2 jun 2016

Promotion Game 13 | Convergencia

Promotion Game 13| Convergencia

Parte 1

El salón está iluminado con cálidas luces amarillas. El enorme candelabro de la mansión de Belial cuelga sobre las cabezas de más de ochenta señoritas en tacones y vestidos de noche. El chofer, los que traen los alimentos en camiones, ejecutivos de la Red High y de otros negocios de Belial, cada uno con sus familias, plátican, rien, beben.
El porton mayor se abre, todos guardan silencio. Por la entrada llega Belial, sonriendo, con su frag, guantes blancos y lujoso bastón. Junto a el un muchacho, igual vestido, con una capa larga y un gesto serio.
Todos los ven, divinos... La escena es elegante, los cuadros grotescos de los pasillos, los pisos lustrosos... Todo es perfectamente lujoso. Belial levanta una copa, contrató mozos para esta ocasión.
—Queridos acompañantes. Me alegra que estén todos, los he convocado esta noche para presentarles a este muchacho.
Todos murmullan, pero Belial se aclara la voz.
—Él es Mijaíl, mi más reciente hijo adoptivo... Pero él es especial, este muchacho le ha dado un futuro certero, un objetivo a mi vida, y por eso, que no es poco, he decidido nombrarlo mi heredero y sucesor en todas mis actividades.
Todos abrieron los ojos, sorprendidos. Comenzaron a murmurar más sonoramente.
—Yo... Yo sé que pueden tomarlo como algo descabellado, pero, he demostrado... No, aun sigo demostrando mi valía. Si mi padre me ha dado esta oportunidad, no la desperdiciaré, no me detendré hasta que cada uno de ustedes este convencido que soy el mejor para este cargo.
Clap... Clap... clapclapclapclap...
—Ahora todos disfruten de la música, la comida, la bebida... Qué mañana nadie tiene que venir a trabajar— dijo Belial y tomó su copa.
Una sonrisa macabra se dibujó en la mente de Mijaíl.
<<Bien hecho muchacho, todo va bien>>…
<<Belial... Ahora que podemos hablar telepáticamente, puedo sentir tu verdadera personalidad. Estás enfermo, es muy pesado... >>
<<No me decepciones Mijaíl, cuando sea Satanás, todo lo que deje en la tierra será tuyo... Incluso Chiharu>>.
Chiharu, solo en Chiharu podía pensar ¿Dónde está Chiharu? Buscó, camino por el salón pero todos quieren estrechar su mano, todos, las chicas de la mansión los hijos de los criados, los ejecutivos, Chiharu no aparece... Se resigna, quizá le sería doloroso encontrarlo así.
En la planta superior unos labios delgados, rojizos, se delinean de rojo... Al lado de la mujer, una niña vestida de princesa...
—Eres muy bonita.
—Arnett, creo que el vestido ya no me queda como antes...
Sale de la recamara, en la puerta está Sofy, con su sonrisa de doncella sobre su sugerente escote.
—Chiharu.
—Oh, Sofy ¿El amo ya apareció?
—Sobre eso quería hablar. Chiharu, todas están diciendo que quieres "atrapar" al joven amo desde que se supo que será el heredero.
—¿Atrapar?— Preguntó Arnett.
—Oye, Arnett. Ve al salón— dijo Chiharu— y dile al tonto de Mijaíl que lo bueno se hace esperar.
Arnett asintió, confusa, salió corriendo por el pasillo.
—Estoy de tu lado Chiharu.
—Sofy. No entiendo bien ¿A dónde quieres llegar?
—Necesitas una aliada aquí... Las cosas están tensas. Piensan que eres una... Algunas intentarán jugar sucio.
—Sofy, yo no me intereso en él por dinero.
—Por el motivo que sea. Tienes mi apoyo. Solo no te olvides de mí... Sé que sabes cuidarte, pero son muchas tus enemigas.
—¡Somos hermanas!
—Entiende, Chiharu. Esto se va a poner patas para arriba... Ahora voy al salón, no es bueno que nos vean muy juntas.
***
—Un dos, un dos... Eres talentoso.
—Oh, gracias.
Amelia enseñaba a bailar vals a Mijaíl... Su vestido, atrevido como ella misma, lo ponía bastante incómodo.
—He oído que amo Belial se excedió en reprenderte una vez...
—Debe ser mal información, fue un accidente.
Amelia se acercó, lento... Su cintura es suave, su olor lo distrae. —Yo sé que el te atacó, no sé por qué, no entiendo lo que sucedió, pero ya estás aquí, como el joven amo...
—Oye, Amelia, yo...
 —A los pocos muchachos que llegan los echa a la calle al poco tiempo. No son leales, son obstinados. Tú eres distinto, a pesar de eso tú estás aquí...
— ¡Mi-ja-íl!
Voltea y ve a Arnett, con su vestido largo y sus guantes brillosos.
—Arnett— la levantó en brazos. —Mírame, estoy sano gracias a tí...
Arnett fruncía el cejo, caprichosa. Mijail la baja... Sube la vista y la ve, hermosa, elegante como reina, fuerte como guerrera...
—Chiha...
Ella pasó de largo, Arnett la siguió. Intentó ir tras ella y fue asediado por más chicas y ejecutivos... La vio voltear, magna, caprichosa y no la volvió a ver durante toda la noche.
***
La fiesta había concluido y todas se preparaban para un día libre grupal. Las chicas andaban en pijama por la mansión. Mijaíl no estaba por ahí. Se habia quedado dormido con el traje puesto, exhausto por cada protocolo. Luego de su recuperación estuvo preparándose durante días para la ocasión. Finalmente podía descansar.
Pero, algo sucedía mientras descansaba... Volvió a suceder, se volvió un fantasma de nuevo.
Atravesó las paredes y vio cosas que quizá no debería. Su conciencia vagaba por la mansión obedeciendo un instinto primario: Buscar a Chiharu.
Y la encontró.
Sentada en un balcón, con el mentón apoyado en la baranda, Chiharu resoplaba, triste, mientras veía las hojas húmedas del enorme jardín.
Apareció entonces, Belial, amo del lugar, con esa aura de invulnerabilidad propia de los grandes señores.
—A-amo, buenos días.
—Buenos días Chiharu. Iré al grano está vez, así que pon atención.
Mijaíl, curioso, aguardó por la plática, pero el demonio dio una violenta mirada, justo al lugar donde el fantasma aguardaba.
Piom
Despertó, tenía gritos en la cabeza... Un dolor extraño, demoníaco. —Ese demonio de mierda.
Parte 2
—Padre, te doy gracias por él honor de haberme elegido como guía del arcángel, estoy sumamente complacido...
Rezaba Isaac, enfermo de gratitud, excitado por la idea de purgación humana. Hace unos días cayó lluvia... Las nubes giraban como remolino, como si el cielo tuviera ira... Cuando se acercó pudo verlo, Miguel riendo, haciendo que el cielo se retuerza... Poder. A los pies del ángel, una mujer, esbelta, infectada con muerte... Algunas partes de su cuerpo no eran humanas.
—Isaac... Deshazte de esta basura.
—¡Si señor!
Isaac, empapado, arrastró el cadáver y lo escondió bien. Más tarde volvería para embolsarlo y quemarlo en una hoguera en las afueras de la ciudad.
—Regresa a las llamas demonio, mi señor te ha echado de este lugar, no vuelvas— rezaba mientras veía como se incendiaba.
Ahora, en la parroquia, pintaba cuadros inspirados en su violento éxtasis. Hasta que el enviado de Dios se le acercó.
—Isaac Roland...
—¿Señor?
—No puedo contenerme en este cuerpo...
—No lo entiendo, señor— dijo dejando de lado el pincel.
—Cuando salgó a cazar basura, se dan cuenta de que voy tras ello. Hace unos días sentí a una pequeña basura... Apenas me decidí a destruirla sentí que se alejaba, que huía.
—Parece un problema grave, señor.
—Isaac... ¿Te gustaría contenerme en tu cuerpo?
—¿Señor?— sonrió. — Me temo que no lo entiendo.
—Es simple. Tu existencia es fuerte, puedes coexistir conmigo... Yo entraré en sueño y tú no te verás afectado... Solo dejaré encendido mi instinto de rastreo. Podrás acercarte lo suficiente y entonces yo tomaré el control, hasta acabar con esos intrusos.
—Suena... Considero que es un honor...
El arcángel Miguel desapareció... Isaac pudo oírlo en su cabeza.
—Hay más porquería allá afuera. Que la cacería comience de una vez...
***
—Sharpa, este es el lugar.
—Es una ciudad bastante grande, Siriorg.
—Aquí es donde la materialización de Cao Belcebú cayó.
—Esa mujer me altera mucho.
Dos hombres con túnicas blancas caminaban por un bulevar. Era un bonito día.
—Siriorg ¿Qué crees que esté planeando Dios?
—No lo sé, mientras el Promotion Game concluya no sucederá nada a nuestro mundo.
—¿Y qué hay de los humanos?
—Sharpa Régula ¿De verdad te importan estas insignificantes almas?
—Conoces la voluntad de Lucifer.
—Él ya no está— decía sin demostrar sentimiento alguno.
Mientras tanto en la habitación de Mia, el espacio se quebró como un vidrio, y aparecieron ante la niña unos hoyos blancos en la oscuridad que había dentro del agujero.
—Mía... Se comunica contigo Cao Belcebú.
Mía se aterró pero pudo controlar su miedo. Esos hoyos eran como ojos que demostraban cierta aproximación al concepto de ser humano.
—Como corona del infierno debo informarte con apuro la siguiente fase del Promotion Game ¿Debo dar pecho que tus negociaciones con el demonio Azazel han concluido satisfactoriamente?
—He... Bueno todo está bien... Eres el segundo demonio con el que entro en contacto, no sé por qué creí que no me sorprendería.
Irrumpió en la recámara Azazel.
—Hola, Cao. Es extraño que no pudiera sentir tu intervención en la realidad. Solo cuando estuve cerca pude sentirla.
—De eso justamente venía a hablar. Este mensaje se transmitirá a los cuatro participantes. La Corte Suprema ha decidido cómo resolver el Promotion Game. Es simple, los humanos deben asesinar a las proyecciones de los demonios restantes... Si un demonio asesina a un humano, este quedará descalificado. Si un humano asesina a otro humano, quedará descalificado.
—¡Eso es absurdo!— grita Azazel.
—No lo es, debo informarles que ha aparecido un cazador.
—¿Cazador?— pregunta Mía.
—Un cazador ha detectado nuestros movimientos, dios lo ha enviado a asesinar demonios. Es uno muy poderoso.
Azazel comenzó a emitir un aura monstruosa que mía pudo sentir... ¿Era miedo?
—Mientras el cazador este rondando por aquí los demonios no pueden alterar la realidad. Pueden hacerlo pero eso llamará la atención, y una batalla con ese monstruo terminaría con una muerte — prosigue Belcebú. —Así que esas son las reglas del juego. Me retiro.
Todo regresó a la normalidad.
—Mía— llamó Azazel. —Para esto fue que regresaste de la oscuridad.
—Estoy un poco asustada.
—No te preocupes... No sé bien como sean nuestros adversarios pero tu eres talentosa, y ellos están sumamente limitados.
<<Un cazador... Esto se pondrá sumamente peligroso >>



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