Hola de nuevo aquí la continuación de mi nueva novela. Estoy deseoso por conocer que piensan del modo en que se narrará esta novela hasta el final, es totalmente diferente al modo de escritura de mi otra novela El Punto Muerto. Si les parece interesante, tienen quejas, dudas o cosas por el estilo siempre se agradece que lo comenten. Cada comentario o critica es bien recibida para mejorar. :D
Capitulo
2
Brandon Townsend
Hoy se cumplen tres años
desde la muerte de mis padres, el tiempo vuela cuando mantienes tu mente
ocupada en mantener a tu pequeña hermana a salvo, libre de toda preocupación
que el mundo puede ofrecer. Creo que lo peor ya ha pasado, todos aquellos
sentimientos de tristeza fueron reprimidos en lo más profundo de mí ser, no me
puedo permitir llorar, al menos no frente a Cassie. Ella es una niña apenas, la
perdida de papá y mamá fue muy dura, a su corta edad lo único que debería
preocuparle es con que muñeca jugara hoy.
Cassandra Townsend, diez
años de edad, hija de los famosos genetistas Rupert y Emily Townsend, mi
querida hermana. Aún recuerdo el día que llego a casa en brazos de mi padre,
estaba entusiasmado por al fin tener alguien con quien jugar; en ese momento yo
tenía siete años, era un niño inocente que no tenía la menor idea del futuro
que me esperaba. Aquellos años los guardo celosamente en mis recuerdos, los
días donde pretendíamos ser felices. ¿Por qué pretendíamos? Bueno, nuestros
padres tenían claro que uno de nosotros podría heredar algo que denominaban
entre ellos como el genoma Z. ¿Qué es? Según lo que escuché en sus
conversaciones, es algo que altera el ADN de forma imperceptible para el ser
humano; no todos poseen esto y, quizás no todos los poseedores de dicho genoma
puedan desarrollarlo a lo largo de su vida.
Nuestros padres temían el
día en que sus hijos pudiesen desarrollarlo al igual que ellos. Siempre decían
que el mundo está mejor sin conocer sobre esto, ¿se imaginan si la persona
equivocada obtiene un poder fuera de los entendimientos humanos? El mundo como
lo conocemos sería muy distinto al que estamos acostumbrados, sería una campo
de batalla afuera, todos luchando entre si tratando de hacerse con el poder a
la fuerza. Estoy de acuerdo con mis progenitores, es mejor que las personas se
mantengan ignorantes ante esto.
Mi madre poseía el genoma,
gracias a ello le otorgó una habilidad que la denomino como regeneración celular, era increíble ver
lo rápido que sanaba sus heridas, era como uno de esos superhéroes que tanto me
gustaba leer de niño. Emily Townsend siempre decía: La mente humana es asombrosa, si crees que lo sabes todo de ti,
entonces estas en un error. Ella tenía razón, porque su habilidad no era
tan simple como siempre pensó. Tras años de práctica logró dominar y comprender
su verdadero yo, fue capaz de usar la regeneración celular en otras personas
con tan solo tocarlos, podía restaurar el cuerpo de cualquier cosa viva a su
estado original. Si quisiese hubiera podido devolverle la juventud a una
anciana, e incluso podría revivir a un muerto. ¿Esto último tiene
consecuencias? No lo sé, mi madre decía que toda habilidad tiene un límite
impuesto por el hombre y es necesario nunca cruzarlo; hay cosas que es mejor
dejar que sucedan.
¿Mi padre? No tengo mucho
que decir sobre él, su habilidad era complicada y poco práctica. Él jamás usaba
su habilidad, la única vez que la utilizo fue el día de su muerte.
La habilidad de mi padre
era la de crear vacíos, según lo que me dijo hace años, era capaz de hacer
aparecer agujeros negros en segundos. Siempre ignoraba todo intento de ayuda
por parte de mi madre por comprender un poco más de su regalo genético, él
prefería hacer las cosas a su manera; fue el más listo de la clase, graduado
con honores de una de las universidades más prestigiosas del mundo, el genetista
más aclamado por toda la rama científica. Mi padre obtuvo su prestigio por
mérito propio sin ayuda de nada, ni nadie, siempre presumía de ello. Si cierro
los ojos y me concentro, aun puedo escuchar su voz diciéndome su discurso de Puedes realizar todo aquello que te
propongas.
Si éramos una familia
perfecta, entonces. ¿Cuándo fue que todo se vino abajo? Bueno, es complicado de
contar, creo que todo comenzó cuando Cassie tenía tres años, misteriosamente
empezaron a escucharse ruidos extraños por la noche, como si alguien más jugara
con ella. Basta decir que mis padres corrían siempre a revisar que todo
estuviera en orden, el resultado siempre fue el mismo, nadie estaba cerca. ¿Qué
era entonces todo aquello que producía el ruido? Pasaron casi seis meses de
esto, ni siquiera las cámaras que colocaron en su habitación fueron capaces de
descubrir algo; un día su habilidad se hizo más potente mientras estaba jugando
en la sala. Era increíble, ¿Cómo alguien tan pequeña puede tener una habilidad
tan asombrosa? Pensé en ese entonces que su vida sería más fácil gracias a
esto, cuan equivocado estaba.
¿Alguna vez han escuchado
algo llamado Creador de sueños?
¿Saben lo que significa? Son las personas capaces de crear desde cero cualquier
cosa que deseen con tan solo imaginarlo. Eso es Cassie una creadora de sueños,
sin embargo su habilidad es más problemática de lo que realmente parece, más si
una niña de apenas tres años que puede ser asustada fácilmente posee la
habilidad. Por suerte para nuestra familia, a esa edad ella solo era capaz de
crear objetos que iban desde muñecas, hasta golosinas, sin embargo mi madre
estaba preocupada por el futuro y, lamentablemente entendí demasiado tarde el
por qué.
Mis padres se llevaban a
Cassie todos los días a su trabajo después de sus clases, así fue hasta sus últimos
días. ¿Por qué? Ellos temían que su habilidad fuera problemática para ella e
incluso para el mundo, quizás en esos momentos sus habilidades se limitaban a
cosas pequeñas, pero mi madre sabía que era mucho más poderosa que el mismo
Dios.
Algún día como todos los
niños soñaría con un mundo de juguetes o dulces, y en un parpadeo aparecería,
afectando de maneras extrañas nuestra existencia. ¿Eso no es grave? Ahora
imagina esa misma habilidad, pero teniendo una pesadilla, las cosas monstruosas
que nacerían gracias a eso; el subconsciente actúa de maneras extrañas, y un
niño tiene una imaginación activa, su poder más que un golpe de suerte, fue una
maldición.
A su corta edad tenía el
peso de la vida de todos los seres humanos en la palma de su mano, aunque ella
no lo supiera. ¿Te imaginas una vida donde siempre tengas que tener cuidado con
lo que deseas o sueñas? Quizás despierta sea una hazaña difícil, pero no
imposible. El problema yace en las noches cuando duermes. ¿Cómo tener cuidado
con lo que sueñas?
Cada noche mis padres colocaban
una máquina capaz de leer sus ondas cerebrales, advirtiéndoles cuando estaba
empezando las pesadillas y, de esta
forma despertarla antes que sucediera lo peor. Fueron años en vela para
proteger a todas las personas de la habilidad de mi hermana.
Estos años después de la
muerte de mis padres descubrí donde trabajaban, ya que nunca estuvieron
dispuestos a decirme; ambos trabajaban para el gobierno, en un proyecto secreto
para mantener bajo control a todos aquellos portadores de habilidades. Ambos
contribuyeron en la investigación para crear una vacuna que neutralizara los
efectos del genoma en humanos hostiles o potencialmente peligrosos. En teoría
está bien, pero la verdad es que juzgar algo que fue derecho por naturaleza
está mal. ¿Quiénes pueden decir que está bien o mal?
Mis padres trabajaron con
Cassie por años intentando por su cuenta encontrar la manera de hacer que esa
vacuna minimice su habilidad en lugar de neutralizarla, para que de esta forma fuese
incapaz de crear mundos o galaxias nuevas si lo desea, pero incluso hasta ahora
nadie lo ha logrado. ¿Qué habrá pasado por la cabeza de mis padres aquel día? El
día que todos aquellos colegas se pusieron en su contra, esa horrible tarde
cuando el gobierno ordeno entregar a Cassie, no podían seguir esperando a que
la vacuna estuviera lista, sabían que cada día que pasaba el mundo estaba en
peligro.
¿Qué decidió el gobierno?
Matarla, eliminar todo aquello que ponga en peligro a millones de personas era
siempre su protocolo.
Cassie apenas era una
niña de ocho años y durante todo este tiempo mis padres lograron mantener su
habilidad estancada mientras no resolvían el problema, pero los altos mandos
perdieron la paciencia; enviaron cientos de agentes a por mis padres, arrebatarle
a su pequeña hija con la excusa de salvar al mundo. ¿Eso quita el hecho que
asesinaran a una niña inocente? Rupert y Emily Townsend hicieron lo que todo
buen padre hubiera hecho en su situación, no pensaron dos veces e intentaron a
como fuera posible escapar del laboratorio donde trabajaron durante tantos
años.
No estuve presente ese
día, pero estoy seguro que mi padre utilizo su poder incontables veces para
salir de aquel laboratorio tan resguardado, mientras mi madre mantenía a salvo
a su pequeña. Todos los medios ocultaron aquel incidente, pero el edificio
desapareció junto con todos en su interior, sé que fue él, mi padre por fin
había usado su habilidad.
Recuerdo ese día viernes
por la tarde, acababa de regresar de clases, mis padres entraron a la casa azotando
la puerta, yo estaba viendo la televisión despreocupadamente; entraron sin
aliento, habían corrido un largo trayecto, mamá cargaba en sus brazos a la
pequeña Cassie que parecía dormir plácidamente. Había sido sedada, la habían
inyectaron para evitar contratiempos o que la adrenalina provocada por las
balas y gritos causados por su fuga hiciera que su habilidad se manifestara con
más fuerza.
¿El ultimo recuerdo de
ellos? Mi madre me entrego a Cassie delicadamente en mis brazos, me ordenó
escondernos hasta que todo terminara, no importa que escuchara mi obligación
era permanecer oculto hasta que todo haya acabado. ¿Qué pensar en ese momento?
Tenía quince años, no era un niño ignorante, incluso yo sabía que un día esto
ocurriría, me trague todas las palabras que en ese momento desee decirles a mis
padres y corrí hacia el sótano, no sin antes ser detenido por mis padres que
sin más nos abrazaron a ambos; lágrimas cayeron por nuestras mejillas, esta
sería la última vez que nuestra familia estaría junta.
—Cuando tengas la
oportunidad corre con tu hermana, no mires atrás y corre. —Las últimas palabras
de mi padre fueron esas, o eso pensé. Antes que bajara las escaleras del sótano,
me detuvo. —Recuerda hijo, tener o no tener habilidades no te define como bueno
o malo, lo único que importa es la manera en la que decidas actuar con o sin
ellos. Tu madre y yo estamos orgulloso de ti, nunca olvides que los amamos.
—Esa fue la última vez que los vi, mi madre se colocó atrás de mi padre para
que él pudiera utilizar su habilidad libremente; en sus manos comenzaron a
aparecer pequeños agujeros negros que poco a poco fueron expandiéndose.
Ya estábamos en el sótano
escondidos en una esquina, la puerta principal se abrió de golpe, escuché a un
hombre de voz grave ordenarles no resistirse y entregarles a Cassie. De un
momento a otro el ruido ceso abruptamente, tras unos segundos en silencio
escuche suplicas para que mi padre se detuviera; un ruido difícil de explicar
inundo el lugar. ¿Eran los agujeros negros? Si, lo más seguro, todo empezó a ser
tragado, las paredes de la casa empezaron a despegarse de la tierra, todo era
succionado, los árboles, las casas, el pavimento, no quedaría nada, ni siquiera
nosotros…. Intente sostenerme lo más fuerte que pude de una tubería, abrace a
mi hermana y espere lo peor. ¿Si hubiéramos sido tragados, hubiésemos sido
capaces de estar juntos nuevamente? Quizás, solo quizás… la muerte era la mejor
opción.
Recuerdo haber cerrado
los ojos fuertemente mientras mi corazón latía tan rápido que sentí que
explotaría en cualquier momento, mis brazos no soportarían mucho más tiempo, al
igual que la tubería, pronto seriamos tragados sin más. ¿Dónde nos llevaría el
agujero negro?
Por un momento desee
tanto estar nuevamente en aquella playa donde una vez viaje con mis padres,
Cassie aún no nacía, recuerdo cuanto me divertí ese día, fue la primera vez que
veía un atardecer, un fenómeno natural tan bello que te hace pensar en cuan
insignificante es tu existencia. Quise verlo una vez más antes de morir…
Lo demás que recuerdo fue
confuso, no pude sostenerme más tiempo y fuimos tragados por la habilidad de papá,
en un pestañeo aparecimos en la playa, el lugar que mantuve vivo en mis
memorias. ¿Yo hice esto? Seré muy sincero, no lo sé, esa fue la única vez que
un suceso como este nos ocurrió, cada vez que tengo tiempo intento volver a
teletransportarme como en esa ocasión, pero no logró hacerlo, empiezo a creer
que después de todo no fue gracias a mí que nos salvamos de ser tragados.
¿Cassie? Quizás fue ella, quizás soñó con una playa y fue coincidencia llegar a
la misma en la que pensaba. Después de todo no soy especial como ella o mis
padres, solo soy un humano común y corriente, mi debes ahora es ser el guardián
de mi hermana, protegerla del mundo e incluso de sí misma…
Hemos llegado a un
restaurante en medio de la carretera, decidimos detenernos un momento para
llenar el tanque de gas y a su vez comer un poco. Llevamos tres años en
movimiento, nunca permanecemos en el mismo lugar más de una semana. ¿Por qué?
Bueno, no es necesario decirlo, pero aún hay gente del gobierno que nos busca,
quieren eliminar a Cassie.
¿Cómo hemos sobrevivido?
Gracias a ella, he mantenido la decisión de mis padres e intento mantener
estancada su habilidad, desde que era pequeña hasta ahora lo único que puede
crear son objetos pequeños; en ocasiones estuvimos a punto de ser atrapados,
pero jamás le he pedido ayuda, temó que un día despierte su verdadero potencial
e inicie algo que no podrá controlar. Su único deber es aparecer dinero cada
vez que necesitemos, ya sea para comida o hasta un auto en que transportarnos.
— ¿A dónde iremos esta
vez? —Dijo Cassie mientras tomaba un poco de café.
— ¿Alguna vez ha
importado el destino? —Miré afuera por la ventana mientras planeó que hacer
para mantenernos vivo una semana más.
—Creo que no. —Su mirada
denoto tristeza, ella entendía la situación. Estamos obligados a dar vueltas
por todo el país, atrapados como ratas.
Muchas veces desee huir
lejos de mi patria, pero me temó que no es más que una simple ilusión, un sueño
que no puede ser cumplido, al menos no sin tener consecuencias. Desde que mis
padres murieron han triplicado la seguridad en las fronteras, al principio solo
era por precaución mientras se aseguraban que Cassie hubiera sido absorbida
junto con todos por el agujero negro, pero hace dos años y medio cometimos un
error e inmediatamente nos identificaron.
—Mantén la calma, no
tengo intenciones de herirlos, no intentes nada que cause alboroto o advierta a
tu hermana. —La voz de una mujer resonó en mi cabeza. ¿Qué sucede? — ¿Vez esos
dos hombres al otro lado del restaurante? Son agentes del gobierno, los han
seguido desde hace horas.
— ¿Sucede algo Bran?
—Cassie me conocía tan bien, sabia cuando algo andaba mal conmigo. Me miró
fijamente con sus ojos marrones como si intentase leer mi mente.
—No sucede nada, solo me
siento un poco lleno por la comida. —Sonreí para intentar tranquilizarla.
—La pareja detrás de
ustedes tienen armas ocultas, están esperando la señal para actuar. —La voz
seguía hablando. —En total hay diez agentes en el restaurante, fueron atraídos
a una trampa.
Tome un último sorbo de
café antes de pensar en cómo actuar ante esto, si la voz en mi cabeza tiene
razón entonces debemos escapar cuanto antes, pero la pregunta es, ¿cómo?
Espera… ¿Debo confiar en la voz? Si, lo más seguro es que sí, últimamente han
estado más activos de lo usual, solo este mes casi nos encuentran en cuatro
ocasiones. ¿Qué está pasando?
— ¿Brandon puedes ver el
cielo? Algo me dice que lloverá pronto. —Cassie es muy madura para su edad,
tanto que hemos inventando muchas frases clave para pasar desapercibidos.
Ahora estoy seguro que
debo confiar en la voz, Cassie ya se ha dado cuenta de la presencia de los
agentes, pero la pregunta es ¿Cómo escapar? Lo más probable es que en el
momento que nos levantemos actuaran de inmediato. Vamos piensa…
—Confía en mí,
intentaremos ayudarlos a escapar. —Dijo la voz.
¿Intentaremos? ¿Hay más
de nuestro lado? ¿Cómo sabe acerca de nosotros? No hay tiempo de tantas
preguntas, debemos escapar, así que no tengo alternativa; confiare en aquella
voz.
—Sí, lloverá, quizás esta
vez haya relámpagos. —Le respondí a Cassie, era mi manera de decirle que
posiblemente se pondrá feo, que si era necesario debería huir sin mí.
—Le temó a los relámpagos
Brandon sabes que necesito abrazarte en las tormentas. —Cassie me miraba
cálidamente.
—Estas creciendo
Cassandra, es hora de enfrentar tus miedos, no siempre serás una niña. —Odió
hablar de esta forma, quisiera decirle todo con naturalidad, pero no debemos
alertar a los agentes.
Sus ojos se llenaron de
lágrimas, me tomó de las manos, su cabello rubio le cubría el ojo derecho,
quizás el silencio dijo mucho más de lo que podemos decir en estos momentos.
—Es el momento, empezaran
a moverse, prepárense para actuar. —La voz interrumpió mis pensamientos.
—Levántense y caminen con naturalidad a la salida, una vez fuera corran a su
automóvil, ahí afuera los esperara alguien más, huyan con él. Nosotros
detendremos a todos los que vayan por ustedes.
Es hora de marcharnos, es
momento de ver como terminara esta historia. Le entregue una sonrisa a mi
hermana mientras apreté con fuerza sus manos como si fuera un abrazo; nunca nos
habían estado tan cerca de atraparnos, al menos no como esta ocasión, caímos en
su trampa.
— ¡Es hora de continuar
con nuestro viaje! —Trate de actuar con toda naturalidad mientras cerraba la
cremallera de mi abrigo.
— ¿Podrías guardar mi
muñeca? —Cassie hizo aparecer una pistola en mis manos a la vez que guiñaba el
ojo izquierdo.
Suspire mientras la
guarde en la bolsa de mi abrigo intentando que nadie la notara. De inmediato
nos levantamos de la mesa y comenzamos con el acto final de esta extraña
historia a la que llamamos… vida.
Deje veinte dólares en la
mesa para pagar la comida y caminamos a la salida como si no ocurría nada,
nuestros corazones latían a toda prisa. ¿En verdad es el fin? Así parece, tal y
como me dijo la voz, aquellos hombres al otro lado del lugar se levantaron de
sus mesas y caminaron apresuradamente en nuestra dirección. Entre en pánico, no
tengo la mente clara, creo que cometí un error.
— ¡Corre! —Grité.
Los otros ocho agentes se
pusieron de pie enseguida, tomaron sus armas y nos apuntaron mientras
corríamos, los hombres que venían hacia nosotros tomaron sus armas de igual
manera, la adrenalina en mi es tan grande que juraría ver como corrían en
cámara lenta a comparación nuestra.
— ¡Deténganse! —No
esperaron más, abrieron fuego contra nosotros, les importo poco todos los
civiles que aún estaban en el restaurante.
Si seguimos corriendo a
la puerta estamos muertos, para mi mala suerte no hay donde escondernos, así
que no tenemos opción, coloque a Cassie frente mía intentando de esta forma ser
su escudo. Tomé mi decisión, morir en esta lluvia de balas con tal de salvarla.
Sentí como algunas balas
rozaban mi piel, esto es el final, tomé la pistola que me fue entregada hace unos
momentos y disparé en contra de ellos mientras corría, soy malo disparando lo
sé, pero. ¿Qué más puedo hacer?
Algunos agentes salieron
del restaurante a través de la ventana y otros chocaban contra las paredes sin
que nadie los tocara siquiera, los disparos se detuvieron un segundo antes de
cambiar de objetivo; ahí estaba ella, la mujer que hablaba conmigo. Era una
mujer esbelta, un poco anciana, arrugas en el rostro, pelo plateado, lentes
sobre sus ojos verdes. ¿Es una de ellos? Es decir, una poseedora del genoma z.
— ¡Corran a su auto,
vienen helicópteros y patrullas en camino! —La mujer nos gritó mientras
continuaba encargándose de los agentes.
— ¡Es otra anormal,
disparen a matar! —Uno de los agentes se hizo escuchar en todo el restaurante.
¿Están locos? Afuera hay
tanques de gasolina, explotaremos todos si se sale de control… maldición, creo
que en el peor de los casos ese es su plan b.
La mujer continua ganando
tiempo mientras huíamos, levantaba a los agentes por los aires sin tocarlos,
volaban de un lado a otro como moscas. Una ráfaga de balas se abrió camino por
todo el restaurante matando a los inocentes que estaban en el momento y lugar
equivocado.
Todas las balas que
intentasen llegar a la anciana eran detenidas en el aire, como si fuese una
especie de campo de fuerza. ¿Lo era? Tenemos suerte que este de nuestro lado, no
quisiera tenerla de enemiga, pero. ¿Por qué no los mata? Para ella no habría
problema alguno, podríamos huir juntos.
No quise mirar atrás y me
dispuse a correr junto con mi hermana hacia fuera del restaurante donde nos
esperaba sentado en nuestro auto un hombre mayor con la cabeza llena de canas,
estaba sentado en el asiento del conductor.
— ¿Qué esperan? ¡Suban!
—Los helicópteros se escuchaban cada vez más cerca, las patrullas podían verse
a lo lejos en la carretera.
—No tenemos opción,
debemos subir con él. —Le dije a Cassie mientras le tomaba la mano y huíamos
del lugar.
La ayude a subir dentro
del automóvil y nos dispusimos a huir, le entregue las llaves del vehículo al
hombre e inmediatamente dejamos atrás aquel lugar justo a tiempo; docenas de
patrullas estaban llegando al restaurante.
—No miren atrás, deben
mantener a Cassie lejos de todo peligro. —La voz de la mujer una vez resonó en
mi cabeza.
— ¿Quién eres? —Dijo
Cassie, al parecer en esta ocasión todos podíamos escucharla hablar en nuestra
mente.
—Tus padres trabajaron
con nosotros durante muchos años, fueron nuestros grandes amigos, cuando
supimos que continuabas con vida renunciamos a nuestros puestos, para poder
encontrarlos, se los debemos a sus padres. Descuiden los mantendremos a salvo
esta vez.
— ¿Qué pasara contigo? —Pregunte, aunque conocía muy
bien la respuesta.
—Los helicópteros están
sobre el restaurante en este momento, será un problema para ustedes, explotaré
el lugar gracias a los tanques de gasolina, hay demasiados muertos y tantas
cosas que no podrán ocultar. —La voz hizo una pausa. —Cristopher, te espero al
otro lado. Gracias por los mejores años, te amo…
La explosión hizo retumbar
el suelo a pesar que estábamos lejos del lugar, el auto se desestabilizo por
unos segundos. Las patrullas delante de nosotros habían creado una barrera
intentando que no pudiéramos escapar.
—Sosténganse fuerte, esto
no es problema alguno. —El hombre parecía rudo a pesar de su edad. No parecía
inmutarse por la muerte de aquella mujer, era como si ya estuvieran preparado
para esto.
Las patrullas empezaron a
disparar tratando detener el automóvil antes que llegásemos más cerca. Cassie tenía
los ojos cerrados, parecía estar rezando, algo poco usual en ella. Cristopher alzo
su mano izquierda al mismo tiempo que tomaba el volante con la derecha y en un
pestañeo observe como se distorsionó el espacio frente a nosotros para crear
una onda de choque tan poderosa que mando a volar a todos los hombres y patrullas
delante nuestro.
—Algo como esto no podrá
detenernos. —Cristopher continuaba mirando el frente sin mostrar expresión
alguna.
Pasamos por el hueco
hecho por su habilidad, tal parece que no será tan sencillo escapar como
creíamos, adelante nuestro se encontraban más autos, esta vez de color negro
seguido de cientos de agentes apuntándonos. Dos Personas se colocaron al frente
de todos, como si no les importara volar por los aires como sus otros
compañeros. A medida nos acercamos más distinguí a las personas. Un hombre y
una mujer vestidos de trajes negros, el hombre era afroamericano y la mujer
caucásica pelirroja.
— ¿Creen que trayendo a
más personas nos detendrán? —Nuevamente alzo su mano izquierda y se preparó
para lanzarlos por los aires.
Los agentes parecían
despreocupados, esto es extraño. La pelirroja dio un paso adelante, nos sonrió.
¿Qué significa esto? En un parpadeo desapareció frente a nuestros ojos para
aparecer en el asiento trasero del auto a lado de Cassie.
—Demasiado lento. —No me
dio tiempo de reaccionar, la mujer utilizo sus manos para torcer el cuello del
conductor, cuando la voltee a ver nuevamente había desaparecido junto con
Cassie.
¿Qué demonios ocurre?
Estaba nuevamente a lado de su compañero con mi hermana en sus brazos, antes
que pudiera decir algo observe como inyectaba algo en el cuello de Cassie. No
tengo que ser un genio para saber que le fue inyectado, lo más seguro eso
adormitara sus sentidos antes de que pueda hacer algo para defenderse.
—Ya la tenemos, encárgate
del hermano. —Dijo la pelirroja con una sonrisa.
¡Maldita sea! No pude
cumplir mi promesa de mantenerla a salvo, todos murieron en vano, lo siento… El
otro agente a la par de ella dio unos pasos al frente, se acomodó el saco e
hizo chasquear sus dedos, no pude seguir observando, el cadáver del anciano
tenía el pie en el acelerador, esto sin
duda es mi fin.
Una sonido ensordecedor
me advierte que no viviré para cuando el auto se detenga, una explosión creada
de la nada genera una onda de choque tan potente que llena de fuego todo el
vehículo, me lanza por los aires con mi cuerpo cubierto de llamas; el tiempo se
detiene por unos instantes, veo a mi hermana en los brazos de sus asesinos y no
puedo dejar de pensar en mi error, en lo débil que siempre fui, si tan solo
hubiera podido protegerla.
No he contado las veces
que he rodado en la tierra producto de mi descenso causado por la explosión,
pero mi cuerpo continua en llamas, no hay nada que pueda hacer, a pesar que mi
cuerpo se retuerza y mi voz grite de dolor, lo único que deseo es tomar a
Cassie y marcharnos lejos.
—Admiro que hayas logrado
esconder a tu hermana de nosotros todo este tiempo. —El agente se acercó a mí, me
miró con sus ojos oscuros, penetrantes. —Tendré piedad de ti, después de todo
no tengo nada en contra tuyo, solo cumplo órdenes.
Lo ultimó que observe fue
como dirigió su mano hacia mí y enseguida chasqueó sus dedos, no quiero seguir
viendo, esperare mi muerte como un hombre, pero si fuese posible decirle mis
últimas palabras a mi hermana serian: Disculpa por no haber sido de mucha
utilidad, yo no soy como tú, mamá o papá, pero te juro que intente protegerte
con todas mis fuerzas, lamento que esto tenga que pasar; Cassie por favor huye
como puedas, ve a un lugar tranquilo, donde nadie te encuentre, por favor vive
y no te culpes por nada de esto, ahora me reuniré con papá y mamá, todo está
bien ahora… ¡Cassandra por favor huye!
— ¡La niña ha desaparecido!
—Fue lo último de escuche de la mujer antes que mi cuerpo sintiera como la
temperatura aumentaba en mi interior, empecé a temblar involuntariamente, cada
vez más rápido. ¿Así se siente ir al infierno? Siento como mi piel arde en
llamas, como mis órganos presionan mi cuerpo desde el interior intentando salir.
Para mí ha pasado una eternidad, pero estoy seguro que en realidad no ha pasado
ni un segundo, el tiempo se ha detenido para mí, no de la forma que quisiera;
es difícil describir este dolor, mi cuerpo explotando en millones de pedazos,
mis órganos, mi sangre esparcido en la carretera. ¿Cassie me harías un favor? Vive,
no te rindas hasta encontrar tu verdadero propósito en esta vida. Cassie, por
favor vive…
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