Capítulo 9
Vinculo Sanguíneo
24 de diciembre, hoy después
de tanto tiempo, volví a este lugar con los dioses, aunque… esta algo diferente
a como recordaba, es más pequeño, los tronos están en mal estado y…
-¿Quiénes son ustedes?- Dije.
Frente a mí, había varios
niños que parecían ser de primaria, pero su ropa era algo peculiar, era similar
a la de los dioses.
-Soy yo, Zeus.- Dice el niño de en frente de
todos.
Su ropa sin duda es la de
Zeus, pero su cabello es lacio, largo hasta los hombros y de color negro, sus
ojos eran azul claro, casi blanco, eso era parecido a Zeus.
-¿Zeus?, pero… eres un niño, no, más bien
todos son niños ¿Qué les paso?
-Hubo problemas con un dios loco, destruyo
todo Asgard y jugo con el espacio-tiempo y terminamos así, no te preocupes, no
es asunto que te incumba, nosotros nos las arreglaremos.
Estoy impactado, no por su
aspecto, no por su infantil voz, no por su rara ropa ni el hecho de que su
aspecto sea tan raro en sí, estoy impactado porque…
-¡¿Ustedes hicieron algo que no es solo
mirar?!
-¡No te burles de nosotros!- ¿Quién dijo
eso?, fue la voz de una muy pequeña niña.
Su estatura es casi como la de
Tsukino y su ropa es muy rara, su cabello color carmesí y lleva un largo bastón
mucho más alto que ella, ¿Ella es…?
-¡¿Brigid?!
-Si soy yo, ¿Algún problema?
Es imposible, sus enormes
pechos desaparecieron hasta aplanarse, su rostro de niñita, su pequeña altura,
sus grandes ojos y pequeñas manos, es hermosa, ella ya no es una diosa del
fuego, ella es la diosa de la lolis.
-¡Pero que perfección de loli! ¿Puedo
abrazarte?- No pude resistir la tentación.
-¡Ha-Hazlo si quieres! ¡No es que quisiera
que me abraces ni nada!
-¡Y además es Tsundere!
-Oye a quien le dice Tsun-
Antes de que terminara de
hablar me agache y la abrace sin poder resistirme más la tentación, solo verla
no es suficiente, mientras la abrazo fuertemente acaricio su cabeza con mi mano
derecha y luego la abrazo con ambas
manos, ella responde abrazándome también.
-¡No lo malinterpretes! Solo que la pelea
anterior me asusto mucho.- Es muy Tsundere, aunque no parece mentir con lo último.
-Sí, sí.
-Oye, y ¿Por qué eso de abrazarme tan de
repente?
-No pude resistirme te vez muy linda así.
-Gracias.- Dejo de abrazarla y me levanto.
-*Tos* A lo que viniste por favor.- Dice el
“Shota Zeus”
-Cierto, cierto, te quería preguntar sobre
Lucifer.
-¿Lucifer? ¿Ese tipo?, ¿Quién te hablo de él?
-Bueno… el Shinigami y Azazel.
-¿Azazel? ¿Viste a Azazel?
-Sí, lo mate.
-¡¿Mataste a Azazel?!
-Sí, ahora dime sobre Lucifer y háblame sobre
el porqué de estos ataques.
-Lucifer es quien domina al mundo demoniaco,
ahí se encuentran demonios, dioses caídos, dioses malvados, se “alojan” los
Ángeles caídos, dioses demoniacos y bestias. Lucifer es quien manda en todas
esas facciones aunque no es el más fuerte de ellos, no sé muy bien como
describir su aspecto ya que nunca nos vimos.
-Y háblame de los ataques.
-Bueno… no quería decírtelo pero es por ti.
-¿Por mí?
-La fuente de poder de Suzaku, eso es lo que
buscan, ¿Acaso crees que la mayor parte de los ataques son cerca de ti por
casualidad?, y además… ellos ya tienen a alguien con sangre de Suzaku.
-¡¿Qué?! ¡¿Sangre de Suzaku?!, ¡Pero no había
nadie alrededor cuando el exploto aquella vez!
-Eso es lo que tú crees, pero… tu madre estaba
embarazada de nueve meses, ese día el bebé estaba naciendo y cuando ella… ya
sabes, el bebé pudo sobrevivir gracias a la sangre de Suzaku que absorbió,
tienes una hermana de sangre, más que eso una hermana de tu misma sangre humana
y bestia.
-¡He-Hermana!
-Sí, y el mundo demoniaco se percató
enseguida de ello y la envió allá, ella fue criada por demonios y bestias
durante trece años, pero aun no alcanza tu fuerza, además de eso nuestra
informante dijo se rumoreaba que Azazel había muerto hace casi un día y decían
que probablemente la enviarían a ella a por ti, se le conoce como “Fénix
blanco” debido a un imperfecto en la forma de Suzaku y sus plumas de color
blanco, su nombre real se conservó, Yagami Shiro.
-Yagami… Shiro…- El nombre de mi hermana de
sangre, criada por demonios.
-Debido a que mataste a Azazel podría ser que
ella en verdad valla a buscarte.
-¿Me matara?
-Eres inmortal, claro mientras tengas tu
poder.
-¿Me quitaran mi poder?
-Con la fuerza de esos demonios es posible.
No sé
cómo reaccionar, muchas emociones se juntan en mí, confusión, miedo, no,
terror, dolor, angustia. Mis piel esta pálida, mis manos y piernas tiemblan,
empiezo a sudar mucho, estoy exaltado e impactado.
-Yagami Yuki.- Brigid me habla mientras tira
de mi camiseta.
-…
-Tranquilízate, todo estará bien, no te
pasara nada.
-Eh gracias, ya me he calmado un poco.
-¿Estas asustado?- Dice Zeus.
-Un poco, ¿Qué debería hacer? ¿Puedes ponerme
en contacto con tu informante?
-Lo lamento, pero ella me dijo que no te diga
nada sobre ella.
-Bien, ahora me iré, necesito pensar un rato
en algunas cosas y además tengo que comprarles un regalo de navidad a las
chicas.
-Mmm… extraño a santa.- Dice Brigid.
-¡¿Santa Claus existe?!
-Murió hace como quinientos años.
-Eh… bueno… adiós.
…
Desperté,
camino hacia abajo y no encuentro a nadie, tampoco están durmiendo, ¿A dónde
habrán ido?
-Bueno, yo también debería ir a comprar algo.
Salgo
hacia la ciudad, aún en construcción, hasta una sección comercial de esta la
cual no está muy destruida y las tiendas están abiertas.
-Ah… ¿Qué debería comprar?- Dije mientras
miraba hacia arriba a un robot constructor.
-Kya~.- Una voz casi inaudible deja salir un
pequeño “Grito”
Alguien
choco contra mi pecho y calló al suelo. Cuando miro hacia abajo veo a una
pequeña niña de piel pálida con cabello largo y blanco, llevaba puesto algo
parecido a un traje de hada color azul oscuro, sus ojos eran de color blanco,
eso es un poco raro, pero al ver su bastón caído a su lado me percato de que
ella es ciega.
-¡Lo lamento!, ¡Discúlpame!, ¡Déjame
ayudarte!- Tomo su pequeña y fría mano izquierda y la levanto.
-No es nada, gracias.- Su fría voz y tono sin
expresión me hace recordar a las tres “Kuudere” de mi casa.
-¡Por favor discúlpame! ¡Fue mi error! ¡No
miraba por donde iba!- Me inclino hacia ella sin darme cuenta que probablemente
no puede verme.
-Está bien, no es nada.
-Me alegro que estés bien.
-Tu tono suena algo raro, ¿Qué te sucede?
-Es solo que… me han pasado algunas cosas.
-Ah… lo lamento no quise preguntar, déjame
presentarme, yo soy Yagami Shiro, un gusto.
¡¿Qué?!
¡¿Cómo puede ser?! ¡¿Es casualidad?! Ese nombre… ¡¿Acaso es una coincidencia?!
-Yagami… Shiro…- Dije con un poco de miedo.
-Si.- Ella extiende su mano y yo la tomo.
-Yo soy…
-Ya lo sé… Nii-san.- Ella se acerca a mí y me
dice eso al oído.
Una
terrorífica sonrisa enorme recorre su rostro, mi pecho empieza a doler, algo me
golpeo, al mirar hacia abajo veo que su bastón se volvió filoso y me lo clavo
en el pecho, así que es ella, mi hermana menor con doble vinculo de sangre, es
aterradora, ¿Se estrelló conmigo apropósito? ¿Sabía que era yo? ¿Cómo? ¿Qué no
es ciega?
-Así que tu… ¿Eres mi hermana?
-Así es, soy tu hermanita Nii-san, ahora ¿Qué
debo hacer contigo?- Dice mientras mueve el bastón dentro de mí.
-¿Q-Que quieres decir?- Dije mientras escupía
sangre.
-Es obvio que no morirás, y no tengo el sello
para quitarte tus poderes, pero ya que me conoces debería hacer algo con tu
cuerpo o esparcir tus cenizas.
La
malvada sonrisa en su cara junto con la sangre que salpico en su blanco rostro
es más aterrador que todas las bestias, demonios y Ángeles caídos, no, esa
expresión en ese lindo rostro es lo más aterrador que vi en mi vida.
-Shiro.
-¿Eh?
Aun
con el bastón de Shiro en mi pecho la abrace fuertemente, su bastón se
enterraba cada vez más en mi pecho y el dolor aumentaba, me atravesó, Shiro se
veía confundida con mi abrazo, esa sonrisa sádica se fue y su rostro se veía
totalmente inocente.
-¿Qué haces?- Me preguntó.
-Abrazo a mi linda hermana menor.
-Nii-san…
Empecé
a caer por sus brazos hasta el suelo y caí desmayado.
…
-¡Onii-chan!, ¡Onii-chan!, ¡Despierta!
Esa
voz.
-¡Onii-chan!
-¡¡SHIRO!!
De
repente me levante de la suave cama de hospital en la que me encontraba,
Tsukino, Yumeko, Nana, Rin-san y Haruka estaban ahí.
-¿Shiro?- Dice Haruka.
-No importa… yo ¿Morí?
-Afortunadamente no.- Dice la enfermera, la
cual es la misma que me atendió cuando morí en el edificio.
-Debe ser verdad, no recuerdo haber olvidado
nada.- Luego me doy cuenta de lo estúpido que sonó eso.
-Al parecer sobreviviste por tu rápida
regeneración y fuerte resistencia.
-Creo que más bien fue suerte, oigan ¿No
vieron a una niña de unos trece años con cabello y ojos blancos? Llevaba un
traje raro color negro.
-El lolicon ya está preguntando por niñas…-
Dice Rin-san.
-¡No es eso!, es que ella… es mi hermana
menor.
-¡¿Hermana menor?!- Dice Haruka.
-Bueno…- Les conté sobre la charla con Zeus y
lo de Shiro.
-Así que tienes una hermana eh…- Dice Yumeko.
-¿Cómo era?- Dijo Nana.
-Ya les dije, ojos y cabello blancos, ropa
negra rara, un bastón, ella es ciega, creo y es bastante linda.
-Eh… tu hermana menor de sangre es linda eh…-
Dice Haruka con una cara deprimida.
-Ahora pasó de lolicon a siscon.- Dice
Rin-san.
-Ya deja de decir esas cosas Rin-san.
-¿Cuál era su nombre?- Dice Tsukino sin
mirarme a la cara.
-Yagami Shiro.
-Yagami… Shiro… ella…
-¿La conoces?
-Bueno…- Ella duda por un momento.- No, no la
conozco.
-Bien, ¿Nos vamos?- Dije.
Enseguida volvimos a casa y nos sentamos en el
kotatsu. Luego de hablar un rato veo a Tsukino levantarse, yo me levanto y voy
tras ella, hay algo que quiero preguntarle, la sigo por el pasillo hasta llegar
enfrente de la escalera.
-Hey, Tsukino.
-¿Yuki? ¿Qué pasa?
-Bueno… nosotros dos… ¿Éramos novios?
-Me lastima que hables en tiempo pasado, pero
si, ¿Lo recordaste?
-Bueno… no, solo era una sospecha.
-Yuki…
-¿Qué pasa?
-¿Podríamos seguir siendo novios?
-Este…- No tengo idea de que decir.
Es
cierto que ella es linda y tiene todas las cualidades que me gustan en una
chica, pero la verdad no sé cuáles son mis sentimientos hacia ella.
-Respóndeme, por favor.
-Lo siento… estoy confundido y no sé qué
pensar, eres linda, pero realmente no sé cómo me siento.- Dije sinceramente.
-¿Por qué?... dime, ¡Dime! ¡¿De que sirvió
hablar día y noche?! ¡¿De que sirvió que me dijeras cosas lindas?! ¡Dime de que
sirvió si tu ibas a olvidar todo de un día para el otro!- Dijo eso mientras
lloraba apoyada en mi pecho golpeándolo.
-Tsukino…
-Sé que no fue tu culpa, sé que no querías
olvidarme, eso lo sé, pero aun así duele.
-Tsukino yo...
Moví
mis brazos para abrazarla pero ella los golpea alejándolos.
-No me abraces, si ya no me amas no me
abraces, solo aumentaras el dolor que siento.
Su
rostro de dolor, sus lágrimas, la manera en que me gritaba y el temblar de sus
piernas. Son cosas que nunca iba a olvidar, ella se va hacia su habitación, o
al menos eso creo, yo me quedo parado en el pasillo al lado de la escalera,
estoy llorando, no sé por qué, pero estoy llorando, ¿Abra sido por ver su
rostro?, no, creo que es algo mas además de eso.
“Duele”,
esas palabras salir de su boca hace que también me duela a mí. Tsukino, no es
eso, lo que quería decir… lo que yo iba a decir era… que todavía te amo.
-¡Onii-chan!, ¡Nosotras saldremos, ya
volvemos, quédate con Tsukino!- Haruka me grita dese la sala.
El
sonido de la puerta cerrándose da a entender de que ellas ya se fueron, pero
las pisadas detrás de mi dicen que aún queda alguien.
-Nii-san~ te encontré.
Su
suave voz y tono sádico hacen que me dé cuenta de quién es, pero no voltee,
ella me atraviesa con su bastón, no me interesa, no me duele, solo puedo pensar
en ella.
La
sangre recorre mi torso hasta caer al suelo, Shiro se queda quieta, de seguro
está pensando en por que no reacciono, la verdad ni siquiera yo lo sé, solo
siento que si pudiera morir, en este momento no me molestaría hacerlo.
-Nii-san, ¿Qué sucede? ¿Ya te rendiste?
-¿Puedes matarme?
-¿Eh?
-Hazlo, te lo agradecería.
-¿A qué te refieres?
-¿Traes el sello? ¿Me quitaras mis poderes?
¿Me mataras?, ¡Tan solo mátame de una vez! ¡Ya no me interesa! ¡Quítame mis
poderes! ¡¡MÁTAME!!
Por
alguna razón caí en llanto, el motivo era casi obvio, pero yo no me daba
cuenta, Takahashi Tsukino, perdí todo recuerdo de ella, no la conocía, pero la
amaba, no, la amo, mis recuerdos cambiaron, pero al parecer mis sentimientos
no, el verla sufrir me hace sufrir también. Luego de perder mis recuerdos de
ella, ella se encontraba ahí, llorando
por mí, no sabía quién era, pero cuando la vi pensé: “Ella es la chica más
linda que he visto”, luego de conocerla de nuevo me enamore de ella otra vez,
pero no me había dado cuenta.
-Nii-san, eres aburrido, me dijeron que
darías una buena pelea, no será divertido matarte así de fácil.
-¿No querías matarme? Hazlo.
-Aun no traigo el sello conmigo, ¿Qué tal
mañana?
-Estaría bien.
Se
podría decir que estamos preparando una “Cita de muerte” para mañana.
-Tsukino… yo aún te amo.- Pensé en voz alta.
-¿Tsukino? Ese nombre…
Shiro
quito su espada de mi torso y caí al suelo. Pasos apresurados se escuchaban
desde el piso de arriba.
-¡Yuki!- Un fuerte grito de Tsukino venia de
las escaleras.
-¿Esa voz?- Dijo Shiro.
-¡Yuki!, ¡¿Estas bien?! ¡Respóndeme!, ¡Por
favor!- Ella sujeta mi rostro manchado de la sangre del piso y lo acerca al
suyo.
-¡Ah…
Tsuki-chan!- ¿Tsuki-chan? ¿Acaso se conocen?
-¡Tu! ¡Shiro! ¡Aléjate de él!
-De todas maneras no morirá así que ya me
estaba yendo, es bueno verte que otra vez Tsuki-chan o tengo que decirte
“Cuñada” ahora.
-¡Ya lárgate!
Yo aún
no puedo levantarme, pero escucho unos pasos provenientes de Shiro que se va
por las escaleras y sale por la ventana del segundo piso.
Cierro
mis ojos y Tsukino mueve un poco mi cuerpo, mi cabeza está en un lugar suave y
muy cómodo, una gota que cae sobre mi cara hace que habrá los ojos, al abrirlos
veo a Tsukino con su rostro justo encima de mi llorando, al parecer mi cabeza
está en su regazo, es cálido y cómodo.
-Yuki, lo siento, te dije cosas horribles,
solo pensaba en mi misma y no tome en cuenta lo que sentías, soy una
insensible, no merezco estar a tu lado, me alejare de tu vida y te dejare
tranquilo, lo prometo.- Dice entre sollozos.
Me
levanto y me acerco a ella, su rostro está cerca del mío y puedo sentir su
acelerada respiración, la bese.
-Si te alejas, no te alejarías de mi vida, yo
ya no tendría vida y si te vas estaré todo lo contrario a tranquilo, pero si te
quedas a mi lado… seré la persona más feliz.
-Yuki…
-¿Sabes que es lo único bueno desde que morí
aquella vez?
-¿Qué es?
-Que pude enamorarme de ti por segunda vez.
-¡Yuki!
Ambos
caímos en llanto y nos abrazamos, luego nos dimos un largo y hermoso beso,
aproximadamente 5 minutos de largo, sus suaves labios junto a los míos se
sienten tan bien y también tan nostálgicos, aunque por alguna razón tengo una
extraña sensación de Déjà vu.
-Yuki, ven vamos a mi habitación.
-¿Eh? ¡¿Qué?! Bueno… ¡Esto es demasiado
rápido! Yo…
-¡¿Eh?! ¡¿Qué estás pensando?! ¡Solo voy a
curar tus heridas!
-Oh… bien.
Nos
dirigimos a la habitación de Tsukino, es la primera vez que entro a ella.
-Quítate la camisa.
-Ah… si, ya me la quito.- Empiezo a quitarme
la camisa llena de sangre y la dejo en el suelo.
-Acuéstate en la cama.
-Pero la manchare de sangre.
-No importa.
Me
acuesto boca arriba en la cama y Tsukino se sienta encima de mi cintura.
-Pensé que no íbamos a hacer esto.
-¡No malinterpretes la situación!, ¡Ya de por
si es muy pervertida!- Al menos lo admitió.
-Y… ¿Qué vas a hacer?
-Magia de curación.
-¡¿Magia?! ¡¿Haces magia?!
-Estuve preguntándole a Rin sobre magia y
dijo que poseo mucha y que mi cualidad se especializaría en magia de curación
así que me enseñó a hacerla.
-Y… ¿Cómo le tienes que hacer?
-Me concentro en la herida, la imagino curada
y empiezo a acariciar la herida con mi dedo.
-Eso suena un poco…
Lo de
acariciar mi torso desnudo con su dedo suena algo… erótico, claro no iba a
decírselo. Cierro mis ojos y ella empieza a acariciar suavemente el agujero que
hay en mi torso, aunque hace un poco de cosquillas duele.
-¡Duele!
-Lo siento.
Desde
hace rato su actitud cambio, usualmente es fría y reservada, parece no tener
sentimientos, pero ahora es frágil y sensible, parece otra persona.
-Ya está.
Cuando
vi donde estaba la herida, había sanado.
-¡Wow! ¡Increíble!
El
estruendo de la puerta de la habitación golpeando con la pared hace eco en toda
la casa. Haruka, Nana, Yumeko y Rin-san están paradas tras la puerta.
-¡¡DEJEN DE HACER ESO EN LA CASA!! ¡¡ES
INDECENTE!!- El grito de Haruka se escucha en toda la ciudad, aun en
reconstrucción.
-Yagami-sama… nunca pensé que llegaría tan
lejos con una chica.
-¡Oye! ¡Retira eso!- Le dije a Rin-san.
-Yuki-Oniichan… ¿Eso significa que me
rechazaste?
-Se cómo te sientes Nana-san.- Dice Yumeko.
-Solo le curaba unas heridas no es nada
indecente.- Dice Tsukino
-¡¿Cómo curas heridas de esa forma?!-
Preguntó Haruka.
-Rin me enseño, ¿Verdad Rin?
-No sé de qué hablas.- Dice Rin-san
-¡No finjas!
-Cómo puedes tu Onii-chan hacer esto mientras
nosotras nos esforzamos buscándote un regalo de navidad en esta ciudad
destrozada, se justo con todas.
-Quieres decir… ¿Un harem?
-¡No
tendrás un harem tu solo me necesitas a mí!- Como diablos hacen para hablar
al mismo tiempo.
Mi
cabeza da vueltas de lo confundido que estoy. Pero tengo que concentrarme en
otra cosa, hoy es noche buena y mañana será mejor que asista a esa “Cita” con
Shiro.
-Miren, nieve.- Dice Haruka luego de calmarse
un poco.
-¿Qué?
Mire
por la ventana y se veía nieve caer del cielo, esta será una blanca navidad,
creo que así se le llamaba, pero la nieve no me cae tan bien ya que aquel
extraño día de verano, estaba nevando.
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