. Debo arriesgarme con los <<Half>> de la montaña.
En TLO, los Half son entidades distintas de los monstruos.
Mientras los monstruos son decididamente enemigos a los que vencer, los Half pueden o no ser enemigos. A veces el objetivo de una misión puede ser ayudarlos, otras veces son ellos los que te ayudan. <<Comercio sin fronteras>> se aprovecha de esto, ya que sirve para comerciar con estas razas distintas a los humanos.
Si funcionaba en TLO, debería funcionar en este mundo.
Preparándome para mi encuentro con ellos, ayer también me encargué de conseguir lo necesario para escalar la montaña.
Naturalmente no subiré solo, es por eso que mis guardias deben acostumbrarse a su nuevo equipamiento, porque deberán escalar mientras lo llevan puesto. Es momento de que lo sepan.
"Capitán, debemos hablar."
Al escuchar que lo llamo, el capitán se dirige a mí. Vistiendo una armadura de placas de metal resplandeciente, con junturas para permitir el movimiento rápido. No es algo que yo pueda darme el lujo de usar, incluso si puedo soportar el peso de la armadura, sería demasiado lento.
La gran espada que lleva en la cintura es también un artículo de lujo, pero no en el sentido estético. Se trata de un arma en toda regla, su nombre es <Espada de la cima>. Supuestamente forjada de la roca de la cima de la montaña. Es la espada más costosa de Galia y sus atributos son sobresalientes en comparación a las demás armas que portan en la ciudad.

Espada de la cima▼
<< Forjada de la roca de la cima misma de la montaña.
-Resistencia a la electricidad +6.
-Resistencia al calor +7.
-Resistencia al viento +8.
-Resistencia a la corrosión +10.
- Peso del mundo x2. >>

Si mal no recuerdo <<Peso del mundo>> es una habilidad que hace más pesada el arma al atacar, lo que implica mayor daño y presión al enemigo, dificultando el defenderse apropiadamente y aumentando las posibilidades de dañar escudos y armaduras. Una habilidad temible si la usas bien. Imagino que el "x2" implica el doble del efecto.
Entre esa habilidad y las resistencias adicionales, además de las propias estadísticas del arma, que son bastante buenas, diría que son similares a las de un arma usada por alguien que está por subir al grado EFEBO.
¿En la cima del grado PAIS entonces? muy apropiado.
"¿Qué necesita?, mi señor."
"Tus hombres y tu deben habituarse a sus nuevas armas y armaduras cuanto antes, debemos prepararnos para escalar la montaña, partiremos mañana."
"¿Escalaremos la montaña?"
"Así es. Más arriba en esta misma montaña, hay un nido de Half voladores. Mis intenciones son negociar con ellos para que cooperen en la defensa de Galia."
"¿P-Puede hacer eso?"
"Tengo confianza en mis habilidades para negociar con ellos, pero conseguir su cooperación no será fácil. Pero su ayuda es, a mi juicio, necesaria."
"Entendido. Comenzaremos a entrenar con nuestro nuevo equipamiento, así como con el equipo de escalar antes de que acabe el día."
"Así me gusta, no olviden descansar; capitán, deberán protegerme en esta empresa."
"Así lo haremos. ¡Hombres!"
Y mientras veo al capitán alejándose para dar instrucciones a sus hombres. Otra persona ocupa mi atención. Alguien que vino con nosotros desde la academia y lleva observándome desde hace un rato.
"¿Ocurre algo Zera?"
El joven Zera , quien desde hace una semana se convirtió en mi asistente personal, se me acerca con pasos lentos y mirada preocupada.
"Sobre el asunto... de la in-invasión a Galia... ¿Cree que suceda?"
"El capitán Rad ha tenido experiencia como aventurero, militar, y por supuesto, guardia, y no encontró fallos en mi lógica. Me temo que sucederá, y no es solo mi opinión."
"En-Entiendo. ¿No debería decírselo al director y los demás?"
Observando cuidadosamente la expresión de Zera, me doy cuenta de que no desconfía de mis palabras. Aun así, duda de mi decisión de mantener esto un secreto entre nosotros.
"Escucha. Incluso si la invasión es un hecho, el momento es aun un misterio. Si conquistaron Galatea para preparar un asedio, lo más seguro es que el mismo no suceda inmediatamente. Esperarán un tiempo, hasta que la falta de una ruta comercial debilite económicamente a Galia, es entonces que actuarán."
"Ya han pasado casi dos semanas desde lo de Galatea. ¿Cuánto más cree que esperaran?"
"Galia se autoabastece en cuanto a comida y agua, por lo que se mantendrá estable por un tiempo más antes de debilitarse, tardará un poco antes que decidan invadir."
En realidad, la invasión ya ha comenzado. Pero no es buena idea decírselo, aunque sí que debería hablar sobre el asunto con el director. Necesitaré de su cooperación.
"Entiendo tus preocupaciones, Zera. Hablaré del asunto con el director, por ahora no puedo decírselo a nadie más, solo causaría pánico innecesario."
"S-Si. ¡Gracias!"
Justo cuando creía que había terminado y podía dirigirme a la oficina del director, Ryuuji se me acerca desde la entrada de la ciudad, acompañado por ese par de académicos que conocí junto con Zera y Johan... Jal y Berta, creo que se llamaban.
Jal es un joven académico escuálido, aunque no tanto como Zera, además es más alto. Con cabello bien peinado hacia atrás, permitiendo ver su frente con claridad... ¿Acaso usa gel? No tengo idea de cómo mantiene su cabello peinado hacia atrás sin dejar un solo pelo desalineado.
Berta es una joven mujer, diría que tiene 22 -Jal debe rondar esa edad también- y su cuerpo tiene el desarrollo propio de una mujer, aunque es promedio. Si algo destaca en ella, es su cabellera tan esponjosa. Su cabello, de un marrón anaranjado, parece que pudiera usarse como almohada para dormir.
"Disculpe señor Argent, pero el joven Ryuuji ha tratado de decirnos algo desde hace rato y... bueno, solo usted sabe hablar su idioma."
"Entiendo. ¿Eres Jal cierto? Gracias por traerlo hasta aquí. También a ti Berta."
"Argent-san."
"Dime qué pasa Ryuuji."
El rostro de Ryuuji no esconde su inseguridad. Lo que sea que quiera decirme, le incomoda.
"Esto, Argent-san, quería saber si- si había algo en que pudiera ayudar. En estos días no he hecho nada más que permanecer en aquella cueva."
"La academia. Ese lugar es la academia AS de Galia. Ya hablamos de esto, estas personas de la 'cueva' son académicos.”
“Bueno, no es como si hubiera algo que necesitara que hicieras. Pero he hablado con Rad. Esta es una oportunidad, él mismo ha mencionado tu potencial, y quiere entrenarte. Lo que puedes hacer es seguir ese entrenamiento al pie de la letra."
"¿Es eso cierto? Bueno, después de todo, mis estadísticas son altas..."
"No es solo eso. El vio autentico talento con la espada en ti y cree que serás un gran espadachín".
"¿Es-Es eso entonces? Ya veo, dile que se lo agradezco y que hare lo que haga falta."
Una vez más llamo al capitán, quien al parecer terminó de darles instrucciones a sus hombres.
"Capitán, Ryuuji quiere que transmita sus palabras a usted."
"Entiendo, lo escucho."
"Ryuuji honestamente le admira mucho capitán y siente la pena de lo ocurrido en Galatea. Es por eso que desea superar su debilidad, quiere rogarle que lo entrene."
"Mm. No es que no lo entienda, pero Ryuuji es un noble, no sé si sea buena idea."
"Estoy seguro de que usted también lo notó, el potencial de Ryuuji."
"Si... Esa extraña fuerza que mostro el día que salimos de Galatea... Nunca vi nada igual. Pero tampoco había visto algo que me asustara tanto. Aquel momento, fue como en las viejas historias. Un guerrero de ira desata un poder inmenso."
"Es por eso que necesita de alguien que le enseñe como controlar ese poder. No le pido que le enseñe a matar capitán, le pido que le enseñe a proteger, a usar ese poder que hay en él para el bien de otros, ese es también el deseo de Ryuuji."
Los ojos del capitán parecían ver a la distancia mientras observaba a Ryuuji, como si mirara el pasado. Entonces sus ojos mostraron una gran firmeza.
"Lo haré... no, se lo pido, déjeme hacerlo."
"Muy bien capitán. Te pongo a cargo del entrenamiento de Ryuuji. Yo mismo cooperaré en transmitir tus palabras, seré el lazo entre ustedes."
"Mi más sincero agradecimiento mi señor. Nunca había conocido a alguien tan noble como usted. Creo firmemente que es por usted que existe tal palabra, aun al día de hoy."
"Acepto tus palabras, pero no debes olvidar que tenemos una misión en nuestras manos. El entrenamiento de Ryuuji tendrá que hacerlo solo por ahora. Solo explíqueme como debe comenzar y yo se lo diré."


◆◇◆


Caminando por los rocosos pasillos de la academia interior, me pongo de pie frente a unas grandes y lujosas puertas. Detrás de estas puertas de madera y metal, se encuentra el director de la academia.
Ya habiendo transmitido a Ryuuji los primeros pasos que debía dar en su entrenamiento, lo deje a él y a mis guardias para hacer lo que deben.
Ahora debo encargarme de un asunto diferente.
Tras llamar a la puerta, una voz se escucha desde el otro lado, y alguien me abre el paso. El director de la academia permanece sentado en su escritorio. Johan, quien había abierto la puerta me cede el paso y se despide, cerrando las puertas tras de él.
"Me complace verlo, señor Argent. ¿A qué debo tal honor?"
"Hay un asunto importante que debo tratar con usted, director. Uno de vital importancia."
El rostro del director no oculta su preocupación. Casi hace una mueca cuando endereza su espalda en la silla. Una silla de muy buena calidad por cierto. La madera tiene un cierto brillo y la piel que la recubre se ve suave y acogedora, aunque no tanto como la mía.
Esta no es la primera vez que entro en la oficina del director, pero ya me he asegurado de que mi propia habitación se encuentre en un estado de lujo superior. Obviamente no se refleja en mi rostro, pero una mueca de satisfacción describiría la sensación que tengo ahora mismo.
La persona más importante, debe tener  para sí la habitación más lujosa del lugar, y quien la tiene soy yo.
"¿Cuál puede ser ese asunto? mi noble señor".
"Desearía que dejara las formalidades cuando estamos solos director."
"No podría hacer tal cosa mi señor."
"No... supongo que no, después de todo, no lo merezco."
El rostro del director muestra cierta sospecha de mis palabras. Y no lo culpo. En menos de dos semanas he tomado el control de su academia y dado orden tras orden a sus académicos, incluyéndolo a él.
Si voy a hacer esto, necesitaré de la cooperación completa del director. No puedo dejar que sea cauto a mi alrededor por más tiempo.
"Verá, director. Hay otro asunto que quisiera aclarar con usted, antes de hablar de otra cosa. Es sobre mi llegada a esta ciudad, a está academia."
Por un momento, los ojos del director se agrandaron. Fue solo un instante, si parpadeaste, no lo viste. Pero estoy seguro de que así fue. Se debe atacar cuando la presa está desprevenida o confundida.
"La persona que pidió que se mantuviera la planta Kaplag fuera de Galia, fui yo. Yo le dije al guardia que la planta podía usarse para hacer veneno, y solicité que no la dejará entrar."
El director se mostró perplejo. Sencillamente no podía creer lo que le decía. Frente a sus atónitos ojos, me incliné en disculpa. Sus oídos transmitían un mensaje que su cerebro no esperaba.
"Lo confieso y me disculpo."

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