Imagen con fines... Will la mando. Creó que la ONU esta llegando. ¡A correr!.
Era broma... No hagas bromas como esas. Creó que... Ah sí, imagen con fines... Ya saben. Tranquilos, la ONU no vendrá... Creó.
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Contenido
Capítulo 1: Una mañana cualquiera (First_Day)
Parte 1
El día 20 de junio, el sol nacía
desde el horizonte edificado iluminando de manera acromática la vida
de los habitantes de Shinjuku.
Movido por los rayos de sol filtrados
por el cristal de la ventana, a tientas, tomé la sabana que me
cubría para tapar mi rostro; en vano, mi sabana había sido
arrebatada durante la noche para que no pudiera hacerlo.
Me levanté de manera poco energética
del futón y con la gracia de un recolector de basura, lo aplasté
contra mi cuerpo antes de lanzarlo violentamente contra el fondo del
armario, solo para terminar luchando con la puerta corrediza y verme
obligado a hacerlo de nuevo con cuidado.
Una vez en este estado zombiesco, me
moví desde mi habitación hacia el baño, no sin antes tocar la
puerta del cuarto de mi hermana con un “es de día”.
Arrastrando mis jóvenes pesares de la
noche anterior, que se podían ver regados por el suelo de mi
habitación como grandes tomos, revistas y cuadernos; titulados “Las
quince esposas de Genji”, “psicología moderna”, “filosofía
del siglo XIX”, “armando motores 3-ra edición”, “Física de
partículas”, “Mitos Rusos”, “aprende francés”,
“Gastronomía mediterránea”, “historia del arte”, “Un
cierto índice mágico - Nuevo testamento”, “Desde el nuevo
mundo”, “guía ilustrada de las especies vegetales de la isla de
nueva guinea”; me dejé llevar hasta el espejo para poder ver
reflejadas mis ojeras.
De manera poco sana, empecé a hablar
con el yo del espejo.
-vacaciones de verano eh…, esa
palabra no se aplica a mí.
Eso era un hecho; después de ser
conocido con los apodos de “la enciclopedia viviente de Shinjuki”
y “el casi índice mágico”, dejé el colegio con ello el estudio
particular para aplicar mis propios métodos de autoestudio.
Mientras movía de manera poco hermosa
mis cabellos castaño-rojizos, que caían con sus ondas sobe mis
cejas, heredados desde mi familia paterna inglesa y miraba mis
oscuros ojos cafés heredados, junto con mi piel trigueña, de mi
madre latina, incrustados en mi rostro demacrado por la falta de
sueño; tomé las tijeras ubicadas en el cajón plástico de la pared
y me apunté sobre los ojos y a la mitad de la frente.
La filosa herramienta se cerró con
fuerza, pero en un movimiento aún más veloz, había retirado de un
tirón mi cabeza y con ello, mi cabello habia quedado intacto tras la
amenaza de las tijeras.
-me arrepentí- le dije al reflejo de
mí mismo.
Encendí la bañera en agua fría y
mientras esperaba que se llenara, me moví hasta la cocina donde me
preparé un café instantáneo a falta de tiempo para preparar más;
además, coloqué una Pop-tart en el micro por dos minutos.
Con el pitido de la maquina microondas,
sujeté un trapo y saqué con cuidado la pasta de malvavisco y
mermelada envuelta en una oblea que era la Pop-tart, la cual era
vendida en diversos sabores que no se especificaban, así que solo
restaba probarla para determinar la fruta que era; ya que, todas las
mermeladas habían sido teñidas de color rojo, para hacerlas
indistinguibles.
Le di un descuidado mordisco al
alimento diabólicamente calentado, antes de lanzar un quejido y
correr hacia la nevera por agua; mi baja tolerancia a los alimentos
calientes había empeorado la situación.
Mientras me quejaba del dolor y me
recomponía de la mermelada de frambuesa hirviendo, tragué de un
trago mi café instantáneo frio y esperé.
Un “su baño está listo”, me
advirtió del tiempo que había pasado; entonces, con confianza, me
dirigí de nuevo a enfrentar mi Pop-tart.
La frambuesa es mejor fría.
Después de bañarme y secarme, así
como de cambiarme, caminé con pasos silenciosos hacia la puerta de
la casa y salí.
Como de costumbre, el calór me vió
obligado a usar una ropa ligera que bien pudo haber sido desgastada
por los ciclos de lavado, pero que aun así, me negaba a dejar de
usar, además de un pantalón de fibra sintética corto de color
marrón.
Mi objetivo estaba a solo algunas
cuadras de distancia.
Salí de mi casa de dos plantas ubicada
en las zonas suburbanas de Shinjuku mientras arrastraba mi cuerpo
fuera del edificio adornado con el título de “Panaderia Ouki”
¡Oh, cierto!, mi nombre es Kimizu
Ouki.
Con “Ki” de espíritu, “Mizu”
de agua, “Ou” de rey y “Ki” de espíritu, nuevamente; un
nombre poco deseable para algunos, pero que a mí me gusta mucho.
Como dato extra: esa panadería, es
mía.
Fue una noche, aunque hay que
retroceder incluso más, fue un mediodía de hace cuatro años.
Había estado trabajando como tutor
particular desde mis siete años de edad, era un trabajo bien
remunerado que alimentaba mi adicción por los libros; de otro modo,
mis padres hubieran ido a la quiebra tras las visitas semanales de
Amazon.
A mi quinto mes de la edad de 9 años,
un chico de doce años que vivía cerca y al cual le estaba enseñando
los procesos celulares, se quedó pasmado viendo un modelo de
Kinkakuji hecho de tablillas de helado.
El templo a escala fue vendido a la
madre de ese chico en mil yenes.
Claro, yo se lo hubiese dado de manera
gratuita, sin embargo, ella dijo: “no, como voy a hacer eso, por lo
menos, debo pagar por los gastos en los palillos y en el pegamento”
Después de un tira y afloja inverso
(yo bajando el precio y la mujer subiéndolo), llegamos a la
conclusión de 1000 yenes y la reposición en materiales del templo.
A la semana siguiente, me llegó un
paquete.
Una caja de 50 cm en todas las
dimensiones lleno de palitos de helado y un tarro de medio litro de
pegamento de madera, además de tarros de vinilo.
¿Qué puedo decir?, esa mujer se
excedió.
Ese era solo un Hobbie, no podía
considerar el ganar por algo que podía hacer por pleno deseo, pero
eso encendió la chispa.
Entregándoles las ganancias de la
venta del templo y todos mis ahorros a mis padres (el 30% del dinero
recaudado de las tutorías), junté poco más de 130.000 Yenes; los
enfrente en la mesa de la cocina con un: “quiero hacer una petición
egoísta”
¿Acaso acababa de oír esas palabras?
En la antesala de lo que prometía ser
una discusión acalorada en nuestra familia de cinco integrantes (mi
madre, mi padre, mi hermana mayor mi abuelo paterno y yo), me instruí
en las técnicas del manejo de ideas, realice simulaciones mentales
acerca de las posibles respuestas y diseñe contramedidas para
obtener la ventaja.
Estaba listo para casi cualquier
posible respuesta, tenía las palabras que tenía que decir para
responder a sus dudas, tenía además tablas estadísticas que
apoyaban mi idea.
Estaba mentalmente preparado para el
fracaso, pero no estaba mentalizado para su respuesta: Directa,
precisa, sin atisbo de duda.
-“sí, claro”
-“¿eh?”
-“¿Qué ocurre?”
-“¿No espera… que acabas de
decir?”
-“¿Qué ocurre?”
-“¡no, eso no!”
-“que está bien”
-“¿Qué está bien? ¿Estás seguro
de eso?”
-“claro, ¿por qué no?”
Aun me seguía sonando un poco extraño.
-“¿con ‘claro’ te refieres a que
aceptas mi idea?”
-“así es”
Aparentemente había sobrevalorado mi
petición o infravalorado la ductilidad de mi padre; al final de esta
veloz contienda que acabó gastando todas mis energías debido a la
baja carga mental que me ofreció, se llegó a la conclusión.
Una semana después, el frente de la
casa se lució con un letrero, “Panadería Ouki”, en
retrospectiva me impresiona lo fácil que fue.
Con los conocimientos que ya había
adquirido, el montar una panadería bien surtida no fue tan difícil,
además de que este se estaba convirtiendo en una gran fuente de
ingresos. Gracias a eso y a algunas cosas más, como la venta de
arreglos florales o la preparación a pedido de alimentos para
fiestas de cumpleaños, mi estatus en la familia y en la cuadra se
elevó unos cuantos niveles.
Pero, eso fue hace cuatro años, y
aunque la panadería sigue funcionando, la mayoría de sus ingresos
son por pedidos de tortas de cumpleaños, bueno, no fue gran
problema.
Parte 2
Pasé por una tienda de conveniencia y
compré bebidas en la máquina expendedora antes de encaminarme a mi
verdadero destino.
Una biblioteca ubicada en la residencia
de una chica de secundaria que vivía sola, según dijo, su abuelo le
había heredado una gran cantidad de libros y ella decidió montar
ese negocio para obtener algún dinero extra; aunque se solía quejar
acerca de que yo era su único cliente; después de un tiempo,
empezamos a hacernos buenos amigos, después de todo, yo era el único
que la visitaba frecuentemente.
Así que mientras me subía al ascensor
plateado y después de oprimir el botón del decimonoveno piso;
esperé.
Después de un rato, algo raro sucedió;
el piso debajo de mí empezó a resquebrajarse violentamente para
finalmente ceder ante la gravedad y caer.
El miedo me había paralizado demasiado
y no había logrado aferrarme de los sujetadores en las paredes;
antes de que me diera cuenta, ya estaba cayendo.
Por la posición en la que me
encontraba, logre vislumbrar el piso al cual apuntaba la vieja y
oxidada flecha del ascensor.
“catorce pisos… ha… parece que es
imposible hacer algo”
Mientras más caía en la oscuridad,
más ligero me sentía, como si al final de la vida solo pudiera
sentir felicidad.
“me pregunto, si golpearé primero
con el cráneo, odiaría seguir consciente cuando mis huesos se
quiebren”
Entonces, cada pequeño rastro de luz
desapareció de mi campo de visión hasta dejarme a oscuras.
“que extraño, nunca creí que esto
pasaría ¿es normal que no pueda ver nada?”
Entonces, como una computadora antigua
que se desconecta de la fuente de poder, todo se apagó
Parte 3
Desperté.
Un mundo distinto, distinto.
Mayormente las historias de gente en
mundos distintos ocurren en reinos religiosos y al invocado se le
ofrece el título de héroe de la nación, contrastando, yo fui
despertado con una patada en el abdomen de parte de un hombre con un
rosto aborrecible.
En vez de ser alimentado por doncellas
o recibir un banquete con el rey, la patada viajó por todo mi
abdomen induciéndome a vomitar una mezcla de alimentos a medio
digerir, ácidos estomacales y sangre.
En vez de sentir dulce hidromiel
haciendo cosquillas en el paladar, sentí que mi esófago garganta y
boca ardieran debido al vomito.
En vez de ser tratado como un héroe y
ser alabado por todo el país, fui escupido en la cara y tratado como
basura siendo aplastada por una pesada bota de piel.
En vez de ser conducido a una recamara
de grandes camas doradas, fui lanzado bruscamente a una jaula de
metal junto con otros humanos.
En vez de ser un héroe alabado, fui
llamado esclavo.
En vez de “eres nuestro salvador”,
escuché un “bienvenido a lo más profundo que puedes llegar,
asqueroso humano”
Un recibimiento digno de un enemigo.
Ese recibimiento me terminó lanzando
en medio de una jaula llena de otras personas; la fuerza con la que
me lanzaron me provocó un golpe de lleno con los demás capturados.
Mi cuerpo había sido elevado y lanzado
bruscamente en la jaula; el golpe había sacado todo el aire de mis
pulmones y había hecho borrosa mi visión; sin embargo, seguí con
una enfermiza calma.
No es que me considere alguien
realmente imperturbable, solo que todo estaba ocurriendo demasiado
rápido para que lo filtrara como realidad; era vivido y doloroso,
pero se sentía realmente lejano.
Recuperándome del golpe, evalué la
situación.
Me encontraba en una jaula; era una
jaula de dos metros de ancho, cuatro de largo y dos de alto, barrotes
de metal se unían a bordes hechos de madera, y en la parte trasera
de la jaula había una puerta asegurada por pasadores de metal
pesados y un candado, además, esta jaula estaba ubicada sobre una
base de madera y unas ruedas, las cuales estaban unidas a la parte
trasera de un carruaje también de madera.
El sonido de los relinchidos me decía
que este carruaje estaba tirado por caballos; por el peso y el
estilo, determiné que serían dos caballos por lo menos.
Dentro de la jaula, habíamos ocho
personas en total; cuatro de ellas eran mujeres, una era una niña de
unos ocho años de edad; los otros tres eran hombres, uno de ellos de
unos diecisiete años, los otros parecían demasiado viejos para ser
siquiera útiles y estaba yo.
Mis ojos vagaban recolectando
información; por ejemplo: si mirábamos su ropa; se podía notar que
algunos de ellos eran trabajadores del campo; sus pesadas botas
estaban sucias y desgastadas.
Una de las mujeres estaba sufriendo de
tendinitis en su brazo derecho; aunque probablemente no ha ido al
médico, se podía notar debido a la tensión de su ligamento radial.
Debido a los rezos de una de las
mujeres, determiné que la deidad en la que creían se hacía conocer
como Melaforossa.
-“¡MADRE…. MAMA… VEN POR
FAVOR!”-
Gracias a los gritos de la niña, pude
saber que la había separado de su madre; pero enserio, eso fue
fácil.
El joven en el grupo parecía ser el
único que me podría dar razón.
Por sobre los gritos de dolor de la
niña, entablé una conversación con el joven.
-¿sabes para donde nos llevan?-
pregunté con la voz más infantil que pude.
-si tuviera que adivinar, sería al
coliseo de Garua en el país de Lotos; de ahí probablemente nos
envíen por la ruta hacia el norte; sería mejor que nos moviesen
inmediatamente antes del sábado.- me respodió en un tono frio,
parece que mi táctica de despertar sentimientos Bro-con, falló
miserablemente.
-¿que? ¿Qué ocurre el sábado?-
pregunte con una voz más calma, quizá fría y afilada-.
-¿no estas enterado? ¿Dónde has
estado viviendo tu vida?, todo el mundo sabe que los sábados se
realizan las batallas en los coliseos.
¿Batallas? ¿Coliseos?, algo…
-¿a qué te refi…?
El movimiento repentino del carruaje no
me permitió terminar de hablar; habíamos empezado el recorrido.
Recuperando la compostura dije: “a
que te refieres con batallas”
La única respuesta que obtuve fue una
mirada extrañada de ese chico, claro, si se supone que es algo que
todo el mundo sabe que es, que alguien repentinamente lo pregunte es
extraño; es como si alguien te preguntara: “¿para qué sirve el
refrigerador?”
Guardé silencio el resto del viaje.
En un momento determinado del viaje,
noté como la carretera en la que nos movíamos parecía unirse de
manera adyacente a otra más grande.
La magnitud de lo que vi destrozó mi
juicio.
Nos unimos al medio de una caravana de
unos sesenta carruajes más, todos, llevando entre cuatro y quince
personas en el interior de julas similares a las nuestras.
Mis ojos absortos trataban de ver la
magnitud del suceso; justo cuando trataba de asimilarlo todo, algo
más me llamó la atención.
En el frente de cada carromato, había
un conductor.
Con cara de halcón, con uñas de ave
de rapiña, con escamas en la parte donde no lo cubría piel, con
orejas de gato, de perro y de lobo, con rostro de cocodrilo… etc.
La única palabra que cruzó por mi
mente fue “Demi-Humano”.
Sea un manga, una novela o un anime;
esas características se le atribuían generalmente a los seres
conocidos como Demi-humanos.
Al no poder procesar la información,
caí inconsciente sobre el regazó del joven con el que había
hablado horas antes.
Parte 4
Desperté durante la noche.
Mirando hacia el cielo a través de las
barras de metal, ahí estaba, un cielo único; un cielo solo
existente debido a la falta de contaminación lumínica; un cielo
hecho a base de estrellas; un cielo brillante; un cielo vivo; cada
uno de los astros unas cincuenta veces más brillante que las que
alguna vez vi y unas veinte veces más poblado; de inmediato mi
cerebro se estaba saturando de errores mientras mis ojos trataban de
reconocer cada constelación.
Ninguna constelación conocida.
Debido a mis conocimientos en la
psicología del secuestro, sé muy bien que este proceso de búsqueda
de tareas inútiles siempre ayuda para pasar el tiempo; ya sea contar
las hebras de tatami, ordenar y reordenar piezas de ajedrez o
tararear canciones; cada actuación aparentemente sin sentido, había
servido para que las personas pudieran seguir con vida un poco más
de tiempo.
Por mi parte, mi actuación inútil
había sido el crear y nombrar nuevas constelaciones.
Lanzando una mirada al infinito,
tratando de unir los puntos de manera mental, desde una estrella
ridículamente brillante se estiraba lo que parecía ser un pie; con
algo de imaginación, se podía dibujar una bota alrededor de las
estrellas.
Del mismo modo, un par de brillantes
estrellas y unas un poco más opacas alrededor me dejaron dibujar una
lanza. Al final de la lanza, avanzando por unas cuantas estrellas,
estaba lo que podía ser interpretado como las manecillas de un reloj
marcando las 13:30.
-una manzana
-un sombrero
-un conejo
-una araña
-un gusano (falto de imaginación)
-un jarrón
-un templo
-una montaña
-un rio
Y cuando me di cuenta, el cielo
estrellado estaba desapareciendo en tanto aparecía el sol desde el
oriente, el lugar al que nos dirigíamos.
Parte 5
Bajo el cielo despejado, el dolor que
provocaba el sol se intensificó considerablemente.
En una palabra: calor, en otra palabra:
martirio.
El calor forzaba a las personas a
respirar el aire caliente, de manera que mientras más se respiraba,
el calor que se disparaba por el sistema respiratorio más parecía
cocinar a las personas desde adentro.
Según me había enterado, esta es la
zona desértica de Zedal; lo que en algún momento fue un hermoso
bosque ahora estaba reducido a un terreno estéril y caluroso.
No tengan malos entendidos del lugar,
aunque es verdad que es una zona desértica, supongo que es mejor
denominarla como una estepa de zona caliente.
El lugar no era especialmente grande,
aun así el atravesarlo nos tomó cerca de tres horas.
Al final de este infernal recorrido, se
podía ver con facilidad desde el punto en el cual se reunían una
gran cantidad de árboles, una pequeña ciudad; para describirlo de
otra manera, la ciudad construida enteramente por madera poseía en
su exterior, una zona altamente densa de follaje de unos cuatro
kilómetros de extensión desde los bordes de la ciudad.
En este lugar, los arboles funcionaban
como una fuerte barricada contra el viento cálido que provenía del
desierto.
Solo para aclarar; si tomamos en cuenta
el este como la dirección desde la cual salió el sol, entonces,
desde que comenzó el viaje, hasta la zona donde se conectó con la
carretera principal, el viaje fue en sentido noroeste, hasta que
salimos de la zona montañosa y nos enfrentamos a la zona desértica
el viaje fue directamente hacia el oeste; el viaje en la zona del
desierto empezó en dirección de cauro y luego se nivelo con una
ruta más larga hacia el suroeste, en este punto, y a mitad del
camino lineal hasta la ciudad de Zedal, la ruta volvió a ser
considerablemente directa hacia el oeste.
La razón del desvió fue porque
aparentemente se rodeaba una zona de acantilados negros de unos
seiscientos metros de profundidad.
Y finamente, la ciudad de Zedal; una
ciudad enorme con una disposición de canales por todos los lugares.
Canales hechos en piedra y ubicados al
ras del suelo que poseían un metro de profundidad y tres metros de
ancho, se disparaban en todas direcciones formando ángulos casi
rectos en las zonas de inferencia.
Por esta razón, la enorme ciudad de
unos 6 kilómetros de diámetro en su zona más larga, mantenía una
enorme cantidad de puentes de varios tipos por sobre los pasos de
agua.
Los había de piedra de estilo románico
y de madera casi pareciendo más una plataforma que un puente; entre
estos había gran selección; desde algunos que se elevaban un par de
metros mientras se adentraba en la ciudad, hasta algunos que solo
podían permitir el paso de peatones.
La ciudad de los canales de Zedal,
tierra de Esperias, Pais de Lotos.
Una ciudad apostillada en la frontera.
Capítulo 2: Cadenas (Proud)
Resumen del capítulo anterior:
El viajar a un nuevo mundo, me sentó
como una patada en el estómago.
Parte 1
El ruido de las numerosas caravanas
siendo empujadas sobre los puentes, sumado a los incesantes
comentarios de las personas acerca de la gran captura, alaridos de
los más ancianos y lloriqueos de los más jóvenes, rezos de los más
creyentes y maldiciones de los más desesperanzados, hacía eco en mi
cabeza, la cual se había visto inhibida de alimento y agua.
La caravana gigantesca se movía hacia
el cauro en lo que parecía ser el mediodía.
Los puentes y el popurrí de edificios
que me hacían recordar a la reina del adriatico, dividían la ciudad
en siete grandes zonas; como en una ciudad normalmente las
edificaciones para propósitos similares se apiñaban en un lugar
estrecho.
Los canales apuntando desde el este
hacia el oeste, impulsaban el agua debido a la gravedad;
posteriormente, esta agua era captada por canales subterráneos y era
reenviada por máquinas de regreso al inicio de los canales.
Al oeste de la ciudad, se ubicaba la
puerta de la ciudad y una carretera de adoquines adornada por árboles
frondosos, como si los arboles le abrieran paso a los caminantes,
casi como la historia de Moisés y el mar rojo; este era el
sentimiento que desprendía; y más allá se encontraba el desierto
homologo a la ciudad, seguido por la cadena montañosa donde me
capturaron; unos cuantos hoteles y tiendas se encontraban allí
también.
Al sur se levantaba el área suburbana
de la ciudad, un terreno activo que además era el lugar donde se
encontraba el instituto de estudios básicos; también había una
biblioteca.
Al este, saliendo del límite de la
ciudad, una enorme cantidad de campos escondidos entre los árboles
se podían ver, el terreno montañoso se extendía mas allá también,
era un territorio demi-humano.
Al norte, una serie de edificaciones
que cumplían con los estándares de un centro de salud minoritaria
se mantenían en contraste con el coliseo de Garua; su principal
efecto medico eran pacientes heridos en trabajos de caería en el
bosque y heridos del coliseo.
En el centro de la ciudad, una casa
apenas levemente más grande que el resto, pero en contraste más
amplia, señalaba la ubicación de la casa de los terratenientes de
la ciudad, la familia noble que servía en el territorio bajo el
dominio de la familia real “Galmea Da Lotos”, la familia noble
“Von Henrius”; además, una serie de edificios burocráticos se
levantaban alrededor de la mansión.
Al exterior de la ciudad, una zona
boscosa se expandía; mas allá de esta, hacia el suroeste, estaban
las minas de plata que mantenían la economía de la ciudad altamente
lujosa.
Así que nuestra ruta como invitados de
honor no podría ser otra más que al refinado norte de la ciudad.
Según nuestros choferes nos movían y
presentaban una agradable conversación entre ellos con frases
inspiradoras como “rápido, que ya me estoy fastidiando de mover a
estas pestes por todo el trayecto” o “maldición, esta vez espero
que los podamos vender por bastante dinero para poder emborracharme”,
los cómodos asientos de madera vieja nos habían empezado a molestar
un poco debido a la gran duración del viaje y los espaldares de
hierro de alta calidad ya nos habían hecho golpear las cabezas de
manera constante, mientras, el traqueteo por los pisos de la ciudad
nos otorgaban una extraña sensación que no permitían que nos
durmiésemos; por supuesto, gracias a ello pudimos disfrutar las
enormes panorámicas de la ciudad; por no mencionar además a nuestra
acompañante de ocho años, que cada que recuperaba la consciencia de
la situación nos deleitaba con un hermoso cantico que nos provocaba
ganas de llorar (aunque ella era la que lloraba mas).
Según al avance, ya nos habíamos
tomado la molestia de presentarnos; la niña se llamaba Lia,
aparentemente, según la información que nos contó, ella había
sido separada de su madre y puesta en una carreta diferente; esto se
solía hacer con los familiares de los capturados para evitar
revueltas, explicó el joven, cuyo nombre era Yigo Esame.
Entonces, llegamos a nuestro destino.
El coliseo de Garua; un hotel en el
cual los humanos pueden entrar sin reservaciones y pasar una larga
estadía sin gastar un solo yen, las habitaciones de carácter
comunitario poseen seguridad de alta calidad; tan solo entrar te dará
la confianza de que los ladrones no intentaran robar nada de lo que
posees, quizás ese sea el resultado de las enormes y pesadas puertas
y paredes hechas de barrotes de hierro o quizá sea el candado que
parece imposible de burlar.
En cuanto llegas al coliseo de Garua,
empiezan los tratos de rey, para empezar, eres conducido desde el
frente con la hospitalidad que solo podría ofrecer un oso enojado a
un lugar donde te desprenden de todo tu equipaje, los recepcionistas
se encargaran de todo lo que posees de modo que nunca más te tengas
que preocupar de nuevo por estas nimiedades; incluso tu pesada ropa
es cambiada por un ligero atuendo de lino beige con el objetivo de
minimizar el peso que tengas que soportar sobre tu cuerpo; pero el
atuendo por si solo además posee ciertos accesorios de gran calibre,
como unas hermosas cadenas de hierro enrojecido debido a la acción
que el oxígeno logró sobre el mismo, si fuesen antigüedades, esta
zona enrojecida recibiría el nombre de pátina.
Y no es solo una pequeña cadena para
el cuello; a modo de juego te ofrecen unas cadenas extra para la zona
de la cadera y las extremidades superiores e inferiores, de modo que
todas las cadenas terminan unidas entre sí.
El servicio deja algo que desear; se
ofrecen dos comidas al día, un desayuno ligero pensado para empezar
bien el día; generalmente es un pan, agua y una mezcla heterogénea
de los alimentos de la noche anterior; el gusto es refinado, pues la
maduración de los alimentos le otorga un ligero sabor agrió a los
vegetales.
Es un alimento que sirve frio en
consideración con las personas que tienen lengua de gato.1
Por la noche, la comida consta
invariablemente de una bebida que parece tener mezclada concentrado
para animales de engorde, antibióticos de alto espectro y alguna que
otra planta de propiedad somnífera para agregarle un sabor más
fresco.
Si no tomas la bebida, es probable que
la incomodidad y el frio no te dejen dormir en lo más mínimo;
lamentablemente, quizás con tal de reducir al mínimo la producción
de gas carbónico, nadie enciende siquiera una pequeña flama, por lo
cual es pasar una noche en vela pensando en cuando morirías de
hipotermia o beber esa masa de color marrón; obviamente, a la
segunda noche, la gran mayoría de las personas parecen esperar con
ansias el mágico brebaje.
En las tardes, por las horas del
mediodía, es el momento del baño; debido al deseo de aprovechar al
máximo el agua, solo un balde de agua por persona.
Debido a la acción del sol, el momento
del baño es el momento más deseado del día, superando apenas al
momento de la llegada de la bebida.
Es increíble que todo esto no cueste
ni un yen.
Como compensación, solo debemos actuar
como candidatos deseables para la compra; es bien sabido que si eres
comprado por alguien, probablemente podrás empezar a comer tres
veces al día.
En una nota al margen, la primera
persona de nuestro grupo en ser vendida fue la niña de ocho años,
Lia; el comprador era un hombre-tortuga que aparentaba estar por
sobre sus cuarenta, su sonrisa de felicidad era un poco desagradable
a la vista y al parecer por los gritos de la niña, ella ya había
aprendido a amar el coliseo; tanto así que los recepcionistas (que
además son los guardias, chefs, vendedores y personal de limpieza)
no tuvieron más remedio que dejarla inconsciente con un golpe seco
en la parte posterior de la cabeza.
En el momento del golpe me encontraba
relativamente cerca, así que unas pequeñas gotas de sangre
terminaron en mi cara.2
El recordarlo me dejaba una extraña
sensación de desazón y asco.
Parte 2
Habían pasado cuatro días desde que
me encontraba en el coliseo de Garua, según el calendario general,
ya debería ser el 21 de junio, jueves.
Eran pocas las celdas que daban vista
siquiera parcial al interior del coliseo; por el resto, era
comparable a mirar por una ventana elevada, así que el angulo de
incidencia no dejaría ver mucho de todos modos.
Aunque exagerada, había una frase
rondando el coliseo: “Quienes van, nunca regresan”.
Si puedo definirme de alguna manera,
sería con dos palabras.
Adaptable y consecuente.
No es que sea una persona que pueda ser
considerada como dedicada; para ser justos, mis victorias en
cualquier tipo de ámbito, fueron generalmente simples de ejecución
y no me pareció que ofreciesen resistencia.
En otras palabras, se me daban las
cosas más fáciles que al resto.
Como tal y consciente de mi posición
afortunada en el mundo, debido a mi gran cantidad de conocimiento
acerca de casi cualquier cosa, sin importar que tan molesto fuera en
un principio, siempre pude sobreponerme a las circunstancias que me
ofrecía la realidad.
Me adaptaba y actuaba según la
situación lo ameritaba.
Además de que mi actitud silenciosa y
opaca, no me traía muchos problemas; o al menos así era la mayoría
del tiempo; aun cuando era opaco, la verdad era que tenía alta
habilidad para esgrimir sarcasmo como un arma.
Mi punto fuerte: ser consciente de la
situación.
Mi punto característico: ser directo
al llegar al punto de quiebre.
Mi punto malo: querer instruir a las
personas.
Mi punto débil: mis relaciones
interpersonales.
Como tal, siendo consciente de mi
situación, mi meta era ser un esclavo exitoso de esta sociedad.
¿Les parece un tanto ridículo?, pues
era eso o morir en el coliseo; además…
Parte 3
¡¡Seré un esclavo con todas mis
fuerzas!!
Ya, dejando el sarcasmo de lado; lo
mejor que podría sobrevenirme seria el ser contratado como esclavo
para labores domésticas.
De entre los valores y funciones que
desarrollan los esclavos, suponiendo que mi información sacada de
mangas y novelas ligeras posea algo de realidad, se podría realizar
de manera escalar de la siguiente forma.
- Esclavo particular: un esclavo que ofrece los servicios de un sirviente pero sin obtener remuneración económica; el ejemplo más claro que podría dar sería el del anime “La virgen María”, en el cual el personaje de María posee un íncubo y un Súcubo.3
- Esclavo domestico: un esclavo usable para labores diarias, con funciones varias y valor significativo sobre el resto.
- Esclavo militar: nada más que decir, ya sea a la fuerza o por cohesión, los dueños de este tipo de esclavos generalmente poseen de tipo guardaespaldas o milicia, para dar un ejemplo, de tipo guardaespaldas sería Morgiana como esclava del Sharif en el manga de Magi4, mientras de modo milicia sería Raphtalia y compañía como esclavos de Iwatani Naofumi en la novela de Tate o Yuusha no Narigiari.5
- Esclavo laboral: es el ejemplo más conocido, generalmente poseen trabajos duros en minas o campos.
¿Por qué esclavo laboral está por
debajo de esclavo sexual?... pues porque en el esclavo sexual se
pueden medir desde concubinas reales hasta prostitutas de pueblo…
por no decir que generalmente tienen mejores tratos que los esclavos
de tipo laboral.
Bajo mis condiciones, tengo que apuntar
a estar entre las dos primeras opciones; Y por supuesto, esperar a
que mi esclavista to sea especialmente cruel.
Y así, espere pacientemente por mi
esclavista8
-y bien, ¿Cuál me vas a comprar?,
padre.
-es tu regalo, así que escoge tú.
-bien, entonces ese.
Un dedo índice apuntó hacia mí.
Ese dedo índice estaba unido a un
brazo y ese a un cuerpo, según mis ojos barrían su cuerpo, me fijé
que se referían a mí, así que salté de mi posición de sentado y
me paré de la forma más noble que podía.
Una vez que salió del rango de las
sombras, sus ojos escarlata se encontraron levemente con los míos,
el exhibía una sonrisa cálida mientras su cabello rojo y largo
jugueteaba sobre sus hombros.
-¿estás seguro? ¿No quieres alguno
más fuerte?
(Maldición, él ya se había decidido…
¡¡no interfiera anciano!!)
-~no~… de hecho, quiero a alguien
débil.
(¿A quién le llamas débil, pequeño
mocoso?)
-pues dudo que llegue a ser
problemático, bueno, después de todo es tu decisión.
(~waaaa~)
-es tu culpa por no dejarme escoger a
una chica.
(Espera... ¿que?)
-no se podía hacer nada, tu madre
probablemente enloquezca si trato de ponerle las manos encima.
(¿Qué clase de basura eres?... no,
mas importante. ¿Qué pretendía hacer ese mocoso con una esclava
femenina en particular?)
La conversación se estaba saliendo de
las casillas; estaba siendo empujado fuera del tema.
-¡¿quee?!- dice el niño demi-humano
mientas se lleva la mano derecha hacia el cabello- se suponía que yo
le iba a poner las…- guarda silencio.
-…
(…)
-…
-…
(Silencioso, aunque es muy obvio
tomando en cuenta la situación; señor, su hijo es una basura igual
que usted.)
-como sea… solo co… -el niño baja
la cabeza y tartamudea un poco en voz baja.
(Maldición, no se olviden de mi…)
-¿Qué dijiste?- al parecer el padre
no le escuchó nada… pues de por si no ha dicho nada.
(Solo esclavícenme por favor)
-… no es… solo.
(¡Nada de “Solo”!... enserio, ¿son
tan inútiles hasta para esclavizar a una persona?)
-¿te duele en algún lugar?
-no, no es eso…
(Enserio, ¡hasta cuándo van a seguir
con esta escena de comedia!)
-¡¡¡MALDICIÓN, SOLO ESCLAVÍCENME
DE UNA VEZ POR TODAS!!!
-¿ah?...- el padre.
-¿ah?...- el hijo.
(¡¡Hasta contestaron al unísono!!)
Mi cerebro impulsaba tsukomis ante el
par de Bokes en escena.
No, yo no soy el que estoy mal, este es
un respetable negocio de comercio de esclavos, si no piensan comprar
alguno, entonces deberían haberse largado de una vez por todas.
-bien, ya decidí, este será mi
esclavo.- dice el niño mientras suena bastante feliz.
(¡¡yahooo!!... doy saltos de alegría
en mi interior)
-¿estás seguro?
(No otra vez anciano)
-sí, si no fuera insolente no podría
darle de latigazos.
(¿Cómo puedes tener una carita tan
linda mientras dices cosas como esas?... maldición, ahora si voy a
terminar muerto. De toda la gente posible… un sadista.)
O al menos eso creí.
Parte 4
-oye tú, ¿Cuál es tu nombre?- el
niño se dirige hacia mí con una sonrisa en el rostro; sus ojos
rojizos a juego con su cabello brillaban con intensidad.
- Kimizu Ouki.
- ¿Kimizuki?.. Vaya nombre raro.
- Ki-mi-zu Ou-ki.
- Kimizu ¿eh?... mi nombre es
Dan-Quiel Von Henrius Tabul Kirkien; Dan-Quiel Von Henrius Tabul
Kirkien-sama para ti.
(Maldición, nombres así existen en la
vida real; además, ¿te refieres a mi nombre como “raro” cuando
tienes un nombre enciclopedico?)
- Dan-Quiel von…
-¡Von Henrius Tabul Kirkien!- dice con
un leve tono de enojo.
(¿Enserio esperaba que pudiera
aprendérmelo a la primera?)
-Quiel… ¿puedo llamarte Quiel-Sama?
-bueno, está bien, supongo que no se
le puede exigir mucho a un humano analfabeta como tú.
(¿ANALFABETA?... ese maldito mocoso
acaba de pisar una mina… maldición tengo que aguantar, ya me
vengaré después de esto; no espera, soy un esclavo, no podría
intentar algo así sin salir realmente perjudicado; si mal no
recuerdo, algunas veces se castigaba a los esclavos forzándolos a la
inanición)
Mi estómago rugió, aunque esté
comiendo suplemento alimenticio, el hambre y la nutrición no van de
la mano.
Quiel sacó una pequeña bolsa de su
pantalón, me la pasó a través de las rejas.
-¿Qué es?- pregunté.
-es solo un pequeño postre.- me
respondió.
Destapé la bolsa y encontré una serie
de obleas unidas por dulce de leche y crema, a medio comer.
-¿milenrama?
Quiel expandió sus ojos ante mi
respuesta; después los cerró y respiró antes de hablar.
-¿eras alguna clase de noble?
-¿huh?- la pregunta me tomó
desprevenido -si… algo así…- conteste a medias, no sabía cómo
explicar la situación, y no sabía si explicarla serviría de algo.
-esa cosa- dijo Quiel mientras apuntaba
a mi bolsa mientras estábamos en cuclillas- es un postre algo raro,
por eso me diste la impresión.
-no es eso, solo que yo, he horneado
algunas veces antes.
Con un rostro lleno de júbilo
contenido Quiel habló.
-así que cada vez mí regalo de
cumpleaños me sale mejor.
-¿cumpleaños?
Quiel se levantó de su posición en
cuclillas, puso la mano sobre su pecho y exclamó con una voz
simplemente hermosa mientras adquiría una pose de teatro envidiable;
quedó expuesto de perfil, una cola rojiza de lobo.
-hoy es mi treceavo cumpleaños, y tú
eres mi regalo.
-¿esclavo?
-prefiero que te consideres mascota.
Había algo en su forma de decirlo que
me seducía a la idea y había algo también que me ejercía
repulsión.
Lo olvidaba, hay otra caracterización
entre los esclavos, esclavos mascota; en otra palabra son solo los
lujos de sus dueños, el perro faldero de un perro, ese sería mi
destino, aparentemente. Aunque, quizá esté bien.
Llegando a la par que culminaba nuestra
conversación, un hombre-conejo se acercó junto con el padre de
Quiel, al igual que su hijo, tenía un cabello rojizo que apuntaba
hacia atrás y vestía un traje elegante adornado por una cola de
igual color.
El hombre conejo abrió la puerta y me
ordenó salir.
Como resumen de lo que pasó después,
ocurrió un martirio en el proceso de grabado del nombre y fui
conducido inconsciente. Listo, ya se pueden saltar hasta el próximo
capítulo. ¿Aun así o quieren leer?... ¿Qué clase de sádicos
son?
Me sacaron de la habitación del
“hotel” y me condujeron junto al niño y su padre a una zona más
escondida del recinto.
Del tamaño de un baño genérico; dos
metros de ancho y tres de largo, era incluso más pequeño que la
jaula de transporte.
Parados en la puerta se encontraban el
padre y el hijo.
Me hicieron entrar a la habitación y
me quitaron todo menos las cadenas… es decir solo me quitaron el
trapo con forma de ropa.
Es la segunda vez que me hacen exponer
completo en tan solo una semana.
Ahí, sin poner resistencia, me
ordenaron que me arrodillara, a lo cual obviamente lo hice.
El hombre con orejas de conejo que
trabajaba en el negocio de esclavos acercó una navaja ceremonial al
niño.
-necesito que cortes y extraigas un
poco de tu sangre con esa cuchilla.
El niño asintió y se apuñaló su
propia mano.
Sin embargo la sangre no se derramó;
en vez de eso, la parte plateada de la navaja se volvió de color
carmesí.
De alguna manera la navaja está
absorbiendo la sangre.
Una vez la navaja se tiñó de rojo por
completo, el hombre de orejas de conejo agitó la navaja con fuerza;
el color entonces fue transmitido al mango.
Y luego, como si fuera la pertenencia
de cierto gato azul9…
el hombre desenroscó el mango del filo.
No solo eso, una vez retirado el filo
de la navaja, la forma del mango era la de una pluma G, no solo eso,
parece que esa pluma estuvo escondida bajo el mango todo este tiempo.
Entregándole la pluma al chico con un
“muestra tu talento”… sabía que algo malo sobrevenía.
La parte central de la pluma G tenía
una punta que salía y entraba como una máquina de tatuajes
profesional.
Así es, mi virginal piel fue marcada
por el tatuaje de un niño demi-humano.
Con una habilidad increíble en causar
dolor que solo era superada por poco por la habilidad del dibujo, el
niño recorrió mi piel por cerca de seis horas mientras tatuaba en
un rojo monótono una enredadera con flores.
Una de las ramas pasaba por la parte
izquierda de mi rostro y bajaba por el cuello; se extendía por los
brazos, el pecho, la espalda y las piernas.
La habilidad de un mangaka10,
aunque solo sea un árbol de cerezos.
Seis horas duró su concentración en
la obra, y en varias ocasiones necesitó recargar la tinta en la
pluma; dio sangre sudor y lágrimas para completar su obra… bueno,
las lágrimas las puse yo.
Cuando al fin dio su trabajo por
concluido, un sonido de agua hirviendo se pudo oír del tatuaje
mientras se volvía imperceptible a la vista.
Aparentemente, el tatuaje puede
desaparecer para así pasar imprevisto.
Por el dolor y el cansancio, tanto ese
niño como yo nos terminamos desmayando.
Capítulo 3: Dan-Quiel Von Henrius Tabul Kirkien11 (He)
Resumen del capítulo anterior:
El dúo de padre e hijo pervertidos me
desnudaron y el hijo le causó dolor a mi cuerpo por horas seguidas.
(Es probable que el dolor dure unos días)
Parte 1
Un despertar.
Fue solo despertar para encontrarme
frente a la situación más incómoda, peligrosa y potencialmente
dañina para el corazón que me pudo haber ocurrido.
Habia despertado boca abajo y lo
primero que entró a mi campo de visión, cuando trataba de cambiar
mi posición, fue un rostro.
La piel del color de la canela bordeaba
limpiamente unos labios tiernos que se movían entreabiertos al ritmo
de su respiración, como si quisieran cautivar a una serpiente o a un
demonio.
Su cabello carmesí estaba entre
cubriendo un par de orejas caninas del mismo color, las cuales
sobresalían levemente desde su base.
Su respiración y el hecho de que
estaba a pocos centímetros de mi rostro, impregnó mis sentidos con
una mezcla de sudor y leche.
Su cuerpo estaba cubierto por una
sabana ligera.
En ese momento, un Kimizu se paró
sobre mi hombro; era como la idea del ángel y el demonio, pero era
un poco más extraño, si se trataba de mi versión.
Un Kimizu que sostenía un manga en la
mano apareció y mientras miraba a Quiel, expulsó su definición:
“las Shotakon onee-chan estarían encantados por ponerle las manos
encima a un doujinshi +18 con él de protagonista”.
No pude estar más de acuerdo, aunque
la ONU seguramente lo prohibiría.
A juego con el Kimizu anterior, un
Kimizu con una bata de laboratorio apareció de la nada y señaló su
propia definición: “el mundo posee 6 billones de habitantes; de
entre todos ellos, hay quienes se destacan por poseer capacidades
únicas y extraordinarias; detrás de estos, numerosas organizaciones
los utilizan como objetos de estudio para señalar la disposición a
dichas características… esta es la historia del descubrimiento y
búsqueda de uno de ellos, una criatura linda”.
Estoy seguro que sería una historia
patética, me respondí mentalmente con un Tsukomi.
Apareció un nuevo Kimizu, este tenía
una toga y además poseía un aire un tanto clásico: “en tanto se
diga que es lindo, en comparación y estandarización, no estaría
mal propuesta la afirmación; sin embargo, si lo comparamos con un
rango más amplio, sería más que solamente lindo, ergo, no es solo
lindo por ser lindo”.
¿Eso no solo quiere decir que es
lindo, pero es comparativamente más lindo que el lindo promedio?
Un Kimizu apareció sobre mi hombro
mientras llamaba a los demás con un laúd: “oh, descendiente de
sangre de lobo y adorador de la luna, reflejado en tanto exista,
color del almizcle y aroma materno; tanto por ti es hermoso y tanto
por ti yo muero”.
Ok, eso fue extraño.
¿Quién se supone que era el nuevo
Kimizu?, este vestía de negro y poseía una mirada opaca, ¿kimizu
pesimista?: “-no hay duda… es lindo- dijo el esclavo mientras
tartamudeaba un poco. Además, soy Allan Poe.”
¡ahh!, conque ese eras; debiste haber
aparecido con un péndulo y un agujero.
Un Kimizu con bata de… ¿ese no había
aparecido antes?
-me toca hacer doble turno, de ciencia
ficción y de científico.
Ahh, eso era.
“Desde los puntos de estudio y
tomando en cuenta las reacciones corporales básicas frente al sujeto
en cuestión; se ha llegado a dos conclusiones posibles, o es lindo o
es aterrador.”
¿Ambos procesos no liberan los mismos
químicos?, pensé.
Apareció de nuevo el Kimizu con toga:
“el ser es en tanto sea, si es lindo, solo se necesita pensar que
sea lindo para ser lindo; así, aunque no sea lindo, será lindo por
principio y no por característica”
Estoy seguro de que eso es solo un
sofisma.
Un Kimizu con una calculadora apareció;
mi hombro ya empezaba a parecer un manicomio: “de la pregunta
realizada a personas al azar, utilizando números de telefonía fija;
se les preguntó a 34000 personas acerca de la descripción en una
palabra de Quiel; tomando en cuenta los resultados obtenidos, se ha
llegado a la conclusión de que Quiel es considerablemente más lindo
que el estándar de lindura establecido en el año 2015; se posiciona
apenas sobre el personaje Gaul del anime Dog Days”.
¿A quién se encuestó? ¿Al ejercito
de Kimizu-s? ¡Hagan una encuesta objetiva!, aunque el resultado sea
el mismo.
Un Kimizu nuevo hizo su aparición,
este sujetaba unos libros y llevaba un monóculo: “si tomamos en
cuenta todos los elementos, puedo llegar a valorar su lindura con un
rango SS12,
pongo mi nombre en juego con esta afirmación”
El Kimizu con calculadora tomó la
palabra: “tomemos en cuanta sus medidas y atributos; si agregamos
estos valores y tenemos la ecuación general de: Potencial de
lindura= (medidas corporales x atributos destacables)/ unidad de
edad; podemos concluir que su valor de lindura es de 98753 unidades
de lindura”
Ya veo, es estadístico y es
matemático.
Parte 2
Así es, una criatura linda está
durmiendo frente a mí.
Sus labios están a solo diez
centímetros de los míos.
Aun a esta considerable distancia, lo
puedo sentir, el calor de su aliento chocando contra mis labios.
“Maldición, debo calmarme”
“la situación, debo revisar la
situación…
Estoy en este momento frente a esta
hermosa criatura con labios aterradoramente hipnóticos… no,
cálmate Kimizu Ouki; si no te controlas un poco con este bishounen,
en definitiva vas a terminar muriendo… piensa con calma ahora, ya
después podrás levantar las banderas que desees en la ruta Quiel”
Mientras forzaba a mi cerebro a
reintegrarse a la situación, moví mi cuerpo y me encontré
restringido. Me encontraba en una situación realmente incomoda; me
encontraba atado al más puro estilo bondage, solo que el material
con el que estaba atado era una cinta de color violeta que culminaba
en una serie de moños por todo mi cuerpo.
Una mascota de regalo.
Espero no tengan malos pensamientos
cuando dije lo de “estilo bondage”; los lazos me restringen sin
duda, pero no estaba desnudo; no tengo la intención de protagonizar
una película erótica tampoco… solo que, como decirlo… las
cintas eran adornos bien realizados, pero además cumplían la
función de restringir mis movimientos.
Tratando de escapar de la situación,
empecé a mecer todo mi cuerpo con el objetivo de aflojar algunas
cuerdas y poder lanzarme a la esquina de la habitación, donde
meditaría profundamente tratando de escapar de los deseos mundanos
mientras recitaba unos mantras y trataba de trascender como un Deva.
Buda estaría orgulloso de mi plan.
Mientras mecía la cama lo olvidé por
un momento, entonces la realidad volvió para abofetearme en la cara.
Ojos carmesí estaban clavados en mí
mientras impulsaban un sentimiento amalgamado entre asombro y enfado,
pero eso solo duró un instante; sus ojos vagaron hasta concentrarse
en un punto en mi espalda.
En la pose de dogeza, forcé a mi
cuello a cambiar de posición; entonces vi lo que le había llamado
la atención.
Líneas rojizas se extendían a través
de mi brazo y espalda; las cintas violeta manchadas de sangre habían
perdido su actitud festiva.
Quiel saltó fuera de la cama hacia un
escritorio; movió sus manos de gaveta en gaveta con afano mientras
buscaba algo.
Al final encontró lo que buscaba; sacó
una navaja de unos doce centímetros y bordeando la cama se dirigió
hacia mi espalda.
Con el uso de la navaja, cortó la
unión entre mis brazos, además de la unión de mis antebrazos, la
unión a la altura de mis rodillas y la que envolvía mi torso;
retiró las cintas y me sujetó con cuidado antes de sentarme al
borde de la cama.
Sus ojos vagaron sobre mí con
angustia.
-no tenía por qué hacer algo así por
alguien como yo.- rompí el silencio.
-ah... no, no hay problema.
(Aparentemente se mostró más relajado
después de lanzar un suspiro silencioso)
-sé que es grosero que un esclavo pida
algo a su amo, pero…-dude un poco mientras me sujetaba las manos
para ocultarlas- ¿podría por favor darme unas vendas para las
heridas?
-no hay ningún problema, ya llamo a
alguien para que las traiga.
Quiel que seguía de pie a mi lado
corrió hacia la puerta mientras gritaba algunas órdenes.
Mientras Quiel salía, observé el
lugar donde me encontraba; era una habitación realmente grande, de
unos 25 metros cuadrados, era una habitación que competía con un
apartamento japonés.
El techo era hecho completamente de
cristal, probablemente un cristal de alta dureza, no parecía estar
allí excepto en la unión con una araña de cristal que colgaba en
medio de la habitación.
Una cama doble con barras para colocar
un toldillo, aunque ponerle un toldillo arruinaría la vista del
cielo estrellado.
Había unas gavetas y puertas
corredizas al fondo de la habitación, además de la mesa de trabajo,
había una mesa sencilla con algunas sillas en la habitación.
Quiel entró con un recipiente
metálico, un frasco de vidrio y unas vendas que sujetaba contra su
pecho.
Bordeó la cama y me interpeló.
-extiende tus manos.
-¿eh?
(Me sorprendió)
-estira tus manos, voy a desinfectar la
herida.
Estiré mis manos temblorosas; él
colocó el recipiente metálico bajo mis manos y destapó el frasco
de vidrio.
Un aroma familiar inundó la
habitación, era el aroma embriagante del alcohol etílico; una vez
lo reconocí, mis manos reflexivamente se movieron fuera del
recipiente, pero peleé contra mi cobardía y las forcé a mantenerse
sobre el mismo.
El líquido limpiando mis heridas me
otorgaba la sensación de lava ardiente perforando mis muñecas
Aun así, cerré mis ojos mientras
mordía la parte interior de mi labio para aguantar.
Después de eso, con un cuidado
intrínseco pero sin ningún conocimiento de vendaje, Quiel se las
arregló para envolver mis muñecas de una manera desprolija.
Miré a Quiel; una vez calificó su
vendaje, trató de arreglarlo, pero cada vez lo iba dejando peor,
hasta que finalmente desistió de la tarea.
-gracias.
-no hay problema-
Había un algo en esa escena que apenas
se mantenía iluminada con la luz de las lámparas de aceite que era
difícil de describir.
Y como si se rompiera el encantamiento,
la luz del sol atravesó desde el oriente y por entre el tejado
translucido.
El mundo tomó color, y en ese mundo
colorido, Quiel estiró su mano hacia mí.
-ven conmigo, pronto estará la comida.
Parte 3
Quiel mantenía su mano estirada hacia
mí; de manera amistosa, impulsé mi mano hacia la de él, las vendas
habían hecho imposible el cerrar la mano de manera completa, así
que la imagen era un tanto graciosa.
-estoy seguro que algo está fallando-
dijo Quiel.
-sí, algo lo hace.
No nos movimos sino un momento después;
Quiel se movió a la puerta mientras yo me retiraba las vendas, hice
uso de mi conocimiento en primeros auxilios y las acomodé de un modo
profesional.
Me levanté de la cama hacia donde
indicaba Quiel y caminé con él.
-ven, te presentaré a la familia.
Mientras Quiel me empujaba con
palabras; observé el lugar donde me encontraba.
Según el joven Yigo Esame, el joven de
la carreta: la familia que posee el poder sobre toda la ciudad de
Zedal, además de ser una de las grandes familias de Lotos, la
familia Von Henrius, es una familia dedicada principalmente a la
economía abierta, hasta el punto de ser conocidos por su neutralidad
militar.
Mantener una ciudad económica
apostillada en la frontera era algo poco visto entre territorios en
guerra; tanto era el poder de la familia como para mantener un flujo
de mercancías estable.
Incluso como enemigos, ambos países se
mantenían en constante flujo monetario y de bienes con el otro.
Para países divididos y atravesados
por montañas y con vías externas pobres, las ciudades fronterizas
no tenían más opción que mantenerse juntas.
Zedal era el ejemplo perfecto de una
ciudad fronteriza abierta y en guerra; era tan irónica como soldados
curando soldados enemigos, esa era la clase de ciudad que era.
La familia Von Henrius era la que
mantenía esta suerte de ciudad irónica; y esta familia tenía una
casa ubicada en el pleno centro de la misma, era una casa de cinco
pisos escalonados desde el exterior, hecha en madera y piedra, hacia
el interior, un jardín rodeado por muros se podía vislumbrar; la
caída de las escaleras de manera incidente al jardín era protegida
por un tejado que sobresalía del mismo modo.
Y en el último piso, un tejado de
cristal se levantaba sobre una suerte de unos cuantos muros.
Mientras bajábamos los tres pisos
superiores, desde el piso que conformaba únicamente la habitación
de Quiel mas un pasillo rodeándola, hasta el piso medio, el lugar
donde se encontraba el comedor, pasamos lo que sería la habitación
de los padres de Quiel, además del estudio de su padre.
De manera adyacente al pasillo, había
un piano corto.
En el pasillo del tercer piso, de
frente a las escaleras; estaba un comedor de doce plazas hecho en
base de madera y con placa de vidrio cubierto por un mantel.
Las sillas idénticas y a juego con la
mesa eran un tanto minimalistas, no, más bien genéricas;
desprendían un cierto lujo, pero era precisamente por lo poco
especiales que eran.
Seguí a Quiel que se sentó a la mesa
y me mantuve de pie unos metros detrás.
La cola de Quiel sobresalía por el
respaldo de la silla, que solo poseía la zona de espalda alta.
-siéntate.
-¿está bien?
Todo parecía un poco fuera de lo
común; no es normal que se trate tan bien a un esclavo, aun como
mascota.
-no habrá problema, resulta más
molesto para todos si nos dividimos para comer.
-aun así…
-Siéntate.
No dejó que replicara; eso me retrajo
de nuevo el hecho de que yo le pertenecía.
-entendido.
Me senté al lado izquierdo de él;
como la mesa era una mesa larga de doce plazas, con Quiel sentado en
una esquina, quedé de manera adyacente a él.
Empecé a juguetear con mis manos
debajo del mantel tratando de calmar mis pensamientos, fue inútil.
-¡Quiel!, espero que ese niño no te
haya causado ningún problema por ahora-
La voz que resonó detrás de Quiel,
era la del hombre que lo había acompañado al coliseo; sus ojos
azules contrastaban con el cabello y orejas caninas rojas; se peinaba
hacia atrás y tenía un aura jovial; eso, sumado a su traje blanco
le daban una sensación difícil de describir, algo así como un
hermano mayor yakuza amable con los niños.
-¡oh!, no me he presentado
adecuadamente; soy Daniel Von Henrius Tabul Igmel, soy el padre de
Quiel.
Salté de mi silla rápidamente, me
incliné como como una pajilla de refresco en caja y respondí fuerte
y claro.
-¡mi nombre es Kimizu Ouki, cuide de
mi por favor!
No, muy extraño; debí haber dicho
algo como “estoy bajo sus órdenes”.
-¡oh!, veo que hemos conseguido
alguien educado.
-¡gracias por sus amables palabras, mi
señor, Daniel-sama!
Corregí mi anterior fallo.
-~parece que está pasando algo
interesante aquí~
Una voz mezzosoprano invadió el
ambiente; era tan dulce como el caramelo y tan ligera como la espuma;
una voz digna de Lorelai.
-ven querida, preséntate.
Una mujer entró en una silla de ruedas
hecha en madera; un vestido azul ligero cubría su cuerpo, su cabello
rubio, orejas caninas del mismo color y ojos rojos… era algo
cálido; esa era la sensación que emitía; como si un abrazo de un
golden retriever te mandara a la tierra de algodón.
-~pero si yo fui la que lo desnudó
para cambiarlo~
Esa hermosa voz acababa de decir algo
peligroso.
-~mi nombre es Ekaterina Von Henrius
Kirkien Blank, gusto en conocerte~
-¡el gusto es mío, Ekaterina-sama!
-~mi marido me contó que gritaste
“Esclavícenme de una vez por todas”~
Una imagen fue inyectada en mi cerebro.
Encogiéndome de vergüenza, oculté mi
rostro entre las rodillas mientras trataba de negar la realidad.
Las risas cándidas siendo lanzadas a
mí alrededor me reconfortaron levemente.
Recuperé mi posición de pie con
lágrimas en los ojos y me senté en la silla a la izquierda de
Quiel.
Daniel y Ekaterina se sentaron en la
esquina contraria.
Con mis manos firmes sobre mis rodillas
y mirando el mantel, traté de reprimir la vergüenza que brotaba de
lo más profundo de mi ser.
Dos personas más entraron; levantando
mi rostro, observé las orejas, eran humanos.
Era un hombre entrado en sus treinta y
tantos que vestía humildemente, a su lado, una mujer en traje de
sirvienta; su edad debía frisar los veinte años.
Ambos tenían el cabello pálido y ojos
grises.
-ellos son Carelia y Beto; nuestra
sirvienta y nuestro jardinero, si necesitas ayuda, acude a ellos.
Ante la explicación de Daniel, el par
de humanos se inclinaron levemente, el hombre se sentó en el centro
de la zona larga, diagonal a mí, la mujer salió un momento antes de
entrar con un carrito metálico.
Pasó por cada puesto ubicando la
comida.
Quiel me miró y respondió.
-sí, son esclavos igual que tú;
además, resultaron ser especialmente caros, una vez le pregunté,
son hermanos según lo que me dijeron.
La mujer se sentó enfrente de su
hermano.
Quiel empezó a comer, yo hice lo
mismo.
Parte 4
Había olvidado el estándar del sabor
de las comidas.
Había sido suficiente una sola
cucharada para enviar al civilizado Kimizu Ouki de vacaciones y ser
reemplazado por una bestia voraz.
De manera poco atractiva para la vista,
engullí la serie de tres platos que estaban servidos delante de mí;
un caldo ligero, una ensalada y una pieza de pescado empanizado
desaparecieron en una vorágine de destrucción masiva.
Una escena que bien pudo ser tolerada
por las personas en la mesa.
Levanté la mirada después de mi
frenesí alimenticio solo para descubrir la mirada cálida de los
otros cinco integrantes a la mesa.
Una sensación indescriptible me
invadió junto con esas miradas; mi pecho se sentía a punto de
estallar, era como ser bañado en amor líquido.
-~vaya~
-¡ese apetito es muestra de buena
salud!
-no te preocupes.
-¿así comí yo el primer día aquí?
-supongo que era inevitable.
Ekaterina, Daniel, Quiel, Beto y
Carelia lanzaron frases dispersas ante la escena.
Yo me había acomodado nuevamente con
los brazos rectos sobre las rodillas mientras miraba mi brazo
evitando la mirada de los demás.
Las circunstancias eran poco creíbles
para mi cerebro.
-~vamos, Quiel, termina de comer, hoy
empiezan tus clases~
-¡Cierto!
Ekaterina cambió el flujo de la
conversación, Quiel contestó mientras se esforzaba para comer
rápidamente sin atragantarse.
-¿clases?- pregunté.
-~clases de magia, como ya cumplió 13,
es hora de que empiece sus estudios~
-¿clases de magia?
-~Ara, ¿te interesa?~
-¡Bufuu!, Estudia conmigo.
-¡es una gran idea!
Todos apoyaron la idea.
-~bueno, no es que sea especialmente
difícil, pero ¿está bien para ti?~
Me levanté de la silla y me arrodillé
dela manera que había visto en innumerables novelas y animes.
-¡estaré agradecido, Ekaterina-sama!
-es un hecho entonces.- Daniel
concluyó.
Beto y carelia se levantaron para
recoger los platos.
-ahh, por cierto.- interrumpió Daniel;
Carelia giró hacia él- ¿puedes traer eso de ya sabes dónde?
Carelia se inclinó y salió de la
habitación.
-¿traer que?- infirió Quiel.
-~Sorpresa~
-¿sorpresa?- Quiel barrió la
habitación con la mirada como si buscara alguna pista; se fijó en
mí.
-no lo creo- respondí.
Yo no sé nada, y sinceramente no sé
qué “Accesorios” afines a un esclavo existan, ¿él no había
dicho de darme latigazos?, es una idea que no quiero contemplar, en
especial después de lo aturdido que estaba con mis heridas.
Carelia entró de nuevo.
-aquí está.
Cuando Daniel la recibió, nos llamó
con la mano sin levantarse de la silla.
-bien, es esto.
Estiró su mano hacia nosotros; en ella
había dos tablillas metálicas que poseían un aire Steampunk.
Quiel las tomó emocionado y me entregó
una.
Era una tablilla de unos quince
centímetros de alto; ocho de ancho y dos de grosor; además tenía
una especie de lámina enrollada sobre sí misma y sujeta por dos
rodillos internos; estaba cubierto el rodillo por una placa de
vidrio.
Miré fijamente la tablilla, entonces,
una información se empezó a detallar en la misma.
Las líneas aparecieron en la lámina
interna y la lámina se podía mover con unos tornos para leer la
información completa.
Decía así.
Nombre:
|
Kimizu Ouki
|
Nivel:
|
1
|
Clase:
|
Esclavo
|
Edad:
|
13 años
|
Sexo:
|
Masculino
|
Dominio:
|
Quiel (13)
|
Habilidad de batalla
|
|||
Ataque:
|
60
|
Defensa:
|
20
|
Agilidad:
|
240
|
Evasión:
|
430
|
Velocidad:
|
50
|
Resistencia:
|
30
|
Habilidad mágica
|
|||
Agua:
|
20
|
Tierra:
|
40
|
Luz:
|
50
|
Fuego:
|
10
|
Obscuridad:
|
80
|
Viento:
|
20
|
Habilidades
|
|||
-Polivalente
-Comprensión del idioma |
Mis habilidades se habían resumido con
un “Polivalente”.
-¿habilidad mágica?
-~hace referencia a la afinidad mágica;
por cierto, los valores no son un valor absoluto, sino un Ranking
entre las 500 personas con tablilla más cercanas, así que tómenlo
como un valor absoluto solo dentro de Zedal~
Así era como funcionaba.
Los valores no son absolutos; esto no
era como un MMORPG, era más como una valoración médica.
-~Quiel, Kimizu; deberían cambiarse,
la clase empezará dentro de media hora~- su voz era melodiosa- ~y yo
seré la profesora~
Era una gran imagen; pero…
-¡¡GUH!!-
Sudor empezó a recorrer el rostro de
Quiel.
Ekaterina… ¿Qué
tan monstruosa es?
Capítulo 4: Ekaterina generalmente es alguien agradable (Magic_Formula)
Resumen del capítulo anterior:
Dulce despertar.
Parte 1
Quiel empezó a subir las escaleras de
manera rígida.
Sus ojos apuntaban al vacío enfrente
de él, de tal forma que me empezaba a preocupar si trastabillaba con
las gradas.
La razón, según me explicó, su madre
era una mujer temible cuando de magia se trataba; siendo niño, aún
más niño, él había visto a su madre enseñar a otras personas,
había algo en ella que la había hecho merecedora del temor de
Quiel.
Seguimos subiendo las escaleras hasta
el cuarto de Quiel, una vez entramos, caí en cuenta que el techo de
cristal había sido cubierto desde afuera con unas láminas; además,
el techo poseía múltiples capas que se sobreponían como una
escalera, permitiendo que el aire circulara libremente.
Quiel avanzó hasta el armario y sacó
dos cambios de ropa.
-usa esta, te será más fácil
moverte.
-¿más fácil moverme?
-lo entenderás luego.
Había mucho que quería y no
preguntar.
-está bien.
Empecé a sacarme la ropa, Quiel
también lo hacía.
Estando de espaldas, el uno al otro,
sentí mis ojos queriendo dar un giro de 180 grados.
Forcé a mi cerebro a trabajar bajo
presión, me coloqué la ropa, que solo era ropa exterior y me calcé
las sandalias interiores que me había dado Quiel junto con la ropa.
-¿ya estás listo?- preguntó Quiel.
-¿Cómo decirlo?..., hay algo
peligroso en esta ropa.
Desde el momento en que llegué, bien
pude notar que la ropa sería correspondiente a ropa clásica del
siglo XIX, pero…
-¿Qué ocurre?
Era una especie de camisa roja sin
magas que estaba abierta a ambos lados como un Quin-shao,
definitivamente sería algo cómodo para moverse, pero daba un
sentimiento de que algo no cuadraba.
Los pantalones cortos de color verde
mate… ¿era una suerte de Cosplay de KH?, ¿Quién diseñó esto?
¿Tetsuya Nomura?
Giré y miré a Quiel, piel estaba
siendo expuesta a sus costados con cada una de sus respiraciones…
maldición.
-no es nada- forcé a mi cerebro a
trabajar.
-bien, vamos.
-si…- asentí con cuidado.
Quiel salió de la habitación mientras
lo seguía.
Bajábamos las escaleras, cada vez más
lento; la tensión era tan firme como la gelatina.
-¿estás listo para morir?- (Quiel)
-¿huh?...- una extraña estática
llenó mi cuerpo, la voz de Quiel era tan desarraigada que se sintió
surreal.
Y quizás haya sido esta sensación
surreal la que me obligó a responder sin pensar, una respuesta quizá
demasiado honesta.
-solo si es por ti.
Quizá fue mi imaginación, pero estoy
seguro de haber escuchado una exhalación de calma.
Bajamos por completo las gradas de las
escaleras y nos dirigimos al amplio jardín exterior.
Una mujer con apariencia de Golden
retriever nos estaba esperando.
Estaba sentada en una silla de ruedas y
con una cálida sonrisa en su rostro.
-~bienvenidos, a las clases de magia de
Ekaterina.~
Quiel no contestó.
-muchas gracias, Ekaterina-sama.-
Seguí a Quiel mientras atravesábamos
el jardín.
Se detuvo a dos metros de Ekaterina, yo
me detuve un metro detrás de él.
-sus manos empezaron a temblar.
-~no te preocupes, al menos por los
primeros veinte minutos~-
El olor del peligro estaba en el aire.
Parte 2
Quiel se sentó en la posición general
de yoga en el suelo, yo me senté a su lado.
-~bien, para empezar, debería explicar
el concepto de la magia, ¿Quiel?~
-la magia es la energía que nace de
los dioses, esta se ve atraída por el mundo y sus distintos “puntos
de poder” y conforman una red de información mágica antes de
regresar con los dioses.
-~así es, la magia viene y regresa a
los dioses después de atravesar las “Líneas de Ley” del
planeta; la magia crea un registro que puede ser codificado, esto se
mostró gracias a los estudios mágicos, aunque lo importante a saber
ahora es la aplicación de la magia misma~
-¿aplicación de magia?- pregunté.
-~si, la magia es una energía divina y
como tal, tiene el poder de los dioses para afectar el mundo, como
algo así: “Aqua, de los seis pilares de la existencia, con la
forma del roció empujado por el viento, con símbolo de color azul,
Aqua Vitral”~
Tras su cántico, pequeñas gotas de
agua empezaron a formarse alrededor en forma de cúpula; el brillo
del sol a través de las gotas le daba una imagen hermosa; las gotas
vibraron antes de estallar y formar un arcoíris.
-~ahora bien, lo principal para usar
magia es el “concepto”, siempre que entiendas el concepto de uno
de los seis principios, y puedas mantener la imagen mental y el
hechizo apropiado, deberías ser capaz de replicarlo~
La magia es el control sobre uno de los
seis principios, pero los fenómenos mágicos son el resultado de la
aplicación del conocimiento de la persona.
En otras palabras, si alguien controla
el aire dándole vueltas indefinidamente, puede provocar un tornado,
esto se conoce como la aplicación de magia, si puedes usar la magia
de viento para hacer vibrar el aire y calentarlo, además de
otorgarle una sinapsis intermolecular, podrías crear un tornado, en
este caso, es un fenómeno mágico.
Otro ejemplo seria: puedes hacer
levitar una piedra con magia o puedes crear el fenómeno de la
repulsión magnética entre los minerales, de ese modo, la piedra se
levantará como resultado.
La diferencia consta en la aplicación
misma; mientras conozcas el concepto, derretir rocas usando magia de
aire es posible.
Si conoces el poder del agua a alta
presión y puedes replicar la imagen mental, en teoría, podrías
cortar acero con el uso de un vaso con agua.
O si se conocía la idea de Siracusa,
usar luz concentrada para quemar todo un ejército.
Era una diferencia clara entre el
“control” y la “aplicación”.
-~ahora bien, existen seis principios o
pilares mágicos devenidos de los dioses; estos son: agua, luz,
tierra, fuego, obscuridad y aire~
El conocimiento nuevo refrescaba todo
mi ser.
-~para cada principio, se debe crear un
concepto, en tanto se “conozca” por el usuario el concepto, la
magia funcionará; por ejemplo, ¿Qué piensan cuando alguien dice
“agua”?~
-moja, refresca, sana, descansa-
respondió Quiel.
-~bien, pero que dicen de “quema”~
Era contraintuitivo, pero era posible;
el flujo piroplastico es meramente agua a alta presión y alta
temperatura; pero, aun si se tiene conocimiento, si el cerebro lo
sigue interpretando como “contraintuitivo”, no hay forma de que
funcione.
Pero, ¿Qué hay de aquellos que pueden
ver este mundo contraintuitivo de cerca; aceptándolo y aplicándolo
a su magia?
-~a estos términos se les conoce como
“perversiones” del principio~
Era solo conocimiento, siendo aplicado
a la magia.
-~hay un tercer elemento, ese es la
“imagen”, básicamente, si no pueden mantener una imagen clara,
no podrás hacer magia continua~
Es la diferencia entre un flash de
magia de luz y una presentación de diapositivas, mientras puedas
apoyar la imagen por el tiempo necesario, no debería haber problemas
en el control de la magia.
-~así bien, ¿Cuál es su afinidad
mágica?~
-¿afinidad mágica?
-~en sus tablillas, en el Ranking, la
“habilidad mágica” con mayor puntaje~
-Fuego.
-Obscuridad
-~ahora, ¿Cuál es el concepto que
usarían?~
Obscuridad.
Se señala con el color negro, se
relaciona con las sombras, ocultismo, evade, resistente.
-…ocultar.
-¿Ocultar?- me preguntó Quiel; su
cabeza estaba inclinada en un ángulo de 45 grados.
-sí, algo que no se ve, algo que sirve
para ocultarse.
-~vaya, ¿y no tienes ningún concepto
que sea una “perversión del principio”?~
Mientras más lo pensaba, menos se me
ocurría.
-no…
-~no te preocupes por eso, por ahora
trabaja con “oculta”~
Quiel respondió entonces.
-quemar es lo único que se me ocurre.
-~el conocimiento general tiende a ser
más fácil a la hora de usar magia~
Después de todo, no hay que forzar el
concepto de “el fuego quema”
Una vez se piense en el fuego, las
imágenes residuales que quedarían son las cenizas, las brasas, las
llamas, el fuego mismo no parece tener una carta de presentación.
El fuego daña, pero, ¿Cómo se puede
forzar el fuego a curar?
Quizás el fuego “consume” podría
ser una perversión del principio; si se sima una hoja quemándose,
esta se “consume” gradualmente; sería un modo de destrucción
pasivo.
Pero la obscuridad…
-~bien, el medio no importa, solo deben
trabajar en un hechizo que tenga todos los elementos básicos;
mientras más coherencia posea, más posible será que funcione~
Esto era más para otorgar un enlace
objetivo al cerebro, si, el fuego quema, pero ¿decir “Fuego, Rojo,
Quema” debía ser suficiente?
El cerebro debía recibir el impulso
mínimo, ese impulso lo daba la lingüística básica; generando los
enlaces entre los diferentes componentes de la magia.
-~si logran mantener un principio
activo en un escrito, eso se considera un conjuro; no solo eso, esto
también puede estar en un dibujo, un grabado, un edificio o
cualquier otra cosa~
Si el concepto es integrado por su
autor de una manera que no contradiga el sentido propio del autor,
esto quedaría activo en el trabajo; en unos modos: conjuro, en
otros: maldición.
Esto era también un modo de explicar
las cosas; su autor debía tener influencia sobre el principio mágico
que estaba usando.
La magia era un campo del intelecto.
-~bien, Quiel, empieza tú, párate y
trata de aplicar tu conocimiento~
Quiel asintió levemente y se paró de
su posición de yoga; se movió más allá de Ekaterina mientras esta
se acercaba a mi lado.
Giró la silla de ruedas con una
habilidad increíble, esta quedó apuntando hacia Quiel, justo al
lado de donde yo me encontraba.
Quiel trató de calmar su pesada
respiración; algo dentro de mí se movía con desespero y
expectación.
Unos ojos rojos me miraron levemente
antes de contemplar a su madre y cerrarsen por completo.
-“el principio del fuego, el color
que lo representa es el rojo, el nombre que lo representa es Phiro,
la forma que lo representa es una llama; sus funciones son quemar y
dañar, con mi llamado te uso: Flame Lantern”
El aire elevó su temperatura antes de
que…
-¿Huh?- la mirada de desconcierto de
Quiel era bastante tierna.
-~fallaste~
-eso parece, ¿no?
-~no te preocupes, es un fallo normal,
posiblemente porque no lograste comprender el concepto completamente~
-…si…
¡No lo hagas, no me lances esa mirada
abatida!
-~Kimizu, es tu turno~
-sí, Ekaterina-sama.
Me levanté.
Pasé justo al lado de Quiel antes de
ocupar su lugar.
Miré a mi público mientras respiraba
profundamente.
Recordé…
La magia tiene tres partes, el
principio mágico, el concepto y la imagen.
El principio mágico: Obscuridad.
El concepto: Ocultar.
La imagen: una capa.
La capa sirve para ocultar, estoy
apostando todo a ese concepto.
-Obscuridad, uno de los seis
principios; el que conserva sin cambio las cosas, el que oculta, su
color simbólico es el negro, su concepto es ocultar…
El viento corrió mientras mi sombra se
levantaba como papeles negros.
-…la forma de una capa que me oculte
a la vista: Silent Night.
Repentinamente, frente a Ekaterina y
Quiel… desaparecí.
Parte 3
Realmente no desaparecí, sino que me
oculté a la vista.
Seguía en el mismo sitio, pero era
invisible.
¿Se imaginan lo que podrían hacer
bajo estas circunstancias?, ya saben, cosas como acosar a Quiel o
espiar a Quiel o atacar a Quiel...
Apliqué mi teoría mágica de usar un
concepto como impulsor de la magia y funcionó, era solo una
alteración del espacio.
Si usas la oscuridad como el “punto
sin luz”, bien podrías causar que la luz envuelva por completo la
oscuridad antes de seguir su camino; era un concepto teórico usado
en la investigación de sistemas de invisibilidad.
Si la oscuridad meramente “oculta”,
con el conocimiento adecuado, podría ocultar a la vista; la imagen
mental sería similar a una roca en un estanque.
-¿Dónde se ha ido?
-~¿huh?~
-¡activar castigo!
-¡¡WAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!
-¡ahí está!
-~vaya~
La sensación de agua hirviendo sobre
la piel eliminó mi concentración en la imagen mental, la magia se
había disipado y yo me arrastraba por el suelo debido al dolor
mientras gritaba.
-¡woh!, perdón.
Con esas palabras, el tatuaje que se
había formado rojo, empezó a desaparecer gradualmente y con eso el
dolor.
-¡nada de perdón!
-~eso no estuvo bien, Quiel~
-¡solo entré en pánico!- Quiel gritó
buscando defender su postura, sus ojos bailaron por toda la escena
demostrando su incomodidad.
-~pero aun así, es impresionante que
hicieras algo así~
-es cierto, ¡¿Cómo lo hiciste?!-
(Quiel)
-ehh, ¿fue tan impresionante?...
Las preguntas dirigidas como flechas me
sonsacaron de cualquier sentimiento anterior y lo reemplazaron por
confusión.
-…ehhh… solo mantuve la imagen lo
más simple posible.
-¡¿a qué te refieres?!
Las orejas de Quiel saltaron a la par
que sus ojos se abrieron por completo, se veía un tanto infantil…
no, era alguien como yo, el solo era alguien que quería saber, era
alguien que esperaba mi respuesta con ansias.
-“en igualdad de condiciones, la
respuesta más simple tiende a ser la correcta”, principio de
parsimonia.
Era una idea simple.
Si una persona tiene fiebre y dolor de
garganta, es probable que ambos síntomas provengan de la misma
enfermedad.
Una ecuación con quince incógnitas
que explique una recta, debe ser rechazada si lo puede explicar una
de catorce incógnitas, y esta, una de trece, y esta, una de doce…
etc.
Los logos mejor diseñados, tienden a
ser simples.
Una imagen mental, mientras más simple
sea, es más fácil de utilizar.
No es una regla todopoderosa, pero es
generalmente buena tenerla en mente.
-perseguir una imagen simple puede ser
más útil que una imagen compleja.
-~ya veo~
-¿es así, madre?
-~si, generalmente al inicio se piensa
en la imagen lo más concordante posible con la realidad;
posteriormente, la gente se da cuenta que una imagen más simple
puede ser más eficiente~
-¿Por qué no decir eso desde un
comienzo?- pregunté.
-~ara, ¿no es una imagen difícil
primero un ejercicio que hace denotar el trabajo menos exigente como
fácil?~
Ella tenía razón; si alguien entrena
su dibujo de planos con rascacielos, el dibujar una casa debe ser pan
comido.
Resolver ecuaciones complejas hace las
menos complejas mucho más fáciles.
¿No había gente que corría cien
kilómetros por día para enfrentarse a una maratón de 42
kilómetros?
Si bien la simplificación tiene su
punto, el llevarse al extremo debe tener un mérito mucho mayor.
Aunque eso también es algo debatible.
-ya veo.- (Kimizu)
Quiel saltó en frente mío y luego me
rebasó rápidamente.
-“el principio del fuego, el color
que lo representa es el rojo, el nombre que lo representa es Phiro,
la forma que lo representa es una llama; sus funciones son iluminar y
guiar, con mi llamado te uso: Flame Lantern”
A diferencia de antes, esta vez luces
intermitentes llenaron el ambiente; cambiar “quemar” por
“iluminar”, eso debió haber sido el impulsor de estas cientos de
luciérnagas artificiales.
-¡la imagen es un cielo estrellado!
Las cientos de luces diáfanas llenaron
el ambiente formando una cúpula mientras su brillo sustraía las
imágenes más bellas de todas.
-De los seis principios de la
existencia, el telón de fondo de las maravillas, con el símbolo de
la noche, cuyo fin es la de traer la calma; atiente a mi llamado y
trae mi imagen: Dream Night.
Como si alguien cerrara el telón del
cielo, mi sombra se extendió por el suelo antes de alzarse como un
planetario; la imagen mental era la del techo cubierto de Quiel, era
algo simple, era una capa más grande.
Contrastando con la obscuridad del
telón, las luces de fuego iluminaron el ambiente con la misma
belleza del cielo nocturno.
Ekaterina, Quiel y yo, mirábamos ese
cielo artificial.
Era todo para nosotros en ese momento.
Y el tiempo se nos pasó, allí,
contemplando…
Parte 4
Unos aplausos nos sacaron del
ensimismamiento mientras al mismo tiempo rompían nuestra
concentración en los hechizos.
La cúpula se rompió como si de
cristal de burbuja se tratase.
Aquél que había irrumpido en el
espacio de fantasía no era nadie más que Daniel; en su mano llevaba
unos documentos enrollados.
-creo que es mejor que lo diga, pero,
esta cúpula llevaba más de media hora activa.
-¡¿Huh?!
¿Era una broma?, ¿acaso fue una
especie de hipnosis?
-pero bueno, que durara tanto fue
realmente impresionante, especialmente para una primera vez.
-~así parece~
-pero, Quiel, tu otra clase está a
punto de empezar.- (Daniel)
-¡rayos!- (Quiel)
-~wow~
-¿otra clase?- pregunté mientras me
levantaba del suelo, en algún momento tanto Quiel como yo nos
habíamos sentado.
Pero…
Eso es lo último que recuerdo de ese
momento.
El cansancio me había hecho caer
dormido de nuevo.
Capítulo 5: Daniel no se quedará exento de su trozo de pastel (Serius_Bussines)
Resumen del capítulo anterior:
La magia, posee un fundamento,
Ekaterina se encarga de enseñar.
Parte 1
Desperté.
Estaba acostado en la cama de Quiel,
una situación en mejor tiempo, agradable, pero había un algo que no
me permitía ser completamente feliz en este paraíso hecho de seda
fina.
Era difícil describir la nada
exquisita sensación de ser despertado con ruido de fondo.
Era un piano, sí, pero no por eso
dejaba de ser ruido.
Era como la tortura de Mozart, la
balada macabra de Vivaldi, la muerte de Offenbach y la locura de
Schubert.
Era la plena disonancia de teclas
siendo oprimidas sin ritmo, sin forma, desperdigando los tempos y
destrozando la pureza del silencio.
Repentinamente, el sonido cesó.
Respire profundamente, entonces bajé
de la cama.
Mi ropa seguía igual que antes, eso me
relajó de la posibilidad de que Ekaterina hubiese visto mi desnudez
nuevamente… aunque no es una idea que simplemente me desagrade,
sino, ¿Cómo decirlo?, no es algo que deba ir con la imagen de una
noble.
Aunque no me negaría a que Quiel lo
hiciera…, no, me gustaría mucho.
Y Daniel… no, eso es un poco
perturbador.
Aunque si despojamos la idea de su
parte erótica, no quedaría nada más que un baño japonés
genérico.
Pero, no es algo que un noble, en mi
mente, deba hacer por un esclavo.
Acomodé mis zapatos para interiores
expropiados de Quiel y me dirigí a la puerta; entonces, una vez
salí, adyacente a mí, se encontraba Daniel.
Mirándolo nuevamente, su aura jovial
como la de un hermano mayor yakuza amable con los niños, incitaba
una extraña confianza.
Me miró con ojos afilados como dagas
al rojo vivo y me sonrió con un sentimiento un tanto incomodo, como
si estuviera viendo un OOPart.
-¿ocurre algo, Daniel-Sama?- introduje
la conversación de una manera cordial.
-no, no es nada- contestó mientras se
giraba paralelo a mí y me miraba con el rabillo del ojo.
Empezamos a caminar por el pasillo
antes de girar en la escalera.
-o más bien, hay algo-
-¿Huh?
-¿alguna vez habías practicado magia?
-gh… ¿a qué se debe la pregunta?-
contesté con un ligero sobresalto.
-la respuesta es “no”- dijo Daniel
mientras alzó un dedo de la mano derecha.
Pensé que diría que sí, eso fue un
error mío.
-¿sabes por qué te desmayaste?
-¿Por qué me desmayé?, ¿debilidad?
-No, incluso si fuiste prisionero hasta
hace poco, debiste tener una dieta considerablemente buena; así que,
¿Por qué crees que te desmayaste?
En algún momento, habíamos llegado al
estudio de Daniel.
-si no es debilidad…-
-es porque no tenías resistencia
mágica-
-¿resistencia mágica?-
Una sonrisa afilada nació del rostro
de Daniel, estaba siendo lanzado por completo a su ritmo de
conversación.
Daniel se encaminó a su escritorio, yo
lo seguí hasta el centro del estudio.
-“¿resistencia mágica?”, dijiste-
Daniel había empezado a jugar con mi cabeza; había sido muy
inocente al responder directamente todas sus preguntas.- es raro,
generalmente todos saben lo que es la resistencia mágica y
generalmente todos la poseen, ergo, todos la entrenan antes.-
(Daniel)
Un preparativo para aprender magia era
aprender a resistirla.
-así que, dime Kimizu, ¿hay alguien
que no posea resistencia mágica?
-aquellos que no la entrenaron-
(Kimizu)
-y aquellos que la perdieron como yo.-
(Daniel)
Apuntando con sus dedos como si fueran
laceres indicadores, continuó.
-eso siempre deja la posibilidad de que
nunca la hayas practicado, pero eso crea una duda, ¿por qué no la
habías practicado antes?
Una conversación unilineal se había
estado desatando.
-generalmente todos los nobles lo
habían practicado, desistiendo después de que no lograron tener
afinidad mágica, esto es una verdad para humanos y demihumanos.
Así que, el que alguien que parecía
ser un noble, mostrara su poca resistencia mágica, levantaría
sospechas.
-voy a ser directo a partir de ahora,
¿eres de este mundo?-
No había sentimiento en la voz, era
solo como un farmacéutico señalando las medicinas que tenía.
Mentir no era buena idea.
-¿le dirás a Quiel?
-no es algo que se le deba ocultar-
-déjame ser el que se lo diga, solo
necesitaré tiempo y una excusa.
-está bien, te lo dejo a ti.
-no soy de este mundo-
-así que, ¿sabes algo de este mundo?
-no, no se mucho.
-¿quieres que te enseñe?
-¿Por qué lo harías?, al menos no
ignoro la guerra entre las tres facciones del mundo.
-solo digamos que le debo un favor a
cierta persona.
-¿cierta persona?
-sí, alguien de otro mundo, igual que
tú, tómalo como una forma de compensar una deuda de hace cuatro
años.
-solo logras confundirme.
-eso tampoco es algo que se le deba
ocultar a Quiel, al menos por un tiempo más.
-¿también estas escondiendo un
secreto?
Ante mi pregunta, Daniel solo sonrió.
-tu y yo, somos parecidos- dije.
-como sea, si deseas aprender, mi
estudio está libre para ti.
-se lo agradezco mucho, Daniel-sama.
Parte 2
Las bases para aprender un idioma son
tres: la estructura, la dicción y la memorización.
Este nuevo idioma conservaba la
estructura del Romanji, también la dicción, pero era diametralmente
distinto a cualquier otro.
Para empezar, usaba cinco símbolos
mayores y cada símbolo mayor correspondía a una vocal; el
sobrepuesto de dos símbolos simplificado era una consonante y el
significado era sonoro, es decir que compartía esta característica
del latín.
Pero aun así, era diametralmente
distinto en significado diccional también.
Levantando mi cabeza de entre el libro,
pregunté:
-Daniel, ¿podrías leer este libro por
mí?
-seguro.
-veamos, ¿esta parte?
-sí, necesito que leas las
combinaciones de las letras.
Si me era imposible leerlo solo debía
esperar que mi “comprensión del idioma” captara y tradujera mis
propias palabras.
-“división general del estado de los
elegidos por los dioses”
-¿dioses?
-si… “hace unos doscientos años,
las líneas Ley del planeta se vieron desestabilizadas levemente, los
corredores de maná fueron bruscamente reescritos y con ello, las
características del mundo.”
-bien, ¿podrías leer más lento?
-“en los periodos conocidos como
“conscriptos”, estos cambios fueron poco estudiados y los
elegidos por los dioses, eran usados como armas o en ciertos casos,
repudiados hasta la muerte.
En especial, los elegidos, en los
últimos periodos de tiempo, se le han denominado más como emisarios
que como armas, “aquellos tocados por dios” tienen grandes
derechos adquisitivos e influencia, al menos esto ocurre con los
casos de los demi-humanos y de los humanos; por su parte, los
demonios tienen la particularidad de que estos elegidos se convierten
en reyes y reinas.
De los casos demi-humanos.
“Kira” es el emisario de dios que
trae la muerte; ese mal nombre fue creado debido a los incidentes que
podían causar el despertar de estos; cerca de la edad de los trece
años, aquellos elegidos empiezan a exhibir habilidades o poderes,
correr más que el resto, sanar más rápido que el resto, poderes
que se activan sin los principios de la magia, etcétera.
En un principio, los incidentes de
“Kiras” despertando podían causar muertes, tanto al kira como a
la gente alrededor.
Actualmente, los kiras en activo son:
-Jillim Afude: usuaria de la fuerza
de hércules
-Lihato Gaul: Sinergista.
-Villeta Salem: visión universal.
El estado de los anteriores kira es
desconocida.”
-¿desconocida?
-los kira son mitad leyenda urbana y
mitad realidad, poco se sabe de ellos y lo que se sabe es incompleto.
-ya veo.
-lo siento, pero te tengo que dejar
aquí, debo trabajar en los papeleos.
Asentí antes de tomar el libro.
Parte 3
Me forcé a continuar aprendiendo el
idioma bajo la excusa de “termino cansado después de la clase de
magia”; bueno, no era necesario que Quiel se lo creyera de pies
juntillas, solo lo suficiente para que mi actuación fuera valida y
que no se terminara escaqueando las clases de piano.
-“de los distintos héroes invocados.
Actualmente se reconocen como héroes
invocados a aquellos humanos que provienen del otro mundo; esto
basado en los testimonios de dichos héroes; su afiliación a un arma
es lo más reconocido entre ellos; y aunque hay una gran cantidad de
estos a través de la historia, la cuenta se ha reanudado después de
que la totalidad de estos entra en inactivo.
Los héroes invocados en activo
actualmente hicieron su aparición al mismo tiempo…”
-de eso ya hace cuatro años-
interrumpió Daniel a mi lectura.- el último… bueno, el grupo
antes de ti, apareció hace cuatro años, la información acerca de
ellos es tan o más borrosa que la de los kiras, así que mucho
cuidado.
-¿estás muy enterado acerca del tema?
-digamos que es conocimiento popular.
-sí, supongo que es eso…-
Había algo en la manera que lo dijo…
pero no seré alguien que pregunte algo que la persona no quiera
contestar.
-¿acaso conoces acerc-
-me niego a responder-
Había parado en seco mi pregunta… lo
sé, no puedo seguir mis propios principios.
-¿es acerca de lo de Quiel?
-…- no respondió.
-“los héroes invocados en activo
son:
Catorceavo héroe invocado: Rizume
Yoru: héroe de la pluma
Quinceavo héroe invocado: Aosora
Tenshi: héroe de la espada
Dieciseisavo héroe invocado: Hikari
Hina: heroína de la lanza Stab
Diecisieteavo héroe invocado:
Misato Mikai: heroína de los guantes”
Tomé la pluma de la mesa de trabajo y
la unté de tinta.
“Decimoctavo héroe invocado: Kimizu
Ouki: héroe de…”
Miré la hoja detenidamente; había
algo que olvidé, pero no era el hecho de que no soy el héroe de un
arma, esto era diametralmente distinto; quizás era lo más natural,
pero, había escrito en japonés.
Parte 4
Había pasado una semana, una semana en
la cual el piano empezó a parecerme menos un instrumento musical y
más un instrumento de tortura, quien sabe lo que el pobre Franz
Liszt hubiera compuesto después de escuchar a Quiel tocar el piano
con tan poco acierto.
Una semana que había pulido mis
habilidades y preparado mentalmente como nunca antes en la vida; todo
para ese momento.
Caminé hacia el piano que amenizaba
las tardes de mis vidas.
“La bestia”, se encontraba a punto
de llorar; esa criatura inmoral que no sabía más que maltratar las
teclas del piano se encontraba a punto de llorar; la razón era una
mujer halcón que lo miraba de manera amenazante desde un lado.
Me acerqué sin hacer mucho ruido,
cuando noté que la mujer había preparado una silla extra al lado de
ella, entonces procedí a sentarme.
Los ojos rojizos de Quiel me buscaban
por el lateral en un grito de piedad, la imagen era un tanto
descorazonadora.
El sonido de la mal llamada melodía se
detuvo.
-¿puedo intentarlo yo?- dije.
-ara, ¿acaso tu sabes tocar piano?-
me dijo la mujer-halcón mientras abria sus grandes ojos de color
dorado.
-así es; de hecho antes era
instructor de piano-
No mentí en lo más mínimo, antes
de venir a este mundo, yo era un instructor de piano… hace solo
unos doce días.
Un mundo distinto, realmente dudo
que en este lugar se haya escuchado alguna vez a Chopin.
-¿Kimizu sabe tocar piano?- me dijo
Quiel con una mirada realmente linda.
-así es, pero las canciones que se
tocar en realidad…-
¿Debo decirlo?... definitivamente
si digo que son de mi autoría, merecería un golpe de los autores
originales… aunque, en otro mundo, ¿seguirá afectando el
Copyright?
-…sería mejor que las toque y me
diga que piensan.
-eso está bien- dijo la maestra
mientras asentía una vez con un “hmm”
-muy bien, siéntate- me dijo Quiel
mientras golpeaba la silla en la cual estaba hace un momento.
Me senté, entonces…
Empecé a tocar suavemente las
teclas con la mano derecha haciendo que el piano emitiera unas dulces
notas.
Etude Op.25 No.11 en A menor. Winter
Wind. Chopin.
Las teclas graves que precedieron a las
agudas reformaron el ambiente, casi parecía una ilusión; casi como
un leve llanto.
Las teclas entonces estallaron en un
grito desesperado que se traducía en una melodía cargada de
dramatismo, cada tecla sonaba en pesante sobre la anterior, era una
seguidilla de teclas que elevaban el espíritu y lo desplomaban poco
después, era como ver el momento en que aun ángel le arrancaban las
alas.
Mi estrés y mi dolor inundaban cada
compás.
Minutos largos de una balada llena de
dolor y pena; balada que imprimió en su sinestesia, un efecto sobre
el tiempo, y otorgaron la ilusión de un hombre arranándose las
venas desde adentro.
Hasta que finalmente, calló.
Parte 5
El silencio inundó el lugar.
Hasta que fue mi tablilla de estado la
que rompió el encantamiento que el piano había lanzado sobre
nosotros.
“Dling”
Nombre:
|
Kimizu Ouki
|
Nivel:
|
1
|
Clase:
|
Esclavo
|
Edad:
|
13 años
|
Sexo:
|
Masculino
|
Dominio:
|
Quiel (13)
|
Habilidad de batalla
|
|||
Ataque:
|
60
|
Defensa:
|
20
|
Agilidad:
|
240
|
Evasión:
|
430
|
Velocidad:
|
50
|
Resistencia:
|
30
|
Habilidad mágica
|
|||
Agua:
|
20
|
Tierra:
|
40
|
Luz:
|
50
|
Fuego:
|
10
|
Oscuridad:
|
80
|
Viento:
|
20
|
Habilidades
|
|||
-Polivalente:
>Pianista.
|
Tomé la mano de Quiel antes de salir
corriendo de hacia la habitación; en donde rápidamente saqué mi
tablilla de estado para enseñársela, esperaba que algo que me
hiciera la respuesta más fácil se estuviera enseñando sobre la
misma. Pero, al notar que no era así, entonces utilicé cada parte
de mí para expulsar la presión que aplastaba mi pecho.
-Quiel…
¿Qué se supone que debería decir?
-yo… esto…
Esto no era nada tan simple, quizá sea
un desorden psicológico pero no estaba dispuesto a renunciar a mi
lugar.
-¿eres de este mundo?
Esa pregunta fue como si cientos de
puñaladas hubieran volado a mi espalda.
Agaché mi cabeza.
-¿Cómo lo sabes?
-no fue tan difícil después de un
rato.
Levanté mi cabeza y encontré su
sonrisa y sus ojos cálidos; las lágrimas empezaron a caer por mis
mejillas, era el símbolo de que era aceptado, no solo como esclavo,
ni como humano, sino como héroe.
Ese sentido del no pertenecer que había
en mi antiguo mundo, ese sentido de estar en un lugar fuera de
contexto fue eliminado; ahora, solo había una sonrisa delante de mí,
los destinados como “enemigos” en una historia que ellos saben
contar, un héroe humano esclavo de un niño demi-humano.
No, éramos solo… dos amigos presos
de las circunstancias.
-¿qué cambió en tu tabla?
-se agregó
“pianista” a la lista de “polivalente”
-¿eso es porque
tocaste allá atrás?
-realmente quiero
tocarte ahí-
Reí tontamente
después de mi acoso sexual sacado de la nada.
-¿crees que puedas
seguir agregando cosas a la lista?
-¿huh?
Me tomó por
sorpresa.
-¿quieres
intentarlo?
Asentí.
Nombre:
|
Kimizu Ouki
|
Nivel:
|
1
|
Clase:
|
Esclavo
|
Edad:
|
13 años
|
Sexo:
|
Masculino
|
Dominio:
|
Quiel (13)
|
Habilidad de batalla
|
|||
Ataque:
|
90
|
Defensa:
|
40
|
Agilidad:
|
280
|
Evasión:
|
470
|
Velocidad:
|
70
|
Resistencia:
|
60
|
Habilidad mágica
|
|||
Agua:
|
15
|
Tierra:
|
50
|
Luz:
|
45
|
Fuego:
|
10
|
Oscuridad:
|
85
|
Viento:
|
10
|
Habilidades
|
|||
-Polivalente:
>Pianista.
>Contador.
>Creador de cuentos.
>Poeta.
>Alfarero.
>Jardinero.> Jardinero de
plantas medicinales.
>Maestro del origami.
>Carpintero.
>Creador de juegos.
>Estratega.
>Inventor.
>inventor de constelaciones.
>Creador de mapas estelares.
>Topógrafo.
>Creador de planos.
>Dibujante de edificios.
>Maestro de medicina.>Sanador.
>Agricultor.>Maestro de la
selección artificial.
>Lector.
>Escultor.
>Prestidigitador.
>Sastre.
>Chef.
>Pronosticador del clima.
-Artista Marcial:
>usuario de Kendo.
>usuario de aikido.
>usuario de espada corta.
-Genio
-Comprensión del idioma |
Capítulo 5.1: Extras (Slice_Life)
Parte 1. Juego de espada.
El esclavo mascota en si es un
simple lujo, recibe cuidados especiales, se protege de manera
constante y se mantiene sano y bien vestido (¿Qué creyeron, que me
iba a quedar desnudo por siempre?).
Sin embargo, la ropa es una tortura…
quiero quitar la ropa de Quiel-Sama.
No, esperen… no crean que soy
alguien capaz de acosar sexualmente a un shota… definitivamente soy
capaz, pero aun así no lo he hecho… eso no significa que no lo he
pensado.
Pero con “quitar la ropa de Quiel
sama”, no me refiero a quitarla de Quiel-sama… o más bien,
quitarla de mí.
Como resultado de mi nueva estadía
de esta mansión (aún no se el tamaño real, me han limitado al
segundo piso), me han otorgado prendas que pertenecieron a
Quiel-Sama.
Si nos comparamos, tanto Quiel como
yo somos de la misma edad, de hecho yo soy unos meses mayor que él,
por lo tanto y aunque seamos de especias distintas, las prendas que
le sobraban al amo me fueron otorgadas… hasta ahí todo está bien.
Pero… huelen.
El olor característico de Quiel
inunda estas ropas.
Leche y sudor.
Hago mi mayor esfuerzo por ignorar
su olor… misión imposible 7; entonces, en el momento que trato de
olvidarlo, mientras me retiro las vendas…
*pafum*
Un golpe seco de una espada de
madera me golpeó la cabeza.
Para recuperar el equilibrio que
perdí por el golpe, coloco la mano derecha en el suelo mientras giro
sobre mi cuerpo con mi mano como punto de apoyo, es la misma lógica
de un movimiento de break dance pero en una escala menor.
Así termino mirando a la cara de mi
atacante.
Un Quiel juguetón se abalanza hacia
mí mientras lanza estocada tras estocada, era ese ataque donde se
obliga al adversario a estar constantemente defendiéndose mientras
se busca una abertura.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis,
siete… aplicando una danza sobre las puntas de mis pies, me las
arregle para esquivar sin problemas cada uno de sus ataques.
En ese momento, salté hacia su
derecha mientras afianzaba los pies.
Lo podía ver, era un movimiento
lógico, no era un movimiento planeado, era un reflejo natural.
Saltó sobre sus pies mientras
aceleraba y blandía la espada de madera hacia mí, el objetivo era
mi cabeza.
Pero lo podía ver, era un resultado
lógico, un resultado obvio, un resultado aceptable; generalmente los
expertos pueden evitar estos movimientos con un largo entrenamiento
de control, pero Quiel no era un experto; por eso podía ver su
ataque desde antes de que lo lanzara.
Nunca practiqué aikido, pero;
bajando mi cuerpo pude esquivar el golpe; entonces golpeé la parte
baja del abdomen con una mano izquierda abierta; más que un golpe,
era un eje de rotación; al mismo tiempo impulsé todo mi peso como
si estuviera saltando.
Por un momento ambos estuvimos en el
aire.
Luego la parte superior de su cuerpo
rotó en concordancia oscilando con mi mano como eje.
*pum* su espalda.
*turufus* su cadera y piernas.
Eso fue todo, yo fui el ganador de
ese encuentro… y mi recompensa fue.
Toda el área del tatuaje se volvió
visible de nuevo mientras aplicaba el dolor de agua hirviendo sobre
mi piel.
Esta es una implementación de
castigo que se activa cuando el dueño así lo desee.
[Quiel utilizó Tatuaje del
contrato del esclavo, Tatuaje del contrato del esclavo fue súper
efectivo]
Parte 2. El dia de sastre de Kimizu Ouki
Un joven noble de la familia
Von-Henrius caminaba desnudo, no, vestido con un traje que solo lo
pueden ver los inteligentes frente a su esclavo.
-oye, Kimizu, ¿Cómo me veo?
-te ves realmente bien, eso te lo
puedo jurar.
-y… dime… ¿Cuál de los trajes
te gusta más?- preguntó el demi-humano pelirrojo mientras cubría
su rostro enrojecido en vergüenza.
-pues, estaba pensando en realizar
un traje de Adan para el próximo de los trajes, pero si tengo que
escoger entre los que me has mostrado, tendría que escoger el
Quin-shao13
sin lugar a dudas.
-¿traje de Adán?
-cierto, aquí la religión es
diferente.
-¿Qué es un traje de adán? ¿Es
mejor que el traje que solo lo ven los inteligentes?- decía Quiel
mientras movía los brazos mostrando así su cuerpo desnu… cubierto
por el traje que solo lo pueden ver los inteligentes frente a Kimizu.
-créeme, este es mejor.
-¿Por qué te sonríes tanto?
-¿estoy sonriendo?...bueno, supongo
que es porque tu rostro rojo, ojos rojos y cabellos rojos me
recuerdan un tomate de mesa.
-…
-… n_n…
-Activar.
-sí, estoy acti… ¡¡Wahhhhh!!,
¡¡perdón Quiel-sama!!, ¡¡DUELE!! ¡¡DUELE HE DICHO…!!
¡¡PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN… NO LO HARÉ DE NUEVO!!
Y así terminó el día del sastre
Kimizu Ouki.
Parte 3: El contador
-entonces, ¿Qué decías que querías
hacer?- preguntó un interesado Quiel a Kimizu.
Quiel vestía una ropa ligera que
hacían dudar de su título como noble debajo del traje que utilizaba
para las clases de piano; mientras se quitaba el traje, el color de
la franela verde se podía revelar poco a poco.
Mientras observaba el fanservice,
Kimizu contestó: -quiero visitar el estudio de tu padre.
-¿tou-san?
-así es, es probable que pueda ser de
ayuda.
-¿a qué te refieres? Dijo Kimizu
mientras se desarreglaba el cabello rojizo con su mano.
-la verdad es que soy lo bastante bueno
como para llevar los registros contables.
-¿hay algo que no puedas hacer?-
preguntó Quiel en un tono de auto-reproche.
-mientras más haga más valgo, ¿no es
cierto?
-aun cuando lo digas de ese modo, sabes
que te compré por otras razones- dijo Quiel mientras se terminaba de
colocar unos zapatos ligeros.
-~ara~, ¿acaso a Quiel-chan no le
importaba si era chica o chico?
Enrojeciendo hasta las orejas (que de
por sí ya eran rojas), Quiel gritó molesto:
-¡¡COMO SI TE HUBIESE DADO PERMISO
PARA HABLAR ASI!!
-no te negaste- murmuró Kimizu.
-¿qué?- pregunto Quiel mientras
inclinaba su cabeza.
-así que también sabes de…¡¡GAHH!!
¡¡DUELE QUIEL-SAMA!! ¡¡YA NO LO VOY A HACER, ASI QUE DETENTE POR
FAVOR!!
-como si te fueras a detener solo
porque te castigo- dijo Quiel auto-reprochándose de nuevo.
Kimizu solo logró asentir con una
sonrisa estúpida.
-Bien- dijo Quiel mientras salía de la
habitación –vamos, mi padre saldrá pronto a la ciudad, así que
deberías hablar con él rápido.
…
Mientras se dirigían
al estudio ubicado en la parte oeste de la primera planta (en la
dirección contraria al pasillo del piano), atravesaron las escaleras
de madera que veían al jardín interno y pasaron junto a la
habitación de los empleados.
Entonces llegaron a
una puerta hecha de madera liviana idéntica al resto, la puerta no
tenía pestillo y tenía una cerradura hecha de bronce; nadie
esperaría que esta fuera la casa de un noble.
Tocando a la puerta,
Quiel y Kimizu fueron recibidos con un “Adelante”
Mientras el eco de
las pisadas de Juana eran lo único que se oía sobre… me dejé
llevar.
Como sea, ahí,
frente a ellos, había un demi-humano de 32 años.
Tenía el cabello
rojizo y largo similar al de Quiel, pero este era mucho más corto y
apuntaba hacia detrás de su cabeza de una manera antinatural, además
vestía un traje completamente blanco, ignorando la corbata roja que
le daban un efecto resaltante; la única diferencia notable con los
rasgos de Quiel era sus ojos; mientras el color de los ojos de Quiel
era rojo, el color de los ojos de los ojos de Daniel era azul.
Daniel Von Henrius
Tabul Igmel, este demi-humano dirigió una mirada amable a su hijo y
preguntó:
-y bien ¿Qué los
trae por aquí?
-yo, eto- Kimizu
trató de explicarse pero las palabras se le atoraron en la garganta.
No era porque Kimizu
no quisiera ser impertinente bajo su postura de esclavo; la familia
Von Henrius es una familia que se ha caracterizado por tratar bien a
los humanos, después de todo es una familia con raíces comerciantes
apostillados en la frontera; la razón de la incapacidad de Kimizu
para hablar era otra.
“¡¡¡MALDICIÓN, SOLO ESCLAVÍCENME
DE UNA VEZ POR TODAS!!!”
Desde que fue comprado, esas palabras
habían quedado grabadas en su registro de vergüenza personal.
Así es, no ha superado algo del
segundo capítulo.
Al ver al ahora enrojecido Kimizu,
Quiel esbozó una sonrisa sarcástica; mientras Daniel ponía una
cara de tipo conciliadora como si dijera “¿enserio te parezco tan
aterrador?”
Quiel entonces dio un paso adelante y
dijo:
-Kimizu posee habilidades increíbles.
-ya me contaron acerca de lo del piano,
de hecho cuando lo escuché supe que no habías sido tú
precisamente, pero había pensado que era tu profesora.
-él es bueno con las matemáticas y me
dijo que quería ayudarte con las cuentas.
-¿es eso así?- preguntó Daniel
dirigiéndose a Kimizu mientras inclinaba su cabeza; entonces cayó
en cuenta, el lugar en donde había estado Kimizu hace solo unos
segundos estaba vacío.
-¿desa…parecio?- preguntó un Daniel
bastante confundido mientras Quiel seguía sin notar que Kimizu había
desaparecido.
-¿Qué estás diciendo?- preguntó
Quiel mientras inclinaba su cabeza igual que su padre.
-me refiero, estaba ahí hace un
momento- dijo Daniel mientras apuntaba al sitio detrás de Quiel.
-¡GAH!- gritó Quiel mientras caía en
cuenta de la situación, además, debido al susto, Quiel había
recorrido una gran área de un solo salto.
Enojado a niveles extraordinarios (si
tomamos en cuenta la situación), Quiel activó una de las funciones
especiales del tatuaje de contrato de esclavos: “ubicación
actual”.
O eso es solo una forma más genial de
decir que hizo a Kimizu gritar del dolor para luego solo seguir el
sonido.
Al final, un rendido Kimizu estaba
sentado en estilo seiza al lado de Quiel y mirando el suelo frente a
Daniel.
-¿cuál es el veredicto?- preguntó
Quiel con una voz juguetona.
Liberando sus pulmones del aire, Daniel
respondió:
-por mí no hay ningún problema, pero
debo revisar que haga bien su trabajo al final del día.
-roger- contesto de manera opaca
Kimizu.
-levantándose de la silla, Daniel se
dirigió hacia la puerta mientras complementaba:
-la pila de la derecha con documentos
sin revisar, por favor trabaja en borrador sobre ellos, los revisaré
cuando vuelva de la junta.
Esa noche, Kimizu agregó “Contador”
a su lista de habilidades.
Parte 4: El fuego y la oscuridad.
-veo que lo hiciste correctamente- dijo
Daniel mientras revisaba los documentos de su escritorio.
-muchas gracias- dijo Kimizu
avergonzado.
-no, gracias a ti- dijo Daniel mientras
lanzaba una sonrisa hacia… ¿el vacío?
-¿Cuándo desapareció de nuevo?-
preguntó Daniel mientras inclinaba su cabeza hacia un lado.
Mientras tanto, en otro lugar de la
casa, Quiel estaba tomando un baño de agualeche en el baño del
jardín.
Él no escuchó nada que se acercara,
no escuchó una respiración, siquiera escuchó las hojas siendo
aplastadas; aun así, él sintió que algo malo se acercaba.
Era una sensación aterradora que
pellizca la medula espinal y se extiende hacia la espalda media, la
nuca y los brazos. Esa sensación lo hizo ponerse en alerta
rápidamente.
-¡¿Quién está ahí?!
Preguntó Quiel mientras se lanzaba
fuera de la tina de madera.
Aun sin escuchar nada, Quiel levantó
su mano mientras murmuraba un cántico.
“aquel de los principios, aquel rojo,
aquel llamado phyro, aquel que destruye y reforma, aquel que reduce,
toma los símbolos y la forma, ¡¡LLAMARADA!!”
El hechizo era un hechizo potente pero
poco práctico, se limitaba a generar una ola de fuego de baja
duración, en otras palabras, era magia sin control, es una magia que
se limitaba a la inyección de energía de manera activa para ser
mantenida y no a la forma.
Aun así, el resultado fue útil.
En los momentos en los cuales la
oscuridad se tiñó de color, Quiel pudo ver un rostro.
-¿Ki…mizu?... ¡¿QUÉ RAYOS
PRETENDIAS AL ACERCARTE ASÍ?!
El miedo se transformó en cólera.
Quiel entró entonces activando el
tatuaje de esclavos.
Kimizu se retorció por el dolor
mientras una imagen se acercaba a él.
Era un demi-humano de cabello y ojos
rojos siendo seguido por llamas del mismo color.
Entonces, Kimizu desapareció.
-mi nivel de magia de oscuridad aun no
es suficiente- se dijo a si mismo Kimizu mientras se ocultaba de
“Fireman”- puedo desaparecer sin problemas gracias al encanto
escrito, pero acercarse sigilosamente sigue siendo un problema;
además, el tatuaje de esclavos sigue siendo un limitante de alto
grado.
Sacando levemente la cabeza por entre
el muro, Kimizu vio a Quiel escaneando el terreno como una mezcla
entre Godzilla y Terminator.
“las llamas son poderosas pero
carecen de punto de forma” Quiel recordó las clases de magia que
había estado teniendo en las mañanas, “si se toma eso en cuenta,
las llamas deben ser centradas en un “esqueleto” y formarse
alrededor de este”
Quiel se concentró en el concepto de
la forma mientras recitaba un nuevo hechizo; las flamas se
concentraron en puntos de su espalda y sobresalieron como si se
trataran de brazos extra; pero estos terminaron desapareciendo.
“vaya que es difícil, no puedo
simplemente pensar en tener un cuerpo nuevo así como así… pero,
si ese es el problema…”
Quiel dirigió la atención a sus
propias manos.
“… solo tengo que usar un cuerpo
que ya conozca”
El cántico empezó: “Fuego, tu color
es el rojo, tu nombre es Phyro, tu función es proteger y la forma
que posees te será otorgada con mis manos”
Guantes de fuego, guantes como patas de
lobo hechos de fuego aparecieron sobre las manos de Quiel.
Y Quiel atacó.
Parte 5: Crimen y castigo.
Ekaterina Von Henrius Kirkien Blank.
La mujer es la madre de Quiel y está
sentada en una silla de ruedas hecha de madera.
Su cabello es de un color dorado como
el trigo y sus ojos son rojos como el carmín, sus orejas caninas
sobresalían de su cabello otorgándole una imagen maternal (para un
Golden retriever quizás).
Una sonrisa se extendía por su blanco
rostro; sin embargo, para Kimizu y para Quiel, esta sonrisa era la
fachada de un sentimiento aterrador.
¿No es esto un cliché?- pensó
Kimizu.
Con una voz tan dulce como la miel y
tan fluida como el aceite, Ekaterina interpeló a su hijo y a la
mascota de su hijo que estaban sentados al estilo seiza en frente de
ella.
- ~¿Quién de ustedes fue?~
Quiel y Kimizu se miraron a los ojos
antes de mirar de nuevo a Ekaterina, ninguno dijo una sola palabra.
- ~ya veo, no hablaran~ - dijo
Ekaterina mientras seguía con sus manos entrelazadas sobre su
regazo.
El silencio continuó después de las
palabras de la mujer; era una conversación unilineal.
- ~en ese caso, tendrán que compartir
el castigo~ - dijo la mujer aun con su sonrisa.
“Así que este es el monstruo que le
otorgó esa habilidad a Quiel”, pensó Kimizu.
- ~¿están listos para morir?~ -
preguntó Ekaterina sin inmutarse ni un poco.
- “~Aqua, uno de los principios,
azul, cambiar protección por castigo~”
“¿ese es un encanto corto?”, pensó
Kimizu.
Látigos, no, tentáculos de agua
nacieron desde el lugar donde terminaban sus cabellos, estos vibraban
y cortaban el aire a velocidades dolorosas para la piel.
- ~entonces mueran~
En los ojos de Quiel se empezaron a
formar gotas de lágrimas.
Parte 6 Extra: el creador de cuentos y el poeta
Quiel estaba acostado en la cama con un
pijama de seda ligero que permitía ver bastante debido a su
translucidez.
-Muy bien, Quiel, esta es una obra
original que yo acabé de escribir- dijo Kimizu mientras agitaba unas
hojas de pergamino con un escrito en japonés.
-¿de qué trata?- preguntó Quiel
mientras se sentaba en la cama.
-si lo quieres saber, deberías
escucharla.
-bien, hagámoslo, respondió Quiel a
la propuesta de Kimizu.
-muy bien, el cuento se llama, la
bestia de cabello rojo.
Quiel puso una cara que decía “¿se
trata de mí cierto?”
-erase una vez, un pueblo que quedaba
en las montañas de cierto ducado tenia a sus habitantes
aterrorizados; cada noche sin falta, un monstruo de cabello rojo
merodeaba las casas donde habían enfermos y también el hospital, el
asilo y el orfanato.
Nadie sabía las intenciones del
monstruo, pero nadie podía pensar que se tratasen de cosas buenas.
El monstruo visitó los alrededores de
estos lugares por cerca de dos meses sin hacer nada distinto.
Poco después de los dos meses, el
monstruo trajo consigo un piano; el monstruo tocó las teclas del
piano tratando de emitir una melodía, pero el sonido era tan
irritante que la gente del pueblo le sacó a escobazos mientras le
abucheaban.
Días después, el monstruo apareció
con un violín, cabe decir que el sonido que emitió con el
instrumento quebró las ventanas de varios edificios.
Días después, apareció con una
gaita, pero el ruido dulce y armonioso de la gaita se había
convertido en un lamento agónico del instrumento.
La guitarra emitía un ruido ronco.
El tambor era bastante estridente.
La trompeta fue un fracaso total.
La tuba espantó a los perros del
pueblo.
Las maracas hicieron creer a los
habitantes que había un peligroso derrumbe.
La flauta atrajo ratones al pueblo14.
El triángulo causó migrañas.
Las castañuelas hicieron volar a las
cucarachas de sus escondites.
El gong no dejó dormir a nadie.
Y esos fueron los resultados
aceptables.
Entonces una noche, el monstruo decidió
recitar poesía.
Miro las estrellas del
cielo lejano,
Reflejan cada una, una
vida pasajera,
Estrellas que brillaran
eternamente en el firmamento,
Seguirán brillando aunque
muera;
Si el mundo se destruye
por completo,
Seguirán brillando,
Deneb, Altaír y Vega.
El triángulo que indica
el norte a los viajeros.
Seguirá brillando cáncer,
Haciendo sonar sus pinzas
como castañuelas,
Seguirá brillando lira,
Bardo de la guitarra y el
arpa,
Seguirá brillando
Caellum,
Tocando el gong cuando le
plazca,
Escorpio tomó el
acordeón,
Tauro, la gaita,
Ofiuco tomó el xiaolong,
Nicora, la flauta;
Así cuando estoy enfermo
o triste,
Mirar al cielo estrellado,
Oír la orquesta celeste,
Me place en sumo grado.
-y bien ¿Qué te parecio?- preguntó
Kimizu con sus ojos brillantes.
Quiel sonrió de una manera pocas veces
vista y respondió.
-fue hermoso.
-gracias…
[-Polivalente:
>Pianista.
>Contador.
>Creador de cuentos.
>Poeta.]
Capítulo 6: Teclado Monótono (Note_Sol)
Resumen del capítulo anterior:
El día a día de los niños continúa,
sin pausa pero sin prisa, Kimizu se enfrenta a su deseo y Daniel
oculta un secreto.
Parte 1.
Las líneas de ley.
Las líneas de ley son la serie de
venas mágicas que bañan el mundo; estas vienen y regresan a los
dioses, alimentando los ciclos mágicos de las criaturas y creando un
sistema de recolección de datos llamados los registros akashikos.
Si se necesitasen comparación, serían
las redes Ethernet que bañan al mundo de un lado a otro del globo;
analizando los datos y prescribiendo las funciones mágicas del
ambiente.
Y tal como las redes de internet, este
flujo de datos inmenso, podía transportar información alrededor del
mundo de manera casi instantánea.
-se supone que nos hablaríamos a esta
hora.
-no lo culpes, es un rey después de
todo, quizá sigue ocupado con los trabajos de corte monárquica.
-¿realmente crees que “ese” rey
esté ocupado?
Bajo la configuración de líneas ley y
el uso de la matemática, geometría, geolocalización y otros
muchos, el realizar un circuito mágico para enviar información
sonora era posible; esta viajaba por las líneas ley hasta su
destino.
-Bueno, es debido a mi curiosidad que
montamos esta enorme red de información para hablarnos como si fuera
una llamada.
-¿Qué es una llamada?
-no importa.
-recuerdo cuando dejaste un libro
abierto al aire libre con las instrucciones para formar la conexión
y pasaste las hojas lentamente para que leyera.
-y cuando la iba a pasar muy rápido,
terminabas congelándome con tu poder, ja, ja.
Aquellos que hablaban por esa suerte de
llamada telefónica, eran un héroe y un kira.
El catorceavo héroe invocado, Rizume
Yoru, definir su apariencia es remitirse al mismísimo significado de
la palabra “angelical” una piel pálida como porcelana fina, un
cabello blanco y puro como la nieve y tan largo que se arrastraba
cinco metros sobre el suelo y unos ojos carmesí que parecían joyas
incrustadas en sus cuencas, el héroe de la pluma se encontraba en
medio de una habitación que había sido diseñada por él mismo.
Por el otro lado de la conexión,
Villeta Salem; un vestido de aventurera ceñido a su figura que
estaba atado con tiras dejando entrever una generosa cantidad de su
piel acaramelada, un cabello anaranjado y una cola de zorro, además
de dos puntiagudas orejas del mismo animal; sobre sus ojos, un
vendaje de color verde o mejor dicho, una tira de tela que amarraba
detrás de su cabeza.
Villeta se encontraba acostada en un
sillón, en una habitación al otro lado del mundo, su cabello tan
largo como envidiable se mecía a la luz de la luna llena que entraba
por la ventana, mientras sostenía una copa de vino.
-pero, está tardando, eso es un
hecho.- (V)
-bien, no tengo mucho tiempo por ahora,
así que te lo tengo que dejar a ti, avísale cuando esté
disponible.- (R)
-por la forma en que lo dijiste, ¿el
sumo sacerdote ya hizo la movida?-
-bueno, estuvo vigilando constantemente
las líneas de ley, eso fue cerca de un mes, además, también
desplegó al héroe de la espada.
-sí, ya lo vi, se adueñó de la
fortaleza de Valfrist; bueno, estaba bajo el control de la heroína
de la lanza en primer lugar, esos dos tienen un par de cosas en
común.
-claro, ambos me odian y tienen un
complejo de hermana hacia la Heroína de los guantes
-sí, eso parece.
-..-
-algo te preocupa.
-¿me preguntarás de que se trata?
-no, realmente no tengo deseos de
despertar los demonios dormidos dentro de alguien.
-gracias.
El silencio reinó en la conexión
telepática.
-ustedes tres, realmente están
callados el día de hoy. (V)
Ella les hablaba a aquellos dioses que
elegían los humanos, aquellos que se ataron a sus propias reglas
para evitar interferir en el avance del mundo.
-no los trates así- (F)
-bueno, realmente no debo hacerlo; ¿Por
qué llegaste tan tarde?, ¿estabas ocupado con los asuntos
correspondientes a tu reino?- (V)
-oh acerca de eso, estaba dormido. (F)
Parte 2
Era pasado el mediodía y me encontraba
junto a Quiel en los camerinos del coliseo; junto a nosotros había
lanzas, espadas, escudos, cotas y otros tipos de armamento, esta era
la última habitación que algunos verían.
-¿estás listo?-
Ojos carmesí me miraban con interés
mientras me hacían esta pregunta; un traje de gala me apretaba las
articulaciones mayores y trataba de asfixiarme antes de la contienda.
-solo tienes que salir y tocar, nadie
se atreverá a decirte nada por tu condición de humano, eres la
mascota del hijo del terrateniente después de todo.
Sonreí tontamente, las palabras de
Quiel eran simples, “no importa que falles”; con eso en mente, di
un paso hacia el gran espacio en el centro del coliseo; afiné mis
ojos para evitar la luz solar intensa y caminé con elegancia entre
el mar de murmullos.
Sosegado, mudo, inerte, un órgano de
viento; una de las viejas existencias en la casa Von Henrius, estaba
esperándome frente a mí y junto a ella, dos personas más; Beto, un
humano con el que comparto mi título de esclavo y Aria, una
mujer-Halcón.
Me acerqué al centro de todo, el mundo
posó sus ojos en mí, en mí y solo en mí, en la mascota del hijo
del terrateniente; en ese momento comprendí la magnitud del error de
Quiel, no es que no fueran a decir nada por mi vínculo con los
importantes; era todo lo contrario, yo era la exhibición de mis
dueños, no tenía el lujo de no hacerlo correctamente y hacerlos
quedar mal.
Miré a todo el alrededor.
“Este es el momento en el cual le
voy a ser de utilidad a Quiel-sama; así que todo el mundo abra sus
oídos y sus mentes, escuchen el llanto y el sentimiento de este
órgano… disfruten en cada una de sus células mi grito
apasionado”, esas fueron las palabras que me dije a mi mismo.
“este es el mundo que he decidido
amar, este es el nuevo mundo… ¡¡así que disfruten!!... por este
nuevo mundo y por aquellos que he decidido amar… la sinfonía del
nuevo mundo interpretada en órgano de Antonin Dvorak”, esas fueron
las palabras que grité al mundo.
Apreté mi puño antes de girarme hacia
Aria, estaba siendo carcomido por la euforia.
-¿estas lista?, esto será largo-
le pregunté.
-claro que sí, he practicado como
loca cada uno de los compases, tanto los tuyos como los míos- me
respondió con un tono que trataba de ocultar el nerviosismo mientras
una gota de sudor recorría su rostro.
-hagámoslo bien… ¿quieres?
El mundo entero guardó silencio
mientras Beto empezaba a inyectar el aire con los muelles provocando
un ruido blanco.
Empecé a tocar la partitura suavemente
mientras Aria me apoyaba con el control de los filtros; la canción
estaba siendo tocada de la manera correcta, las notas agudas
empezaban a fluir por los tubos de bronce.
En algún momento, se sumaron dos manos
más mientras la canción tomaba una densidad sonora más alta y el
pesante se aumentaba bajo el ritmo provocado por los filtros.
El sonido era melódico y tenue, además
era un espectáculo nunca antes visto; la gente absorta en el sonido
y en el momento, era este el encanto de la música clásica; permitía
ver los espacios más profundos de la psique, crear la historia más
bella o amenizar un funeral.
Era la fascinación por lo desconocido
además, lo que mantenía un sentido en el sinsentido de la fantasía.
El sonido y la sinestesia, un golpe
doble al corazón del que escucha y el que siente; unos compases
dulces, otros compases épicos.
El sonido se agitaba y revolvía antes
de asentarse y volverse tranquilo, solo para volver a agitarse en una
escalinata en allegro y desplomarse por un acantilado en adagio; era
todo y era nada.
Era turbio y claro… era música.
Llenando cada rincón y tocando cada
persona; el que pueda escuchar que escuche, era una carta de amor
para con este nuevo mundo; era mi pacto por ser parte de él, era mi
deseo por mantenerme al lado de quien es mi dueño, era la máxima
demostración que podía hacer en términos musicales acerca de todo
y de todos, era mi corazón abierto a cada persona.
La canción se agitó una última vez,
era más rápida, más salvaje… hasta detenerse.
El silencio reinó sobre el coliseo.
Parte 3.
Yigo Esame lleva un mes como esclavo.
Yigo Esame fue capturado en algún
lugar en la frontera montañosa de Lotos y Kalios, este se encontraba
haciendo su trabajo como mensajero de la iglesia cuando fue capturado
por una avanzada de esclavizadores demi-humanos y lanzado al interior
de una carreta con otros humanos.
Y como todos los “capacitados para
pelear”, fue envestido y lanzado a una contienda feroz en contra de
felinos salvajes.
Sin embargo había algo distinto ese
viernes, la barbarie había sido cancelada para, a cambio, realizar
una presentación musical a cargo de la familia noble Von Henrius,
una tentativa extraña pero posible debido a su gran influencia.
Este podría ser su último viernes de
descanso.
Entonces pensó, pensó en ese extraño
chico con el cual habia cruzado palabras, un chico extraño sin lugar
a dudas.
“¡¡¡MALDICIÓN, SOLO ESCLAVÍCENME
DE UNA VEZ POR TODAS!!!”
-En definitiva un chico extraño.
Entonces, cerró los ojos.
“este es el mundo que he decidido
amar, este es el nuevo mundo… ¡¡así que disfruten!!... por este
nuevo mundo y por aquellos que he decidido amar… la sinfonía del
nuevo mundo interpretada en órgano de Antonin Dvorak”
El sonido se filtró por las rocas,
activando algo dentro del joven.
-¿Dónde he escuchado esa voz antes?-
La melodía empezó a sonar, una
melodía desconocida que incitaba a todo y a nada.
Un desconocido Anthonin Dvorack, una
voz conocida y un sentimiento ignoto; las piezas del rompecabezas se
empezaron a armar en la cabeza de Yigo Esame, el ser enviado por el
sumo sacerdote siempre había sido la antelación de algo más
grande, porque, Yigo Esame no es un simple predicador.
Yigo Esame no es su nombre original,
Yigo Esame no existe.
Higso Gahar, Frid O’nir, Jil Yeveq,
Chaus Hoxu, Angus Blank, Bifred Von-Gaus, Sig Uther, Zebal Vaus,
Werty Sdef, Mikael Hikoo, Asume Miho…
Yigo Esame es un espía.
Para entenderlo un poco más, debemos
viajar unos cuatro años al pasado.
Hace cuatro años, las líneas de ley
del planeta vibraron como nunca nadie había tenido la oportunidad de
verlo antes; la distorsión en el mundo abrió paso a cuatro héroes
invocados en cuatro lugares distintos en el mundo; uno de ellos era
un pequeño poblado poco populoso en algún lugar del Sagrado Imperio
de Migami.
Por alguna razón, las líneas de ley
en ese lugar fueron especialmente alteradas, trayendo una anormal
cantidad de guardianes con una agresividad anormal.
Entonces, un joven apareció con una
espada en la mano, trayendo de nuevo la paz al destruido pueblo.
“nadie debe morir”, fueron las
palabras de ese héroe para el chico.
Fue lo único que dijo antes de
desaparecer, dejando atrás a todo un pueblo bañado en sangre y
destrucción; la paz traída a punta de espada al pueblo no curaría
a las víctimas, este era el juego macabro de un héroe que clama la
paz sin saber hacer nada más que eso.
Pero eso no fue suficiente para ese
chico que vio a todos morir y gritar, él no se sentía como un
héroe, él no se sentía como humano, él se sentía como basura.
Si lo que hace a una persona es el
idealismo, él, que no tenía como corresponder a sus propias ideas
no era nada más que basura; ese hombre con poder que lo salvó era
mucho más humano para él que cualquier otro, los elegidos por los
dioses fueron los únicos que para él no fueron basura.
Una misión simple encomendada por ese
héroe que olvidó su rostro y nunca aprendió su nombre lo envió a
ser esclavizado por los demihumanos, un punto “culmin” donde la
basura adquiere su verdadero valor y es comprada, vendida y
sacrificada como una fuente de placer y diversión.
Ese joven acostumbrado al horror de la
muerte fue asqueado por completo por una nueva clase de idea;
mientras los hombres encomendados contra su voluntad a enfrentar las
bestias felinas temblaban de miedo, aplausos y risotadas llenaban en
tumulto el viento.
“son tan asquerosos como los
humanos”, pensó.
“Son igual de asquerosos, son
igual de crueles e igual de despiadados; por alguna razón, no hay
nadie en este mundo que he visto que sea diferente; incluso los
niños, una vez llegan a cierta edad, se les puede ver comprando
esclavos solo por tener el poder de maltratar a un enemigo.” Pensó.
“ese chico está loco”, pensó.
Ese chico que gritó de frustración
que lo esclavizaran, brillaba como algo mas que basura, enfrentándose
de manera extraña a la idea general de las cosas, rompiendo lo
predicho y sonando tan estúpido e inmaduro en una sola frase.
“definitivamente loco”, pensó.
“es imposible que sea algo
distinto”, pensó.
“estoy seguro, que él, también
es solo basura”, pensó…
“habiendo estado en tantos lugares
y siendo tantas personas, todos no dejaron de ser nada más que
basura, porque todos se parecían a mí. Así es, yo soy el estándar
de lo que no tiene valor, soy el epítome de lo asqueroso, sin
embargo…”
El asco de ver a la gente disfrutar la
muerte lo llevó a actuar, cortando las bestias y salvando a todos,
buscando su propio valor y negando su propia filosofía, todo por las
palabras de ese chico.
“…él no es solo basura”, pensó.
“quisiera saber que me equivoco”,
pensó.
El sonido se detuvo antes de oír una
ovación y la voz del pianista.
Las fichas del rompecabezas empezaron a
encajar de nuevo.
Y el esclavo, Yigo Esame, escapó.
Parte 4
Tras el final del primer interludio,
los ojos se posaron en Quiel.
“la nueva mascota del hijo del
terrateniente” había sido suficiente como para marcar a Quiel en
un foco de atención, como su dueño y como su posición lo indicaba.
Quizá todo se tornó más caótico
cuando Quiel, quizá sin expectativa de que algo podría ser malo,
aceptó ser entrevistado; miles de flechas fueron lanzadas en forma
de palabras buscando sonsacarle la información y el jugo a la
primicia, como si de un escándalo de miss universo se tratase.
-señor Quiel, ¿puede responder una
pregunta para nosotros?
-está bien. (Q)
-¿puede decirnos donde encontró
ese esclavo?
-¿es alguna técnica de
adiestramiento especial?
-no, no hay nada realmente extraño
en el trato que le di, supongo que solo era así desde el principio.-
(Q)
-si es así, ¿acaso notó algo
especial en el cuándo lo compró?
-no había ningún aspecto en
especial, aunque su nombre fue algo extraño. (Q)
- ¿nombre? ¿A qué te refieres con
eso?
- él se presentó con el nombre de
Kimizu Ouki.- (Q)
-¿Kimizu Ouki?
- suena como un nombre de la realeza
humana, ¿podría ser un noble?
- imposible, dentro de los nombres
de los nobles humanos no hay nadie con ese nombre
(¿Cómo es que sabe los nombres de
los nobles humanos?)
-¿está seguro que ese es su
nombre?
-así es, de hecho yo también
sospeche acerca de su nombre y utilicé el tatuaje del esclavo para
que no me pudiera mentir.- (Q)
-ya veo, ese debe ser sin duda su
nombre, aunque es bastante extraño.
- me recuerda a los nombres de los
héroes humanos de antaño.
-¿qu…?- (Q)
(¿Que acabo de escuchar?)
-N… no, eso es imposible.- (Q)
-quizá su familia lo llamó así en
conmemoración de los héroes.
-sí, eso debe ser… (Q)
(Estoy seguro que sería un problema
si se enteraran de su identidad)
-pero es sin duda un esclavo-mascota
bastante sorprendente.
-quien pensaría que un niño humano
podría tocar el piano así y crear sus propias canciones.
-¿hace cuánto lo compró?
-hace cerca de un mes. (Q)
-… así que... ¿fue tu regalo de
cumpleaños?
-es cierto, el joven amo está en
esa edad.
-por cierto, ¿se puede saber cómo
está tu compromiso?
Parte 5
-estuviste muy bien, Kimizu.
-no fue nada, de hecho cometí muchos
errores mientras más avanzaba.
Mientras la tarde caía y abría paso a
la noche, bajo el cielo teñido de color anaranjado, Quiel y yo
caminaban seguidos por una serie de adultos que pertenecían a los
regímenes políticos de la ciudad de Lotos, o al menos así se
presentaron ante mí.
-asi que, ¿Cuándo crees que podamos
hacer un concierto de piano juntos?
-cuando aprendas a tocar el piano sin
causar sordera parcial a los que te escuchen.
-eres… increíble…
-Quiel.
-¿Qué ocurre?
-no te pongas así, seguro podrás
destacar en algún momento.
-¿eso crees?
-pues, dudo mucho de que te vuelvas un
kira o algo por el estilo, pero un gran noble, de eso no tengo
ninguna duda.
-aún falta mucho para que eso ocurra,
además, incluso tú me vencerías en eso. Eres inteligente hasta en
punto que te haría el mejor político de este mundo si lo
intentaras.
-realmente no me veo capaz de algo así,
espera, de hecho si me puedo imaginar.
-¿siquiera te tomas a ti mismo en
serio?- Quiel inclinó la cabeza con interés, como si viera una
especie de pintura abstracta.
-perdón, no pude evitar hacer esa
broma, solo que, antes de venir aquí, solo era un chico encerrado en
una burbuja de información, muchas cosas las probé pero no me
imaginé realmente mis propias posibilidades.
-veo… bueno, no lo termino de
entender por completo, pero no encuentro nada malo, así que, sigue
mostrándome el mundo que desconozco.
-¡Sí!, ¡Mi príncipe!
-¿príncipe?
-no estoy muy seguro, solo creí que
así sonaría mas genial.
-por cierto.
-¿Qué ocurre?
-¿no crees que algo raro está
pasando?
-ahora que lo dices, los adultos están
actuando de una manera extraña… ¿crees que algo pase?
-esta es la frontera, lo raro es que no
pase algo, el problema es que nada importante ha pasado en mucho
tiempo.
-¿Qué tanto tiempo?
-cuatro años.
-cuatro años… parece que el mundo
hace cuatro años estaba realmente agitado.
-si… realmente agitado…
-¿piensas en algo?
-así es, en este mundo, en la guerra,
en los humanos, los demihumanos, los demonios… tu y yo somos la
prueba de que no somos tan diferentes.
-no sé por los demonios, pero yo no
podría odiarte jamás.
-gracias.
-es verdad.
-tu, por otro lado, es probable que el
mundo te odie; eres alguien con poco tacto.
-eso también es verdad.
-pero, ¿sabes?
-¿Qué ocurre?
-yo tampoco podría odiarte.
-gracias… mi esclavizador.
-no pudiste dejarlo en un simple
“gracias”…
-*tehe*
Parte 6
Punto de vista de Yigo
Esame
Del
otro lado de las montañas, hay una ciudad humana, su nombre es
Valfrist; es una Ciudad-Fortaleza bajo el mando del país de Kalios
en el territorio humano.
Es el lugar en donde
estoy, es al lugar que escapé, es el lugar donde me reuniré con uno
de los héroes.
Su nombre es Aosora
Tenshi; una figura esbelta de cabello negro y liso que cae hasta su
cadera desde su espalda en la cual está atado con una cola de
caballo y en la parte frontal apenas por delante de sus orejas.
Está vestido con una
armadura azul y plateada bastante adornada; sus ojos son azules como
el cielo y en su cadera se puede ver una espada enfundada; la funda
está bellamente adornada con piedras de aguamarina y plata.
Él es el quinceavo
héroe invocado; el segundo del último grupo de cuatro héroes, el
hombre que no recuerda mi nombre, aquél que me enseñó que no soy
nada más que basura.
-¿Así que uno de los
invocados terminó como esclavo en el pueblo demi-humano?- pregunto
dirigiéndose hacia mí el héroe.
-Si Yuusha-sama.
-qué barbaridad; no
hay más opción que ir a rescatarlo de su sufrimiento.
-…
-empieza a alistarte,
vamos a atacar Zedal y a rescatar al decimoctavo héroe invocado; a…
si, ¿Cómo dijiste que se llama?
-Kimizu Ouki,
Yuusha-sama.
-Kimizu Ouki, espera
un poco más, el martirio está a punto de acabar.
1
Lengua de gato: personas que no soportan alimentos calientes.
2
Ponerle humor a la tragedia es el resultado de haber leído un
ensayo acerca del sarcasmo en el texto continuo; un ensayo del cual
solo recuerdo el nombre del autor “Gaston del Rio”, así que no
he podido encontrarlo de nuevo U_U… les prometo que crearé un
archivo con los argumentos principales del ensayo.
3
Junketsu no Maria: recomendado n_n
4
Magi: The Kingdom of Magic… recomendado x 2
5
Tate no Yuusha no Narigiari: recomendado x 3
6
No lo Recomiendo; solo tenía que agregar un ejemplo.
7
Definitivamente NO lo recomiendo.
8
A lo más oscuro, ponle más humor… sinceramente, si no le colocó
humor a la tragedia, voy a terminar enfermo de muchas maneras.
9
Doraemon :3
10
Googleen malditos vagos :v
11
Matando con nombres :3
12
Los rangos se dividen en: F, E, D, C, B, A, S, SS; siendo F el de
menor denominación y SS el de mayor denominación.
13
un Quin-shao es una prenda originaria de china, es un traje largo de
tela decorada con cortes a uno o ambos lados del cuerpo desde la
altura de la cadera hasta el final; en otros casos más extremos
solo uno de los lados está cerrado mientras que el otro está
sujeto a la altura del pecho y abdomen por tiras de cuero, tela o
cintas. Entre otras cosas, el estilo general es copiado en algunos
vestidos de alta costura, pero con solo un corte, de esta manera se
permite una observación de la piel, permitiendo una observación
bastante ero… artística de la piel bajo el traje.
14
Obvia referencia al Flautista de Hammelin
Oye Will Goldmaker manera soy yo daniel~kun me borraron mi Facebook asique eu cree otro buscalo o acepta solicitud soy Teo Akifuru quiero seguir hablando contigo por sierto mi amigo dice que es muy bueno tu libro 😉
ResponderEliminarhttps://www.facebook.com/will.goldmaker
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