NOX VOLUMEN 4 CAPITULO 3

AQUÍ COMO PROMETÍ LES TRAIGO EL CAPÍTULO DEL DOMINGO EN EL CUAL VERÁN QUE SER POPULAR NO SIEMPRE ES ALGO BUENO.

Capítulo 3

Carmil Carm se había convertido en el compañero de habitación de Jean Nox Crow por petición de la directora Seyd para mantenerlo vigilado y enseñarle algo de sentido común pero realmente no había tenido la oportunidad de hacer algo como eso, deprimido por esa situación decidió que debía acercarse más  a su compañero para conocerlo mejor.

Sus planes involucraban tener una charla de “hombres” sobre mujeres y otros tópicos durante la noche, sin embargo por más que esperó a que su compañero llegara él no apareció.

-De alguna manera ya es común que él no llegue a dormir, afortunadamente hice preparativos de antemano-.

Diciendo eso, Carmil se asomó a la ventana y extendió su mano, enseguida una polilla de color negro se posó en su mano, luego de unos segundos él salió de la habitación por la ventana.

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Al día siguiente después de una noche de precioso sueño Jean despertó y lo primero que pensó fue:

-(Maldición, me quedé dormido)-.

Abrazándolo plácidamente se encontraba Sena Seyd, la visión de ella durmiendo inundó los pensamientos del joven por unos segundos.

-(Esto está mal, soy un hombre débil, muy débil, dije que no me quedaría a dormir….)-.

Sena comenzó a moverse y lentamente abrió sus ojos que se encontraron con los de Jean.

-Buenos días Jean-.

-Buenos días Sena… (¡¿Qué rayos pasa con esta profunda familiaridad de hablarnos tan fácilmente incluso en esta situación?!-.

- ¿Qué hora es?-.

Viendo la claridad que inundaba la habitación Sena preguntó al mismo tiempo que soltaba a Jean de su abrazo. Viendose libre Jean tomó su ropa y sacó un reloj de bolsillo, lo abrió y consultó la hora; 2:47, obviamente no de la madrugada.

-¿2:47? Creo que perdimos las clases-.

-Eso parece, algunas de las plantas que usaste deben tener efectos somníferos-.

-…Eso debe ser-.

Sena sabía que las plantas que usó no tenían ese tipo de propiedades, pero decidió no decirlo.

-Me iré antes de que su hermana venga a buscarla debido a que no fue a dar clases-.

Cuando Jean se estaba disponiendo a irse, Sena le detuvo.

-Espera un momento basta con que te vistas apropiadamente, me imagino que tienes tiempo libre así que podríamos hablar sobre cómo ayudar a Liz después de almorzar si mi hermana llega solo habrá que decirle que es una reunión estratégica. No creo que vuelva actuar como la última vez-.

-Está bien-.

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-Eres hombre muerto Jean Nox Crow-.

Desde un árbol cercano al invernadero Carmil Carm observó la situación atentamente durante horas. En su rostro las facciones dedicadas solo a los peores criminales se podían apreciar.

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-¿Entonces es posible que Liz pueda realizar un contrato?-.

Después de almorzar Jean y Sena comenzaron su reunión estratégica. La mujer elfo cuestionó a Jean sobre la situación de Liz.

- Como usted me dijo en su alma un decreto fue puesto que prohíbe a los espíritus hacer un contrato con ella. No lo podía creer cuando la examiné-.

-¿Es posible remover el decreto?-.

-No, podría dañar su alma si lo intento, afortunadamente es posible ignorar el decreto con un vacío legal-.

-Con un Ánima ¿No es así?-.

-Exacto, hiciste bien en decirme la situación de Liz. Un Ánima es un espíritu pero también un mortal, el decreto no tiene ningún poder en mí así que es posible que Liz haga un contrato conmigo. Con eso debería ser posible que ella entre en el torneo sin problemas-.

-Según el manual en cada combate los participantes están obligados a realizar mínimo una invocación, que ella dependa de ti en todas las peleas terminará agotando tu poder-.

-Lo sé, ya he pensado en ello. El decreto solo impide que Liz pueda hacer contratos con espíritus pero las bestias mágicas son algo distinto, le conseguiré poderosas bestias para que pueda combatir-.

-Eso ya suena como un plan más concreto. Sobre el decreto me imagino que no lo dejarás así-.

-No, el decreto no tiene otros efectos  dañinos sobre Liz pero aun así  me sentiré seguro solo cuando sea retirado. Le pediré ayuda a los espíritus de fuego para retirarlo o en su caso para  encontrar a quién puso el decreto-.

-Eso me recuerda que tú también necesitas hacer un contrato con algún espíritu para participar-.

-Ya tengo el mío, una anciana Parca-.

-¡¿Qué?!-.

-Una anciana Parca-.

-¿Cómo rayos hiciste un contrato con algo así?-.

-Después de asesinarle una vez me propuso ayudar a mi causa  “La oscuridad también brilla” eso lo que fue me dijo y bueno es una larga historia-.

-Ya veo-.

Los dos se mantuvieron planeando unas horas más. Finalmente Jean se retiró a su habitación para alistarse e ir a sus clases en la academia Shade.

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Apenas abrir la puerta de su habitación Jean fue recibido por Carmil Carm quien le dirigió una mirada glacial.

-¿Dónde estuviste anoche?-.

-Buenas tardes Carmil, y no tengo porque decirte donde estuve-.

-Es mejor que seas sincero si sabes que te conviene-.

La actitud arrogante de su compañero hizo enojar ligeramente a Jean, una vena a punto de reventar apareció en su rostro.

-Carmil no me molestes por favor-.

-Sigo esperando tú respuesta-.

-Tú te lo buscaste -.

Cuando Jean estuvo a punto de atacar a su compañero este agregó.

-Sena Seyd-.

Deteniéndose en seco Jean preguntó.

-¿Qué dijiste?-.

-Dormiste con la profesora Seyd-.

-¿Cómo…-

-¿Cómo lo sé? Eso es obvio, como no viniste a dormir te fui a buscar y te encontré durmiendo tranquilamente con la profesora Seyd-.

-Por favor no se lo digas a nadie-.

Jean comenzó a rogarle que guardara silencio.

-Las relaciones entre profesores y estudiantes están prohibidas-.

-No es lo que crees Carmil, ella y yo no tenemos esa clase de relación-.

-Yo creo que una vez la directora Seyd vea esto pensará distinto-.

Carmil le mostró a Jean las fotos que sostenía en su mano derecha.

-¡Por lo que más quieras no se lo digas a ella! -.

-¿Por qué tienes miedo? Si lo que dices es verdad y no tienes esa clase de relación con ella no hay nada que temer-.

-En realidad es algo bastante complicado de explicar, mejor vayamos con la profesora Seyd para que ella te explique la situación-.

-¿Cómo le puedo creer a dos pecadores?, es obvio que mentirán-.

-¿Qué es lo que quieres por guardar silencio sobre esto?-.

-¿Crees que no diré nada y me convertiré en su cómplice? Definitivamente no-.

-Me estás dejando pocas opciones Carmil-.

Presionando por el rostro fiero de Jean, el presidente del consejo estudiantil decidió proponer un plan en el que todos salieran ganando.

-Si rompes con tu relación impura con la profesora Seyd y te vuelves un estudiante ejemplar no diré nada, pero hasta que eso pasé guardaré estas fotos y ¡Ni pienses en destruirlas tengo copias guardadas!-.

-No soy la clase de persona que crees Carmil, te vuelvo a repetir estás equivocado-.

-¡Cállate pervertido! Ahora estás en mi poder así que tendrás que obedecerme o de otra forma quedarás a merced de la directora-.

-No te dejes llevar por la situación o te juro que…-

-Las amenazas no funcionan conmigo un estudiante ejemplar que siempre cumple las reglas y sigue el sentido común y la moral de la sociedad, aunque estoy seguro que una persona tan inmoral como tú no lo comprendería-

Jean llegando al límite de su paciencia le dirigió una sonrisa sádica a su compañero.

-Lo siento Carmil, estoy de acuerdo contigo en la parte de no ceder ante las amenazas de otros y menos cuando soy inocente… bueno... más o menos…-.

-No entiendo lo que quieres decir-.

-Realmente lo siento, esta es la segunda vez que te haré algo como esto. Aunque tengas copias de esas fotos si no recuerdas donde las pusiste entonces no debería haber problema,  yo buscaré las que hayas guardado en lugares obvios y dejaré el resto a la suerte-.

-Jean lo que dices me da miedo y no tiene sentido-.

El joven vizconde amenazadoramente se acercó a su compañero.

-Jean detente ¿Qué me vas a hacer?-.

-No te preocupes no te dolerá mucho…no..., haré que te duela mucho puedes estar seguro-.

-¡Espera! ¡Se lo diré a la directora!-.

-Como dije no recordarás nada así que no te preocupes-.

-¡Lo siento! ¡Hice mal al intentar chantajearte! ¡No lo volveré hacer!-.

-Buenas noches Carmil-.

-¡Aún es de día!-.

Con un movimiento certero Jean le dio un puñetazo a la barbilla de su compañero, el cuerpo de Carmil hizo un arco espléndido y como si todo estuviera calculado cayó encima de su cama y no volvió a moverse por el resto del día.

-Con esto el problema está solucionado-.

Satisfecho Jean dejó el lugar.

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Nelu Marshall salió de la sala de profesores tras  terminar sus obligaciones diarias. Este día en particular tenía algo de tiempo así que decidió ir a ver a Sena Seyd en busca de un remedio para el dolor de cabeza.

Lentamente se dirigió a su destino y cuando estaba pasando cerca de la habitación del club de fotografía y periodismo presenció algo extraño, un joven de cabello y ojos carmesí salió a toda velocidad cargando en ambos brazos un sinfín de fotos sin darse cuenta que algunas de ellas se le cayeron. Nelu quiso detenerle para informarle este hecho pero el joven despareció de su vista antes de que pudiera hacerlo.

Nelu suspiró profundamente.

-(Ese debe ser Carmil Carm el presidente del consejo estudiantil, recogeré las fotos y luego se las devolveré)-.

La joven doncella de cabello gris casi blanco se agachó con ese plan en mente pero apenas vio la primera foto que recogió su expresión se volvió tan fría como el hielo, sus ojos perdieron toda la vida y esperanza en la humanidad. Mecánica y rápidamente tomó las demás fotografías y su expresión se hizo más y más sombría, finalmente con gran ira arrugó la evidencia de un terrible delito y salió corriendo a toda velocidad en dirección al invernadero.

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Sena se encontraba sentada cerca de una ventana observando el atardecer y tarareando una bella melodía que su madre le enseñó, en su mano derecha tenía un pequeño plato y en la derecha sostenía una taza de té, repentinamente sacándola de su propio mundo alguién tocó a su puerta por lo cual ella se levantó y abrió la puerta.

-Oh! Buenas tardes Nelu. ¿A qué se debe tú visita? ¿Necesitas algo?-.

Dicho eso Sena le dio un sorbo a su té. Al mismo tiempo Nelu le mostró unas fotografías arrugadas, al verlas Sena escupió sin querer el té que había tomado.

-Pfffff-

El líquido caliente cayó de lleno en el rostro de Nelu pero ella como si fuera una estatua de piedra no reaccionó a la temperatura, con su voz fría y vacía habló.

-Sena ¿Qué significa esto?-.

-No le digas a mi hermana por favor-.

-Si esa es tú respuesta debo deducir que esto es exactamente lo que parece-.

-No es así pero mi hermana, sin importar que, no debe enterarse, hablemos como personas civilizadas y te explicaré todo-.

Ignorando a la mujer elfo Nelu dio media vuelta y empezó su retirada.

-¡Espera!-.

Viendo que Nelu le ignoraba Sena  tomó medidas drásticas.

-“Naturaleza escucha mi agobiante llamado, aprisiona a mi enemigo. ¡No lo dejes ir!”-.

Lianas que salieron desde un círculo mágico a los pies de la elfo envolvieron a la capitana Nelu Marshall y la arrastraron a la habitación de Sena. 

-¡Adulteros!-.

Gritó Nelu Maeru Marshall al instante de ser aprisionada.

Después de cerciorarse que nadie vio esa escena Sena cerró la puerta.

Nelu forcejeaba con las lianas intentando liberarse pero todo parecía en vano, quiso gritar por ayuda pero las lianas  cubríeron su pequeña boca. Con ojos llenos de lágrimas Sena se le acercó con una botella llena de un líquido desconocido en su mano.

-Nelu lo siento mucho pero esto es necesario-.

Liberando los labios de su compañera Sena la obligó a tomar la extraña poción al mismo tiempo que Nelu pedía ayuda con todas sus fuerzas.

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Acerca de David-A Gato

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