30 may 2016

NOX VOLUMEN 4 CAPITULO 6


QUERIDOS LECTORES UNA DISCULPA POR NO PUBLICAR ESTE FIN DE SEMANA, A MODO DE DISCULPA PUBLICARÉ UNO HOY, OTRO MAÑANA, Y UNO MAS EL MIERCOLES. EL SIGUIENTE  SABADO Y DOMINGO TAMBIEN HABRÁ LOS CAPITULOS NORMALES DE CADA SEMANA.






Capítulo 6




La vida había sido gris hasta que él conoció la felicidad, desde ese día especial él pasó a ser más que un simple miembro de su comunidad y se convirtió en el “ Devorador… de galletas” No has leído mal ciertamente así era conocido en una multitud de asentamientos humanos y de otras razas.



Un día un investigador de la vida silvestre llegó a una isla y para lograr que ciertas aves se dejaran ver las atrajo con comida, estos pájaros eran conocidos como guacamayas o papagayos arcoíris debido a la gran cantidad de colores presentes en su plumaje, su envergadura era de tres metros y además eran capaces de usar habilidades mágicas.



La comida que el investigador usó como carnada fueron galletas, para la mayoría de estas guacamayas eso fue un alimento dulce pero nada comparado con las frutas silvestres así que poco a poco perdieron el interés salvo un individuo que no se despegó del investigador hasta que este se fue.



Sin embargo el guacamayo nunca pudo olvidar ese distintivo sabor y textura de las galletas por lo cual intentó encontrar al investigador pero su meta nunca se cumplió. Sin más opción inició incursiones en los distintos asentamientos humanos y de otras razas y ahí encontró lo que tanto añoraba, galletas.



Obviamente también halló la enemistad de las personas ya que a nadie le gustaba la idea de ser robado, debido a sus múltiples incursiones, varios magos y otros practicantes de artes místicas de distintas partes intentaron detenerlo pero eso solo hizo que él se volviera más inteligente y poderoso, incluso aprendió técnicas que no eran propias de su especie, aunque no todo fue bueno, parte de su hermoso plumaje se perdía con cada batalla.


Ahora mismo él se encontraba de pie monitoreando la situación, a una centena de metros de donde estaba en unas horas la panadería de una pequeña villa abriría y ese era el momento para atacar.



La hora prometida llegó y él comenzó su vuelo, cuando estaba a unos cuantos metros de su objetivo dos humanos bloquearon su camino. Uno tenía una espada  y con movimientos rápidos creo varias navajas de viento que le atacaron  pero él las esquivó ágilmente pasándolo de largo, el otro humano creó un golem de roca de cerca de tres metros para detener a su enemigo en seco sin embargo eso también fue inútil, reforzando su cuerpo con magia él aumento su velocidad y fuerza y atravesó en medio al golem el cual cayó hecho pedazos.



-¡¿Qué rayos fue eso?!-.


Los dos hombres exclamaron impresionados antes esta escena y mientras estaban embobados él entró en la panadería, el lugar se llenó de gritos y ruidos de cosas rompiéndose, después de unos cuantos segundos el invasor salió con el botín entre sus garras.



Él se alejó lo más que pudo hasta una isla cercana y arriba del árbol más alto contempló lo que había obtenido en esta incursión. En su garra derecha tenía un gran frasco de metal, con su pico quitó la tapa y dentro encontró una veintena de galletas. Usando sus sentidos agudos comprobó que no tenían veneno y prosiguió a devorarlas.



Así estuvo hasta que terminó todas y cada una de ellas, para él eso era el paraíso. Valía la pena arriesgar su vida para obtenerlas. Con el estómago llenó decidió relajarse y tomar una siesta pero algo interrumpió sus planes. A unos dos metros de él, en la misma rama se encontraba sentado un joven delgado de cabello y ojos negros.



-Lamento molestarte, tú debes ser “Poly, el devorador de galletas” ¿No es así?-.



Poly quedó atónito, él tenía plena confianza en sus sentidos y habilidades que había pulido al enfrentarse a incontables practicantes de artes místicas pero a pesar de eso no se dio cuenta de la presencia de ese joven.



-Lo siento si te asusté, soy inofensivo, al ver que estabas muy feliz comiendo decidí no molestarte hasta que terminaras. Mi nombre es Jean Nox Crow, puedo sentir un gran poder mágico y espiritual en ti, me imagino que eres capaz de hablar o al menos entender mi lenguaje-.



Poly seguía estupefacto, continuó sin hacer ningún movimiento. Viendo eso el joven decidió proseguir con su plática.


-Seré breve, si me prestas tu poder te daré todas las galletas que quieras, podrás probar varios tipos de galletas que nunca podrías conseguir en la panadería de una pequeña villa. ¿Qué me dices?-.



-…a Poly le gustan las galletas…-.


El ave intentó procesar esa jugosa proposición y dar una respuesta acorde a la situación pero falló. Al escuchar esa respuesta Jean no pudo evitar reírse.



-Eso no lo dudo, podrás tener todas las galletas que quieras, si decides proteger a una hermosa doncella. ¿Aceptas el trato?-.



-…a Poly le gustan las galletas…-



Jean volvió a reír ligeramente.



-Supongo que eso es un sí, en ese caso sígueme, de todos modos debes saber que puedes renunciar en cualquier momento ya que habrá muchos peligros-.



Con esas palabras el joven se transformó en un cuervo negro y se alejó volando. El guacamayo arcoíris sin demora le siguió, él sabía que si ese desconocido hubiese querido hacerle daño, el mundo tendría una ave menos. Además el trato era un sueño hecho realidad para él, sin importar a que peligros se enfrentara eso no le impediría obtener el objeto de su deseo.




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Patri era una bestia mágica con la forma de una ardilla, ella era la guardiana de una pequeña isla pero tristemente fracasó en proteger el lugar. Humanos llegaron de todas partes, mataron a los animales, cortaron todos las arboles y desgastaron la tierra con sus descuidados métodos de cultivo y cuando no había nada más que arrebatarle a la isla la abandonaron. Todo lo que quedó fue una tierra árida imposible de recuperarse por sí sola. Patri había peleado con los invasores pero fue derrotada, una gran cicatriz en su pecho era la prueba de la batalla que la dejó al borde de la muerte.




Como todos los días contemplaba lo que antes había sido un hermoso lugar lleno de vida, sus recuerdos la ataban a ese lugar. Múltiples veces intentó plantar nuevos árboles pero después de crecer un poco morían por falta de nutrimentos.




Este día  ella estaba al borde de la locura y tristeza, gritando a todo pulmón su pesar usó sus poderes para controlar la tierra y darle a la roca la forma de árboles, en cuestión de minutos decenas de estos árboles falsos aparecieron en diversas partes de la isla. 


Agotada por la inutil proeza se dejó caer al suelo y se durmió. 



Pasado unas horas después de recuperar sus energías despertó y quedó atónita.



Alrededor de ella pasto y pequeños arboles habían crecido y a diferencia de los que ella había plantado estos se veían completamente fuertes y sanos, ella siguió con la mirada la hilera de nueva vida y al final encontró a una persona, quien en una mano sostenía una bolsa de la cual sacó una semilla y la plantó en el suelo, después mordió su otra mano y dejó caer unas gotas de su sangre al mismo tiempo que murmuraba extrañas palabras. Inmediatamente de la tierra un nuevo árbol joven brotó.



Un buen tiempo estuvo así el extraño joven  hasta que se percató de la presencia de Patri y volteó a verla.



-Las personas pueden ser demasiado crueles y egoístas. Comprendo tu dolor-.



Después de decir esas palabras el joven continuó sembrando semillas, al caer el sol la isla en su totalidad se había llenado de vegetación que no paraba de crecer. En todo este proceso Patri no apartó sus ojos, con su pequeña pata tomó un puñado de tierra y la olfateó, con eso pudo comprobar que la vida había realmente regresado a la tierra y que todo lo que veía no era una ilusión.



-Y ahora para que esto no vuelva a pasar pondré una barrera en esta isla, así nadie la encontrará de nuevo-.



El joven dijo para si mismo y luego extendió sus manos, un gran círculo mágico apareció en el cielo abarcando todo el lugar, después de unos segundos desapareció. Cuando él estuvo a punto de irse terminada su tarea, ella alarmada le habló.



-¿Quién eres tú? ¿Cuál es tu nombre?-.


El joven titubeó ante esa pregunta, Patri pensó que él no respondería, pero pasados unos momentos la respuesta llegó.



-Yo soy Jean Nox Crow-.



Después de decir su nombre el joven se transformó en un cuervo negro y se alejó volando.




En los días siguientes Patri con gran alegría contempló como aves de diversas especies y otros animales repoblaron la isla.




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-¡¿Eso es todo lo que tienes, Pollo frito super desarrollado?!-.



-¡Ahora si te mataré!-.



Un ave envuelta en fuego de plumaje carmesí arrojó una llamarada mortal hacia su oponente, el cual era un joven de cabello y ojos del mismo color que su plumaje rodeado de un aura de fuego con alas del elemento igneo. 



Este joven era Jean y su enemigo era un Fenix ambos peleaban  en la cima de un volcán.



-“Aquellos que arden en amor, odio o deseo, que la flama en su corazón nunca se extinga, que el recuerdo de su ser nunca desaparezca, que el registro de sus actos no sea borrado, que la esencia de su ser no sea olvidada, ¡Aquí y ahora griten que alguna vez existieron! ¡Fuegos Fatuos!-.




Jean usó un conjuro y cientos esferas de fuego con rostros humanos aparecieron y se dirigieron hacia el Fénix.



-¡¿Fuego contra alguien como yo?! ¡Que ridículo!-.



El ave de fuego se burló del conjuro utilizado por su oponente, ignorando las esferas con rostros embistió contra Jean.



Los fuegos fatuos explotaron al contacto.



-¡¿Qué es esto?!-.



El Fénix se alarmó ante la evolución de los eventos, el ataque que considero débil resultó ser muy poderoso. Herido cayó desde los cielos hasta la lava en el fondo del volcán.



-Eso te pasa por subestimar a un enemigo, el fuego de ese conjuro está maldito-.



Sin embargo el ave mítica aun no estaba derrotada, después de hundirse en la lava pasado menos de un minuto volvió a emerger llena de vida.



-¡Aún no has ganado! ¡Así que borra esa sonrisa de tu rostro!-.




El Fénix con su orgullo manchado se encontraba sumamente enojado. Batiendo sus alas arrojó innumerables plumas hacia Jean




-"Señor del rayo, confiere tu favor a este necesitado guerrero y bríndale un escudo que el mal no pueda penetrar ¡Égida!"-.




Jean respondió creando un escudó y voló con todas sus fuerzas hacia el Fenix resistiendo los ataques enemigos. Cuando estuvo lo más cerca posible usó otro encantamiento.




-“El más grande y valeroso guerrero, sacrificando un brazo ataste al gran mal hasta los tiempos del Ragnarok, por tu inmensa bravura te pido hagas lo mismo con la bestia delante de mí-.




Cadenas negras se envolvieron alrededor del Fénix, Jean sin desaprovechar la oportunidad y antes que su enemigo derritiera las ataduras se colocó detrás del ave de fuego y le abrazó, absorbiendo sus energías, al mismo tiempo que lo arrastraba lejos del volcán.



Finalmente después de llevarlo a mar abierto reanudó su pelea, el Fénix derritió las cadenas que le apresaban usando el resto de su fuerza. Agotado le dirigió una mirada llena de resentimiento a Jean.



-¿Por qué me ves así? Espero que no estés pensando que el poder del volcán es tan bien tuyo, eso sería patético-.



-Absorbiste mis energías y aun así ¿Te atreves a decir eso?-.



-Esa era la única manera de sacarte de tu ventaja territorial, ¿Quieres que te la devuelva y reanudemos esta pelea?-.



-¡No te burles de mí! ¡Esto es una pelea a muerte no un juego!-.



Presa de la ira el ave de fuego atacó nuevamente usando su pico y alas como armas, cambiar de ataques mágicos y espirituales a físicos era necesario o de lo contrario se quedaría sin energías pronto. Para mantener el vuelo decidió usar  una parte de sus reservas mágicas.



Jean respondió de la misma manera invocando una guadaña de flamas oscuras, el impacto del arma contra las alas de su oponente era estridente, el cuerpo del Fénix era realmente  duro y resistente.



Cuando su guadaña era detenida por las alas de su oponente, la fuerza del impacto se transmitía hasta el resto de su cuerpo haciéndole temblar ligeramente. Después de cerca de media hora el Fénix interceptó un ataque especialmente letal con ambas alas y con una de sus garras soportando el dolor se aferró al arma de su enemigo y comenzó a ascender al cielo arrastrando a Jean.



-Ese podría ser un buen plan si valorara mucho esta guadaña de fuego-.



Diciendo eso con una sonrisa Jean soltó su arma.



-¡Mi plan era que soltaras esta desagradable arma de llamas negras,  humano!-.


En el tono del Fénix se podía notar la alegría pero eso solo fue momentáneo.



-Explota-.



La palabra que Jean dijo no era un conjuro solo una simple orden. La guadaña de fuego negro que el fénix tenía atrapada entre sus garras explotó.



-¡Esto no es justo!!!!!!!!-.



Cayendo desde el cielo, el ave mítica gritó con todas sus fuerzas.



-¡El mundo no es justo, ya deberías  saber eso, “Pollo Frito”! ¡La próxima vez no te escondas en un lugar aislado o carecerás de experiencia sin importar cuanto vivas!-.



El Fénix se hundió en el agua del mar y perdió la consciencia. Cuando despertó se encontraba tirado en la arena de la playa. Su oponente estaba sentado en una roca cercana.



-Tú ganas, yo fui derrotado .A partir de ahora aceptaré cualquier orden que me des-.



El Ave mítica reconoció la fuerza de Jean.



-No tengo ninguna intención de ordenarte y quitarte tu libertad, Lo único que deseo es que escuches una de mis peticiones-.



-Habla entonces ¿De qué se trata tu petición?-.



-Quiero que protejas a una señorita inocente y peleés  por ella-.



-Eso no suena tan difícil-.



- Créeme aunque seas un fénix, será muy peligroso, los enemigos son terribles, me temo que incluso con tu vida extra al final podrías morir de manera definitiva. Si crees que no puedes con esto puedes negarte-.



-¿De qué clase de enemigos estamos hablando?-.



-Humanos y tal vez demonios, muchos demonios-.



Solo la palabra “demonios” fue suficiente para encender las llamas del fénix.



-¡Como odio a esos desgraciados! ¡Puedes contar conmigo si es para matar demonios! ¡Sin importar cuantas veces deba morir, no toleraré su existencia!-.



-¡Ese es el espíritu! Yo también los odio con todas mis fuerzas-.




Jean se transformó en un cuervo y se alejó de la playa seguido de cerca por uno de los futuros compañeros de su preciosa amiga Liz.



Ahora solo faltaba uno mas por reclutar.





10 comentarios:

  1. gracias por el capitulo; cada vez esta mas interezante la historia se nota que mas adelante las cosas se pondran calientes jejejej. excelente trabajo bro

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  2. Por fin ya me moria por leer la novela gracias por el capitulo.

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  3. Ya pensaba que tenia que esperar hasta la proxima semana jejejeje buena historia, sigue asi

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  4. ¡Que traigan el loro al estrado!
    Me pregunto cuantos entendieron esto. Bueno, igual es solo un papagayo.

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  5. gracias por el capítulo. Espero con ansias el de mañana.

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  6. jaja el devorador de galletas :'v gracias por el cap

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  7. gracias por el capitulo espero que cumplas con los proximos

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  8. gracias por tu esfuerzo me gusta mucho tu novela (sobretodo la pelea con el fenix)

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  9. cada vez se ponen mas emocionantes los capitulos muchas gracias espero con ansias el de mañana!!!!!!!!!!!!!!!!!

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