NOX VOLUMEN 6 CAPITULO 12

 NOX VOLUMEN 6 CAPITULO 12

Con un severo dolor de cabeza, fotofobia y fonofobia Nelu Marshall despertó un una cama que no era la suya, lentamente se reincorporó y  se sentó en el borde. 

-¿Donde estoy? ¿Qué pasó?

La joven capitana hizo un par de preguntas a sí misma así que cuando obtuvo una respuesta no pudo evitar saltar de la cama asustada.

-Estás en la mansión temporal que renté aquí en Ciudad Lux.

La duquesa Xellar respondió sentada en una gran asiento con respaldo.

-Duquesa... ¿Qué es lo que hago yo aquí?.

-¿Realmente no recuerdas que pasó? ¿por qué no haces un esfuerzo?.

-No puedo recor...oh no, yo,,,, que vergüenza, es algo borroso pero ¿Yo realmente hice eso?.

Con gran vergüenza y un rostro rojizo Nelu preguntó titubeante por confirmación.

-Si te refieres a aparecer ebria en la ceremonia de matrimonio de Rufiro y mi nieta con el joven Nox, arrebatarle el acta de matrimonio a Rufiro y estampar tu huella de sangre en el acta, pues si eso fue lo que hiciste, también besaste apasionadamente al novio y luego le vomitaste encima.

-No puedo creer que hice algo así, no se que me pasó. Me muero de  pena ... No se que decir.

Nelu cubrió su rostro con ambas manos.

-La ceremonia estaba siendo grabada para que luego la reina pudiera verla y confirmar que el matrimonio era un hecho. ¿Quieres ver la grabación?. Las primeras diez veces que la vi terminé furiosa pero después de eso solo pude reírme, lo sucedido hecho está y no se puede cambiar. Fue mi culpa no prever que algo así podría suceder, te envíe a vigilar a Jean Nox Crow pero nunca consideré la posibilidad de que te enamoraras de él.

-¿¡Yo enamorada de ese sujeto?! ¡De ninguna forma!

-¡Oh! ¡Por favor mujer! No actúes como una niña es obvio que le amas, después de lo que hiciste debes tomar responsabilidad. Ahora oficialmente Jean Nox Crow y tú están casados hasta que la muerte los separe. El contrato de Afrodita no se puede romper, no es un simple papel. Tendrás que explicarle a tu padre lo sucedido y conociendo lo sobreprotector que él es no puedo imaginar que acepte lo sucedido sin hacer drama. A pesar de la situación debo decir que pudo ser mucho peor, al menos nuestros países son aliados y esto podría manejarse diplomáticamente como un matrimonio político para reforzar relaciones internacionales.

-...Ahora mismo deseo que la tierra me trague, ¿Por qué hice lo que hice?.

-No es momento de reflexiones sino de acciones Nelu. Para empezar deberás disculparte con la princesa Rufiro, no puedes imaginar lo enojada que estaba.

-...Si me disculparé con ella apropiadamente por arruinar su boda.

-¿Arruinar su boda?  ¿De qué hablas? Es cierto que lo que hiciste fue perturbador pero afortunadamente la sacerdotisa de Afrodita que ofició la ceremonia llevaba consigo actas de repuesto, según ella no es la primera vez que algo como esto le sucede y por eso siempre está preparada.

-Ya veo, que alivio...

-Si realmente que alivio.

-Duquesa Xellar por favor acompáñeme a ver a la Princesa Rufiro, quiero disculparme ahora mismo, antes de que el tiempo pase y me gane la vergüenza.

-Muy bien dicho Nelu pero lamentablemente tendrás que esperar.

-¿Esperar? ¿Por qué?

-Después de que el Joven Nox y Rufiro firmaron el  nuevo contrato, ella se lo llevó a su habitación y se encerró con él. Tendremos que esperar pacientemente a que salgan por propia voluntad.

-¿Se encerraron? ¿Está molesta con Jean.. quiero decir con el vizconde Nox? Si es así con mas razón debo hablar con ella y dejar claro que él no tuvo nada que ver en mis acciones.

-De verdad eres mas inocente de lo que pensé Nelu Maeru Marshall. No te preocupes Rufiro adora a a su esposo,  te aseguro que en esa habitación están haciendo de todo menos discutir.

La duquesa Xellar estaba sorprendida por lo densa de su subordinada.

-Oh... ya entendí. Esperaré pacientemente.

El rostro de la joven capitana alcanzó la tonalidad de rojo tomate al comprender lo que estaba sucediendo en la habitación de Rufiro.

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Unos días después.

Ariadna Xellar y su abuela  estaban bebiendo té,  Ariadna lentamente bajo su taza y luego le hizo una pregunta  a su abuela.

-Abuela, Rufiro y el vizconde Nox...quiero decir mi esposo llevan mucho tiempo encerrados, algunas sirvientes han dicho que han escuchado a Jean Nox Crow pedir ayuda. ¿No crees que debemos intervenir?.

-Él estará bien Ariadna, es joven. A pesar de su apariencia delicada tiene una vitalidad monstruosa. Además Rufiro se estuvo conteniendo durante mucho tiempo, que ella halla esperado hasta el matrimonio en si mismo es un milagro.

-Entiendo,está bien.

-Ariadna.

-¿Si, abuela?.

-Recuerda que aunque es muy importante que le des un heredero a tu esposo, no por eso no busques tu felicidad. Estoy segura que el joven Nox será un esplendido esposo.

-Lo sé abuela, yo igual estoy de acuerdo que él fue la mejor opción de entre todos mis pretendientes y candidatos a esposo. No me arrepiento, ni tengo nada que reprocharte. Al contrario ahora que estoy casada me siento aliviada de que ya no tendré que lidiar con nobles mediocres  que el único merito que poseen es que nacieron en una buena familia.

-Lamentablemente cada vez mas escasean los nobles que realmente merecen ser llamados nobles. Uno de tus deberes será aconsejar a tu esposo en cuanto al comportamiento de la nobleza. Jean Nox Crow es muy inteligente  y astuto pero carece de sentido común, cuando sea presentado oficialmente por la reina, una vez que sea parte de la alta sociedad, no faltarán los buitres que querrán acercarse a él con la intención de usarlo para su propio beneficio, tú lo protegerás con tus consejos.

-Me encargaré de todo eso abuela no te preocupes.

Entrometiéndose en su conversación, una sirvienta les llamó.

-Duquesa Xellar, Lady Xellar. Disculpen las molestias pero tengo que comunicarles que la honorable princesa Rufiro Ignis y el Señor Arcano Nox Crow por fin han salido de su habitación. La princesa me pidió que organizara  un banquete en el salón principal, ¿Puedo asumir que ustedes acudirán también?.

-Por fin salieron...Si, prepara asientos para nosotras dos.

-Entendido, Duquesa.

Cuando todo estuvo listo la duquesa y su nieta acudieron al banquete ahí ya les esperaban Rufiro y Jean. La princesa vestida en un atuendo casual tenía un rostro lleno de alegría y no dejaba de ver con ojos de amor a su esposo, quién al contrario de ella parecía haber perdido algo de peso pero por todo lo demás no mostraba estar en malas condiciones.

Tras intercambiar saludos cordiales, los comensales comenzaron a degustar los alimentos. La elfo de fuego intentó alimentar a Jean pero este se opuso diciendo que no era un niño.

-Lo sé, Jeanie estos días que estuvimos juntos me dejaste muy claro que ya no eres para nada un niño. Quién diría que tu lindo rostro oculta una gran sorpresa.

Para evitar que la conversación aumentara de tono, la duquesa Xellar al ver que el rostro de su nieta se estaba tornando rosado aclaró innecesariamente su garganta para interrumpir a Rufiro.

A media cena. Jean hizo una declaración.

-Rufiro, Ariadna, Duquesa Xellar. Tengo planeado ir algunos días al reino de Aurium. Ahí parecen estar pasando cosas muy extrañas, relacionadas con muertos vivientes y demonios. Su rey me pidió ayuda para descubrir la causa  y solucionar el problema. 

-Eso suena ominoso Vizconde pero no se le olvide la celebración que la reina tiene pensado realizar en honor de usted.

La duquesa le recordó a Jean su compromiso con la reina.

-¿Cuando tiene pensado la reina, realizar esa celebración?

-La mayoría de los preparativos ya están listos, una vez que usted confirme que puede acudir, en dos o tres días se llevará a cabo la celebración.

-Entiendo, en ese caso ¿Sería posible celebrarla dentro de una semana? Así tendré tiempo de hacer algo en Aurium. Prometo que resuelto o no el problema, dentro de una semana viajaré al reino de Ignis sin falta.

-Entiendo Señor Nox Crow. Ya que oficialmente finalmente ha contraído matrimonio con la princesa y con mi nieta, no debería ser un problema hacerlo público hasta dentro de una semana mas. 

-En ese caso, Rufiro, Ariadna. Si quieren acompañarme a Aurium no me opongo. Sin embargo si la situación en ese país es tan grave como me comunicaron no será nada placentero para sus vistas.

-Me encantaría acompañarte Jeanie pero lamentablemente yo también tengo asuntos oficiales con los que lidiar así que sin mas remedio nos volveríamos a ver dentro de una semana en el castillo.

- Comprendo totalmente Rufiro, como princesa y Arcana mayor debes estar muy ocupada. ¿Y tú Ariadna, que deseas hacer?.

-En mi caso pienso que no sería de mucha ayuda para usted en su misión en el reino de Aurium, no quisiera retrasarlo, además si me lo permite me gustaría usar esa semana para tratar asuntos pendientes.

-Entiendo. Me parece perfectamente bien.

-Muy bien, dado que todos están de acuerdo. Entonces a la brevedad me comunicaré con la reina para confirmar la fecha de la celebración en el castillo.

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Por fin Rufiro, la Duquesa Xellar y Ariadna decidieron partir de vuelta al reino de Ignis.

-Lo siento mucho, muchísimo. Por favor perdónenme, no tengo idea de que me pasó.

Hincada en el suelo con la frente en el suelo del barco Nelu Maeru Marshall se disculpó con Rufiro y Ariadna.

-No te preocupes eso ya pasó. Tuviste suerte de que la sacerdotisa tuvieran contratos de repuesto. Solo no se te olvidé que yo voy antes que tú.

Rufiro ya se le había pasado su enojo después de pasar varios días de calidad con Jean, así que decidió simplemente no darle importancia a lo sucedido.

-Fue inesperado lo que pasó Nelu pero no te guardo rencor. Acepto tu disculpa.

Ariadna tampoco pareció darle importancia. Ella y Nelu eran buenas amigas así que no fue difícil para ella saber porque la mujer militar hizo lo que hizo.

-Gracias, muchas gracias por perdonarme.

-No se te olvide disculparte con Jeanie, pero te daré un advertencia capitana Marshall. Tienes prohibido tener intimidad con él hasta que Ariadna quede embarazada.

-Rufiro, ese comentario estaba de más.

- Solo pienso en ti Ariadna.

-Bueno no importa. Nelu no te preocupes, solo asegúrate de pedirle disculpas a él también.

-Eso haré. ¿ Dónde puedo encontrarle?

-¿No lo sabes? Jeanie se fue al reino de Aurium a solucionar un problema.

-No lo sabía, quizá me está evitando... quizá está molesto conmigo.

-Mi Jeanie no es esa clase de hombre, si no te dijo nada es por consideración a ti. Solo te está dando tiempo y espacio para que acomodes tus ideas y así puedas explicarle las cosas.

-Yo también pienso lo mismo, no creo que te esté evitando.

-Gracias por sus palabras. 

-Nelu, ya la expliqué lo ocurrido a la reina y le convencí de tratar todo esto como un matrimonio de alianza. Ahora solo falta que convenzas a tu padre. En cuanto al Señor Nox no me parece que te odie o que se oponga a la idea. Además el contrato de matrimonio de afrodita no es un juego.

-Lo se Duquesa Xellar me haré responsable de mis acciones, viajaré a mi país y le explicaré todo a mi padre, me encargaré de que acepte todo. Lo juro.

-Muy bien, entonces no hay nada mas que decir. Te deseo suerte, realmente la necesitarás.

Nelu se despidió de ellas, mientras pensaba en las cosas complicadas que estaban por venir.

En otra parte del mundo volando a través del cielo como pasajero de un dirigible, Jean observaba el paisaje.

-Princesa Paulishe Aurium , me disculpo por la tardanza, sucedieron cosas que no esperaba.

-No se preocupe Arcano Nox, además gracias a su magia la velocidad del dirigible ha aumentado considerablemente, a este paso llegaremos mas rápido de lo esperado.

-Me halaga pero  no puedo tomar todo el mérito en realidad este dirigible está construido de manera excelente.

-Esta nave es el orgullo de la familia real, es sin lugar a dudas el mejor dirigible del país.

-No lo dudo.

Además de Jean y la princesa, en el dirigible también viajaban la guardia de la princesa y miembros del gremio diamante negro elegidos específicamente por Jean.

Los miembros del gremio a pesar de sus rostros serios estaban emocionados por demostrar sus habilidades a uno de los dos arcanos de su gremio. Sabían que no podían fracasar en su misión.