NOX VOLUMEN 6 CAPITULO 13

 





NOX VOLUMEN 6 CAPITULO 13



Tras un relativamente largo viaje la princesa Paulishe regresó a su tierra, desde lejos se podía ver la ciudad principal con sus altas murallas así como la división clara de las clases sociales, un área llena de mansiones y maravillas así como otra zona con construcciones que apenas podían considerarse un hogar.


-Arcano Nox. En poco tiempo llegaremos al palacio. Por favor prepárense. Se que ha sido un largo viaje pero apenas estemos en tierra les daremos las habitaciones mas cómodas.


-Agradezco de antemano su hospitalidad princesa pero creo que en breve sufriremos un ligero retraso.


-¿Qué quiere decir Arcano Nox?


-Observe Princesa.


Jean señaló hacia adelante, una profunda niebla se acercaba  velozmente cubriendo todo.


-Miembros del gremio. Prepárense para lo que sea. Protejan el dirigible.


-Si, señor. Como ordene.


Con disciplina los miembros del gremio crearon una barrera mágica alrededor del dirigible después levantaron sus bastones mágicos o dagas ceremoniales listos para atacar.


Cuando la niebla cubrió todo, graznidos extraños llenaron el aire.  Sin esperar a que el enemigo hiciera el primer movimiento Jean decidió actuar.



- “Amada noche, refugio del asesino y también de los amantes ilícitos, como un hijo de la oscuridad, yo mendigo tus bendiciones. Vísteme con tú enigmática túnica, ocúltame de la Luz”-.




La oscuridad engulló a Jean lentamente, después se solidificó en una bella armadura negra.




Tras el primer hechizo Jean conjuró otro.




-La muerte siempre llega alada aquellos que la buscan, y yo soy un buscador de tal verdad-.




Unas alas compuestas de huesos con una delgada membrana como la de los escarabajos uniendo cada parte salió desde su espalda, y lo elevó en el aire. 




El joven Arcano  se arrojó del dirigible y se adentró en la niebla. Pronto el cielo se llenó de estruendos y gritos de animales.




Los tripulantes  del dirigible no podían ver con claridad por la niebla pero las explosiones mágicas les permitieron vislumbrar  las siluetas de monstruos voladores, Wiverns y Águilas gigantes así como otros seres voladores mas pequeños, los cuales se abalanzaban hacia Jean con la intención de despedazarlo.




Jean blandiendo una guadaña de fuego  cortaba a las criaturas que le atacaban.
Algunos de los monstruos decidieron ignorarlo y eligieron como presa a las personas que se encontraban en el dirigible. Al acercarse al transporte aéreo, los tripulantes pudieron ver la verdadera naturaleza de sus atacantes, ninguno estaba vivo, todos eran muertos vivientes.




Los miembros del gremio diamante negro contraatacaron lanzando todo tipo de maldiciones sin contenerse, ahora que se habían convertido en magos legales, por fin podían libremente usar sus habilidades sin temor a ser descubiertos y cazados.




Los monstruos alados caían del cielo, sus cuerpos ardían en llamas de colores ominosos.




Tras media hora de asedio, los enemigos se retiraron y la niebla se desvaneció, lo que les permitió percatarse que ya se encontraban a una corta distancia de la Capital del reino de Aurium, Silva.




Siguiendo las indicaciones de la princesa Paulishe, sus subordinados ondearon una gran bandera con el escudo de armas de la familia real en la parte delantera del dirigible.




Casi inmediatamente desde tierra un grupo de caballeros montados en grifos se elevaron y rodearon el dirigible y tras comprobar que se trataba de la primera princesa de su reino, la escoltaron hasta el palacio, donde el dirigible aterrizó lentamente.




Un grupo de personas vestidas con ropas llamativas de mal gusto se reunieron frente al dirigible, delante de todos un hombre delgado con un traje dorado y plateado así como una corona en su cabeza se acercó a la princesa y le abrazó.




-Paulishe, hija mía, por fin estás de vuelta en el palacio. Ahora me siento más tranquilo.



-Igualmente me siento feliz de verte Padre, me es grato informarte que mi misión fue un éxito. Déjame presentarte al Arcano Mayor Jean Nox Crow.



Jean bajó del dirigible aún portando la armadura negra y las alas de hueso, lentamente se acercó al padre de Paulishe.



-Gusto en conocerle, soy Jean Nox Crow. Su hija me ha solicitado asistencia en el problema que aflige a su reino. Yo y algunos integrantes de élite del gremio diamante negro hemos decidido acudir al llamado. La princesa ya me informó sobre la situación, sin embargo si tiene mas que agregar, le escucharé atentamente.



-Gran Arcano Nox Crow, es todo un honor conocerle, le agradezco desde lo mas profundo de mi corazón que halla escuchado nuestro pedido de ayuda. Le daré toda la información que hemos reunido pero antes permítame ofrecerle una bienvenida adecuada a usted y a sus subordinados. El viaje debió ser largo y agotador.




-Me parece bien. Rey Aurium.




En ese momento Jean se quitó el casco, dejando ver su verdadero rostro. Los nobles y el rey mismo sabían como era el rostro de Jean debido a grabaciones de su participación en el torneo de los druidas pero al verlo de manera personal no pudieron evitar sorprenderse por su juventud.




El joven noble del reino de Ignis se percató de las miradas condescendientes, maliciosas y conspirativas que algunos de los nobles de Aurium presentes le dirigieron pero decidió ignorarlos.




Tal como el rey prometió se hizo un gran banquete en su honor, varios nobles se le acercaron intentando congraciarse con él, intentando incluso contratar sus servicios para proteger sus propias tierras y riquezas, el joven arcano se percató que ni uno solo de ellos mostró interés por proteger a los plebeyos y esclavos, a excepción de un joven noble de apellido Ritos, Jean solo dio respuestas cortas y nada concretas evitando comprometerse. A estas alturas el noble del reino de Ignis ya había tratado con toda clase de personas importantes y sabía como comportarse ante ellas.




Terminado todo se le entregaron habitaciones lujosas a sus subordinados y a él se otorgó una gran habitación que rebosaba derroche y exceso. Jean no pudo evitar sentir malestar al comparar el lujo del castillo con las casas pobres que observó en el barrió común, donde los plebeyos y esclavos vivían en precarias y miserables condiciones.




Sin perder tiempo Jean puso manos a la obra, tras verificar que la habitación era segura, invocó varios familiares especializados en ocultamiento y espionaje y los distribuyó por toda la ciudad. Mientras estaba en este proceso alguien golpeó a su puerta. 





-Adelante princesa.




Jean respondió y volteó a ver a la puerta. La puerta se abrió y la princesa Paulishe entró a la habitación, por alguna razón vestía una caperuza negra que ocultaba su rostro.




-¿Una capa invisible?.





-Usted me pidió que me reuniera en secreto. No soy buena con magia de ocultamiento así que usé esta capa. Arcano Nox ¿Por que me pidió reunirme con usted en secreto?.





-Princesa Paulishe quiero que me responda antes unas preguntas importantes ¿En este país quién tiene el poder? ¿Los nobles o la realeza?




La joven princesa se mordió los labios y respondió con pesar.




-Los nobles.




-Tal y como temí, la razón por la que le pedí que se reuniera conmigo en secreto es porque quizá este país ya está arruinado mas allá del punto de retorno...Princesa Paulishe Aurium ¿Realmente desea salvar a su país? y  si la respuesta es positiva ¿Qué está dispuesta a hacer para lograrlo?




- No hay duda en mi, realmente quiero salvar a mi familia y país y en cuanto a lo que estoy dispuesta hacer para lograrlo, mi respuesta es cualquier cosa. Le entregaré mi cuerpo si eso es lo que desea Señor Nox.




Titubeante la princesa respondió. Jean abrió sus ojos totalmente sorprendido y luego comenzó a reír.




-Lo siento princesa, creo que hay un malentendido. Admiró su valor y sentido de sacrificio pero no deseo su cuerpo, la razón por la que la cité en secreto es porque descubrí algo aterrador en este palacio.




-¿Algo aterrador?.




-Si, un gran número de los nobles de la corte han dejado de ser humanos y se han transformado en demonios. Y no hablo en sentido figurado sino en sentido literal. Tuve que contenerme para no exterminarlos en el acto. 




-Eso no puede ser...




La joven princesa sintió que el suelo se movía, unas ansias de vomitar la invadieron. Jean se acercó a ella y le ayudó a sentarse en un mueble cercano.




-Lamento darle estás noticias, si quiero resolver la situación tal y como me ha pedido ríos de sangre correrán y es posible que este reino se vaya a la ruina y destrucción tan rápido que pestañear no estará permitido si quiere ver todo de principio a fin con sus propios ojos. Y si como la situación no fuera lo suficiente trágica aún queda el asunto de los muertos vivientes atacando el reino.




-¿La situación es insalvable?.




Paulishe preguntó con esperanza en su voz.




-Sinceramente princesa, creo que quemar todo y empezar desde las cenizas podría ser la única opción.




-Por favor Arcano Nox, tiene que haber otra forma, se lo suplico ayúdeme a encontrar una forma de solucionar esto.





-Princesa, según mi información su país es rico, gracias a que posee vetas de minerales preciosos y mágicos, además de que el comercio es abundante. Las escuelas de magos y caballeros mágicos han mantenido la seguridad de este reino, frente a enemigos que han querido apropiarse de sus riquezas naturales. ¿Qué mas podrían desear o querer sus nobles? ¿Ha habido alguna crisis económica?




-No, Arcano Nox. La situación económica del país y sus nobles es excelente pero la codicia no tiene limites.




-En efecto la misma historia de siempre. Es necesario confirmar si el ejército y las escuelas de caballeros y magos aún son dirigidas por humanos, de eso dependerá si este país aún tiene salvación  , Princesa. Por ahora regrese a sus aposentos y actúe normal, no deje que los demás sospechen que se ha percatado que algo anda mal en el palacio.




-Entendido Arcano Nox.





La princesa Paulishe se colocó su caperuza de invisibilidad y salió de la habitación sin hacer ruido dejando a Jean solo pensando en como lidiar con la situación con el menor caos posible.




A la mañana siguiente tras un nuevo banquete, Jean y sus subordinados guiados por la princesa salieron hacia la base del ejército real . Apenas el joven Arcano puso un pie en la base fue recibido por un hombre rubio, alto, con barba amplia, sus ojos mostraban desagrado y temor hacia Jean.





Jean solo pudo suspirar al verlo, lentamente sus ojos se posaron en el que parecía ser el segundo al mando del ejército. Un hombre de cerca de 40 años, cabello corto castaño, ojos negros y barba del mismo color,  corpulento pero de baja estatura.




-Bienvenidos a la central del ejército Princesa Paulishe Aurium y señor arcano Nox.
Me presentaré para los que no me conocen soy el Duque y general del ejército de Aurium, Jult Brek. Este a lado de  mi es el teniente-coronel  Lan Ritos quien  ostenta el título de marqués.




-Un placer conocerles señores.




-Ahora habiendo hecho las presentaciones me gustaría saber  ¿Por qué han venido a este lugar?.




-Dado que también venimos mis subordinados y yo a combatir contra la amenaza de los muertos vivientes que azota a este país, me pareció prudente conocer a los responsables de la seguridad para así intercambiar información y facilitar la cooperación.





-Ya veo, personalmente pienso sin intención de ofender que fue innecesario de parte de la familia real buscar ayuda externa. Nosotros podemos manejar esta situación, sería mejor que se fuera por donde vino.





-Respeto su opinión. En ese caso gracias por todo General, no lo molestaré mas.





Dándose la vuelta Jean se retiró del lugar dejando confundido al general. La princesa Paulishe le dirigió una mirada de reproche al general pero este solo se encogió de hombros y río burlonamente.  En cuanto al Marqués Ritos él simplemente sacudió su cabeza de un lado a otro desaprobando la conducta de su superior.




Jean vio todo esto de reojo y sonrío ya que había encontrado la primera pieza vital de su plan. Paulishe alcanzó a Jean y se disculpó totalmente apenada.





-No se disculpe princesa, está breve reunión fue mas fructífera de lo que cree. Ahora vayamos al colegio de la orden de magos.





-Como desee Arcano Nox.




Jean decidió acudir la siguiente lugar caminando en vez de seguir usando las carrozas elegantes preparadas por Paulishe. La escuela de magia de Aurium se encontraba en el limite de los barrios altos colindando con los bajos.




Cuando estaban a punto de llegar Jean y compañía fueron testigos de una escena delicada, un grupo de hombres vestidos con túnicas  con el escudo del colegio de magia arrastraban del cabello a dos mujeres vestidas con ropa de tela basta en malas condiciones, la dirección de la que venían era de los barrios bajos. Un pequeño perro famélico y con pelaje escaso perseguía a los hombres intentando proteger a las mujeres per fracasó en su misión, uno de los hombres lo pateó en el estomago dejándolo inconsciente, de su hocico sangre se derramaba era obvio que había recibido una herida letal.




-Arcano Nox esto es...




La princesa Paulishe quiso dar una explicación pero Jean le interrumpió.



-No es necesaria una explicación. No es raro que aquellos con algo de poder abusen de el. Por favor no intervengan en lo que voy a hacer.




Tras decir eso se acercó al pequeño sabueso que había sido pateado sin consideración, se hincó en el suelo y puso su mano derecha encima del can.




-Hace mucho mucho tiempo los humanos estaban al borde de la extinción pues no tenían garras o colmillos para cazar, ni pelaje que los protegiera del abrumador frío , ni siquiera sentidos ampliados para ver o escuchar el peligro, todos los animales se burlaban de ellos y los condenaban a su inevitable final. Pero un grupo de Nobles lobos se apiadó, le prestaron  a la humanidad su fuerza, sus colmillos y garras, para cazar y defenderse, su pelaje para sobrevivir al horrible frío, sus sentidos para huir del peligro. Los primeros humanos y los lobos se volvieron hermanos de sangre jurando protegerse los unos a los otros hasta el final de los tiempos pero con los siglos los hombres olvidaron sus promesas, lamentablemente los  descendientes de esos nobles lobos  no lo hicieron y aun siguen protegiendo a los humanos. Pequeño sabueso que la nobleza de tu alma se refleje en tu cuerpo.




Jean sacó una poción de su vestimenta y se la dio a beber al pequeño perro, cuando sus heridas se cerraron inyectó una extraña energía roja dentro del cuerpo herido del sabueso tras unos segundos una silueta borrosa de un gran lobo apareció detrás del can y luego se desvaneció. Aunque el sabueso ya no estaba en peligro continuó inconsciente.




En ese punto Jean se dirigió a los jóvenes. Los hombres se detuvieron al observar las acciones de Jean.




-Discúlpenme caballeros, ¿Puedo pedirles que suelten a esas mujeres?.




-¿Tú quien eres mocoso?




-Soy un turista.




-Lárgate de aquí si no quieres problemas.




-Lo siento pero no tengo la intención de irme. Lo repetiré de nuevo ¿Podrían soltar a esas mujeres?.




-Acaso estás sordo o quizá loco.No ves el escudo en nuestras ropas. 





-Somos estudiantes de la gran escuela de magia de Aurium.





-¿Y eso que significa?





-Significa enano, que podemos hacer lo que queramos.





-¿Ellas hicieron algo para merecer este trato?





-Claro que sí, nacer como plebeyas.





Todos los jóvenes comenzaron a reír ante tales palabras.





- Lárgate y déjanos en paz, no espera ya es demasiado tarde para eso, me has fastidiado el día. Nos divertiremos destrozando tu  delicado rostro.





Los cinco jóvenes se acercaron a Jean mientras preparaban hechizos de reforzamiento físico para atacarlo, en un segundo todos se abalanzaron hacia su objetivo, un instante después sin saber cómo, el sonido de sus huesos rompiéndose y un terrible dolor como nunca habían sentido en su vida se esparció por todo su cuerpo. Cuando cayeron al suelo no pudieron levantarse, sus brazos y piernas estaban en direcciones anatómicamente incorrectas y de sus heridas brotaba una neblina plateada. Sus lamentos no se hicieron esperar perro ningún sonido salía de sus bocas.




En este punto Jean se acercó a las mujeres al verlas de cerca pudo darse cuenta que estaban desnutridas, sus cuerpos eran delgados, su cabello rubio quebradizo, sus ojos azules llenos de cansancio como si no pudieran enfocar bien, sus rostros sucios con tierra.





-Ahora están a salvo, por mi nombre lo juro.





Las mujeres no podían comprender las palabras de Jean, no por un problema de lenguaje sino porque la vida les había demostrado que era mejor mantenerse alejadas de los hombres y mujeres bien vestidos, no confiar en ellos en lo absoluto.





La angustia y el miedo invadía sus corazones, dudaban en tomar las manos que les habían extendido, fue el ladrido amistoso de un pequeño perro que cambió la situación, el guardián de las mujeres recobró la conciencia y corrió hacia ellas al llegar frente a Jean lo observó por unos momentos y luego le lamió las manos mientras le movía la cola.





Los ojos de las mujeres finalmente enfocaron a Jean y lentamente tomaron la mano extendida.

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Acerca de David-A Gato

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3 comentarios:

  1. Gracias por el cap.
    Al ver que este incidente de los no muertos fue probablemente instigado por los del imperio, me pregunto si también lo habrá sido el incidente en la dimensión de los vampiros.

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