CAPITULO 12 FINALMENTE MI REDENCIÓN HA LLEGADO.
La armadura que ella le había prestado a su aprendiz Inés Ros había sufrido un cambio llamativo. Anteriormente era del color del metal pero ahora se había tornado de un color blanco, pero los cambios no eran solamente estéticos, ella podía sentir poder mágico dentro de la armadura.
Cuando ella le cuestionó a Inés qué es lo que había sucedido, ella confesó que le había inscrito runas y símbolos mágicos a la armadura para hacerla mas resistente y que de alguna forma terminó así. Inés se disculpó sinceramente y se comprometió a conseguir una nueva. Ella no se enojó con su aprendiz mas bien estaba preocupada por su seguridad aparte de eso sentía un sincero interés ante tal fenómeno, tras analizar la armadura concluyó que esta había sido encantada pero quería descubrir en que medida y si era segura seguir usándola así que se la pidió a Inés.
Cuando terminó sus deberes decidió llevársela a la profesora de encantamientos, una anciana de cabello negro, de baja estatura que siempre llevaba una pipa en la boca llamada Vendeta Noir.
Gunr la encontró en su taller dándole mantenimiento a algunos objetos mágicos, Vendeta era amiga de su familia y la conocía desde hace mucho tiempo.
- Veta ¿Como estás?-.
La mujer de edad detuvo lo que estaba haciendo y volteó a ver a la valquiria.
-Ah, eres tú Gunr. ¿Necesitas algo de mi?-.
- Si, me gustaría que revisaras una armadura encantada-.
-¿Está en esa gran bolsa que cargas?-.
-Si-.
-Entonces ¿Que esperas? Muestramela-.
Gunr rápidamente sacó la armadura blanca y tal como le habían pedido la mostró a la anciana. Ella se levantó y la examinó pieza por pieza, después de un considerable tiempo, la anciana empezó a ponerse la armadura.
-Veta ¿Por que te estás poniendo la armadura? ¿No es peligrosa?-.
-Obviamente me la pongo para entenderla y no, no es peligrosa ¿Quién es la profesional en objetos encantados, tú o yo?-.
-Tú-.
-Entonces guarda silencio y déjame hacer mi trabajo-.
La anciana era una mujer bastante directa al tratar con los demás no le gustaba divagar, algunas podrían decir que incluso era tosca pero Gunr sabía que era una buena persona.
Tras unos momentos mas de incomodo silencio, la anciana se quitó la armadura y dio una evaluación tras fumar de su pipa un par de veces.
-Gunr ¿Sabes cuales la diferencia entre un objeto encantado y uno pseudo-encantado?-.
-Si, los objetos pseudoencantados no tienen poder por si mismos, es necesario aplicar mana para que los símbolos y runas mágicas inscritas en dicho objeto se activen y dicho objeto obtenga alguna cualidad mágica mientras que los encantados contienen poder por si mismos sin necesidad de que se les aplique mana para que se activen sus efectos, aunque eso no quiere decir que no acepten mana extra si el usuario quiere aumentar el poder-.
-Excelente respuesta. Basándonos en esa simple clasificación esta armadura es un verdadero objeto encantado. Esta armadura la recuerdo tú me la compraste pero antes era una simple armadura. ¿ Tú la encantaste?-.
-No, yo no fui-.
-Si, eso es obvio. Te conozco desde hace mucho y nunca has tenido interés por este tipo de arte simplemente pensé que habías cambiado de idea. En ese caso ¿ Pagaste para que alguien te la encantara?-.
-Tampoco-.
-Se directa Gunr no me dejes con la duda ¿Quién encantó este objeto? -.
-Fue una estudiante llamada Inés Ros, mi primer discípula en esta academia-.
-¿!Tu tienes una discípula?¡-.
La anciana parecía sumamente sorprendida y sin querer aspiró una gran bocanada del humo de su pipa y empezó a estornudar vigorosamente, inmediatamente Gunr quiso acercarse para ayudarle pero la anciana levantó su mano y le hizo señas de que se detenga.
Tras varios momentos la encantadora recuperó el aliento y continuó hablando.
-Supongo que debo decir felicidades, ya puedes decir que eres una profesora hecha y derecha-.
-Gracias-.
-Regresando al tema, así que se llama Inés Ros y es una estudiante de aquí ¿Como pasó? Yo no les he enseñado nada sobre verdaderos objetos encantados además se necesita algo mas que conocimientos para lograr crear un verdadero objeto encantado-.
-¿Quieres decir que mi linda discípula tiene talento para encantar objetos?-.
-No es un asunto de talento sino de sentimiento. Me imagino que tu discípula es una persona realmente emotiva. En cualquier caso todas las grandes cosas comienzan siendo pequeñas-.
-¿Que tienen que ver lo sentimientos con el hecho de encantar cosas?-.
La valquiria estaba ligeramente confundida.
-Tiene que ver todo. Los sentimientos, las emociones sirven para ponerlo de una manera burda de catalizador y pegamento, son lo que une la magia con el objeto que deseas encantar y aumenta su potencia por lo tanto mientras mas fuertes sean tus sentimientos mejores serán los resultados-.
-Entiendo lo que dices pero me cuesta un poco imaginarlo-.
-Dame un momento y te haré comprender bien a lo que me refiero-.
La anciana encantadora se puso de pie y se adentró en su taller, al cabo de unos minutos regresó sosteniendo una espada corta y se la dio a Gunr.
-Desenvaina este sable-.
Extrañada la valquiria sostuvo la espada y la desenvainó como se le había pedido y cuando el arma estuvo totalmente fuera de su vaina, una atroz sensación fría se esparció desde sus manos hasta el resto del cuerpo, instintivamente soltó el arma y la vaina y dio varios pasos atrás visiblemente afectada.
Veta le sonrió luego se agachó, recogió el arma y la colocó de vuelta en su funda.
-¿ Que sentimientos te invadieron, valquiria?-.
-Odio, una profunda y enferma sed de sangre, de destruir todo-.
-Ahora ponte esto-.
Colocando el arma en la mesa, la anciana le pasó el casco de la armadura blanca.
Gunr tomó el casco y se lo colocó.
-Ahora cierra los ojos, cuenta hasta diez y dime qué sientes, qué te provoca-.
Pasados los diez segundos la valquiria abrió la boca.
-Calidez, un deseo por proteger a los demás antes que a uno mismo, humildad, comprensión ante el dolor ajeno-.
La joven guerrera abrió sus ojos y se quitó el casco, en su expresión se podía ver que estaba pensativa.
-Son tan diferentes, ese sable y este casco, son sentimientos opuestos-.
- ¿Como blanco y negro?-.
-Esa sería la mejor analogía. No puedo creer que una señorita tan joven fuera capaz de poner tales sentimientos en un objeto-.
-¿Ahora comprendes lo que te decía sobre los sentimientos?-.
-Perfectamente. Solo tengo una duda, yo he usado antes objetos encantados y nunca había sentido algo como esto ¿Por qué?-.
- Eso depende de la fuerza de los sentimientos que cada encantadora posee y los cuales pone al trabajar en dichos objetos. Objetos como este sable y armadura son raros, están tan saturados de sentimientos que terminan invadiendo a su portadora, eso tiene sus cosas a favor y en contra. Por ejemplo este sable puede cortar casi cualquier cosa incluso ataques mágicos enemigos, además aumenta la velocidad de movimiento y otros parámetros pero se corre el riesgo de entrar en un estado frenético y terminar asesinando y destruyendo todo lo que este a la vista.
La anciana hizo una pausa donde fumó una bocanada de humo de su pipa luego de exhalar continuó con su explicación.
-En el otro extremo tenemos esta armadura, sus capacidades de defensa han sido aumentadas mas allá de los limites que los materiales con los que está hecha lo permiten, protege contra ataques físicos y mágicos, pero lo mas interesante es su habilidad de sacrificio, y antes de que me preguntes que es eso te lo explicaré, cuando esta armadura llegue a recibir un ataque que supere su defensa como un último acto de fidelidad a su portadora absorberá todo el daño y luego se desintegrará salvando la vida de su portadora. Es una pena si esta armadura fuera de mitril y no de materiales comunes sería un tesoro de gran valor-.
-Eso es genial-.
La joven valquiria sintió admiración ante tal hecho.
-Esas son las cosas buenas pero las cosas no tan buenas también deberías escucharlas. Cualquiera que se ponga esta armadura antepondrá la vida de otros antes que la suya, como si se tratase de la paladina mas virtuosa de todas. Para dejarlo mas claro esta armadura mas que servir para protegerte te llevará a proteger a otros. No es un objeto que deba ser usado por alguien egoísta sino por alguien que ha comprometido su vida a ayudar a los demás-.
-En ese caso no dejaré que mi discípula siga usándola si se pone en peligro-.
-Eso no tiene sentido Gunr, tu discípula ya posee estos sentimientos con o sin armadura-.
-Entonces la entrenaré para que pueda superar cualquier peligro-.
-Eso suena mucho mejor. Las personas puras no suelen tener un buen final pero dejando los hechos de la vida a un lado me gustaría conocer a tu discípula personalmente, es posible que ya le de clases pero no soy muy buena grabándome los nombres y rostros de esas estudiantes mimadas-.
-¿Que piensas hacer con ella?-.
-Quiero tomarla como mi última aprendiz-.
-Pensé que ya no tenías intención de tomar aprendices, muchas han venido a rogarte pero las has rechazado a todas, ¿Qué hace a Inés diferente a ellas?, muchas incluso eran de familias mágicas famosas. Inés no tienen un gran talento mágico pero se esfuerza al máximo un poco mas cada día, pero aún con eso comparada con sus compañeras está debajo del promedio-.
-No deberías hablar mal de tu discípula-.
-No es hablar mal, solo estoy diciendo la verdad pero no me malentiendas la apoyaré con todas mis fuerzas, estoy segura que con el tiempo suficiente superará sus limites-.
-Si ella aprende a forjar y encantar sus propios objetos le será mas fácil romper sus limites ¿No crees?-.
-Supongo que si pero aún no me has contestado por qué ella-.
Vendeta vio a Gunr a los ojos al mismo tiempo por un momento y luego respondió.
-Siendo sincera es porque siento que los errores de mi vida han venido a escupirme en la maldita cara, a mi se como conoce como Vendeta " La legendaria herrera de corazón negro", hoy tú me trajiste una armadura que yo hice pero que fue encantada por otra persona, por una señorita con el corazón blanco. En el pasado yo hice las mejores armas del reino, las cuales tomaron las vidas de incontables personas entre ellas las de muchos inocentes. Mis mas grandes creaciones solo sirvieron para una cosa y eso es asesinar. Esta armadura blanca por otra parte aunque esta hecha de materiales humildes y comunes tiene la habilidad de sacrificarse y dar su último aliento para salvar a su portadora. Humilde pero bella hasta el final y por otra parte tenemos a mis creaciones insignes que lo único que desean es sangre. Tu discípula es lo contrario a mi, yo que cause tanto mal deseo ver que tanto bien hará alguien como ella con la guía adecuada. Eso es todo. No me atrevo a creer pero tal vez finalmente mi redención ha llegado-.
La valquiria se quedó en silencio por varios segundos, ella no esperaba esa clase de respuesta. La sinceridad de Vendeta le tomó por sorpresa y le conmovió, esforzándose por fin pudo hablar.
-Hablaré con ella pero no te prometo nada además tengo condiciones; primero tienes que prometerme que no la presionarás para que sea tu aprendiz. Debes respetar su decisión. Segundo los exámenes del cuatrimestre y la prueba de iniciación de la valquirias son pronto y ella estará muy ocupada así que tendrás que esperar para hablar con ella. Eso es todo-.
-Me parece bien acepto tus condiciones incluso si ella fuera de casualidad una de las estudiantes que acuden a mis clases no le hablaré sobre este tema-.
-En ese caso tenemos un trato. Las damas sellaron el acuerdo con un apretón de manos.
En ese mismo instante Seni quien estaba estudiando para los exámenes cuatrimestrales le invadió una ominosa sensación, una sensación similar a cuando te llama tu jefe y sabes que es para aumentar tu carga de trabajo. El joven detuvo todo lo que estaba haciendo y tomó una poción nutrimental, tras lo cual a pesar de que no era tan tarde decidió dejar de estudiar y se acostó en la cama.
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