24 oct 2015

NOX VOLUMEN 3 CAPÍTULO 1

HOLA A TODOS QUERIDOS LECTORES, LES DEJO EL CAPITULO 1,  QUE TIENE TRES VECES LA EXTENSIÓN DE UN CAPITULO NORMAL, ESPERO QUE LO DISFRUTEN.PDTA ME GUSTARÍA CONOCER SUS OPINIONES.









Capítulo 1

Parte 1




La directora Seyd se encontraba al pie de la ventana de su despacho. En el barandal tenía unas macetas con girasoles, en ese momento las estaba regando.



Para ella “la semana” fue bastante tranquila y pudo disfrutarla plácidamente; no hubo entrega de misiones ilegales a los estudiantes, tampoco heridos o daños materiales. Pareciera que tanto alumnos como profesores decidieron bajar el ritmo de sus actividades.



Inhaló fuertemente y después exhaló relajada, se encontraba bastante optimista pero a pesar de eso su experiencia le decía que no debía bajar la guardia.




Como si fuera una premonición funesta alguien tocó la puerta de la dirección. Regresando a su lugar la directora Seyd se sentó.




-Adelante, pueden pasar-.




Con su indicación entraron tres personas,  una de ellas arrastraba a las otras dos.




-Con su permiso Directora Seyd, aquí le traigo a dos estudiantes problemáticos,  se pelearon y causaron una conmoción ahí afuera, por lo que vi también destruyeron propiedad de la escuela-.




Contundentemente la capitana Marshall hizo su declaración. La anciana mujer observó fijamente a los dos jóvenes que ahora estaban de pie, ambos le desviaron la mirada.




La directora suspiró algo decepcionada, el tiempo de paz que tanto disfrutó era obvio que había finalizado.




-Señor Nox y Señor Carm, ¿Podrían explicarme que pasó?-.




-Con mucho gusto directora Seyd,  “esta cosa” ;    al cual conocí apenas hace unas cuantas horas, se metió en mi cama mientras yo dormía-.




Jean señaló a Carmil colocando su dedo índice en la mejilla de la persona invade camas, poniendo énfasis en la palabra compañero.




-¡Yo no soy una cosa! ¡Mi nombre es Carmil Carm! ¡Y quitá tu dedo de mi rostro!-.




-Mmm, entiendo un poco la situación pero antes de 
continuar por favor todos tomen asiento-.




Después de hacer lo indicado, la directora continuó con su interrogatorio.




-Ahora Señor Carm, digame ¿Por qué hizo eso?-.




-Lo siento Directora, la verdad es que padezco sonambulismo, pero eso no había sido un problema antes, además es muy raro que pase-.




-¿Sonambulismo? Si ese es el caso podemos deducir que no fue por su entera voluntad, y ¿No le explicó tal cosa a su compañero?-.




Carm volteó a ver a Jean antes de responder.




-Lo hice pero no aceptó mi disculpa-.




-Señor Nox, por qué razón no dejó pasar tal situación, debería aprender a ser más tolerante y ceder de vez en cuando-.




-Comprendo lo que quiere decir directora pero créame que fui lo suficientemente “tolerante”, el problema yace en que Carmil no quiere hacer nada para que esa situación no vuelva a suceder-




-¡Tú solución de atarme a mi cama todas las noches es demasiado irreal, pervertido!-.




-¡Cállate asalta camas!-.




-¡Cállate tú, Jean el rey del Harém! -.




-¡¿Qué quisiste decir con eso?!-.




-¡Así es! ¡Hice una investigación sobre ti antes de mudarme de habitación y los resultados fueron que te encanta corromper a las jóvenes doncellas!-.




-¡Eso es una gran mentira! ¡Retráctate ahora mismo, Carmil! ¡Estás manchando mi reputación!-.




-¡Ven y oblígame Jean!-.




Nuevamente los dos jóvenes invocaron sus armas con la intención de continuar su pelea pero fueron interrumpidos abruptamente.




-¡Si no se calman ahora mismo, los llevaré a las celdas de la escuela!-.




La capitana Marshall los amenazó, en su semblante se podía observar que estaba realmente molesta. En contraste la Directora Seyd se encontraba calmada y en silencio.




-Escúchenme bien ustedes dos, a partir de ahora serán compañeros de habitación sin importar que, no cambiaré mi decisión. Así que tendrán que buscar una forma para convivir-.




-Pero directora yo creo…-




Jean intentó hacerla cambiar de parecer pero fracasó.




-No me interumpa Señor Nox, como dije no habrá negociaciones sobre este tema, si no logran la paz entre ustedes lamento tener que decir que tendré que expulsarlos-.




-Entiendo directora haré todo lo posible para que esto no vuelva a suceder-.




Carmil Carm aceptó las condiciones sin protestar.



-En ese caso ¿Cuál será su castigo?-.




-Muy bien en cuanto a eso, tendrán que reparar todos los daños que hayan causado, pero ahora mismo es mejor que no pierdan sus clases. Con eso dicho ya pueden retirarse-.




-Con su permiso-.




Los dos estudiantes se retiraron, solo la capitana se quedó en el despacho.



-¿Hay algo que quiera decirme Profesora Nelu?-.




-En realidad si, personalmente no creo que Jean Nox Crow sea apto para tener un compañero de habitación-.




-Leí el informe sobre todo lo sucedido en la Ciudad Acorazada, y probablemente tienes razón, sin embargo Carmil Carm tampoco es una persona que pudiera considerar inofensiva-.




-¿Qué quiere decir con eso?-.




-Solo es mi intuición o tal vez mis años de experiencia, de cualquier manera, quiero que el Señor Nox vigile al Señor Carm y viceversa. Además tal parece que congeniaron positivamente-.



Nelu no podía entender a que se refería la directora, así que con un rostro lleno de incredulidad le preguntó.



-¿Positivamente?-.



-Así es profesora Nelu, si no se dio cuenta esos dos ya se llaman por sus nombres a pesar de haberse conocido solo hace unas horas-.



Nelu quedó en silencio por unos segundos, recordando la conversación reciente.



-Bueno, en eso tiene razón-.



Parte 2



Jean y Carmil se dirigían a sus respectivos salones, ninguno de los dos se encontraba de buen humor.



-Aléjate de mí niñita de mami-.



-Prefiero ser una niñita de mami que Rey del harem-.



-Yo no tengo ningún  harem, así que deja de difamarme o de lo contrario diré que intentaste violarme mientras dormía-.



- ¡No te atreverías!-.



-Desde luego que si me atrevería “Niñita”-.



Mientras continuaban su pelea verbal, un grupo de tres personas salió de una intersección de pasillos cercana. Jean se quedó sin palabras, se trataba de las tres L.



-Hola “Ricitos de Oro” veo que estás pasando tiempo de calidad con el presidente de nuestro consejo estudiantil-.



Laur estaba a la cabeza, seguida de Liz y Lili.




-Nos gustaría ser las primeras en enterarnos sobre la causa del incidente de la mañana-.



-Te sorprenderías al escuchar los rumores poco decentes que ya se formaron-.



Jean hizo acopio de todas sus fuerzas y habló.



-…les explicaré todo sin falta, pero créanme cuando les digo que no pasó nada… ¿No es así Carmil?...-



-Así es Señoritas solo fue un pequeño problema nada mas-.




-Señor presidente con todo el respeto, ¿pero no tiene asuntos que atender? si no me equivoco la profesora Gray lo estaba buscando-.



-¿En serio? Entonces con su permiso, los deberes me llaman-.



Aprovechando el pretexto provisto por Laur, Carmil Carm huyó del lugar a toda velocidad.



Sin perder tiempo Lili y Liz tomaron a Jean por los brazos y lo sacaron de la Academia.




-Esperen un momento ¿A dónde me llevan? Tenemos que ir a clases-.



-No te preocupes por eso Jean, el profesor Nirven avisó que no llegaría para impartir su materia, por nuestra parte una falta no nos hará daño así que tenemos tiempo libre-.



El joven decidió rendirse ante su inminente destino.




Parte 3



-Empieza a soltar toda la información Jean Nox Crow, no te dejaremos ir hasta que hables-.



Con seguridad Laur hizo una declaración.



Lili y Liz movieron sus cabezas de arriba hacia abajo en aprobación.



-Está bien ustedes ganan, les diré lo que quieran pero por favor ¿Es realmente necesario que me aten?-.



Los jóvenes se encontraban en la misma área que usaban para almorzar, al pie de un gran árbol.



-Es totalmente necesario, no queremos que huyas de aquí-.



Lili sostenía el otro extremo de la soga que usaron para amarrarlo.



-Ya basta de perder el tiempo, dinos Jean ¿Tienes alguna relación romántica con el presidente del consejo estudiantil?-.




Liz preguntó mientras veía a Jean con una mirada seria.



-¡Demonios No! ¡Apenas acabo de conocerle y ya le odio! -.



-¿Estás seguro?-.



-Definitivamente no hay nada de nada entre nosotros dos-.



-Entonces ¿Qué pasó hoy en la mañana? Escuche perfectamente que Carmil Carm dijo que se metería en tu cama cuando quisiera-.



La doncella rubia señaló lo más destacable de esa situación.



-Lo que pasó fue que Carmil Carm padece sonambulismo, mientras yo dormía profundamente debido al severo cansancio por un viaje tan largo, se metió en mi cama. Cuando desperté lo primero que vi fue su rostro así que era obvio que terminara enojándome. Al parecer no quería admitir su culpa y se comportó como una niñita de mami-.




-¿Sonambulismo?-.



Las tres L dijeron al unísono meditando ese término.




-Ahora que todo está aclarado ¿Pueden soltarme? Prometo que no huiré-.



-Lili puedes soltarlo-.




La señorita de cabello aquamarino desenvainó su sable y realizó un corte en las ataduras de Jean, quién inmediatamente quedó libre.




-Lo sentimos Jean, por un momento pensamos que te interesaban ese tipo de cosas-.



-Lili te aseguro que no es así. Si conocieras la historia de mi familia no dudarías de mi hombría-.



-¿Qué quieres decir?-.



-Nada olvida lo que dije-.



-Eso es injusto, no puedes empezar a hablar de algo y luego dejarlo a la mitad-.



-Olvidemos esos pequeños detalles por el momento 
Lili, dejemos que Jean nos cuente de su curso especial en el país militar-.



Liz hizo una sugerencia.



-No soy bueno contando historias pero haré lo posible por satisfacer su curiosidad-.




El joven comenzó a relatar sus aventuras desde los medios de transporte que tomaron, hasta la pelea que tuvo con el Argos y el Jefe Cíclope, incluso la ceremonia de honor, después respondió todas las dudas de sus compañeros, en especial en casa de quién pasó todos esos días.




Las tres L intercambiaron miradas nerviosas entre ellas.



-Vaya Jean perece que realmente te la pasaste muy mal-.



Liz parecía bastante preocupada.



-Como era de esperarse de ti Jean, nunca abandonarías a los necesitados-.



Lili veía al Joven, con ojos que brillaban intensamente mientras sacaba pecho orgullosa por el comportamiento heroico de su compañero.




-Entonces pasó lo que había pensado ¿No te ofrecieron algún puesto importante o algunas propuestas de matrimonio?-.




-Como dije no te mentiré Laur, efectivamente recibí propuestas de todo tipo pero las rechacé amablemente. Al fin y al cabo soy un noble del Reino de Ignis y mi fidelidad está ahí…al menos por el momento-.



-Ya veo-.



-Jean ¿En serio hiciste una casa arriba de un árbol?-.



-Si Liz, me pareció que no era correcto quedarme en la casa del General Leo Marshall, pero no te preocupes realmente era más grande y completa que la habitación donde duermo ahora-.




-¿Qué piensas hacer cuando termines tus estudios? ¿Te unirás a alguna orden de caballeros?-.



Lili le cuestionó con esperanzas ocultas.



-Tengo un objetivo pero sé que no te refieres a eso. No he pensado en que haré en el futuro-.




-Si esa es la situación ¿Por qué no te unes a la orden de los paladines?-.



Lili le sugirió con alegría en su voz.



-Mmm, realmente no creo ser compatible con el pensamiento de los paladines-.




El ánimo de la doncella de cabello aquamarino se  fue directo al fondo.




-¿Hay alguna otra pregunta que quieran hacer?-.




-Claro que la hay, las tres nos morimos de ganas de saber  que pasó con tu cabello y ojos-.




-Ah ya se me había olvidado Laur, para resumir todo y hacerlo sencillo solo diré que algunos de mis rasgos físicos cambian de color con las estaciones: En primavera mi cabello, cejas, pestañas y ojos son obscuros, en verano como pueden ver son dorados, en otoño rojo como las hojas que caen de los árboles, y en invierno blanco como la nieve-.




-Jean Nox Crow a veces nos haces pensar que no eres humano-.



-No digas eso Laur, te aseguro que soy bastante humano. Usaré un conjuro de ilusión para regresar a la normalidad si esta apariencia les molesta –.




-¡Ni se te ocurra! ¡Te ves bien así!-.



Las tres señoritas lo detuvieron usando las mismas palabras.



Antes de que pudieran continuar con su conversación el timbre que marcaba el final de una clase los interrumpió.




Los cuatro jóvenes regresaron a sus salones a toda velocidad, Jean hizo una escala rapidamente para cambiar de uniforme.

Parte 4



Jean nuevamente tuvo que salir al aire libre, la clase de alquimia se tomaría cerca de un lago cercano, la profesora Gray quería enseñarles los principios de cómo controlar adecuadamente el drana presente en la tierra y con ello las técnicas alquímicas.



Cuando todo el grupo se hubo sentado en el suelo, la anciana profesora comenzó su clase.



-Como sabrán la energía necesaria para el uso de la alquimia es el drana, el cual es un tipo de energía que no puede ser producido por el cuerpo, a diferencia de otros tipos como el chí, prana o mana. Nosotros los alquimistas dependemos en ese aspecto de las reservas contenidas en la tierra. El fin de la clase de hoy es ponerlos en contacto con el drana, así que les pediré que se concentren con todo su ser-.



-Profesora Gray ¿Es difícil hacer eso?-.



Un estudiante ligeramente obeso, de piel blanca, cabello rubio y ojos azules se encontraba realmente interesado en el tema.



-Bueno Señor Erer, eso depende de cada persona, pero no se preocupe primero haremos una  demostración para ilustrarles adecuadamente. Habiendo dicho eso, Señor Nox pase al frente y denos una explicación-.




Sin esperar una segunda orden Jean obedeció, él ya estaba preparado para ser sobreexplotado por sus profesores en compensación por faltar a sus clases durante una semana.




-Como la profesora Gray dijo las personas no pueden producir drana por sí mismos, es necesario usar el que está presente en la tierra. El drana puede ser usado para intervenir en la materia o en otras formas de energía siempre y cuando están sean naturales. Observen-.




Jean levantó su mano ligeramente hacia arriba y una pequeña torre de piedra de un metro de altura se alzó ante él.




Expresiones de sorpresa se escucharon entre los 
estudiantes.



-Lo que hice ahora fue mover las moléculas de las rocas, es decir solo intervine en su materia-.




-¿Puedes darnos un ejemplo de cómo intervenir en la energía?-.



-Si claro-.




El joven se acercó al lago y metió su mano en el agua, la superficie rápidamente empezó a congelarse.





-Ahora mismo estoy robando la energía ocasionada por el movimiento de las moléculas del agua, es por eso que la temperatura descendió hasta el punto de congelación-.



Una señorita levantó su mano y le preguntó.



-¿Y a donde va esa energía que tomaste?-.



Jean extendió su otra mano y le mostró una esfera de color rojizo intenso.

-Pero ¿no se supone que se necesita combustible y oxígeno para crear fuego?-.



-Esta pequeña esfera no es fuego como tal, en realidad es plasma de alta temperatura, creado a partir del viento circundante y una gran cantidad de energía-.




-¡Oh! Ya veo. Parece sencillo-.



-En realidad requiere mucha práctica si no tienen cuidado al hacer esto podrían perder sus manos, así que lo ideal es comenzar con la manipulación  de la materia-.




-Como siempre Señor Nox eso fue una excelente demostración, puede sentarse nuevamente. Ahora  presten atención el día de hoy intentaremos que todos puedan sentir el drana de la tierra, para eso tendrán que ponerse estas pulseras-.



De una caja cercana la profesora sacó unas pulseras de metal de color negro y las repartió a los presentes.




-Este instrumento sella su habilidad para usar la magia y las demás artes místicas, además permite ampliar sus sentidos internos. Después solo tendrán que meditar y concentrarse en lo que sientan alrededor-.



El resto de la clase fue estar sentados sin hacer nada, cuando todo terminó, la profesora Gray se acercó a Jean y le extendió un libro bastante grueso.



-¿Arquitectura Alquimica?-.



-Así es Señor Nox, sus habilidades con la alquimia son notables, ir al paso de los demás estudiantes solo lo afectará  por eso es necesario un entrenamiento especial, lea y memoricé las bases para la siguiente clase-.



-Entendido profesora-.




Las siguientes clases fueron de combate con armas y luego combate cuerpo a cuerpo. Los profesores Ter Weiss y Viler no ocultaron su alegría al ver que su compañero de entrenamiento había regresado y se empeñaron en pelear con todo lo que tenían.



Cuando las clases terminaron, cansado física y mentalmente, Jean salió del salón de entrenamiento en dirección a los dormitorios, cuando llegó a su habitación se bañó y cambió de ropa, decidió que debía dar una visita al gremio de comerciantes pues aún tenía un pequeño asunto pendiente. Sin embargo sus planes se estropearon con la misma facilidad con la que los hizo.



-Así que aquí estabas, ven conmigo necesito presentarte a los demás miembros del consejo estudiantil-.



Carmil Carm interceptó a Jean y lo arrastró fuera de la habitación.



-Carmil ¿Es necesario que vaya?-.



-Es una orden de la directora, si quieres quejarte dile a ella-.



En cinco minutos llegaron a una construcción que se encontraba en medio de la Academia. Carmil abrió la puerta y animó a Jean a entrar, dentro habían un total de cinco personas, dos hombres y tres mujeres.



-Buenas tardes a todos compañeros, les presentó al nuevo integrante del Consejo Estudiantil Jean Nox Crow del  Reino de Ignis-.



-Mucho gusto de conocerlos-.



El joven hizo una reverencia ante todos los presentes.



-Ahora es el turno de que ustedes digan su nombre-. 


Con la indicación del presidente los demás miembros continuaron con las presentaciones.



-Mi nombre es Ravil Lein, del Reino élfico de Talit, mi puesto en este consejo es vicepresidenta. Es un gusto conocerte-.



Ravil era una mujer elfo oscuro, de cuerpo delgado, piel morena, ojos grandes azules, nariz y labios pequeños, de cabello largo de color azul muy pálido, de expresión responsable.



-Hola yo soy Ruvil Lein, hermana de Ravil, mi posición en este lugar es Secretaria, bienvenido al concejo Jean Nox Crow-.



Ruvil era de similares características que su hermana, salvo por la altura ella era ligeramente más alta y su expresión era alegre y cordial.



-Bueno ahora me toca a mí, Soy Jert Erer, de hecho soy uno de tus compañeros de clase, del Reino de Valein mi función es ser administrador de clubes, espero trabajar contigo-.



Jert era ligeramente obeso, de piel blanca, cabello rubio y ojos azules, basado en sus rasgos faciales se le podría describir como afable.



-ah…yo…yo. Mi nombre es Sari Tartem, soy la organizadora de eventos culturales, bienvenido-.



Sari era una joven delgada y pequeña, su cabello y ojos eran castaños, su rostro era bello como si fuera una muñeca de porcelana, pero el aspecto físico más llamativo de ella sin duda era su impresionante busto. Jean decidió desviar la mirada.



Finalmente le llegó el turno al último integrante del consejo.



-Es un honor conocerle personalmente “Señor Héroe de guerra” yo soy Ju Vin, del país militar, específicamente de la ciudad Estratégica, estoy a cargo de la disciplina-.



Ju era un joven delgado, de mirada seria, cabello corto negro, ojos del mismo color, piel blanca. La impresión que tuvo Jean de él, fue la de una persona, calculadora y perfeccionista.



Los demás estudiantes mostraron interés ante las palabras de su compañero.



-¿Qué quisiste decir, Ju?-



-Solo dije un hecho innegable, pero creo que es mejor que le preguntes directamente a nuestro nuevo compañero. Señor presidente creo iniciar así es muy abrupto ¿Por qué no mejor dejamos que Jean Nox Crow nos hable un poco de él?-.




-Supongo que tienes razón Ravil, ¿Estás de acuerdo Nox?-.



-No tengo nada en contra-.



Después de que todos tomaran asiento, Jean añadió información adicional de su persona.



-Yo nací en el Reino de Ignis. Provengo de una familia que ha existido desde la fundación del Reino, actualmente soy el último miembro de mi linaje. Tengo un título nobiliario de Vizconde. Mi edad es 16 años.  Creo que eso resume la mayor parte de lo que soy-.




-Eso fue muy conciso Nox, ¿Pero si no te molesta podría decirme por qué Ju te llamó “Héroe de guerra”-.



La mujer elfo parecía muy interesada.



-Supongo que debe ser por mi participación durante el asedio reciente de la Ciudad Acorazada por una alianza de razas humanoides, de alguna forma terminé en medio de la situación y tuve que pelear contra el enemigo. Solo hice lo que cualquiera haría, en realidad no fue para tanto-.




-Como los rumores dicen eres bastante modesto. Pero según la información que obtuve, tú derrotaste al General Enemigo, un cíclope gigante apodado “Glotón”, también rescataste a una de las hijas del general de un Gran Argos. Personalmente estoy encantado de poder trabajar contigo-.




-Parece que estás bien informado Ju Vin-.




-No tanto como quisiera, y por favor llámame solo Ju-.




-Vaya eres una persona bastante habilidosa para haber podido hacer eso, por tu apariencia nunca lo hubiese adivinado-.



Ravil estaba sinceramente impresionada. Jean se encogió de hombros y le respondió.



-Gracias, supongo-.



-¿Alguna otra pregunta?-.



Carmil interrogó a sus compañeros. Quería que la sesión de preguntas y respuestas terminara cuanto antes, pues empezaba a sentirse incomodo nuevamente.




-Yo Señor presidente, ¿Tienes alguna actividad que te guste realizar o algo que detestes?-



Ruvil alzó su mano movida por la curiosidad.



-Me gusta estudiar y entrenar. En mis ratos libres visito las ruinas y calabozos subterráneos, también tallo madera y le doy forma de animales o plantas. En cuanto a cosas que no me gustan podría ser, la injusticia, aquellos que abusan de su poder y los traidores-.



-Vaya pareces una persona bastante honorable-.


-No me considero de esa forma, pero gracias-.



-Bueno creo que eso es suficiente por hoy, en sus ratos libres pueden continuar hablando. Ahora tenemos un asunto muy importante que tratar-.




Carmil decidió terminar con el curso de la conversación.




-Que aguafiestas eres presidente, pero estas en lo cierto-.




Ju Vin extendió en medio de la mesa una especie de mapa que marcaba varios puntos importantes, usando la imagen de una corona, ya sea plateada o rojiza.



El encargado de la disciplina comenzó a dar una breve explicación para que Jean pudiera ponerse al día.




-Recientemente hemos tenido ciertos eventos desagradables, los estudiantes de varias escuelas han terminado mal heridos y en algunos casos ha habido muertes y todo es debido a esto. Este mapa muestra algunos niveles de las ruinas subterráneas, y marca las localizaciones exactas de los guardianes de piso así como su categoría. Esto no debería ser un problema en condiciones normales ya que las entradas a los laberintos están bien resguardadas y los estudiantes necesitan una autorización para poder entrar bajo rutas preestablecidas, pero tal parece que un grupo clandestino tiene bajo su control otras entradas no registradas o posee magos capaces de abrir portales   o usar la teletransportación.-.



Jean puso a trabajar su mente a toda velocidad.



-En resumen el problema es que los estudiantes son tentados con una forma de obtener poder rápido ¿No es así?-.



-Exacto Nox, todos ellos van a enfrentar a los guardianes pensando que será fácil derrotarlos, afortunadamente, las habitaciones de los guardianes de segundo y tercer nivel no se cierran durante la confrontación, gracias a eso la mayoría ha podido salvar su vida pero siempre hay desafortunados-.




Erer respondió a su nuevo compañero, en su semblante se podía ver genuina preocupación por la situación.




Carmil intervino en este punto de la conversación.



-Antes de que la situación escale a un nivel incontrolable, nosotros el concejo estudiantil debemos tomar acciones para solucionar y prevenir más incidentes-.



-¿Se ha podido conseguir información de los estudiantes que han entrado de forma clandestina?-.



Ravil hizo una pregunta al aire.



Todos los presentes hicieron caras amargas.



-Bueno, al parecer les cubren los ojos y oídos antes de introducirlos a las ruinas, de esa forma los culpables mantienen todo en secreto.  Además por la poca información que obtuvimos, este grupo delictivo contacta a los estudiantes personalmente, por lo que es obvio que prácticamente no tenemos información sobre cómo encontrarles-.




Jean puso su mano  izquierda en su mentón, en actitud pensante evaluando la situación.




-Ya veo en ese caso es mejor dejar que ellos nos encuentren-.




-¿Eh? ¿Acaso tienes una idea?-.



Los miembros del comité prestaron atención al recién llegado con absoluto interés. Jean guardó silencio por unos segundos intensificando el efecto dramático de su declaración.



-Podemos usar el conjuro del Sésamo en las habitaciones de los guardianes que no forman parte de las rutas autorizadas por la ciudad. Así este grupo de criminales no podrá ofrecer  la oportunidad de que los estudiantes obtengan coronas y su negocio quebrará. Cuando eso pase estoy seguro que intentarán buscar al culpable-.



-¿Conjuro del sésamo? Nunca había escuchado algo como eso. ¿En qué consiste?-.



La señorita elfo oscuro Ravil Lein se encontraba ligeramente confundida y no era la única en esa situación, para todos, lo que dijo Jean eran un asunto desconocido.



-Si yo tampoco sé a qué te refieres ¿Podrías decirnos en qué consiste?-.



Erer le apuró a dar una explicación.



-Es como el cuento en donde para acceder a una habitación llena de tesoros, las personas tenían que decir una contraseña y esta era “Ábrete Sésamo”. El conjuro tiene su origen en esa historia. La barrera que se genera es bastante difícil de quitar pero aquellos que poseen la contraseña no tendrán ningún problema para entrar.-.



-…Tú ¿Puedes hacer algo así?-.



Carmil sin poder creer lo que escuchaba le preguntó casi sin darse cuenta.




-Es un poco complicado pero creo que en un día podría bloquear hasta cuatro habitaciones-.




-Vaya, me dejas sin palabras Jean Nox Crow, supongo que los rumores sobre que eres un genio no eran infundados-.




El joven del país militar sinceramente lo halagó.




-No me considero un genio, simplemente me he esforzado en mis entrenamientos. Cambiando de tema ¿Qué les parece este plan?-.




-Yo estoy de acuerdo-.



-Me parece buena idea-.



-Puedes contar conmigo-.



-No perdemos nada y podemos ganar bastante-.



-Está bien-.



-Yo…yo apoyo a la mayoría-.




Uno por uno los integrantes del concejo dieron su aprobación.




-Muy bien entonces pongámonos de acuerdo en los detalles de esta operación pero antes tengamos un breve receso, es hora de tomar el té acompañado de unas ricas galletas-.




Carmil se levantó y se dirigió a una habitación contigua.




-Espere señor presidente, yo le acompaño-.




Sari la chica tímida del grupo dejó su asiento y siguió a su compañero.




Unos minutos después ambos regresaron con charolas en sus manos, encima de ellas había tazas de porcelana y una jarra del mismo material, así como platos llenos de pequeñas galletas en forma de conejos y otros animales.




Sari y Carmil comenzaron a repartirlos a sus compañeros, la chica timida se acercó a Jean y le sirvió una taza de té, y un plato de aperitivos.



-Gracias-.




Jean le agradeció pero la señorita solo se quedó callada, el joven levantó la taza para beber su contenido pero cuando estuvo cerca de sus labios se detuvo y la regresó a la mesa. Viendo eso Sari hizo algo que nadie esperaría. De entre sus ropas sacó una daga de color rojo intenso y la colocó en el cuello de su nuevo compañero.




-¡No te muevas o de lo contrario cortaré tu garganta!-.




-¿Esto es una broma o una clase de prueba?-.




Jean se quedó quieto sin inmutarse. Volteó a ver a Carmil y le cuestionó. El presidente solo quedó en silencio, en su lugar fue Sari quien respondió.




-¡Esto no es un juego Jean Nox Crow! ¡Te mataré para cobrar venganza por mi hermano!-.




-¿Sari que estás haciendo? Si es una broma mejor detente-.




-Te aconsejo que no hagas nada de lo que te puedas arrepentir-.




Ruvil y Erer intentaron tranquilizar a su compañera pero de nada sirvió.



-¡Nadie hable, guarden silencio! ¡Este hombre mató a mi hermano y las autoridades no hicieron nada!-.




-Jean ¿Lo que dice Sari es verdad?-.




Carmil tenía una mirada llena de incredulidad así decidió preguntarle a su nuevo compañero de habitación.




- Tal vez…Tú nombre es Sari Tartem ¿Tienes algo que ver con Lord Tartem?-.




-Así es, él es mi padre-.




Sari respondió con un tono lleno de ira.




-Entiendo, efectivamente yo maté a tu hermano o lo 
que quedaba de él-.



Jean respondió como si no le importara en absoluto que su vida esté siendo amenazada.



-¡Y te atreves a decirlo sin ninguna de remordimiento!-.




-¿Por qué debería sentirme mal? Lo único que hice fue matar a una basura que había vendido su alma a cambio de poder-.




-¡Tú! ¡Maldito!-.




La pequeña doncella aumentó el agarre de su arma, la cual cortó levemente la piel de Jean, unas cuantas gotas de sangre se escaparon de la herida.




-¡Detente Sari!-.




Carmil se alteró ante esta evolución de los acontecimientos.




-¡Te mataré aquí y ahora! ¡No pienses en pedir piedad!-.




-Y no lo haré, créeme. Adelante clava el  arma en mi cuello te aseguro que tus compañeros no intentarán matarte para detenerte, pero si sigues dudando tal vez pierdas tu oportunidad-.




-¡No intenten hacer algo!-.




Ju intentó conjurar una esfera de hielo pero fue descubierto, inmediatamente alzó las manos en el aire para demostrar que se había detenido.




-Aún no te mataré hasta que me digas por qué lo hiciste, ¿Por qué me arrebataste a mi hermano?-.




-Te lo diré pero tal vez la respuesta no te guste ni un poco. Tu hermano realizó el Ritual del Demonio para fusionarse con uno, el Imperio de Deux le proveyó los recursos para poder hacerlo-.



-¡Eso no puede ser cierto! ¡Mi familia nunca trataría con el Imperio!-.




-Que poco sabes de tu familia, realmente es algo gracioso, tu padre también tiene la soga al cuello, ahora mismo está siendo investigado por traición y conspiración. No me sorprendería que algún día amanezca con el cuello rebanado-.




Jean le respondió mientras intentaba contenerse la risa.




-¡Cállate! ¡Cállate! ¡Mientes!-.




En el rostro de la Joven doncella la duda y desesperación empezaban a aparecer.




-Y si eso no fuera suficiente su hija está intentando matar a otro noble que trabaja para la Duquesa Xellar, la consejera de la Reina. Supongo que esto es el clavo que le faltaba al ataúd de tu padre-



-¡TE DIJE QUE TE CALLARÁS!-.




Sari introdujo un poco más su daga en el cuello de Jean, sangre fresca escurrió de los labios del joven, la herida causada podría considerarse profunda.




-¡Detente Sari, aunque seas nuestra amiga, si tenemos que hacerte daño lo haremos!-.



Ravil amenazó a su compañera pero a pesar de sus palabras sus ojos mostraban indecisión.




-Estoy segura que ustedes harían lo mismo si estuvieran en mi situación-.




Mientras la pequeña doncella intentaba razonar con sus compañeros, Jean con un movimiento súbito se levantó de su asiento, con su mano izquierda tomó la mano de Sari que sostenía el arma, luego con su otra mano libre abrazó y atrajo el cuerpo de la joven hacia el suyo, sin perder tiempo colocó sus labios ensangrentados en los de ella y la beso apasionadamente.




Sari soltó su arma mientras forcejeaba con Jean intentando separarse de él, pero no pudo hacer nada. 


Después de unos diez segundos el joven la soltó, ella cayó hincada en el suelo miserablemente.



-Escucha bien Sari Tartem, he puesto una maldición de obediencia en ti, si me desobedeces las consecuencias serán terribles. Seguirás cuatro simples ordenes sin oponerte. Primero no intentarás hacerle daño a mis conocidos o  a mí ya sea de forma directa o indirecta. Segundo tampoco tienes permitido hacerte daño o acabar con tu vida. Tercero está prohibido que le cuentas a alguien de esto o que dejes esta ciudad. Cuatro continuarás tus actividades cotidianas eso incluye tus funciones en este consejo estudiantil-.



A medida que Jean hablaba símbolos rojizos y brillantes aparecían en la piel de Sari, uno por cada mandato.



-Espera Jean hay que hacer algo con tus heridas-.



Erer se acercó a su compañero con un pañuelo en mano e intentó ponerlo en el cuello de él para detener la hemorragia pero Jean le detuvo.



-No es necesario, estoy bien. Solo mi ropa está manchada, supongo que tendré que ir a cambiarme-.



-No digas eso hay que llevarte a la enfermería-.



Ju Vin también insistía en ayudarle.



Mientras tanto Carmil, Ruvil y Ravil se acercaron a la colapsada Sarí quien se encontraba llorando amargamente en parte debido a las marcas que habían aparecido en su cuerpo.



-Estoy bien créanme, esto solo es un rasguño, además ¿Acaso quieren que todos se enteren de lo que acaba de pasar?-.



Ante esta pregunta sus compañeros tuvieron problemas.




-Jean Nox Crow, si entendí bien le colocaste una maldición para que te obedecieras en todo ¿Eso no significa que le has quitado su libertad?-.




Ravil parecía molesta con Jean a pesar de que él era la victima.



-Es exactamente como has dicho, pero si no quieres que le quite su libertad, tal vez deba dejar que la cárcel lo haga. ¿Quieres que haga eso? ¿Crees  que ese es un lugar en el que una señorita que no conoce nada del mundo pueda sobrevivir? Lo que dije de su padre es en serio, si reporto este evento a las autoridades del Reino de Ignis, su casa caerá en la más completa ruina y miseria-.



-Entiendo lo que quieres decir…pero no podrías tenerle piedad, ella hizo todo esto cegada por el dolor de perder a su hermano, tú tienes algo de responsabilidad en eso tal vez…




-Señorita Lein le pido que guarde silencio si no sabe nada, su hermano fue una de los asesinos que atacaron el fuerte durante el baile de bienvenida de los primeros años. Masacraron a muchos inocentes en sus ansias de poder, yo hice lo que tuve que hacer y nada más. Así que le pido que no hable sobre responsabilidades. Sé que los elfos valoran la libertad sobre todas las cosas, pero esta no es una situación en la que pueda forzar su filosofía de vida-.



La expresión de Jean era severa al punto que terminó por intimidar a su nueva compañera.




-Jean de tus palabras puedo deducir que no intentarás levantar cargos siempre y cuando Sari este bajo tu control ¿Estoy en lo correcto?-.



Carmil eligió con cuidado sus palabras antes de hablar.



-Así es, aunque yo puedo cuidarme solo, no quiero que mis conocidos y amigos queden involucrados. Bien puedo reportar esto al Reino pero su padre Lord Tartem podría realizar algún acto desesperado antes de sucumbir-.



-Esto es algo delicado, tal vez deberíamos hablarlo con la directora y los profesores-.



-Pueden hacerlo pero si quito la maldición y ella busca la forma de comunicarse con su padre para hacer mas daño, no tendré más opción que tomar medidas severas-.



Un aura asesina llenó la habitación, todos entendieron lo que Jean quiso decir.



-Nos pones entre la espada y la pared Jean, ¿Podrías 
dejarnos hablar en privado para tomar una decisión?-.


-Está bien, pero quiero su respuesta hoy. Antes de que se me olvide será mejor tirar esto-.



Jean caminó hasta la mesa y levantó su taza de té, luego vertió el contenido en el suelo, cuando el líquido tocó los mosaicos, como si fuera ácido empezó a derretirlos, después asentó la taza en la bandeja.



Ante la mirada atónita de Carmil y compañía, el joven añadió.




-Recomiendo que también destruyan la taza, los residuos son suficientes para matar a un par de personas-.




Y así evidenciando el primer intento de homicidio, Jean se retiró de la habitación.


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