AQUÍ LES DEJÓ UN CAPITULO MAS DE NOX. ESPERO QUE LES GUSTE.
POSTDATA A VECES SOLO QUIERO VER ARDER EL MUNDO.
Capítulo 15
Jean se encontraba dándose
un baño, el agua caliente relajaba todo su ser. Su cabello, pestañas, cejas y ojos habían regresado al dorado habitual del verano. Solo la marca de Le Morte había
desaparecido de su cuerpo. Desde el incidente con Sila, el joven decidió
mantener oculta la marca todo el tiempo.
Terminado de asearse, se
secó, puso nueva ropa y aplicó nuevamente sobre su persona un conjuro de ilusión. En la cocina, tomándose su tiempo preparó el desayuno
para cuatro personas: Sila, Wolvi, el lobo y él.
En esta ocasión cuando Jean
le dio de comer al lobo este no se mostró tan agresivo como la primera vez,
aunque aún seguía sin confiar en las personas.
Después de colocar los
alimentos en la mesa, Jean fue a su habitación a despertar a dos hermosas
señoritas.
Sila y Wolvi, dormían
plácidamente en la cama de Jean. La joven ninfa al parecer tenía malos hábitos
al dormir, su posición era terrible, desparramada ocupaba casi toda la cama. Por otra parte la
señorita lobo en un rincón abrazaba fuertemente una almohada, ella se
encontraba echa bolita.
Al verlas tan indefensas
Jean suspiró, antes de despertarlas disfruto de la vista por un par de minutos.
Jean tuvo un gran reto
intentando levantarlas. Wolvi fue la primera en despertar, seguida de Sila.
-Buenos días señoritas, el
desayuno está listo-.
-Buenos días Jean-.
Sus compañeras le
respondieron distraídamente. De repente Wolvi tuvo una remembranza de la noche
anterior.
-Jean, anoche nosotras…-
El joven decidió aclarar la
situación antes de que un malentendido como el de la profesora Seyd volviera a
pasar.
-No pasó nada, yo dormí en
otra habitación. Tuve que obligarlas a que durmieran espero que no me guarden
rencor-.
Sila escuchó en silencio sin
decir nada.
-Bueno síganme antes de que
la comida se enfríe-.
Las dos señoritas siguieron
a su compañero, después de sentarse en la mesa. Sin mediar palabra educadamente
comenzaron a comer.
Pasados unos diez minutos
Jean decidió hablar, las dos señoritas le dirigían miradas llenas de reproche,
el joven no pudo aguantar más.
-Sila, Wolvi, si hay algo
que quieran decir, siéntanse libres de hacerlo-.
-Fuiste un cobarde-.
Sila fue la primera en
reclamar.
-Un guerrero nunca huye de
una batalla-.
Wolvi también se sentía
agraviada.
Ambas señoritas recordaban
claramente lo sucedido en la noche. Jean no quiso tomarlas. Obviamente su orgullo
había sido dañado.
Jean dio un sorbo a su taza
llena de té, antes de responder.
-Ya veo. Supongo que puedo
entenderlas. Pero yo también tengo algunas cosas que decirles-.
Mirándolas seriamente Jean
les hizo una pregunta, mostrándoles ambas manos.
-¿Ven algún anillo en mis
manos?-.
Sila y Wolvi intercambiaron
miradas entre ellas, pues no entendían por qué Jean les hizo una pregunta tan
extraña.
-No-.
Esa fue lo único que
pudieron decir.
-Yo estoy cansado de que las
mujeres me vean como un objeto. De que solo quieran saciar su lujuria usando mi
cuerpo. Lo único que quiero es una relación sana y amorosa, pero todas las
mujeres que se me acercan lo hacen con intenciones carnales-.
Jean nuevamente tomó un
trago de té. En ese momento su mirada se había vuelto seria y fría, sus ojos
habían perdido todo brillo. Observaba a sus compañeras fijamente como si viera
a una vil criatura sin valor alguno.
Sila y Wolvi ante esto, se
pusieron nerviosas, inmediatamente su ritmo cardiaco aumento así como su
sudoración.
-Sin tomar en cuenta la forma en la que me
convertí en tu novio, Sila, tengo entendido que las ninfas de la noche le
cantan una hermosa aria a la persona que
quieren que sea su pareja para toda la vida, personalmente pienso que eso es
muy romántico. Es triste saber que lo más romántico que hiciste anoche fue
intentar quitarme los pantalones-.
El joven volvió a beber de
su taza, luego fulminó a Sila con otra pregunta.
-Sila, ¿te volviste mi novia
para saciar tu lujuria conmigo?-.
Al escucharte esto Sila se
arrojó al suelo en posición de súplica, colocando su frente en el suelo, sin
intentar por un momento ver a la cara al joven.
-¡Lo siento mucho Jean! ¡No
lo volveré hacer! ¡Me he dado cuenta de que hice mal!-.
El corazón de la bella
doncella se encontraba lleno de vergüenza y culpa.
-Creo que debo irme…-.
Wolvi intentó escapar, pero
Jean la detuvo.
-Espera, también hay cosas
que quiero decirte Wolvi Licaon-.
La amable voz de Jean se
había ido, eso puso a Wolvi en alta tensión. Inmediatamente volvió a su
asiento.
-Wolvi, Dime sin mentir
¿Estás interesada en mí? Si no dices la verdad dejaré de hablarte-.
Esa amenaza surtió un efecto
inmediato en la joven doncella.
-…Si, Cuando estoy contigo
me siento bien, mi corazón late con fuerza y deseo poder pasar más tiempo a tu
lado-.
Wolvi se sorprendió de las
palabras que salieron de su boca. Inmediatamente agachó su cabeza para que Jean
no pudiera ver la expresión de su rostro.
-Las mujeres de tu raza
también tienen una interesante tradición, durante todo un ciclo Lunar, es decir
28 días seguidos, toman la iniciativa de cortejar al hombre que les gusta antes
de declararse y proponerle matrimonio-.
-¡Si, estás en lo cierto!
¡Es una costumbre muy antigua e importante de mi raza!-.
Wolvi alzó la voz, se
encontraba bastante alarmada. Al igual que Sila, su corazón se llenó de
vergüenza.
-Si es tan importante
entonces y estás interesada en mi ¿Por qué no has intentado cortejarme
adecuadamente? Apenas tenemos unos días de conocernos y ya querías mi cuerpo-.
Jean habló sin piedad.
-¡Mis más sinceras
disculpas! ¡No sé qué me pasó!-.
Wolvi también se arrojó al
suelo en la misma posición que Sila, la vergüenza le quemaba el corazón.
-Desvergonzadas Señoritas
creo que hay un dicho popular que se aplica a esta situación, “Para que comprar
a la vaca si pueden tener la leche gratis”.-.
El joven guardó silencio un
segundo después les preguntó.
- ¿Hay algo que quieran
añadir a esta conversación?-.
Jean azotó ligeramente su
taza en la mesa. El ruido hizo que a ambas señoritas se les hiciera un nudo en la garganta y tragaran saliva. En ese momento comenzaran
a temblar. Ambas estaban al borde del colapso, ninguna hizo sonido alguno.
-¿Creen que soy un hombre
cualquiera?-.
-¡Humildemente te pedimos
perdón!-.
Sila y Wolvi de alguna forma
se sincronizaron para pedir perdón.
Viéndolas en tal miserable
estado, Jean por fin se ablandó, su tono de voz regresó a lo habitual.
-Si son serias conmigo,
demuéstrenmelo. Y les prometo que no huiré. Habiendo dicho eso me retiro, tengo
cosas que hacer. Pero siéntanse como en su casa-.
Sila y Wolvi no se
atrevieron a alzar su rostro para ver a Jean salir, solo pudieron escuchar como
la puerta se abrió y luego cerró.
Después de unos momentos se
pusieron de pie y corrieron a abrazarse mutuamente.
-¡Soy una mala mujer!-.
-¡Yo también!-.
Por un largo tiempo esta
escena continuó.
Ellas habían pensado que
Jean era un cobarde, pero el resultado final fue algo inesperado. Él aceptaría sus sentimientos y las volvería sus
esposas, si ellas realmente eran serias.
Al otro lado de la puerta
Jean se encontraba parado, una sonrisa se formó en su rostro antes de que continuara su camino.
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-¡Maldición! ¡No debí tomar tanto! Siento que la
cabeza me va a explotar-.
Leil Rewn amaneció con un
severo dolor de cabeza, ese fue el precio que tuvo que pagar por beber toda la
tarde y noche con las profesoras Seyd y Marshall.
Lo único bueno de todo fue
que al final convencida por la profesora elfo, Leil decidió usar la corona de
oro.
Este día era su descanso
pero por cierto asunto urgente fue llamada a la central de caballeros, apenas
poner un pie en ese lugar fue recibida por uno de sus subalternos.
-Líder Rewn, bienvenida-.
-Dime los detalles de este
caso, por favor. Escuche que fue algo inusual-.
-Si, encontramos dos
estatuas de plata-.
-¿Un robo?-.
-No, dos cadáveres para ser
más exactos. Los testigos dicen que un mago de baja estatura totalmente
ataviado de negro con solo tocarlos los transformó en estatuas de plata-.
-Es la primera vez que escucho
algo tan extraño. Hicieron bien en llamarme. ¿Algún detalle más que hayan
logrado descubrir?-.
-Solo que las dos víctimas
son parte de la agrupación ilegal conocida como “Mantícora de destrucción”-.
-(¿Manticora?, ¡Ese es el
grupo que podría estar metiendo ilegalmente estudiantes en el laberinto! ¿Será
una coincidencia?)-.
De repente en la mente de
Leil la imagen de una persona específica apareció.
-Reúne a un grupo de hombres tengo una idea de
que podría estar pasando-.
-Entendido, Líder-.
Sin perder tiempo el
subordinado se retiró a cumplir sus órdenes.
Pasada media hora, la líder
caballero y su grupo partieron hacia la Academia Shade. Fueron recibidos por el
Director Rooscu.
-Hola Señorita Rewn,
Bienvenida. ¿A que debo el honor de su visita?-.
Gracias Director Rooscu. En
realidad vine a visitar a una persona, quisiera hacerle unas preguntas-.
-¡Oh! Ya veo, pero si es por
el incidente de ayer yo mismo me encargaré-.
-¿Incidente? ¿De que
incidente habla?-.
-Bueno un par de alumnos se
pelearon ayer en la noche. La plaza quedó echa un desastre, hay tripas por
todos lados pero ya mandé a limpiar todo. En resumen es un asunto interno-.
El director respondió con
una gran sonrisa en su rostro-.
-¡¿Quiere decir que hubo un
asesinato?!-.
-Jajaja. Desde luego que no.
Fueron invocaciones de muertos vivientes-.
-Qué alivio por un momento
pensé lo peor-.
-La entiendo yo también
pensé algo así. Afortunadamente Jean Nox Crow no le tomó importancia al
asunto-.
-¡Jean Nox Crow!-.
-Así es. ¿De casualidad le
conoce de alguna parte?-.
Aclarándose la garganta Leil
respondió.
-Si, de hecho a él vine a
ver-.
El director Rooscu soltó una
carcajada y luego dijo.
-Es bueno ser joven-.
-¡No es lo que piensa
Director Rooscu!-.
-Él se encuentra en una de
nuestras instalaciones principales. SI quiere verlo tiene mi permiso para andar
libremente por la academia-.
El director Rooscu le
explicó a Leil como llegar y luego se despidió.
-Lamento no poder escoltarle
Lider Rewn pero tengo cosas que hacer-.
-Lo entiendo, muchas gracias
por su tiempo-.
Inmediatamente salir del
despacho del director la líder dirigió a sus caballeros hasta donde Jean vivía.
Toc, toc , toc.
Al llegar a su destino Leil
tocó la puerta, sus subalternos se encontraban alejados según sus órdenes.
La puerta lentamente se abrió,
Leil fue recibida por dos hermosas señoritas.
-Buenos días Lider de los
caballeros. ¿Se le ofrece algo?-.
Leil al verlas empezó a
tener un tic nervioso en una de sus cejas. Sila y Wolvi aún seguían vestidas
con su ropa de dormir. La ropa de la ninfa de la noche no dejaba nada la
imaginación, la de Wolvi se pegaba a su hermosa figura.
-Disculpen, creo que me
equivoqué de lugar. ¿Podrían indicarme donde vive Jean Nox Crow?-.
Leil reconoció a una de las
señoritas como la novia de Jean, pero a la otra doncella no la conocía.
-¿Qué asuntos quiere tratar
con él?-.
Wolvi la cuestiono con una
mirada llena de sospecha.
-Es un asunto oficial de
Ciudad Lux-.
-Mmm. Jean vive aquí pero
acaba de salir-.
Sila le respondió mientras
evaluaba la reacción de la mujer caballero.
-(¡Este tipo es un
casanova además de su novia, está
saliendo con otra señorita al mismo tiempo! ¡Eso de seguro es un crimen! ¡Debo arrestarle
inmediatamente!)-.
-Que Jean salga con dos
mujeres no es un crimen. Él es una persona seria no un casanova-.
Sila como si leyera su
pensamiento le reclamó.
-¿Qué?-.
Sorprendida Leil tontamente
solo pudo preguntar.
-Si tiene un mensaje que
quiera dejar se lo diremos cuando Jean regrese a nuestro hogar-.
Sila puso mucho énfasis en
la palabra nuestro.
-..No, discúlpenme. ¿Cuándo
podría encontrarle?-.
En esta ocasión Wolvi le
respondió.
-No nos dijo a qué hora
volvería. Pero me imagino que regresará un poco antes de que las clases
inicien, antes de que se oculte el sol-.
-Muchas gracias, con su
permiso me retiro-.
Cuando la mujer caballero se
estaba retirando, Sila le llamó.
-Espere un momento-.
-Sí, ¿Qué pasa?-.
Leil volteó a verla
extrañada.
-Solo quería decirle que sin
importar que, yo seré la primera esposa de Jean, después de todo soy más joven-.
Dicho esto la ninfa cerró la
puerta sin dar una explicación.
Leil se quedó afuera con una
sonrisa amarga en su rostro. Ese comentario innecesario le molestó. Las venas
de su rostro se comenzaron a marcar.
-(¡Lo dices como si me interesara ese sujeto! !Además nunca perdería ante una mocosa como tú!)-.
Cuando regresó con sus
subordinados. Toscamente les ordenó.
-¡Vámonos de aquí
inmediatamente!-.
Llenos de miedo los
caballeros inmediatamente obedecieron sin protestar.
Por alguna razón desde que
Sila y Leil se conocieron no lograron congeniar o eso parecía a simple vista.
gracias por el capitulo
ResponderEliminary así comienzan los triángulos amorosos..........muchas gracias por el capitulo!!!!!!!
ResponderEliminartriangulo? tiene como a 9 tras de el
ResponderEliminarjajaj buen cap estubo bueno, jean se comporto como todo un macho alfa asiendose respetar XD
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