NOX VOLUMEN 5 CAPITULO 10

          







 NOX VOLUMEN 5 CAPITULO 10

 

-Quisiera declarar una premisa importante antes de que le explique la situación y esta premisa es que de ninguna manera es una imposición de la reina esta propuesta de matrimonio, si usted no esta de acuerdo, no se insistirá mas en el asunto. Sin embargo en caso de que acepte solo hay beneficios y ningún perjuicio. Hablando sinceramente la princesa Rufiro y mi nieta Ariadne son dos de las mujeres mas codiciadas por los nobles del reino, tanto por su inteligencia como por su belleza. La reina es consciente de que usted es soltero y el  ultimo miembro del linaje Nox Crow, por eso ello pensó en la idea de proponerle compañeras de matrimonio acorde al estatus que ahora usted ostenta Señor Nox. Pero repitiendo mis palabras si usted no está interesado está bien, puede negarse libremente.


-Si me niego a este matrimonio, mi relación con la reina, la cual aún ni siquiera conozco se deteriorará. Aunque me diga que puedo negarme eso realmente no es una opción aconsejable ¿No es así?. Duquesa Xellar.


-La reina no es esa clase de persona señor Nox. Además incluso aunque la reina fuera una gobernante promedio rencorosa, un arcano mayor es simplemente muy importante para cualquier país por lo cual sera respetado, lejos de recibir alguna  clase de sanción, se le darán varios privilegios.


- Ahora que habla de privilegios me gustaría dejar de lado el tema del matrimonio por unos instantes, ya que tengo una duda-


-¿Que clase de duda?.


-Usted me comentó que recibiría el titulo de Marqués.


-Si no es suficiente para usted, puedo hablar con la reina para que le den el titulo de Duque.


-Creo que me malentendió Duquesa, lo que yo deseo no es ni el titulo de Marques o Duque, sino el titulo de Conde. La familia Nox Crow siempre ha sido una familia de condes, todos mis ancestros han sido condes o condesas .Para mi ese titulo tiene un valor sentimental mucho mas grande que volverme Marques o Duque. Solo deseo  recibir lo que ya era de mi familia, nada mas nada menos.


-Eso definitivamente se lo haré saber a la reina. Estoy segura que ella entenderá sus razones. ¿Alguna otra petición?.


-Solo una mas, quiero darle un mensaje a la reina, lo haría personalmente, pero ahora estoy demasiado ocupado- 


-¿Que clase de mensaje?-


- Quiero que ella sepa que no deseo riquezas o privilegios, no necesito nada de eso para hacer lo que debo hacer. Mi familia ha peleado por el reino de Ignis y como ellos así yo lo haré. En honor a su recuerdo, en honor a su vidas sacrificadas, yo continuaré con su legado. Soy consciente de la importancia que ahora ostento al haber sido elegido como un arcano mayor pero no pretendo usar mi puesto para obtener beneficios injustos. También soy consciente de que como gobernante para la reina algo tan intangible como una promesa de proteger al país basada únicamente en algo tan inmaterial y etéreo como lo es un recuerdo es todo menos tranquilizante, pero para mi las cosas inmateriales tienen un mayor valor que el oro y la plata. Son las cosas  intangibles y etéreas como los recuerdos y el anhelo de libertad, las que me permitieron sobrevivir en LeMorte , sin lo que no se puede ver, ni escuchar, ni oler, ni tocar, ni probar pero aún así se puede sentir, yo no estaría aquí. He aprendido que la libertad, la esperanza, el amor y la dignidad son mas valiosas que cualquier otra cosa. Esas son mis palabras...


Por un momento hubo silencio hasta que la duquesa Xellar habló.


-Señor Nox, debo disculparme con usted.


-¿Por que razón?


-Usted ya sabía que esto pasaría. Me refiero a que debido a su importancia como arcano mayor, la reina y yo también intentaríamos ganar su favor y asegurar su fidelidad al reino ¿No es así?.


-Si, sabía que pasaría especialmente con el asunto del matrimonio. Lo que no sabía es que sería Rufiro y su propia nieta, Duquesa. Aunque solo un instante me bastó para darme cuenta porque fueron elegidas, Rufiro al ser una arcano mayor como yo, podría mantenerme en control incluso influenciar mis acciones, mientras que la señorita Ariadne, intuyo que heredo la inteligencia y mente sagaz de usted, sería capaz de aconsejarme en temas nobles además de ser capaz de darme pronto un heredero  ya que es una humana algo que Rufiro no podría hacer ya que es una elfo. ¿Mi deducción es incorrecta?


-No Señor Nox , usted está totalmente en lo correcto. Por eso le pido disculpas. A decir verdad este matrimonio es muy importante tanto para la reina como para mi ya que consideró que sería un excelente esposo para mi nieta. Si usted no acepta, la reina no presionará, pero definitivamente  no puedo negar que no habrá consecuencias. Como usted dijo para un gobernante confiar en una promesa basada solo en algo intangible no genera confianza. Me siento avergonzada por ponerlo en esta situación ya que fui yo quien le dio la idea a la reina. Espero que pueda perdonarme.


-Duquesa, aunque entiendo la causas que nos trajeron a esta situación no puedo decir que estoy feliz. Este matrimonio es lo que la reina desea, es lo que usted desea, no lo que yo deseo. No recuperé mi libertad tras pasar una década en Lemorte solo para que alguien manipulará mi futuro, para hacer lo que otros quieren. Como un hombre libre, libremente tomaré cada decisión que se presente en mi vida sin influencias de terceros. Aunque habiendo dicho eso, si me niego tal como supuse la relación con la reina y con usted se dañará, incluso es posible que ella piense que oculto algo y por eso no quiero a Rufiro a mi lado. No olvidemos que pasé muchos años en manos enemigas, no sería ilógico pensar  en la posibilidad que me volví uno de ellos y que soy un traidor que se trae algo entre manos en contra del reino. Usted realmente me puso en una mala posición Duquesa Xellar.


-Lo lamento tanto Señor Nox, realmente lo lamento. Solo estaba pensando en lo mejor para el país y también para mi familia. Le prometo que le compensaré sobre apropiadamente durante todo lo que me quede de vida así que por favor vea con buenos ojos la propuesta de matrimonio.


-Lo intentaré, sin embargo la situación es mas complicada de lo que usted cree por un simple hecho. Yo ya tengo una esposa, técnicamente es la segunda.


-¿Que acaba de decir, Señor Nox?...- Por un momento la confusión invadió a la duquesa Xellar.


-Exactamente lo que acabo de decir. En LeMorte tuve una esposa a la cual amé profundamente como el océano pero fue asesinada-Jean hizo una pausa era obvio que le costaba hablar sobre su pasado- pensé que  no sería capaz de volver a amar pero afortunadamente me equivoqué, una amable mujer ganó mi corazón y me volví a casar algo que ambos acordamos mantener en secreto debido a ciertas circunstancias.


-Pero eso es un asunto demasiado serio, los nobles necesitan pedirle permiso a la reina para contraer nupcias.- La anciana mujer noble estaba alarmada ante la revelación de Jean.


-Conozco la tradición Duquesa pero se equivoca ligeramente, no es permiso lo que los nobles le piden a la reina, es su bendición. En dado caso que ella se niegue a darla, los nobles pueden proseguir con el matrimonio si realmente deciden que vale la pena. Además dicha etiqueta y tradición solo aplica para nobles de alto rango, y yo solo soy un simple vizconde, un noble menor.


-Eso es un simple tecnicismo, usted es incluso mas importante para nuestro país que un noble de rango mayor.


-Hasta hace unos meses para mi país, yo solo era un desafortunado joven que pudo escapar de las garras del imperio y regresó a su país, un noble al que por lastima decidieron respetar algo de su derecho de linaje y le dieron el titulo de vizconde, sin embargo también fue puesto en vigilancia porque su país no solo sentía lastima por él sino también desconfianza. No fue hasta que obtuve el titulo de Arcano mayor que realmente me volví importante para mi país.  Tecnicismo o no, no rompí ninguna regla del país y tampoco tengo que dar explicaciones.


-...Si  tiene toda la razón Señor Nox, no rompió ninguna regla. ¿Puedo preguntar quién es su esposa? ¿Se trata de Liz Wildwind?.


-No es Liz Wildwind, y como dije mi matrimonio es un secreto, hasta que mi esposa pueda resolver ciertos asuntos. Si usted y la reina aceptan este hecho, yo accederé al matrimonio con su nieta y la princesa Rufiro. 


-Yo lo consultaré con la reina, Señor Nox. Es todo lo que puedo decirle.


-Me gustaría que lo que acabamos de hablar se quede entre, usted, la reina y yo. Al menos hasta escuchar la respuesta de su majestad.


-No se preocupe no le contaré a nadie mas de lo necesario.


-Entonces me retiro de momento, sigo ocupado con el asunto del gremio... Por la expresión de su rostro veo que también tenía planeado hablar conmigo sobre el gremio pero creo que ambos necesitamos despejar la mente.


-Estoy de acuerdo.

La duquesa Xellar asintió a las palabras de Jean y observó como este se transformaba en un cuervo y salía por la ventana mas cercana.


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-Liz, hablemos en la sede del gremio. 9:00pm. Alguien de mi confianza te esperará en la entrada.


Liz recibió un mensaje de Jean por medio de la efigie de madera que él le había dado. Ella estaba sumamente nerviosa y agitada. Los eventos sucedidos durante el almuerzo aun no dejaban de dar vueltas en su cabeza.


-"¿Y si él me rechaza? Su reino ya eligió con quien debe casarse. ¿Qué debo hacer? De seguro quiere verme para decirme que no, pero...pero aun asi debo ir. Tengo que hacerle saber mis sentimientos aunque su respuesta no sea la que quiero escuchar"


Con temor Liz fue al lugar indicado, apenas llegó en la entrada fue recibida por una extraña persona delgada , vestida totalmente de negro, incluso su rostro estaba cubierto, opero definitivamente tenia una figura femenina.


-Usted debe ser Liz Wildwind, sígame por favor, mi amo Jean Nox Crow le espera.


La misteriosa persona guío a Liz hasta una oficina vacía y con "En un momento mi amo vendrá a verla. póngase cómoda", dejó sola a Liz, quien sentía como su corazón latía aceleradamente. Afortunadamente Jean no tardó en llegar.


-Lo siento Liz por llegar tarde, tuve dificultades para perder a Rufiro, pero creo que he ganado el tiempo suficiente para que hablemos. Antes que nada me gustaría decirte sobre lo que ocurrió hoy en la mañana. La reina quiere que yo.....


-¡Espera un momento Jean! Por favor déjame hablar primero antes que pierda el valor. La reina de tu país ya ha decidido con quien debes casarte  y soy consciente que no hay nada que yo pueda hacer, yo soñaba con convertirme en tu primera esposa pero ahora no me importa, si soy la tercera, cuarta, quinta o la ultima. Solo quiero estar contigo. Se que la situación es muy difícil ya que hay razones políticas de por medio, yo soy la futura Gran druida, y aun que nuestros países no son enemigos tampoco gozan de una gran amistad pero sea como sea quiero que entiendas que no me rendiré contigo.


Con los puños cerrados y su pequeño cuerpo temblando, Liz hizo su declaración.


Sin decir nada Jean caminó lentamente hacia ella y colocó su mano izquierda en la cabeza de Liz.


-Yo soy una persona fiel a mi país, sin embargo para mi el país no es quien está sentado en el trono sino su gente. No tengo la intención de vivir para la reina obedeciendo todo lo que me diga solo porque si, no tengo la intención de vivir como otros esperan que viva. Lo que quiero decir es que, mientras yo sienta que una decisión es correcta la tomaré sin remordimientos. Solo debo rendirle cuentas a mi consciencia y nadie mas. En resumen si tu quieres una relación seria conmigo aceptaré.


-...¡¿En serio?! Pero yo pensé que tú...


-¿Pensaste que me negaría?.


-Sinceramente si.


-¿Por qué?


-Yo no soy como Rufiro Ignis, ella es una arcana mayor como tú, definitivamente son compatibles, además ella te conoce de tu infancia,  la otra mujer también debe ser impresionante para haber sido elegida.


-Si, estas en lo cierto ambas son impresionantes pero tú también lo eres, no debes sentirte inferior, además eres bastante joven, con el tiempo serás aún mas increíble.


-Gracias Jean, ¿Entonces tú y yo, ahora somos algo?.


-Eso depende de ti. Dime claramente una vez mas cuales son tus intenciones.


-Mis intenciones son matrimonio.


Sin dudar Liz respondió con velocidad.


-Ok. En tal situación, aceptaré bajo una condición.


-¿Cuál condición?.


-Tendremos que esperar hasta que te gradúes.


-¡Pero faltan muchos años!


-No son tantos, exageras.


-Para una mujer enamorada un día lejos de su amado se siento como un año.


-Eso es muy lindo pero el concejo de druidas me mataría si hago que su gran druida abandone los estudios. Ademas necesito tiempo para establecer una posición inamovible en mi reino, de tal forma que la Reyna respete mis decisiones de vida. Así que solo hasta que te gradúes haremos publico nuestro compromiso y contraeremos matrimonio a la brevedad tal y como deseas. Sin embargo para que veas que no trato de engañarte, le comunicaré mañana mismo a tu abuelo nuestros planes, claro solo si aceptas.


-¡ACEPTO! ¡Claro que acepto! ¡Aunque siento que es injusto esperar tanto!.


-Solo hay algo que me falta confesarte Liz, ademas de Rufiro y Ariadne, hay otra mujer.


-¿Quieres decir que tu reino quiere que te cases con otra mujer?.


-No exactamente, lo que intento decir es que ya hay otra mujer en mi vida que no tiene que ver con mi reino.


-¿Ya estabas saliendo con una mujer? .


-Si.


-¿Qué tan lejos has llegado con esa mujer?-


- Me casé con ella.


-¡¿QUEEEE?!.


-Por favor no grites.


-Como quieres que no grite. Que te hallas casado significa que desde hace mucho  perdí la oportunidad de ser tu primera esposa, incluso antes que aparecieran esas dos mujeres de tu reino. No se como sentirme al respecto.


-A fin de que no te sientas herida déjame aclarar un poco las cosas, esta mujer con la que me casé tampoco es mi primera esposa. Ya te hablé de mi pasado en esa horrible isla, pero nunca te dije que tuve una esposa ahí, en parte porque me es triste recordar, ya que ellas fueron asesinadas.


-Lo lamentó mucho Jean. De verdad lo siento.


- No tienes que disculparte Liz.


-Jean dijiste "ellas" Eso significa que ¿Tuviste mas de una esposa? 


-No solo una.


-¿Entonces porque dijiste ellas?


-No quiero hablar de eso Liz, lo que debes entender es que técnicamente no podías convertirte en mi primera esposa así que lo siento por eso.


-¿Podrías decirme cual era su nombre?.


 -Su nombre era Meer.


-Es un precioso nombre.


-Si, lo era...-


Jean le dio la espalda a la doncella de cabello verde, tras lo cual le hizo una pregunta con tono serio


-Liz Wildwind. Sabiendo lo que te acabo de decir ¿Aún quieres algo conmigo?.


-Si, aunque no pueda ser tu primera esposa, estar contigo será mas que suficiente.


-En ese caso esfuérzate en tus estudios para no reprobar año o sino tardaré mas tiempo en cumplir mi promesa.


-¡No digas eso o me darás mala suerte!


-¿Te parece que te escolte de vuelta a la academia?.


-Por favor. Te lo agradecería mucho.


Liz llegó sana y salva a su dormitorio, se acostó con una sonrisa en su rostro, cerró los ojos y unos segundos después los volvió abrir, ya que se le había olvidado hacerle una pregunta muy importante a Jean. ¿Quién era la mujer con la que se casó?. La duda no la dejó dormir en toda la noche.






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Acerca de David-A Gato

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6 comentarios:

  1. Muchas gracias por el cap, esperando con ansias el siguiente.

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  2. :v ufff nuevo capitulo salvaje aparece gracias por el capitulo.

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  3. Despues de tanto tiempo, muchas gracias

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  4. Nice, aunque creo que te equivocastea con una parte que dice: Liz recibio una carta de Liz, y era de Jean

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  5. "ELLAS" yo dije lo mismo
    Las 3 L son
    del pais druida -sobrina de un maestro de jean-
    del pais santo -sin relacion...por ahora-
    no recuerdo de donde -Nieta del maestro--

    ??
    la verdad ando medio perdido

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