Capítulo 3
Resfriado
He despertado, ya
casi es hora de ir a la escuela, me levanto y me visto, hoy tengo que crear una
situación para que Nii-san y Koizumi se encuentren, se me ha ocurrido algo, es
bastante sencillo, fingiré olvidarme mi mochila en el salón de clases, le
pediré a Nii-san que lo busque, probablemente aceptará, ahí estará Koizumi y
luego se confesará.
Un fuerte ruido se
escucha desde fuera y azota mi ventana, es un trueno, me asomó por la ventana y
veo un cielo grisáceo y nublado, de él caen algunas pequeñas gotas de agua,
esta lloviznando, debería llevar un paraguas por si más tarde llegará a
llover.
Antes de salir, tomé
algo de dinero que escondo, para pagarle el libro a Senpai, guarde el paraguas
en mi mochila y abrí la puerta. No llueve tan fuerte, no abriré el paraguas.
…
Llegué a la escuela, estoy todo mojado, empezó
a llover a cantaros cuando faltaba medio camino para llegar, pero aun así, no
abrí el paraguas. Estrujo mi camisa y empezó a chorrear agua en el piso.
-Ah… que desastre.
-Sora, ¿Por qué estas así de mojado?- Una voz
masculina suena detrás de mí.
-Ah, Nii-san.
Él sonríe, maldición,
ese maldito brillo y esa sensación de alegría en tu expresión, me vas a dejar
ciego.
-Pues es obvio, estoy mojado, porque está
lloviendo.
-¿No trajiste paraguas?
-Tengo uno aquí.- dije señalando mi mochila.
-¿Por qué no lo usaste?
-Empezó a llover cuando estaba a mitad del
camino de aquí, me dio flojera abrirlo estando tan cerca.
-Debes cuidarte, te resfriarás.
-Tú sabes lo resistente que es mi cuerpo, no
te preocupes.
-Es cierto, pero debes cuidarte igualmente,
bueno, nos vemos.
-Nos vemos.
Él se va con esa radiante sonrisa que tiene
pintada en su cara, cuando él se aleja un poco oigo unos pasos suaves detrás de
mí, me volteé.
-Koizumi-sama, ¿Qué sucede?
-T… Tu… Tu hermano estaba aquí.
Ella estaba
sonrojada, con la cabeza agachas y jugando con sus dedos, su voz sonaba un tono
más aguda y tartamudeaba.
-Ah, sí.
-¿Me habrá visto?
-Mmm… no lo creo, el no suele mirar hacia
abajo.
Ella me patea el pie.
-¡Auch!
-¡Cállate!
-Quítate esa maldita costumbre de golpear a
la gente, no le gustaras a Nii-san si eres así.
-No golpeo a la gente, solo a ti.
-Es igual.
-¿No habías dicho que todas sus novias te
molestaban?
Mierda, se acuerda de
eso.
-Vamos, las clases empezarán, en el almuerzo
te contare mi plan.
-¿Plan?
-El de hacer que ustedes se encuentren.
-Cierto.
Nos dirigimos al
salón y las clases comenzaron. A la mitad de la primera clase, empecé a
sentirme cansado, mis parpados se sentían pesados y mi cuello dolía un poco,
recosté la cabeza en mi escritorio y me dormí.
-¡Hey!
Un repentino golpe en
la cabeza me despierta junto con una voz familiar, al abrir mis ojos me
encontré con Koizumi, ella estaba parada al lado de mi escritorio, con las
manos en sus caderas, inclinada un poco hacia adelante y con una expresión de
enojo.
-Eh, ¿Qué sucede?
-Es la hora del almuerzo, levántate y
cuéntame tu plan.
-Ah… el plan, casi me olvido de eso.
-¡¿Cómo te puedes olvidar de algo tan
importante?!
-Importante para ti, a mí no me interesa.
Me dio un fuerte
coscorrón.
-¡Vamos!
-Sí, sí.
Cuando estábamos
saliendo cruzamos con la chica de la librería, ella estaba a punto de entrar a
mi salón, pero se detuvo al verme.
-Estoy algo ocupado, traje el dinero, luego
te lo pago eh… “Libros-Senpai”.- Dije mientras me iba.
-¡Akasaka!- Protestó inflando sus mejillas.
Llegamos a la
cafetería, nos sentamos en la última mesa y yo me compre un pan de melón, ya le
di unas cuantas mordidas.
-De verdad te gusta el pan de melón, ¿Es tan
bueno?
-Es espectacular, muy delicioso, ¿Quieres?
Ofrecí mi pan a ella,
puse mis manos sosteniéndolo frente a su cara.
-Vamos, pruébalo.
-Esto…
Ella se queda mirando
la parte en la que yo mordí y luego se sonroja de repente.
-¡No!, ¡No quiero hacer esto!, ¡No contigo!-
Ella empuja mis manos alejando el pan.
¿A qué se refiere?,
¿No le gusta el pan de melón?, ¿Lo odia tanto como para rechazarlo así?
-Bien, si no te gusta debiste decirlo.
-No, si me gusta, pero…
-Entonces pruébalo, no te contengas.
-¡No puedo! Es que eso…
-“¿Eso?”
-Yo quiero hacer eso solamente con
Kawakami-kun.- ¿Sería malo recordarle que también soy Kawakami?
-¿Qué? ¿Quieres comer del pan de Nii-san?
¿Solamente él te puede ofrecer pan?, ok…
-Oh, es cierto, tú no entiendes, ahora sé por
qué hacías tantas preguntas estúpidas.
¿Preguntas
estúpidas?, ¿No entender?, ¿Se refiere al amor?, ¿Compartir pan es un gesto
amoroso?, eso de verdad es raro, inentendible, ridículo, y otras cosas más,
solo que no se me ocurre nada.
-Es raro, ¿Por qué compartir el pan?
-¿Compartir pan?, no eso no, te lo explicare,
morder desde el lugar en el que mordió otra persona es un beso indirecto, no
solamente en el pan, mientras pongas tu boca en donde estuvo la boca de la otra
persona cuenta como beso indirecto.
-Ah…
¡Eso es raro!, eso de
verdad no lo entiendo.
-Ahora, cuéntame tu plan.- Dijo ella.
-Es sencillo, tú te quedarás en el salón
después de clases, yo me “Olvidaré” mi mochila y le pediré a Nii-san que me la
traiga, el irá, te encontrará, tú lo detienes y te le declaras, asunto resuelto,
eso o mi otro plan.
-¿Otro plan? ¿Cuál?
-La carta en el casillero, ya lo has
intentado, solo que te confundiste, ¿Por qué no lo intentas de nuevo?
-Porque… bueno, pensé que sería mejor
declararme cara a cara, necesito tu ayuda para encontrarnos ya que él nunca
está solo y dudo que venga si lo llamo.
Es cierto, incluso yo
que vivo con él lo veo poco, siempre esta fuera, el siempre sale a la escuela y
no se separa de sus amigos, cuando las clases terminan va a la casa con sus
amigos, vuelve para la cena y luego duerme. Amigos… ¿Cómo será tenerlos?
-Bien, entonces usaremos el plan “A”.
-¡Sí!
…
Rápidamente las clases acabaron, Koizumi se
quedará aquí, yo ya dejaré mi mochila y saldré rápido para encontrarme con
Nii-san. Estoy fuera de la escuela, sigue lloviendo muy fuerte así que saqué mi
paraguas, puedo escuchar la voz de Nii-san detrás de mí, pero no enriendo que
dice.
-Eh, Sora.- El me habla.
-Ah, Nii-san ¿Qué sucede?
-¿Y tú mochila?- Calló.
-Oh, demonios debí haberla olvidado en el
salón ¿La puedes ir a buscar?- Mordí mi labio inferior.
-¿Tú no puedes ir?
-Ah… es que alguien me pidió que le ayudara
con algo y… es urgente, por favor, busca mi mochila y llévala a casa.
¡Ah!, ¿Qué es esta
sensación?, el mentir duele, no debería mentir, pero…
-Está bien.
-¿De verdad?, gracias.
-Bien, chicos, adelántense ya los alcanzo.-
Él le dice a sus amigos que están detrás de suyo.
El corre hacia
adentro de la escuela y yo lentamente voy tras él, procuré que no me oiga o
vea, pero no era necesario hacer eso, esta tan distraído que no se daría cuenta
incluso si lo golpeara. Él llegó, entró al salón 1-B, yo me oculté tras la
puerta y empecé a oírlos.
-Oh, hay alguien aquí, si no me equivoco
eres… Koizumi Fumina-san ¿Verdad?
-¡S-Si!- Ella suena nerviosa.
-¿Qué haces aquí todavía?
-A… bueno… yo…
-No tienes que decírmelo, no quiero
entrometerme en tu vida.- Desde aquí se refleja el brillo de su sonrisa.
-Este…
-Bueno, nos vemos.
-¡Espera!
-¿Eh? ¿Sucede algo?
-Yo… Este…. Por ti…
Bien, hazlo, dilo.
-Kawakami-kun, tú me gu…
-¡Kawakami-san~!- Una
voz familiar la interrumpió.
-¿Qué fue eso?- Dijo Nii-san.
Veo hacia mi
izquierda y divisé a, ¿Cómo se llama?... “Libros-Senpai”, ella venia corriendo
hacia mí. ¡Mierda!, ¡Haz silencio!, todo se ha arruinado, es mi culpa, dije que
luego le pagaría, ella debió tomarlo como “Después de clases”. Yo, corrí antes
de que me viera y ella entró al salón 1-B, ¡Mierda! ¡Empeoro!, creo.
-¡Kawakami-san!
-¿Me hablas a mí?- Dice Nii-san.
-Ah, no, buscaba a tu hermano, ¿Lo has visto?
-Creo que se ha ido, ¿Necesitas algo de él?
-Me debe dinero.
¡¿Por qué lo dices
como una matona de instituto?!
-Ah… bueno, le diré que te lo dé.
-Bien.
-Este… Koizumi-san, nos vemos, ya debo irme.
-Ah.- La voz de Koizumi suena.
-Estoy algo apurado, adiós.- Vi a Nii-san
salir corriendo con mi mochila.
En cuanto él se fue yo entre.
-Ah, ahí estas.- Dice Libros-Senpai.
-Ten tu dinero.- Le di el dinero en la mano.
-Gracias, nos vemos, espero verte pronto en
la librería.
-S… sí.- Ella se fue.
-Fracasó.
-¿Eh?
-Tu plan fracasó, me siento frustrada,
necesito golpear algo.
Ahí viene, cerré los
ojos y apreté los dientes esperando un golpe.
PAM, un sonido de un
fuerte golpe viene detrás de mí, PAM, otra vez. Al abrir mis ojos vi a Koizumi
golpeando su cabeza contra la pared.
-Oye, detente, te lastimarás.- La sujete de
los hombros.
-¡Déjame!- Ella empezó a moverse.
Mirando de cerca su
cara note a unas cuantas gotas de sangre en su cabeza que empezaron a caer
hasta llegar a sus mejillas.
-Ves, estas sangrando.
-¡¿S-S-S-Sangre?!- Ella se ve impactada.
-¿Le temes a la sangre?
-¡¿Sangre?!- No respondió.
-Ven vamos a la enfermería.
La tome del brazo y
la llevé a la enfermería, ella se sentó en una cama, no hay enfermera, así que
yo le desinfecte la herida, ella se queja un poco del dolor y luego le puse una
vendita.
-Gracias.
-¿Nos vamos?
-Sí.
Llegamos a la entrada.
-No traje paraguas.- Dice ella.
-Ven, compartiremos el mío.
-¡¿Eh?! ¡E-E-E-Eso! ¡¿Por qué?!- Su rostro se
puso rojo.
-¿Hay algo de malo?
-Cierto, el no entiende, todo estará bien.-
Ella murmuraba.
Abrí el paraguas y
ambos salimos juntos de la escuela, la casa de Koizumi queda a diez minutos más
lejos que la mía, así que quiero acompañarla hasta su casa y luego volver a la
mía. Estamos frente a mi casa.
-Bien, seguiré sola desde aquí.
-¿Segura? Te mojarás, podrías
resfriarte.
-No te preocupes.
Ella sale corriendo
con su mochila sobre su cabeza, no creo que eso la cubra mucho. Entre a mi
casa, no hay nada que hacer hasta la cena. El tiempo pasó y ya cené, luego de
eso, leí el libro que me dio “Libros-Senpai” desde donde lo dejé y me fui a
dormir.
…
Me levanté de la cama, me vestí y salí de mi
cuarto, al salir me topo con Nii-san, él está caminando por el pasillo frente a
las habitaciones.
-Ah, Sora, buenos días.- El me saluda.
-Buenos días.
-Sora, veras… ayer pasó algo extraño.
-¿Eh? ¿Qué pasó?
-Bueno… cuando fui a buscar tu mochila había
una chica en el salón, ya la conoces Koizumi Fumina, y algunos amigos me
dijeron que casi siempre está contigo, ustedes ¿Están saliendo?
-¿Eh?, no, para nada.
-Ya me parecía algo raro, ya que tú nunca
entendiste sobre el amor.- ¿Él lo sabía?- Bueno hay algo más…
-¿Qué es?
-Una extraña chica te buscaba, dijo que le
debías dinero, No te estarás metiendo con gente peligrosa ¿Verdad?
-Ah, ella, pues no, ella es de la tienda de
libros, solo me olvide pagarle.
-Está bien, ahora estoy más calmado.
-Gracias por preocuparte.
-Bien, yo ya me voy, nos vemos.
-Adiós.
El salió tan temprano
como siempre, con su mochila apoyada a su espalda y su radiante sonrisa. Bajé
por las escaleras y me encontré a mi madre, ella ya preparó el desayuno.
-Mamá, buenos días.
-Buenos días.
-Ahora que lo pienso, no veo a papá hace días
¿Dónde está?
-¿No lo notaste?, el volvió a irse a un viaje
de negocios hace casi una semana.
-Ah…
Luego de desayunar,
me fui directamente hacia la escuela. Las clases están a punto de comenzar y no
veo a Koizumi por ningún lado, el profesor entra.
-Ah… bueno, Koizumi-kun no vendrá hoy a la
escuela porque se encuentra resfriada, ¿Alguien podría llevarle sus apuntes más
tarde?
¿Resfriada?, se lo
dije, bueno, en parte es mi culpa por no acompañarla, yo levante mi mano
inconscientemente.
-Bien Sora-kun, ¿Sabes su dirección?
-No.
-Luego te la diré.
El día pasó en un
abrir y cerrar de ojos, hace tiempo que no me aburrí tanto, las clases acabaron
y me dirijo a la casa de Koizumi. ¿Esta es su casa?, frente a mí, una mansión
de unos cuatro pisos de alto y tres cuadras de ancho, hay muchísimas ventanas,
pero una sola puerta, yo estoy parado frente a un portón de metal el cual tiene
simas puntiagudas, debe ser para evitar que salten los ladrones, a un costado
de la puerta veo un timbre, es de esos en los que se puede hablar y tiene una
pequeña cámara, lo presiono.
-Esto… Hola~.
-Eh… Hola, ¡Waa!- Oigo la voz de un anciano,
parece asustado.
-Este… ¿Se encuentra Koizumi Fumina?
-¡Waaa!- La voz del anciano se va alejando.
-¿Hola? ¿Hay alguien?
Casi dos minutos y
aun no aparece nadie, el cielo se está nublando, creo que volverá a llover. La
puerta se abre sola y un señor anciano, calvo y con un extraño bigote se acerca,
por la ropa que trae parece ser su mayordomo.
-Lo lamento mucho señor, no quería hacerlo
esperar, pase, Fumina-sama está en su habitación.
-Este… con permiso.
¿Hacerme esperar? Y
¿Qué fueron esos gritos?, pase el portón, luego de un corto camino llegué a la
puerta principal, el mayordomo me enseña el camino hasta su habitación, esta
casa es muy grande, sus paredes son de color blanco y su piso es de madera,
está muy limpio, puedo ver mi reflejo en él.
-Aquí.
Esta es su
habitación, una puerta color blanca con un cartel que decía “Cuarto de Fumina”
escrito con marcador color rosa, el cartel tenía algunas decoraciones,
corazones, gatos, pandas, parecía muy infantil, su cuarto se ubicaba en la
tercera puerta a la izquierda del tercer piso, suerte que estamos en una casa,
a esta altura me desmayaría.
-Bien, me retiro.- Dice el mayordomo.
Asentí con la cabeza
y él se fue, golpee la puerta tres veces.
-Koizumi-sama, soy yo.
-Entra Sora.
Abrí la puerta hacia
su cuarto. Es más grande que mi casa, tiene una cama de dos plazas para ella
sola, muchísimos peluches, hay un oso panda exageradamente grande a su lado,
además de perros, gatos y conejos, las paredes son de color blanco y tienen
algunos corazones rosas pintados, el suelo aquí también es reluciente y el
perfume del lugar es muy rico, como el olor de los jazmines.
Acostada en la cama, cubierta
con muchas sabanas, con un rostro todo rojo, sudando, la nariz chorreando y un
pañuelo mojado en la cabeza, estaba Koizumi. Me acerque a ella y me senté en el
suelo al lado de su cama.
-¿Te sientes bien?- Le pregunté.
-Mi fiebre bajó un poco, ¿A qué viniste?
-Vine a traerte unos apuntes y a ver como
estabas.
-¿Estas preocupado por mí?
-Bueno, siento que en parte fue mi culpa.
-¿Por qué?
-Debí acompañarte aunque te negaras.
-No importa, yo quise ir sola, no es tu
culpa.
Wow, ¡Wow!, ¡Wooow!,
¿Qué es este ambiente tan tranquilo?, ella está muy calmada, parece otra
persona, es mucho menos violenta que siempre, esto es raro, la enfermedad debe
ser muy grave como para ponerla así.
-Ten los apuntes.- Se los entregué.
Un fuerte trueno se
escuchó en toda la habitación y hace vibrar las ventanas.
-¡Aaah!
Koizumi, con los ojos
cerrados, salta a mi pecho y me abraza, ¿Acaso le teme a los truenos?, ella
abre sus ojos y mi mira a la cara, su cara se pone toda roja y una expresión de
vergüenza aparece.
-¡¡A-A-A-A-Aléjate!!- Ella me da un fuerte
puñetazo en el pecho haciéndome caer al suelo.
-Uah, eso dolió, ¿Por qué lo hiciste?
-¡¡Cállate, Idiota, Pervertido!!- Ella me
lanza con peluches.
No lo entiendo.
-¡Oye! ¡Cálmate!
Ella deja de lanzarme
peluches.
-Koizumi-sama ¿Le temes a los truenos?
-¡N-N-No! ¡S-Solo un niño le teme a los
t-t-truenos!
Lo sabía, está
asustada. Lista de miedos de Koizumi: 2, sangre y truenos.
-Así que le temes a la sangre y a los truenos
eh…
-¡Cállate!, ¡Tú le temes a las alturas!
-¡No es tan infantil como los truenos!
-¡Cállate!
-Pero… ¿Hay alguna razón por la que les
temas?
-Bueno, no, solo me asustan, ¿Por qué?
-A mí solo me asustan tres cosas, pero tengo
razones para asustarme por ellas, son como “Traumas”.
-¿Por qué le temes a las alturas?
-Bueno… no me gusta decirlo.
-¡Quiero oírlo!
-Ok, ok, cuando tenía cinco años, mi familia
y yo vivíamos en un edificio muy alto, en un sexto piso, un día mi hermano iba
a actuar en una obra de teatro de la escuela, yo no fui y me quedé solo, había
pasado casi una hora, mi familia estaba por regresar, yo caminé hacia el balcón
y pise un auto de juguete, tropecé hacia adelante y quede colgado de la orilla
del balcón, fue horrible, mis manos ya no podían aguantar más, accidentalmente
me solté pero mi padre me atrapo antes de que callera, fue la peor experiencia
de mi vida, nos mudamos de ese edificio debido a mis constantes gritos y
alteraciones debido a la altura. Eso es todo.- Mordí mi labio inferior.
-Wow… eso… de verdad debió se horrible, no
puedo ni imaginármelo, me siento muy mal por hacerte subir a la rueda de la
fortuna en nuestra “Cita”.
-No te preocupes por eso.
Ha pasado un rato, yo
me quede leyendo una novela y Koizumi intentaba dormir, todo estaba muy calmado
y silencioso, Hasta que… ¡Boom! Un trueno más fuerte que el anterior suena.
-¡Aaah!
Ella se lleva las
rodillas al pecho, cierra los ojos y tapa sus oídos con fuerza, yo me levanté y
me asome a la ventana que estaba a mi izquierda.
-Maldición… está lloviendo y mucho.
Una muy fuerte
tormenta comenzó, los árboles se movían de un lado a otro muy fuerte, se veían
rayos cruzando las nubes y llovía muy fuerte, las gotas caían rápidamente y
venían de a montones.
-¿Llueve?- Preguntó Koizumi.
-Sí, y no me traje paraguas ¿Me prestarías
uno?
-¡No!
-Pero, ¿Por qué?, ¿Quieres que me
resfríe?
-No es eso, con esta tormenta usar un
paraguas es muy peligroso.
-¿Peligroso?
-Podrías atraer a un rayo.
¿Eh? ¡¿Un rayo?! No
había pensado en eso, ¿Sera verdad?, ¡No quiero que me caiga un rayo!
-Ah… ¿Qué haré?
-Quédate hasta que la tormenta termine.
-¿Puedo? ¿No seré una molestia?
-¡Siempre eres una molestia!, pero te permito
quedarte.
-Gracias.- Creo…
Al menos a veces
puede resultar ser buena persona. Han pasado algunas horas, es bastante
aburrido aquí, ya me terminé de leer el libro y Koizumi se durmió. Me levante y
comencé a caminar por la habitación.
-Ah… este lugar es exageradamente grande.
Veo un armario
gigantesco con cinco cajones abajo y dos grandes puertas sobre ellos, la
curiosidad de revisar es insoportable así que abrí el último cajón el cual
tenía una calcomanía de un corazón.
-Esto es…
Estaba lleno de
cosas, había una foto de Nii-san, un diario íntimo, otra foto de Nii-san,
libros con corazones pegados y una que otra foto de Nii-san por ahí. Abrí uno
de los libros con corazones pegados, tenía algo escrito, como un cuento, lo
comencé a leer en voz baja.
-“Kawakami-kun se acerca a mí y con una voz
baja dice ‘Tu eres solo mía’, su rostro se acerca al mío lo suficiente como
para sentir su respiración, la vergüenza me mata pero no puedo retroceder
ahora, nos acercamos un poquito más y le digo: ‘Te amo, Kawakami-kun’, luego de
eso nos besamos hermosa y apasionadamente frente a mi escritorio.”, esto es
ridículo, Nii-san nunca…
-¡Tú!, ¡¿Qué haces revisando mis cosas?!-
Detrás de mí hay una Koizumi sonrojada con una expresión de ira en su rostro.
-Bueno… yo… creo que tienes talento como
escritora.
-¡Eres un idiota! ¡Uno tiene la amabilidad de
dejar que te quedes en tu casa y tú revisas sus cosas!, ¡Además son mis cosas
privadas!, ¡Perro asqueroso!, ¡Ladrón!, ¡Gran imbécil!, ¡Te odio!, ¡Te odio!,
¡Te odio muchísimo!
Ella empezó a darme
patadas en el cuerpo, a juzgar por su actitud y el hecho de que su rostro
volvió a la normalidad creo que ya está mejor. Ella seguía pateándome, yo hacía
lo que podía por cubrirme, de igual forma dolía, ella me da una patada en la
cara haciendo que esta gire en dirección al cajón.
-Ojos amarillos.- Dije.
Cuando dije eso ella
se detuvo. “Ojos amarillos”, en el cajón, entre todas las fotos de Nii-san una
mía, a primera vista parece de Nii-san, pero sus ojos son amarillos, su cara es
amargada y tiene una mirada de odio en el rostro, parece como si hubiera matado
a alguien, ¿De verdad me veo así?, la foto parece ser vieja, ya que soy un niño
en ella, ¿Cómo es que ella tiene una foto mía de niño?
Tome
la foto y se la mostré a Koizumi.
-Este soy yo ¿Verdad?
Ella se sonroja.
-¡B-B-Bueno si!, ¡Pero solo fue una
equivocación, no estaba mirando bien!
-¿De verdad mi mirada es así de siniestra?
-Sí, de hecho Jack, mi mayordomo, se asustó
al verte y vino corriendo a mi puerta.
Así que eso fue lo
que pasó.
-¡Ahora dame esa foto! ¡Debo triturarla bien!
Ella arranca la foto
de mis manos.
-Sabes, hay un rumor sobre mí.- Dije. –Dicen
que si tienes una foto mía y la guardas, un día apareceré en tu casa y mis ojos
te atormentarán por el resto de tu vida.
-¡Aah!
-Es broma, acabo de inventarlo.
-¡Hacer una broma con una expresión tan seria
es raro!, ¡Tu expresión nunca cambia!, ¡Sonríe!
-Ya hablamos de eso una vez.
-Cierto.
Se oye un ligero
golpeteo en la puerta.
-Fumina-sama, la cena estará lista pronto.-
Es la voz del mayordomo.
Koizumi mira hacia la
ventana, aun llueve a montones, pero de igual manera debería irme.
-¿Podrías poner un plato más?
¿Eh?
-Sora se quedará a cenar.
-Como ordene.- Se oyen pasos detrás de la
puerta indicando que se ha ido.
-Sora, deberías avisarle a tu familia que
comerás aquí.
-Bueno… yo pensaba irme pero… creo que
prefiero quedarme un poco más.
-¡¿Irte?! ¡¿Y cómo pensabas irte con esta
tormenta?!
-Eh… ¿Corriendo?
-¡Te enfermarías!
Si, y tú eres el
perfecto ejemplo de eso, deberías seguir tus propios consejos.
-Escucha, te odio, pero no tanto como para
querer que te enfermes.
Tu preocupación es
impresionante.
-Entonces… agradezco la invitación.
-Bien, vamos.
-Sí.
Ambos caminamos por
la amplia casa hasta las escaleras y bajamos hasta el primer piso, llegamos
hasta el comedor, el suelo aquí es blanco y también es muy brilloso, el lugar
es muy amplio, en el centro se encuentra una larga mesa, más o menos de unos
tres metros, con un mantel blanco sobre ella, encima de este se encontraban
tres platos blancos, tenedores y cuchillos, lo más impresionante es el banquete
que ocupa poco más de la mitad de la mesa. Hay todo tipo de carnes, hay
ensalada, sushi y algunas otras cosas, había una copa con vino en la mesa y
bebiendo de ella, una persona.
-Ara, ara… hola.- Dice ella.
-Hola.- Le respondí.
Ella es una mujer
parece ser bastante alta, no puedo saberlo ya que está sentada, llevaba un
rodete en su rubio cabello, tenía una mirada amable en sus grandes y
tranquilizantes ojos azules, llevaba puesto un traje color café con una corbata
color azul. Ella sostenía la copa de vino con sus largos dedos, en los cuales
tenía unas largas uñas color rojo. Esa persona es Koizumi Aiko, la directora de
la preparatoria “Fujisawa” y la madre de Koizumi Fumina.
-Mamá él es…- Dice Koizumi.
-Ya lo sé, él es Kawakami Sora, el hermano
menor del mejor alumno de primer año Kawakami Ryuu.
Hace menos de un mes
que las clases comenzaron y hasta la directora ya lo llama “Mejor alumno”.
-Perdón por molestar.- Dije inclinándome.
-Ara, ara, no te preocupes, come todo lo que
quieras.
-Gracias por la comida.
Me senté en la mesa,
justo al lado de Koizumi y empecé a comer, estoy un poco nervioso, apenas
pruebo bocado, en cambio Koizumi, ella está arrasando con la comida como si
esta fuera la última que probaría, casi sentí pena por el pobre animal.
-Sora-kun.
-¿S-Si?
-Gracias por llevarte tan bien con Fumina,
¿Sabes?, ella no tiene muchos amigos.
-¡Mamá!- Koizumi se molestó y hablo con la
boca llena.
Amigos… ¿Koizumi y
yo?, ¿Somos amigos?, no lo creo, no creo que los amigos se lleven así, más bien
somos socios, nos ayudamos mutuamente y eso es todo, pero no creo que deba
decirle eso a su madre.
-Directora…
-Ara, ara, Solo dime Aiko, pero en la escuela
dime “Directora”.
-Aiko-san, su hija… me ha estado ayudando
mucho y realmente lo aprecio.- Esa es la pura verdad.
-Sora…- Koizumi disminuyo su ritmo para
comer.
-Sigue llevándote bien con ella ¿Si?
-Sí.
…
Ya hemos cenado y volvimos a la habitación de
Koizumi. Mi celular vibró, era un mensaje de mi madre, “¿Dónde estás a estas
horas?” decía. “Estoy en la casa de una compañera de mi clase, cené aquí, luego
voy.” Respondí. Le eché un vistazo a la ventana, ya anocheció, la lluvia no
disminuye, es más, creo que está aumentando.
-Deberías quedarte a dormir aquí.- Dijo
Koizumi.
-¿Eh?, no, ya he molestado mucho, me las
arreglaré y me iré.
-No, además… mamá dijo que deberías quedarte.
-¿Aiko-san?
-No queda de otra, quédate.
-Y… ¿Dónde dormiré?
-Aquí.
-¿Aquí? ¿Por qué?
-Es que… no quiero estar sola con todos esos
truenos, idiota.- Dijo despacio.
-Ok…- Solté un bostezo.
-Espera un momento ya traeré un futón.
Ella
camina hacia afuera de su habitación, luego de unos minutos ella trajo un futón
y lo puso junto a su cama. Yo me acosté.
-¿Ya te vas a dormir?
-Sí, la verdad siempre me duermo muy
temprano, y tengo sueño.
-Bien, buenas noches.
-Buenas noches.
Luego
de enviarle otro mensaje a mi mamá avisándole que me quedaría a dormir aquí, me
dormí profundamente. Ah, este día me pareció muy raro, visité la casa, no,
mansión de Koizumi, me quede con ella mientras estaba resfriada en su muy rara
habitación, cené y dormí en su casa, a todo esto me puse a pensar “¿Dónde
estará su padre?”, había escuchado que él era un famoso luchador de artes
marciales, pero… ¿No está en su casa?, ¿Acaso viaja mucho como el mío?, no creo
que eso sea de mi incumbencia, son sus temas familiares. Bueno, creo que mañana
Koizumi irá a la escuela, así que debo pensar algún plan para que ella se le
declare a Nii-san, pero es una molestia pensar en algo ahora, solo dormiré.
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