Konban wa queridos lectores les traigo el quinto capítulo de esta tanda de caps seguidos. Esperen los siguientes.
Capítulo 5. Si un deporte incluye varas gigantes de madera
las cosas pueden terminar muy mal.
El ritmo de vida
de Seni así como sus obligaciones habían aumentado. La dueña del unicornio terminó por regalarsela
al notar la actitud del equino mágico, él no la quería pero Io le presionó para
aceptar. El colegio contaba con establos y proveía los servicios de atención si
alguna de sus estudiantes decidía llevar una montura, algo muy común en la alta
sociedad, solo había que pagar una cuota extra a la colegiatura.
Al llevar a la unicornio a los establos Seni se
encontró con qué la encargada era su profesora de combate mágico, según ella le
explicó que dado que nunca antes había tenido estudiantes a su cargo, la
directora la ponía a trabajar en varias cosas distintas para cumplir su cuota. Gunnr
Norn al ver al unicornio se llevó una gran sorpresa no por la rareza de la
criatura mágica, su razón fue que las Valquirias les usaban como sus monturas
preferidas, por alguna razón entre la emoción ella se comprometió a hacer de
Seni una gran valquiria, la semana después de eso los entrenamientos se
tornaron infernales, Seni incluso pensó en renunciar pero al recordar que era
el único estudiante que ella tenía decidió soportar la dureza de las clases.
Entre las cosas buenas que aprendió fue a montar a caballo o en este caso en
unicornio, así como los cuidados que necesitaba su nueva montura. Sin embargo
el extenuante ritmo de vida ya le comenzaba a cobrar tarifa a su mente y
cuerpo. Sin darse cuenta se quedó dormido en la clase de pociones.
-Señorita Ros,
Señorita Ros ¡Le estoy hablando Señorita Ros!-.
La voz de su
Profesora, Elsa Parac, una mujer alta y delgada de mediana edad, con cabello
largo ligeramente verdoso y piel blanca, sacó al joven del mundo de los sueños.
Aturdido respondió sin querer levantando la voz de más.
-¡Si,
Profesora!-.
-Señorita Ros,
creo que no debo decirle que dormir en clase es algo impropio. ¿Está de acuerdo
conmigo?-. Con una mirada y tono de voz severo la profesora le regañó.
-Estoy de
acuerdo con usted, discúlpeme-.
-Muy bien, ahora
para celebrar que ya está despierta, dejaré que usted responda una pregunta
sobre el tema de hoy. Dígame ¿Cuál es el método más seguro para arrancar una
mandrágora de la tierra?-.
-Por lo general
para evitar el grito de muerte de la mandrágora se usa una soga, un extremo es
atado a la mandrágora y el otro a un perro, entonces se llama al perro para que
este la arranque desde la distancia…-.
-Bien, ese es el
método más seguro y conocido, tomen nota de ello ya que usarán mucho la
mandrágora en sus pociones y es vital que…
Elsa Parac se
dirgió abiertamente hacia las demás estudiantes sin embargo Seni la
interrumpió.
-…También existe
otro método relativamente sencillo profesora, este consiste en derramar
extracto de ruda sobre la tierra donde se encuentre la mandrágora y esta se
dormirá así no emitirá su grito mortal y puede ser arrancada con facilidad-.
La profesora
Parac se quedó observando a Seni por unos breves segundos antes de confirmar
las palabras del joven.
-En efecto también
existe ese método, sin embargo es menos conocido y por lo tanto solamente usado
por las alquimistas. Buena información adicional Señorita Ros, se ve que ha
estudiado adecuadamente-.
-Gracias
profesora-.
-Sin embargo eso
no cambia el hecho de que no debe dormirse en clases-.
-Entendido-.
El resto de la
clase continuó tratando los diversos
usos y aplicaciones de la mandrágora así
como el método de siembra y los cuidados que necesitan para crecer. En algún
punto esta se convirtió en un intercambio de opiniones entre Seni y la
profesora sobre cuál era la variedad más potente, el abono más adecuado que se
debía usar, la mejor técnica de extracción de su aceite etc.
Cuando el tiempo
de la clase se agotó y todos estaban saliendo del salón, la Profesora Parac
detuvo a Seni,
-Señorita Inés,
¿Me permitiría algo de su tiempo?-.
El joven tenía
planes de descansar por al menos una hora, antes de ir a la sala de práctica de
conjuros y luego a su clase de combate mágico, sin embargo tuvo que abandonar
esa idea.
“Me dormí en
clase así que sería mala idea decirle que no tengo tiempo” Resignado respondió
afirmativamente.
-Sí, dígame que
se le ofrece-.
- Quisiera que
hicieras algo- Revisando su maletín la profesora sacó varias hojas y se las
entregó a su estudiante -Toma este examen y respóndelo. Si hay algo que no
sabes está bien dejarlo en blanco-.
Ligeramente
preocupado Seni regresó su asiento y se puso a responder el documento. A medida
que avanzaba con el examen su preocupación fue desapareciendo pues no había
encontrado ninguna pregunta que no pudiera responder, media hora después
entregó de vuelta el examen.
La profesora
recibió los papeles y los revisó, al
terminar inmediatamente tomó a Seni de la mano y la guió fuera del salón.
-Ahora iremos
hacia los laboratorios y ahí te haré un examen práctico, así que sigue dándome
algo de tu tiempo-.
-Está
bien-. “No es como si pudiera negarme de
todos modos”
Seni pensó que
su profesora tenía la intención de expulsarle por eso le estaba poniendo
exámenes teóricos y prácticos así que a pesar de estar agotado decidió
esforzarse para evitar ese final. Cuando llegaron al laboratorio práctico de
pociones la bruja le dio instrucciones claras.
-Quiero que
prepares las pociones que te voy a pedir, puedes tomar los ingredientes
necesarios de las alacenas y usar el equipo alquímico, solo ten mucho cuidado.
Ahora comencemos con una poción de curación-.
Siguiendo las
órdenes, Seni comenzó a trabajar, tomó, cortó e hirvió las distintas plantas y
raíces y luego las mezcló, cuando la primera poción estuvo lista se la presentó
a la profesora tras revisarla ella le pidió hacer otra distinta.
En total las que
preparó fueron: Curación, regeneración de mana, antídoto básico, productora de
slimes, de aumento de fuerza y velocidad, y grito de banshee. En la última
estuvo a punto de fallar pero agregó un agente estabilizador a tiempo.
Tras todo esto
la profesora le dejó marcharse. Echo polvo, sin nada de energía y oliendo a todo
tipo de hierbas se dirigió hacia su clase optativa de combate mágico que en
esta ocasión sería al aire libre, en los campos detrás de los establos. Su
tiempo para tomar una necesaria siesta había desaparecido tras estar tres horas
en el laboratorio. Casi arrastrándose llegó ante la valquiria.
-Llegaste cinco
minutos tarde. No pierdas más tiempo y ponte esto-.
Gunnr Norn le
arrojó a Seni una armadura de cuerpo completo, él sin esperar eso fue aplastado
bajo su peso.
-Deja de jugar y
apúrate, hoy practicaremos como hacer una justa adecuadamente-.
-¿Justa? ¿Se
refiere a ese deporte donde dos personas a caballo intentan derribarse la una a
la otra usando una gran vara de madera?-.
-Exacto aunque
el correcto nombre es armas corteses, y si, eso es lo que haremos hoy-.
-¿No se supone
que es eso es extremadamente peligroso?-.
-¿Y para qué
crees que es la armadura que te acabo de dar?-.
“Este día no
podría estar peor, tengo la sensación de que terminaré con huesos rotos”
Sin atreverse a
decir sus pensamientos en voz alta, Seni se puso la pesada armadura de metal y
como se le había enseñado sacó del establo a su unicornio quién estaba
extremadamente feliz de ver a su amo.
Él y su
profesora junto con sus respectivas monturas se dirigieron hacia campo abierto
y se colocaron en extremos opuestos con
varios metros entre sí.
-¡Profesora!
¡Creo que mejor no debemos hacer esto!-.
-¡Ya es muy
tarde para arrepentirse así que prepárate!-.
“¡Maldición!
¡Mejor que caiga ella y no yo!”
Con la señal de
su profesora ambos dieron la orden a sus monturas de avanzar. La montura de Gunnr
Norn era un semental negro con ojos rojos que parecían ser de fuego, para Seni
sinceramente se veía aterrador.
Seni sintió que
el tiempo iba muy deprisa, cada vez más se acercaba su profesora sosteniendo su
garrocha mientras tenía una expresión sería en el rostro. La colisión que Seni
quería que nunca llegara llegó inevitablemente.
El impacto lo
mando a volar varios metros, al golpearse contra el suelo el aire en sus
pulmones escapó, a pesar de que le dolió mucho no pudo siquiera hacer un grito.
“Debí haberlo
sabido… nunca tuve oportunidad de ganar…por eso ella no llevaba armadura y yo
si…”
Desmontando su
montura Gunnr corrió hacia Seni, su unicornio también corrió hacia su amo.
-Inés ¿Estas
bien?- Al no recibir respuesta Gunnr le quitó el casco y fue recibida por una
mirada llena de reproche- No me mires así este es un entrenamiento necesario,
ahora dime ¿Estás bien? Pestañea dos veces si es No y una para Si.
Seni sin demora
parpadeó dos veces. Su unicornio que se había acercado hizo brillar su cuerno y
le tocó con él. El joven inmediatamente sintió recuperar su fuerza. Esa buena
acción sin malicia de su unicornio le valió a Seni cuatro justas más, cada vez
que terminaba mordiendo el polvo su profesora le pedía al unicornio que le
curara. Ese suplicio solo terminó cuando el unicornio agotó su mana.
-Profesora
¿Estaba entrenando al unicornio o a mí? ¡Porqué en esta clase creo que solo
ella hizo algo productivo! ¡En cambio yo solo pude conocer al señor suelo!-.
-Me atrapaste,
las etapas iniciales de este entrenamiento sirven para que la magia curativa
del unicornio aumente su eficacia, también sirve para que el vínculo entre
ustedes dos crezca-.
-Por favor
profesora dígame que no haremos esto durante todas las clases-.
-Solo será una
vez por semana, no podemos fatigar tanto al unicornio-.
-¡¿Y mi salud y
seguridad dónde queda?!-.
-Tú estarás
bien, tienes un cuerpo sólido y resistente. Hablando de eso te prestaré esa
armadura, asegúrate de cuidarla y traerla durante todas las clases-.
-Acaba de decir
que solo una vez a la semana practicaremos las Justas-.
-Y así es, pero
es necesario que te acostumbres a cargar ese peso-.
-Está bien, la
cuidaré adecuadamente-.
-Cuento
contigo-.
Diciéndose a si
mismo que sería inútil continuar hablando de eso con su profesora, Seni lo dejó
por la paz, dirigió a su unicornio de regreso al establo, le dio de comer y
luego peinó su pelaje tras lo cual regresó abatido a su habitación, ni siquiera
se dio cuenta que no se había quitado la pesada armadura de cuerpo completo.
Una vez que
atravesó el umbral de la puerta de su dormitorio se tiró en la cama con todo y
armadura, aunque apenas el sol se había escondido y era relativamente temprano,
él no tenía nada fuerza para permanecer despierto.
A la mañana siguiente su compañera Io tuvo que
despertarle arrojándole de la cama.
Esta interesante tu nueva novela espero el próximo capitulo con ansia y espero que sigas con nox
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