NOX VOLUMEN 4 CAPITULO 14

DISCULPEN LA TARDANZA, AQUÍ LES DEJO EL SIGUIENTE CAPÍTULO DE NOX. GRACIAS POR LEER Y POR SUS COMENTARIOS. PDTA TAMBIÉN LES DEJO EL LINK DE MO OTRA NOVELA POR SI QUIEREN LEERLA:

WALPURGISNACHT: UNA HISTORIA DEL POR QUÉ UN HOMBRE TUVO QUE TRAVESTIRSE PARA ENTRAR A UN COLEGIO DE MAGIA.

Capítulo 14

Jean ya había hecho lo suyo ahora solo faltaba que la persona que intentó alterar las orbes expiatorias hiciera su parte. Jean ya tenía una idea de quién estaba detrás pero pensó que era demasiado pronto como para que hiciera un movimiento, sin embargo unas horas después confirmó lo que ya creía. Liz ya tenía muchos guardias que la protegerían así que no estaba preocupado, por si acaso tomó nota de este evento.

Cuando Wolvi y Sila le cuestionaron sobre por qué él había soltado una flecha hacia el cielo, el simplemente les contestó con “alguien había querido hacer trampa” y que hablaría de eso durante la cena con el director Rooscu y los demás.

La hora de la cena llegó y todos se reunieron, como era de esperarse el director Rooscu estaba extremadamente feliz.

-“¡Hoy hay que brindar por Jean, su participación en el torneo fue espléndida!” “¡Buena promoción para la academia!”-.

Jean recibió tranquilamente las felicitaciones de sus compañeros. Hace unos días le fueron presentadas dos nuevas compañeras estás eran Nil y Treit, dos elfas, una del desierto y la otra de las cuevas, quienes además de felicitarle le hicieron algunas preguntas extrañas

-Entonces Jean, ¿Cuál es el secreto de tu poder?-.

Nil con curiosidad hizo esta pregunta, aunque por el tono de voz y su actitud se veía que no esperaba una respuesta, sin embargo la respuesta de Jean la tomó por sorpresa.

-Bien puedo decirte cuál es ese secreto pero después tendría que matarte ¿Estás de acuerdo con eso?-.

Inmediatamente Nil se negó a esa posibilidad.

-¡No me respondas por favor, olvida que hice esa pregunta!-.

-Es una pena pero haré como dices-.

Con sudor rondando su espalda Nil siguió comiendo. Jean respondió de esa manera simplemente porque era de mala educación preguntar sobre los secretos de los demás.

-Disculpa Nox, ¿De casualidad tienes ancestros elfos?-.

Treit entonces realizó una pregunta propia. Interesado por esa pregunta Jean cruzó sus manos delante de él y miró a los grandes ojos de Treit fijamente y respondió con un tono tranquilo.

-Si, si tengo ancestros elfos pero también de cada raza que te puedas imaginar. Mis ancestros no discriminaban entre las diversas razas así que matrimonios interraciales fueron muy comunes pero ¿Por qué me hiciste esa pregunta específicamente?-.

Cohibida ante la mirada de su compañero Treit tardó en responder.

-Es..es..es que me pareció sentir la esencia de la naturaleza en ti-.

-Ya veo, tiene sentido-.

Jean dejó de observar a su compañera y continuó con su cena. Treit suspiró ligeramente aliviada.

-No sabía eso sobre ti Jean ¿Por qué nunca me dijiste?-.

Wolvi se quejó ante la información que dijo Jean, él respondió como si no pasara nada.

-Nunca me preguntaste-.

Wolvi quería debatir pero su compañero tenía razón, era poco lo que conocía de él, y casi nunca hablaban sobre ese tipo de cosas.

-Eres bastante frío Jean, ¿Me enseñarías a ser como tú?-.

Serp el hombre medusa le hizo una petición a su compañero, por su mirada firme, Jean pudo ver que hablaba en serio.

-¿De qué rayos hablas Serp?-.

-Escuché que  a las mujeres les gustan los hombre fríos así que si tú me enseñas creo que sería capaz de conseguir una novia-.

-Tienes que estar bromeando…

-¡Por favor, enséñame!-.

-Deja de molestar Serp, la razón por la que no tienes novia debe ser porque eres demasiado acosador-.

Nil se metió a defender a Jean con la esperanza de que el primero se lo agradeciera y olvidara la pregunta que le hizo.

-¿Acosador?-.

-Así es, cuando una mujer te gusta todos los días le envías regalos, cartas y serenatas. ¡Eso es demasiado raro y da mucho miedo! ¿Tú qué opinas Nox?

En algún punto Nil cambió “Jean” por “Nox” al dirigirse a su compañero.

-Si Serp realmente hace todo lo que dices entiendo el por qué no tiene novia. En vez de atraer la atención de la mujer que le gusta termina asustándola de muerte-.

-¡¿En serio?! ¿De verdad creen que mi forma de actuar está mal?-.

-Mal es poco, yo diría, horriblemente e imposiblemente de superar y luego añadiría mal al final. Deberías tomarte las cosas con calma, todo en este mundo tiene su tiempo adecuado para actuar incluso existe el tiempo para entrar en el corazón de las mujeres-.

-Entiendo, entiendo, ¡Eso haré! Gracias por tu consejo Jean-.

Serp hizo una exagerada reverencia ante Jean quién añadió un consejo extra.

-En nota aparte asegurate de que ella no se sienta traicionada nunca o conocerás el infierno-.

Tragando saliva, por la gravedad de ese aviso Serp asintió con fuerza.

-Lo comprendo, definitivamente lo comprendo-.

- Así es Serp hazle caso a Jean sobre eso, no creo que logres sobrevivir a la furia de las mujeres si las haces enojar-.

El director Rooscu que solo había estado observando la interacción entre sus estudiantes intervino en este asunto particular.

-Nox por la forma en la que hablas debo deducir que eres todo un casanova robando los corazones de las mujeres ¿Es posible que la razón de que estés en silla de rueda se deba a eso?-.

Nil sintiendo que su nuevo compañero era un peligro para las mujeres no pudo evitar decir eso.

-No, esto fue debido a un mal entendido y a mi falta de carácter para establecer límites-.

-¿Ah? No entiendo que quieres decir-.

-No necesitas entenderlo, solo debes saber que no fue mi culpa-.

-No me convences para nada-.

- Y ¿Qué necesito hacer para convencerte?-.

Jean movió su silla de ruedas para acecarse hacia Nil y se inclinó lentamente hacia su compañera hasta estar sus rostros frente a frente, intimidada nuevamente Nil retiró sus palabras.

-Olvida lo que dije por favor. Creo en ti-.

-Excelente-.

Serp sacó un pequeño cuaderno de notas y apuntó esa escena de cómo hacer cambiar a una mujer de opinión tan fácilmente para posteriores referencias, el director Rooscu también hizo lo mismo solo que mentalmente. En realidad Jean estaba actuando así porque se dio cuenta de que Nil era una persona curiosa, y eso no era algo bueno para una persona que guardaba secretos como lo era él.

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Él había sido emboscado y falló su misión, sin embargo aunque herido logró escapar, sin demora perdiendo a sus captores regresó con su líder.

-¿Dices que no pudiste sabotear las orbes? ¡Te descubrieron y lo primero que haces es regresar aquí! ¡Eres un retrasado! Te pudieron haber seguido, ¡ Inepto!-.

-No es así señor, dejé atrás a todos mis captores y usé todas mis habilidades de sigilo para regresar-.

-Espero que ese sea el caso o de lo contrario podrías haberme metido en graves problemas-.

-Gracias por su comprensión Señor-.

El líder de ese hombre era ni más ni menos que el Gran Druida , por medio de la maldición de Arachne ahora Jean estaba usando los sentidos de las pequeñas arañas mágicas que ya habían empezado a crecer en el cuerpo del desafortunado hombre.

-¡Retírate ahora mismo pero recuerda que no dejaré que falles nuevamente!-.

-Sí, Señor. Lo entien…

El hombre no terminó de hablar desde detrás del Gran druida una espada salió volando atravesando perfectamente el cráneo del hombre, al morir la maldición que había sido puesto en él se liberó. Varias arañas negras salieron del cadáver del hombre y se dispersaron en todas direcciones, nuevamente desde detrás del Gran druida un llamarada voló y quemó a todas las pequeñas arañas.

-¡¿Que rayos pasa aquí?!-.

-Tranquilícese Gran Druida o sino llamará la atención de los demás-.

Desde las sombras la persona que había asesinado al hombre  y eliminado a las arañas se hizo visible, se trataba de una mujer con hermoso rostro y cuerpo, ojos rojos de pupilas extrañas y un aura peligrosa emanaba de ella.

-Vrinia, ¿Qué haces aquí? Y ¿Qué fue lo que pasó?-.

-Estoy aquí porque vine a traerle algo pero eso será después de responder a su segunda pregunta. A ese soldado- Vrinia apuntó al cadáver y luego continuó-. Le fue puesta una maldición de Arachne, si alguna de las arañas hubiera escapado usted estaría acabado ya que cada una funciona como un artefacto de grabado, todo lo que le dijo a su soldado así como su rostro fue guardado por esas arañas-.

Al oír eso el gran druida quedó pálido.

-Gran druida, nosotros les dimos hombres para su protección no para que los usara en actos que pudieran poner en peligro todo lo que hemos hecho. Afortunadamente ninguna araña escapó, y desafortunadamente alguien ya sabe que usted está detrás de lo que sea que usted haya hecho-.

-¡En ese caso te ordeno que te encargues de eso antes de que mi posición peligre!-.

- Gran druida ¿Cree que es la forma de hablarle a un general del imperio?-.

El tono de voz era tan severo y cargado de instinto asesino que el obeso hombre  pensó que moriría.

-Lo siento, no fue mi intención-.

-Acepto su disculpa, y en cuanto al asunto no debe preocuparse tanto, aunque alguien conozca que usted está detrás sin pruebas no hay peligro, en  caso de problemas siempre puede alegar que alguien tomó su forma para inculparlo-.

-Ya veo, es como dices. Tienes razón. Eso haré si se da el caso-.

-Ahora que ya está calmado pasemos al primer punto, vine a traerle lo que habíamos acordado-.

Los ojos del obeso hombre se llenaron de alegría.

-¿Te refieres a eso que pedí?-.

-Si, así es. Los elixires de longevidad verdadera están listos-.

La hermosa mujer cerró sus puños y luego los abrió y ahí sobre sus palmas aparecieron dos frascos  blancos con un líquido de un intenso negro, uno en cada mano. Esos elixires conocidos como de longevidad verdadera , eran preparados usando el elixir de la vida y combinado con otros ingredientes tales como la sangre de vírgenes y niños recién nacidos, sangre de bestias inmundas, savia de plantas mágicas y otras partes de plantas y animales y luego la mezcla era guardada en frascos hechos de dientes de niños.

Era obvio que tal tipo de elixir estaba prohibido no solo por la inquisición sino también por todos los países del orbe. A demás de alargar la vida ayudaba a aumentar la fertilidad y eso es exactamente lo que quería el Gran Druida, él no había podido tener ningún descendiente y esa era la razón por la cual los demás miembros del consejo estaban conspirando para quitarle el poder y dárselo a otro descendiente de la fundadora del país, es decir a su sobrina Liz Wildwind o eso es lo que él creía en su paranoia. El gran druida había llegado al poder traicionando a su hermano mayor entregándolo al imperio en cuanto a su hermano veneno en su vino terminó con su vida, con lo que solo quedaron dos candidatos la recién nacida Liz y él. Sin embargo no todo fue color de rosas, el tío de Liz de lado materno quién era un anciano druida sospecho de él en todo momento, no, él no era el único que tenía sus sospechas, la mayor parte del consejo dudaba de él. Quiso asesinar a su sobrina para eliminar cualquier amenaza a su poder pero los ojos del consejo estaban sobre él, tanto Liz como su madre estaban siendo protegidas. Afortunadamente debido a que Liz Wildwind mostró ser una inepta en la invocación de espíritus, un arte muy valorado por los druidas, el gran druida pensó que la posibilidad de que lo sustituyeran de su cargo era mínima, solo tenía que engendrar un heredero con más habilidad que esa niña y habría ganado el juego, pero el destino le tenía preparado una sorpresa, él era infértil, intentó de todo pero no podía engendrar un hijo, es por eso que nuevamente le pidió ayuda a su mejor aliado, El imperio de Deux, quienes con gusto le ofrecieron una solución a sus problemas, el elixir de la larga longevidad y además solo por si acaso eliminarían a su única oponente, a su sobrina y el lugar y tiempo para eso sería el Torneo.

Sin embargo a pesar de la promesa del imperio, cuando vio a su sobrina pelear y ganar durante el primer combate y sobre todo cuando vio la participación salida de un sueño de su compañero Jean Nox Crow, él sintió la necesidad de hacer algo para evitar que siguieran destacando, nunca había sido bueno lidiando con la presión, esta siempre sacaba lo peor de él. Si él hubiese sido un hombre capaz y con habilidades nunca habría tenido que recurrir a la traición para subir al poder.

El obeso hombre al ver los dos elixires de la verdadera londevidad que le eran ofrecidos decidió dejar de pensar en sus problemas, con gran cuidado tomó los dos frascos blancos, abrió uno y bebió su contenido.

-Esto es delicioso, un verdadero manjar-.

-Así es, Gran druida. Es bueno ver que le agrada nuestro elixir. Antes de irme me parece oportuno pedirle que no tome acciones independientes, deje que yo me haga cargo de sus problemas-.

-Así será, solo me relajaré y disfrutaré del poder por siempre-.

La General del imperio desapareció como si nunca hubiera estado ahí para empezar dejando al patetico e inepto hombre sumergido en sueños de grandeza.