7 ene 2017

Okane o subete sekai e chikara 17 - Están aquí




Capítulo 17
Están aquí


Tuve dificultades para conciliar el sueño, casi paso toda la noche en la biblioteca privada de la academia, pero no puedo dejar de estar al 100%. No puedo permitirme falta de sueño.
El primer paso es colocar en su lugar todo lo necesario para el enfrentamiento... desearía dejarle esa parte a Ryuuji, pero no es posible de momento. Afortunadamente, confirme que Johan termino con su tarea mientras yo dormía.
El director debe estar moviendo los últimos artefactos en estos momentos.
Lo siguiente es la armadura. El herrero agotado me recibió sonriente, al parecer estuvo trabajando toda la noche, pero logró terminar a tiempo.
Todo marcha bien... demasiado bien.
Uno pensaría que los infiltrados reaccionarían ante el hecho de que no pudieran conseguir armas. Pero al parecer, el ver lo ocupado que estaban todos en las forjas y herrerías los convenció de que no tenían tiempo, ni materiales para ellos. El nivel intelectual de estas personas deja mucho que desear, pero es una ventaja.
Al parecer los infiltrados son de mente pequeña. Empiezo a pensar que sin contar a los académicos y al viejo Gara'kat, todos son un montón de tontos. Sin duda el alcalde lo es, al dejar pasar a los "refugiados" como si nada. Su número es tan grande que algunos de ellos acampan en el bosque, la ciudad no puede hospedarlos a todos. Aunque no es como si hubieran muchos lugares para quedarse. La ciudad apenas tiene visitas, es normal que solo haya uno que otro establecimiento que pueda recibirlos.
Sin duda es parte de su plan. Seguramente cuando la ciudad este ocupada en la defensa, inicien un incendio en el bosque, que sin duda se extenderá a las pocas granjas. Recortando una importante fuente de recursos.
Es posible que simulen que fue un accidente mientras acampaban, para que no los descubran y así puedan seguir reduciendo los recursos de la ciudad, son muchas bocas extra que alimentar. La persona que planeó esto, sin duda es lo bastante listo para pensar en ello. No se revelarán abiertamente como enemigos hasta el momento preciso.
La realidad, es que incluso si los exponemos ahora, no contamos con la capacidad de evitar que provoquen daños a Galia. No es como si la invasión fuera a dar marcha atrás solo porque sus hombres fueron descubiertos, si es que estos lograron infligir suficiente daño o no, es una apuesta que los creo dispuestos a correr.
...
Hay dos grandes tipos de Ataques que se pueden realizan al sitiar una ciudad.
Uno de ellos es el asalto frontal. Simplemente atropellar las defensas hasta quebrarlas. Esto es muy efectivo si se cuenta con una fuerza abrumadoramente superior.
Si consideramos el número y calidad de las tropas, probablemente ese sea el caso. Pero Galia cuenta con la ventaja del terreno. Una ventaja impresionante.
La ciudad se ubica en un colosal descanso de una montaña. Para llegar hasta ese descanso, existe un estrecho camino que sube en zigzag. Incluso en las secciones más amplias del camino, apenas cabe una carreta.
A medida que se sube por el camino, hay colocadas varias torres de vigilancia resguardadas por arqueros. Aquí la disposición en zigzag del camino resulta estratégicamente formidable, ya que permite que las torres reciban apoyo de las torres superiores fácilmente, causando una lluvia de flechas capaz de cubrir todo el camino. También pueden arrojar aceite hirviendo, causando no solo daños, sino dificultando el moverse por el angosto camino.
Incluso si los arqueros hacen un uso indiscriminado de sus flechas, reciben munición desde arriba. Al iniciar un ataque a Galia, la producción de flechas se convierte en prioridad, de manera de tener un suministro constante para las torres.
Incluso si las fuerzas avanzan hasta alcanzar una torre. Los guardias sin dudarlo la abandonarán, no sin antes derribarlas cubiertas de llamas para bloquear el camino, comprando tiempo valioso, durante el cual las torres superiores no cesaran en su ataque. Es una dificultad seria el apagar el fuego, tanto que normalmente deben esperar a que las llamas se consuman solas.
La posibilidad de usar magos de agua es también minúscula, ya que por lo general no pueden cargar con el peso de las armaduras, y sin armaduras y escudos, serian los primeros en caer ante las flechas.
En las escasas ocasiones en la historia de Galia en las que recibió un ataque frontal. La posibilidad de que se agotaran las flechas era mayor a la posibilidad de que la fuerza invasora lograra subir el camino por merito propio. Es decir, que el avance del enemigo es así de lento y sus bajas así de serias.
Existe el temor de que un enemigo intente escalar la montaña, en lugar de subir por el camino. Pero está montaña es sumamente empinada y la forma de sus rocas es dispareja y afilada. Lo suficiente para penetrar las botas de metal de un hombre que apoyara todo su peso en su pie. Se estima que de cada 100 que intentaran subir la montaña cargando con una armadura, 80 morirían en el camino y 15 simplemente no lograrían completarlo.
No es un camino tan sencillo como el que tomamos nosotros para ver a los Half. Incluso subiendo de esa manera, la persona que lo hiciera estaría agotada y seria derrotada sin demora una vez arriba.
Durante mi tiempo  en TLO, Maki me habló de varios estilos de fortalezas defensivas, pero esto es demasiado.
La otra forma de ataque es un Asedio. Consistente de un bloqueo de la ciudad, impidiendo la entrada de suministros.
Pero en el caso de una ciudad autosuficiente como Galia, el costo de mantener el asedio el tiempo suficiente como para que Galia no lo resistiera, sería por mucho mayor al beneficio de conquistarla.
Después de todo, es costoso mantener un ejército, en especial uno numeroso. Por lo que Los intentos de Asediar Galia en el pasado debieron parar mucho antes de obtener resultados.
Los objetivos más obvios de los infiltrados, son las fuentes de comida, como el bosque-que además provee madera para las flechas-  y las granjas, así como las reservas en los graneros y almacenes.
Si tienen éxito, es posible también que provoquen incendios en la ciudad para maximizar el daño.
Si espero a que el ataque desde adentro comience, será muy tarde. Es por eso que debo tomar la iniciativa.
"Es momento de bajar".
"¿Cómo dice?"
El capitán me observa confundido.
"En pocas horas el ejercito llegará al pie de la montaña, debemos partir ahora para interceptarlos".
"¿De qué habla? ¿Piensa ponerse a su merced solo porque no consiguió la ayuda de los Half? Aun podemos combatir, debemos..."
"No estoy pensando en ponerme a su merced. Por lo que se, son gente cuya vida gira en torno a la guerra y la gloria. No nos atacaran sorpresivamente sin antes hablar".
"¿Está seguro de eso? ellos atacaron Galatea sin aviso".
"Tengo mis razones para pensar así. Hablaran conmigo, eso lo sé".
Y si no es así, ya me encargué de que un Half esté a la espera para recogerme a mi señal.
"Entendido. Mi deber es seguir ordenes".
"¿E-E-Esta seguro, señor Argent? ¡Es muy peligroso!"
"Tranquilo... Por cierto, tengo un trabajo muy importante para ti".
...
Luego de dejar atrás las formalidades. Comenzamos a descender por el camino. Solo mi guardia y yo.
La tensión subía con cada paso que dábamos. Cuando nos acercamos a la primer torre de vigilancia. Me coloque mi armadura. Una reluciente armadura dorada, pensada en dar un estatus imponente a su portador.
"Sin importar lo que ocurra, manténganse callados, déjenme hablar a mi".
No dimos un paso más, hasta que pude cerciorarme de que mis órdenes penetraran en sus cráneos. Simplemente no puedo permitir que interfieran, más que por mi seguridad, los traje por apariencias, no necesito que hablen.
"¿Están ustedes abandonando Galia? Necesito verificar sus identidades".
Naturalmente, al pie de la  torre, había un guardia. No tengo duda de que la primer y la última torre cumplen la función de guardia de frontera. No sé si las demás harán lo mismo, considerando lo relajado que es con el control de los extranjeros el alcalde, lo dudo.
"Mi nombre es Argent Makoto, estos hombres son mi guardia personal".
"¿¡U-Un noble!? Había escuchado que unos hombres de Galatea habían traído a un noble a Galia, pero... ¿¡UN ARISTOI!?"
"Tranquilízate, tengo importantes asuntos que atender, verifica de una vez mi identidad".
"¡S-Si! ¡De inmediato mi señor!"
Cuando verifico mi nombre con su guante, los ojos del guardia se ensancharon un poco más de lo que lo hicieron cuando me presente. Ver es creer.
Luego de que el guardia se inclinara una y otra vez y se disculpara por su retraso, seguimos nuestro camino.
Situaciones similares se produjeron en los otros puestos de vigilancia. Aunque sigo dudando de la seguridad impuesta por el alcalde. Lo más probable es que decidieran verificar mi identidad debido a mi apariencia. Una figura gloriosa se reflejaba en los ojos de los guardias cuando me veían.
Esto es importante y necesario. Si no me aseguro de que me vean y comprueben que soy un noble ahora, habrá problemas cuando deba darles una orden extraordinaria más adelante.
Mientras bajábamos, cuando habíamos pasado por la mitad de las paradas. El capitán se me acerco para hablarme en voz baja.
"Señor, nos han estado siguiendo, creo que es uno de los Half del otro día".
"Seguramente despertamos su interés y ahora nos observan para ver qué ocurre. No le prestes atención".
"Como diga".
El capitán tiene sentidos más agudos de lo que pensé. Pero también es un perro obediente. No hará nada innecesario.
Cuando nos acercamos a la última torre de vigilancia, el guardia vino corriendo hacia nosotros, se le notaba alterado. Mientras que la tensión de los arqueros subidos en la torre se dejaba ver mientras nos apuntaban.
"¿¡Quiénes son ustedes!? ¿¡Por qué están bajando ahora!?"
A juzgar por su estado y su pregunta, algo está pasando y creo saber con exactitud qué.
"Mi nombre es Argent Makoto. Estos hombres son mi guardia personal".
"¿¡U-Un noble!?"
No tengo tiempo para esto.
"Sabemos de la fuerza invasora. Imagino que es la razón por la que estás tan alterado".
"S-Si, Acabamos de divisar un gran ejercito acercándose a la montaña... ¿cómo sabe eso?"
"Ahora no tengo tiempo de explicar. Lo que importa es que nos dejen pasar y se preparen para seguir mis órdenes".
"¿Sus ordenes?"
"¿Piensas cuestionar a un noble, a un ARISTOI?"
"¡C-Claro que no!"
"Todo lo que deben hacer es esperar y seguir mis órdenes cuando lo indique".
"Como usted diga".
Tras encargarme del guardia, seguimos nuestro camino. Mientras bajábamos, podíamos ver como el horizonte se cubría de hombres con armadura, escuchábamos el sonido de sus pisadas hacer eco en la montaña. De inmediato la tensión de todos aumento sin precedentes.
Este será el momento más peligroso que haya tenido desde que llegué a este mundo. No, difícilmente haya habido un momento así de difícil en mi vida mientras estaba en la tierra. Estoy caminando directo a la muerte, si algo sale mal, podría morir. Pero nadie ha llegado a la cima sin correr riesgos.
Cuando llegamos finalmente al final del camino y pisamos tierra en lugar de roca, pudimos ver como un grupo pequeño se desprendía del ejército y se aproximaba a nosotros. Después de todo tenia razón, si me permitirán hablar. Puedo hacer esto, puedo llevar a cabo mi plan, puedo tener éxito.
Poco a poco, la apariencia de los emisarios se hacía más clara. Vestían armaduras de un metal rojizo y llevaban cascos con cuernos. De entre ellos uno tenía unas marcas distintivas en su armadura que le hacían ver más impresionante.
Poco a poco se acercaron a nosotros. Finalmente, se detuvieron a unos cuantos metros de nosotros, lo suficiente como para escuchar su voz.
Están aquí.


3 comentarios:

  1. Gracias por el cap, sale una vez al mes pero aún así actualizo la página principal todos los días solo para leer esta web novel

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    1. Aprecio el gesto, pero no has pensado en seguirme con Google? puede resultar más fácil xD y creo que no publico tan poco como una vez al mes, aunque ciertamente no estoy sacando semanal como planeaba... me esforzaré!

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  2. Muchas gracias. Es una buena novela.

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