WALPURGISNACHT CAPITULO 14. DIJISTE QUE TODO IBA A ESTAR BIEN.
-"Dijiste
que todo iba a estar bien"-.
Con
su pizarra en mano y con el descontento en su rostro, Seni miraba
fijamente a Io obviamente reclamándole.
-Ups-.
Con ese sonido monótono Anastasia quiso zafarse del problema, el
ceño fruncido de Inés le mostró que había fracasado, así que
mejor decidió añadir mas palabras.
-Lo
siento, no pensé que algo así pasaría-.
-"No
quiero pasar mi fin de semana en una celda así que mejor vayámonos
de aquí antes de que lleguen las autoridades"-.
-Estoy
de acuerdo-.
Io
y Seni estaban debajo de una mesa, por alguna razón random una pelea
campal se había desatado en el club privado "La escoba usada".
Hechizos, puñetazos, botellas e insultos volaban por todas partes. A
pesar de todo el caos las participantes de tal batalla campal seguían
una regla no escrita, "nada de ataques mortales", esto
aseguraba que no hubiera ninguna casualidad, pero si muchos
moretones.
Io
y Seni gatearon hasta la puerta y llegaron justo a ella cuando la
puerta delantera se abrió y entraron varias brujas vestidas de
verde, se trataba de la policía local. Asustado con la idea de ser
atrapado y que su secreto sea descubierto el joven tomó la mano de
Io y salió por la puerta trasera, luego inmediatamente la cargó
como princesa en ambos brazos, sorprendiendo a su amiga, aplicó
magia de refuerzo sobre su propio cuerpo al máximo nivel que podía
y salió corriendo a toda velocidad.
La
actitud de su compañera fue tan súbita que Io no tuvo tiempo de
reaccionar hasta que ya se había alejado bastante de la policía y
la academia Cucurbita se podía divisar a lo lejos.
-Inés,
espera, detente. No nos están siguiendo ya no tienes porque correr
¡Por favor bájame ahora mismo!-.
Ante
la voz de su amiga, Seni se detuvo y la bajó lentamente, él tomó
su pequeña pizarra que estaba en una bolsa interna de su ropa
y escribió palabras de disculpa.
-"Lo
siento, no quería que nos atraparan"-.
-Bueno,
no hablemos de esto. Lo importante es que escapamos sin problema.
Pienso que ya es suficiente por esta noche, deberíamos ir a dormir y
con eso me refiero cada quién en su propia cama-.
Io
tenía la cara roja.
-"
Si, está bien. Mañana tengo que ir a trabajar a los establos me
haría bien descansar lo suficiente"-.
Sin
mediar palabra caminaron hasta la academia y luego a su dormitorio,
una vez dentro Seni se sintió seguro, tras ponerse una bata se
acostó y rápidamente se durmió. Por su parte Io tardó en
conciliar el sueño.
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Como
era habitual Seni se levantó temprano, se alistó y salió hacia el
trabajo tras comer unas barras energéticas que él mismo preparó.
Cerca
de medio día cuando ya había acabado con la mayor parte de
sus obligaciones, fue abordado por Madam Prots y una señorita alta,
de cabello morado fuerte, ojos del mismo color solo ligeramente mas
claros que su cabello, piel blanca pero a diferencia de otras
señoritas que Seni había conocido tenia un ligero toque de aquellos
que se exponen al sol debido al trabajo. En su cadera, unida a su
falda por un un gancho cargaba un látigo.
-Hola
Inés, espero no molestarte en tu trabajo. Me gustaría presentarte a
mi nieta Lavender, ella vino a ver a Quim y se quedará por unos
días-.
-"Mucho
gusto Señorita, se me hace conocida, tengo la ligera impresión que
los pasados días la vi en varias ocasiones pero puedo estar
equivocada"-.
Seni
tenía un secreto y era muy serio a la hora de cuidarlo. Siempre
intentaba estar pendiente de su entorno y no bajar la guardia.
-No
he salido de la mansión, así que te aseguro que no fui yo la
persona que viste, ¡definitivamente no fui yo!-.
Ante
la respuesta sospechosa Seni la miró con desconfianza, mientras que
Madame Prots intentaba aguantarse la risa pensando que su nieta era
una pésima mentirosa y espía.
-Pero
cambiando de tema, te agradezco profundamente que hallas salvado a
Quim. él es muy importante para la familia-.
-"No
fue nada, solo hice lo que debía hacer"-.
-Realmente
gracias, y sobre la forma en la que lo salvaste me refiero a la
poción del entendimiento...-
Lavender
no pudo continuar con lo quería decir, su abuela le interrumpió.
-¡Lavender!
Ya habíamos hablado sobre eso-.
Madame
Prots miró con severidad a su nieta al mismo tiempo que Seni le dirigía una mirada de ligera decepción.
-No
es lo que crees Inés, mi nieta es una domadora cuando escuchó como
salvaste a Quim, ella dedujo por su cuenta lo de la poción del
entendimiento, después de todo es una poción legendaria para
nuestra clase mágica-.
-"Entiendo.Con
su permiso me retiro aún tengo trabajo que hacer"-.
Seni
decidió retirarse del lugar, no quería seguir tratando ese tema su
actitud dejó en claro eso. Por un momento Madame pensó en detenerla
pero al final desistió.
Cuando
Inés salió de vista. Madame Prots le habló a su nieta.
-¿Por
qué tenías que hablar sobre la pócima?-.
-Si
pudiéramos obtener la receta nuestra familia sería mas poderosa e
influyente, prácticamente seríamos la familia de domadoras mas
importante del reino e incluso mas allá-.
Madame
suspiró ante la respuesta de Lavender.
-Lavender
entiendo tu ambición pero estás perdiendo de vista algo muy
importante, aunque podamos llegar a hablar con las criaturas mágicas,
eso no significa que seremos capaces de entender su corazón. Lo que
Inés hizo por Quim fue mas que solo hablar, ella conectó con él de
corazón a corazón y así lo salvo. Palabras vacías de nada sirven.
Tal vez en la capital has aprendido mucho, pero conocer y comprender
son dos cosas muy distintas entre si, como la tierra y el cielo. Te
admiro Lavender eres increíble, trabajadora, disciplinada, nada te
detiene pero tus ojos solo ven lo evidente aún no eres capaz de ver
la humilde esencia detrás de las criaturas mágicas pero no te
sientas mal ya que tampoco yo he podido, me atrevo a decir que solo
mi madre, tu bisabuela podía pero sabes he decidido empezar a creer
nuevamente en lo que mi madre me decía, aunque tú eres libre de
seguir tu propio camino-.
-Lo
siento abuela te hice quedar mal, he lastimado la confianza que había
entre ustedes dos. Mi ambición me ganó y comprendo lo que quieres
decir, supongo que sin darme cuenta me he olvidado del corazón-.
-No
te tienes que disculpar todas cometemos errores, además hay otras
formas de obtener esa receta-.
Madame
Prots le guiño un ojo a su nieta al mismo que reía misteriosamente.
-¿Que
quieres decir?-.
-Matrimonio-.
La
astuta mujer respondió sin titubear.
-¿Te
refieres a mi hermano?-.
-¿A
quién mas podría referirme? No es como si tuvieras un hijo
escondido por allí-.
-¡Claro
que no tengo ningún hijo escondido!-.
-Entonces
obviamente tiene que ser tu hermano-.
-Pero
Madam Qriphoon y Madam Alads están interesadas en él como
esposo para alguna de sus hijas, Inés es una señorita buena pero
es de una familia humilde. Sería un escándalo-.
-Lavender.
Hay una cosa de la que me enorgullezco, tengo un buen ojo para las
personas. Inés puede tener un origen humilde pero ta aseguró que
llegará a ser alguien importante. Cuando el momento adecuado llegué
nadie podrá decirme nada por elegirla a ella frente a otras
candidatas-.
-Te
creo pero no significa que este de acuerdo. No importa que tan
importante sea esa poción intercambiar a mi hermano por ella no está
bien-.
-No
lo estoy intercambiando por nada simplemente le estoy consiguiendo
una excelente esposa al mismo tiempo que nuestra familia obtiene a un
talento como Inés. Todos ganan-.
-Si
lo pones de esa forma supongo que está bien pero me opondré si veo
que Inés no cumple con mis expectativas-.
-Me
parece bien-.
En
ese momento dos hombres jóvenes sintieron un terrible escalofrío
recorriendo su espalda y esparciéndose por todo su cuerpo, uno de
ellos era por supuesto Seni.
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Seni
estaba preocupado cuando el tema de la poción del entendimiento
salió en la conversación. Su abuela le había dado grimorios
antiguos y poderosos confiando en que el mantendría esos
conocimientos solo para él además para mantener su secreto debía
tener un bajo perfil sin embargo es obvio que había fracasado. Seni
solo deseaba que Madame Prots y su nieta no volvieran a mencionar ese
tópico, sin embargo sabía que solo desear y no hacer nada era algo
malo, él necesitaba un plan en caso de que su jefa o su nieta lo
presionarán.
Entregar
la receta no era una opción, el grimorio donde se hallaba la receta
también contaba que en el pasado había sido usada para mal, para
engañar a bestias mágicas y esclavizarlas. Inés no quería que
algo así volviera a pasar.
-(Juntaré
el dinero suficiente y le pagaré a Madame Prots lo que me hubiera
costado comprar a Emerald, después renunciaré al trabajo, le diré
que quiero dedicarme por completo a mi escuela y eso no es una
mentira, mi nivel es demasiado bajo, mientras mas tiempo tenga
mejor)-.
Seni
pensó en una solución, de ahora en adelante ese sería su plan de
acción.
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El
domingo llegó, Seni estaba feliz ya que por fin había recuperado la
voz, en realidad el sábado ya se habían cumplido los días en los
que no debía hablar o emitir sonido alguno pero por temor decidió
aguantar un día mas. Ahora él se encontraba en el baño mirando el
reflejo de su rostro en el espejo, lentamente abrió la boca, su
intención era hablar o emitir algún sonido pero un miedo profundo
le invadió borrando su felicidad. El pensamiento de que podría
perder la vida cruzó por su mente, aunque estaba seguro del tiempo
la duda no lo dejaba. Varias veces intentó hablar pero no se
atrevía. Sin poder contenerse empezó a llorar. Seni ya había
contemplado ese escenario incluso había tomado medidas en caso de
que lo peor pasará, incluso si él muriera tendría que continuar.
De su ropa el joven inundado por el pánico, sacó una pequeña caja
cuya superficie tenía labrada la figura de una liebre y la abrió
dentro había otra caja con el labrado de un pato, sin detenerse
destapó la segunda caja, dentro había una tercera caja con el
labrado de un huevo la cual también abrió en su interior
contenía una aguja de color obsidiana que ya se encontraba
hilada con su cabello en vez de con hilo de seda o algodón, Seni
miró la aguja durante mucho tiempo y finalmente tomó valor, respiró
hondo y habló.
-Vida-.
Solo
una palabra salió de su boca. Seni cerró sus ojos y tras varios
segundos suspiró, al darse cuenta que no sentía ningún dolor atroz
en su lengua y garganta comenzó a reír sin control, sus lagrimas
ahora eran de felicidad.
-¡Ya
puedo hablar!, ¡Ya puedo hablar!-.
Su
voz aguda debido el anillo mágico que llevaba sonó escandalosamente
en el baño. Eufórico salió y se encontró con Io quién había
despertado por la conmoción, ella le quedó viendo y le hizo una
pregunta mientras aun estaba adormilada.
-¿Estás
bien Inés?-.
El
joven se acercó a su amiga y la abrazó con fuerza.
-¡Estoy
mas que bien, por fin he recuperado mi voz! ¡Sigo con vida!-.
Seni
besó en la mejilla a Io y luego añadió:
-
¡Cuando regrese del trabajo tenemos que ir a festejar!-.
Sin
mas explicación Seni salió de la habitación.
Por
su parte Anastasia Io se puso en posición fetal y se tapó con las
sabanas intentando procesar todo lo que había pasado, durante un
lago rato ni siquiera parpadeó su cerebro trabajaba a toda
capacidad.
El
joven travesti se dirigió a su trabajo donde mantuvo una gran
sonrisa durante todo su turno, para su buena suerte no fue abordado
nuevamente por Madame Prots o su nieta, y terminó su labor sin
arruinar su humor.
Cuando
regresó a su cuarto fue confrontado por Io.
-Felicidades
Inés, por recuperar tu voz. Realmente es algo para celebrar pero me
podrías decir ¿Por qué dijiste que "Sigo con vida"? Es
casi como si tu vida y no solo tu voz hubieran estado en peligro. Hay
algo que no me contaste y quiero que lo hagas ahora.-.
-Ah,
yo, no tienes porque preocuparte, lo peor ya pasó.-.
-Así
que si había algo peor. Será mejor que hables-.
La
mirada fulminante de su compañera intimidó a Seni quién salió
corriendo del cuarto a toda velocidad.
Fueerte, está muy chido, sigue así. :3
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