Hola a todos he decidido publicar activamente dos novelas la primera obviamente es Nox mientras que la segunda es esta de Walpurgisnacht.
Capítulo 7. Buenas intenciones.
Un mes pasó en un parpadeo o
al menos así lo sintió Seni, entre la escuela y
su trabajo con madame Prots, realmente le quedaba muy poco tiempo para
el mismo, sin embargo él no se quejaba simplemente se esforzaba al máximo.
En esos 30 días Seni vio
cosas muy interesantes en los establos, pegasos, sleipnirs, grifos, pesadillas, kelpies y otras
criaturas mágicas que servían de monturas. Antes de comenzar su trabajo todas
las empleadas acudían a tomar clases con Madame Prots, todo era acerca de las
criaturas mágicas, gracias a eso el
joven travestí aprendió muchas cosas, solo había una sola cosa que lo tenía
extremadamente preocupado.
-Inés pon atención o
terminarás con algunas fracturas-.
En ese momento el joven
estaba entrenando con su profesora valquiria, ella le estaba enseñando a
combatir con una espada pesada sin filo, como de costumbre el joven usaba
armadura mientras ella no, y nuevamente como era usual él se había convertido
en un saco de boxeo.
Este entrenamiento era un
poco más tosco y severo que de costumbre, fue el mismo Seni que le pidió a su
profesora ese grado de entrenamiento, el joven necesitaba ser más fuerte pues
tenía algo muy importante que hacer, algo que no podía esperar, la vida de una
persona o tal vez la de varios dependía de ello.
Por veinteava vez el cuerpo
de Seni fue arrojado varios metros tras recibir un ataque de lleno en su
abdomen.
-Inés me siento feliz que mi
pupila se esfuerce tanto pero creo que ya deberíamos parar-.
La valquiria miró con
preocupación a su discípula.
-Estoy de acuerdo-.
Desde el suelo el joven
adolorido respondió. Su maestra le ayudó a ponerse de pie y a quitarse la
armadura, sin tanto peso encima, Seni se pudo poner de pie.
-¿Te encuentras bien?-.
-Si, estoy bien solo un poco
adolorida-.
- Recuerda descansar bien esta
noche aunque eres joven no deberías desvelarte-.
Con el consejo de su
profesora, Seni se despidió de ella y de su unicornio y se fue a los
dormitorios prácticamente arrastrando su armadura. Tras llegar ahí se dio un
baño y luego se sentó a estudiar runas mágicas y encantamientos escritos,
finalmente se durmió. Su compañera de habitación Io se había dormido desde
antes de que él llegara.
Con el cansancio encima el
joven se durmió casi de inmediato, a los pocos minutos unas luces como
luciérnagas se escaparon de su cuerpo iluminando la habitación. En ese mismo
instante Io quién se había estado haciendo la dormida abrió completamente sus
ojos y contempló el espectáculo nocturno, uno que solo era para ella, uno que
nadie conocía.
A la mañana siguiente como
ya era costumbre Io despertó a Inés quince minutos antes de las clases, el
tiempo suficiente para llegar a clases segundos antes de que la profesora
Claudin cerrara la puerta.
-El día de hoy empezaremos
con los hechizos de curación, puede parecer simple pero no lo es, se necesita
una alta concentración, un equilibrio en la vida pero sobre todo sentimientos
positivos para lograr que este tipo de magia surta efecto. Como pueden ver
encima de mi escritorio hay un corazón artificial con una grieta sobre el cual
invocaran el hechizo de curación, si este es exitoso la grieta se cerrara.
Observen como se hace-.
La profesora extendió su
brazo hacia un extraño corazón mecánico del tamaño de un puño, con varita en
mano y recitó un conjuro.
-Imploro a la vida una lágrima
de su piedad-.
De la varita un arcoíris a
escala salió y su luz colorida envolvió al corazón mecánico, la grieta
inmediatamente se cerró. Después de reabrir la grieta, la profesora hizo que
las estudiantes pasaran una por una.
La primera señorita en pasar
al recitar el conjuro logró crear luz de color rojo, la grieta aunque tardó más
en cerrarse logró sanar completamente. La siguiente produjo luz de
dos colores verde y azul, y así sucesivamente, la mayoría solo lograba producir
dos colores cuando mucho, no fue sino
hasta que pasó Io quien pudo producir 5 colores y la chica de rango S Vanessa Fir Ler Wartell quien
pudo producir un arcoíris como el de la profesora pero menos colorido que la
situación cambió.
Finalmente le llegó el turno
a Seni, quien preocupado dio un paso adelante y recitó el conjuro. Una luz pálida
de color blanco envolvió al corazón artificial.
-Que ridículo, Inés es tan
pobre que incluso su conjuro de curación no tiene color-.
-Pobrecita, yo en su lugar
me quitaría de la academia para no hacer el ridículo-.
Ignorando a sus
malintencionadas compañeras Seni continuó esforzándose al máximo y a pesar de
que le tomó más del doble del tiempo que a las demás logró realizar con éxito
la prueba.
-Muy bien señoritas, todas
lograron aprobar la lección del día de hoy, sin embargo es más que obvio que
tienen que practicar y practicar-.
Justo al terminar de hablar
la campana que anunciaba el término de la clase sonó.
Sin perder tiempo las
estudiantes se escabulleron del salón.
La profesora Claudin que se
quedó sola se sentó en el escritorio y empezó a revisar unos documentos de
trabajo, cuando de repente un sonido extraño y rítmico cerca de ella le llamó
la atención, girando su cabeza hacia la
dirección del sonido pronto encontró la fuente, el corazón artificial estaba
latiendo como si fuera uno real.
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De alguna forma Seni se
había medio acostumbrado a su rutina diaria, sin lugar a dudas lo que estaba
haciendo en la academia era desde cierto punto de vista más agotador que el
trabajo en el campo, pero él sabía que todo era para bien y que no debía
dejarse deprimir.
Pronto la escuela realizaría
la revisión de mana total trimestral, ahí se determinaría con una esfera mágica
los puntos de mana que cada estudiante tenía. Seni había estado entrenando
arduamente para ese momento, aunque eso había pasado a segundo plano, pues una
preocupación más grande ahora estaba en su mente.
Con eso presente acudió al
resto de sus clases, al finalizar el día escolar sin perder tiempo regresó a su
habitación.
Usando una tinta especial
Seni empezó a escribir runas especiales encima de la armadura que la profesora
valquiria Gunnr Norn le había prestado, él necesitaba que dicha armadura sea lo
más resistente posible, el joven tenía un plan descabellado y estaba decidido
llevarlo a cabo pero por mucho que quisiera
apurarlo ciertas cosas necesitaban tiempo.
Una armadura fuerte, una
barrera mágica que le ganara el tiempo suficiente y una poción especial que le
costaría un mes de su voz eran los puntos más importantes en su plan, los dos
primeros ya estaban listos, solo le faltaban unos ingredientes para preparar la
poción, ingredientes que no había podido conseguir en la escuela o en el
mercado, sin embargo él estaba seguro que lo que faltaba lo podía encontrar en
el bosque mágico que su academia administraba sin embargo él no tenía acceso a
dicho bosque aún pues el rango mínimo para obtener un permiso de entrada era
ser una bruja de rango D y en todo caso solo podría acceder al círculo más
externo. Sus esperanzas estaban puestas en la revisión trimestral, si su mana
alcanzaba los 200 sería reclasificado como una bruja de rango D.
Trabajando en la armadura y
pensando eso pronto el sueño le invadió y sin siquiera subir a su cama se quedó
dormido en el suelo con el pincel mágico aún en su mano.
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Anastasia Io Ren entró en su
habitación compartida solo para encontrar a Inés dormida en el suelo a escasos
centímetros de una armadura de cuerpo completo.
-“La forma de vivir de Inés
la terminará matando, me pregunto qué motivación tendrá para llevar todo su ser
al límite. De su cuerpo aún no salen luces, me imagino que se acaba de
dormir”-.
Io tras pensar así de su
compañera, cerró la puerta. Se cambió de ropa ahí mismo y luego se acercó a
Inés, la cargó y la puso encima de la cama, tras lo cual apagó la luz y se
sentó a observarla, tras unos cinco minutos, del cuerpo de su amiga esferas de
luz como luciérnagas emanaron como era costumbre cada vez que dormía
profundamente sin embargo en esta ocasión hubo algo distinto algunas de las
pequeñas esferas se unieron una a la otra y pronto tomaron una forma inexacta como de un garabato mal dibujado de un animal pero Anastasia Io logró reconocer la forma.
-“¿Eso es un grifo? Esto
nunca había pasado antes…”
Aunque sorprendida Io
continuó observando el extraño fenómeno, tras el primer grifo, cuatro más se
formaron uno del mismo tamaño solo ligeramente menos grande que el primero mientras
que los otros tres eran más pequeños. Tras aparecer los pequeños rodearon a los
más grandes.
-“Eso parece una familia de
grifos, los dos grandes son el padre y la madre y los pequeños definitivamente
son los hijos”-.
En ese momento cuando Io
sacaba esa conclusión uno de los grifos grandes se deshizo, las partículas de
luz se separaron nuevamente y se elevaron desapareciendo en el techo, unos
momentos después el otro grifo grande voló como humo y salió por la ventana
dejando a los tres pequeños, que aun miraban hacia arriba donde había
desaparecido el primer grifo.
-“La madre se fue, no, ella
probablemente murió y entonces el padre abandonó a sus hijos por el dolor”-.
Io se tapó la boca
intentando no hacer ningún ruido mientras el sentimiento se acumulaba en su
pecho.
Mientras Io observaba a los tres pequeños
grifos queriendo saber qué pasaría con ellos, la armadura de Inés o mejor dicho
las runas y conjuros escritos encima empezaron a brillar y atrajeron a los
pequeños grifos y a las pequeñas esferas de luz, que seguían saliendo del
cuerpo de la joven, absorbiéndolas lentamente, la armadura de color metálico
poco a poco se fue tornando de color blanco.
-“¿Que rayos acaba de pasar?”
-.
Io después de observar la
armadura posó su mirada en el rostro de Inés solo para encontrar una lagrima
recorriendo el rostro de su amiga.
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-Estoy muy nerviosa Io, hoy
es la revisión de mana-.
-Estoy segura que saldrás
excelente Inés, a mi parecer tú eres la que mas se esfuerza en esta academia.-.
-Eso solo dices porque eres
mi amiga-.
-Y porque es verdad. Créeme
lo que te digo Inés-.
-Está bien aceptaré tu
cumplido-.
Después de desayunar, Io y
Seni acudieron a la primera clase donde en lugar de la lección regular les
harían la medición de su mana.
Sentado en su lugar Seni
temblaba observando como sus compañeras pasaban una por una.
-Filani Imper, pasa y pon tu
mano en la esfera medidora.
La profesora Alusia Gellen de conjuros ofensivos estaba encargada de
supervisar tan importante actividad. Con su orden una señorita de cabello largo
café pasó y puso su mano encima de una esfera de color blanco del tamaño de una
cabeza. Tras unos segundos la esfera comenzó a brillar, un momento más tarde
una voz fría y carente de vida sonó.
-Estudiante Filani Imper.
Capacidad total de mana positivo: 637 unidades. Conclusión: Bruja de rango B.
-Muy bien, ya puede quitar
su mano señorita Imper.-
La profesora Alusia anotó
los resultados en la lista de estudiantes y llamó a otra estudiante.
-Vanessa Fir Ler Wartell,
por favor pase, usted es la siguiente. Le deseo suerte-.
-Muchas gracias, profesora
Gellen-.
Vanessa respondió con
sinceridad, ella de verdad quería que su mana aumentará lo más rápido posible y
algo de suerte no le caería mal.
Tal como había hecho su
compañera, ella se puso delante de la esfera y coloco su mano.
-Estudiante Vanessa Fir Ler
Wartell. Capacidad total de mana positivo: 1878 unidades. Conclusión: Bruja de
rango S-.
-Felicidades Señorita
Wartell. Su mana está aumentando de manera lenta pero segura, solo hay que
tener constancia-.
Nuevamente la profesora de
conjuros ofensivos le ofreció palabras de aliento.
-Trabajaré más duro de ahora
en adelante. Gracias por sus amables palabras-.
Vanessa tras una reverencia
regresó a su asiento, acompañada de las felicitaciones y adulaciones de sus
compañeras.
-Anastasia Io Ren, usted
sigue-.
La mejor amiga de Seni con
paso firme y sin dudar avanzó hacia la esfera y colocó su mano.
-Estudiante Anastasia Io Ren.
Capacidad total de mana positivo: 1299 unidades. Conclusión: Bruja de rango A.
-Excelente resultado
señorita Ren, si se aplica y elige bien sus amistades tal vez al final de este
año usted ya sea una bruja de rango S, estoy segura que sabe a qué me refiero,
si quiere una mejor habitación solo dígamelo y con mucho gusto le ayudaré-.
-Gracias-.
Con una gran sonrisa pero
con escasas palabras Io le respondió a la profesora Gellen. Ella entendió claramente
el mensaje, la profesora estaba declarando abiertamente que Inés no era una
buena amiga para ella y que solo evitaría que sea una excelente estudiante.
Conteniendo su enojo regresó a su asiento.
Tras varias estudiantes más
por fin le tocó el turno a Seni.
-Inés Ros, pasa y se rápida
otras necesitan ser examinadas después de ti-.
Con las palabras de mala
gana de su profesora, el joven se puso de pie y sin demora camino hacia la esfera, puso su mano encima y
esperó por los resultados, aunque solo fueron unos segundos para él fue una
eternidad, finalmente la voz mecánica llegó a sus oídos.
-Alquimista de segundo
grado. Inés Ros. Capacidad total de mana positivo: 203 unidades. Conclusión:
Bruja de rango D.
Con una gran sonrisa como si
se hubiera ganado la lotería Seni regresó a su asiento y aunque sus compañeras
querían opacar su felicidad con comentarios hirientes como: “Que lo disfrute
ese es su límite y se quedará así por el resto de su triste y pobre vida” o “
¿Por qué se ríe? ¿Acaso ser patética es algo gracioso?”, ninguna de esas
palabras le afectó en lo más mínimo.
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