Capítulo 8
Probando Nuevas
Formas De Amor
¿Esta
es… la continuación del sueño?, o quizás… ¿Son recuerdos?, no puedo saber cuál
es. Mi cuerpo es más pequeño, soy un niño, quizás es un recuerdo, pero estoy en
un lugar que no conozco, quizá sea un sueño, de cualquier manera, este no es un
sueño o recuerdo lindo, ya que por más que no esté sucediendo nada, siento miedo.
Estoy
sentado frente a una pequeña casa estilo japonesa, por cómo se ven los
alrededores, parece estar en las afueras de Fujisawa, hay algunos árboles y un
verde césped rodeando esta casa. Hay personas delante de mí entre los que puedo
distinguir a mi padre, mi madre y a Nii-san, que por su tamaño y apariencia,
parece tener unos cinco o seis años.
Los
tres están parados cerca de un auto plateado con cuatro puertas, mamá y papá
están bajando unas maletas y Nii-san los mira. Luego él se voltea y viene hacia
mí caminando lentamente.
—Sora, ¿No se siente bien el aire de este lugar?
—Bueno, podría decirse que sí.
No puedo notar que lo que estoy
diciendo lo diga yo mismo, quizás si sea un recuerdo, pero…
—Pasar las vacaciones de verano con nuestros abuelos, eh… —Dije.
—Sí, ¿No es genial?, podremos jugar nosotros dos solos por fin,
sin ella.
“¿Ella?”, no se a quien se refiere
Nii-san, quizás a alguna amiga suya. Él se pone detrás de mí, me toma de los
hombros y me lleva empujándome hasta el auto mientras ríe. Luego se aleja un
poco y toma una pelota de futbol que estaba en el baúl del auto y la trae.
—Vamos a jugar, Sora.
Pasó un tiempo, Nii-san y yo estábamos
frente a la casa jugando con esa pelota, en verdad nos divertimos. A pelota iba
y venía junto con la risa de Nii-san, él me lanza la pelota algo fuerte y no
pude atraparla, la pelota rodó hasta cerca de la puerta.
—Detengámonos un momento.
Nii-san da por finalizado nuestro
juego. Ambos nos sentamos en las escaleras que dan a la puerta de nuestra casa.
—Seria más divertido con Yumi-chan y Yuri-chan ¿No? —Dije.
Yumi-chan y Yuri-chan, ellas son
nuestras primas, quienes también son gemelas, usualmente vacacionamos junto a
su familia en verano en unas montañas.
—Si ¿Verdad?, ellas son divertidas.
—Sí, y también Fu-
—Esa chica no es necesaria, Sora.
—¿Eh?
—Hace tiempo que llevo pensando eso, pero no creo que debamos
relacionarnos más con ella, no me gusta.
—Pero ella-
—¡Ryuu, Sora, vengan a dentro! —Es la voz de mi madre.
—Vamos Sora, mamá nos llama.
Simplemente asentí. Al despertar de ese
sueño, no lo volví a recordar, ¿Quién era la persona de la que tanto
hablábamos?
…
Estoy
revolcándome en un suave colchón y cubierto de calientes sabanas, el lugar
sobre el que estoy recostado se siente bien, tanto que no quiero salir, pero
tengo que hacerlo, un olor tentador me está llamando, es un olor que conozco
mejor que a mí mismo, mi comida favorita, ¡Pan de melón!
Repentinamente
salté desde donde estaba. Un suave colchón de dos plazas, sabanas rosadas y
varios peluches están a mí alrededor, estoy en la cama de Koizumi; luego pasó
lo habitual, como me levanté tan repentinamente, el frio invadió mi cuerpo así
que volví a acostarme.
Repetí
ese proceso como cinco veces hasta que mi cuerpo mantuvo el calor. Aun estoy
usando ese feo y largo traje de karate, cuando salí de encima de la cama vi que
en la orilla de esta está mi ropa doblada, me quité el traje y me puse mi
propia ropa, y ahí fue cuando noté un futón en el suelo, desacomodado, parece
que ella durmió ahí y yo en su cama.
Mi
cabeza me duele y no puedo recordar nada de lo que pasó anoche, ni tampoco el
suelo que acabo de tener. Ignoró eso y bajo las escaleras guiado por mi nariz y
el rico aroma de pan de melón recién horneado.
Bajadas
ya las escaleras y cruzando unas puertas, llegué al comedor reluciente de la
mansión de Koizumi, ahí está ella, esa estudiante de preparatoria con aspecto
de niña, con cabello dorado, largo y ondulado, de ojos verde claro, que, a
simple vista, podría ser confundida con una extranjera, Koizumi Fumina.
—Oh, por fin despertaste. —Me dijo.
—Sí, siento usurpar tu cama.
Aunque realmente no sé como terminé
ahí. Ella refunfuñó, luego me miro fijamente y dijo:
—¿Sabes lo molesto que es dormir en una de esas cosas?, es frio,
incomodo y pequeño, mas te vale que tu duermas en esa cosa la próxima vez.
—¿Así que habrá una “Próxima vez”?
—¡Y-Y-Yo no dije eso!, de ser posible me gustaría que no hubiera otra.
—Oh.
Koizumi, cruzada de brazos, mira de
reojo la puerta que está a metros de ella, ahí está la cocina y de ahí es de
donde proviene el delicioso olor a pan de melón. Koizumi se sienta en la mesa,
arrastra la silla junto a ella hacia atrás y la señala. Supongo que esta
diciéndome…
—¡No es que quiera que te sientes a mi lado o algo así, pero si insistes
no se puede hacer nada!
Las palabras que acaban de salir de su
boca, son las que estaba pensando que diría. Me senté en la silla que ella
acaba de arrastrar.
—Koizumi.
—¿Qué?
—¿Pensaste sobre lo de Nii-san?
—Oh… si…
Su expresión decayó, parece algo
deprimida y hasta da algo de lastima verla así.
—Lo estuve pensando, y llegué a la conclusión de que mis sentimientos no
van a cambiar de un momento a otro solo por saber su “verdadera personalidad” o
como le digas, pero aun no sé que responder a su declaración.
—Esta es tu oportunidad.
—¿Eh?
—Deberías decirle lo que sientes, realmente no lo entiendo y no sé de
que servirá, pero aunque tú no lo sepas, es obvio que quieres salir con él.
Aun no tengo la más mínima idea de cómo
es eso del “amor”, puedo hacerme una idea general y saber el concepto, pero por
más que lo intente no puedo entenderlo, sigue siendo algo sin sentido para mi,
algo que no creo que vaya a comprender, pero quiero hacerlo.
—Y si lo hago… ¿Qué pasara con nuestro “trato”?
—¿…?
—Ya sabes, tú me ayudarías con tu hermano y yo a aprender sobre el amor,
si se cumple una y la otra no… ¿Qué pasará?
—¿Tratas de librarte?, aunque tu consigas lo tuyo, no dejaré que no
cumplas con tu parte del trato, tendremos menos tiempo para eso de “aprender”,
pero seguiremos haciéndolo.
Ella sonríe ante mi rostro inexpresivo
mientras suelta una risilla y dice:
—Bien.
Como parece que ese tema de conversación
ya acabo, vamos con el tema realmente importante aquí.
—¿Es pan de melón?
—¿Qué?
—El olor, es pan de melón ¿Verdad?
—Ah… si.
—¡Tráelos!
—Bien, bien, pareces desesperado.
Ella chasquea sus dedos, en ese
instante, tres hombres vestidos de blanco con sombreros de chef salieron desde
la puerta de la cocina, pero lo importante está en sus manos, todos tienen un
gran plato con aproximadamente cuatro panes de melón muy grandes, huelen
deliciosos.
—Pero, como pueden gustarte tanto estas cosas.
—No lo llames “cosas” ¿Quieres?
Apenas los platos tocaron la mesa, tome
un pan y me rellené la boca.
—Shon kreachionesh dibinash.
La cosa inentendible que quise decir
fue: “Son creaciones divinas”, pero no creo que ella me haya entendido. Por
otro lado… ¡Delicioso!
En un momento Koizumi y yo nos acabamos
todos los panes de melón, estuvieron muy deliciosos, pero a lo largo de ese
desayuno y el rato que acaba de pasar no hemos hablado de nada, quisiera
preguntarle sobre si tenía alguna nueva idea de cómo ayudarme con lo del amor,
pero… ah, es verdad, hay algo que me ha molestado desde hace unos días cuando
vi una película en la televisión.
Anteayer estaba en la sala de mi casa
junto a Naoko-chan, era de noche y mientras pasábamos canales sin encontrar
nada para ver, al control remoto se le acabaron las pilas y se detuvo en uno de
los últimos canales, no recuerdo cual, a ambos nos daba flojera levantarnos
para cambiar desde los botones del televisor, no nos culpen, era de noche, así
que nos quedamos viendo eso.
Realmente no entendí mucho el programa,
con la palabra “no entendí” es obvio de que se trataba, era una película
romántica algo extraña, empezaba normal, una chica que se enamoraba de un chico
y no sabía cómo decírselo, bla, bla, bla. El caso es que a mitad de la
película, esa “chica” era en verdad un chico, se veía como chica, era muy raro,
eso hacía más complicado que le dijera esas tonterías de “lo que siente” y eso,
al final el chico se enamora de ella y luego se entera de que es un chico, pero
no le importa y terminan juntos.
Cuando fui a acostarme esa noche pensé:
“¿Y si la razón por la que no entiendo el amor es porque lo estoy haciendo
mal?, estuve en citas solamente con chicas y no sentí mucho que digamos, quizá…
lo intenté mal, ¿Qué tal si me interesan los hombres como a aquel chico?”.
Es una pregunta algo estúpida, pero
trata de buscarle sentido, pensaras que soy alguna clase de idiota pensar en
eso, pero ¿Qué tal si es verdad?, en ese momento pensé que quizás debería
intentar lo mismo que ese chico, vestirme como chica e intentar ir por algún
chico, no pierdo nada en intentarlo. Lo intentaré solo una vez, pero si no
siento nada, solamente me rendiré con eso.
—Koizumi.
Le dije a ella, quien estaba comiendo
el ultimo pan de melón que quedaba.
—¿Qué?
—Préstame ropa.
—¿Para qué?, ya tienes puesta tu ropa.
—No, no, no, préstame tú ropa.
—¡Puh! *Cof, Cof, Cof*
Ella se atragantó con el pan y comenzó
a toser, yo me levanté de la silla y comencé a frotar su espalda y a darle golpecitos
suavemente para que se desatore.
—
—Básicamente, ¿Me estas pidiendo ropa para travestirte?
—Sí.
La escena cambió, ahora Koizumi y yo
estamos sentados en el sillón que está en medio de la extensa sala pintada de
blanco y de suelo tan limpio que reflejaba perfectamente nuestras imágenes,
frente a nosotros hay un enorme televisor de pantalla plana adherido a la pared
el cual está prendido. Luego de que ella se atorara con el pan en el comedor,
básicamente me trajo a patadas hasta aquí para pedirme una explicación de mis
palabras, después de decirle mi motivo, ella me muestra una cara un poco
asqueada, nuestra conversación continuó.
—¿Cómo es eso de que te podrían gustar los chicos?
—Podría ser cierto ¿No?, es decir, no siento mucha de esa “Atracción”
hacia las chicas.
—Pero la semana pasada, cuando la cuatro-ojos… *Suspiro*, olvídalo.
Se refiere a Megumi ¿No?, ¿Por qué la
menciona ahora? Y ¿La semana pasada?, si no mal recuerdo fue mi cita con
Megumi. No sé que tiene ella que ver con esto.
—De cualquier manera, podrías intentarlo, pero, no pienso prestarte MÍ
ropa, ni loca, ni aunque fuera lo último que haga.
Entonces ¿Qué se supone que haga?
—Además, aunque lo haga, cosa que no pasará, no te entraría.
—Ahora que lo dices… si, tienes razón, eres muy pequeña.
Cuando mencioné su altura, ella se
cruza de brazos y mi dirige una mirada atemorizante. Detén eso, das miedo.
—De todos modos, creo poder ayudarte.
—¿Cómo?, no hay ropa.
—No es mi ropa, pero sí que hay ropa.
Koizumi sube las escaleras y yo subí
con ella, ella me dijo que esperara en su cuarto mientras buscaba algunas
cosas, me metí en su cuarto y me senté en el suelo, luego de unos minutos, ella
entra azotando la puerta de su propia habitación, con una gran sonrisa en la
cara y ropa amontonada sobre sus pequeños brazos, ella tira esa ropa al suelo.
—Esto…
La ropa que ella había dejado en el
suelo, era nuestro uniforme escolar, pero el tamaño era muy grande como para
ella, era casi de mi medida, ¿De quién es esto?
—Esto es de mamá.
—¿Eh?
—De hecho ella…
Koizumi se acerca, cubre un poco su
boca con su mano y me susurra:
—Tiene un traje de nuestra escuela, a veces se lo pone en secreto y
finge ser una estudiante de preparatoria, es gracioso ya que es muy vie—
*PUM*, Otro azote de la puerta, ahora,
quien está ahí, con una mirada atemorizante, brazos cruzados y una sonrisa
aterradora en su rostro es Aiko-san, puedo sentir un aura maligna a su
alrededor, da miedo de solo verla.
Koizumi lentamente gira su cabeza, luce
asustada, no, aterrada al ver enojada a su madre, ellas se miran fijamente a
los ojos, la tensión esta en el aire.
—Fumina… me pareció que estabas a punto de decir algo muy grosero…
Ese tono aterrador que leda escalofríos
a cualquier persona, inclusive, Takuya-san, el padre de Koizumi tendría miedo
de eso, estoy muy seguro.
Vaya… sí que son madre e hija, el
rostro de enojo de ambas es muy aterrador.
—M-Mamá… n-no… solo imaginas cosas…
Koizumi asustada, otra vez, rápido, una
foto.
—¿En verdad?, acaso quieres decir que oigo cosas porque estoy muy vie—
—Jajaja, que dices mamá… tu eres joven, muy joven, la gente si nos viera
juntas pensarían que somos hermanas, es más, pensarían que tú eres la menor.
Considerando la estatura de ambas…
fácilmente podrían ser hermanas, pero Aiko-san como la menor es…
—Ah, ¿Si? —Aiko-san se calmó.
Koizumi se ve aliviada.
—Ahora, porque está mí… —Aiko-san me mira y se sonroja levemente. —*Cof*,
digo, el uniforme sobrante aquí.
Iba a decir “Mi uniforme” ¿Verdad?, iba
a decirlo ¿Verdad?
Koizumi comenzó a decirle a su madre la
situación, comenzando desde cuando nos conocimos, el hecho de que yo no
entiendo el amor y la razón por la que quiero intentar esto, omitiendo cada
cosa que tenga que ver con su propio amor y Nii-san. Pensé que al escuchar eso,
Aiko-san haría la misma cara asqueada que Koizumi me dirigió hace unos
momentos, pero sigue viéndose tranquila como siempre, bueno, parece algo
confundida, pero creo que entendió la situación.
—Pueden usar el uniforme, pero lávenlo primero.
Dijo Aiko-san con un tono amable.
—Gracias Aiko-san.
—Pero, el problema es este, ¿Dónde “probaran” eso?, no creo que sea
eficaz salir a la calle vestido así ¿No?
—Bueno…
—Ah, ¡Ya sé!
En ese momento, me di cuenta de lo
irresponsable que en realidad es Aiko-san, ya que la idea que tuvo, lo
demuestra.
Básicamente ella nos dijo lo siguiente:
“Permitiré que Sora-kun asista a la escuela por un día en su papel como mujer,
o sea que será una estudiante de intercambio, nadie sabrá que es él si lo vestimos
bien.”, así que, ella hará caso omiso al propio reglamento escolar que ella
impuso solo para que una persona se haga pasar por otra por un motivo egoísta.
Serian veinticuatro horas en las que yo
voy a estar, tanto en la escuela como en la calle vestido como mujer. Aiko-san,
también impuso una última cosa que parece que no le agradó mucho Koizumi, ella
dijo: “Pero para que todo salga bien, Sora-kun debería quedarse a dormir en
esta casa por lo menos dos días más, así Fumina podría prepararlo, es decir,
ayudarlo a ponerse ropa femenina, maquillarlo y enseñarle algunos modales
dignos de una mujer.”, la cara de Koizumi está azul en este momento.
—Yo… ¿Vestir a Sora?
—No hables así como si yo fuera un muñeco o algo, no me vestirás, me
ayudarás a vestirme.
—¿Hay diferencia?
—Mucha.
No sé de qué manera ella interpreta
“ayuda”, no me vestirá como a un niño, solo me guiará un poco ya que no sé usar
ropa femenina.
Y así siguieron las cosas, Koizumi
terminó por aceptar lo que dijo su madre, el problema era el siguiente: ropa
interior. Realmente, aunque yo tuve la idea, no se me ocurrió eso, de hecho, es
algo inútil, es “interior” ¿No?, no se verá para nada, así que es inútil, pero
la madre de Koizumi dijo que era necesaria, por lo menos la parte superior para
rellenarlo y tener “pechos falsos”, estoy empezando a darme cuenta de lo
ridícula que se tornó la situación.
Bueno, estoy prácticamente obligado a
conseguir, pero ¿Cómo? ¿Comprar?, no se me ocurre otra cosa, pero no quiero
gastar dinero, no tendré para comer sino, solo de pensar en eso me dio hambre.
Pasó algo de tiempo, decidimos tomarnos
un tiempo libre antes de comenzar con todo eso, estamos en la sala, sentados en
el sillón, Koizumi está mirando la televisión muy concentrada e ignorándome,
yo… sigo pensando en la ropa interior de mujer.
Oh, acaba de pasarme algo por la
cabeza.
—Koizumi.
—¿Qué?
Ni siquiera volteó a verme para
responder.
—Se me ocurrió donde conseguir la ropa interior.
—¿La comprarás?, es lo más lógico.
—No, es otra cosa.
Busqué mi teléfono de mi bolsillo y
llamé a alguien.
—Hola, Megumi.
Koizumi me miró con un rostro que dice
“¿Por qué a ella?”, o al menos es así como lo interpreté.
—[Hola, ¿Sora-kun?, ¿Sucede algo?]
—No, nada, solo quería pedirte una cosa.
—[¿Eh? ¿Qué es?]
—Me prestarías tu ropa interior.
—[¡¿Ehh?!]
—¡¿Ehh?!
Koizumi gritó al unísono con Megumi.
También, desde mi celular se escuchó el sonido de cosas golpeando madera.
—[¿R-R-R-Ropa i-i-interior?]
—Sí.
Su voz es temblorosa y tartamudea, es
casi inentendible.
—[S-S-Sora-kun, n-nosotros aun no t-tenemos ese tipo de relación, c-creo
que eso es ir demasiado rápido.]
¿A que se referirá con eso?, no lo
entiendo.
—[S-Sora-kun, este…]
Koizumi me arrebata mi teléfono de las
manos y corta la llamada.
—¡¿Eres idiota?! No, ¡Realmente eres idiota!
¿Yo que hice? ¿Por qué está enojada?
—¡No involucres a otro a tus tontas ideas y no hagas esas ridículas
peticiones!, ¡Ahora mismo saldrás de aquí y comprarás ropa interior!, a nadie
le importa que gastes tu dinero, fue tu idea en primer lugar, ahora ¡Ve!
—Tch.
…
Tuve que ir a comprar ropa con mi
dinero, fue rápido, simple y no gasté tanto como pensé que lo haría, pero por
alguna razón todas las mujeres de la tienda me miraban fijamente y se sentía un
poco raro, también podía escuchar como hablaban a mis espaldas.
Bueno, ya con ese tema solucionado,
vamos a lo que sigue. Estoy con Koizumi en su habitación, ella me hizo sentarme
en el suelo mientras ella está de pie, usando ropa de gimnasia mientras con su
mano derecha sostiene una shinai (Espada de kendo) y la apoya en su hombro.
¿De dónde sacó eso?, no, la verdadera
pregunta es: ¿Qué va a hacer con eso?
—Primero empecemos por enseñarte cómo se comporta una dama, es bastante
fácil, solo tienes que imitarme a mí.
—Mejor no, no quiero ir insultando y golpeando a personas que se llamen
“Sora” sin razón.
*Paf*, Ella me golpeo en la cabeza con
la shinai. Duele mucho.
—Deja de decir estupideces. Lo único que tienes que hacer es cambiar la
manera en que hablas, usa un poco mas de modales y compórtate como lo haría una
chica, toma como ejemplo a…
—Megumi. —La interrumpí.
*Paf*, El segundo golpe en la cabeza
con la shinai.
—Iba a decir que a mí.
Así comenzó ese “Entrenamiento”,
pasaron horas hasta que pude conseguirlo, hablar como chica es bastante más
difícil de lo que pensé, pero es algo necesario si en verdad quiero hacerle
creer a las personas de que soy una chica.
Luego empezamos con la parte más
importante, la ropa tengo que vestirme como chica. Esta es la parte más
importante ya que, si no puedo parecer una chica, no engañaré a nadie y todo lo
que hicimos será en vano.
Koizumi realmente no quería hacer esto,
pero Aiko-san prácticamente la está obligando a ayudarme con la ropa.
Empecé quitándome la parte superior de
mi ropa dejando mi torso desnudo.
—Koizumi, ayuda.
Ella está sentada sobre su cama dándome
la espalda y con las rodillas hasta el pecho, cuando la llamé se alteró un poco
y luego volteó.
—Ayúdame con la cosa esa…. Eh… ¿Cómo se llamaba?
—Faja, retardado.
“¿Retardado?”, ¿Qué es eso? ¿Una nueva
forma de decir “idiota”?, veo que está innovando. Ella tomó esa… “Cosa”, si, mi
memoria es pésima, y caminó con los ojos casi totalmente cerrados, ya que no
veía nada, ella se chocó contra mi torso y se golpeó un poco la frente con mi
pecho.
—Ugh.
—¿Estás bien?
Ella se frotó la frente, y luego me
miró.
—¡Wa! ¡Ponte algo encima!
Golpeó mi rígido pecho, pero no tuvo
efecto alguno, parece que la vergüenza disminuye su fuerza.
—¡Aah! ¡¿De dónde salieron esas cosas?! ¡Son ocho!
—¿…?
¿Se refiere a mis abdominales?
—Ya ayúdame con eso.
—S-Si.
Su rostro esta tan rojo como un tomate,
la vergüenza debe estar matándola, pero ¿Por qué?, ¿Es normal sentirse
avergonzado por el simple hecho de ver a una persona semidesnuda?, no lo
entiendo.
Me volteé. Ella puso esa cosa alrededor
de mi torso intentando no tocarlo, cuando ambas partes se acercaron a mi
espalda se escuchó un sonido extraño, luego puso su pequeño pie en mi cadera y
tiró con fuerza.
—Agh.
Eso me apretó todo, desde mí estomago
hasta mi espalda y todo ese espacio se redujo, cuando pregunté para qué era esa
cosa me dijeron: “Para darte curvas”, realmente sirvió.
Koizumi, luego de ver mi cara azul por
no respirar, parecía haberse calmado un poco. Lo que seguía ahora eran los
“pechos”, falsos obviamente, simplemente me pondré el sostén que compré y les
pondré relleno.
—Koizumi, ¿Cómo se usa esto?
—Ah, eso…
—Lo lamento, ahora que veo… tú no lo necesitas.
*Paf*, La shinai volvió. Luego ella me
ayudó a ponérmelo, lo que falta es el relleno y la falda, primero el relleno de
esto.
—Koizumi, el relleno.
—Pff, si…
Ella parece estar aguantando una risa.
Ella abre el cajón de su mesita de noche y trae varias almohadillas pequeñas,
¿Por qué tiene todo eso? ¿Ella los usa?, si es así, no sirven de nada.
Luego de rellenarlo lo apreté un poco,
es algo suave. Tomé la parte superior del uniforma, lavado, de Aiko-san y me lo
puse, no necesito ayuda con eso. Ya terminada la parte superior queda el resto.
Antes de llegar a eso, Koizumi maquilló un poco mi cara y me dio una peluca
negra larga, el cabello de la peluca es lacio y llega hasta mi cintura.
Mirando fijamente al espejo, me costaba
saber que era yo mismo, realmente parecía una chica, no me veo mal.
—Koizumi, ayúdame con la falda.
Me quité los pantalones.
—¡O-O-Oye, detente!
Pasé la falda por mis pies y la
levanté, pero ¿Cómo se sujeta esto?, decidí pasar de las bragas, fue una
pérdida de dinero innecesaria, no las usé porque se sentía demasiado raro.
Koizumi volvió a su estado de tomate, completamente roja. Ella volvió a
acercarse sin mirar hasta tomar la falda, esta vez sin chocarse contra mí,
abrochó mi falda y todo listo.
Realmente no parezco yo. Lo que veo en
el enorme espejo frente a mi es: Una linda chica de cabello lacio, negro y
largo hasta la cintura, un rostro inexpresivo con ojos amarillos, cuerpo bien
definido, mejillas ligeramente enrojecidas, uñas largas, postizas, y unas
esbeltas piernas, depiladas por Koizumi, a propósito, dolió muchísimo.
Todo listo, parece que por mañana seré
“Koizumi Sora”, me haré pasar por una prima de Koizumi, mi nombre se mantuvo
igual ya que puede ser usado tanto en chicos como en chicas.
…
Hoy es el día, no me esperaba esta
reacción, en este momento Koizumi y yo caminamos juntos hacia la escuela,
todos, tanto chicos como chicas me miran asombrados, puedo escuchar bastantes
halagos, gente diciendo “Es muy linda” y esas cosas lentamente se van acercando
por detrás.
—De verdad no se dan cuenta, que sorpresa. —Dijo Koizumi.
De repente escuché pasos acelerados por
detrás de mí, cuando me doy cuenta, veo a Megumi corriendo con una pequeña
bolsa de papel rosa en su mano, ella me pasa de largo, pero luego se detiene y
se vuelve hacia a mí, ella se inclina y me mira fijamente.
—Tu… —Dijo acomodando sus anteojos.
Koizumi me está susurrando algo.
—Sora, ella se dará cuenta.
¿Lo hará?
—¡Ah, So-!
Le tapé la boca de inmediato, se dio
cuenta. Ella se sonrojó y quitó mi mano.
—¿Qué haces vestido así? ¿Perdiste una apuesta o algo?
—No, es un asunto menos complicado y un poco más estúpido.
—Bueno, luego me cuentas sobre eso ahora…
Se puso más roja que antes. Se acercó y
me dijo al oído:
—Solo ven conmigo.
Ella me tomó del brazo, aun rojísima y
me llevó hasta detrás de la escuela, justo en el lugar en el que fui golpeado
por esa… Fuwa, si no mal recuerdo. Ella, con las manos en la espalda, empezó a
hablarme con una voz temblorosa.
—S-Sora-kun, sobre lo de ayer…
—Ah, lo de la ro… —Ahora es ella quien tapó mi
boca.
—S-Si… ten.
¿Eh?, ella me entregó la bolsa en su
espalda. Esto… son bragas rosas con dibujos de fresas, algo que no me esperaría
de ella.
—Esas… no son usadas, bueno no son nuevas, p-pero… solo las usé una
v-vez, llévatelas.
—Bueno, la verdad es que ahora no…
—S-Solo llévalas, estoy muerta de vergüenza, no las rechaces ahora,
s-solo tómalas y no le digas a nadie.
—Ah, si…
—Por cierto, te ves bien como chica, y la voz está muy bien fingida.
—Gracias, entrené mucho para lograr este tono.
—Debió ser difícil, tu voz es muy gruesa usualmente.
Lo fue. Me guarde la bolsa en mi
mochila, luego Megumi se fue corriendo y llegó Koizumi.
—¿Qué quería la cuatro-ojos?
—No te lo diré y no le llames así.
Koizumi hizo “púdrete” con las manos,
niña grosera, debería aprender de una verdadera dama, como yo, por ejemplo,
maldición esto se me subió a la cabeza.
…
Ya es martes y el tema del
“travestismo” terminó. Seguro dirán: “Después de darle tanta importancia al
tema ¿Termina así como así?, sin explicar nada.”, pues si, además fue demasiado
fácil saber que la respuesta a todo es: “No, no me gustan los chicos.”, se
sintió muy raro que tantas personas me hablaran ayer y algunos chicos confesándose,
eso fue… algo desagradable de ver.
Creo que debería ser más serio con el
tema ahora, con las mujeres claro, si realmente quiero entender ese sentimiento
debo probarlo debidamente, por eso, estoy aquí sentado en la cafetería, estaba
esperando a Koizumi, pero termine frente a Megumi, no suelo verla en la
cafetería, quizás no venga muy seguido, le expliqué todo el tema de ayer y
empezamos a hablar, en ese momento los pensamientos de intentar “imitar” cosas
“románticas” que vi en películas con ella para ver si ese sentimiento que tuve
en nuestra cita vuelve.
—No funciono, eh…
—Megumi, ¿Me dejarías probar algo?
—¿Eh?, bien, si, no sé que sea, pero si.
Me paré y caminé hacia detrás de Megumi
y la abracé por la espalda.
—¡¿S-Sora-kun?!
—¿Qué sientes?
Yo no siento nada.
—¿Cómo que qué…?
—¿Debería decir eso? —Dije a mí mismo.
—S-Sora-kun…
—“Megumi, tu…”
—Basta.
—“Me gustas.”
—¡Detente!
Ella se puso de pie. Mis brazos que
estaban alrededor de sus hombros se soltaron, miré a la puerta de la cafetería,
Koizumi estaba de pie justo ahí, justo como aquella vez en la librería, ella
salé corriendo.
Yo corrí detrás de ella.
Ella es muy rápida, apenas pude
alcanzarla, la tomé del brazo y la detuve.
—¡Suéltame!
Ella tiró su brazo soltándose.
—¿Por qué corres?
—*Suspiro*
Ella me ignoró.
—Lo hiciste, ya… encontraste a esa persona, entendiste ese sentimiento.
—¿Qué…?
—Ya terminamos, mi objetivo se cumplió y el tuyo también, no hay razón
para que continuemos viéndonos, esta “ayuda mutua” acabó.
—“Ayuda mutua”, pensé que dijiste que éramos amigos.
—¿Amigos?, mentí.
¿Eh?
—¿Cómo alguien como yo sería amiga de algo como tú? ¿Es una broma?, solo
fui un poco considerada al ser amiga de este delincuente solitario que nunca
tuvo amigos.
Mi pecho duele, ¿Qué es esto?
—No me vuelvas a hablar, no me vuelvas a buscar, ya no te relaciones
conmigo, además, mañana mismo iré con Kawakami-kun y le diré como me siento,
comenzaremos a salir y ya no tendré que ver más tu aterradora cara.
—Ko—
—¡No quiero volver a verte! ¡¿Qué no lo entiendes?! ¡No vuelvas a
molestarme y ve ya con la otra!
—Agh.
Ella me golpeó en el estomago, por
alguna razón, este golpe dolió mucho más que los que me dio hasta ahora, estoy
al borde del llanto. Koizumi salió corriendo luego de eso, yo volví lentamente
hacia la cafetería y fui con Megumi, ella seguía de pie justo como cuando me
fui, pero la expresión en su rostro es una que nunca había visto en ella, luce
enojada. Me acerqué a ella.
—Megumi.
—Idiota.
—¿Eh?
—Idiota, idiota, idiota.
¿Qué le pasa?
—¡Idiota!
*Paf*, Ella me abofeteó con todas sus
fuerzas dejándome una marca roja en mi mejilla derecha.
—¡No digas esas palabras si no es en serio! ¡Deberías considerar mis
sentimientos primero! ¡No tomes esto como si fuera un juego! ¡No me jodas!,
¡Además, luego de decirme eso ¿Corres detrás de otra chica?! ¡Estúpido, idiota!
Una lágrima cayó, pero no solamente de
mí. ¿Por qué todo cambió tan de golpe?
—¡No te quiero volver a ver!, ¡Grandísimo idiota!
Ella… también estaba llorando, ¿Por
qué?
Y yo… ¿Por qué estoy llorando?, el
pecho me duele y siento algo parecido a un frío en el estomago, lagrimas caían
de mis ojos a montones, todos en la cafetería me están mirando raro y escucho
algunos insultos. Este sentimiento… esto que siento ahora… es algo a lo que
estaba acostumbrado, algo que sentí muchísimas veces en mi vida… esto es…
—Tristeza ¿Verdad?
Me susurré a mi mismo entre lágrimas.
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