Bueno, aquí PROMOTION GAME... (Pss, intentaré hacer un especial para la próxima).
Promotion Game 09 | Realidad
Parte 1
Señor, tu instrumento se
arrodilla frente a tu altar en busca de la luz que emana tu sabiduría. Ruego
porque me permitas regocijarme en tu gloria otra vez... Mi señor...
¿Qué? ¿Qué es esto que siento de
pronto? Ah, esta luz cálida que me envuelve, mi señor ¿Me has escogido otra
vez?
—Isaac— escucho. Esas voces en mi
cabeza, retumban... Me hacen gemir de una manera extraña ¿Es este el paraíso mi
señor? Un enorme campo blanco, sin cielo ni tierra... Sin viento... Esto no
tiene defectos... Es un espacio puro, una luz sobre la que puedo caminar...
—Isaac— vuelvo a escuchar. — ¿Si
mi señor?— respondo devotamente.
—No soy tu señor, obsérvame bien
y obsérvate bien tú mismo, no eres digno de su presencia.
Esfuerzo mi vista... En ese
infinito espacio en blanco apenas puedo distinguir a un hombre hecho de luz.
—Yo soy Miguel, emisario de los
cielos. Ya nos hemos visto antes, pero aquella vez te desmayaste.
—Santísimo ángel Miguel, me
arrodillo ante tu presencia pues en representación de mi Dios vienes.
—Solo le rendirás pleitesía al
padre, Isaac, yo solo soy un mensajero.
—Dígame por favor que mensaje de
mi señor trae a este ser nacido en un mundo tan podrido...
¿Qué es esta presión que siento?
—El día del juicio de los hombres
se acerca—.
¡Qué! ¡Ah llegado ya!
—Ja ja ja ja... ¡Al fin Dios
ahogará las almas pecadoras! ¡Al fin este mundo será purgado! ¡El final! ¡MI
SEÑOR PURGARÁ ESTE MUNDO AL FIN!
—Isaac.
— ¿Si señor Miguel?— dije
entusiasmado.
— ¿Preguntaste si este era el
paraíso?
—Lo hice señor... Qué
reconfortante pureza tiene este ¿Lugar?
—Esta es una realidad base...
Pero los humanos pueden interpretarlo como un paraíso.
—No lo entiendo señor...
—Tu devoción ha llevado tu
conciencia al un estado de éxtasis. Tu conciencia a sobrepasado tu realidad...
Has llegado a este plano cuyo rol no se te será revelado aun... y Dios reconoce
este mérito... Tú serás una pieza clave en la última guerra.
—Qué honor— limpié mis
lágrimas... He sido testigo de la voluntad de mi señor... ¿He? Unas marañas
negras comienzan a manchar la perfección de este sacro lugar... ¡Qué sucede!
—Isaac Roland... Los demonios
quieren levantar su puño contra nuestro padre...
***
—Ágata, estás vistiéndote
diferente ¿El bobo de mi hermano te dijo algo? Tus piernas son muy largas, no
solías cubrirlas tanto en las pocas veces que nos hemos visto.
—Al contrario— suspiró.
— ¿Eeeeh? Si me lo preguntas un
muchacho de la edad de Segismundo estaría babeando por una chica mayor— infló
las mejillas— ese chico siempre ha sido rarito.
—Ja ja... Eres graciosa, Helena,
me alegra que tú hayas decidido llevarte bien conmigo.
Agrat (Ágata para los
desentendidos) y Helena Cortés caminaban haciendo compras un par de días después
del despertar de Segismundo.
—Yo solía pensar que cuando Segismundo
tuviera una novia, y no fuera una chica que yo le haya presentado, le haría la
vida imposible...
—Eso me pone en una situación
complicada... Ja ja
—Puedo ser un auténtico demonio
cuándo me lo propongo... Ja ja— arrugando el rostro.
—Bueno yo tengo que limarme los
cuernos de vez en cuando ja ja.
—No podría hacer mucho, eres
mayor que yo de todos modos.
—¿De verdad se complican tanto
con lo de la edad?— preguntó Agrat intentando mantener la risa en su rostro.
—Jaaa— suspiró Helena. —Es
completamente normal enamorarse sin pensar en la edad y esas cosas. El problema
es que él está en la escuela y tú no, están en etapas diferentes de sus
vidas... Si tuvieras diecisiete y él catorce no habría tanto escándalo... Si,
lo digo por mamá...
— ¿Tú crees que la reacción de tu
madre es exagerada? La verdad una vez tuve un paseo con tu hermano... Y yo...
Me sentí tan pequeña a su lado... ¿Eh? ¿Por qué me miras así?
— ¡NO HABLES DE ÉL COMO SI FUERA
UN GALÁN!
—Vale, vale...
Helena afiló los ojos...
—De acuerdo, te contaré esto...
Pero no lo divulgues... Solo te lo contaré para que entiendas a mamá... Yo, me
siento terrible por el golpe que te dio.
—Ya lo había olvidado... Aquí
todos dicen que las suegras son un problema... Ja ja.
—¿Uh? ¡Aaaah! — Helena pegó un
brinco hacia atrás. — Claro ¡Eres extranjera!
—Uh... Pues, si lo soy. Olvidé
mencionarlo, supongo— Agrat sacó la lengua.
Helena ponía rígido el cuerpo.
—Segismundo... Él es un... Quién lo diría... Bueno— suspiró—. Te lo contaré.
Agrat y Helena entraron juntas a
una cafetería, El Sol estaba en su punto más alto en el cielo, y su luz se
escurría por todas las ventanas de la ciudad.
***
¿Dónde estoy? Es la tercera vez
que despierto y solo veo una cortina blanca... Joder, no me quiero desmayar
otra vez. ¿Estoy en un hospital? Claro, estoy en un hospital, tengo cables
raros en el cuerpo y esta cosa en la garganta... Sí... Tan solo debo alcanzar
alguna cosa para llamar la atención de algún enfermero... Demonios...
¿Demonios? Ah, ya recuerdo... Ese maldito Belial. Chiharu... ¿Dónde estás? Yo
no he tenido a nadie, solo a tí... Te necesito ¿Dónde estás?
Flaf.
Alguien se asoma por la cortina,
pero si es Arnett... Pequeña... Ayúdame, no... No te vayas... Volveré a
desmayarme... No te vayas...
***
— ¿Por qué lo hiciste, Azashel?
Yo confiaba en tí...
— ¿Ya no es así?
En la cama de un hospital, una
señorita de cabello negro hablaba con un corpulento hombre enmascarado que se
distraía con un video juego portátil.
—Casi me asesinas... Yo, te odio.
Azazel rió sin dejar su juego. —Mía,
pequeña Mía... Yo tuve que hacerlo, tuve mucho cuidado al hacer esto... Ninguno
de tus órganos tiene secuelas... Los demonios propusieron que debía hacer esto
luego del emparejamiento. Es parte del Promotion Game.
— ¿Qué cosa? ¿Intentar matarme?
—Inducirte un estado de coma para
ser precisos— pausó el juego e hizo anotaciones en un cuaderno, luego siguió
hablando. —En un estado de coma, la gente como tú desarrolla su potencial.
— ¿La gente como yo? No entiendo
nada... Solo shé que en cuanto recupere bien mi equilibrio te patearé tan
duro...
—Mia ¿Ves lo que tengo aquí?
—Es una M3DS, para jugar ridiculeces.
//Nota de MMB: Si mis niños, ©M3DS//
—Ahora que has despertado podrás
comprenderlo... En este videojuego el personaje "A" es un ente basal.
¿Ves? El juego me da 20 puntos para repartir entre su fuerza, inteligencia,
agilidad... Y este botón los reparte al azar.
—Ese shistema RPG es muy
trillado... Aun espero que te disculpes... ¡Casi muero, maldición!
Azazel tosió. —Este personaje
ganará puntos con cada cosa que yo haga... Irá mejorando... Además si los
puntos de vida llegan a cero... el desaparece. Pero puedo regresar al archivo
de guardado y empezar desde el último punto que guardé... Este juego tiene
distintos finales... Y muchas acciones, así como leyes.
—No te entiendo.
—Escúchame Mía... ¿Si en vez de
fuerza, inteligencia y agilidad hubieran miles de características? ¿Si los
puntos a distribuir incluyeran millonésimas partes de una unidad? ¿Si en vez de
saltar o atacar pudiera levantar una piedra, investigar, dormir? ¿Si las leyes
de "solo moverse un cuadro por turno" fueran gravedad, inercia e infinitas
variables?
<<¿Qué? Estas cosas tan
complicadas tienen sentido... ¿Desde cuándo le veo forma a estas cosas tan
complicadas? Acaso él se refiere a...>>
—En este cuaderno tengo anotada
gran parte del código del juego... Simplificándolo es una sucesión enorme de 0
y 1... Los humanos tienen un interesante concepto de las cosas y miden usando
numerales... Es sumamente genial. Ahora... —afiló la mirada— ¿Recuerdas lo que
te dije sobre romper leyes?
—Azashel... Tú... No sé bien
porque pero lo que dices me comienza a aterrar...
—Si reemplazo parte de la
sucesión de ceros y unos, el personaje "A" sube de nivel más rápido,
aprende cosas nuevas incluso se vuelve indestructible... ¿Recuerdas que dos
objetos no pueden estar en el mismo lugar al mismo tiempo?— le dio un puñetazo
a Mía pero su puño la atravesó sin causarle daño alguno. —Todo acto que rompa
las leyes naturales, la magia, es reemplazar parte del código. Ahora lo ves, mi
mano está dentro de ti...
Mía arrugó la cara —Sean demonios
o humanos los hombres son siempre dicen cosas inapropiadas.
Azashel quitó la mano y
prosiguió. —A lo que me refería era que...
—Entiendo. Al parecer somos como
ese pequeño juego, pero con muchas más variables y automatizaciones...
—Entonces Mía, ahora que has
despertado...
— ¿Con despertar te refieres a
esa extraña sensación que tuve en ese "tiempo a solas"?
—Sí. Ahora que tu mente está
dispuesta abrirse ¿Te gustaría aprender a romper un poco las reglas?
Parte 2
Oh rayos ¡Oh rayos! Esos
asquerosos demonios quieren contaminar el paraíso... Esas criaturas
despreciables, abiertamente ajenas a mi señor... ¿Qué debo hacer? Ángel Miguel,
aparece por favor... Estoy tan furioso... Señor perdóname por incurrir en la
ira.
—Conque así siente vivir en la
tierra...
¿Esa voz? Hay un intruso en la
parroquia... Imposible, yo mismo cerré bien las puertas.
¿Uh? Esferas de luz flotan en el
aire.
Fiuush
Todas se juntan... ¡Ah! ¡Un
hombre alto y desnudo ha aparecido del fulgor!
—Vaya... El frío es interesante.
— ¿Quién eres?— le pregunté a ese
hombre de cabello largo y mirada perfeccionista... Observaba mi ropa... ¿Qué?
De alguna manera un atuendo igual al mío aparece sobre su cuerpo...
—Soy Miguel, el emisario de
nuestro padre.
— ¡Es verdad! ¡Qué honor!—puedo
sentirlo, es tan extraordinario...
—Eres muy escandaloso, Isaac
Roland. Escúchame bien— me decía rascándose los oídos— mi padre me ha enviado
para un reconocimiento... Así que voy a necesitar de tu ayuda durante un
tiempo.
Ese hombre es el ángel Miguel
encarnado... Genial, su porte alto, su lacio cabello negro que cae por su
frente... Él es imponente...
— ¿Qué sucede, Isaac? ¿Qué es esa
cháchara?— interrumpió el viejo padre Gonzalo, encargado de aquella parroquia.
—Verá padre él es...
— ¿Te causo alguna molestia,
anciano?
— ¿Quién es usted? Por su ropa
deduzco que es un sacerdote...
—Exactamente. Voy a quedarme
aquí.
¿Qué es este sentimiento tan
extraño? La mirada de mi señor Miguel es tan fría... Como si fuera un cadáver.
El padre Gonzalo, es un inepto, pero ahora su cara es como la de una cobra
mostrando los colmillos...
—Isaac, voy a salir... Con
permiso padre Gonzalo— dijo dando media vuelta... Mi señor ¿Cuál es el papel
que tengo en tu divino plan?
***
Sobre la mesa de un restaurante,
Helena Cortés removía con la cuchara el café que había ordenado poco antes.
Agrat estaba sentada en frente, algo avergonzada...
—Ágata, esto ocurrió hace muchos
años.. Cuando yo era pequeña y Segismundo entró apenas entró a la primaria.
Segismundo siempre ha sido un optimista, al menos lo recuerdo así... El siempre
estaba jugando, haciéndome bromas y quitándole la paciencia a mamá... Fue el
segundo semestre en la primaria, según una compañera de clases que lo vio todo...
Unos niños apredeaban a una paloma herida en un patio de la escuela...
Segismundo era un potencial bravucón entonces, así que los golpeó... No pasaría
de una rencilla infantil...
—Segismundo usando la
violencia... Es tan extraño.
—Lo sé— dio un sorbo— es extraño
ahora... Al día siguiente caminaba por el jardín derecho de la escuela en la
que estábamos... Un par de muchachos mayores que él lo golpeaban en el suelo...
Fui a defenderlo y también me golpearon... Cuando pudimos ponernos de pie nos
arrastramos a la oficina de dirección... Los niños esos solo fueron regañados—
las lágrimas caian sin que gimoteara— lo volvieron a golpear... Eran hermanos
de esos de esos mocosos. La niña que lo vio todo me contó lo de mi hermano, yo
iba por él para regresar juntos a casa... Él...— Agrat afiló la mirada... —
cambió mucho.
—No le prestes atención a las
reacciones que haga a partir de este punto, Helena, amo a tu hermano... Es
normal que esto me conmueva un poco... Así que no te alteres por alguna
reacción extraña...
—Está bien... Como te decía,
Segismundo pasó a ser una especie de fantasma... Él solo caminaba sin hacer el
menor ruido... La niña de su escuela decía que él intentaba hablar con esos
chicos... Ella me detenía antes de entrar y me contaba lo que sucedía. Quería
convencerlos de que lo que habían hecho era algo malo. Ágata, tu rostro luce
muy tenso...
—Solo no prestes atención... Te
escucho atentamente.
<< ¿Qué pasa contigo Ágata?
Tu rostro es... ¿Acaso tú quieres golpear a esos niños? Me da un poco de ¿Miedo?>>
—Aveces el volvía golpeado... No
se quejaba. Después de unas semanas lo vi jugar con esa pequeña y así poco a
poco volvía a reírse... Pero cuando nadie lo está viendo el es como un hombre
de piedra... Aveces creo que todo es una mentira... ¿Qué tanto puede marcar eso
a un niño? No sé si lo has notado, Ágata, a mi madre le afectó mucho el cambio
de mi hermano... Y ahora apareces tú, una chica mayor de edad de la que no sabíamos
nada, y nos enteramos en un hospital luego de un terrible accidente.
<<Es una historia
interesante... Pero ese hombre de cabello largo, ese que acaba de entrar, no sé
porque, pero él tiene unas ganas tremendas de asesinar>>
***
—Oh jajaja.
¿Qué? Alguien me tocó el hombro
¡Ah pero si es Leonard! ¡Y tiene ropas de paciente!
—Hola Leonard, no tenía idea de
que estabas aquí...
Sus muñecas están vendadas...
¿Acaso tú hiciste algo estúpido?
—Bueno, no entraré en detalles,
pero ya casi estoy listo para salir a comerme el mundo ¿Y tú que haces aquí?
Segismundo Cortés.
—Es bueno oírlo, yo... Bueno yo
me golpeé la cabeza muy fuerte... Ja ja, qué torpe.
—Qué mala suerte... Justo cuando
esa mujer decide distraerse contigo ... Bueno ya habrán oportunidades en el
futuro.
—De hecho ella es formalmente m
novia.
— ...
¿Qué se supone que significa esa
reacción?
—Tú has dicho algo así con una
sonrisa de satisfacción... Quién lo diría. Ojalá tenga una amiga con sus mismo
gustos que puedas presentarme, ja ja ja.
—Dicen que un rayo no cae dos
veces en el mismo lugar...
—Soy un pararrayos si se trata de
esas cosas...
Ambos suspiramos.
—Las clases en Red High ya
comenzaron— le dije. —Supongo podemos integrarnos la semana que viene... Digo,
si has sanado hasta entonces... Mi alta es cuestión de hoy o mañana.
—Yo me voy mañana— me dijo
Leonard... Una mujer rubia y de gafas se nos acercaba, su rostro era redondo y
tímido, al parecer es una doctora. Su piel refleja un poco la luz y su cuerpo
tiene una proporción que, aunque no me gusta admitirlo, se me hace interesante.
—Hola Leonard— saludó
tímidamente, su rostro denota una especie de recentimiento y culpa... Al
parecer han tenido un pleito, debió ser grave para no abordarlo cuando esté
solo.
—Hola— me puse de pie y le ofrecí
mi mano, lo mejor será que me vaya para no meterme en más conflictos.
—Oh.. Hola— me dio la mano.
—Leonard no me dijo nada de una
hermana.
— ¿Qué? Pero si soy su mamá.
—Oh jajaja— Leonard me pegó en
las costillas levemente.
—Bueno, supongo tienen cosas de
qué platicar y yo tengo que hablar con mi doctor...
—Pues... Ya hablaremos luego...
—Sí. Hasta luego Segismundo— me
sonrió Leonard.
Me alejé lentamente pensando en
algo que percibí, pude sentir la incomodidad en Leonard y en su madre... Si
pudiera describirlo en colores, Leonard emanaba un sentimiento verde y la madre
de este soltaba algo en color rojo... Es extraño, una especie de instinto...
Además ese interes indebido que me despertó solo verla, fue algo impulsivo,
natural ¿Será eso mencionó Agrat?
Baf
Diablos, he vuelto a tropezar...
¿Qué clase de con conciencia "evolucionada" tengo? ¿Oh?
—Nos vemos otra vez, señorito
Cortés.
Es esa pequeña niña que andaba
con Leonard en el bulevar... La "pequeña Bel" ¿Qué es esta presión
que siento al ver esos pequeños ojos perdidos?
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