LES DESEO A TODOS UN FELIZ AÑO NUEVO, PARA EMPEZAR BIEN LES DEJÓ EL SIGUIENTE CAPITULO, ESPERO QUE SE DIVIERTAN AL LEERLO, TANTO COMO YO AL ESCRIBIRLO.
CAPITULO 6
Jean despertó de su sueño,
sentía todo su cuerpo descansado. Con una revisión interna rápida pudo darse
cuenta que sus heridas habían sanado, hecho que le alivió. Ahora solo hacía
falta ponerse el día, pues no sabía cuánto tiempo durmió.
Lo último que recordaba fue la pelea contra las aves de Estínfalo, y la profesora Seyd siendo envenenada, por lo cual el tuvo que usar la tecnica de Sacrificio.
Al adecuarse su vista, pudo
determinar que se encontraba en el hospital de la Academia. Toda la habitación
estaba a oscuras, pero él podía escuchar el trinar de los pájaros, así que
debía ser de día.
El joven decidió esperar a
que los sanadores acudieran a su habitación para pedir su alta. Nuevamente se
acomodó en la cama, y en ese momento por fin pudo darse cuenta de algo
sumamente extraño, no estaba solo. Debajo de sus sabanas alguien le hacía
compañía, podía sentir el calor corporal que emanaba. Al prestar más atención,
sintió algo abrazando su pecho, temeroso levantó la sabana con la que se
encontraba tapado.
Lo primero que vio es que él
se encontraba desnudo, lo segundo es que había una tercera mano encima de su
pecho, levantando un poco más de tela siguiendo la dirección de esa mano
descubrió un esbelto brazo que sin lugar a dudas le pertenecía a una mujer, su
piel blanca, tersa y agradable al tacto era exquisita.
Yendo todavía más lejos pudo
descubrir a la dueña de esos atributos, una belleza rubia con facciones
delicadas y orejas puntiagudas. Su corazón comenzó a latir a toda velocidad, se
trataba de la profesora Seyd y al igual que él no tenía nada de ropa. Sus
instintos masculinos hicieron que viera más allá del rostro de la fémina, su
conciencia moral enseguida lo reprimió y bajó la sabana inmediatamente.
-(¡¿Que rayos pasó?! ¡¿Por
qué me encuentro en esta situación?! ¡No es que no me guste, después de todo
soy un hombre pero si algo me ha enseñado la vida, es que este tipo de
situaciones o pueden terminar muy bien o muy mal, sin termino medio!)-.
Mientras Jean deliraba, la
bella elfo despertó, volteó a verlo y tomando una acción por demás tierna le
sonrió.
-Buenos días, estoy feliz de
que hayas despertado. Gracias por salvarme la vida Jean Nox Crow, yo nunca lo
olvidaré-.
-Buenos días profesora,…a
¿Por qué estamos…los dos de esta forma?-.
Con timidez el joven
preguntó. La bella mujer se dio cuenta que estaba desnuda y se escondió debajo
de las sabanas solo dejando que se viera su rostro que estaba ligeramente
sonrojado. Y al igual que Jean ella le respondió con demasiada pena.
-Bueno…si es niño se llamará
Jane, si es niña le pondremos Jena-.
Jean Nox Crow recibió un
golpe fatal, quedó tan blanco como el mármol con la boca abierta, con una
expresión estúpida en su rostro. Esas palabras fueron peor que el peor conjuro
que él conociera. Esa oración resonó en su mente en un ciclo infinito, cada vez
causando más y más golpes críticos. Para describir la situación de Jean solo
usaré una palabra “OVERKILL”.
-Bueno…si es niño se llamará
Jane, si es niña le pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane, si es
niña le pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le
pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena…Bueno…si
es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena…Bueno…si es niño se
llamará Jane, si es niña le pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane,
si es niña le pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le
pondremos Jena…Bueno…si es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena…Bueno…si
es niño se llamará Jane, si es niña le pondremos Jena-.
Lo terrible de la situación,
es que ninguno de los dos se dio cuenta de algo muy importante que pondría en
peligro la vida de Jean a…digamos inmediato plazo.
La directora Seyd como todo
los días desde que su amada hermanita comenzó a cuidar a Jean Nox Crow, le
llevaba una bandeja con el desayuno listo. Ya que ella no quería apartarse mucho
tiempo del joven que le salvo la vida.
El sonido de una bandeja de
metal azotando el suelo y múltiples platos de porcelana rompiéndose se escuchó
en la habitación.
-¡Ehhhhhhhhhh! ¡¿Qué acabas
de decir Sena?! ¡¿Acaso escuche bien?! ¡¿Tú y él… ustedes dos….-.
La anciana directora estaba
en un terrible estado de shock, se sostenía el pecho intentando contener su
agitada respiración. Su mirada se desviaba desde su bella hermana al engendró
que la profanó.
Jean volteó a verla girando
lenta y mecánicamente su cuello.
La bello elfo por otra parte se paralizó al
ver a su hermana mayor.
-(¡Ahora si estoy muerto!
¡Ni siquiera podré ver a mi futuro hijo! ¡No espera detente Jean no aceptes las
cosas tan rápido, si lo haces es el final del camino para ti! ¡Piénsalo bien
incluso aunque tú y ella hayan…hayan… hecho…tú sabes a que me refiero, es
imposible determinar que serás padre al día siguiente! ¡Tienes razón yo mismo!
¡Además no tengo ninguna memoria de haber hecho algo! ¡Pero incluso si solo es
una infinitésima posibilidad, como hombre no debo huír! ¡Lo que tengo que hacer
está claro!)-.
-¡Directora Seyd, yo tomaré
la responsabilidad por mis acciones!-.
Jean Nox Crow usó una de las
frases legendarias e inútiles que los hombres han heredado a otros hombres
desde la prehistoria.
La directora Seyd río como
maniaca al escuchar la respuesta del joven.
-¡Jean Nox Crow claro que te
harás responsable pero en el infierno!-.
La anciana maga extendió sus
manos, y en sus palmas se formaron orbes elementales, de oscuridad y hielo.
Sena Seyd por fin se
recuperó de su estupor y se interpuso enfrente de Jean y su hermana.
-¡Sina detente! ¡Esto es un
malentendido! ¡Déjame explicarte!-.
-¡¿Malentendido?! ¡No me
vengas con eso, solo mírate. Estas completamente desnuda! ¡No te da vergüenza! ¡Cuando
terminé con él, hablaré seriamente contigo!-.
La directora estaba
encolerizada.
-¡No, hermana detente! ¡Jean
no te quedes ahí como idiota y huye de aquí!-.
El joven sin perder tiempo
salió de la habitación lanzándose a través de la ventana cerrada rompiéndola en el proceso y
comenzó a huir por su vida.
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La profesora Nelu Maeru
Marshall, se levantó temprano en la mañana mucho antes de que sus clases
comenzaran. La razón era sencilla, ella quería ir a ver a Jean. La directora le
informó la situación que sucedió en los laberintos, para salvar a su hermana,
él uso un conjuro para transferir los daños a su cuerpo. Ahora mismo se encontraba en el
hospital de la Academia.
Cuando escuchó todo esto,
ella se asustó y conmovió, pero de cierta forma no estaba sorprendida. A pesar
de que solo conocía a Jean Nox Crow por
tan solo unos meses, ese tiempo fue suficiente para que pudiera entender qué
clase de persona era.
Al inicio al saber que
estuvo en Le Morte, la infame prisión comparada al infierno según las leyendas.
Nelu pensó que Jean sería una mala persona, pero en realidad ese primer
pensamiento desapareció hace mucho tiempo atrás. Si bien el comportamiento de
ese hombre que a veces era violento y otras amable y protector eran
contrastantes, hasta el punto de poder creer que Jean tenía doble personalidad
o algo, en realidad visto desde otro ángulo, todo tenía sentido.
Nelu llegó a la conclusión
de que ese extraño joven era una persona “autentica”.
Muchas personas al tratar
con otras de alto rango se comportan sumisas, mientras que cuando están con las
de un rango menor a ellas son soberbias. Algo que era visto como sentido común.
Incluso frente a otras situaciones las personas tenían diversos rostros que
mostrar. Para la joven mujer de cabello gris casi blanco, esto era hipocresía.
Pero eso joven era distinto, él veía las cosas solo en blanco y negro, el gris
tan hablado en el mundo de los adultos no pareciera existir para Jean, para él
solo había dos clases de personas, amigos o enemigos.
Si uno era amigo, Jean le
ayudaría y lo protegería como si fuera lo más natural del mundo, incluso
pondría en peligro su propia vida para hacerlo. Ella lo sabía de primera mano.
Jean salvo a su hermana y ciudad y no pidió nada a cambio. Desde el principio,
él no esperaba nada en retorno.
Por otra parte con sus
enemigos, él no mostraría ni una pizca de piedad, se volvería su juez y
verdugo, les haría sufrir indescriptibles tormentos todos ellos inhumanos. El
recuerdo de esa batalla aún estaba fresco en su mente. Después de asesinar
brutalmente a “Glotón”, volvió sus colmillos hacia los demás ciclopes. Aunque
la batalla ya había sido ganada, él se deleitó en el horror, miedo y
sufrimiento de sus enemigos, quienes solo pensaban en huir. Les aplastó, cortó,
atravesó, empaló, quemó, congeló, los hizo explotar en pedazos, una verdadera carnicería
sin sentido, hasta que ella le detuvo.
A pesar de todo, la bondad
que mostraba hacia sus amigos era mayor que la malicia que usaba en sus
enemigos. El rostro afligido y triste que Jean mostró por haberla lastimado,
diciendo que había roto su promesa, apareció en la mente de la doncella.
-A pesar de sus defectos, es
un buen hombre-.
Las palabras se escaparon de
sus labios, Nelu al escucharlas se sonrojó. Sin querer pensar más en esas cosas
abrió la ventana para tomar un poco de aire fresco y aclarar sus ideas.
-¡Jean Nox Crow te mataré
por deshonrar a mi querida hermana! ¡Detente!-.
La directora Seyd perseguía
a un casi desnudo joven, quién en su mano derecha tenía una almohada de forma cuadrada con la cual se cubría su ingle. En su mano izquierda tenía otra almohada con la
que se cubría su retaguardia.
Los ataques de la anciana
directora salían disparados con gran poder dejando cráteres donde impactaban,
Jean a pesar de su vulgar estado lograba esquivar todos los ataques.
-¡Directora, por favor
cálmese! ¡Ya le dije que tomaré responsabilidad!-.
-¡Pudreté!-.
-¡No sé qué pasó! ¡Se lo
juro!-.
La anciana aumentó la
intensidad de sus ataques. Pronto su hermana menor les alcanzó, la bella elfo
solo tenía puesta ropa ligera hecha de seda, obviamente su ropa interior, la cual mostraba mucha piel no dejando
nada a la imaginación. Sena Seyd abrazó su hermana por detrás y comenzó a
forcejear con ella, obviamente protegiendo al joven.
-¡Sina, detente! ¡Te lo
ruego escúchame! ¡Jean, tú desaparece hasta que solucione esta situación!-.
-¡Sueltame Sena! ¡Te digo
que me sueltes! ¡Repararé esta afrenta a nuestra familia! ¡Recuerdalo Jean Nox
Crow pagarás por esto!-.
El joven en cuestión
continuó corriendo, alrededor de su cuerpo aparecieron plumas negras mientras
se encogía, finalmente se transformó en un cuervo de tamaño natural y huyó
volando frenéticamente.
Nelu Maeru Marshall testigo
muda de esta situación, inmediatamente hizo sus conclusiones. Cerró la ventana
de su cuarto, se acostó en su cama, tomó una almohada y descargó en ella todas
sus frustraciones.
-¡Hijo de xz5$pqr&%!
¡Infiel! ¡Enemigo de las mujeres! ¡Pervertido! ¡Lujurioso! ¡Mentiroso! ¡Yo aquí
pensando que eras un buen hombre y tú…y tú! ¡Ahhhh! ¡Que coraje me das!-.
Ese día Nelu Maeru Marshall
no acudió a dar clases.
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