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Capítulo 4: El silencio de los muertos.
¿Qué tan mala suerte se puede tener en un solo día? eso es lo que me pregunto mientras me pongo a recapitular todo lo ocurrido.
Primero, una horda gigantesca de zombis.
Segundo, un monstruo de unos tres metros que parecía indestructible.
Tercero, pegarme contra las ramas de un árbol.
Todo eso antes de las ocho de la mañana.
Y ahora nos encontramos en medio de la carretera con un incesante calor.
-¿Cómo va todo por eso lado?
-Bastante mal, parece que el motor se sobrecalentó y varias partes están dañadas ¿Qué tal tu Escárlet?
-Todo está en orden por este lado, parece que nada se dañó aquí dentro y todos los suministros se encuentran en perfectas condiciones.
-Así que el único problema sería el motor.
-¿Podrás arreglarlo?
-Bueno el sobrecalentamiento se produjo por las piezas dañadas así que bastaría con cambiarlas solo que no creo que encontremos un autozone en un lugar como este.
-Genial simplemente no podríamos estar mejor.
Escárlet sale de la parte trasera del camión y se me hacerca.
-Lo que me jode mas es este calor ¿Que no se suponía que estamos en la parte norte del estado?
-Culpa al calentamiento global.
Termine de revisar el motor y cierro el cofre.
-¿Y bien?
-No tiene caso, necesitaremos las piezas si queremos seguir.
-Entonces no queda de otra, tendremos que ir a la ciudad.
-Valla salimos de un infierno para entrar a otro.
-Por suerte chicago no nos queda muy lejos.
-Solo tú podrías llamar a eso suerte.
-Deja de quejarte y toma tus armas.
-*Suspiro*Bueno será mejor que comencemos a caminar.
Entramos a la parte trasera del vehículo y tomamos nuestras armas, Escárlet tomo una escopeta recortada, su metralleta, y una beretta de nueve milímetros, yo por mi lado tome el par de katanas que encontré en el hospital al igual que la SPAS 12 y un par de revólveres-.
-Bien ya está todo listo.
Cierro el vehículo y empezamos a caminar a la ciudad
Después de unos treinta minutos llegamos a la entrada.
-Estate alerta nunca se sabe que podría salir.
Asiento y nos adentrarnos a la ciudad.
Mientras caminábamos note que faltaba algo y le hablo a Escárlet.
-No te parece extraño que no nos encontráramos a un solo infectado hasta ahora.
-Demasiado ya que esta era una ciudad muy poblada.
Seguimos caminando hasta llegar a un centro comercial.
-Centro comercial BnL, je es el mismo de la película de Wall-e.
-¿Tu solamente recuerdas cosas relacionadas con películas infantiles?
-Es que si no las viste no tuviste infancia.
-Deja de hablarme con tus términos frikis y entremos.
-Je vale.
Entramos y nos ponemos a buscar hasta que encontramos donde estaban las refacciones.
-Bien tú busca lo que necesitas mientras yo vigilo.
Escárlet se dirige a la entrada mientras yo me pongo a revisae.
-Esto no va a ser tan fácil como esperaba.
Paso un largo rato mientras buscaba, entonces abro una caja y en ella se encontraba una criatura de unos diez centímetros mordiendo algo, sin dudarlo cerré la caja e hice como si nada-.
-¿Que sería lo que estaba mordiendo?
Me quedo pensativo un momento.
-Esa cosa tenía una de las piezas que necesito.
Regreso, abro la caja y lo veo directo a los ojos.
-Oye pequeño necesito esa cosa ¿me la podrías dar?
La pequeña criatura da unos pasos hacia atrás mientras niega con la cabeza, me pongo a examinar de nuevo y veo un estante lleno de dulces.
-Estas cosas están podridas desde hace meses pero aún pueden servir de algo.
Tomo un chocolate, y lo abro, luego se lo acerco a la pequeña criatura.
-¿Qué te parece si te lo cambio? seguramente sabrá mejor que ese trozo de metal.
Se acerca y lo huele, entonces me deja la pieza en la mano y se lleva el chocolate, me quedo hay parado unos segundos.
-No sé qué fue más extraño, si el hecho de que se me ocurriera negociar con esa criatura o que me respondiera.
-……
-Qué extraño soy.
Continúo buscando las demás piezas que necesito pero al poco rato la criatura regresa con varias piezas.
-Qué bien aquí hay piezas que necesito, gracias pequeño.
La criatura se me queda viendo fijamente.
-Bien ya entendí.
Agarre otro chocolate del estante.
-Toma aquí está tu parte.
La criatura se queda comiendo mientras me voy donde esta Escárlet.
-Ya encontré casi todo lo que necesitaba, ahora solo tenemos que encontrar algún motor de diesel para toma lo último que nos hace falta.
-Bien.
Voltea a verme pero retrocede y apunta con su arma.
-Quédate quieto Saímon, tienes algo en el hombro.
-¿Eh?
Me fijo en mi hombro y miro a la criatura de antes.
-¿En qué momento te subiste?
-Te dije que te quedaras quieto.
-Espera Escárlet este pequeño no hace nada.
Le explique lo que paso y guarda su arma.
-Eres entraño.
-Fue lo mismo que pensé.
Pongo a la criatura sobre un estante.
-Dejando de lado lo estúpido que fuiste, realmente me sorprende que esta cosa pueda entenderte ¿crees que todos los infectados mutados sean como este?
-No lo creo, el que nos atacó en nueva york era listo pero este aún se guiaba por sus instintos base.
-¿Quieres decir que solo este es así?
-No puedo estar del todo seguro.
-¿Por?
-Solo nos hemos encontrado con dos infectados mutantes, así que sería difícil crear un juicio sobre eso puesto que los dos son muy diferentes, lo mejor sería no confiarnos.
Me mira sorprendida.
-¿Qué pasa?
-Parece que realmente sabes lo que dices.
-¿Eh?
-Y yo que pensaba que eras un idiota.
Me le quede mirando.
-Sin ofender.
-Muy tarde.
Salimos mientras me aseguro que el pequeño no nos siga.
-No importa por donde lo veas eso fue raro.
-Y que lo digas.
-Es realmente extraño que lo único que nos encontráramos hasta ahorita fuera a ese pequeño infectado.
Nos ponemos a caminar por la ciudad.
-Tanto silencio me pone realmente los nervios de punta.
-No seas niñita y sigue caminando.
Dirijo mi mirada al cielo.
-Está empezando a ponerse oscuro.
-Es cierto, será mejor que regresemos al vehículo.
-Creo que será mejor que busquemos un refugio aquí en la ciudad.
-¿Porque demonios haríamos eso?
-Estará oscuro antes de que salgamos de la ciudad y no creo que sea buena idea estar por aquí de noche.
Escárlet me observa enojada.
-Mira sé que te he estado haciendo caso pero la que está a cargo aquí soy yo y por ninguna razón nos quedaremos aquí esta noche.
-*Suspiro* Está bien como tú digas.
-Más te vale.
Seguimos caminando hasta que se termina de poner oscuro y se prende algunas luces de alumbrado público.
-Me sorprende que aun funcionen las luces.
Mientras caminábamos se empiezan a escuchar ruidos.
-¿Escuchaste eso?
-Sí, estate alerta.
Caminamos hacia la esquina de una calle pero Escárlet me empuja para atrás.
-¿Que sucede?
-Hay muchas infectados de este lado, lo mejor será buscar otra ruta para salir de la ciudad.
Sin perder de vista a los zombis empezamos a retroceder, justo en ese instante recordé lo que sucedió en nueva york y volteo.
-Ha no caeré de nuevo.
Al voltear veo un auto.
-No sucederá una tercera vez.
Digo eso y acto seguido Escárlet me empuja porque no se percató que me detuve y me pego contra el auto.
-Coño esto es un pésimo cliché.
Empezó a sonar la alarme del auto.
-Pero que has hecho idiota.
-Podríamos quedarnos aquí y discutirlo o empezar a correr porque esas cosas ya vienen.
-Joder.
Empezamos a correr mientras esas cosas nos seguían, Escárlet saca su metralleta y voltea para dispararles.
-Les di a algunos pero aún son demasiados.
Vi más infectados adelante.
-De donde carajo salieron si hace un rato la ciudad se encontraba vacía.
Tomo a Escárlet que se encontraba distraída disparando y entro a un callejón.
-Están apareciendo demasiados.
Salimos del otro lado pero había aún más infectados.
-Joder nos han rodeado.
Nos ponemos espalda contra espalda.
-Quizás este no sea el mejor momento, pero te lo dije.
Siento como una bala me rosa.
-La próxima vez no fallare.
Nos ponemos a matarlos pero siguen llegando más y más, se la acaba la munición para su metralleta y pistola a Escárlet, de igual manera me quedo sin munición para revolver, saco mis katanas y le aviento mi SPAS 12 a Escárlet.
-Esto no tiene fin.
Un infectado se abalanza hacia Escárlet pero lo corto por la mitad antes de que este tenga la oportunidad de tocarla y nos ponemos juntos de nuevo.
-Ya casi no me queda munición ¿Y tú qué tal?
-Es un poco difícil pero me las apañara solo con las katanas.
Me dirijo de nuevo hacia los zombis pero estos empiezan a caer antes de que los corte.
-¿Ahora qué?
-Parece que recibieron un tiro en la cabeza.
Dirijo mi atención a un edificio que se encontraba a unos quinientos metros desde el cual parecían que provenían los disparos-
-Je ese fue un tiro de suerte.
-Qué mal chiste.
Continuo rebanando infectados al mismo tiempo que Escárlet me cobre la espalda, entonces a lo lejos se empieza a escuchar el ruido de un motor y aparece una camioneta aplastando a varios zombis a su paso la cual se detiene a escasos metros de nosotros.
-Parece que necesitan un aventón amigos ¿Qué les parece si los llevo?
-La última vez que me subí al auto de un desconocido desperté amarrado.
Escárlet me golpea muy fuerte en la cabeza.
-Solo cállate y sube.
Nos subimos y arranca aplastando a más zombis-.
-Gracias por salvarnos.
-No hay problema a eso me dedico.
El sujeto saco un radio y empezó a hablar.
-Ojo de halcón aquí león hambriento, ya tengo a los sobrevivientes así que nos vemos en la base.
Deja su radio.
-Tuvieron mucha suerte de que estuviéramos por la zona, si no quien sabe cómo hubieran terminado.
Volteo a ver a Escárlet.
-Si dices una palabra te vuelo los sesos.
-Parece que ustedes dos sí que se llevan bien.
-Hace un momento estabas hablando con alguien ¿Eso quiere decir que hay más sobrevivientes?
-Te sorprendería, ahora mismo nos dirigimos donde se encuentran ellos ¿Pero bueno cambiando de tema que hacían ustedes dos allá afuera?
-Es realmente una larga historia.
-Bueno ya me la contaran cuando lleguemos a la baso, por ahora mejor relájense un poco ya que han tenido una noche difícil.
Volteo de nuevo a ver a Escárlet que parecía estar cansada.
-Y que lo digas.
-Si le soy sincero me sorprende la cantidad de esas cosas que mataron, al ver esa masacre no me podía imaginar que ustedes dos solos hicieran eso.
-Bueno nos las arreglamos de alguna manera.
-Por cierto me llamo Leo ¿Y ustedes?
-Ella es Escárlet y yo soy Saímon.
-¿Saímon?
-Si ¿Sucede algo con eso?
-No, solo que me recordó a alguien a quien apreciaba bastante.
-Ah, lo siento.
-No te preocupes por eso, lo hecho, hecho esta.
Al escuchar esas palabras siento un estruendo en mi cabeza.
-¿Te sucede algo Saímon?
-¿Eh?, ah, no nada no te preocupes.
Varias imágenes empiezan a pasar por mi cabeza y me empiezo a marear.
-¿Que te sucede amigo?
-No es nada solo un mareo.
Escárlet se me queda viendo.
-Je ¿Estas preocupada?
-No realmente.
Aparta la mirada.
-Tsundere.
-Tsundere.
-Cállense los dos.
Leo se empieza a reír mientras conducía.
-Ustedes dos ya me cayeron bien, no puedo esperar a presentarles a alguien.
-¿A quién?
-Jeje ya verán.
Próximo:
Capítulo 5: Recuerdos confusos
Quiero la P*ta continuacion ヽ(o`皿′o)ノ
ResponderEliminarEres un ser malvado al restregarnos en la cara que no seguiras con esta historia
=V
Si aunque fuera un solo borrador sobre lo que sigue la historia, podrias publicarlo por fabor?
Creo que se me estan acabando los muñecos vudus =V (escrive blaze mientras incinera el ultimo que tiene decidiendo si va o no a secuestrar a z. dignovis)