Ah, un saludo para los tacos de Anime de la Grasa :v revivamos el grupo papus... Si se puede.
Promotion
Game 7: En la Oscuridad Eterna
Parte 1
— ¿Cómo está tu pie hoy?— preguntó
Mijail, de pie frente a un sofá en el que se encontraba una lesionada dama de
pelo negro. La sala donde se encontraban, una sala dentro de la mansión, era un
lugar de tonos naranja y muebles de madera oscura.
—Maya dice que me quitará la venda
antes que las clases comiencen— sonrió Chiharu, no traía puesto su uniforme de
trabajo, en su lugar tenía una blusa suelta de flores y rojos vivos.
— ¿Maya? ¿La doctora que te
atendió?— preguntó apenado.
—Sí. Ella está aquí desde que
recuerdo— le sonrió de nuevo. Mijaíl volteó el rostro y vio por la ventana, un
par de chicas un poco mayores que Arnett cortaban tallos de rosas que se
juntaban al borde de un paso que conectaba la mansión y una calle aledaña. El
silencio se tornó molesto.
—Cuando el amo regrese seré
castigada...—, mencionó Chiharu, su rostro mostraba una mínima pero notoria
preocupación. Mijaíl, sobresaltado, preguntó por qué con intensidad.
—Ya deberías tener 3 días
entrenamiento y por mi torpeza solo tienes uno— contestó.
—Siempre puedo llevarte en mi
espalda—, sonrió tímidamente.
—No... Quiero decir, tenía planeado
ejercitarte conmigo para que te desarrolles óptimamente, acordé eso con el amo.
— ¿Qué tanto hubiésemos avanzado en
tres días? No es tu culpa... Estoy seguro de que...
—Tú no entiendes—, interrumpió
levantando la voz. —Él debe ser exigente y estricto ¿Tienes idea de los lugares
de donde hemos venido las chicas de aquí? El amo tiene todo el derecho porque
yo fallé...
—Tch. Al menos en los orfanatos hay
techo y comida... Yo vivía de lo que la calle me daba.
— ¿De verdad crees que eres el
único que ha tenido una vida dura?— replicó apretando los dientes, su rostro
pequeño se puso rojo.
—No, pero al menos no digo
estupideces por ese tipo de cosas, ni bajo la cabeza por un plato con comida.
— ¿Estupideces? ¿No te das cuenta
de que tienes de todo aquí y lo único que te piden a cambio es que cumplas con
lo que se te ordena?
— ¿Cómo en una jaula de oro? —,
preguntó Mijaíl, mirando directamente a los ojos de la chica.
—Tú... Eres un tonto.
Chiharu volteó hacia otro lado. Sus
cejas denotaban enojo. Cuando lo hizo, su largo cabello se ondeó suavemente y
el corazón de Mijaíl se detuvo por un momento al ver caer esas hebras sedosas y
oscuras.
—Por… Por supuesto que soy un
tonto... Mírame, discutiendo con la única chica a la que le agrado—. Busco sus
ojos y la miró firmemente, acercándose lentamente. Chiharu hizo una sonrisa
extraña, como si no quisiera sonreír, subiendo la vista. Entrecerró los ojos y
relajó la cara. Mijaíl se sorprendió ante esta reacción. Su boca se volvía un
círculo húmedo, sus labios reflejaban la luz, como esferas de vidrio sumergidas
en un lago de sangre.
Mijail dejó caer sus parpados,
acercándose cada vez más, al punto de sentir un aire tibio acariciando su boca.
Cuando sus labios se juntaron solo pudo apreciar calor y suavidad. Un par de
segundos después Chiharu comenzó a reír, como si le hubiesen contado el mejor
de los chistes.
—No eres tan torpe en todo…
— ¿Ah?
Y tomó su rostro acercándolo otra
vez. Después de unos segundos caricias oyeron unos pasos. Ambos voltearon. Una
figura magna e inexpresiva ocluía la luz que entraba por el umbral. Chiharu
abrió tanto sus ojos rasgados por la sorpresa que la piel de Mijaíl se erizó
por completo.
—¡Mi señor, mi amo, yo soy la
responsable ...! ¡Por favor...! ¡Yo respon...
Belial, señor de la mansión, se
acercó a paso firme contra Mijaíl, que lo esperaba con una cara de confusión
tan evidente que no vio lo que se acercaba a su cuerpo.
Slarg.
— ¡Noooooooo!
Chiharu gritó horrorizada. Un puñal
atravesaba el abdomen de Mijail, que apoyado en el cuerpo de su agresor
intentaba comprender lo que sucedía. Rápidamente Belial desencajó el sable que
tenía dentro del cuerpo del muchacho, manchando con sangre la alfombra. Mijail,
de pie miró con su ya borrosa vista al rostro de Belial.
Pupg.
Le escupió sangre en la cara y se
desplomó hacia un lado. Belial increíblemente no limpio su mejilla, se dio
media vuelta y se fue. Arnett entraba por otra puerta y las chicas del jardín
se abrazaron asustadas tras presenciar aquella escena por la ventana.
—Llévenlo a un hospital y limpien
esa alfombra. Si el muere estaré muy enojado—, dijo insensible después del
apuñalamiento.
— ¡Eres un monstruo!— gritó Chiharu
intentando ir tras él, pero su pie herido solo le hizo caer de rodillas.
Sus lágrimas brotaban por la
impotencia.
—Perdóname... — le susurró a
Mijail, que se desangraba en del suelo. —Eres el tonto más increíble que he
conocido.
— ¡Yo no dije nada!— gritó Arnett,
echándose a llorar, de rodillas. —Te lo juro Chiharu, yo sé que él te gusta,
pero no dije nada.
— ¡Trae a Maya¡ ¡Ustedes — gritó a
las damas del jarcín—, llamen una ambulancia, rápido!
***
Estoy tan avergonzada, Azashel es
un hombre muy grande, muy masculino... Y yo tengo esta cara de chica
problemática. La gente nos ve andar juntos y se ríe... Hacen comentarios
inaudibles, pero estoy segura que ellos me imaginan con él en “esas
situaciones”. La verdad de las verdades es que Azashel, aunque es un demonio
con alas y magia, es una persona muy linda e interesante, es amable y
respetuoso, claro que también maneja el sarcasmo, pero eso también es divertido
en cierto modo. Ahora ya no usa esa extraña capa, sino una camiseta muy
ajustada, con diseños propios de los punkis, parece de esos monigotes
descerebrados adictos a los gimnasios, pero con cerebro... Sin embargo aún
cubre su rostro... Quizá sus cicatrices de guerra son muy feas, ese día me dijo
que retó a Lucifer... Ahora que sé que los demonios existen, de solo oír ese
nombre me da un poco miedo.
—Mía... Hoy quiero tener un día
agradable—, me sonrió con los ojos. —No te preocupes por el dinero—. Asazhel y
yo nos encontrábamos en el parque cerca al edificio por donde vivo. Se pone a
alimentar a los patos todos los días, por las mañanas. Durante estas vacaciones
paso tiempo con él, hablando de muchas cosas que le interesan del mundo humano,
como el soccer, la ingeniería y la música.
—Oh... mmm, claro ¿Pero el
Promotion Game? Creí era algo urgente...—, tuve que preguntar, hace mucho que
solo pasamos el rato.
—Mía, solo tengamos un bonito día.
—E-está bien.
Caminamos por una acera hasta
llegar a la parada de buses, había luz solar así que era buena idea caminar por
alguna zona comercial, donde nadie sepa quién soy ni se pregunte porque ando
junto a este hombrezote que “evidentemente no es familiar mío”. Subimos al bus,
nos tocó ir de pie... ¡Rayos aun no alcanzo la baranda de arriba!
Los árboles, casas y paisajes
pasaban por las ventanas, la autopista estaba descongestionada. Cuando volteé
un par de asientos ya estaban libres, Azashel me invitó a sentarme con él... Es
grandote... ¿Serán así todos los demonios?
— ¿En qué piensas Mia? Tu olor de
pronto ha cambiado
.
— ¿Eh? ¡Deja de olerme idiota!—
grité. Me tapé la boca justo después por la vergüenza, las cosas que me hace
decir.
—Oye ¿Este idiota te está
molestando? — dijo un muchacho que se sentaba frente a nosotros. Me dio mucha
vergüenza, seguro estoy roja, verde y azul...
—No... Fue una confusión...
—Estaré atento por si algo sucede—
dijo, era algo mayor que yo y traía unas ropas raras, además de un rosario
oculto en su pecho. Azashel estaba contento ¿Será que hace mucho no da un paseo
por su mundo? ¿O quiere hacer algo de turismo?
Cuando bajamos del bus le pegué con
el codo... Esas cosas no se las puedes decir a una chica, no importa qué tipo
de relación tengas.
Caminamos por una alameda, Azashel
me compraba dulces cada que un vendedor se pronunciaba... Parecía estar
admirando la ciudad, se detenía a ver cada edificio o casa, además de
preguntarme cuanto tiempo tenía cada edificio, cosa que yo no podía responder,
pero al ver mi cara dudosa me acariciaba la cabeza y entrecerraba los ojos,
antes eso me incomodaba, pero ya no… Es una sensación inocente, así que no pasa
nada…
Seguimos caminando y llegamos al
centro recreativo. Una sonrisa se me escapó y tiré de su enorme brazo. Cuando
entramos Azashel vio atentamente las luces y pantallas, le dije que quería
jugar air hockey. Caminamos y sacamos
fichas, él parecía un niño curioso, inspeccionaba todo fisgonamente.
—Es bastante divertido— dijo
mientras jugaba, antes de empezar inspeccionó en lo posible el sistema de la
mesa de air hockey, era bastante torpe, el disco salía volando por los lados
cada que golpeaba... Muy cómico.
Luego pasamos a la sala de arcades. Azashel seguía viendo todo
escrupulosamente. Llegamos a una cabina llamada Monster Slayer, uno de mis
juegos favoritos, puse un par de fichas y salió la presentación.
“En un mundo caluroso y accidentado un grupo de personas intenta
sobrevivir a los peligros de la naturaleza, la fauna enorme que acecha sus
vidas, MONSTER SLAYER”.
En la pantalla aparecían asesinos
de monstruos con sus enormes espadas, batallando con dragones, hidras y
minotauros. Después de la introducción creé mi personaje, una chica parecida a
mí, bueno, lo más posible, con un hacha mata dragones enorme...
Azashel veía el juego con el ojo
muy abierto (porque su cabello le cubría el otro), no parpadeaba. Mi personaje
combatía al dragón, lo hacía saltar, defenderse y atacar, los números que salía
en la pantalla me decían cuánto daño causaba… ¡Obsérvame ganar Azashel!
—Cuando ella cae ¿Tú haces que se
levante?— me preguntó ¿Ella? ¿Se refiere al personaje?
— Obvio, el personaje se levanta
solo, eso es automático, como cuando dice "Ha" al golpear.
— ¿Puedo tratar?— me preguntó. Dejé
la tabla de control y le cedí espacio. Era muy malo jugando, pero comprendió
como moverse a los lados y saltar.
—Los humanos son exquisitamente
interesantes— pronunció sin emoción.
Estuvimos en eso un par de horas,
probó distintos juegos, en primera y tercera persona...
—Mañana volveré a ese lugar— me
dijo mientras andábamos por la calle, ya se hacía algo tarde, pero no tenía
hambre porque este tonto me llenó de dulces.
—Si te gusta el juego cómpralo en
una consola portátil— le dije, así estará entretenido en el parque mientras no
pueda andar con él.
—No entiendo.
—La cabina del juego, más pequeña y
que se puede llevar a todos lados. Eso es una consola de juegos portátil.
— Jaja... Es increíble... Eres una
chica sabia.
— ¿Por qué has estado sonriendo
todo el día?
—Mía, vamos a ese parque— me dijo
sonriendo, no puedo ver su boca pero sé que lo hace. Caminamos juntos, estaba
maravillado con los videojuegos, nos sentamos junto a una pileta a platicar.
—Es increíble cómo pueden crear una
conciencia dentro de una cabina.
— ¿Conciencia?
— ¿Sí te dijera que los personajes
de ese videojuego donde asesinas monstruos piensan que viven en el mundo real,
qué dirías?
— No me hagas caso, no quiero
complicarte la vida. Oye Mía... ¿Por qué no me pides traer a tu madre también?
Después de preguntar eso algo en mí
se movió, como si quisiera vomitar.
—Eso es porque mamá murió
enferma... Papá murió asesinado... Son casos muy distintos. Aunque la
enfermedad de mamá fue muy difícil no hay un culpable… Fue simplemente el
destino, o como quieras llamarlo, en cambió papá no se fue, lo obligaron a
irse…
Azashel se quedó un momento
callado.
—Yo no puedo interferir en eso,
solo tenía curiosidad...
Y quedamos callados los dos,
Azashel movía el agua con su dedote. Yo suspiraba, el día comenzaba a
enrojecerse por el horizonte. Azashel se me acerca, rodea mi cuerpo con su
brazo... Su ojo parece muerto... Qué
extraño, pone su mano en mi cabeza y me recuesta en el ¿Agua?
Mi cabello se moja y mi rostro se
sumerge... Pataleo con fuerza, burbujas de preciado aire se me escapa de la
boca mientras intento zafarme ¿Por qué lo haces Azashel? Yo confié en ti, y
ahora siento agua meterse por mi nariz... Mis ojos se ponen ciegos, no puedo
seguir pateando... Papá ¿Me estarás esperando del otro lado?
Parte 2
En una habitación desordenada una
pequeña niña meditaba en un rincón. En la esquina de la habitación y en
completo silencio, Noaí Belcebú esperaba... Diez, quince, veinte minutos, su
cuerpecito de niña de primaria no se movía.
Craaag Crash...
El espacio se rompió como un vidrio
frente a sus ojos, un agujero oscuro e infinito nació. Un par de luces blancas
aparecieron entonces, con una voz femenina en simultáneo.
— La nueva indicación para el
PROMOTION GAME es “Llévalo a la oscuridad “— le dijo.
— ¿Hermana?— preguntó Noaí. Su voz
se tornó emocionada.
—No soy tu hermana mientras estés
en el juego. Llévalo a la oscuridad, es todo.
La oscuridad desapareció y Noaí se
estremeció un poco. —La oscuridad...
Un muchacho sin camisa entró a la
habitación, su piel blanca y húmeda resaltaba mientras sacudía su cabello rubio
con una toalla. Al verla bajó el brazo y abrió mucho los ojos.
—Pequeña Bel ¿Qué haces ...
Una mujer mayor se asomó por el
umbral. —Leo, más te vale limpiar ese baño antes de que...— sus cabellos se
erizaron y sus ojos casi salen de sus cuencas, la pequeña Bel en la habitación
de un chico recién salido de la ducha. Un pellizco y un grito, la señora
Aldrich sacó de la habitación a su hijo tirando de su oreja. — ¡Mamá qué haces!
¡Suéltame!— decía, llegaron a un pasadizo.
Blaf
Una bofetada le marcó la cara. Su
rostro volteo sorprendido y luego fue abrazado por su madre.
—Mamá...
—Qué no se vuelva a repetir... No,
lo mejor será que ya no traigas a esa pequeña. Se ha encariñado mucho contigo
estos días, se te apega mucho, no son hermanos y su cabeza puede malinterpretar
las cosas ¿Sabes los problemas que te traería si alguien los ve y piensa mal?
—Pero hoy yo no la...
—Sin peros. ¿O quieres que piense
que tú eres un...
—Madre te juro que no...
— Ve a vestirte. Yo me encargo de
esto, chiquillo bobo.
La señora Aldrich se limpió las
lágrimas y se puso otra vez las gafas, se paró firme y entró a la habitación.
—Hola Bel... Oye vamos al
recibidor— le dijo sonriente. La niña la acompañó con una cara inocente.
—No sabía que ibas a venir hoy.
—Pasé por aquí y la puerta estaba
abierta.
La señora Aldrich suspiró. — ¿Y tus
padres? Ya hablamos sobre avisarles cada que vienes, no es bueno que una
pequeña ande por ahí sola, eres una se-ño-ri-ta.
— ¿Pero por tel... tere.. fuono ya
hablaron no? Dijeron que estaba bien si venía.
La señora Aldrich volvió a
suspirar. —Sí, ya hablé con tus padres por teléfono, pero acordamos que
avisarían cada que vinieras, aun no los veo personalmente, eso me preocupa. Me
temo que cuando Leonard entre a clases no podrás verlo mucho. Necesita
concentrarse.
— ¡Leo! ¡Leo!— Bel comenzó a
gritar. Leonard salió preocupado acomodándose una playera. Bel se pegó a su
pierna muy fuerte.
—Tu madre dice que ya no me quieres
por aquí—. Leonard miró a su madre y esta negaba con la mirada, como diciendo
"no sé qué pasa”.
— ¿Ya no me quieres, hermano?—
apegaba su pecho a sus ropas y se frotaba las lágrimas.
—No digas eso, Bel, yo no te odio
ni algo parecido— decía Leonard, incómodo. Una mosca fastidiaba su vista
mientras intentaba controlar la situación.
— ¿Mamá, al menos por hoy puede Bel
cenar con nosotros?
La señora miraba a su hijo con
enojo, mientras él se arrodillaba para abrazar a la pequeña. Cuando la mujer
salió del ambiente Leonard le susurró a Bel...
—Compórtate por favor, no vuelvas
loca a mi madre.
—Está bien — le dijo Bel
susurrando—, aun no entiendo bien cómo funciona todo esto.
La madre de Leonard observaba
atentamente.
—Bel, confía en mí, has lo que te
digo y ella no sospechará nada.
—De acuerdo de acuerdo, te daré esa
“recompensa” si todo va bien, no lo olvides.
La señora Aldrich sintió un escalofrío
y se paralizó. << ¿”Recompensa”? Pero qué clase de niña dice esas
cosas…>> Su cabeza estalló y voló por mundos desconocidos y aterradores
donde su hijo era condenado como un monstruo.
***
Durante la noche Leonard dormía
tranquilamente en su alcoba, su madre no le había hablado desde el incidente
con Bel. Su cuerpo largo y esbelto se desparramaba por la sabana, sonriendo
mientras soñaba con cosas suaves y tibias. Una sensación extraña lo despertó.
Su vista borrosa identificó el techo de la habitación, pero su piel sentía un
calor especial a su lado. Cuando apartó la sábana vio a la pequeña Bel acostada
a su lado con los ojos abiertos.
— ¡Bel!— susurró. Noaí rotó su ojo
hasta verle el rostro. —¡Qué haces aquí!— volvió a susurrar.
Noaí se sentó, tenía la cara
somnolienta. —Tengo que hablar con tifo, señorito Aldrich.
— ¿Tiene que ser ahora?
—Sí.
— ¡Mi madre está en la otra habitación!
— ¡Mi madre está en la otra habitación!
—No te preocupes. Tengo moscas por
toda la casa, ella está durmiendo profundamente—. Noaí volvió a recostarse en
Leonard. —Escúchame bien. Ayer la Corte Suprema de los demonios me dio el paso
siguiente en el PROMOTION GAME.
— ¿Qué? Bueno ¿De qué se trata?
—Te seré sincera… Tú debes dejar de
vivir un tiempo, pero no necesariamente vas a morir.
— ¿A qué te…
Viendo sus muñecas manchadas de
sangre, una comezón comenzó a subirle por los brazos… Las manchas de sangre
tintaban su cama de rojo, pero no sentía dolor. Belcebú lo abrazó fuertemente.
—Si lo hago durante la noche, así
solo será un sueño…
La conciencia de Aldrich
desaparecía lentamente… Sin dolor, sin sufrimiento… Solo podía sentir un cuerpo
pequeño rodeando su abdomen, un calor intenso nada molesto…
—Bel, mamá estará triste…
Promotion Game Extra: Luz y oscuridad
Mi nombre es Helena Cortés, estoy
en camino de regreso a casa, fui al sastre para que termine de entallar mi
uniforme de Red High… Es emocionante. Trataré de entrar al club de atletismo,
estás piernas Paf Paf (Dándole palmadas) se
estropean si no corro contra otros velocistas. Estas vacaciones que se terminan…
Veo muchas parejas andar del brazo o besarse sin problema alguno ¿Qué se
sentirá hacer ese tipo de cosas? Hasta el pequeño Segismundo tenía una cita
hoy, con esa chica de voz tan… Jaaa,
solo no la vayas a embarazar… No, mi hermano no es tan idiota como para hacer
bebés sin trabajo, casa ni profesión.
Caminando y caminando llegué a una
capilla, es algo grande, junto a un sector verde al que llaman “Parque Mayor”,
hace mucho no doy gracias por las cosas buenas al buen Dios, supongo que ya es
hora.
Entré por esa puerta amplia, solo
le faltan un par de metros para considerar iglesia a esta tremenda
construcción. Me siento en el respaldo de la banca y admiro las estatuas de
santos, las cruces y la decoración en general. Me hinco de rodillas y junto mis
manos.
—Señor, mi Dios, te agradezco por todo lo bueno que tengo y por darme
fuerza para superar las tentaciones. Te pido por mamá, por papá, por mi
hermano… En especial por mi hermano, él está saliendo con una chica que no
conozco, a él no le gustaba ninguna chica de mi anterior club de debate, ni las
del club de atletismo, eran buenas chicas, pero él las ignoraba. Por favor dale
fuerza para alejar a esa mujer si resulta ser una de esas chicas fáciles, ya
sabes… A los chicos se le pone loca la cabeza por un par de...
Cof, Cof.
Un muchacho interrumpió mis
plegarias. Era alto, y delgado, su cabello rubio estaba cortado con poca
habilidad y traía ropas negras… Y un rosario en su cuello... Tenía esa parte
mal abotanada y podía ver la cruz.
— ¿Estaba escuchando? Lo siento,
trataré de ser más discreta.
—Se lo agradezco. Por cierto, me-me
parece muy agradable la forma en que habla con Dios.
— ¿Es nuestro padre, no?— le dije.
—Puedes verlo así, es agradable que
alguien tan joven se acerque a esta parroquia a pedir por otros...
— ¿De qué hablas? Tú tienes casi mi
misma edad.
—Es distinto… La iglesia es mi
vocación.
— ¿Qué?
—Sí lo sé, muchos creen que tengo
cara de andar con muchas chicas.
Pues tiene cara de "esa clase
de chico".
—Increíble, serás un sacerdote
popular.
—Gracias, supongo— me contestó
apenado.
—Ya me retiro. Hasta pronto…
—Oh, Isaac Roland.
—Yo soy Helena Cortés. Ya me tengo
que ir, hasta pronto.
—Espere... Quería preguntarle algo.
Volteé y levanté mis cejas.
—Sonará extraño, pero ... ummm...
Acabo de llegar a esta ciudad y no cuento con nadie que me muestre los puntos
clave...
—Mi sentido de orientación es
pésima.
—Oh... —, Dijo decepcionado.
—Ya me tengo que ir, señor Roland, volveré alguna vez con mi hermano. Él es más listo que yo...
Bueno, así se termina el capítulo de hoy + el extra. Ah si, nomás miren esta belleza 7u7 Ya tienen una nueva waifu, Agrat.
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