-¿Cómo que un juego?-Dijo Roan algo molesto-
¿Acaso vi morir a tantas persones a mi lado por un simple “juego”?
-Puede sonar triste pero así es la
realidad-Respondió Baxi.
Roan no
pudo contener la ira, su rostro tomo un tono rojizo y trato de aventarse sobre
Baxi, pero Johannes y Søren lo alcanzaron a detener.
-¿Cómo es que sabes tanto y
nosotros nada?-Pregunto Roan estando muy molesto.
Baxi se acercó lo suficiente y
puso su rostro contra el de él.
-Eso es algo que a ti no te
incumbe.-Respondió seriamente.
Solo me contemple a mirar, no dije
nada ni trate de hacer algo, Baxi subió las escaleras y antes de marcharse pude
ver su rostro, el cual indicaba una ira inigualable.
Johannes y Søren soltaron a Roan y este se sentó en una silla de madera
vieja
-Hay algo muy raro con ese
sujeto-manifestó Roan-. Sabe cosas que ninguno de nosotros sabe, es de vital
importancia que nos la diga si queremos salir de aquí.
-Deja de ser idiota-replico Søren- ¿Estás seguro que hay una salida? No sabemos
absolutamente nada de este lugar y ya vienes con ideas absurdas.
Se suponía que éramos un equipo,
pero el primer día y ya la mayoría habían peleado.
La atmosfera se puso pesada, todos
estaban tensos, el silencio se apodero de la estancia, hasta que una pequeña
voz lo rompió.
-Si van a seguir con sus
pendejadas será mejor que me avisen de una vez-Dijo Kihu-. No pienso estar
rodeado de imbéciles que lo único que hacen es discutir los unos con los otros.
Quede sorprendida con la facilidad
que podía hablar e insultar a otros esa pequeña niña.
-Disculpen, pero nadie se ha
preguntado ¿cómo sus heridas fueron sanadas?-Pregunté.
Todos se miraron entre sí.
-Ha de ser porque llevamos mucho tiempo
aquí-Respondió Roan.
-Estas equivocado calvo.-replico Kihu-. Con mis
propios ojos pude ver como le desmembraron el brazo y la pierna a esta
estúpida.
En ese momento todos dirigieron sus miradas
hacia mí.
-¿Es eso cierto?-Pregunto Johannes.
Baje la mirada y respondí.
-Es verdad.
La confusión de todos se hacía aún mayor.
-No importa que tan mal estés si la misión
termina eres traído de vuelta como si nada te hubiera pasado-Dijo Baxi-. Así
funciona el sistema.
Todos seguían sin entender.
-¿Cómo que así es el sistema?
-Eso es algo que me gustaría saber-respondió
Baxi-. No entiendo por qué se nos da otra oportunidad cuando deberían dejarnos
morir, es mil veces que seguir en este lugar.
Al escuchar esas palabras recordé la forma en la
que me amputaban mis partes, los cadáveres y mi propia sangre caer derramada en
el piso, el estómago se me revolvió, tuve muchas ganas de vomitar pero pude
contenerme.
-¿Estas bien?-pregunto Søren-. Te ves muy pálida.
-Tranquilo, no es nada-Respondí.
En ese instante llego un mensaje
indicando un número y que ese era el de nuestra habitación.
A mí me correspondió el 16.
Todos subimos por las viejas escaleras de madera
que crujían cada vez que las pisaban.
Mi habitación estaba al frente de la de Baxi, lo mire por
última vez ese día, ya que sabía que no saldría de ahí hasta la mañana
siguiente.
Era un cuarto no muy grande, tenía
una cama, una ventana, un closet al lado de ella y un baño.
Entre en el y había un retrete,
una ducha un lavamanos y un espejo lo primero que hice fue verme al espejo, no lo
podía creer, era bonita, mi pelo era corta y de color gris, mi piel era muy
blanca y llevaba conmigo un collar que tenía atado un cuarzo.
Lo admire por varios segundos y volví a la
habitación, mire por la ventana y el cielo estaba negro, ya se hallaba la noche
encima de mío.
El cielo soplaba fuerte, moviendo mi cabello
contra mi rostro.
-¿Por qué razón estábamos aquí?-pensaba mientras
miraba la plenitud de la noche-. Si puedes oírme solo te pido una cosa Dios, no
te pido que me ayudes...pero tampoco que me estorbes.
Me hallaba muy cansada, por lo cual entre en la
cama y dormí profundamente.
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