1 ene 2016

NOX VOLUMEN 3 CAPITULO 6


LES DESEO A TODOS UN FELIZ AÑO NUEVO, PARA EMPEZAR BIEN LES DEJÓ EL SIGUIENTE CAPITULO, ESPERO QUE SE DIVIERTAN AL LEERLO, TANTO COMO YO AL ESCRIBIRLO.




CAPITULO 6



Jean despertó de su sueño, sentía todo su cuerpo descansado. Con una revisión interna rápida pudo darse cuenta que sus heridas habían sanado, hecho que le alivió. Ahora solo hacía falta ponerse el día, pues no sabía cuánto tiempo durmió.



Lo último que recordaba fue la pelea contra las aves de Estínfalo, y la profesora Seyd siendo envenenada, por lo cual el tuvo que usar la tecnica de Sacrificio.




Al adecuarse su vista, pudo determinar que se encontraba en el hospital de la Academia. Toda la habitación estaba a oscuras, pero él podía escuchar el trinar de los pájaros, así que debía ser de día.



El joven decidió esperar a que los sanadores acudieran a su habitación para pedir su alta. Nuevamente se acomodó en la cama, y en ese momento por fin pudo darse cuenta de algo sumamente extraño, no estaba solo. Debajo de sus sabanas alguien le hacía compañía, podía sentir el calor corporal que emanaba. Al prestar más atención, sintió algo abrazando su pecho, temeroso levantó la sabana con la que se encontraba tapado.



Lo primero que vio es que él se encontraba desnudo, lo segundo es que había una tercera mano encima de su pecho, levantando un poco más de tela siguiendo la dirección de esa mano descubrió un esbelto brazo que sin lugar a dudas le pertenecía a una mujer, su piel blanca, tersa y agradable al tacto era exquisita.



Yendo todavía más lejos pudo descubrir a la dueña de esos atributos, una belleza rubia con facciones delicadas y orejas puntiagudas. Su corazón comenzó a latir a toda velocidad, se trataba de la profesora Seyd y al igual que él no tenía nada de ropa. Sus instintos masculinos hicieron que viera más allá del rostro de la fémina, su conciencia moral enseguida lo reprimió y bajó la sabana inmediatamente.




-(¡¿Que rayos pasó?! ¡¿Por qué me encuentro en esta situación?! ¡No es que no me guste, después de todo soy un hombre pero si algo me ha enseñado la vida, es que este tipo de situaciones o pueden terminar muy bien o muy mal, sin termino medio!)-.



Mientras Jean deliraba, la bella elfo despertó, volteó a verlo y tomando una acción por demás tierna le sonrió.



-Buenos días, estoy feliz de que hayas despertado. Gracias por salvarme la vida Jean Nox Crow, yo nunca lo olvidaré-.



-Buenos días profesora,…a ¿Por qué estamos…los dos de esta forma?-.



Con timidez el joven preguntó. La bella mujer se dio cuenta que estaba desnuda y se escondió debajo de las sabanas solo dejando que se viera su rostro que estaba ligeramente sonrojado. Y al igual que Jean ella le respondió con demasiada pena.



-Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena-.




Jean Nox Crow recibió un golpe fatal, quedó tan blanco como el mármol con la boca abierta, con una expresión estúpida en su rostro. Esas palabras fueron peor que el peor conjuro que él conociera. Esa oración resonó en su mente en un ciclo infinito, cada vez causando más y más golpes críticos. Para describir la situación de Jean solo usaré una palabra “OVERKILL”.



-Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena-.




Lo terrible de la situación, es que ninguno de los dos se dio cuenta de algo muy importante que pondría en peligro la vida de Jean a…digamos inmediato plazo.



La directora Seyd como todo los días desde que su amada hermanita comenzó a cuidar a Jean Nox Crow, le llevaba una bandeja con el desayuno listo. Ya que ella no quería apartarse mucho tiempo del joven que le salvo la vida.




El sonido de una bandeja de metal azotando el suelo y múltiples platos de porcelana rompiéndose se escuchó en la habitación.



-¡Ehhhhhhhhhh! ¡¿Qué acabas de decir Sena?! ¡¿Acaso escuche bien?! ¡¿Tú y él… ustedes dos….-.



La anciana directora estaba en un terrible estado de shock, se sostenía el pecho intentando contener su agitada respiración. Su mirada se desviaba desde su bella hermana al engendró que la profanó.



Jean volteó a verla girando lenta y mecánicamente su cuello. 


La bello elfo por otra parte se paralizó al ver a su hermana mayor.



-(¡Ahora si estoy muerto! ¡Ni siquiera podré ver a mi futuro hijo! ¡No espera detente Jean no aceptes las cosas tan rápido, si lo haces es el final del camino para ti! ¡Piénsalo bien incluso aunque tú y ella hayan…hayan… hecho…tú sabes a que me refiero, es imposible determinar que serás padre al día siguiente! ¡Tienes razón yo mismo! ¡Además no tengo ninguna memoria de haber hecho algo! ¡Pero incluso si solo es una infinitésima posibilidad, como hombre no debo huír! ¡Lo que tengo que hacer está claro!)-.




-¡Directora Seyd, yo tomaré la responsabilidad por mis acciones!-.




Jean Nox Crow usó una de las frases legendarias e inútiles que los hombres han heredado a otros hombres desde la prehistoria.



La directora Seyd río como maniaca al escuchar la respuesta del joven.



-¡Jean Nox Crow claro que te harás responsable pero en el infierno!-.



La anciana maga extendió sus manos, y en sus palmas se formaron orbes elementales, de oscuridad y hielo.



Sena Seyd por fin se recuperó de su estupor y se interpuso enfrente de Jean y su hermana.



-¡Sina detente! ¡Esto es un malentendido! ¡Déjame explicarte!-.



-¡¿Malentendido?! ¡No me vengas con eso, solo mírate. Estas completamente desnuda! ¡No te da vergüenza! ¡Cuando terminé con él, hablaré seriamente contigo!-.



La directora estaba encolerizada.



-¡No, hermana detente! ¡Jean no te quedes ahí como idiota y huye de aquí!-.



El joven sin perder tiempo salió de la habitación lanzándose a través de la ventana cerrada rompiéndola en el proceso y comenzó a huir por su vida.

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La profesora Nelu Maeru Marshall, se levantó temprano en la mañana mucho antes de que sus clases comenzaran. La razón era sencilla, ella quería ir a ver a Jean. La directora le informó la situación que sucedió en los laberintos, para salvar a su hermana, él uso un conjuro para transferir los daños a su cuerpo. Ahora mismo se encontraba en el hospital de la Academia.



Cuando escuchó todo esto, ella se asustó y conmovió, pero de cierta forma no estaba sorprendida. A pesar de que solo conocía  a Jean Nox Crow por tan solo unos meses, ese tiempo fue suficiente para que pudiera entender qué clase de persona era.



Al inicio al saber que estuvo en Le Morte, la infame prisión comparada al infierno según las leyendas. Nelu pensó que Jean sería una mala persona, pero en realidad ese primer pensamiento desapareció hace mucho tiempo atrás. Si bien el comportamiento de ese hombre que a veces era violento y otras amable y protector eran contrastantes, hasta el punto de poder creer que Jean tenía doble personalidad o algo, en realidad visto desde otro ángulo, todo tenía sentido.




Nelu llegó a la conclusión de que ese extraño joven era una persona “autentica”.



Muchas personas al tratar con otras de alto rango se comportan sumisas, mientras que cuando están con las de un rango menor a ellas son soberbias. Algo que era visto como sentido común. Incluso frente a otras situaciones las personas tenían diversos rostros que mostrar. Para la joven mujer de cabello gris casi blanco, esto era hipocresía. Pero eso joven era distinto, él veía las cosas solo en blanco y negro, el gris tan hablado en el mundo de los adultos no pareciera existir para Jean, para él solo había dos clases de personas, amigos o enemigos.




Si uno era amigo, Jean le ayudaría y lo protegería como si fuera lo más natural del mundo, incluso pondría en peligro su propia vida para hacerlo. Ella lo sabía de primera mano. Jean salvo a su hermana y ciudad y no pidió nada a cambio. Desde el principio, él no esperaba nada en retorno.



Por otra parte con sus enemigos, él no mostraría ni una pizca de piedad, se volvería su juez y verdugo, les haría sufrir indescriptibles tormentos todos ellos inhumanos. El recuerdo de esa batalla aún estaba fresco en su mente. Después de asesinar brutalmente a “Glotón”, volvió sus colmillos hacia los demás ciclopes. Aunque la batalla ya había sido ganada, él se deleitó en el horror, miedo y sufrimiento de sus enemigos, quienes solo pensaban en huir. Les aplastó, cortó, atravesó, empaló, quemó, congeló, los hizo explotar en pedazos, una verdadera carnicería sin sentido, hasta que ella le detuvo.



A pesar de todo, la bondad que mostraba hacia sus amigos era mayor que la malicia que usaba en sus enemigos. El rostro afligido y triste que Jean mostró por haberla lastimado, diciendo que había roto su promesa, apareció en la mente de la doncella.



-A pesar de sus defectos, es un buen hombre-.



Las palabras se escaparon de sus labios, Nelu al escucharlas se sonrojó. Sin querer pensar más en esas cosas abrió la ventana para tomar un poco de aire fresco y aclarar sus ideas.



-¡Jean Nox Crow te mataré por deshonrar a mi querida hermana! ¡Detente!-.



La directora Seyd perseguía a un casi desnudo joven, quién en su mano derecha tenía una  almohada  de forma cuadrada con la cual se cubría su ingle. En su mano izquierda tenía otra almohada con la que se cubría su retaguardia.



Los ataques de la anciana directora salían disparados con gran poder dejando cráteres donde impactaban, Jean a pesar de su vulgar estado lograba esquivar todos los ataques.




-¡Directora, por favor cálmese! ¡Ya le dije que tomaré responsabilidad!-.



-¡Pudreté!-.



-¡No sé qué pasó! ¡Se lo juro!-.




La anciana aumentó la intensidad de sus ataques. Pronto su hermana menor les alcanzó, la bella elfo solo tenía puesta ropa ligera hecha de seda, obviamente su ropa interior, la cual mostraba mucha piel no dejando nada a la imaginación. Sena Seyd abrazó su hermana por detrás y comenzó a forcejear con ella, obviamente protegiendo al joven.



-¡Sina, detente! ¡Te lo ruego escúchame! ¡Jean, tú desaparece hasta que solucione esta situación!-.



-¡Sueltame Sena! ¡Te digo que me sueltes! ¡Repararé esta afrenta a nuestra familia! ¡Recuerdalo Jean Nox Crow pagarás por esto!-.




El joven en cuestión continuó corriendo, alrededor de su cuerpo aparecieron plumas negras mientras se encogía, finalmente se transformó en un cuervo de tamaño natural y huyó volando frenéticamente.



Nelu Maeru Marshall testigo muda de esta situación, inmediatamente hizo sus conclusiones. Cerró la ventana de su cuarto, se acostó en su cama, tomó una almohada y descargó en ella todas sus frustraciones.





-¡Hijo de xz5$pqr&%! ¡Infiel! ¡Enemigo de las mujeres! ¡Pervertido! ¡Lujurioso! ¡Mentiroso! ¡Yo aquí pensando que eras un buen hombre y tú…y tú! ¡Ahhhh! ¡Que coraje me das!-.




Ese día Nelu Maeru Marshall no acudió a dar clases.

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