NOX VOLUMEN 4 CAPITULO 2

HOLA FIELES LECTORES, EN RESPUESTA A UN COMENTARIO SOBRE LA FORMA EN LA QUE SUBO CAPÍTULOS ( AVECES VARIOS SEGUIDOS LUEGO POR UNO O DOS MESES...O TAL VEZ TRES NADA) HE DECIDIDO SUBIR UNO Y UNO EN SABADO Y DOMINGO.


SIN MAS LES DEJO EL SIGUIENTE CAPITULO.

Capítulo 2

Como era costumbre a la hora del almuerzo Jean se reunió con Laur, Liz y Lili. Como una muestra de disculpa por no haber pasado tiempo con ellas, el joven les invitó a comer, después de comprar los alimentos decidieron regresar al lugar de siempre debajo del árbol.

-Jean tengo que agradecerte por aceptar ser mi pareja para  el torneo-.

Haciendo una reverencia Liz se dirigió a su compañero.

-Ya me has agradecido suficiente Liz no tienes que recordármelo. A decir verdad también espero divertirme un poco durante el torneo-.

-¿Divertirte? Eso suena a que causarás problemas-.

-Eso deseo -.

-¿Tienes alguna riña personal con alguien?-.

-Con muchas personas diría yo, pero no te preocupes me encargaré de que todo salga muy bien-.

- Al menos dime eso con un rostro más amable, ahora mismo parece que estás preparado para matar-.

-Lo siento-.

-Jean espero que cuando yo también necesite que seas mi pareja para una actividad aceptes-.

-Si no es algo muy difícil puedes contar conmigo Lili-.

-Recuerda tus palabras y no te vayas a echar para atrás-.

Mientras estaban en su conversación tres pequeños duendecillos se les unieron.

-Laur has estado muy callada ¿Te sientes mal?-.

-¿Estás diciendo que si no abró la boca es señal de que estoy enferma?-.

-Si-.

-Eso creo-.

-Definitivamente-.

-¡Que groseros!-.

Los tres amigos de Laur respondieron al unisono.

-Simplemente el día de hoy es maravilloso y quiero disfrutarlo-.

-El mundo se va a acabar. Una Laur que no está planeando nada malo es una señal-

-¡Lili!-.

-Lo siento pero tu forma de actuar hoy me da miedo-.

-Está bien tal vez deba regresar a mi habitual humor y cambiar de tópico. Jean ¿Qué color te gusta más el negro o el rojo?-.

-…El negro ¿Por qué preguntas?-.

-Es que Lili no sabía que color de nueva ropa interior comprar, y ella quería saber tus gustos…-.

-¡Kyaaaa! ¡No digas más! ¡Lo siento mucho! ¡Por favor disfruta el día tanto como quieras!-.

Toda la piel visible de Lili quedó al rojo vivo, mientras ella se tapaba el rostro con sus manos.

Ignorando el caótico corazón de doncella de su compañera, la conversación continuó.

-Hablando de gustos ¿Puedo pedirte un consejo Jean?-.

-Si dime de que se trata Liz-.

-Me enteré que la profesora Seyd cumple años un día antes del inicio del torneo. Ya que ella me ha ayudado y cuidado mucho quisiera regalarle algo adecuado-.

-Ya veo, Sena es bastante amable con los alumnos-.

-¿Sena?-.

Inocentemente Liz preguntó.

-Sena es el nombre de la profesora Seyd-.

-No preguntaré por qué la llamas por su nombre pero al menos dame una idea de que puedo regalarle-.

-Déjame pensar un poco-.

Sumido en sus pensamientos por unos instantes Jean logró encontrar la mejor solución.

-Ya sé-.

Sin decir nada más Jean se levantó de su asiento y caminó hasta la base del árbol donde recogió una rama seca gruesa de unos 60cm de largo, después de tomarla regresó con sus compañeras y se detuvo a un metro de ellas.

-A los elfos les gustan las gemas, así que hagamos esto-.

La rama que sostenía entre sus manos fue devorada por las llamas las cuales después de unos segundos desaparecieron, ahora la madera había sido transformada en carbón, inmediatamente  Jean lo encerró en una esfera de energía y comenzó a comprimirla.

-“Atlas, aquél que carga sobre su espalda el mundo, me atrevo a pedir prestada tu gran fuerza para obrar una proeza que se dice solo la naturaleza puede crear”-.

La presión de la esfera de energía aumentó drásticamente, Jean en ese momento inhaló fuertemente, después desde su boca sopló una pequeña lengua de fuego dentro de la esfera de compresión.

-“Tú voluntad se cumple aquí y en todas partes, los mortales decaen por dentro o por fuera ya sea con piel marchita o con un duro corazón, no hay nadie quien pueda escapar de ti. ¡Oh poderoso tiempo! ¡Por eso declaro que la voluntad de Cronos es ineludible!”-.

La esfera se llenó de un hermoso arcoíris multicolor. El rostro de Jean mostraba una concentración absoluta.

-Jean ¿qué estás haciendo?-.

Laur preguntó al mismo tiempo que instintivamente acercaba sus manos intentando tocar la esfera.

-No la toques o te volverás polvo-.

El joven habló ligeramente subiendo el tono de su voz, no para regañarla si no para asegurarse de que fue escuchado. 

Laur se detuvo y alejó sus manos inmediatamente. Un minuto después la esfera se desvaneció y lo que quedó fue una piedra al rojo vivo que emitía hermosa luz.

-Este es el momento para darle forma-.

Jean anunció y de sus manos hilos de color azul salieron y se envolvieron en la roca forzándola a tomar una nueva forma. Cuando todo acabó los hilos desaparecieron y el calor de la roca se disipó dejando a la vista la figura de una hermosa ave en vuelo hecha de diamante.

-¿Eso..eso..eso…-

Ninguna de las tres L se atrevía a preguntar, como mujeres sabían de qué piedra estaba hecha.

-Es diamante-.

Como si fuera lo más natural del mundo Jean respondió.

-¡No! Esto es. Esto es... ¡No puedo creer esto!-.

La más afectada fue Lili. Viendo la reacción de sus compañeras Jean añadió.

-No se preocupen no desaparecerá, emule los procesos que suceden en la naturaleza para crearlo, no lo cree directamente con magia sino de manera indirecta así que no se desvanecerá-.

Volteando a ver Liz quién aún tenía que asimilar lo que había pasado, Jean puso el ave de diamante en sus delicadas manos-.

-Sé que lo que voy a preguntar probablemente es algo tonto pero ¿ de casualidad puedes crear otros tipos de gemas?-.

Laur preguntó con duda.

-Si, aunque las condiciones para crear rubíes, esmeraldas, zafiros u otras piedras preciosas es distinto para cada una-.

- ¡Jean Nox Crow cásate conmigo!-.

Sin dudarlo Laur le propuso matrimonio.

-¡Eh!-.

-¡Nada de eso Laur!, ¡Jean es un criminal!-.

-¡¿Por qué rayos soy un criminal?!-.

-¡La inquisición prohíbe la creación de oro porque eso podría colapsar la economía!-.

-¡Yo no cree oro!-.

-¡Pero por alguna razón estoy segura que puedes hacerlo! ¡Si tienes una piedra filosofal es mejor que no la uses para mal!-.

-¡No tengo una piedra filosofal!-.

-Eso es cierto ahora que lo pienso, si eres capaz de crear piedras preciosas también debes poder crear oro ¿Puedes crearlo?-.

-Laur no digas más por favor-.

-Jean dime ¿Puedes crear oro? Prometo hablar bien de ti ante la inquisición-.

Lili también le presionó.

-La verdad es que puedo transmutar la plata en oro aplicándole prana de alta pureza, y ahora que me acuerdo recientemente obtuve una habilidad que me permite transformar cualquier cosa que toque en plata. Así que técnicamente siguiendo estos pasos puedo obtener oro de cualquier cosa. Pero de ninguna manera estoy usando una piedra filosofal para fastidiar la economía, así que no debes preocuparte Lili-.

-¡Eso es peor! ¡Al menos los magos criminales tienen la decencia de usar una piedra filosofal!-.

-¡¿Me estás diciendo indecente?!-.

De repente Liz salió de su trance y abrazó el brazo que Jean tenía libre (en el otro se encontraba aferrada Laur).

-Jean…Jean…Jean…-

-¿Qué quieres Liz?-.

-Vuélveme tu esposa -.

-¡Tú también!-.

-¡En ese caso yo también seré tu esposa! ¡Así te vigilaré y evitaré que cometas crímenes!

Cuando por fin Jean pudo poner la situación bajo control, ya era demasiado tarde para almorzar apropiadamente pues los duendecillos ya habían devorado todos los alimentos.

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Las clases en la Academia Shade nunca tuvieron un orden o esquema apropiado, el sistema más o menos funcionaba con el lema de “Aprende lo que quieras…si puedes”, esto no quiere decir que la academia como tal careciera de estándares de educación adecuados todo lo contrario, en ese lugar cualquiera podría poner sus manos en libros de temática oscura y prohibida y Jean no dejó pasar esa oportunidad.

“La Danza de Vapiria: sangre, carne y sombra.”, “Lamento de los inocentes: Procesión de Almas”, Hyakki Yakou: El desfile de los cien youkai”. Los libros que estás leyendo soy muy oscuros. ¿No es suficiente con  que ya seas capaz de usar el Walpurgisnacht?-.

Sila acompañaba a Jean en la biblioteca. Con la autorización del Director Rooscu, Jean obtuvo el permiso para leer cualquier libro de la biblioteca que él quisiera, incluyendo algunos textos que la Inquisición consideraba prohibidos.

-Tal vez es así, Sila, pero no puedo dejar la oportunidad de aprender más  y con ello volverme mas fuerte-.

-Tu nivel actual es de Mitril  y en el futuro estoy segura que ascenderás más, con eso debería ser suficiente para garantizar tu vida-.

-Nadie puede garantizar la vida, uno puede morir, perder todo en cualquier momento. Solo alguien realmente fuerte puede estar tranquilo.-

-Eso es un pensamiento bastante realista, yo pensaba que tú eras del tipo idealista-.

-Personalmente considero que para ser idealista primero hay que ser realista, soñar no cuesta nada pero volver realidad ese sueña te puede costar todo-.

Sila después de observarlo fijamente suspiró.

-Tú ganas pero al menos deberías relajarte de vez en cuando, tu tiempo libre lo gastas en clases, en la biblioteca o entrenando, tengo la sensación de que te esfuerzas demasiado-.

-En resumen quieres que te dedique tiempo a ti también… tal vez una cita o algo así-.

-¡Eh! ¡Sí! ¡Digo No! ¡No lo decía por eso Jean, además tú y yo ya no seremos novios!.-

-¡Silencio por favor!-.

El anciano encargado de la biblioteca respondió ante el inusitado aumento de la voz de la señorita.

-¿Qué quieres decir con que ya no seremos novios? ¿Estás pensando en obligarme a casarme contigo para que guardes mi secreto? ¡Eso no es justo Sila!-.

Jean habló controlando el volumen de su voz.

-Escucha bien ¡No es nada de eso! Simplemente me di cuenta que realmente siento algo por ti y que la manera en que hice que te convirtieras en mi novio estuvo mal, por eso decidí que debería pedirte perdón y dejarte libre. ¡Te prometo que si me das una oportunidad ganaré tu amor correctamente!-.

Posando sus incrédulos ojos en los de la doncella Jean le habló.

-Sila…

-¿Si?-

-¿Estás segura?-.

-Definitivamente-.

-¿No le dirás a nadie mi secreto?-.

-Nunca-.

-¿No te arrepentirás?-.

-Tal vez si pero esto es lo correcto-.

-Sila…

-¿Si?-

-Realmente serías una excelente compañera-.

Con el rostro rojo y reuniendo toda su energía Sila respondió.

-…Gracias-.

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Sena Seyd preparó todo, en la noche y cada dos días a partir de hoy, ella necesitaría realizar un ritual de transferencia de energía, todo con el fin de lograr que cierto joven pudiera acceder a una existencia entre mortal y espíritu.

Encima de su cama colocó diversas flores con propiedades mágicas y de salud, prendió su incienso favorito de fresa, se cambió de ropa a algo más cómodo… y con menos tela para cubrir el cuerpo y finalmente se sentó enfrente de un espejo de tamaño medio. Mientras observaba su apariencia varias ideas extrañas asaltaron su mente pero no se trataba de un ataque mágico, un tanto nerviosa y con su corazón acelerado miró el reloj, él llevaba cinco minutos de retraso cosa que la enojó pero inmediatamente su inicial furia cambió a preocupación.

-¿Vendrá hoy o no? ¿Qué debo hacer?-.

Nerviosa observó la entrada de su habitación esperando el toque que anunciara su llegada.

-Si no llegas Jean Nox Crow yo te voy a…

-¿Qué me va a hacer?-.

-¡Kyuun!-.

-¿Kyuun?-.

-¿Por dónde entraste?-.

-Por la ventana, tal vez sea mi imaginación pero creo que su hermana la está vigilando, tuve que alterar algunos conjuros al entrar aquí para que parezca que no pasa nada extraño-.

-¿De verdad crees que mi hermana me esté vigilando?-.

-El mana suministrado a esos conjuros y defensas definitivamente tenía la esencia de la Directora, por eso entré por la ventana, si de casualidad también hay alguna persona física vigilando el lugar entrar por la puerta delantera sería mala idea-.

-Tienes razón, mañana hablaré con mi querida hermana mayor ella debe saber que ya no soy una niñita-.

-Si lo sé…-.

Jean observaba concentrado el hermoso cuerpo de su profesora, gracias al tipo de ropa que llevaba la vista era realmente agradable o eso pensaba él.

-¿Dijiste algo?-.

-¡Nada! No dije nada-.

Volteando a ver a su alrededor Jean  se percató del estado de la cama de su profesora.

-(¿por qué hay pétalos de rosa sobre la cama?)-.

Como si intuyera lo que él joven estaba pensando Sena aclaró.

-Todas esas flores tiene la propiedad de permitir una mejor unión lo que mejorará la transmisión de energía.

-Comprendo eso pero no tengo intención de dormir con usted, no quiero que su hermana la directora me decapite y luego me decapite otra vez, en ese orden-.

-Es imposible decapitarte dos veces…ah!... ya entendí ¿Te refieres a que te castraría?-.

-Exactamente-.

-No te preocupes por eso-.

-Insisto no me acostaré en esa cama-.

-Es la mejor forma de transferir energía, además no es como si fuéramos a hacer algo malo-.

-Sería más convincente si no estuviera viendo al suelo mientras dice eso-.

-¿Quieres ayudar a Liz o no?-.

-Está bien pero cuando todo terminé me iré, definitivamente no dejaré que la mañana o la directora me encuentre aquí-.

-Muy bien en ese caso “Luces fuera”-.

Con las palabras de la mujer elfo la oscuridad se hizo presente en la habitación.

-Ahora desvístete-.

-Hay un dicho que dice no hagas cosas buenas que parezcan malas, creo que estamos en esa situación-.

-Deja de balbucear y apúrate ¿Acaso crees que todo esto no me da vergüenza?-.

Metiéndose en la cama Sena declaró.

-Tienes razón Sena lo siento mucho.-.

Dejando solo su ropa interior puesta el joven entró en el lecho del descanso (y de otras actividades).

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Acerca de David-A Gato

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