Muy buenas lectores que siguen mi novela, como siempre disculpen por mi tardanza, pero saben que para traer una historia así, se necesita tomar su tiempo. (En mi caso)
Esta vez, les traigo un capitulo cargado, el final del mundo esta por detonarse, los jugadores se necesitan preparar para la gran batalla.
Espero les guste este capitulo y recordarles como siempre, pendientes con las fechas y las horas.
Hasta luego! :D
Capitulo VIII
“Armagedón”
Han pasado siglos desde
ese fatídico día donde la guerra del génesis dio inicio, los guardianes de Dios
contra aquellos ángeles cegados por la avaricia y el poder, alzaron sus armas
en contra de nuestro señor.
Un gran pelotón de ángeles
de luz perdieron sus vidas tratando de mantener la paz en el paraíso, sus
existencias fueron eliminadas de nuestro plano existencial; hubieron momentos
donde su voluntad fue doblegada ante aquellos ángeles maliciosos que deseaban
el trono de nuestro todo poderoso.
Al igual que la creación,
transcurrieron siete días de guerra en el paraíso, aquellos seres eran
liderados por el ángel preferido de Dios, ese ángel que se le prometió estar
sentado toda la eternidad a lado de nuestro padre. Lucifer, el portador de luz
en el paraíso, fue corrompido por sus deseos y envidia, cegado por aquellos
ideales luchó en la batalla final contra los siete ángeles guardianes.
Todos los guardianes habían
perecido en batalla, Zophiel el último guardián de Dios entrego su vida y con
ayuda de su anillo de luz logró desterrar a Lucifer y a su ejército a la
antigua cárcel celestial conocida como Infierno.
Bosque de Hoia Baciu.
Rumania.
24
de diciembre del 2026, 2:15 am.
El
doctor había explicado detalladamente a Dimitri todo lo que conocía con respecto al plan de Anthony.
Tras
escuchar todo acerca del siniestro plan se queda sin palabras, cae de rodillas,
su cuerpo tiembla de terror, había perdido toda esperanza, era imposible ganar
el juego. ¿Quién sería capaz de vencerlo? Estos años habrá reunido más poder
mientras que Dimitri continuaba vagando sin rumbo. Ya no es rival digno de
enfrentar, sería como entrar a la boca del lobo.
—Dimitri, debes
de contarle a Ian y Beowulf todo lo que te he revelado, tu deber es lograr
que luchen a tu lado; tú podrás ganarle, aun posees la sangre demoníaca dentro
de ti y en este momento la sangre del demonio se ha fusionado a la tuya. Prácticamente
tú has dejado de ser humano, ya eres un demonio.
Dimitri aún tenía miedo, pero no podía rendirse
en estos momentos, tenía porque luchar y mucho que perder.
—Tienes razón, tengo que convencer a Ian para unirse a nosotros, de lo contrario
no podremos vencer a Anthony.
Una
lágrima cae por la mejilla de Phillips mientras comienza a desaparecer.
—Me alegro que después de todo logré hacer algo bien,
sé que podrán salvar a las personas de la tierra.
El
cuerpo del doctor estaba desapareciendo cada vez más rápido, Dimitri levantándose del suelo le extendió la
mano.
—Doctor Benson, gracias por todo, lamento que no
pudiéramos hacer algo para evitar su muerte. Al final de todo, ambos somos
víctimas de Anthony.
Ambos
se estrecharon la mano mientras Phillips desaparecía.
—No te preocupes por mi chico yo no merecía sobrevivir
después de haber asesinado a miles de personas con mis experimentos, tengo fe
en ustedes, les encargo salvar a todas las personas.
Dimitri le entrego una sonrió cálida. Una
lágrima cae del rostro del joven.
—Todo este tiempo siempre quise volver a verlo para
poder vengarme por todo el sufrimiento que me causo, pero ahora que está frente
a mí me doy cuenta que usted solo es humano, un humano como cualquier otro que
apreciaba su vida, e hizo lo que fuera necesario para sobrevivir.
— ¿Qué es lo que tratas de decir?
—Trato de decir que me vengare de Anthony por usted, no, me vengare por nosotros
de ese maldito.—Miro detenidamente a esa figura que se
desvanecía frente a sus ojos, exhalo antes de soltar aquellas palabras que
jamás creyó decir. —Lo perdono doctor
Benson, puede irse en paz.
Phillips
nunca imagino escuchar esas palabras saliendo de la boca de Dimitri, por sus
mejillas caían lágrimas de alegría.
—Gracias, ahora podre irme sin remordimientos, dejare
en buenas manos el destino del mundo. —Esas fueron sus últimas
palabras antes de desaparecer entre las tinieblas.
Aquel
lugar donde se encontraba Dimitri se estremeció mientras desaparecía de la
misma manera que Phillips. Un agujero
se formó debajo del chico haciendo que este cayera en un vacío.
Los
ojos de Dimitri se abrieron de golpe,
ese sentimiento de caer al vacío lo había despertado.
—Por fin despiertas. —Beowulf parecía
más aliviado al ver a su hermano abrir los ojos.
Dimitri
observa detenidamente a su alrededor, se tranquiliza después de ver que había
regresado a ese lugar lleno de escombros; se levanta del piso inmediatamente,
tras sacudirse el polvo de su ropa observa por última el anillo de Phillips que
aún estaba en su dedo. Un pequeño destello salió del anillo antes de
convertirse en polvo.
Todo
lo que había sufrido el doctor no sería en vano, Dimitri se encargaría de cumplir el último deseo de Phillips.
—Gracias doctor. —Susurró Dimitri para él
mismo.
Beowulf se acerca a su hermano despreocupadamente,
ignorando lo que estaba por suceder en el mundo.
— ¿Qué sucede Dimitri?
Caminando
hacia la antigua habitación de Anthony le
contesta a Beowulf.
—Sígueme, Phillips
me dijo que ambos debíamos ver con nuestros propios ojos algo que estaba
justo debajo de esta habitación.
— ¿Phillips? ¿El cadáver que estaba carbonizado era el
de él?
—El ya no podrá ayudarnos a abrir esa puerta.
Habían
llegado a la habitación de Anthony, tal y como el doctor le había dicho todo
estaba destrozado e incendiado, todo esto era para evitar que alguien pudiera
ver su trabajo, no existía señales de vida en ese lugar, los libros, la
computadora, todo había sido destruido; en el piso estaba un pequeño agujero el
cual estaba a plena vista después de que la cama se destruyera. En el interior
del agujero se apreciaba la escalera que desaparecía entre a oscuridad.
— ¿Por qué estamos en este lugar? Phillips ya está muerto, debemos regresar y
tratar de forzar la entrada hacia la corona antes que Ian llegue a Jerusalén. —Beowulf estaba impacientándose.
Dimitri se acercó a su hermano mirándolo
fríamente a los ojos.
—Tal vez no te gustara la idea pero ahora que el doctor
está muerto debemos convencer a Ian de
unirse a nosotros o de lo contrario estaremos muertos.
— ¿¡Qué!? Conozco a Ian y es demasiado orgulloso como
para aceptar unirse a nosotros.
—No tenemos otra alternativa, después de inspeccionar
lo que hay al final de este agujero iremos con Ian y hablaremos de forma
pacífica con él.
Beowulf no parecía contento por la decisión
tomada por Dimitri, sin embargo respetaba demasiado a su hermano mayor como
para contradecirlo, soltó un suspiro y a continuación se tomaron de la mano, la
espada apareció en la mano del jugador uno e inmediatamente comenzó a
destellar; en un cerrar de ojos aparecieron justo en el fondo del agujero, en
los escombros de lo que una vez fue el laboratorio donde Anthony mantuvo sus
experimentos ocultos.
El
lugar estaba envuelto en tinieblas, se escucha el sonido de lámparas encenderse
en unísono dejando ver los escombros del lugar. Ambos jugadores estaban
sorprendidos al ver un segundo laboratorio, sin embargo este era tres veces más
grande que el que estaba arriba.
Un
olor a putrefacción inundaba todo el lugar. Tratando de encontrar la fuente de
este olor Dimitri tropieza con una
pequeña caja de metal la cual llenó de curiosidad a los hermanos, sin esperar
ni un segundo deciden abrir la caja encontrando en su interior diez pequeños
frascos llenos de un líquido purpura.
— ¿Qué crees que sea todo esto? —Beowulf
mira asombrado dichos frascos.
Dimitri
parecía conocer lo que eran y sin pensarlo toma dos tubos los cuales guarda
entre sus ropas, los demás son arrojados contra el piso, haciendo que se rompan
en miles de pedazos dejando salir el
líquido en su interior, Beowulf no
entendía la reacción de su hermano.
Dimitri caminó hacia el fondo del laboratorio.
—No dejes que te toque ese líquido que tire al piso o
podría ser fatal.
— ¿Por qué arrojaste todos esos frascos al piso? Podrían
habernos sido de ayuda. Lo más seguro es que fueran las vacuna perfeccionadas
en las que trabajaba Phillips.
—Este líquido no tiene nada que ver con Phillips. —saca
de entre sus ropas uno de los frascos que había guardado y se lo entrega a
Beowulf. —Toma este frasco, podría ser
de ayuda en el futuro.
Beowulf
tenía tantas dudas sobre el líquido en el interior del frasco, sin embargo
tenía claro que no era momento para preguntas, Dimitri parecía buscar algo en
específico y tendría que ser paciente para aclarar sus dudas.
Cada
vez se adentraban más en el laboratorio, la peste se hacía más fuerte hasta el punto que ambos chicos casi
vomitaban; Beowulf vio a lo lejos una
puerta metálica, ambos corrieron hacia ella y en segundos estaban frente a
ella.
Era
evidente que el olor provenía detrás de esa puerta y haciendo un esfuerzo por
abrirla Dimitri intenta derribarla abalanzándose repetidas veces tratando de
aflojarla.
—
¿Podrías ayudarme, no crees? —Dimitri
empezaba a desesperarse tras ver que sus intentos eran en vano.
—Es inútil tratar de entrar usando la fuerza, la puerta
tiene a un lado un dispositivo de identificación así que si no somos Phillips o Anthony nos será imposible la entrada
a esta habitación.
—Deja de ser tan pesimista, estoy seguro que esto es lo
que trataba de mostrarnos Phillips.
Beowulf no comprendía la actitud de su hermano
y tratando de complacerlo hace aparecer nuevamente la espada haciéndolos
aparecer detrás de esa puerta. La habitación estaba completamente oscura, las
luces del lugar estaban destruidas, era imposible ver, el olor era demasiado
fuerte.
— ¿Tanto te importaba Phillips? ¿Qué fue lo que vistes
mientras dormías que te hizo cambiar tan drásticamente?
Dimitri ignoro a su hermano mientras le pedía a
Belzebuth hacer brillar el anillo
para poder observar que era lo que despedía ese olor; después que su demonio
acompañante le cumpliera su petición e iluminara su anillo, logró observar las
celdas llenas de cadáveres humanos pudriéndose en su interior. El rostro del
chico se había puesto pálido, Beowulf estaba
tratando de mantenerse en calma aun después de ver cientos de cadáveres dentro
de esas jaulas.
— ¿Qué demonios es todo esto? Dimitri ayúdame a sacar uno de esos cuerpos de
la jaula.
— ¿Por qué querría sacar un cuerpo en descomposición?
— ¿Acaso no lo entiendes? Este podría ser una
oportunidad perfecta para probar el líquido purpura, talvez Phillips estaba experimentando con cadáveres
humanos; en pocas palabras estas personas ya estaban muertas antes de haber
llegado aquí y no son experimentos fracasados más bien son cadáveres en espera
de ser usados.
Dimitri ya conocía el efecto que causaba el
líquido purpura en los seres vivos, pero tenía dudas acerca de su efecto en
muertos, este pequeño experimento sería beneficioso para planear medidas de
seguridad contra el ataque de Anthony, sin
embargo debía hacer sus pruebas en secreto evitando que Beowulf sospechara ya que aún no era momento
para explicarle acerca de la advertencia de Phillips.
—Muy bien, te ayudare a sacarlo, talvez tengas razón y
tu teoría sea correcta.
Ambos
sacaron el cadáver de la jaula, pero la descomposición del cuerpo hacia
completamente asqueroso tocarlo. Habían logrado salir de la habitación sin
mayor problema y colocando al muerto en el piso comenzaron con las pruebas.
— ¿Qué esperas de esto Beowulf? —Pregunto
Dimitri mientras intentaba limpiarse los pedazos descompuestos de carne humana
pegados entre sus dedos.
—No lo sé, tengo esperanzas en creer que Phillips haya descubierto alguna medicina capaz
de revivir a las personas, o al menos de reanimarlas como en las películas de
zombis.
Dimitri comenzó a reírse de las palabras de
Beowulf y con un tono burlón le responde.
— ¿No crees que eso sería imposible?
—Tú y yo estamos dentro de un juego creado por Satanás,
el cual nos otorgó unos anillos que contienen en su interior a los demonios más
poderosos, nos dan poderes sobrenaturales para poder dominar el mundo, ¿no
crees que eso también sería imposible de creer si no lo estuviéramos viviendo?
—Ahora que lo mencionas creo todo en esta vida puede
suceder.
Beowulf saco de su capucha el frasco que le
entrego Dimitri y comenzó a verter el
líquido purpura sobre el cadáver esperando que la teoría de que Phillips hubiera encontrado la manera de crear
algo que volviera a los muerto a la vida fuera correcta. El cadáver comenzó a
retorcerse segundos después de haber sido cubierto del líquido, parecía que la
teoría de Beowulf era correcta, el cuerpo empezó a mutar en una forma extraña y
un grito salió del cadáver el cual aterro a los jugadores.
— ¿Por qué? ¿Por qué? Sálvenme. —Aquel
cadáver había vuelto a la vida.
Ambos
chicos estaban sin palabras y alejándose rápidamente del cuerpo se pusieron en
guardia mientras que la mutación continuaba. Unas alas comenzaron a salir de la
espalda del cadáver mientras gritaba de dolor; Dimitri no podía soportar ver el sufrimiento de lo que alguna vez fue un
humano.
—Usa tu espada para matarlo antes de que termine de
transformarse. —Dijo Dimitri evitando seguir viendo aquel
cadáver.
El
encapuchado no podía moverse, estaba aterrado al ver salir unos cuernos en la
frente de aquel cadáver, los gritos de ayuda eran cada vez más fuertes.
— ¿Por qué me regresaron a la vida? ¡Ahora no podré
regresar al cielo, me condenaron!
Dimitri
no podía seguir escuchando las palabras de aquel cadáver y tomando la espada de
la mano temblorosa de Beowulf le
corto la cabeza, en segundos el cuerpo se convirtió en polvo desapareciendo
todo rastro de su existencia.
Dimitri
le devolvió la espada a su hermano mientras seguía temblando, en estos momentos
intentaba negarse a creer que todo lo que le había dicho Phillips era cierto, pero ver como regresaba a
la vida ese cadáver solo confirmo el inevitable hecho que está por ocurrir.
—Tendremos graves problemas cuando comience el ataque,
debemos apresurarnos y encontrar a Ian antes
de que Anthony intente buscarlo y asesinarlo. Sabía que hacer esta prueba era
una pérdida de tiempo.
—Está bien, confió plenamente en tus decisiones, pero
si conocías el efecto de este líquido purpura ¿Por qué hiciste que lo probara
con el cadáver?
—No tenía idea de lo que sucedería si se usaba en un
cadáver así que te deje hacerlo para confirmar todo lo que puede llegar a hacer
este líquido; te contare todo lo que conozco del tema cuando encontremos a Ian.
Beowulf estaba molesto con Dimitri por estar escondiéndole información, pero
no podía reclamarle nada después de todo él también estaba ocultándole cosas a
su hermano, así que tratando de tranquilizarse se aleja de él mientras continua
inspeccionando por su cuenta el laboratorio tratando de encontrar una pista
para poder detener el plan de Anthony.
— ¿Mi clon ya llego a Alemania, Abbadon? —Beowulf
comenzó a hablar con su demonio acompañante dentro de su mente intentando no
ser escuchado por su hermano.
—Si, en estos instantes está a punto de hacer contacto
con la chica. ¿Crees que ella acepte tu propuesta?
—Tendrá que hacerlo no tiene opción, ella es parte
importante en mi plan para acabar con Ian.
Abbadon comenzó a reírse al escuchar las
palabras de su compañero.
—Eres mejor de lo que esperaba, pero estas malgastando
tus habilidades en tu hermano, podrías convertirte en el ganador si quisieras.
¿Por qué tratas de ayudarlo después de que él fue quien cegó tu vida?
—Simplemente se lo debo por todas las cosas que él hizo
por mí en el pasado y aunque haya muerto por su culpa, sé que no tuvo otra
opción.
Se
escuchan pasos acercándose a toda velocidad hacia Beowulf interrumpiendo de esta manera la conversación entre su demonio,
los pasos pertenecían a Dimitri el
cual parecía muy apurado y tratando de recuperar el aliento comenzó a hablar.
— ¿Tu espada puede hacerte aparecer en cualquier lugar,
cierto? —Dimitri
parecía asustado.
—La espada solo puede hacerme aparecer en lugares los
cuales yo tenga conocimiento de su ubicación exacta, no necesariamente tengo
que haber estado ahí para poder aparecer, me basta con conocer su ubicación en
un mapa para poder teletransportarme. ¿Por qué la pregunta?
—Creo que es hora de que nos encontremos con Ian.
— ¿Cómo lograras contactar con él, conoces su ubicación
actual?
Dimitri
mete su mano en el bolsillo y busca el transmisor que le fue entregado el
miembro de la organización en Jerusalén y tratando de comunicarse con él
empieza a hablar por el transmisor sin escuchar respuesta alguna.
El
joven de cabello blanco empezaba a desesperarse y moviéndose de un lado a otro
por todo el laboratorio trato de encontrar algún lugar donde pudiera
comunicarse con su nuevo subordinado.
—Jamás podrás comunicarte en este lugar recuerda que
estamos bajo tierra, no llega señal, debemos subir. —Dijo
Beowulf.
Colocándole
la mano en el hombro de Dimitri desaparecen
del lugar en segundos, son enviados a las afueras de la cueva; el transmisor
comenzó captar una débil señal.
— ¿Dimitri eres
tú?
—Funciona otra vez, tenemos suerte, escúchame con
atención, ¿Dónde está Ian en este
momento?
—En este momento acabamos de llegar a la ciudad del
Vaticano en Roma, él dijo que necesitaba hacer un anuncio rápido a todos los
creyentes del mundo antes de llegar a Jerusalén.
— ¿Un anuncio? ¿Qué clase de anuncio?
—Mil disculpas, él jamás revela nada a los miembros de
la… sin embargo algunos rumores dicen que hablara acerca de su… en alguna
especie de juego.
Dimitri estaba perdiendo señal y tratando de no
perder la comunicación comenzó a correr a lo más alto del bosque; estaba
intrigado por lo último que había dicho el hombre. Después de unos minutos
logró conseguir señal nuevamente y sin perder tiempo obligo a repetir lo último
al miembro de la organización, pero lamentablemente el comunicador no respondía
parecía que se había descompuesto.
Beowulf estaba nuevamente en la cueva tratando
de encontrar algún frasco que tuviera el líquido azul de Phillips, continuo
buscando de esta manera por varios minutos hasta que debajo de una mesa
metálica encontró un pequeño frasco de lo que buscaba; tomándolo del piso lo
guardo dentro de la capucha y evitando levantar sospechas en Dimitri salió de
la cueva para encontrarse con su hermano que al parecer aun trataba de hacer
funcionar el transmisor; después de ver salir a Beowulf de la cueva el joven de los ojos rojos arroja el aparato al
bosque.
—Ian se
encuentra en estos momentos en el Vaticano, ¿crees poder aparecer en ese lugar?
—Eso es fácil, pero cuando lleguemos me tendrás que
explicar todo lo que está pasando sin excusas.
—No te preocupes, te doy mi palabra, cuando los tres
estemos juntos les contare cada detalle.
Roma, ciudad del
vaticano.
24
de diciembre del 2026, 1:30 pm.
Han
pasado algunas horas desde que Ian partió
de Alemania dejando sola a Marianne. El nuevo sumo pontífice del vaticano a
hecho una parada rápida en Roma, tiene un anuncio a todos los creyentes
religiosos que lo seguían ciegamente con fe y esperanza.
Todas
las personas habían escuchado del anuncio que daría el Papa, todos aquellos con
recursos viajaron hacia Roma para reunirse a espera de las palabras de Ian;
muchos tenían curiosidad por conocer de qué se trataba todo esto que fue tan
repentino, mientras que otros tenían un presentimiento de que algo malo
ocurriría, sin embargo fuera malo o bueno como creyentes a Dios debían estar
ahí.
— ¿Señor, está preparado para salir? Muchos lo esperan.
Ian se había colocado la vestimenta
adecuada para presentarse ante el mundo, se colocó el Simar blanco con una cruz
sostenida con una cadena colgando sobre su pecho característico del antiguo
Papa, dejo caer la mozzeta roja en sus hombros la cual abotono sobre su pecho,
el solideo (gorro de tela) lo colocó cuidadosamente sobre su cabeza. Todo
estaba listo para salir ante el mundo.
—Esperare unos minutos más, ahora salgan todos de la
habitación quiero estar solo.
La
habitación se vacío en segundos, Ian parecía
muy preocupado y temeroso. La voz burlona de Sidragaso se escucha en su cabeza
mientras reposaba en una silla de madera.
— ¿Estás seguro que quieres hablar con todos ellos? No
creo que sea adecuado, el pánico los controlara y perderás todo el poder que
posees sobre ellos.
—No veo una razón para mantenerlos a mi lado, admito
que al principio quise ser Papa para
manipular a todas las personas sin necesidad de usar el poder de mi anillo, pero
ahora que he conseguido mi meta siento que todas esas personas son inútiles
para mis propósitos.
— ¿Entonces tratas de anunciar tu renuncia? —El
demonio parecía confundido, no tenía idea del plan que ideaba su compañero.
La
habitación se quedó en silencio por unos segundos y levantándose de su asiento Ian observa por la ventana de su habitación
a todas las personas reunidas, cuanta devoción le tenían sin que él los
obligara; Ian comenzó a reírse.
— ¿Tratar de renunciar? Jamás renunciaría a esto, lo que
anunciare es para causar pánico entre las personas, hacer que pierdan la razón.
— ¿Qué ganaras con eso? Si ellos entran en pánico
comenzaran a dudar de ti y todo el poder que ejerces en ellos desaparecerá.
—No te preocupes por eso, mi plan es perfecto. Ellos
serán los peones que tendré que sacrificar. —Tomó de la caja que
estaba en una pequeña mesita el anillo del pescador, aquel anillo que usan
todos los Pontífices y lo coloco en el mismo dedo que el anillo demoniaco.
—Sigo sin entender tu plan.
— ¿Plan? Mi plan es derrocar a todos los líderes
mundiales, convertirme en él gobernante de este mundo y para ello necesito
empezar por esto.
Sidragaso comenzó a reír, al parecer había
comprendido de qué iba todo esto. Ian está listo para salir, todo estaba según
lo planeado; cientos de personas estaban reunidas afuera del lugar, como era de
esperarse había reporteros en la zona listos para transmitir en vivo las
palabras del Papa por todo el mundo.
— ¡Ya es hora de salir, muéstrame de lo que eres capaz maldito humano! —Su
demonio acompañante esta emocionado.
La
hora que todos estaban esperando por fin llego, las puertas se abren dejando
ver a Ian, todo el lugar estaba siendo vigilado por miembros de la organización
listos para defenderlo en cualquier momento; la mirada en el rostro del Papa era muy tranquila parecía tan relajado como si fuera un anuncio
habitual el que haría. Todos guardaban silencio mientras que las cámaras
apuntaban al pontífice esperando a que empezara, se estaba transmitiendo por
todo el mundo.
Los
miembros de la organización esparcidos por todo el mundo habían tomado todas
las estaciones televisivas y radiales haciendo que lo único que se pudiera ver
fuera el anuncio de Ian; el plan estaba funcionando, de esta forma y sin que se
dieran cuenta de lo que hacían el fin del mundo comenzó.
—Queridos hijos e hijas, hace unos días exprese ante
todos ustedes mi tristeza por la muerte de mi antecesor y todos esos grandes
religiosos que murieron en manos de personas con corazón malvado, sin embargo
sé que todos los que murieron en el atentado al Vaticano ahora están en la
gloria de Dios. —Hace
una pequeña pausa en respeto por los muertos. —Ahora
queridos hermanos los he reunido repentinamente porque quiero compartir con
ustedes algo que me es muy difícil callar.
Nuevamente
hace una pequeña pausa mientras que todas las personas alrededor del mundo lo
escuchaban intrigados por las palabras que salían de la boca del Papa. El demonio Sidragaso estaba emocionado
por la gran actuación de Ian y no
logro contener ni por un segundo más la risa.
—Cada día me sorprendes más, a pesar de que tienes el
anillo más débil de todo el juego te la has ingeniado para volver esa debilidad
en fortaleza.
El
rostro del jugador continuaba mostrando tristeza, los ojos cristalinos
intentando no derramar lágrimas, su actuación es perfecta, el mundo compadeció
junto a él. A pesar de que su demonio seguía riendo dentro de su cabeza no
perdía la concentración.
—El día que me eligieron como el nuevo Papa me prometí a mí mismo averiguar quién
había cegado la vida de todas esas personas que yo consideraba mi amada familia
y es por eso que no guardare en secreto la identidad de los responsables. Les
pido como representante de Dios que no dejen pasar por alto esta injusticia.
Muchos intentaron callarme con amenazas, pero era mi familia y Dios cuida de
mí, así que no temeré de nada.
La
risa de Sidragaso estaba
descontrolada, había perdido la cordura, no podía dejar de reír.
—Sigue así, por fin comprendí cuál es tu plan. Dilo Ian, ¡cúlpalos ya, no aguanto más!
El
plan estaba saliendo perfecto, tenía a todos comiendo en la palma de su mano.
—Hijos míos que escuchan este anuncio en todo el mundo,
los culpables del atentado al Vaticano son aquellos que miran a la iglesia como
un estorbo para su plan de control mundial.
— ¡Dilo, esto es grandioso ya los tienes donde querías
ahora solo dilo! —Sidragaso jamás imagino cuanto podría
divertirse con su humano.
—La orden de asesinar a todas los representantes y
líderes religiosos en el Vaticano fue dada por la ONU, a pesar de que la ciudad
del Vaticano también es miembro activo de dicha organización, fuimos
traicionados por todos los líderes mundiales, clandestinamente decidieron nuestro
destino en una reunión. Para ellos, nosotros no éramos necesarios así que
enviaron a una organización conformada por asesinos intentando de esta manera
limpiarse las manos, dicha organización se hace llamar Amanecer.
Todas
las personas estaban impactadas por la noticia, las estaciones de televisión y
radio recibieron la orden de cortar la transmisión antes que siguiera hablando,
si no fuera porque habían sido tomadas de rehén esta orden hubiera sido
seguida.
La
ONU estaba en problemas gracias a las falsas acusaciones del Papa, trataban de
cortar todas las transmisiones desde fuera antes que sea demasiado tarde, no
tenían mucho tiempo. Los miembros por todo el mundo hacían tiempo y de esta
forma Ian pudiera concluir sin inconveniente.
Había
un miembro de la organización Amanecer infiltrado en la ONU, el cual informó a
sus compañeros en el Vaticano que la transmisión iba a ser interrumpida, sin
perder tiempo informaron a Ian por medio de un comunicador que tenía oculto en
la oreja.
—Señor tratan de cortar las transmisiones en todo el
mundo ¿Qué debemos hacer?
El
anillo comenzó a brillar
intensamente, el rostro del Papa mostro una sonrisa siniestra.
—Hijos míos, me acaban de informar que la ONU trata de
cortar las transmisiones por todo el mundo, esta es la prueba irrefutable que
mis palabras no son falsas; estoy seguro que todos los líderes mundiales están
viéndome en este momento así que les ordeno no interrumpir mi anuncio al mundo
y dejar que termine de hablar. Un destello blanco cubrió por unos segundos el
lugar.
El
anillo de Ian había funcionado y sin
poder doblegarse ante las órdenes Ian dejaron
seguir la transmisión sin interrupción alguna.
Justo
como lo había planeado la ONU trató de detener la transmisión, parecía que todo
los escenarios posibles los había planeado, su plan era perfecto. El anillo
seguía brillando intensamente y la parte final del plan estaba por suceder.
—Sé que estamos en un momento de crisis y como les he
dicho antes, no tratare de ocultar nada, así que les pediré a todas esas
personas que están inconformes con las leyes y reglas impuestas por el gobierno
que luchen contra ellos. Que se opongan a toda ley impuesta por el hombre.
En
este momento ya no le importaba guardar
apariencias y sin poder aguantar más Ian comenzó a reír mientras continuaba
hablando. En su mirada se podía observar que había perdido la razón, estaba
disfrutando esto. El anillo mostro una vez más aquel destello blanco el cual
cubrió el lugar.
—Les ordeno a todos aquellos inconformes con su gobierno
que destruyan, que incendien, que desaparezcan todo aquello que represente
opresión. Golpeen, maten, destruyan todo lo que sea necesario para acabar con
este régimen impuesto por ellos. ¡Hagan del mundo un lugar libre!
Aquellos
que escucharon las palabras de Ian se marcharon del lugar donde estaban,
salieron a las calles siendo controlados por el poder maldito del anillo. En
todo el mundo las personas comenzaron a pelear entre si y a causar estragos en
las ciudades; era un golpe de estado a nivel mundial. La policía y la fuerza
militar que no había sido controlado en todo el mundo estaba tratando de
controlar a las personas, pero su esfuerzo era en vano, no había tantos para
controlar a la población mundial; Ian había
planeado todo a la perfección sin dejar un hueco vacío en el plan.
Nueva york, Sede
principal de la ONU.
24
de diciembre del 2026, 11:00 pm
Una
reunión de emergencia fue decidida en la sede principal de la ONU, todos los
representantes mundiales vieron el anuncio del Papa el cual los culpaba del
atentado al Vaticano; les preocupaba los estragos que estaban causando en todo
el mundo e intentaron llegar lo más rápido posible para discutir una manera de
controlar la situación antes de que se convirtiera en algo peor.
—Ya estamos todos reunidos y sé que está de sobra decir
porque estamos aquí, así que es mejor comenzar.
— ¿Qué demonios fueron todas esas tonterías que dijo el
Papa, no entiendo que ganaría culpándonos?
—Más impresionante aun es ver el poder que tiene en las
personas, gracias a él ahora casi toda la población en el mundo está tratando
de acabar con los gobiernos. No tenemos suficientes hombres para
tranquilizarlos.
—No tenemos más opción que rendirnos y tranquilizar la
situación.
— ¿Te has vuelto loco? Ellos creen que nosotros
ordenamos el atentado al Vaticano y querrán matarnos para satisfacer su ira.
—Él tiene razón, ellos quieren matarnos, pero tratar de
detenerlos pacíficamente no es opción. ¿Qué deberíamos hacer?
—No queda otra opción más que comenzar a usar armas de
fuego contra ellos.
— ¡Imposible! Si hacemos eso reforzaremos la idea de las
personas de que nosotros somos los culpables de la muerte de todos esos
religiosos, hacer eso es impensable.
—Es la única manera de detenerlos, si matamos a unas
cuantas personas los demás entraran en pánico y se alejaran rápidamente del
lugar. La única opción que nos queda es controlarlos por medio del miedo.
El
lugar quedo en total silencio después de escuchar las crueles palabras de uno
de los líderes; todos sabían que esa era la única opción que les quedaba pero
nadie se atrevía a aceptarlo, nadie quería ser el culpable de esas muertes.
Una
explosión se escucha a las afueras del edificio haciendo temblar el lugar y
poniendo a todos en guardia; una persona abre las puertas asustando a todos.
— ¿Qué es todo ese ruido, que está pasando afuera? —Intentando
pedir explicación el representante de Francia se acerca al hombre tomándolo por
el cuello de la camisa.
El
hombre estaba tan aterrado que no podía hablar, lo suelta haciéndolo caer al
piso dejando ver una mancha de sangre en su pecho, al parecer le habían
disparado y con su último aliento logra susurrarle al representante francés.
—Se acercan, las personas están tratando de entrar al
edificio, no se marcharan hasta verlos muertos.
El
hombre deja de respirar, muere después de la advertencia dada al representante
francés; en su rostro se observa el miedo, entra en pánico, toma sus cosas
mientras sus guardaespaldas aseguran la puerta.
— ¿Qué es lo que haces, que fue lo que te dijo? —Pregunta
el representante de China.
Cada
parte del cuerpo le temblaba haciendo más difícil moverse, tartamudeando le
advirtió a los demás el peligro que se avecinaba.
— ¡Ya están afuera!
El
miedo en el rostro de todos era visible y tratando de salvar sus vidas enviaron
a sus guardaespaldas a cubrir la puerta antes que lograran entrar, no tenían
idea de cómo reaccionar ante esta situación; repentinamente el representante de
Rusia comienza a gritarles a los demás.
— ¡Debemos hacerlo!
— ¿Qué quieres decir con eso? —pregunta
el representante de Estados Unidos.
—Debemos matar a las personas, si lo que dijeron era
cierto, entonces si matamos a unas cuantas personas los demás huirán y podremos
controlarlos por el miedo o al menos podremos escapar.
Todos
los demás se vieron entre si tratando de pensar en una mejor manera de escapar,
aún tenían miedo de llevar esa carga sobre los hombros, sin embargo el miedo a
su propia muerte era más grande.
—Yo apoyo la idea de asesinar a algunas personas,
después de todo nos están tratando de matar y nuestras vidas son más
significativas que las de ellos. Unas cuantas personas muertas no harán la
diferencia.
Las
palabras del representante de Estados unidos fueron muy convincentes y la
mayoría estuvo de acuerdo con la idea, después de todo solo son personas
desconocidas, sus muertes no harían ninguna diferencia en el mundo.
—Hagámoslo, enviemos a todos nuestros hombres con la
orden de asesinar a todas esas personas que estén alterando la paz, eso es lo
último que nos queda para poder tranquilizar la situación.
Un
grito por parte de uno de los guardaespaldas se escucha y rápidamente todos
voltean hacia el cadáver del hombre, a la par de él observan a un enmascarado
con capucha roja, era Beowulf sin lugar a duda. Todos los guardaespaldas
comenzaron a dispararle tratando de defender a los líderes, pero sin que
pudieran hacer algo el encapuchado corrió entre las balas y haciendo aparecer
la espada en sus manos comenzó a cortarles las cabezas a los guardaespaldas sin
piedad alguna.
Uno
de los hombres había logrado escapar del filo de su espada y corriendo hacia
donde se encontraban los representantes intenta evitar su muerte, sin embargo
es alcanzado rápidamente por Beowulf el cual lo atraviesa con la espada en el pecho
y lo lanza justo en el centro de la habitación haciendo que todos los
representantes entren en pánico e intentaran huir; el encapuchado aparece
frente a ellos bloqueando su camino haciendo que todos supliquen piedad por sus
vidas.
—Por favor no nos hagas nada, nosotros no hemos hecho
nada, no ordenamos el ataque al Vaticano, lo juro. —El
representante de Alemania estaba de rodillas intentando salvar su vida.
Beowulf apunta la espada hacia ellos y con una voz
serena trata de callarlos.
—Sé que no ordenaron el ataque, yo sé quién fue el que
ordeno el ataque al Vaticano, sin embargo he estado en esta habitación desde
que comenzó la reunión y he escuchado muchas cosas que me parecieron
interesantes, hace unos minutos estaba convencido en rescatarlos y probar su
inocencia.
Todos
intentaron tomar aire y tras varios segundos lograron tranquilizarse;
intrigados por las palabras del encapuchado se empiezan a preguntar ¿porque
cambio de opinión tan drásticamente? Sus palabras no coincidían con sus
acciones. ¿Por qué asesino a los guardaespaldas?
— ¿Hace unos minutos? Ya veo, así que nos asesinaras
después de todo. —El representante de África intenta
caminar lentamente hacia la salida de emergencia sin ser visto.
—Aun no me decido si merecen morir. —El
tono de voz era frió, Beowulf intentaba mantener la situación a su ventaja
controlándolos gracias al miedo.
—No eres un salvador, eres igual a todos los que están
afuera y solo quieres matarnos por algo que no hemos hecho. —El
representante Francés comenzaba a molestarse.
Beowulf aparece detrás de ellos, seguidamente
desaparece la espada.
—Les tengo una pregunta la cual su respuesta decidirá
si los asesino en este momento o los dejo vivir.
Una
explosión se escucha dentro del edificio, la multitud había logrado entrar, no
tardarían mucho en llegar a la habitación. Todos los representantes estaban
aterrados, creían que este era su inevitable final.
— ¿Creen que sus vidas son más importantes que la de
ellos? ¿Están dispuestos a abrirse paso entre ellos matándolos uno por uno? —El
encapuchado camina lentamente hacia la puerta de salida.
— ¿A qué viene esa estúpida pregunta? Ellos nos tratan
de asesinar así que lo tomaremos como defensa propia. —El
representante de Estados Unidos intentaba mostrar coraje frente al jugador.
Todos
apoyaban las palabras del representante americano mientras se escuchaban
explosiones cada vez más cerca; el encapuchado aparece la espalda nuevamente,
había llegado a la puerta de salida.
— ¿Todos están de acuerdo? ¿Los matarían?
El
representante francés continúo hablando en nombre de los demás.
— ¡Claro que estamos de acuerdo! Ellos solo son simples
peones que nosotros controlamos indirectamente, como todo juego de ajedrez, no
importa sacrificar unos cuantos peones para poder salvar al rey. —Sin
pensar las palabras por culpa del miedo y terror sentido en ese momento escupió
lo que realmente pensaba.
Beowulf
apretó fuertemente el mango de la espada e intentando controlarse toma aire, lo
habían hecho enojar las palabras arrogantes del francés.
—Retira lo que acabas de decir, en este mundo solo los
que son capaces de trabajar en igualdad podrán sobrevivir, el nuevo mundo
necesitara lideres justos que estén dispuestos a sacrificarse por el bien común.
Todos
ellos comenzaron a reírse por las palabras del encapuchado, esas ideas eran tan
absurdas que parecían pensadas por un niño de ocho años; el representante
francés seguía hablando ahora con un tono burlón.
— ¿De qué estupideces hablas? Nosotros debemos
sobrevivir, somos la elite de este mundo, somos muy superiores a toda esa
basura. ¿Nuevo mundo? El nuevo mundo iniciara en este momento, mataremos a
todos aquellos que osen levantarnos la mano.
Beowulf
dejo salir un suspiro, la decisión estaba tomada.
—Intente salvarlos, intente cambiar su modo de pensar
porque pensé que podrían guiar a todas las personas en estos momentos difíciles
que están por llegar; ahora estoy seguro que la humanidad ya se condenó a la
extinción.
Todos
los representantes estaban esperando el momento que bajara la guardia el
encapuchado para poder sacar sus armas y matarlo. Se escuchan cerca las
personas furiosas que destruían todo a su paso, en ese momento el jugador giro
levemente su cabeza a causa del alboroto, esa era la oportunidad que esperaban.
Los
disparos comienzan, el encapuchado fue tomado por sorpresa, una de las balas
logra darle en el brazo derecho haciendo que este se moleste, rápidamente toma
la espada con su mano izquierda deteniendo el tiempo unos segundos para de esta
forma esquivar todas las balas.
Las
explosiones se escuchaban muy cerca casi estaban llegando y Beowulf no podía dejarse ver por los demás; se
apresura y deja que fluya el tiempo con normalidad dentro de la habitación.
—Lamento tener que hacer esto, pero no me dejaron otra
opción más que asesinarlos, ustedes jamás se merecieron ser representante de
todas estas personas. Yo seré su cegador, pero considérense afortunados. —Todos siguieron tratando de apuntar al encapuchado el
cual se movía demasiado rápido como para poder darle con una bala. —Los matare en este instante antes que llegue la
multitud, alégrense por morir en este momento, los he salvado de sufrir este
apocalipsis que iniciara antes que termine el año.
Las
balas se les habían acabado, estaban asustados y tratando de huir corren hacia
la salida de emergencia mientras que Beowulf
corre tras ellos. Los pasos de la multitud se escuchaban cada vez más
cerca, no tenía mucho tiempo y lanzando su espada hacia ellos logra cortar por
la mitad a tres de los representantes, mientras que salta sobre los demás
bloqueándoles el camino y haciendo que se regresaran a la habitación tratando
de escapar de la muerte; cualquier lugar que corrieran era en vano después de
todo ya había sido decidida su muerte.
El
encapuchado hace brillar su anillo haciendo aparecer desde su sombra otra copia
de él. La copia también tenía la espada del rey en sus manos la cual usan para
asesinar a los representantes uno tras otro. El representante francés aprovecha
la conmoción para lograr escapar de los encapuchados por la puerta principal,
sin embargo en el pasillo se encontró con la multitud que sin darle un segundo
para reaccionar lo capturan fácilmente y llenos de odio comienzan a golpear y
apuñalarlo repetidas veces haciendo que este muriera de la manera más dolorosa
posible.
Los
encapuchados escucharon los gritos de dolor del representante francés
alertándolos de inmediato. Sin perder tiempo cruzaron ambas espadas formando
una equis, atrás de ellos una grieta en el aire se dejó ver, lentamente se fue
abriendo, era una fractura en el tiempo y espacio.
Dicha
grieta se había abierto por completo mostrado un portal el cual comenzó a
absorber los cadáveres de las personas en la habitación, no dejó rastro alguno
de la existencia de los representantes mundiales en el lugar. Cerraron el
portal antes que la multitud llegara, la copia de Beowulf se desvaneció, seguidamente el otro encapuchado hizo destellar la
espada haciéndolo desaparecer del lugar antes que su identidad fuera expuesta.
Roma, ciudad del
Vaticano.
24
de diciembre del 2026, 3:00 pm.
El
plan de Ian había resultado y ahora
se dirigía hacia su aeropuerto privado para seguir con la búsqueda de la corona
antes que algún jugador pudiera encontrarla. Una limosina lo espera en las
afueras del Vaticano para transportarlo hacia el aeropuerto.
La
limosina recorría las calles donde se podían ver a miles de personas
destruyendo locales, peleando con policías e incendiando casas con personas
dentro, la sonrisa de Ian era
fácilmente visible por todos. Interrumpiendo ese momento de felicidad Sidragaso comienza a hablar.
—No puedo creer que hayas pensado en todo esto, estoy
seguro que ganaras este juego a pesar de tener el anillo más débil de todos.
— ¿El anillo más débil? Estuve pensando sobre eso y
entendí que mi anillo no es débil, más bien este anillo fue echo para
fortalecer mis habilidades naturales.
— ¿Qué quieres decir con eso?
—Siempre he sido bueno manipulando a las personas, sin
embargo durante mi vida he aprendido que no todas las personas son manipulables;
este anillo me ha ayudado a manipular a todas esas personas incorruptibles,
esas que creen en la justicia y la paz
—Entiendo lo que quieres decir, empiezo a comprender
porque te fue entregado este anillo.
El
auto se detiene bruscamente al escucharse una explosión causada por un grupo de
personas, habían incendiado una gasolinera a unas cuantas calles; la explosión
derrumbo varios edificios a su alrededor matando a las personas en su interior
e hiriendo a decenas de personas que estaban en las calles.
El
jugador cuatro estaba acercándose al
aeropuerto, faltaban tres cuadras para llegar a su destino, pero su camino fue
bloqueado por unos tanques que obstruían el paso, los militares trataban de
proteger el aeropuerto para que este no fuera destruido por las personas.
Sidragaso continúo hablando.
— ¿Militares? El anillo debió haber funcionado en ellos
también ¿Qué sucedió?
Ian comenzó a reírse del demonio mientras
se bajaba de la limosina, toda la calle estaba llena de personas peleando entre
sí, los policías y militares hacían barrera para intentar que la disputa no se
extendiera hacia el aeropuerto. Tratas de abrirse camino en medio de la batalla
sería difícil sin recibir algunos golpes.
— ¿Por qué te sorprendes de verlos? Claramente le ordene
a todo el mundo que se revelara siempre y cuando ellos estuvieran inconformes
con el gobierno y sus leyes.
—Ahora entiendo, tu querías ver a las personas pelear
entre sí, así que decidiste usar tu poder solo en personas inconformes con el
gobierno lo cual en este mundo forman la mayoría.
—Exacto, mi poder no afecto a todas esas personas
conformes, lo cual forman solo un veinte por ciento de la población mundial o
quizás menos. Hubiera sido aburrido manipular a todo el mundo así que hice
pelear a las personas entre sí. Me encanta ver el descontrol y la destrucción
causada en las ciudades, es hilarante.
El demonio comenzó a
reírse, no podía creer que había menospreciado la capacidad de su compañero
humano.
—Siempre fue esa tu meta, culpaste al gobierno del
atentando al Vaticano para que las personas desearan asesinarlos con la excusa
de justicia y cuando logren matarlos, el mundo necesitara un nuevo líder y al
ser tú el único en el que ellos puedan confiar
no tendrán ninguna duda al elegirte. Y todo esto gracias a tu anillo.
Abriéndose
paso entre la multitud con ayuda de su anillo logra llegar a la barricada hecha
por los militares, sin perder tiempo atraviesa los tanques sin ser visto; una
granada es arrojada tomando de sorpresa a todas las personas en el lugar. En un
segundo la batalla se detiene, los cadáveres forman una alfombra que con su
sangre tiñen de rojo todo el lugar.
Ian
había sido salvado por esos tanques que lo cubrieron de aquella explosión; en
ese momento había comprendido lo iluso que había sido al salir sin protección
alguna, de inmediato saca de entre sus ropas un teléfono celular. Llamó a todos
aquellos miembros que estaban por los alrededores para que fueran sus
guardaespaldas.
En
cuestión de minutos el jugador había sido rodeado por varios miembros de la
organización, les ha ordenado escoltarlo hacia el aeropuerto, deben asesinar a
todos aquellos que obstaculicen su camino y presenten una amenaza para su
persona.
Las
explosiones seguían por toda la ciudad, los gritos de las personas se escuchan
consecutivamente, una nube oscura comenzó a cubrir toda Roma, el apocalipsis
por fin había llegado; Ian logra
llegar a su destino con ayuda de sus fieles seguidores; corre a su respectivo
avión el cual lo llevaría a Jerusalén, alrededor de la aeronave lo esperaban
cinco miembros de la organización los cuales habían sido elegido previamente
por él, eran los más fuertes de la organización y ellos estarán a cargo de la
seguridad del Papa.
Sube
a la aeronave sin decir ni una palabra, se preparó para este nuevo viaje que
podría cambiar nuevamente la dirección del juego.
Todos
se habían puesto cómodos en aquel lujoso avión, sin más emprendió el vuelo. Tal
parece que todo estaba saliendo de acuerdo al plan, el sueño de ganar el juego
y proclamarse victorioso parece ya no ser más un sueño.
Ya
han transcurrido casi treinta minutos desde que la aeronave despego, todo
estaba muy tranquilo hasta que uno de los subordinados llegó corriendo a la
habitación donde se encontraban y sin decir ni una sola palabra enciende la
televisión llenando de curiosidad a todos; se enciende la televisión y de
inmediato observan una cruz invertida de color rojo en un fondo negro, Ian
molesto pregunta porque le ha mostrado esa absurda imagen, antes que aquel
hombre pudiera contestarle, la televisión mostró a un hombre con capucha azul,
sin duda alguna era el mismo de hace un mes.
— ¿Me recuerdan personas del mundo? Hace casi un mes les
prometí que les enviaría un virus capaz de asesinar a todos los pecadores y
como soy hombre de palabra el virus ya está en camino; la humanidad solo tiene
un día para poder disfrutar de su vida.
Todas
las personas en el avión estaban nerviosas, rápidamente las miradas se
dirigieron a Ian esperando una
respuesta por parte de su líder, el cual no despegaba su mirada del televisor;
todos estaban decididos a seguirlo hasta el final, tenían las esperanzas
puestas en él y aunque no hablara en estos momentos ellos saben que pueden
depositar toda su confianza en su líder.
La
transmisión televisiva continuaba.
—Les dije hace un mes que si me buscaban no me
encontrarían y muchos tomaron esa transmisión como un juego, ahora todos
morirán por subestimarme, sin embargo esta transmisión no tenía intenciones de
causar terror en las personas más bien quise hablar nuevamente con ustedes para
hacer pública mi gratitud hacia el nuevo Papa, de no ser por él y su revelador discurso jamás hubiera podido
completar mi plan.
Todos
en el avión se sorprendieron al escuchar que el encapuchado agradecía a Ian por televisión. ¿Se estaba burlando? El
líder de la organización se levanta de su asiento y sin dar explicación se
aleja del lugar mientras se pregunta el porque se tomaría la molestia de volver
a transmitir al mundo si solo quería burlarse. El jugador se había marchado del
lugar hacia otro sector de la aeronave para aclarar sus pensamientos. Sidragaso comenzó a hablar.
— ¿Por qué Dimitri
se tomaría la molestia de burlarse de ti en público? Podrían rastrear la
transmisión y localizarlo de inmediato.
Ian había cerrado las puertas del lugar
asegurándose que nadie pudiera ver lo molesto que estaba, comenzó a golpear
repetidas veces las paredes del avión mientras le contestaba a su demonio
acompañante.
—No es importante si lo descubren, ¿crees que se
dejaría capturar tan fácilmente? Estoy seguro que no es broma lo del virus y
está planeando exterminar a toda la raza humana; si llegara a cumplir su
palabra mi plan se arruinaría.
—Tienes razón, si elimina a todas las personas tu no
tendrías seguidores que te adoren y luchen por ti; serias rey de nada.
La rabia consumía a Ian y sin medir las consecuencias continúa
golpeando el avión.
—Maldito Dimitri ¿crees
que podrás arruinar mi plan y burlarte de mí tan fácilmente? No te lo
perdonare.
Una
risa se escucha al fondo de la habitación descubriendo a Beowulf y Dimitri los cuales reían al verlo tan molesto;
inmediatamente Ian se pone en guardia
tratando de protegerse.
— ¿Qué demonios hacen aquí, vienes a burlarte de mí en
persona?
Ambos
jugadores comenzaron a acercarse lentamente mientras que el joven rubio tomó su
arma oculta entre sus ropas, no dudo en apuntar a Dimitri.
—Aléjense de mí o dispare, ¿no fue suficiente burlarte
de mí en televisión?
Beowulf rápidamente hizo aparecer su espada
cortando en dos el arma de Ian sin
que pudiera reaccionar; sorprendido por la velocidad del encapuchado trato de
huir por la puerta cercana a él, pero su intento por huir fracasa al ser
interceptado por el poseedor de la espada; el miedo en el rostro del jugador
cuatro era obvio, Dimitri comenzó a
reírse.
— ¿En serio crees que estoy detrás de esas
transmisiones?
Sin
perder de vista cada movimiento que hacían los hermanos, Ian le respondió.
— ¿Crees que caeré en esto? Estoy seguro que han
planeado todo esto para confundirme y matarme cuando baje la guardia.
—No tenemos tiempo de
todo esto, iré directo al grano, hemos
venido hasta aquí para pedirte una alianza en este juego, te doy mi palabra que
no soy yo el que ha hecho esas transmisiones.
Beowulf
toma asiento despreocupadamente en una esquina mientras tratan de convencer a Ian.
—Todo lo que te ha dicho Dimitri es verdad, para ser sincero él no tenía conocimiento de las
transmisiones hasta hace unos minutos cuando vio el mensaje en televisión, le
acabo de explicar todo acerca de las transmisiones donde Anthony se hacía pasar por él vistiendo una
réplica exacta de la capucha azul que le entrego el rey del inframundo.
— ¿Anthony? ¿Cómo sé
que todo lo que me dices es verdad y no un invento de ambos? —El
joven rubio se aleja lentamente del encapuchado.
—Hemos venido aquí para que pedirte una alianza y así
poder derrotar a Anthony, estuvimos
presentes en tu discurso y esperamos pacientemente en el avión alguna
oportunidad para acercarnos a ti sin que alguien se entrometiera en esto; si te
estuviéramos mintiendo ¿no crees que sería algo inútil esta platica? Después de
todo somos dos contra uno, si quisiéramos ya estuvieras muerto
—Si creyera todo lo que ustedes me han dicho, ¿por qué
piensan que aceptaría esta alianza? Dimitri
estuvo a punto de asesinarme en Japón.
Ambos
hermanos chocan miradas e inmediatamente el encapuchado tira su espada al piso
mientras le arroja una pistola cargada a Ian el cual lo deja sin palabras; Dimitri levanta las manos y dirigiéndose
lentamente hacia al Papa continúa hablando.
—Ahora espero que nos creas a ambos, solo hemos venido
para pedirte una alianza, dispárame si lo deseas, pero, si disparas te
condenaras tú mismo a la muerte; déjame explicarte todo lo que se del plan de
Anthony antes que tomes una decisión.
Ian estaba a punto de tirar del gatillo,
talvez estuvieran diciendo la verdad, pero Ian no confiaba en él ni en las palabras que salía de sus bocas. Ya
había decidido matarlo pero antes que disparara la voz de su demonio
acompañante lo detiene, parecía intrigado por las palabras de Dimitri.
—No dispares aun, parece que ambos dicen la verdad
sobre Anthony, todo parece apuntar a
él piénsalo bien. ¿Por qué estarían aquí tratando de hacer una alianza contigo,
si en segundos pudieron haberte matado?
Molesto
con su demonio por haberlo detenido le responde mientras no dejaba de apuntar a
Dimitri con el arma.
—Es obvio que trata de asesinarme antes que consiga la
corona, recuerda que ese maldito encapuchado tiene la habilidad de aparecer y
desaparecer de los lugares, lo más probable es que ya hayan escuchado de la
corona y traten de detenerme.
Sidragaso se había molestado por la actitud de Ian,
sin embargo intenta hacerlo entrar en razón.
—Eres un idiota, si en verdad él fuera el que hizo esas
transmisiones no tuviera la necesidad de aparecer frente a ti; recuerda lo que
dijo el encapuchado por la televisión.
Ian inmediatamente entendió lo que su
demonio acompañante trataba decir.
—En un día y medio asesinaría a todos los pecadores.
Tienes razón, si eso es verdad entonces él no tendría la necesidad de acercarse
a mí en este momento ya que me podría haber asesinado junto con todos los
demás.
Relajándose
un poco, baja el arma y dirigiéndose a Dimitri acepta escuchar todo lo que tiene por decir, pero sin bajar la
guardia aún mantenía el arma en su mano. Beowulf asegura las puertas asegurándose que nadie los interrumpa. El
joven de cabello blanco inicia con la explicación, narra todo lo que Phillips le había revelado sobre Anthony.
Lugar desconocido.
24
de diciembre del 2026, 2:15 am.
Nathalia había despertado en un lugar oscuro y
húmedo después de haber sido arrojada por Yerathel al interior de aquella puerta; el lugar estaba tan oscuro que era
imposible diferenciar si los ojos estaban abiertos o cerrados, tratando de
escapar del lugar se pone rápidamente de pie y sosteniéndose de la pared
comienza a buscar alguna salida; el anillo plateado comienza a destellar
débilmente, tomándola por sorpresa un rayo de luz atraviesa la oscuridad
abriendo de esta manera un pequeño sendero.
La
chica ha caminado casi una hora por el sendero de luz que el anillo le ha
mostrado, pero su cuerpo estaba agotado de tanto caminar por ese lugar tan
rocoso y aun así no lograba ver la salida, mientras más caminaba sentía como el
agua inundaba todo el piso. Había perdido sus fuerzas y como si fuera un
espejismo en medio del desierto logra observar en la distancia el final del
sendero, emocionada respira profundo y reúne las pocas energías que le
quedaban, comienza a correr tratando de salir de ese oscuro y húmedo lugar.
Ha
llegado al final del sendero y para su sorpresa el camino no la había llevado a
ningún lugar, ahora se preguntaba si se había alejado o acercado a la salida;
sin ánimos de seguir adelante se sienta en el piso tratando de reponer sus
fuerzas; una voz escucha en la oscuridad parecía que se burlaba de ella por su
tono de voz.
— ¿Tan rápido te rindes? La salida está frente a tus
ojos.
Asustada
por la voz toma unas rocas del piso y comienza a tirarlas por todos lados
tratando de darle al que estuviera oculto entre las tinieblas del lugar.
—Jamás podrás lograr golpearme con una roca.
— ¿Quién eres tú y desde cuando me has estado siguiendo?
—La
joven estaba nerviosa.
La voz comenzó a reírse y
acercándose sin que ella lo notara le susurró al oído.
—Yo no tengo forma, solo soy parte de este lugar; no te
he seguido, siempre he estado en los lugares donde tú has caminado.
— ¿A qué te refieres con eso? —Nathalia
respira profundamente, intenta calmarse.
—Un humano como tú nunca lo entendería, sin embargo tu
belleza me ha cautivado y como símbolo de mi antigua caballerosidad te mostrare
la salida.
Un
pequeño destello dorado se observa en la distancia, lo cual alegra a Nathalia
y poniéndose de pie una vez más se pone en marcha lentamente, después de
todo su cuerpo está al límite; la voz burlona continua hablando con la chica
mientras ella camina.
— ¿Quién te ha lanzado en este lugar?
Tocando
la pared del lugar la cual usa como apoyo para no resbalarse le contesta.
—Fui enviada a este lugar para… para… no lo recuerdo.
— ¿Haz olvidado a lo que has venido? Este lugar no es un
juego, si te quedas atrapada aquí jamás volverás al mundo humano.
—No puedo recordar, no recuerdo quien me ha enviado,
solo sé que debo salir de aquí.
La
voz se calla durante todo el camino, la joven observaba cada vez más cerca
aquel destello dorado, sin embargo después de hablar con aquella voz sin rostro
habían quedado muchas dudas en ella. ¿Cómo pudo haber olvidado la razón de
estar en este lugar?
Un
temblor estremeció el lugar donde se encontraba Nathalia haciéndola tropezar y caer al piso. La joven se levanta y continua
caminando hacia la salida mientras que tomando por sorpresa a la voz del lugar,
reanuda la conversación.
—Gracias por haberme mostrado la salida, pero hay algo
que me intriga. —Dijo Nathalia intrigada por el misterio
que envolvía las tinieblas.
La
voz comienza a reírse, estaban a pocos pasos del destello.
—Tengo casi quinientos años en este lugar, y para ser
sincero no recuerdo la última vez que sentí el contacto humano, no recuerdo mi
nombre, y en ocasiones dudo de mi sexo, no recuerdo que era fuera de este
lugar. ¿Tenía familia? ¿Hijos? ¿Amigos?
Avanzaba
cada vez más, no se podía ver nada más que la cegadora luz; el rostro de Nathalia se mostraba sorprendido al escuchar
cómo fueron respondidas sus preguntas antes que salieran de su boca.
— ¿Cómo conocías mis preguntas antes que las dijera?
—He vivido lo suficiente en este lugar que he escuchado
preguntarme lo misma una y otra vez.
— ¿Por qué no intentaste salir de este lugar cuando
descubriste la salida?
La
voz cambio su tono un poco más triste mientras respondía.
—Cuando yo descubrí la salida ya habían pasado
doscientos años y ya era muy tarde para mí.
Nathalia decidió no seguir preguntando después
de escucharlo, sin embargo sin que lo notara ya estaba frente a la salida, era
una especie de portal que no dejaba ver que había al otro lado aunque a ella no
le importaba mucho conocer que había al cruzar, simplemente quería dejar este
sitio tan oscuro y regresar a la civilización.
Se
disponía a cruzar el portal, pero es detenida por la voz advirtiéndole acerca
de lo que se encontraba más haya.
—Sé que estas ansiosa por salir de aquí, pero debo
advertirte que cruzando ese portal se extiende esta dimensión de tinieblas, no
regresaras a tu mundo, más allá existe un bosque donde el mal prevalece y hasta
los seres más puros son profanados por la oscuridad.
La
voz había hecho dudar a Nathalia y
ahora se estaba pensando dos veces en cruzar.
—Debiste haberlo dicho antes. ¿Cómo has podido dejar
esto para el final?
—Tú estabas tan desesperada por encontrar la salida que
pensé que estabas dispuesta a arriesgar todo por salir de aquí.
— ¿Arriesgar todo? Tienes razón, si me quedo en este
lugar prácticamente moriría con el tiempo, pero si cruzo al menos tendré una
oportunidad de salir de este lugar y llegar a mi hogar.
— ¿Entonces te marcharas?
—Si, supongo que es más sensato marcharme que quedarme
aquí y esperar a pudrirme.
—Suerte en tu viaje. Recuerda que la llave para salir
de este lugar yace en tus memorias.
Decidida
a salir de ese lugar cubierto por tinieblas cruza el portal, su próximo destino
la llevaría a un lugar desconocido donde muchos han perdido sus rumbos y han
caído presas de la maldad.
En algún lugar del
océano, avión privado de la organización amanecer.
24
de diciembre del 2026, 6:00 pm.
Empieza
a ocultarse el sol entre nubes oscuras que cubrían el cielo, Dimitri había terminado de contarles todo lo
que conocía con respecto al siniestro plan de Anthony a los jugadores uno y cuatro,
sin embargo Ian trataba de no
creer en las palabras del joven de ojos rojos.
— ¿Esperas que te crea todo eso? Todo lo que dices es
mentira, es imposible crear un virus tan potente.
Dimitri se levanta exaltado de su asiento
ignorando completamente al joven rubio, sin decir ni una sola palabra se dirige
fuera de la habitación dejándolos solos. Beowulf no ha dicho nada desde que escuchó a su hermano hablar, estaba
completamente inmóvil; Ian estaba
furioso ante la falta de respeto hacia él, sin embargo lo dejo pasar, tomó un
comunicador y dio la orden de no atacar a los hermanos.
— ¿Tú has creído todo eso? Se me hace imposible pensar
que un virus tan monstruoso seria esparcido por todo el mundo. Dudo que alguien
con tanto poder ande suelto por ahí, y más aún que se haya aliado con Anthony.
¡Yo tengo mayores posibilidades de ganar este juego! ¿Por qué se unió a él? —Ian
continuaba hablando con el encapuchado que seguía sin hablar, la máscara
imposibilitaba observar su rostro.
Beowulf se levanta de su asiento lentamente e
ignora por completo las quejas de su rival en el juego; se dirige a una esquina
de la habitación e inmediatamente se despoja de su máscara y la capucha
tirándolas sobre uno de los sofás, se observa el rostro de Beowulf un poco más mayor, vistiendo ahora solo una
camisa negra y pantalón de mezclilla. Ya no parecía ser aquel joven que se
presento a Phillips en el lago, era como si hubieran pasado años en él.
Mirando
fijamente al joven rubio intenta tranquilizarlo. Se acerca lentamente mientras
le responde en un tono de voz sereno.
—No puedo responder tus preguntas, pero creo ciegamente
en Dimitri y si él asegura que
estamos en grandes problemas los cuales es necesario aliarnos contigo, entonces
no tengo más opción que aceptarlo aunque no me haga feliz.
— ¿Eres idiota? Talvez tú le creas y lo sigas
ciegamente, pero yo no soy tan ingenuo como para creer todas esas tonterías,
piénsalo bien ¿Qué posibilidad existe de que después de morir Phillips haya hablado con él?
Beowulf saca un teléfono celular de su bolsillo
alarmando a Ian quien le apunta nuevamente con él arma.
—En nuestra situación todo puede suceder. Los anillos
son artefactos tan complejos que los humanos no entenderemos nunca; basándonos
en eso las posibilidades de que un anillo tenga la habilidad de guardar ciertos
recuerdos de su propietario después de la muerte es muy alta.
Había
dejado sin palabras a Ian, las
palabras de Beowulf no se podían
poner en duda, las posibilidades de que un anillo tenga esa habilidad no era
imposible, era muy aceptable considerando por lo que estaban pasando en este
momento. El silencio de Ian había
hecho reír a Sidragaso.
—Ese chico te ha callado Ian, pero debo admitir que no
comprendo a Astarot; hacer algo tan
estúpido como degradarse de rango por un humano.
Las
palabras de su demonio lo habían intrigado, sin embargo no era momento para
hablar con su demonio, sin más decide ignorarlo continuando de esta manera la
conversación con Beowulf mientras no
perdía de vista el celular.
—Está bien, lo que me acabas de decir me han hecho
creer ligeramente en las palabras de Dimitri, tomare medidas preventivas con
mis subordinados en todo el mundo para evitar que salgan lastimados por culpa
de Anthony, no es aceptable perder hombres en estos momentos. —Ian
se preparaba a disparar, pero antes necesitaba despejar sus dudas. —Hay algo que me ha estado inquietando desde hace unos
minutos. ¿Por qué tienes ese celular en tus manos? ¿Es acaso una bomba?
La
pregunta hace reír a Beowulf y
tomando por sorpresa al joven Papa le entrega el teléfono mientras vigila que Dimitri no se acerque.
—Te haré una pregunta, espero que contestes
correctamente o de lo contrario no responderé por mis actos futuros. —Beowulf
lo mira a los ojos intentado mostrarle la seriedad de esto.
— ¿Te atreves a amenazarme? Estas en mi avión lleno de
gente que daría la vida por mí, te mataríamos antes de que hicieras aparecer tu
espada.
Beowulf se acercó al líder de la organización
tan rápido que no logró reaccionar y sin que pudiera defenderse lo golpea
directo en el rostro haciendo sangrar su nariz.
—No seas tan engreído, las personas de tu organización
no son capaces de vencernos a nosotros dos, pero si quieres sacrificar la vida
de tu gente inútilmente haz que vengan para mostrarte que no estoy
fanfarroneando.
Ian estaba molesto, él también comprendía
que sus subordinados no eran rival para ellos y guardando la calma evita
mostrarle su enojo para de esta forma no satisfacerlo.
—No será necesario llamarlos, escucharé lo que tengas
que decir en agradecimiento por la advertencia, después de todo me han ayudado
a salvar a todos los miembros de mi organización.
—Ya basta de tonterías, odio extender mis
conversaciones así que iré directo al grano. ¿Te unirás a nosotros?
La
habitación quedó en silencio mientras que Ian no tenía idea de que responderle, miles de preguntas se formulaban
en su cabeza; Beowulf dejo salir un suspiro e impaciente por escuchar la
decisión que tomaría comenzó a apresurarlo a contestar antes que llegase Dimitri.
—Respóndeme, la pregunta no es difícil y la respuesta
es obvia para ambos, sin embargo quiero escuchar la respuesta saliendo de tu
boca, ¡dímela! —Había algo diferente en el hermano menor,
parecía tener rencor hacia el joven Papa.
Habiéndolo
pensado rápidamente, Ian aun no
confiaba en ellos y respondiéndole suavemente le contesto.
—No lo hare.
— ¿Qué acabas de decir? —Un destello cubre
la habitación haciendo aparecer la espada nuevamente. Sin pensarlo acerca el
frio metal de la punta de su espada al cuello de Ian.
—No me uniré. —Ian había soltado el
arma y el teléfono, estaba temblando.
— ¡Habla más fuerte!
Beowulf estaba molesto, hace desaparecer la
espada y levantándolo por el cuello de la camisa comienza a golpearlo en el
rostro; Ian estaba inmóvil no estaba
tratando de defenderse.
—Siempre fuiste un cobarde Ian, no importa cuánto poder tengas, sigues siendo el mismo cobarde de
siempre, te inclinas ante alguien con más poder que tú. ¿No me recuerdas? Yo
fui el único amigo verdadero que tuviste, cuando la gente te idolatraba yo era
el único que vio a través de esas sonrisas al verdadero tú, ese que se odiaba a
si mismo por las crueldades que era obligado a hacer. Ambos vimos en el otro
nuestros propios reflejos. ¿Cómo me pagaste eso? Casi muere la persona que me
dio una segunda oportunidad, alguien me mostró lo que era ser feliz. —Beowulf
seguía golpeándolo sin darle respiro alguno. —Me debes esto maldito
desgraciado, respóndeme. ¿Te unirás a
nosotros?
Tratando
de no mostrar ninguna lágrima frente a su agresor, le respondió.
— ¡No me uniré a ustedes! Jamás volvería a formar lazos
con una persona tan repugnante como tú!
La
respuesta de Ian era esperada por Beowulf que conocía lo testarudo que podrá
llegar a ser. Lo suelta de inmediato haciéndolo caer al piso; ambos estaban en
silencio hasta que Abbadon rompió el
silencio hablándole a su acompañante.
—No creo que acepte unírseles por las buenas,
necesitaremos usar el plan B.
Mirando
con odio al joven rubio toma el teléfono celular que había dejado caer al piso
y comienza marcar en el mientras observaba cada movimiento que hacia el jugador
cuatro.
—Sigues siendo el mismo idiota que conocía, no me dejas
otra alternativa más que esta. Después de ser amigos ahora nos rebajamos a esto.
¿Chantajes y peleas de niños? Yo te apoye hasta el final, incluso me enfrente a
mi hermano para defenderte.
Ian estaba en silencio, había recordado a Beowulf y su tormentoso pasado que se obligó a
olvidar.
El
jugador uno le lanza nuevamente el teléfono, se escucha la voz de una persona,
era muy familiar esa voz e intrigado contesta inmediatamente. Ian entiende quien se encontraba del otro
lado de la llamada, su rostro se palideció, aquel miedo desapareció en
segundos, el odio había tomado nuevamente posesión de él.
—Ayúdenme por favor, no sé dónde estoy.
— ¿Marianne? ¿Eres tú? ¿Dónde estás? ¿Qué te han hecho?
—Es usted, en verdad es usted mi señor; por favor
sálveme alguien me ha vendado los ojos y atado de manos. ¡Por favor amo Ian
sálveme!
—No te preocupes, no dejare que nadie te haga daño, lo
prometo.
La
llamada se corta después de esas últimas palabras, Beowulf le quita bruscamente
el teléfono, su rostro mostraba serenidad; Ian estaba molesto por haber capturado a Marianne y tratando de tomarlo por sorpresa lanza un puñetazo al rostro de
su ex amigo, pero antes de que pudiera acertar el golpe desaparece de la
trayectoria del puño e Ian tropieza.
— ¿Enserio creíste que podrías golpearme con tus manos?
Nunca fuiste bueno en peleas, siempre fuiste torpe.
— ¿Cómo pudiste caer tan bajo? Deja fuera de esto a
Marianne, ella no tiene nada que ver en esto. —Ian se levanta lo
más rápido que le es posible.
— ¿Dejar fuera a Marianne? ¿Estas bromeando? ¿Acaso tú
dejaste fuera a Nathalia?
El
líder de la organización más poderosa del mundo experimentaba impotencia
después de mucho tiempo teniendo el control de todo, por primera vez no tenía
un plan B, había sido atrapado como una rata, lágrimas fueron derramadas en
contra de su voluntad. Había sido derrotado por su antiguo amigo. No tiene más
remedio, cae de rodillas, evita mirarlo a la cara e intenta suplicar la
libertad de Marianne.
—Tienes razón hice mal en involucrar a esa chica, pero
por favor no caigas igual de bajo que yo.
— ¿Quieres salvarla? Entonces coopera con nosotros y
cuando consigamos la corona te prometo que te devolveré sana y salva a Marianne. —Una sonrisa se refleja
en el rostro de Beowulf, había ganado esta pelea.
—No tengo otra opción, acepto tus demandas y colaborare
con ustedes. —Ian se odiaba por dentro, nuevamente era utilizado
gracias a su débil corazón, él tenía claro que tener afecto hacia otras
personas solo le traería problemas, sin embargo era demasiado tarde, cuando se
dio cuenta de esto ya no podía dejar ir a la chica, se había convertido en
alguien importante para él.
Secando
las lágrimas de su rostro sale de la habitación dirigiéndose a la cabina del
piloto, sin embargo antes de que se marchara de la habitación Beowulf le ordeno ocultar todo lo que había sucedido a
Dimitri.
— ¿Aún ocultas cosas a tu hermano? Tú tampoco has
cambiado nada, Beowulf.
—Siempre le he ocultado todo lo necesario para
facilitarle las cosas y si ahora se entera que tome a una mujer de rehén para
chantajearte de seguro se opondrá, así que guarda silencio o la matare antes
que puedas hacer algo.
—No te preocupes no le diré nada, ahora si me disculpas
me marcho.
—De acuerdo, Recuerda que si planeas traicionarnos no
dudare ni un segundo en matarte a ti y a la chica.
Ian se marcha dejando solo a Beowulf, el cual con una sonrisa en el rostro
demostraba claramente cuanto disfruta hacer miserable a Ian, tanto que había
olvidado informarle a su hermano acerca del éxito obtenido en hacer que el
jugador cuatro se aliara a ellos y saliendo de la habitación comienza a
buscarlo en la parte de atrás del avión.
Había
buscado por casi cinco minutos hasta que logra encontrarlo en una
habitación; acercándose a la puerta sin
que Dimitri lo escuchara logra ver la
habitación muy bien amueblada con paredes blancas y una alfombra roja, se
escuchaba la voz de su hermano, estaba frente a un espejo, parecía estar
hablando con su demonio, o más bien con su propio reflejo.
—Jamás imagine que el poder de mi anillo fuera tan útil
en esta guerra que está por venir, sin embargo es imposible de usar para mí.
Beowulf estaba tan intrigado por la
conversación que no se percató que la puerta se abría cada vez más, hasta que
se abrió por completo, Dimitri observa a su hermano menor en la puerta.
— ¿Por qué me espías Beowulf?
—Lo siento, estaba buscándote y me pareció inquietante
tu conversación ya que desde que inicio el juego siempre me he preguntado cual
era el poder de tu anillo.
— Yo también me lo preguntaba, le pedí a Belzebuth que me hablara acerca del poder que
poseía mi anillo, pero siempre se negaba a decírmelo hasta hace unos minutos.
— ¿Entonces me dirás que poder te otorga tu anillo?
—Tal y como lo esperaba de mi anillo va en contra de
mis ideales, creo que jamás lo usaría así que no veo necesidad de decírtelo,
más importante aún, ¿Por qué me buscabas? Deberías estar tratando de convencer
a Ian en unírsenos en la batalla.
—Casi lo olvidaba, ese era el motivo de mi búsqueda,
logre convencer a Ian en unirse a
nosotros así que podremos abrir la puerta y conseguir la corona sin dificultad.
Sorprendido
por la facilidad en la que lo había convencido, Dimitri toma asiento en el sofá.
— ¿Cómo lo haz convencido tan rápido? ¿Qué le has dicho
para convencerlo? ¿Lo haz chantajeado?
Beowulf no le responde a su hermano, se aleja
de la habitación dejando a su hermano solo; Abbadon comenzó a hablar mientras su acompañante se dirigía hacia la
cabina del piloto.
— ¿Por qué no le respondiste a tu hermano? Levantaras
sospechas en él y será peligroso para la misión.
—No te preocupes tanto, él confía en mi después de todo
esto le beneficiara a él también.
—Entiendo y ahora que lo recuerdo ¿iras a visitar a
esas personas?
— ¿Te refieres a los líderes mundiales? Obviamente lo haré, necesito protegerlos para que las personas sobrevivientes tengan a un
líder el cual los guié después de la tormenta.
—Te preocupas mucho por la humanidad, es muy propio de
ti.
Buen capitulo, no he podido comentar ya que he estado ocupado con mis examenes...
ResponderEliminarEn fin se ve que la historia esta empezando a llegar al climax, no puedo esperar a ver como se enfrentan a Anthony.
Encontre un fallo en esto :
—Tengo casi quinientos años en este lugar, y para ser sincero no recuerdo la última vez que sentí el contacto humano
creo que se deberia escrivir así
Ya llevo casi quinientos años en este lugar.
No te preocupes en lo del tiempo , se necesita tiempo y inspiracion para este Masterpiece xD
Gracias por seguir con esta novela y gracias por la corrección me sirve de mucho q comentes :)
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