Capítulo 5
Amigos
Temprano por la
mañana me desperté, falta bastante para ir a la escuela, me levanto de la cama
y me dirijo al pasillo, una niña pasaba por delante de mi puerta. Ella… cierto,
ahora tengo una hermana menor, ella se percata de mí y se acerca.
-Kawaka- Ella agita su cabeza. –Onii-chan
¿Qué haces despierto tan temprano?
-Yo debería preguntarte eso.
-Yo siempre me levanto a estas horas.
-¿De verdad?
-Sí.
-Oye, ¿Viste a Nii-san?, ya debería estar por
despertarse.
Ella
niega con la cabeza.
-Bien, nos vemos.
-¿Dónde vas?
-Estoy medio dormido, me iré a lavar la cara.
-Adiós.
Lentamente
me fui caminando hacia el baño, abrí la puerta, me lave la cara y me quede
mirando el espejo por un rato. ¿Sonreír?, si no mal recuerdo Koizumi dice que
debería sonreír más, tiene razón en el que mi expresión parece de alguien con
pocos amigos, bueno, yo no tengo amigos, pero ¿Eso se iría si sonrío?, mirando
al espejo intente sonreír, forzando un poco mis mejillas y moviendo mi bosa
forme una mueca extraña y rara, era espeluznante, no puedo describirlo, pero
daba tanto miedo que me sobresalte y me caí sobre trasero en el baño.
-¡Wah!, ¡¿Qué carajos era eso?! Parecía un maldito
monstruo.
Insulté
a mi propia imagen un poco más y salí del baño.
-Era horrible, espeluznante, daba miedo, no
lo volveré a hacer, voy a tener pesadillas con eso.- Murmuré mientras caminaba
por el pasillo.
¿Qué
expresión era esa?, no era una sonrisa, parece como si ni siquiera lo hubiera
intentado, mis mejillas me duelen, siento la cara un poco rara y aún tengo esa
imagen perturbadora en la cabeza. Bajé las escaleras, aun insultándome a mí
mismo, y de repente me crucé con Nii-san.
-Oh, Sora, buenos días.
-Buenos días… oye ¿Cómo me imaginas
sonriendo?
-Sería raro… pero sin duda te quedaría muy
bien.- Él sonríe.
-Si… Claro…
-Bueno, tengo algo de prisa, así que…- Él se
voltea, listo para irse.
-Espera.
-¿Qué sucede?
-Bueno… que piensas sobre… Koizumi.
-¿En qué sentido?
-No lo sé, solo, ¿Qué te parece?
-Bueno… creo que es linda, simpática,- Si,
como no.-Diría que es totalmente mi tipo, pero… creo que ella está más allá de
mi nivel, aunque no sé si me gusta o no, si eso es a lo que te referías.- Él
suelta una pequeña risa.
Si
supieras lo fácil que lo tienes no reirías tanto, te lo aseguro.
-Ah…
-Bien, creo que ya no tienes que preocuparte.
-¿Preocuparme?
-Sí, no te quitaré a tu novia.- Él se va
corriendo.
-Ella no es mi novia.- Lo dije algo tarde.
¿Por
qué pensó eso?, creo que jamás en mi vida conseguiré una novia, no creo que la
necesite tampoco.
-¿Novia? ¿Onii-chan tiene novia?
Una
voz suena detrás de mí, al voltearme veo a Naoko-chan comiendo pan de melón,
tenía la boca llena.
-No, no entiendo esas cosas.
-Sí, yo tampoco, o entiendo el amor.
-¿De verdad?, parece que estamos iguales.
-Onii-chan, estuve practicando sonreír al
espejo ¿Quieres ver?
No
sé qué tiene que ver con el tema, pero…
-Sí, está bien.
-Observa bien.
Una
rara mueca se forma en su cara, e aterradora, es casi la misma que la mía en el
espejo, pero su rostro de niña la hace más perturbadora.
-¡Por el amor de dios!
Di
un paso hacia atrás y caí al suelo, me lastime un poco la espalda.
-Sabía que eso pasaría.- Dice ella.
-Ah… ¿Quieres ver mi sonrisa?
-Bien, aunque ya se lo que va a pasar.
Volví a hacer la misma expresión que hice
delante del espejo, mis mejillas empezaron a doler. Naoko-chan se sobresalta,
da un paso hacia atrás y cae de la misma forma que yo.
-¡Santo cielo!, ¡Tendré pesadillas!
-Yo también.- Dije.
Ha
pasado un rato, desayune y me encamine hacia la escuela.
…
Estoy en la entrada de la escuela, en la
casilla de zapatos, ya cuando la cerré, llevé mi mano a mi mejilla, aun me
duele un poco. Un fuerte golpe en mi espalda me hace voltear, gire pero no veía
a nadie.
-¡Hey!- Esa voz, es Koizumi.
-¿Koizumi-sama?
-Aquí abajo.
Ella
tira de mi camisa, mire hacia abajo y ahí estaba ella, en verdad es pequeña, no
la pude ver debido a que estaba bastante cerca de mí y no suelo bajar la
mirada.
-Ah, buenos días.- Le dije.
-¿Eh?, si, buenos días.
-Oye, perdona lo de ayer.
-¿Eh?
-Me invitaste a comer y me dejaste dormir
ahí, solo para que no me atrape la lluvia, y yo salí corriendo así, sin avisar
ni agradecer, lo siento.- Me incliné.
-Eh, no es na… ¡Quiero decir!, ¡Si, eso
estuvo muy mal! ¡Fue muy grosero de tu parte!
-Lo sé, lo siento.
-Mmm…- Ella por alguna razón pellizcó mi
mejilla.
-¡Ah, dios! ¡Detente eso duele!- Era la
mejilla que me dolía.
-¿Eh?, ni siquiera fue tan fuerte… ¡Ah!
Ella
se queda en silencio, la campana suena y las clases comienzan, ambos comenzamos
a caminar hacia el salón, cuando llegamos nos sentamos en nuestros lugares,
estamos muy lejos el uno del otro, yo me siento al fondo en la última fila,
junto a la ventana, el típico asiento de los protagonistas de un anime o manga
y Koizumi se sienta primera en la primera fila, lados completamente opuestos.
La
campana que indica la hora del almuerzo ha sonado, Koizumi se levanta de su
asiento, me mira fijamente y se va, la mirada de seguro significa que debo ir,
me levanto, antes de salir “Libros-Senpai” aparece frente a mí.
-Hola, Kawakami-san.
-Hola, ¿Sucede algo?
-Bueno, hace mucho que no pasas por la
librería y quería saber por qué.
-Bueno… he estado algo ocupado, ahora que lo
mencionas me he quedado sin libros, luego de la escuela pasaré a ver algunos.
-Ah, ok.
-Y otra cosa.
Vuelvo
a mi escritorio, busco un bolígrafo y se lo entrego.
-¿Para qué es esto?
-Anótame tu nombre, así no se me olvidará.-
Dije poniendo mi mano frente a su cara.
-¿En tu mano?
-Sí, siempre que quiero recordar algo lo
escribo en mi mano.
-Bien.
Su
sonrisa es casi tan radiante como la de Nii-san, ella parece siempre estar
feliz. Ella toma mi mano y empieza a escribir mientras tararea una canción y
mueve la cabeza de un lado a otro.
-Listo.
“Akasaka”
está escrito en mi mano derecha.
-Bien, nos vemos luego Akasaka-senpai.
-Nos vemos luego.
Ella
luego de saludarme sigue derecho, yo comienzo a ir hacia la cafetería. Al
llegar me dirigí hacia el asiento del fondo donde estaba Koizumi sola, ella
estaba devorando su caja de almuerzo ferozmente.
-¡Llegas tarde!
-No, tú llegaste temprano.
-¡Cállate!, bueno, ¿Tienes algún plan nuevo?
-No, pero… le pregunte a Nii-san que piensa
de ti.- Koizumi se sonrojó.
Se
le cayeron los palillos y se quedó con la boca abierta, se podía ver un poco de
comida, que asco.
-Agh, cierra la boca.
-¡¿Qué te dijo?!
-Él dijo: “Es linda, simpática, diría que es
totalmente mi tipo, pero… creo que ella está más allá de mi nivel, aunque no sé
si me gusta o no”, eso.
-L… l… linda…, simpática.
-Sí, si, como sea, luego…
-Soy su… tipo…
-Luego me dijo “No te preocupes, no te
quitare a tu novia” o algo así.
Ella
se para de repente, golpea la mesa con sus manos llamando la atención de todos
en la cafetería, su cara está totalmente roja y con una expresión de asco,
luego me mira con unos ojos fríos y dice:
-¡¿T-T-T-Tu novia?! ¡Jamás!, ¡¿Él dijo eso?!
¡Estoy arruinada! ¡Debemos aclarar esto! ¡Debes decirle la verdad!
-Bien, no te alteres tanto.
-¡¿Alterarme?!
-Todos te están mirando.
Ella
mira a su alrededor y luego se sienta, toma sus palillos de vuelta y comienza a
comer. Revisando el contenido de su comida que solamente tenía arroz y carne,
pude ver algo que brillaba en el trozo de carne que acababa de tomar, mirando
más detenidamente reconocí que era un vidrio, ella estaba a punto de comerlo.
-¡Cuidado!
Golpeo
con mis dedos la carne arrojándola al piso, como consecuencia mis dedos son
mordidos.
-¡Ah!
-¡¿Qué haces?! ¡Es mi carne!- Dice aun con mi
dedo en su boca.
-Tiene un vidrio.
-¿Vidrio?
Ella
levanta el trozo de carne que estaba en el piso y luego de revisarlo un poco
notó el vidrio. Eso fue peligroso, si llegaba a tragarlo habría muerto.
-Es verdad, así que aquí calló uno.
-¿A qué te refieres con eso?
-Veras… se me rompió una botella se sake
vacía de la estantería cuando hacia el almuerzo, pensé que no había caído nada
aquí, así que no revise.
-¿Y…?
-Sí, sí, está bien, gracias.- Dice en voz
baja.
-No, no es eso, y… ¿Estoy sabroso?
Ella
vuelve a morder mi dedo, esta vez más fuerte que antes.
-¿Eso es un sí?
-¡Cállate! ¡Idiota!
Ella
me muerde más fuerte, cuando suelta mi dedo lo llevo cerca de mi boca y empiezo
a soplarlo, duele.
-¿? ¿Qué tienes en la mano?
Ella
revisa la palma de mi mano derecha.
-Akasaka, esa senpai de antes, ¿Por qué
tienes su nombre escrito en tu mano?
-Es su apellido.
-Da igual, ¿Por qué?
-Para no olvidarlo.
-…- Ella o dice nada.
La
hora del almuerzo terminó, ambos regresamos al salón y seguimos con las clases.
…
Todo pasó rápidamente, las clases terminaron y
es hora de volver a casa, antes de volver, decidí pasarme por la librería de
Akasaka-senpai, queda bastante cerca de mi casa, es un local un poco pequeño,
tiene puertas de vidrio, dentro este hay varias estanterías llenas de libros y
una sección de novelas ligeras, estas tienen carteles separándolas por género,
romántica, horror, ciencia ficción, fantasía y al fondo eróticas. Yo siempre
compro novelas ligeras de romance, pero como no las entiendo, decido que hoy
comprare algo de fantasía u horror.
Llegue,
al entrar veo a Akasaka-senpai en el mostrador, ella llevaba un delantal verde
con su nombre anotado en un pequeño cartel en su pecho, ella me mira con una
expresión alegre.
-Hola Aka… saka-senpai.- Dije leyendo mi
mano.
-Bienvenido, me alegro de que casi te
acuerdes de mi nombre.
Al
parecer no hay más clientes además de mí, a excepción de una niña de cabello
corto y negro, su corte me parece familiar, pero como esta de espaldas no puedo
reconocerla.
-¿Quieres ver las novelas de romance?- Dice
Akasaka-senpai.
-No, estoy pensando en hacer un cambio,
quisiera ver algo de fantasía u horror, ¿Me recomiendas algunas?
-Bueno, soy fanática del horror, podría
decirte algunas buenas.
-Ok.
Vagando
un poco por la sección de horror nos cruzamos con la niña que vi al entrar,
ella estaba leyendo una novela en la sección de romance, mirándola más
detenidamente, reconocí quien era, era Naoko-chan, la ignoro y continuo.
-¿Qué te parecen estas?, una está basada en
un juego y la otra sacó un anime hace algunos años.
En
su mano derecha sostiene una novela de nombre “Another” y en la izquierda una
llamada “Yume Nikki”, por lo que ella dijo, “Yume Nikki” está basada en un juego
y “Another” sacó un anime hace un tiempo.
-Mmm… son algo caras.
-Eso no es algo que deberías decirle a quien
te vende.
-Bueno… dime de qué trata cada una.
-Ok, Another…
-¿Onii-chan?- Escucho una voz detrás de mí.
-Ah, Naoko-chan ¿Qué haces aquí?
-¿Qué no es obvio?
-Bueno, sí.
-¡Aah!- Akasaka da un grito.
-¿Qué sucede?
-¡No veas, es tu doppelgänger!- Ella cubre
mis ojos.
-No, es mi hermana menor.
-Tú no tienes hermana, ¡Te lavaron el
cerebro!- ¡Y a ti te lo quitaron!
-Sí, desde ayer.
-¿Ayer?, ¿La adoptaron?- Ella descubrió mis
ojos.
-Sí.
-Pero, miren sus caras, uno creería que son
hermanos de sangre.
-Probablemente si es mi doppelgänger, pero
con Nii-san serian dos.
-No, no, son gemelos, eso es otra cosa.- Dice
agitando su mano frente a su cara.
-Onii-chan, ¿Ella es tu amiga?- Pregunta
Naoko-chan.
-Mmm… no lo sé… ¿Somos amigos?- Dirigí mi
mirada hacia Akasaka.
-Sabes… a veces me dan ganas de golpearte.-
Dice Akasaka.
-¿Eh? ¿Por qué?
-¿Tu no me considerabas tu amiga?
-Nunca tuve amigos y no entiendo mucho las
indirectas, bueno, si no me lo dices no lo sé.
El
silencio invadió el lugar, ninguno de los tres dijo una palabra por un rato,
¿Por qué este silencio?
-Este… ¿Akasaka-senpai?- Intenté romper el
silencio.
-Kawakami-san.
-¿Si?
-Nunca imagine que fueras un idiota.
-¡¿Huh?!
-Bueno, respondiendo a tu pregunta… sí, creo
que somos amigos.
-¿De verdad?, Wow… mi primera amiga.
Me
quedé callado, el pensar que tengo una amiga, se siente raro, siento algo
parecido a felicidad, pero no es para tanto, no sé qué es. Por un momento, una
mueca desconocida para mí se formó en mi rostro, mis labios hacían una forma de
“U”, no sé cómo describirlo, se sintió bien.
-Eso…- Dijo Naoko-chan.
-¿Eh?
-Es diferente a la de esta mañana.
-¿Esta mañana?
-Si… como decirlo… esta se ve bien.
-Kawakami-san… estas sonriendo.
-¿Eh?
Levante
mi mano derecha y toque mi rostro, la forma de mis labios se sentía extraña,
siento como si no hubiera hecho esto hace mucho tiempo. Repentinamente un golpe
en la ventana llamo la atención de todos, y la figuro corriendo de Koizumi
apareció.
-Koizumi… ¿Qué hace aquí?
-Deberías seguirla.
-¿Seguirla?
-No creo que haya corrido por nada, debe de
haber una razón.
-No creo que me incumba.
-Idiota.- Ella murmuró y agachó la cabeza.
Haciendo
caso de sus palabras, salgo de la librería y corro hacia la derecha de esta, la
misma dirección en la que Koizumi corrió. Apenas logro verla, está muy lejos,
ella parece estar bajando el ritmo, luce cansada. Corrí unos metros más y la
alcancé, ella esta inclinada, con las manos en sus rodillas, respirando
fuertemente, está cansada.
-Koizumi-sama, ¿Qué sucede?
-Sora… eh… sonreíste… ¿Verdad?
-Eso creo.
-Me lo… suponía.
-¿Tiene algo de malo?
-No… es solo que… me molestó…
-¿Te molesto? ¿Por qué?
-No lo sé… déjame descansar un momento.
Unos
metros delante de nosotros hay un parque, caminamos hasta él y nos sentamos en
una banca frente a una fuente y detrás de nosotros había un gran árbol de
cerezo, ella está a mi izquierda, sudando y jadeando, no entiendo el motivo por
el cual le molestó que sonriese y parece ser que ella tampoco, parece algo
raro, el que esto no lo comprende ninguno.
-Sora…
-¿Sucede algo?
-Idiota…
-¿A que vino eso?
Ella
no me responde. Un ligero viento azota el árbol de cerezo detrás de nosotros
haciendo que sus hojas caigan, sobre la cabeza de Koizumi, mezclándose con su
cabello, unas hojas de cerezo. Moví mis manos hasta su dorado cabello y empecé
a quitarlas.
-¿Qué haces?
-Tienes hojas en tu cabello.
Una,
dos, tres, cuatro. Decenas hojas se habían entremezclado con su cabello, eran
fáciles de quitar, no se enredaron ni nada, al contrario, el cabello de Koizumi
era tan lacio y suave que facilitaba el quitarlas, se complicaba un poco cuando
las hojas caían en la parte ondulada, justo por su cintura.
-Tienes un lindo cabello.
-Pues claro que sí.
-Se supone que deberías decir “Gracias”.
-¿Tratas de conquistarme?, creí que no sabías
de esto.
-No trato de hacer nada, ¿Por qué lo haría?
-Sora.
-¿Qué?
-Creo que sé que es lo que me molestaba.
-¿Qué es?
-El que te hayan hecho sonreír, tú nunca
sonríes, ni por mas graciosa que sea la situación, jamás sonríes, yo… tenía la
esperanza de ser quien te haga sonreír por primera vez, pero… me quitaron la
oportunidad.
-Tu… ¿Querías que yo sonriera?
-Tenía curiosidad de ver como se vería una
sonrisa en tu rostro, solo eso, pero no se sentía bien si no lo provocaba yo.
-…-
-Me enfureció un poco.
-Koizumi, hay algo que quiero saber.
-¿Qué es?
-¿Qué le dijiste a tu padre ese día?
-¿Ese día?
-Cuando él me golpeó, tú dijiste “Él es mí…”,
no pude escuchar lo que dijiste, perdí la consciencia antes de eso.
-Eso fue ayer.
-El golpe me dejo sin sentido del tiempo.-
Intente bromear.
-Le dije: “¡Él es mi preciado amigo!”.
“¿Preciado
amigo?”
-Así
que somos amigos…
-Si… ¿Sabes?... yo nunca tuve amigos antes.
-Yo tampoco.
-Y… desde el día en que aceptaste ayudarme
con tu hermano yo… te consideré un amigo, aunque… no quería aceptarlo, quería
pensar en ti como un “Compañero” o “Socio”, pero no quería llegar a
considerarte un amigo.
-¿Por qué?
-Porque… tengo la sensación de que si nos
hacemos amigos, nos lastimaremos mutuamente.
-Tú me golpeas siempre.
-No hablo de ese tipo de “Lastimar”, hablo…
emocionalmente.
-Sabes… tu eres mi amiga, yo nunca tuve
amigos y ahora que conseguí tener uno no lo lastimaría por nada en el mundo.-
Dirigí mi mirada a una nube que estaba encima de nosotros.
-Sora…
En
mi rostro, aquella expresión, es la segunda vez hoy, aun se siente extraño,
pero bien. No puedo hacerlo voluntariamente, mi rostro hace esa expresión sin
que me dé cuenta, pero…
-Se siente bien.
-¿El qué?
-Sonreír.
-Sabes… no eres tan repugnante cuando sonríes
así.
-No sé cómo debo tomar eso.
Bueno,
es Koizumi Fumina, esa es su forma de alagar a otros que no sean ella misma. Me
levanté de la banca y respire profundamente, Koizumi, al percatarse de que
estoy de pie me mira.
-Vamos, Koizumi-sama.
-La sonrisa duró poco en tu cara.
-Sería raro que veas una alguna vez, tú viste
dos en un solo día.
-…-
-Además, tú provocaste una de ellas.
Ella
sonríe y luego se pone de pie.
-Vamos, te acompañaré hasta tu casa.
Asentí.
Empezamos a caminar lentamente por la acera, pasamos frente a la librería de
Akasaka-senpai y giramos a la izquierda de ahí, seguimos recorriendo lentamente
las calles, ambos estamos callados, dirigí mi mirada hacia Koizumi, ella miraba
hacia un lado evitando el verme al rostro, el silencio seguía, normalmente no
se está tan callado cerca de ella, pero por alguna razón, no habla.
-¿Koizumi-sama?
-Sora… solo “Koizumi” está bien, después de
todo… somos amigos.
-Koizumi, ¿Sigues cansada?
-No, ya estoy bien.
-Eso es bueno.
Ella
se detiene cuando falta unos cuantos metros hasta mi casa, me giro hacia ella y
me hace una seña con la mano para que me acerque, voy hacia ella.
-Agáchate un poco.- Me dijo.
-¿Eh?
-Solo hazlo.
Me
incliné un poco y doble levemente las rodillas para ponerme a su altura, ella
empieza a revisar mi cabello hasta que saca algo de ahí.
-Listo.
Me
levante.
-¿Qué pasa?
-Tenías esto.
Entre
sus dedos tenía un pétalo, uno de aquel árbol de cerezo, ella tenía una gran
sonrisa en su rostro y sus ojos cerrados, su expresión, no sé cómo ponerlo en
palabras, pero si hay algunas parecidas en mi idioma diría que es… “Hermosa”,
aunque eso es poco.
La amistad es una de las relaciones interpersonales más
comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida, yo nunca la
experimenté, hasta ahora, tener amigos se siente bien, mi primera amiga Koizumi
Fumina, ella me consideraba un amigo incluso antes de que yo lo supiera, mi
segunda amiga Akasaka Megumi, yo pensé que nuestra relación solo era de
“Cliente-Vendedor”, no sabía ni imaginaba que ella me considerara más que eso,
ellas provocaron en mí una extraña sensación de felicidad, una sonrisa, algo
que jamás experimente, es un buen sentimiento.
Koizumi y yo llegamos hasta el frente de mi casa.
-Sora, nos vemos
mañana.
-Sí, nos vemos
mañana.
Ella me saluda con la mano y se va caminando. Hay algo que
está llegando a mi mente, estoy recordando algo, cierto, esta mañana Nii-san
dijo: “Sí, no te quitaré a tu novia.”, debo aclarar
ese malentendido, ella no es mi novia, es mí preciada amiga.
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