NOX VOLUMEN 6 CAPITULO 6

 NOX VOLUMEN 6 CAPITULO 6

Blake llegó al limite de su aburrimiento, con desinterés ató el látigo alrededor del cuello de Manios y lo arrastró por el campo de batalla, usando su cuerpo como si fuera una bola de acero arrojadiza. Con cada uso el cuerpo del salvaje duque se llenaba de más y más heridas, su elegante ropa de pieles de igual manera se iba destrozando poco a poco.

-Como dije antes Manios debiste dejarte morir pero ahora sufrirás y perderás hasta la última gota de dignidad que te quede.

En otro lado del campo de batalla Bizzard estaba  teniendo problemas serios y solo podía esquivar los mortíferos ataques de Zulcos y Ortrax. La neblina que le protegía fue evaporada por completo por el fuego de Ortrax dejándole a la vista. Impaciente solo podía ver al cielo esperando que Dakrol asesinara a su oponente cuanto antes. Sin embargo no parecía que eso sucedería pronto, Bizzard solo pudo ver con ansiedad como soles mágicos chocaban contra oleadas de oscuridad anulándose mutuamente una y otra vez.

En medio Vriana, Carmil y Aliska atacaban implacablemente a Porveso quién había perdido la razón. La reyna se sorprendió de la resistencia y fuerza de Porveso, sin embargo en un combate de 1 contra 3, el duque perdería tarde o temprano.

Finalmente la primera gran baja sucedió. Blake acabó con su oponente usando su potente aliento de fuego, los gritos desgarradores del duque Manios momentos antes de volverse ceniza resonaron en los oídos de sus aliados, desmoronando la moral. Las bestias que controlaba perdieron el control, algunas escaparon del campo de batalla mientras que otras comenzaron a atacar indiscriminadamente a  aliados y enemigos por igual.

-Un inútil mas muerto, tal parece que esta generación de vampiros es mas débil de lo que creí.

Dakrol se quejó de mala gana ante la muerte de uno de sus grandes sirvientes y se lanzó en picada hacia Blake con la intención de eliminarla.

-¡¿A donde crees que vas?!.

Corvus igual se dejó caer transformándose en un enorme Cuervo de fuego, interceptando a su enemigo, apresándolo con sus garras y azotándolo contra el suelo.

-¡Basta!  ¡ Ya he llegado a mi limite!

Enfurecido el vampiro ancestral se transformó en un enorme murciélago cubierto de oscuridad y arremetió contra el gran cuervo blanco de fuego.

Al observar esta escena, ambos bandos supieron que se acercaba el final.

-Hermana, Aliska, hay que terminar con esto de una vez.

Vriana y Aliska intercambiaron miradas con Carmil y se pusieron de acuerdo para neutralizar a Porveso.

Aliska atacó primero esquivando las lanzas de piedra que salían del suelo y cuando estuvo enfrente de su oponente lanzó un estocada, el duque vampiro creó un escudo de piedra para protegerse pero este fue perforado por el arma de diamante de Aliska, cortándole un brazo. Porveso quiso atravesarla con su lanza pero inmediatamente la duquesa se replegó.

Vriana aprovecho y atacó inmediatamente clavando su lanza en el costado de Porveso, haciéndole retroceder varios metros, instintivamente el duque lanzó un ataque horizontal pero fue esquivado.

Finalmente tomándolo desprevenido Carmil usó el conjuro de Lamento de Banshe sobre el desafortunado padre de las trillizas. El grito destrozó la poderosa armadura de piedra y causó enorme daño en su cuerpo, Porveso colapsó de rodillas mientras sangre escurría de sus ojos, nariz y oídos.

Tras encadenar a Porveso, Vriana tomó su violín preparado en un estuche en su carroza de  guerra y usó su conjuro de invocación masiva, del cielo llovió sangre que al chocar  contra el suelo formaron charcos que se unieron para crear  miles de soldados de sangre. La reina quería terminar todo lo más rápido posible.

Bizzard tras darse cuenta que era el único duque en pie, volvió a observar la batalla de Dakrol y Corvus, y tomó una decisión que el consideraba la mas inteligente. El último duque enemigo huyó del campo de batalla. Ortrax y Zulcos quisieron seguirle pero la habilidad de linaje de Bizzard de controlar las ventiscas le daba mayor ventaja en cuanto a velocidad. El caos se apoderó por completo de las tropas enemigas.

-¡Maldita sea! ¡Si quieres que algo salga bien, tienes que hacerlo tú mismo! ¡En cuanto a tí, traidor Bizzard te juro que te encontraré!

-Ríndete Dakrol, esta guerra a terminado.

-Nada termina o comienza hasta que yo lo diga. Yo reiré de último Corvus.

Con una risa malvada Dakrol, usó su carta de triunfo. 

-"Jaula de sombras"

Una prisión de oscuridad total encerró a Corvus, limitando sus movimientos.

-Quédate ahí Corvus, cuando termine con estas patéticas hormigas regresaré por ti.

El vampiro ancestral recuperó su forma humanoide y aterrizó en el suelo, inmediatamente conjuro mas guerreros sombra  para que combatieran contra los guerreros de sangre y luego se lanzó en dirección a la reyna.

Zulcos se entrometió en su camino y  usando toda su fuerza lo detuvo momentáneamente.

Con una gran sonrisa Dakrol lo golpeó en el estomago y luego en el rostro mandándolo a volar lejos, tras lo cual reanudó su camino lentamente hacia su objetivo, por segunda ocasión fue interrumpido, esta vez por Ortrax que creó una poderosa barrera de fuego sin embargo la oscuridad de Dakrol apagó las llamas con facilidad y de una bofetada  sacó de su camino al noble duque.

-Esta es mi victoria Reina, ríndete y algunos lograrán sobrevivir.

-Esto no ha terminado Dakrol.

Vriana miró inconscientemente hacia la jaula de oscuridad que aprisionaba a Corvus, dándose cuenta el vampiro ancestral se  burló de ella.

-Él no podrá rescatar a nadie. Mi jaula de sombras es indestructible, incluso un vampiro primordial tendría problemas para salir de ahí. Mejor acepta tu destino.

-Tú no eres el destino, ni estás por arriba de el.

Aliska respondió por la reina y se abalanzó con su sable en mano al mismo tiempo que Juve y Blake que se habían acercado sigilosamente atacaban por la espalda al antiguo vampiro.

Con movimientos rápidos los ataques de las tres mujeres fueron esquivados, y un momento después su enemigo contraatacó golpeándolas en el pecho con esferas de oscuridad, las cuales explotaron dejándolas fuera de combate.

-Lo ves descendiente de Ágata, esto es todo.

Carmil armándose de valor se puso delante de su hermana y por segunda vez lanzó el grito de Banshe. Dakrol se cubrió con ambos brazos y esperó hasta que el grito se disipó.

-Tiene una voz decente príncipe Carmil, lamentablemente sigue estando por debajo de la música que mis oídos están acostumbrados a escuchar. Un cantante inferior no tiene lugar en mi corte real. Además un príncipe con derecho al trono es una molestia en mis planes y por eso desaparecerás.

Dakrol conjuró una guadaña de oscuridad y se preparó para atacar a Carmil. Vriana se colocó delante de su hermano con su lanza preparada y tomó la iniciativa de atacar antes que el enemigo.

Dakrol se movió hacia adelante, esquivando no solo el ataque de la reyna sino también a la misma reyna reapareciendo atrás de ella enfrente a Carmil, su guadaña de oscuridad se acercó velozmente al cuello del príncipe pero un poco antes de tocar su piel se detuvo en seco.

-¡Tiene que ser una maldita broma! ¡Esto es imposible! ¡No puede ser!

Dakrol detuvo todas sus acciones y volteó a ver  hacia la jaula de oscuridad con sorpresa y miedo, en la jaula grandes grietas aparecieron produciendo un sonido estridente y como una reacción en cadena se fueron alargando por todas partes hasta que con una fuerte explosión de fuego esta colapsó en miles de pedazos.

-¡Dakrol! ¡Te di la oportunidad y el tiempo suficiente para que te rindieras pero en lugar de eso decidiste jugar hasta el último de tus trucos! ¡Has desperdiciado la oportunidad de salvar a tu vida! ¡Prepárate por que ya no habrá piedad para ti! ¡Esta noche los vampiros perderán  a otro de sus vampiros ancestrales para siempre!

Un aura aterradora cargada de furia se esparció por todo el campo de batalla.

Corvus voló en dirección de Dakrol quién escapó en dirección contraria alejándose del campo de batalla temiendo la furia de su enemigo.

El ejército de Dakrol al ver que su líder huía se rindieron inmediatamente arrojando las armas y levantando los brazos al mismo tiempo que pedían piedad.

Corvus no tenía la mas mínima intención de dejar escapar a Dakrol, en el aire lo bombardeó con bolas de fuego y aunque el vampiro ancestral esquivó la mayoría las que no pudo le causaron un gran daño.

-¡Basta Corvus! ¡Reconozco mi derrota! ¡Esta vez la victoria es tuya!

-¿Esta vez? ¿Por qué crees que habrá otras veces? ¿Acaso no me escuchaste? ¡Ahora mismo estás disfrutando tus últimos momentos!

-¡No puedes hacer esto Corvus! ¡Soy un vampiro ancestral! ¡Mi muerte sería una gran perdida para nuestra raza!

-¡Por tu culpa miles han muerto! ¡Has demostrado causar mas caos que beneficio a nuestra raza! Tú plan de conquistar y esclavizar a las razas mortales no solo estaba condenado al fracaso sino que también terminaría atrayendo la ira colectiva de los mortales. ¡Pusiste en peligro a toda tu raza! ¡Alguien como tú es mejor eliminarlo antes de que cometa algo que no se pueda remediar!

-¡¿Que importa cuantos mueran?! ¡El valor de sus vidas no es nada en comparación de la mía!

-¡Para mi todas las vidas tienen el mismo valor! ¡Vale lo mismo la vida de un mendigo que la de un rey!

Corvus logró alcanzar a Dakrol y lo atrapó arrojándolo hacia el suelo. Ahí  Corvus aterrizó y tomó su forma humana.

Dakrol se levantó con gran dificultad del suelo  e intentó a golpear con sus puños a Corvus, este le esquivó y en respuesta le lanzó una ráfaga de golpes en todo el cuerpo especialmente en el rostro, estómago y costillas.

-Detente Corvus... prometo no volver a causar problemas.

-Mientes Dakrol, ni tu mismo te crees tus palabras. Basta con ver tus ojos llenos de frustración y odio para saber que incluso ahora estás planeando tu futura venganza.

-¡Maldito! ¡Tú no eres diferente a mi! Al pelear contigo me di cuenta  que eres un vampiro ancestral como yo! . ¿Acaso no planeabas también apoderarte del reino? ¡Maldito hipócrita!.

-Te equivocas Dakrol, no tengo el mas mínimo interés en el trono de los vampiros.

-¡Falsedades!

A la desesperada Dakrol nuevamente intentó golpear el rostro de Corvus pero para su sorpresa su cuerpo no le respondió, de diversas partes de su cuerpo un terrible dolor surgió y se fue diseminando.

-¡¿Qué me hiciste?!.

-Desde el inicio de nuestra pelea durante cada ataque y golpe que intercambiamos usé en ti la maldición de la plata. No tuvo efecto al inicio por que tu poder mantenía suprimida la maldición pero ahora que estás completamente debilitado por fin está mostrando su efecto.

-¡Quítame la maldición ahora mismo!

-No.

Humo verde y blanco surgió del cuerpo del vampiro mientras este se contorsionaba de dolor.

-¡No puedes matarme! ¡Si me matas extinguirás el linaje de la oscuridad!

-No te preocupes eso no pasará.

Cadenas de fuego le arrebataron la libertad al vampiro ancestral.

Corvus tomó la mandíbula inferior de Dakrol y se la  desprendió, la mandíbula inmediatamente se convirtió en polvo, acto seguido con los dedos pulgar e indice de cada mano tomó los colmillos superiores del vampiro ancestral y recitó un conjuro.

-"Todo lo que fuiste, todo lo que eres  y todo lo que podrías ser es mío.  A partir de este momento para el mundo nada fuiste, nada eres y nada serás. Cae en el olvido Dakrol "El oscuro" pues ahora la oscuridad me pertenece"

Corvus repitió las mismas palabras  una y otra vez. Horrorizado Dakrol sintió como sus poderes y esencia desaparecían, sus colmillos comenzaron a brillar con luz oscura y cuando se saturaron Corvus los arrancó y se los clavó en el cuello absorbiéndolos.

Unos momentos después de absorberlos los ojos de Corvus se pusieron completamente negros y una aura igual de oscura emanó de su cuerpo.

El vampiro vencedor vio fijamente a los ojos llenos de pánico del derrotado.

-¿Lo ves Dakrol? Tú legado estará seguro conmigo. Descansa en paz. Aunque tomando en cuenta el lugar al que irás dudo que ese sea el caso.

Sin sus poderes y habilidad la maldición de la plata consumió completamente al vampiro.

En condiciones normales cuando la maldición de la plata es usada en una persona común el resultado es una estatua del desafortunado pero en un vampiro el resultado es distinto, las partes transformadas en plata son rechazadas por el tejido vivo produciendo un sufrimiento indescriptible.

Al final lo único que quedó del vampiro ancestral Dakrol "El oscuro" fue un charco de plata liquida.