NOX VOLUMEN 5 CAPITULO 12

 

NOX VOLUMEN 5 CAPITULO 12

-Bienvenido a la nación de la noche y luna perpetua. Vopir, la tierra de los vampiros. Una dimensión creada por los ancestros separada del mundo real.

Con orgullo Carmil le presentó a Jean su tierra natal, piedras y arena con solo algunos arboles secos y podridos para adornar el paisaje, así como una luna llena que iluminaba la noche perpetua. El presidente del concejo estudiantil estaba vestido con un traje elegante de color rojo vino, mientras que Jean poseía un atuendo de color plata además también poseía una media mascara del mismo color que cubría la parte superior de su rostro

-¿Y hay mujeres lindas?.

Preguntó Jean ignorando la explicación.

-¡No venimos para que coquetees con mujeres!.

-Siempre hay tiempo para mujeres.

-Por favor solo concéntrate en nuestro objetivo.

-Está bien me concentraré y para que veas que hablo en serio, repasemos una vez mas el plan.

-Muy bien. Me referiré a ti como Corvus tal y como me pediste y tú te dirigirás a mi como su excelencia el príncipe Carmil.

-Que buena broma, mira como me río.

Corvus no se estaba riendo en absoluto.

- Es inevitable hay una etiqueta estricta que debe seguirse.

-No me interesa en lo mas mínimo la vacía y absurda etiqueta de chupasangres que se creen mejor de lo que son.

-No te atrevas a llamarle a alguien “chupasangre” es un término muy ofensivo, además técnicamente tú también eres un vampiro.

-En eso tienes razón, me he convertido en un vampiro. No puedo creer que mi yo confiara en mi como para darme el collar.

-Creo que acabo de escuchar algo muy preocupante, como si Jean no debiera haber confiado en ti.

-Solo estoy bromeando.

-No me parece una broma.

-Te preocupas demasiado, no te voy a traicionar, tampoco me traicionaré a mi mismo, mi otro yo da miedo, es un lunático. Me haría pedazos si intento rebelarme incluso aunque halla ganado un increíble poder al absorber el collar de la usurpación.

-¿Te refieres a ese collar hecho con colmillos de vampiros?

-Efectivamente, mi otro yo fabricó ese collar usando sus propias manos.

-Los colmillos ¿Dónde los obtuvo?.

-De nuestros enemigos por supuesto. ¿Te molesta que mi otro yo halla asesinado a miembros de tu especie, Carmil?.

-No, tu otro yo puede ser un cretino pero siempre tiene una razón justificada para hacer lo que hace.

-Suena a que confías en él.

-Solo un poco. Ahora dejemos de divagar, Te llamaré Corvus y te permitiré que me llames por mi nombre.

-Gracias por el privilegio de permitirme llamarlo por su nombre, se lo agradezco mucho su alteza. Realmente es un príncipe noble y humilde. Espero que pronto encuentre una bella mujer que se apiade de usted y por fin pueda perder su castidad.

Corvus hizo una reverencia exagerada ante Carmil.

-¡Mi castidad es asunto mío!.

-No seas tímido.

-¡La timidez no es el problema!.

- Carmil, cambiando de tema ¿ Es costumbre de tu país emboscar a sus príncipes cuando regresan a casa?.

-No lo es.

-En ese caso sino quieres terminar como puercoespín será mejor que conjures una barrera.

Ambos vampiros invocaron un escudo de almas justo a tiempo para protegerse de una lluvia de flechas de plata que cayeron del cielo, por el hecho de que no hacían ruido al viajar por el aire era obvio que habían sido encantadas para un exitoso ataque furtivo.

-¡Nos atacan desde arriba! ¡Debemos contraatacar!.

-Carmil, tranquilízate. El verdadero ataque vendrá del suelo.

Tal como Corvus dijo, el suelo debajo de sus pies se levantó, y centenas de manos se abalanzaron sobre ellos intentando agarrarlo.

Tras esquivar el peligro Carmil vio que del suelo salían al menos 20 zombies inmensos que habían sido ensamblados para adquirir la forma grotesca de arañas gigantes. Los zombies araña enfocaron sus múltiples y muertos ojos sobre Carmil y Corvus y los atacaron sin darles descanso usando sus largos brazos.

Carmil creó dos espadas de fuego y empezó a cercenar los miembros de sus enemigos, mientras que Corvus creó lanzas de fuego blanco y las arrojó, las criaturas impactadas por dichas lanzas eran derretidas por las feroces llamas.

-Carmil, te atacarán por la espalda en tres segundos.

Corvus le avisó al príncipe vampiro de un ataque furtivo justo a tiempo para que Carmil pudiera esquivar un chorro de vómito de ácido que golpeó a otro zombi araña transformándolo en un licuado de carne putrefacta.

-Quién sea que halla preparado esta bienvenida se nota que te quiere mucho Carmil.

-Soy un príncipe magnánimo, todo el mundo me ama.

Carmil saltó encima de la espalda de una de las criaturas y le aplicó un maldición de atracción que hizo que todos los monstruos enfocarán sus ataques en ese zombi, el cual literalmente fue desarmado  por sus compañeros de manera poco amable.

-Segundo ataque de flechas de plata, Carmil. Yo me encargo tú sigue atacando.

Corvus miró hacia el cielo, sus sentidos aumentados le permitieron seguir a cada proyectil. Unos metros antes de que las flechas tocaran el suelo, levantó sus manos y tomó control de las flechas de manera remota cambiando su trayectoria para que impactaran contra los zombies, los cuales fueron acribillados por una de sus mayores debilidades, la plata.

-Solo quedan cinco en pie Carmil, encárgate de ellos, yo eliminaré a los arqueros.

De la espalda de Corvus salieron un par de extensas alas reptilianas de color blanco, con un fuerte impulso voló hacia el cielo atravesando las nubles solo para encontrarse con cerca de 50 vampiros armados con arcos mágicos, en su carcaj llevaban flechas de plata, en sus manos guantes especiales para poder tocar dichas flechas, todos estaba vestidos de negro, ocultando sus rostros solo dejando ver sus ojos.

-Buenas y eternas noches caballeros. Antes de acabar con ustedes, déjenme presentarme, soy Corvus “El usurpador”. Les agradezco que hallan venido porque me estoy muriendo de hambre.

En un instante el usurpador desapareció de la vista de los presentes, y reapareció detrás de uno de los arqueros y de una mordida le destrozó el cuello, vaciando lo de toda su sangre en un instante, su cuerpo se transformó en una momia seca antes de ser arrojado como basura convirtiéndose en simples cenizas que se dispersaron en el viento gélido de la noche.

Los arqueros entrenados inmediatamente cargaron y soltaron sus flechas contra su enemigo, sin embargo sin importar cuanto se esforzaran no podían seguir los movimientos de su oponente, los gritos de terror llenaron el cielo. Varios arqueros al ver que no podían hacer nada intentaron huir solo para darse cuenta que aquellos que huían eran cazados primero.

-No huyan por favor, mi estomago aún tiene mucho espacio de sobra.

Corvus partió a un arquero a la mitad usando solo su fuerza bruta, la sangre de su victima fluyó como si tuviera vida y entró por voluntad propia en la boca de su asesino. Varios otros sufrieron el destino de ver como su propia sangre era controlada y abandonaba su cuerpo sin que pudieran hacer nada.

Finalmente todos desaparecieron excepto un solo arquero.

Corvus flotó lentamente hacia el único sobreviviente, quien se encontraba inmóvil en el aire aun sosteniendo su arco el cual dejó caer rindiéndose a su destino, su cuerpo tembloroso,los ojos desenfocados y las lagrimas de sangre que escurrían por su rostro dejaban claro que había caído en la desesperación y locura.

El asesino de su escuadrón por fin acortó la distancia, lo suficiente para estirar su fría y pálida mano y acariciar su rostro.

-Esos ojos son los ojos de una mujer, aún tengo hambre pero como soy un caballero te dejaré ir con vida, pero tal vez en algún momento me tendrás que devolver el favor. Ahora lárgate y ruega que la próxima vez que nos veamos si es que sucede, no seas mi enemiga.

Corvus se retiró lentamente dejando solo una nube de cenizas. En el suelo se reencontró con Carmil quién había acabado con los enemigos en tierra.

-¿Te encargaste de todos?.

-De los zombies si pero no pude encontrar a quién los controlaba.

-No te preocupes los invocadores y domadores de este tipo de criaturas suelen ser unos cobardes. Me imagino que huyó cuando asesinamos a la mitad de sus mascotas.

-Estoy preocupado por mi hermana ,Je… Corvus, Debemos llegar rápido al palacio. No quería llamar la atención pero obviamente el enemigo ya sabe que estoy de vuelta. Iremos volando inmediatamente.

Al igual que con Corvus, un par de alas de aspecto reptiliano de color rojo salieron de la espalda de Carmil , sin perder tiempo voló hacia el cielo siendo seguido por Corvus.

Una hora después de volar tras pasar encima de varios pueblos y pequeñas ciudades llegaron a un suntuoso castillo negro donde fueron detenidos por guardias de imponente apariencia con armaduras de color rojo y lanzas mágicas en sus manos.

-¡Soy el príncipe Carmil Carm! ¡Háganse a un lado! Tengo que ver a mi hermana.

-No puedes simplemente venir y decir que eres el príncipe Carm y esperar a que te dejemos pasar, podrías ser un impostor.

Uno de los guardias se adelantó a los demás y confrontó a Carmil, por alguna razón tenía una gran sonrisa en el rostro.

-Aquí está mi prueba, solo alguien de la realeza puede usar este anillo

Carmil le mostró el dedo de en medio al guardia.

-El anillo también puede ser falso.

Sin borrar la sonrisa de su rostro el guardia siguió bloqueando el paso a Carmil, ni siquiera le dio una mirada al anillos que Carmil le mostraba.

-Carmil, no te canses en explicarle las cosas a este sujeto. Hay un dicho que dice es mejor pedir perdón que permiso. Solo mátalo y después le pides perdón a tu hermana, estoy seguro que no le importará perder a un solo guardia, sobre todo uno que no parece pertenecer a tu facción y por eso quiere fastidiarte, tentando a su suerte, autoridad, habilidad y a mi paciencia. Si quieres yo me encargaré de él.

Las palabras de Corvus hicieron que la sonrisa del guardia se borrara de su rostro y comenzará a retroceder lentamente.

-Eso no me parece un mal plan Corvus. Un guardia que no conoce su lugar y se quiere pasar de listo, es desechable por definición.

-¡Guardias¡ ¡Detengan al impostor y a su cómplice! ¡No, mejor asesínenlos!.

-¡ALTO! ¡Cualquiera que se atreva a atacar al príncipe Carmil, perderá la cabeza!.

Un instante antes que las cosas se salieran de las manos, una figura se elevó desde el castillo y detuvo a los guardias. Se trataba de una vampiresa de cabello largo blanco, ojos del mismo color, piel pálida como la nieve y una figura delgada, vestida en una armadura plateada que cubría la mayor parte de su cuerpo.

-Aliska, que maravilloso verte de nuevo.

-Príncipe Carm, ¿Realmente es usted?

-Carmil se quito el anillo y se lo arrojó a la mujer quien inmediatamente lo examinó.

-Definitivamente este es el anillo de sangre real, solo un miembro de la familia real podría usar este anillo, cualquier otro sería rechazado por el. Sin duda alguna eres el príncipe Carmil Carm. Bienvenido a su hogar su alteza.

-Gracias por recibirme Aliska, quiero decir Marquesa Vimor.

Aliska le devolvió el anillo a Carmil quién a la vista de todos se puso de vuelta el anillo.

-Principe Carm. ¿La persona que está detrás de usted, es su acompañante?.

-Si, él viene conmigo. Su nombre es Corvus.

- Eternas noches , hermosa dama , Soy Corvus, un simple vampiro de una isla aún mas sencilla, tanto que ni siquiera aparece en los mapas.

-Es un placer conocerle Lord Corvus.

Aliska evaluó al acompañante del príncipe de pies a cabeza. Y determinó que era un individuo peligroso que había que mantener vigilado de cerca.

-Marquesa Vimor, me gustaría ver a mi hermana cuanto antes.

-Entendido su alteza sígame por favor, le prepararé una habitación para que pueda descansar hasta que su hermana la reina terminé con sus asuntos.

-¿Asuntos urgentes? ¿Ella salió del palacio?.

-Ella se encuentra en el palacio pero está descansando en su ataúd especial para recuperarse del cansancio.

-Entiendo, te sigo. Prepara también una habitación a lado de la mía para Corvus.

-¿A lado de la suya?

-Así es. ¿Hay algún problema?.

-No lo hay, haré como usted pide.

Antes de entrar al palacio el usurpador detuvo a Carmil poniendo su mano en uno de sus hombros, acercándose a él le susurró:

-Carmil, espera un momento. Creo que este guardia desagradable merece un castigo. Si dejas que incluso un simple guardia te falte el respeto aquellos con un mayor estatus no te respetarán.

-¿Realmente es necesario?

- Solo es necesario si quieres evitar que pisoteen a tu familia. Tienes que hacer de este guardia un ejemplo para que los demás te teman. Si asesinas en silencio a un hombre nada lograrás, pero si lo asesinas despiadadamente frente a todos lograrás que cientos te teman.

-Creo que asesinarlo es demasiado.

-Yo no lo creo así, pero si no estás preparado para dejar de ser un niño y convertirte en un adulto capaz de proteger a su familia, no hay nada que yo pueda hacer.

Carmil lentamente se dio la vuelta y señaló al guardia que le había causado problemas, quién se intentaba ocultar con los demás.

-Guardias ¡Detengan a ese sujeto por faltarme el respeto! Enciérrenlo en las mazmorras hasta nuevo aviso.

-¡Como ordene su alteza!.

Los demás guardias sin perder tiempo para no ser castigados inmediatamente obedecieron la orden dada.

-Sigues siendo un niño Carmil.

Corvus se burló levemente de Carmil.

-Deja de molestarme.

Aliska solo observó en silencio la interacción entre el príncipe y su extraño acompañante. Ella pensaba eliminar al guardia en secreto, ya que tal y como Corvus había dicho, solo estaba causando problemas porque era partidario de la facción extremista. Su precaución sobre Corvus aumentó considerablemente. Era obvio que se trataba de un vampiro experimentado que sabía como hacerse respetar usando el miedo.

Con paso firme los tres cruzaron la puerta principal del palacio.

Compartir en Google Plus

Acerca de David-A Gato

This is a short description in the author block about the author. You edit it by entering text in the "Biographical Info" field in the user admin panel.