NOX VOLUMEN 5 CAPITULO 13

 

NOX VOLUMEN 5 CAPITULO 13

La marquesa Aliska Vimor condujo a Carmil y a "Jean" hacia un ala espaciosa del palacio donde se les otorgaron cuartos. Carmil fue el primero al cual se le entrego su cuarto al entrar directamente se desmoronó en la amplia cama ignorando por completo el ornamentado ataúd que se encontraba a su lado.

-Veo que no a cambiado su alteza aún le disgusta usar un ataúd para descansar. Lo dejo en casa príncipe Carm, descanse...Lord Corvus sígame por favor.

 A  Corvus le fue otorgado un cuarto contiguo al de Carmil sin embargo apenas puso un pie en la lujosa habitación. Ariska desenvainó su espada y la colocó en el cuello de "Jean".

-Lord Corvus, no se que clase de relación tiene con el príncipe Carmil pero le advierto que si tiene malas intenciones yo misma acabaré con usted.

-Señorita Marquesa ¡Qué maravillosa dedicación posee usted! Es admirable sin embargo a mi no me gusta que me amenacen.

Corvus tomó la hoja del arma y al instante esta quedó al rojo vivo, instintivamente Aliska soltó su arma hacia un lado solo para ver como se convertía en el suelo en un charco de metal liquido.

-Esa espada era un recuerdo preciado.

La marquesa se quejó en un tono que no ocultaba su molestia.

-Mi cuello también es es algo apreciado para mi.

-Lo estaré vigilando Lord Corvus.

-Puedes vigilarme todo lo que quieras no tengo nada que ocultar, solo no intentes otra estupidez como esta, Marquesa.

Sin decir nada la noble salió del lugar. "Jean" caminó hasta el ataúd y se dispuso a dormir dentro de el.

Un par de horas después, el mismo Carmil fue a despertarle.

-Corvus levántate, mi hermana ya despertó. No pierdas tiempo.

- 5 minutos más, mamá.

-¡Yo no soy tu mamá! ¡Levántate de un vez!.

El vampiro abrió la puerta de su ataúd y salió lentamente.

-Como molestas Carmil.

-Vamos no hay tiempo que perder.

En menos de 5 minutos Carmil estuvo cara a cara con su hermana, una hermosa mujer de piel y cabello largo blanco, amplio busto y atractivas caderas, con un porte de poder y dignidad, sentada en su trono rojo en el majestuoso salón principal.

-Carmil ¿Que rayos haces aquí?.

-Vine a ayudarte.

-¿Ayudarme en qué, exactamente?

- Intentaron asesinarme hermana, es obvio que algo está pasando, puedo deducir que la disputa de facciones ha escalado hasta llegar a un punto critico.

-¡¿Quién se atrevió a intentar asesinarte?! Le haré pagar caro su atrevimiento.

-El asesino que enviaron confesó que fue contratado por el conde Agsi pero que sospechaba que solo era un simple intermediario.

-Simple o no igual pagará. Aliska encárgate de eliminar a cada hombre de la familia Agsi  pero deja con vida a las mujeres y niños.

-Entendido su alteza.

Con una reverencia la marquesa se retiró de la habitación lista para cumplir sus ordenes.

-Carmil en condiciones  normales me gustaría que te mantuvieras fuera del palacio pero dado este intento de asesinato será mejor que te quedes bajo mi cuidado. Y por cierto ¿Quién es esa persona que se encuentra detrás de ti? Aliska me dijo que era tu acompañante pero me gustaría que nos presentaras adecuadamente.

-Hermana, déjame presentarte a mi amigo Corvus, él me salvó la vida sino fuera por él los asesinos hubieran conseguido su objetivo.

-Es un honor conocerle Lord Corvus, yo soy la reina de los vampiros Vriana Carm y estoy profundamente agradecida por que halla salvado la vida de mi hermanito. ¿Cómo podría recompensarle?.

- Bella reina, solo con contemplarla me doy por recompensado de sobra.

-Me halaga lord Corvus pero insisto usted le salvó la vida a mi querido hermano y por eso quiero recompensarle, diga que desea.

-Si usted insiste, ¿Que le parece una foto suya?.

-¿Eh?

La reina Vriana acostumbrada a tratar con lamebotas y oportunistas fue tomada totalmente desprevenida. Confusión y perplejidad se reflejaron en su rostro.

-¡Mi hermana no te va a dar una foto suya!.

Carmil enojado y avergonzado le lanzó un puñetazo al rostro de "Jean" quién no se defendió a tiempo, su cuerpo salió volando y no se detuvo hasta chocar con la pared, dejando su silueta incrustada en la pared.

-¡Te advertí que no coquetearás con mi hermana!.

-...Me lo merezco.

Respondió Corvus desde la pared.

-Hermana no le hagas caso a  este idiota, a él le gusta gastar bromas.

-...No estaba bromeando.

Nuevamente Jean habló desde la pared.

-¡Cállate de una vez sino quieres que te vuelva a golpear!

Mientras discutían la habitación se llenó de carcajadas sinceras, la hermana de Carmil empezó a reír.

-Lord Corvus, usted es un vampiro interesante por favor siga siendo amigo de mi hermanito.

-Así será bella reina no se preocupe, ya que soy el único amigo de Carmil me daría pena que se quedara solo.

-¡Esas son puras mentiras! No eres mi único amigo. Tengo decenas de amigos, cientos de amigos.

Nuevamente la reina se rió abiertamente, haciendo que el rostro de Carmil quedara completamente rojo.

Antes que Carmil pudiera defenderse fuertes vibraciones cimbraron el castillo.

- Ahí están de nuevo, esos estúpidos ogros que atacan puntualmente cada mes.

 

La reina mostró su fastidio tanto en su voz como en su rostro.

-¿Ogros atacando? ¿Desde cuando?

-Desde hace un par de años.

-¿Por que no me dijiste nada?

-No es para preocuparse Carmil, además los asuntos del palacio son mi responsabilidad no la tuya.

-Pero...

Carmil quería quejarse, no le parecía que su hermana no confiara en su persona sin embargo antes que mas palabras salieran de su boca Corvus le interrumpió.

-Reina, me gustaría combatir contra esos ogros. ¿Me daría su autorización?.

-En efecto Lord Corvus, tiene mi autorización. Gracias por ofrecer sus servicios. En cuanto a ti Carmil puedes venir a ver conmigo la batalla desde la retaguardia.

"Jean" salió desde la pared, se sacudió los restos de roca de la ropa y tras una leve reverencia a la hermana de Carmil, se transformó en una bandada de cuervos albinos que salieron por las ventanas mas altas.

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El ejército  real se encontraba enfrascado en una batalla sanguinaria cientos de gigantescos y grotescos ogros de piel verdosa, atacaban las murallas usando garrotes de madera o metal negro, los soldados vampiros a pesar de sus grandes habilidades físicas no podía competir con ellos de manera individual, tenían que formar grupos para abatirlos, su trabajo en equipo demostraba que ya estaban acostumbrados a este tipo de invasiones. Mientras el caos reinaba una bandada de cuervos descendió en medio del campo de batalla frente al palacio, al llegar al suelo se unieron para formar a una persona.

Corvus admiró el paisaje con todos sus sentidos.

-Los gritos, el fuego, el olor a sangre, la energía mágica en el aire, el regusto dulce en mi boca. Es como estar en casa.

Un ogro cercano se percató de su presencia y le atacó lanzándole un puñetazo que abarcaba todo el cuerpo de "Jean".

-¡Estúpido ogro! ¿No podías esperar cinco minutos más?.

Corvus detuvo el puñetazo del ogro y le devolvió uno en represalia, un gran agujero apareció en el torso y abdomen del ogro donde antes habían estado sus órganos vitales. 

Otros Ogros se abalanzaron contra él solo para ser destrozados de la misma forma.

El usurpador lanzó un grito de guerra y se unió foralmente en la batalla, usando solo su cuerpo destrozó a su enemigos literalmente a puñetazos y patadas. Como un gigante entre humanos por donde pasaba los pedazos de ogro salían volando por los aires, en poco tiempo llamó la atención de ambos bandos, los aliados decidieron mantenerse alejados de su locura, los enemigos en estado berserker se lanzaron contra él, en cierto punto de la pelea Corvus divisó  a un ogro de color rojo y el doble de corpulencia que los demás, con un grito y un gesto de lo mas obsceno "Jean" lo provocó exitosamente para que abandonara a sus guardias y atacara solo. El ogro rojo dejó caer sus grandes puños como si fueran una maza sobre Corvus, quién se cubrió con ambos brazos resistiendo exitosamente para la sorpresa del ogro, era obvio que  ese movimiento siempre había sido suficiente para aplastar a sus enemigos hasta este día, "Jean" contraatacó dándole dos puñetazos en el estomago haciendo caer arrodillado a su oponente, acto seguido saltó y con ambos puños replicó el ataque de su enemigo, como resultado la cabeza del ogro se sumió dentro de su tórax, su abdomen estalló ante la presión generada.

La reina Vriana acompañada de Carmil y otros vampiros nobles, observaban la pelea desde las murallas, con su vista superior pocos detalles se les escapaban.

-Ese sujeto de blanco ¿quién es?.

-Yo también quiero saber de quien se trata.

El duque Ortrax y Zulcos, ambos nobles importantes aliados de la reina estaban intrigados. El duque Ortrax era un vampiro con la apariencia de un hombre intelectual de la mediana edad de cabello negro corto, su altura era cerca de 1.9 metros, mientras que el duque Zulcos tenía la apariencia de un anciano de cabellera blanca y cuerpo musculoso.

-Es lord Corvus un invitado de mi hermano el príncipe Carmil.

La reina respondió la duda al mismo tiempo que le dirigía una mirada de curiosidad a su hermano.

-¿Un invitado? Príncipe Carmil si no es una molestia ¿Podría atreverme a preguntar cual es el rango y a qué linaje pertenece su invitado?.

-Lord Corvus es una persona muy sociable Duque Ortrax. No me necesitan como mediador si quieren hablar con él. Se los aseguro.

-Desde aquí no parece muy sociable que digamos.

El duque Zulcos se quejó al ver la brutalidad de Corvus pero por la sonrisa en su rostro eso realmente no le molestaba.

Un cuerno de guerra sonó marcando el fin de la pelea, los ogros se replegaron y retrocedieron en estampida. "Jean" se divirtió creando un arco de fuego blanco y eliminándolos por la espalda mientras se retiraban, cuando estuvieron suficientemente lejos, Corvus se transformó nuevamente en una bandada de cuervos los cuales volaron hacia las murallas del palacio, cuando divisaron a Carmil y su hermana la reina, bajaron en picada y antes de tocar el suelo se unieron para formar nuevamente a "Jean".

-Ese fue un buen ejercicio a la luz de la luna. 

-Gracias por sus servicios Lord Corvus.

La reina se adelantó a los presentes y mostro su gratitud hacia el invitado de su hermano.

-No tiene que agradecerme solo quería calentar mi cuerpo y no hay nada mejor que una batalla para ese propósito. Aunque debo decir que algo  me resultó bastante extraño, la sangre de los ogros apestaba mas de lo  que recordaba como si estuviera mezclada con la sangre de algún otro animal pero podría ser mi imaginación.

- Debo decir que tiene un olfato muy fino Lord Corvus, mandaré investigar los cadáveres de los ogros quizá encontramos algo extraño.

Los dos duques intercambiaron miradas disimuladas ante las palabras de Corvus. La respuesta de la reina sobre investigar los cadáveres era pura cortesía, ya que dicha investigación ya había sido realizada  unos meses después que los ataques de los ogros comenzaron. Los resultados fueron reveladores, se encontró sangre de vampiro en cada ogro. Alguien había inyectado su sangre para controlar a los ogros.

La  reina sospechaba que la familia Manios, cuyos integrantes podían controlar animales y bestias salvajes inyectándoles su sangre eran los responsables y que de alguna forma habían encontrado la forma de aumentar las habilidades de su sangre para controlar a seres inteligentes o al menos seres relativamente inteligentes. Desgraciadamente su líder tenía el rango de duque y él mismo era uno de los lideres de la facción extremista así que la reina no podía deshacerse de él de manera descuidada.

-Cambiando de tema Lord Corvus me gustaría presentarle a estos dos caballeros. Él es el duque Ortrax y él el duque Zulcos.

-Un placer conocerle Lord Corvus. Parecía un pez en su elemento ahí abajo en el campo de batalla.

-¿Un pez? Querrás decir un tiburón.

-Un gusto en conocerlos señores, aunque a decir verdad tengo la impresión de que ya los había visto en algún lado, algo en ustedes me es muy familiar, pero mi memoria podría estar fallando.

-Me temo Lord Corvus que esta es la primera vez que lo veo, definitivamente recordaría haberlo conocido antes.

-Coincido con el Duque Ortrax, alguien como usted capaz de mandar a volar ogros como si fueran niños no es fácil de olvidar.

-Me halagan Señores.

-Caballeros me disculpo por interrumpir su conversación, les invito a continuar en el palacio durante la cena.

Con la sugerencia de la reina, todos regresaron al palacio.

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Acerca de David-A Gato

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