DAMAS Y CABALLEROS ESTE CAPITULO TECNICAMENTE ES EL DEL MARTES. NO TENGO NADA MAS QUE DECIR...TEHEE.
CAPÍTULO 7
La ultima bestia
mágica que Jean estaba pensando reclutar para Liz, era un tanto especial. Se
trataba de un dragón de agua, incluso él no sabía si iba poder convencerle, después de todo esta bestia sagrada tenían una historia muy especial.
Jean había
viajado hasta una isla muy alejada de ciudad Lux, un lugar secreto y especial.
Jean solo le conocía por las historias que uno de sus maestros le contaba, este
era el tío de Liz y el anterior Gran druida.
El joven llegó a
su destino, enfrente de una cueva secreta se encontraba una puerta de color
azul, con todas su fuerzas Jean la empujó y entró en una gran sala llena de
perlas, diamantes y todo tipo de tesoros. Él avanzó lentamente observando
atentamente el lugar hasta que una fría voz cargada de pesar le habló.
-Detente ahí, no
avances más. ¿Por qué has venido a aquí interrumpiendo mi descanso?-.
-He venido a
verte porque deseo evitar una injusticia-.
-Los asuntos del
mundo me dejaron de interesar hace mucho tiempo. Deja este lugar y no vuelvas
otra vez-.
-Ella te
necesita-.
-¡He dicho que
te vayas!-.
-¡No me iré
hasta que me escuches! ¡La descendiente de la mujer que juraste proteger podría
estar en un terrible peligro!-.
Frente a Jean
apareció una criatura con el rostro y cuerpo similar al de una serpiente, escamas de
color azul que refulgían con la luz de las antorchas y garras ligeramente cortas comparadas con la extensión de su cuerpo.
-¡Si no te vas!
¡Te mataré!-.
-¡Aunque seas un
dragón si no permites que hablemos de manera civilizada te mostraré algo de
humildad!-.
Los ojos como
zafiros del dragon brillaron momentáneamente, arqueando su cuerpo hacia atrás
le arrojó al joven un aliento helado.
-“Noctis
Ignis”-.
Jean no dudo en
usar una de sus formas mas poderosas.
Todo su cuerpo se llenó de flamas de
color negro.
Una enorme
cortina de vapor se alzó en todo el lugar. El dragón se relajó pensando en que había
eliminado al molesto intruso, de repente una voz llena de ira y amargura
resonó.
-¡Hace siglos
fallaste en protegerla y ahora cuando se presenta una oportunidad para
redimirte decides huír! ¡Qué patético eres!-.
-¡Maldito! ¡No
te atrevas a seguir hablando!-.
-¡¿Y qué vas a
hacer si no te hago caso?!-.
-¡Te destruiré y
no quedará nada de ti!-.
-¡Mientras lo
intentas te contaré una triste historia!-.
El dragón
furioso arremetió contra Jean pero este solo se dedicó a esquivarle, Jean creó
alas de fuego negro y se elevó lo más alto que pudo dentro de la cueva.
-Hace mucho
tiempo existió una bella mujer tanto en cuerpo como en alma, ella observó cómo
los mortales, plantas, animales y espíritus sufrían ante los males naturales e
innaturales del mundo .
Ella lloró por mucho tiempo pero un día decidió luchar para hacer del mundo un
lugar mejor…-
-¡Cierra la
boca!-.
-Ella peleó y
peleó, en el camino conoció a muchas personas que compartían su sueño, después
de muchos sacrificios, después de perder a tantos seres queridos por fin logró
que reinara la paz, pero tristemente ella no pudo disfrutar de esta paz…-
-¡Aggggggghhhhh!-.
El dragón de
agua soltó un aliento decenas de veces
más poderoso que el primero, alrededor de Jean aparecieron una multitud de
escudos que recibieron de lleno el ataque.
-Personas que
tenían envidia de la pureza de su alma decidieron asesinarla, planearon todo y
cuando ella estuvo sola le arrebataron la vida-.
El dragón dejó
salir un triste y desgarrador lamento.
-¿¡Por qué me
recuerdas algo tan doloroso?! ¡¿Por qué?!-.
-¡La tristeza
que te abruma debería ser la fuerza que te mueva para impedir que una tragedia
como esa se repita otra vez! ¡Pero en vez de eso te ocultas en una cueva
olvidada! ¡Al paso que vas, no solo terminarás olvidando su muerte, un día te
darás cuenta que ni siquiera recuerdas su rostro!-.
Fuera de control
el dragón embistió a Jean con su cuerpo, los escudos que protegían al joven se
rompieron, Jean fue azotado contra las paredes de la cueva, previendo esto ya había
invocado una armadura negra de estilo gótico que protegiera su cuerpo pero aun así recibió considerable
daño.
-¡Escúchame
bien, cobarde! ¡Su descendiente tiene un hermoso color de ojos y cabello, ellos
son verdes! ¡Y su alma no es menos bella que la de la mujer que juraste
proteger!-.
Al escuchar esto
la bestia se replegó al fondo de la cueva intentando huir. Jean liberado del cuerpo de su enemigo cayó y se azotó
contra el suelo, reuniendo fuerzas se levantó con pesar y caminó hasta donde el
dragón estaba cuyo cuerpo temblaba sin parar.
-“Ella también se llama Liz”-.
-¡Aunque tengan
el mismo nombre no la hace la misma persona!-.
-Es tal y como
dices, pero ¿De verdad puedes soportar que su descendiente muera? ¡¿Dejarás que
su hija sufra el mismo destino?!-.
El dragón guardó
silencio. Ante el prolongado silencio Jean añadió.
-En ese caso me
iré, es una pena que el dragón sagrado de Liz, la fundadora del País del
viento, el país de los druidas, ya no exista. Ahora no eres nadie, olvidaste tu promesa. Le juraste que
no dejarías que su sangre fuera derramada pero al final ya todos sabemos el
resultado. Adiós Muscari, espero que algún día puedas olvidarla.-.
Jean no tuvo
piedad, sus palabras fueron pensadas y dichas para causar el mayor dolor
posible. Sin decir nada más el joven abandonó el lugar.
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Wilm, uno de los
generales de las tropas de la muerte conducía a sus guerreros hacia el lugar donde
la presencia de un nuevo Señor de la muerte había aparecido.
Habían estado
ocultos del mundo haciéndose cada vez más fuertes durante quinientos años.
Todos querían llegar lo antes posible ante su nuevo amo pero la geografía y
fronteras del mundo habían cambiado. Nuevos países y territorios habían sido
fundados, si las tropas decidieran tontamente y sin precaución tomar la ruta
más corta hasta su destino, terminarían siendo descubiertos. SI su nuevo amo
decidiera darse a conocer al mundo ellos le seguirían sin desobedecer incluso
estarían felices pues ya habían pasado demasiado tiempo en el anonimato, pero
sin saber los planes del nuevo señor de la muerte, las tropas y generales no se
atrevían a tomar decisiones apresuradas.
El cuerpo de
Wilm era el de un esqueleto de tres metros, robusto y vestido con una armadura
negra, era experto en magia, no al nivel de un Lich pero cerca. Él se comunicó
con los generales y se enteró que todos estaban en la misma situación, excepto
las mujeres de nieve, por su ubicación y su magia de tele transportación serían
las primeras en llegar.
-¡Maldición!
¡Debimos prever que las fronteras cambiarían y tomar medidas!-.
-Señor no se
moleste no hay nada que podamos hacer-.
Un esqueleto más
pequeño que él intentó consolarle.
-Lo sé, lo sé.
Ahora dime que has investigado.-.
-Las tropas de
este reino patrullan los caminos a intervalos fijos, en los bosques cercanos se
encuentran individuos de otras especies territoriales así que sería mala idea
invadir sus bosques-.
-¿Entonces
estamos atrapados?-.
-No
necesariamente, en dos días tendrá lugar la fiesta de aniversario de la
fundación de ese país, en ese momento bajaran la guardia y podremos cruzar la
frontera sin tantos problemas, una vez que lleguemos al mar podremos estar más
seguros-.
-Dos días…
Entiendo, esperaremos entonces. Diles a todos que se preparen-.
-Sí, señor-.
El esqueleto
pequeño se retiró del lugar.
Wilm miró hacia
la distancia y comenzó a recordar ese día fatídico.
Order se
encontraba de pie en medio del campo de
batalla. Enanos, humanos, hombres bestia, hombres lagarto, distintas clases de
elfos, prácticamente individuos de todas las razas posibles lo rodeaban, las
miradas de odio que le dirigían eran severas.
Su cuerpo estaba
atravesado por incontables flechas, había perdido una mano, las heridas sobre
su cuerpo eran terribles pero aun así continuó peleando con valentía, incluso
en el fin decidió liberar toda su energía y provocar una terrible explosión
para que sus amigos lograran escapar.
Wilm y los otros
generales, junto con las tropas, mientras se retiraban observaron cómo su líder era
masacrado y como explotó esparciendo cada parte de su cuerpo en el campo de
batalla. Ese día nunca podría ser olvidado por ellos.
Order se sacrificó para salvar a sus tropas.
Su objetivo se había cumplido, habían logrado invadir las tierras del Imperio
de Deux y detenido la ambición del emperador, pagando un alto precio, pero en
vez de una celebración y felicidad solo hubo tragedia.
“Les ordeno que
huyan, ocúltense, vuélvanse más fuerte hasta que aparezca aquel o aquella que
heredará mi voluntad, herir de muerte al emperador ya es un logro, con eso la
vida podrá existir por unos siglos más". Eso fue lo que su líder dijo, como
era de esperarse todos se negaron pero Order insistió. “El siguiente Señor de
la Muerte necesitará soldados fuertes, necesitará amigos leales, se los ruego.
Yo ya estoy al borde del colapso aunque logre huir hoy de nada servirá, la
Alianza del Albor nos seguirá hasta acabar con todos pero si me destruyen las
cosas se tranquilizarán y ustedes tendrán una oportunidad de escapar y
esconderse”.
Usando muchos argumentos válidos Order les convenció, eso fue algo
de lo que todos los generales se arrepintieron.
-En esta ocasión
juro que si hemos de caer lo haremos juntos, esta vez pelearemos hasta el
final-.
Mientras apretaba su puño con fuerza Wilm declaró con convicción.
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-Señorita Meldín,
hemos llegado. ¿Cuáles son sus órdenes?-.
-Por el momento
desembarcaremos aquí, y luego investigaremos el resto de las islas-.
-Entendido.-.
Las mujeres de
la nieve por fin habían llegado a las islas cercanas a donde la energía del
anterior y del nuevo Señor de la muerte se había sentido. Creando un enorme
barco de hielo se teletransportaron hasta su destino.
Meldín era su líder,
una hermosa mujer de cabello y ojos color negro, de piel blanca y atributos físicos
encantadores.
Ella se moría de ganas por
conocer a ese ser tan especial. El resto de la tribu también sentía lo mismo,
es necesario decir que toda su tribu estaba
compuesta por mujeres.
Después de
examinar la cadena de islas en su totalidad y descubrir que no estaba ocupada por humanos
o miembros de otra raza decidió establecer una base temporal. Afortunadamente
el lugar tenía un sistema de cuevas donde ellas se establecieron y usando sus
habilidades las adecuaron a sus necesidades. Las cuevas pronto se llenaron de
nieve y hielo, aunque ellas tuvieron cuidado de no dañar el clima de la isla.
En la noche Meldín
salió de su cueva y se dirigió a un arroyo cercano. Después de quitarse la
delicada prenda de tela blanca que cubría su cuerpo entró en el agua y comenzó a
lavarse lentamente. Pasada media hora salio del agua y cuando se disponía a
tomar su ropa se detuvo en seco.
-Buenas noches,
de casualidad ¿Eres Meldín?-.-.
Frente a ella un
hombre joven vestido en ropas oscuras apareció. Él tenía cabello largo y ojos
negros, piel blanca, un rostro delicado ligeramente femenino, su cuerpo era
delgado, pero Meldín que había vivido un par de siglos pudo ver que estaba bien
entrenado y tonificado. El aroma que emanaba de él era agradable, ella instintivamente reconoció este olor que le traía numerosos recuerdos.
-¿Tú…¿Tú…-
Ella quiso hacer
una pregunta pero las palabras no salían de su boca.
-Contestaré
todas tus preguntas pero supongo que es algo incómodo para ti hablar con alguien
mientras estas desnuda, aunque a decir verdad a mí no me molesta-.
El joven le
dirigió una sonrisa muy especial. Meldín rápidamente se puso su ropa.
Intentando recobrar algo de dignidad le habló al extraño joven.
-¿Quién eres
tú?-.
-Tú eres Meldín
la líder de las mujeres de la nieve y en el pasado fuiste la mejor amiga de
Order-.
Meldín
inmediatamente creó una esfera de hielo en cada mano.
-Te pregunté quién eres tú no quien soy yo-.
-Yo soy el sucesor
de Order, soy un Señor de la Muerte, aunque lo más acertado sería decir que soy
un Señor de Ouroborus. Mi energía es la que atrajo la atención de las tropas de
la muerte. Sé que todos ustedes han salido de sus escondites y están viniendo a
buscarme. Lo sé porque después de absorber una reliquia de Order varios de sus
recuerdos fluyeron hacia mí y pude sentir su presencia. Order quería que los
encontrara. Debo decir que no pensé que llegarían tan rápido-.
Meldín
inmediatamente se inclinó al suelo.
-¡Mi Señor! ¡Yo,
Meldín le pido perdón por mi actitud descortes!-.
-Eres tal como
pude ver en los recuerdos de Order, demasiado confiada. Ni siquiera me has
pedido una prueba de confirmación a todo lo que dije-.
-Yo no sé como
responder a eso Amo-.
-Y ahora me llamas
amo, ahora puedo entender por qué Order se preocupaba por tu futuro. No es
necesario que me llames Amo, mi nombre es Jean-.
-¡Nunca me
atrevería a llamarle por su nombre!-.
-Ya veremos, por
el momento podrías reunir a tus hermanas, les daré una prueba de que yo soy
quien digo ser. No espero que ellas sean tan ingenuas como tú y al decir esto
no te estoy criticando-.
--¡Gracias Amo! ¡Le
obedeceré inmediatamente!-
Ella sin demora abandonó el lugar. Dejando a Jean detrás.
-(Aunque no fue
mi intención espiarla mientras se bañaba tengo que admitir que eso fue una
vista agradable. Y ahora que pienso en ello creo que realmente me gustan las
mujeres un poco más grandes que yo…)-.
Jean esperó
hasta que todas estuvieron reunidas y tal como prometió se transformó enfrente
de ellas para demostrar su identidad, no sin antes cubrir el lugar con una
barrera para que nada de su poder se filtrara.
Jean sabía que
podía confiar en ellas, los recuerdos y sentimientos de Order fueron
transmitidos a él días atrás. Ellas habían peleado a su lado sabiendo la verdad,
y cualquiera que conociera esa verdad y peleara en contra de “eso” debía ser
digno de confianza.
Esa noche hubo
una increíble celebración donde Meldín se ofreció a Jean múltiples veces a modo
de disculpa por no haberlo reconocido antes. Jean peleó con la tentación y se
negó amablemente por considerar que no era correcto aunque la verdad es que
ella era totalmente de su tipo y los deseos que ella hacía surgir en él eran
abrumadores.
solo tengo una pregunta tiene un harem no es princeso pero no se tira a ninguna :v (?(ง'̀-'́)ง
ResponderEliminarGracias :)
ResponderEliminargracias por el capitulo hoy toca otro capitulo no?
ResponderEliminarPero cuando vas a dejar que Jean tenga una sana diversión(sexo)?
ResponderEliminarBuen capitulo
Muchas gracias por el capitulo!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminargracias por el capitulo....espero el proximo.
ResponderEliminarBien capítulo jajaja ya me imagino el avance pero aún así creo que las 3 L dijeron que Jean era de la religión de los druidas así que creo y espero un harem
ResponderEliminarApoyo tu mocion buen hombre XD!!!. (Harem)
ResponderEliminarhey viejo deje al man disfrutar, tanto para comer y el man solo viendo, no es justo ni para el ni para los lectores.....
ResponderEliminarbuen capitulo!!!
hey viejo deje al man disfrutar, tanto para comer y el man solo viendo, no es justo ni para el ni para los lectores.....
ResponderEliminarbuen capitulo!!!
Pobre jean que tiene un autor tan malvado que no le deja hacer lo que quiera :v
ResponderEliminarpor fin la historia se esta tornando mas seria.no puedo esperar a conocer la identidad del emperador,también tengo una duda,es el mismo emperador de hace 500 años o sus descendientes.en fin espero con ansias la invocación del dragón legendario de agua y la relación entre jean y lix,para mi hacen una estupenda pareja,y para mas los dos pertenecen a la religión druida.
ResponderEliminara donde te fuiste david A-gato esperando en desespero el proximo cap... esto es maldad pura
ResponderEliminarPobre Juan Nol Crox
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