NOX VOLUMEN 4 CAPÍTULO 10


Y AQUÍ LES TRAIGO UN CAPÍTULO MÁS. ESPERO LES GUSTE. PRETENDO PUBLICAR APARTIR DE AHORA EN ADELANTE  DE UNA FORMA ESTABLE. A TODOS LOS QUE NO HAN LEÍDO EL CAPÍTULO ANTERIOR QUE PUBLIQUÉ HACE DOS DÍAS LES INVITO A LEERLO.





Capítulo 10



-¡Eso fue increíble Liz!-.


-¡Ese guacamayo es muy lindo, deja que lo toque!-.


-¡Felicidades Señorita Wildwind!-.



Lili, Laur, y Carmil se encontraban felicitando a Liz por su aplastadora victoria en la primera ronda.



-Bueno… realmente no sé si puedo aceptar el crédito por eso, digo prácticamente no hice nada-.



-Invocar a Polly requiere una increíble cantidad de energía, si no hubieses estado capacitada él no iba aparecer incluso aunque ya hayan hecho un contrato. Lo que quiero decir es que tienes habilidad-.



Jean dio su opinión sincera para apoyar a Liz, él se dio cuenta que su amiga tenía una tendencia a darle poco valor a sus acciones.



-Es exactamente como Jean dice, tú realmente eres talentosa-.



Carmil Carm también compartió sus pensamientos. En ese instante todos se encontraban fuera del campo de batalla, Laur y Lili propusieron ir a festejar y todos estuvieron de acuerdo con esa idea.  Con algo de dificultad, ya que la ciudad estaba rebosante de gente, encontraron un lugar adecuado para comer y continuaron con su conversación.



-¿Entonces en la siguiente ronda Jean va a pelear? ¿Ya estás preparado?-.



El presidente del consejo hizo dos sencillas preguntas.



-Sí, debido al convenio que tengo con el director Rooscu usaré nigromancia-.


-¿Convenio?-.


-¿Qué convenio?-.


Las tres L  y el presidente del consejo se interesaron en las palabras de Jean y pidieron una explicación.


-Bueno, la cosa es así; las artes oscuras no son muy populares que digamos, además hasta hace relativamente poco tiempo estaba prohibido su uso. La cantidad de estudiantes que se inscriben en la academia Shade disminuye con cada año, así que como modo de propaganda el Director Rooscu quiere que yo pelee usando solo nigromancia, acepté hacer eso cada segunda pelea, también usaré un tonto uniforme que él me confeccionó-.



-Vaya, no sé qué decir-.


-Eres un hombre bastante ocupado, ¿No es así?-.



-Eso es muy de ti-.



Liz, Laur y Carmil tomaron la situación con relativa calma, excepto Lili que se alarmó.



-¡Espera un momento! ¡No puedes hacer eso! ¡Mi tutora estará viendo las batallas y eso podría dejarle una pésima imagen de ti!-.



Todos voltearon a ver a Lili.



-¿Ahhh? No entiendo-.



-Jijijiji, es obvio que no entiendas Jean, pero yo si-.



Laur se reía maliciosamente mientras le dirigía una mirada llena de significado a Lili quién inmediatamente se tapó la boca y se arrepintió de haber hablado en voz alta.



-Liz, acompañemos a Lili al baño. Creo que es hora de tener una plática de chicas-.



Como posesionada Liz se levantó de su asiento y entre ella y Laur arrastraron a Lili al baño.



-¡No, por favor! ¡No hagan esto!-.



Y de esa forma las tres L desaparecieron de la escena. Jean tomó un trago de su bebida e hizo un comentario.



-Las mujeres son muy complicadas-.



Carmil al escucharle le dirigió una expresión llena de incredulidad.



-Nada de eso, lo que pasa es que eres un idiota mujeriego-.



-¡¿A que rayos viene esa agresión sin sentido?!  ¡¿Quieres dormir otra vez fuera de la habitación?!-


-¡Eres una horrible persona! ¡Ni siquiera negaste lo que dije!-.



-¡¿Quieres pelea niño bonito?!-.



-¡Mira quién lo dice! ¡La última vez que salimos a comer, unos hombres te confundieron con una mujer e intentaron cortejarte!-.


-¡Dijimos que nunca hablaríamos de eso! ¡Ahora si te lo buscaste, ven aquí!-.



-¡Aquí estoy, no te tengo miedo! ¡Persona de sexo dudoso!-.



Volcando la mesa, los dos revoltosos invocaron sus respectivas  armas.


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-¡¿Es en serio?!-.



Carmil y Jean se encontraban en una celda de la prisión de ciudad Lux, hincados en el suelo confrontando a una iracunda directora Seyd. Carmil tenía un ojo morado así como su brazo derecho vendado y dentro de un cabestrillo, su ropa estaba moderadamente desgarrada, por su parte Jean tenía el labio partido, su ropa hecha trizas solo tapando los lugares más importantes, y la piel que se podía ver mostraba algunos símbolos mágicos encima, estos eran en realidad maldiciones que Carmil había usado en Jean. Si algún experto los hubiera visto le habría dado un infarto, una persona normal hubiese fallecido inmediatamente y de una forma atroz con tan solo una de esas maldiciones.



-¡¿Saben cómo dañan la reputación de la Academia del Sol con cada una de sus acciones?! ¡No se queden en silencio, digan algo!-.



Ambos estudiantes quedaron en silencio, ellos sabían que esa era la mejor opción en ese momento.



-¡Que ejemplo dan! ¡Sobre todo tú, Carmil Carm! ¡El presidente del consejo estudiantil comportándose como todo un gamberro de poca monta!-.



-¡Él empezó!-.



Carmil se defendió apuntando a Jean, Jean solo respondió sacándole la lengua como si él fuera un niño de cinco años. Carmil quedó rojo ante esta provocación y se abalanzó sobre su compañero.



-¡Deténganse o de lo contrario los dejaré pasar la noche aquí!-.



Como si fueran palabras mágicas ellos se detuvieron.



-¡Lo sentimos mucho! ¡No lo volveremos a hacer!-.



Los dos se disculparon al unísono.



-¡Eso es una vil y patética mentira! ¡Sobre todo viniendo de ti, Jean Nox Crow! ¡Al parecer has tenido tu cuota de problemas en esta ciudad desde que llegaste, los caballeros locales te tienen puesto un ojo encima!-.



Jean se río burlonamente y le respondió a la directora.



-Les deseo suerte con eso-.



Asomándose entre las rejas Jean habló hacia la entrada de las celdas.



-¡Me estás escuchando Leil Rewn, te deseó suerte con eso! ¡Sé que estás ahí! ¡No me atraparás cometiendo un crimen mayor! ¡Auch!-.



Jean quiso continuar gritando pero fue detenido por un coscorrón propinado por la directora, el joven solo se agarró la cabeza intentando mitigar el agudo dolor.



-¡Jean Nox Crow! ¡Cuando regresemos a la academia te aseguro que la profesora Marshall se enterara de esto!-.



-¡No, por favor! ¡Cualquier cosa menos eso!-.



Mientras Jean intentaba negociar con la directora, una persona más hizo acto de presencia. Era la recién mencionada capitana Nelu Maeru Marshall quién al ver a Jean inmediatamente le dijo con ojos carentes de vida.



-Estás muerto-.



Toda la fuerza y el color desaparecieron del desafortunado joven.



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El anciano Wilkens tenía una misión importante entre manos, debido a eso él viajó desde el reino de Ignis hasta la ciudad Luz. Era necesario que le entregara al nieto de su mejor amigo un libro muy especial.



Al llegar a su destino se dirigió hacia la Academia del Sol pero no pudo encontrar a Jean, en su lugar se topó con la capitana Marshall y le pidió ayuda para buscar al joven. Ahora mismo se encontraba en la habitación de una posada, esperándole.



De repente escuchó que alguien tocaba a la puerta, se trataba de la capitana Marshall y a su lado se encontraba un Jean con apariencia agotada.



-Señor Wilkens, aquí le dejo a Jean Nox Crow-.



Sin decir nada más la joven mujer se retiró y por fin Jean se relajó.



-Anciano Wilkens es un gusto verle de nuevo-.



-Nada de eso muchacho el gusto es mío, pero dime ¿Pasó algo? Te ves algo pálido-.



Jean se río nerviosamente. La situación hubiera sido peor pero afortunadamente después de una sesión de disciplina de parte de la capitana Marshall, Jean pudo tomar un baño y cambiarse de ropa.



-Es solo los nervios por mi participación en el torneo de los druidas, en la siguiente ronda pelearé yo-.



-¡Ah! Ya veo, tiene sentido. Es una pena que no haya podido acudir a las primeras peleas-.



-No se preocupe sé que tiene cosas más importantes que hacer. Y dígame ¿A qué debo su visita? ¿Hay algún problema?-.



El joven preguntó de manera seria.



-No vengo a traer malas noticias vine por otra razón. Toma Jean-.


El anciano Wilkens le entregó a Jean un libro forrado de piel. Al verlo Jean mostró sorpresa.


-Esto es…esto es el libro de mi abuelo-.



-El mayordomo de tu familia me pidió que te lo diera es una reliquia que se pasa de generación en generación dentro de la familia Nox Crow-.



Jean tomó con delicadeza el libro, el anciano  observó conmovido la reacción del joven. Jean pasó sus manos sobre la portada e inmediatamente apareció en su superficie unas letras de color negro intenso. La atmosfera del último miembro de la familia Nox Crow se volvió solemne, el joven leyó las palabras escritas:



“Defiende a los inocentes”

“Si tienes un cuerpo lucha por todos”

“Si tienes un alma grita por todos”

“Sea tu enemigo un hombre, una bestia, un dios, o el mismo destino
nunca abandones al que busca esperanza en ti.”


“No hay nada más desolador que ser abandonado y perder toda la esperanza.”


“Recuerda que el mayor tesoro de nosotros los mortales es nuestra dignidad.”


“Recuerda el significado de nuestros graznidos.”


“Recuerda que aunque nunca podamos alcanzar las puertas del paraíso, no por eso nuestra felicidad será menor al ver a otros cruzarlas”



Una lágrima se derramó sobre el rostro de Jean pero rápidamente la limpió con la manga de su camisa.


-Muchísimas gracias Anciano Wilkens, realmente le doy mi gratitud-.



-No es necesario que me agradezcas Jean, solo hice lo que debo hacer. Solo lamentó haber sido yo el que te lo entregara y no un miembro de tu familia-.


- No lo considero así Anciano, para mi tú eres un miembro de mi familia-.


-¡Jean!-.



Conmovido por esas palabras el viejo noble abrazó a Jean y se puso a llorar emotivamente. Cuando todo se hubo calmado los dos hombres continuaron hablando por horas y horas.


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-¿Qué pasó con ustedes dos?-.



-¿Por qué desaparecieron?-.



-Cuando salimos del baño ya no estaban-.



Carmil fue asediado por el trío de las L apenas salió de los dormitorios masculinos para ir a cenar.



-Señoritas, una pregunta a la vez por favor-.


-¿Dónde está Jean?-.


Laur se adelantó a preguntar.


-Debe estar con la capitana Marshall-.



-¡¿Por qué con la capitana?!-.



-No lo sé Señorita Sanctus, ¿alguna otra pregunta?-.



-¿Dejó algún mensaje para nosotras?-.



Inocentemente Liz alzó una cuestión.



-¿Qué razón tendría él para hacer algo así?-.



Carmil respondió ligeramente exasperado pero de pronto una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en su rostro.



-Bueno a decir verdad me dijo que no les dijera nada pero si ustedes guardan el secreto no me molestaría abrir la boca-.



-¡Suelta todo lo que sabes ahora!-.



Carmil vió en cuestión de segundos como sus pies abandonaron el suelo, Liz lo estaba cargando de su camisa. Antes de pronunciar otra palabra Carmil tragó saliva y dijo lo primero que se le ocurrió.



-...Él está teniendo una cita con la profesora Marshall-.


Liz soltó a Carmil quién se azotó contra el suelo.



-No puedo dejar que ella sea la primera…



-¡Lo sabía!-.


-¡Ese miserable!-.



Carmil observó con alegría las reacciones de las tres señoritas, estaba seguro de que Jean sufriría en el futuro inmediato, esa era su venganza.



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Tras dejar a Jean con el anciano noble, Nelu Maeru Marshall se dirigió hacia su cita con Leil Rewn, la líder de los caballeros de la ciudad. La tensión entre Jean y la líder era demasiada, por esa razón Nelu quería actuar como mediadora entre ellos dos. Ella conocía las razones por las que Jean actuaba como actuaba. “No era fácil juzgar a ese hombre después de todo lo que él había vivido” eso era lo que ella pensaba sinceramente, por otra parte también podía comprender la frustración de Leil al ver su autoridad y habilidad cuestionada.



-Bienvenida Nelu-.



-Buenas tardes Leil-.



La joven capitana llegó al lugar acordado y se sentó frente a Leil.



-¿De que querías hablarme?-.



-Antes que nada quisiera agradecerte por dejar libre tan rápido a Jean-.



-Yo no tuve que ver, él fue detenido por un crimen menor con derecho a fianza, la directora pagó y él fue puesto en libertad-.



-Aun así sabiendo cómo se llevan pudiste haber agregado más cargos y…



-Detente, se lo que quieres decir pero te aseguro que cuando estoy en funciones cumplo mi deber adecuadamente, no me dejo llevar por mis problemas personales-.



-Es bueno escuchar eso, a decir verdad quisiera hablarte de unas cosas. Él puede ser un individuo difícil de tratar pero en realidad es un buen sujeto, incluso si llegaras a conocerlo un poco te sorprenderías-.



-¿Así que vienes a abogar por él?-.



-Abogar no sería la palabra adecuada, yo quiero mediar la disputa entre ustedes dos-.


Leil ponderó por unos momentos lo que se le había dicho y después respondió.



-Si él se disculpa por intervenir en nuestros asuntos judiciales pensaré en olvidar todo lo que ha hecho-.



-Eso está muy difícil aunque no es algo imposible. Sería más realista pedirle que ya no intervenga más-.



-No cederé en este punto Nelu, a decir verdad dejarlo ir con tan solo una disculpa ya es ser demasiado amable, si encontramos pruebas sobre las cosas que ha hecho él terminaría en la cárcel por un buen tiempo-.



-Entiendo perfectamente-.


A partir de ese punto de la conversación Nelu supo que las negociaciones serían terriblemente difíciles.







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Acerca de David-A Gato

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6 comentarios:

  1. Gracias por el capitulo, espero el proximo :)

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  2. los capñ se me hicieron cortos aunque haya perdido un poko el hilo de la historia

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  3. Jajaja a mi también que corto bueno a esperar él siguiente capitulo. Gracias por él capitulo

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  4. me da gusto que estes de regreso me encanta esta novela muchas gracias por el capitulo

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  5. Genial has vuelto!
    Me gusto el capitulo.. sigue asi

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