NOX VOLUMEN 6 CAPITULO 11

 

NOX VOLUMEN CAPITULO 6

Paulishe la primera princesa del reino de Aurium, estaba frustrada y preocupada por la situación de su país. Una plaga extraña azotaba a los nobles acompañada de muertos vivientes que atacaban las mansiones y castillos. Su padre Mauricius reclutó ayuda de expertos pero ninguno pudo solucionar la situación, con pocas opciones tomó una decisión lógica acudir a los Arcanos mayores, su primera opción fue Rooscu Shade con el cual la familia Pert solía tener relaciones cordiales pero después de cierto incidente en ciudad Luz dicho arcano cortó toda relación con dicha familia y con el reino de Aurium. El rey intentó comunicarse pero no recibió respuesta. Fue la princesa que le aconsejó a su padre tratar de contactar en persona con el nuevo recién nombrado arcano mayor Jean Nox Crow quién también era un experto en artes oscuras y espirituales, el cual a pesar de su juventud había demostrado, habilidad, inteligencia, astucia y un increíble valor y honor. Había mas posibilidades de conseguir ayuda de él que de Rooscu, sin embargo se  debía tratar con Jean Nox Crow de la forma mas respetuosa posible para aumentar las posibilidades de conseguir su ayuda. 

Desafortunadamente los planes de la princesa fueron amenazados con la ruina, uno de sus espías infiltrado en la familia Pert, escuchó una conversación peligrosa entre Zunn Pert y Zonn Pert, patriarca y heredero respectivamente de dicha familia, aunque no pudo hacerse con los detalles para el espía quedó claro algo ambos hombres estaban planeando usar al arcano Jean Nox Crow para salvar al país y así forzar al rey Mauricius a darle la mano de la misma princesa a Zonn Pert. Aparentemente por medio de la deuda de sangre y de una reliquia forzarían mas que convencer al arcano mayor para que se convirtiera  en su subordinado leal.

Al escuchar el reporte a Paulishe casi le da un infarto por la ira. "Estúpidos nobles y sus aún mas estúpidas conspiraciones, el arcano Nox Crow puede ser joven pero no es un idiota, con solo ver como desenmascaró al gran druida enfrente de todos y no se  acobardó ante nadie debería ser mas que claro que es alguien a quien se debe dejar en paz. No puedo permitir que la familia Pert arruine todo, yo debo ver y hablar antes que nadie con Jean Nox Crow". Eso fue lo que la princesa pensó en su arranque de ira, sin embargo la situación empeoró, Zonn Pert partió en su dirigible mágico hacia ciudad Luz ganándole una ventaja de 24 horas a la princesa, quién también zarpó en su propio dirigible real acompañada de sus mas leales caballeros  y magos femeninos pero como si tuvieran una maldición o el destino quisiera interponerse una tormenta les atrapó  y aunque lograron sortearla tuvieran que aterrizar en un reino cercano para realizar reparaciones urgentes.

Con los nervios de punta y tras varios días de atraso por fin pudo llegar a ciudad Luz la primera princesa de Aurium solo para enterarse, tras una investigación eficiente de parte de sus subordinados, del peor escenario, Zonn Pert había hecho contacto con el arcano Nox, unos días después el estúpido noble desapareció misteriosamente, su equipaje aún seguía en el hotel en el que se hospedó pero de Zonn Pert nadie podía dar indicaciones sobre su paradero. Para Paulishe esto significaba una sola cosa, Zonn Pert estaba muerto. Con seguridad  había ofendido al Arcano Nox con sus desquiciadas demandas encontrando su final.

Paulishe invirtió un poco mas de tiempo en recopilar información antes de hacer su movimiento, tras enterarse que el Arcano Nox era también el encargado de la seguridad de la isla decidió visitar la cede de los caballeros, para su suerte la persona que quería ver se encontraba en el lugar y por fin pudo hablarle.

-Arcano Mayor Nox Crow, yo soy la princesa Paulishe Aurium y he venido a verle para ofrecerle una profunda disculpa.

Paulishe se inclinó ante Jean en actitud de arrepentimiento lo que dejó perplejo al joven.

-Un gusto en conocerle señorita pero ¿Por qué me ofrece una disculpa? ¿Qué fue lo que hizo? pero antes de responder siéntese por favor.

-Yo no hice nada pero estoy segura que uno de los nobles de mi país si y es por eso que me disculpo.

-¿Exactamente de que noble estamos hablando?.

-Antes de decirle de quién hablo me gustaría aclarar que ni yo ni mi reino aprobamos alguna de las acciones y conductas de este noble, el cual actuó por cuenta propia.

-¿Y si actuó por cuenta propia? ¿Por que tiene que disculparse?.

-Así como un padre debe disculparse por las travesuras de sus hijos, la familia real debe hacer los mismo con sus nobles.

-Entiendo y ahora señorita quíteme la duda y dígame por fin de quien habla.

-Hablo de Zonn Pert.

La princesa Paulishe pudo ver como el rostro del Arcano Nox cambiaba de neutralidad a molestia.

-Ya veo, en efecto Zonn Pert me ha ocasionado grandes molestias. Sin entrar en detalles, él tuvo una reunión conmigo y prácticamente me exigió que me convirtiera en su subordinado, cuando me negué me acusó con la orden de paladines de poseer una reliquia maldita. Estoy seguro que usted puede imaginar lo desagradable de la situación. La gran paladina en persona acompañada de otros paladines de élite me dieron una visita, pude solucionar la situación fácilmente pero me dejó un terrible sabor de boca. Espero no volver a tratar con un Pert por el bien de ellos, también espero que usted princesa no venga con intenciones ociosas.

Paulishe no podía creer lo que escuchaba,  lo nefasto y estúpido que había sido Zonn Pert. 

-Lo lamento con sinceridad Arcano Nox, le juro que ni mi padre el rey ni yo tuvimos algo que ver.  De manera oficial y por escrito mi reino le dará una disculpa y una compensación adecuada por las molestias.

-No necesito que me pidan disculpa alguna o que me compensen pero si deseo profundamente que me dejen en paz no obstante algo en su mirada me dice que está desesperada y no es necesariamente por las acciones de Zonn Pert. ¿Hay algo mas que quiera decirme señorita?.

-A decir verdad tiene toda la razón, no he venido solo ha pedir disculpas sino a solicitar su ayuda. Mi país esta siendo azotado por  muertos vivientes y otras criaturas demoniacas así como por una extraña enfermedad. Los magos de la corte y los expertos que hemos contratado no han podido solucionar el problema pero quizá si un arcano mayor especializado en artes místicas y nigromancia como usted nos diera una mano la situación sería diferente.

-¿Por qué debería ayudar?.

-No hay ninguna razón Arcano Nox, usted no nos debe nada, no tenemos ninguna relación previa con usted, no hay nada que yo pueda usar para convencerlo de que nos ayude, solo puedo limitarme a suplicarle, esperando que usted ayude a mi gente.

-¿Y quién es tu gente? ¿Tu familia, los nobles o el pueblo?.

-Mentiría si dijera que no estoy preocupada por mi padre y hermanas, pero la situación del pueblo me preocupa en verdad, en tales situaciones son las personas comunes las que sufren mas, mientras los nobles solo se encierran en la seguridad y abundancia de sus mansiones. Pagaremos cualquier precio si nos ayuda, soy consciente que para alguien de su estatus no hay nada que no pueda obtener por si mismo, así que por favor no piense que yo creo que puedo comprarlo con oro.

Jean observó de pies a cabeza a la señorita  suplicante que tenía delante, cabello largo liso y ojos de color verde oscuro, labios delicados, piel blanca con algunas pecas en su rostro, hombros y pecho, una silueta delicada,  un poco mas alta que él. 

-¿Cómo dijo que se llamaba señorita?.

-...Paulishe Aurium.

-Bueno, princesa Paulishe Aurium cuénteme los detalles de la situación  en su país no guarde nada o perderá mi confianza.

-¿Eso significa que nos ayudara?

-No tengo razón para rechazar una petición sincera de ayuda , solo le pido que su padre ni usted intenten usarme en sus asuntos políticos, además le solicito que me hable siempre con la verdad, si descubro que oculta algo habrá consecuencias. Además no toleraré ningún nuevo insulto de la familia Pert.

-Le juro que todas sus demandas serán cumplidas Arcano Nox.

La princesa y Jean estuvieron hablando sobre la situación del reino de Aurium durante varias horas, al final el Arcano mayor se comprometió en ayudar pero antes tenía que solucionar un asunto muy importante.

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Vestido con un traje elegante de color negro, con un poco de nerviosismo y resignación el día de la boda legal llegó.

Reunidos en una habitación se encontraban la duquesa Xellar, el anciano Wilkens, Ariadna, Rufiro y una sacerdotisa de Afrodita.

Tanto Rufiro como Ariadna llevaban vestidos elegantes, el de la primera era rojo, el de la segunda azul claro. La sacerdotisa tenía un vestido rosado de una sola pieza similar a una toga.

-Muy bien, nos hemos reunido aquí en este lugar para celebrar uno de los eventos mas importantes de la vida, jurar amor hacia otra persona. Como se que quieren estar con la persona amada lo mas pronto posible y teniendo testigos de esta ceremonia, me corresponde hacerles una pregunta a los involucrados: ¿Están seguros de su decisión?.

Rufiro, Ariadna y Jean respondieron que no tenían dudas.

-Perfecto, entonces ya que las palabras se las lleva el viento, les pido que firmen  con su sangre estas actas de matrimonio sagradas, una para cada novia. Usted señor Nox  tendrá que firmar en ambas obviamente. ¿Hay alguna duda?

Nadie de los presentes expresó duda. Jean con decisión tomó el cuchillo ceremonial entregado por la sacerdotisa y se hizo un corte en su dedo indice tras lo cual dejó caer unas gotas de su sangre en ambas actas.

El anciano Wilkens veía todo mientras derramaba lagrimas de felicidad, para él Jean era como su propio nieto, la duquesa miraba con orgullo a su nieta, su sonrisa mostraba que estaba feliz por Ariadna ya que confiaba en que Jean la haría feliz.

-Adelante Ariadna firma tú primero.

Como un gesto de buen voluntad Rufiro consideró dejar que Ariadna firmara primero para mostrarle el respeto y apreciación que sentía por ella. Tras agradecer Ariadna repitió el mismo gesto que Jean y firmó con su sangre, inmediatamente el acta matrimonial flotó en el aire mientras un aura de color rosado emanaba del papel, tras unos segundos dejó de flotar.

-El compromiso matrimonial se ha completado, felicidades señorita Ariadna Xellar, felicidades Señor Nox Crow.

-Muy bien ahora por fin es mi turno.

Ansiosa al máximo Rufiro tomó el cuchillo ceremonial y cuando se preparaba para usarlo fue interrumpida. La puerta de la habitación se abrió violentamente y por ella entró una mujer vestida con un traje militar, su cabello y ojos eran grises, su piel blanca, de hermoso rostro, se trataba de la capitana Nelu Maeru Marshall, la cual tenía una botella de vino en una de sus manos y en general emanaba un fuerte aroma a alcohol.

-Detengan todo yo  Nelu  Maeru Marshall me opongo, princesa Rufiro Ignis, Ariadna Xellar no puedo permitir que se casen con este bastardo altamente popular con las damas, él tiene tantos defectos que nunca terminaría de decirlos todos, ustedes merecen algo mucho mejor que un enano afeminado como Jean, es por eso que yo me sacrificaré por ustedes.

Todos los presentes estaban estupefactos, especialmente Jean quién había recibido un golpe mental cuando Nelu se refirió a él como un enano afeminado. Antes que cualquiera pudiera reaccionar a la situación Nelu rompió la botella de vino contra la pared y uso el envase roto para cortarse la palma de la mano, caminó rápidamente hacia Rufiro le arrebató el acta matrimonial y colocó su mano ensangrentada. Tal como había pasado con la primer acta, esta flotó en el aire mientras emanaba un aura rosada.

Luego de hacer tal escena Nelu Maeru Marshall se acercó al estupefacto Jean y lo besó de la manera menos romántica posible, luego vomitó todo el alcohol que había bebido encima del novio, y finalmente con el estomago vació se acostó a dormir en uno de los muebles cercanos.

Jean Nox Crow comenzó a reaccionar cuando la lengua alcoholizada de Nelu invadió su boca y terminó de reaccionar cuando el alto olor a vino proveniente del vómito con el que fue bañado llegó hasta su nariz.

En este punto el joven comenzó a reír como una lunático mientras lagrimas se escapaban de sus ojos.

-¡¿POR QUÉ ME PASAN A MI ESTAS COSAS?! ¡¿EN SERIO QUE HE HECHO PARA MERECER ESTO?!