HOLA ESTIMADOS LECTORES, AQUÍ LES TRAIGO UN CAPITULO MAS DE ESTA NOVELA. ESPERO LES GUSTE.
CAPITULO 4
La habitación del guardián
era inmensa e irregular, en toda la extensión de sus paredes se podían observar
los agujeros de grandes cuevas, un conteo rápido reveló más de cien. A unos
metros del grupo de Jean, observaron a los bandidos en una formación en
círculo. Alrededor de ellos se erigía una potente barrera que mantenía a tres
inmensas aves de metal, del color del bronce, que les lanzaban picotazos.
-Hay que tener mucho
cuidado, el hecho que la puerta no se halla cerrado todavía implica que el
verdadero guardián no ha aparecido, esas aves deben ser sus sirvientes-.
Jean les recordó la
situación a sus aliados.
-Entendido-.
-Primero usemos ataques de
larga distancia, no maten a esas aves a menos que sea absolutamente necesario-.
Leil Rewn dio sus
instrucciones y una lluvia de ataques mágicos cayó encima de los bandidos.
Afortunadamente para ellos, su barrera resistió el primera ataque.
-¡Malditos! ¡Así que al
final si tuvieron el valor para entrar!-.
Uno de los enemigos comenzó
a insultarles.
Las aves de metal al ver al
nuevo grupo de presas decidieron que era más fácil ir tras ellos que intentar
romper la barrera mágica.
Jean creó un arco de fuego y
bombardeo a las aves derribando una, que emitió un graznido agonizante antes de
sucumbir pero otra ave atravesó sus defensas.
-“Madre tierra, por favor
permite que tus raíces invadan este lugar. Protege a tu fiel sirviente y
destruye a sus enemigos”-.
La profesora elfo lanzó un
conjuro, de la tierra raíces de color negro llenas de espinos surigieron y
envolvieron al ave de metal antes de que esta pudiera alcanzar a los
caballeros.
Los caballeros continuaron
enfocando todo su poder de fuego contra los bandidos.
La tercer ave al ver a sus compañeros ser asesinados, empezó a
graznar con gran fuerza sin parar.
En ese instante una luz
tenue envolvió al líder enemigo y desapareció.
-¡Que pasa! ¡¿Por qué solo
el jefe fue transportado?!-.
-¡¿Acaso nos engañó?!-.
-¡No puede ser!
¡Probablemente nosotros también seres teletransportados fuera de aquí en unos
instantes!-.
Los restantes bandidos
entraron en un estado de shock. Viendo esta escena Jean comenzó a reírse a
carcajadas.
-¡Es obvio que fueron abandonados!
¡Conjurar un círculo mágico para todos ustedes lleva mucho tiempo! ¡Su jefe
solo los usó para que en este corto lapso pudiera salvar su vida!-.
La voz del joven se
sobrepuso a los graznidos del ave de bronce.
-Rewn, creo que deberíamos
salir de la habitación inmediatamente. No creo que esos hombres que fueron
descartados tan fácilmente por su jefe tengan información útil para este caso-.
La profesora Seyd compartió
su opinión, mientras observaba los alrededores. Lentamente de todas las cuevas
se empezaron a asomar una gran cantidad de aves idénticas a las que habían
asesinado.
-Tienes razón Seyd.
¡Retirada! ¡Salgamos inmediatamente!-.
Todos empezaron a correr en
dirección a la puerta incluyendo a los bandidos. Era mejor ser atrapados por
los caballeros que morir descuartizados por esas inmensas aves.
Sin embargo la tercera ave
de bronce dejó de graznar y se dirigió hacia la entrada bloqueándola. Jean la
contraatacó con flechas de fuego, pero no podía usar todo su poder, ya que
todos se encontraban huyendo en la misma dirección.
Aturdida por los ataques de
fuego, tres caballeros lograron pasar y salir de la habitación. Las demás aves,
acudieron ayudar a su compañera y terminaron por cortar la vía de escape, atrás
de ellas, las inmensa puertas se cerraron como si tuvieran vida propia. Eso marcó
el inicio de una terrible batalla.
Los primeros en ser
asesinados fueron los bandidos, no por los monstruos sino por la mano de Jean
que sin perder tiempo ni inmutarse, aprovechando que su atención se encontraba
centrada en las inmensas aves, plantó una flecha en sus cuerpos. Sus rostros
mostraron incredulidad y sorpresa antes de caer al suelo y perder la conciencia
para siempre.
-¡Jean! ¡¿Por qué hiciste
eso?!-.
Carmil Carm se alarmó ante
las inusitadas acciones de su compañero.
-Era peligroso dejarlos
vivir, en esta pelea solo añadirían peligro para nosotros. Para activar el
círculo de teletransportación debieron haber agotado todas sus fuerzas. En
resumen no aportarían nada bueno a nuestra situación pero para salvar sus vidas
no dudarían en sacrificar la de nosotros-.
Aunque el presidente del
consejo estudiantil entendió las razones de su compañero, aun así esas acciones
le parecieron frías e impiadosas.
La líder de los caballeros
también visualizó ese posible escenario pero por su formación moral no se
hubiese atrevido a tomar tales acciones, ella sabía que Jean decidió mancharse
las manos para que nadie más tuviera que hacerlo. En resumen sus acciones
fueron las correctas si querían sobrevivir.
Como su líder no dijo nada
el caballero restante se quedó en silencio. Por su parte la profesora Seyd ni
siquiera se inmutó, los elfos eran conocidos por su forma práctica de ver las
cosas.
-Rewn, ¿Tienes algún plan?
Yo puedo activar una barrera espiritual para detener el ataque de esas aves
pero no sé cuánto soportará-.
-Lo único que podemos hacer
ahora es disminuir el número de enemigos mientras permanecemos detrás de tu
barrera-.
-Afortunadamente soy un
experto en una batalla de desgaste de uno contra miles-.
Jean habló con confidencia
al mismo tiempo que tensaba su arco.
-“Señor
del Sol y Soberano de todas las artes, te imploro tu ayuda para que la
oscuridad no apague la Luz, para que la ignorancia de las bestias no alcance la
sabiduría de los seres pensantes, bendice mis flechas para que no erren el
corazón de mis enemigos”-.
Una miríada de flechas
salieron disparadas de su arco, las aves realizaron maniobras evasivas pero sin
importar a donde iban, las flechas les seguían.Con un solo ataque más de una
docena de aves cayeron al suelo, con agujeros en todos su cuerpo, la sangre que
se derramaba de sus cuerpos era similar al mercurio.
La bella elfo inmediatamente
erigió una barrera en forma de domo que cubrió a todos los miembros de su
equipo, la energía que la formaba era de un color amarillo brillante.
-Esta barrera es especial
los ataques externos no la atravesaran, pero desde el interior podemos
contraatacar-.
La profesora Seyd les
informó. Carmil Carm sin querer pensar más sobre el asunto de los bandidos
asesinados, también puso manos a la obra, creando un arco y flecha de color
negro lanzó un conjuro maléfico.
-“La luz del sol siempre te
despertó en las mañanas, suavemente, gentilmente acariciaba tu rostro lleno de
vida. De los campos pudiste disfrutar el aire puro, pero ahora…pero ahora es
una pena que en el lugar en que te encuentras el aire es pútrido y la luz del
sol no brilla más. !Inframundo!”-.
Una flecha llena de poder
salió disparada de su arco en dirección a una parvada de enemigos. Antes de
llegar a su blanco explotó formando una esfera negra de cerca de veinte metros
que absorbió todo lo cercano.
Las aves se encolerizaron y
continuaron emitiendo sonidos desagradables. Al igual que el grupo de Jean
cambiaron sus tácticas de corto alcance a largo alcance. Blandiendo sus alas al
unísono arrojaron sus plumas como si fueran proyectiles contra la barrera.
-“Guerreros que yacen en la
tierra. Despierten de su sueño, sacúdanse la pereza y prepárense para la
batalla. ¡Recuerden que la gloria les aguarda!”-.
Leil Rewn tampoco quería
quedarse atrás, después de unos momentos reunió la energía necesaria y activó
uno de sus mejores conjuros.
Del suelo aparecieron golems
de cerca de tres metros de altura, en total eran doce. Después de formarse
completamente soltaron un grito grave y comenzaron a arrojar las rocas cercanas
a las aves. Aunque los cuerpos de los golems fueron llenados con una increíble
cantidad de plumas, se movían ignorándolas.
El caballero que se quedó
atrás no era muy bueno con ataques de larga distancia, pero se las arregló para
crear esferas de hielo para contraatacar.
Este ritmo de batalla se
prolongó por casi una hora, sin importar cuantas aves mataran seguían
apareciendo más y más. El único cambio fue que ahora el color de las aves había
cambiado a plateado en vez de bronce.
Continuaron así por quince
minutos mas y la situación se tornó en su contra. Aunque sus plumas no podía
dañar a los golems, si atacaban directamente con sus cuerpos la historia cambiaba. Las aves
levantaron a los golems hasta las alturas y los dejaron caer. Al impactar
contra el suelo se fragmentaron en miles de pedazos para nunca más formarse de
nuevo.
Todos se encontraban
agotados y respirando agitadamente, excepto Jean y Carmil, desgraciadamente la
profesora Seyd había llegado a su límite y en un instante la barrera se hizo mas
débil, un grupo de plumas la atravesaron dirigiéndose hacia la bella elfo, su
rostro mostró temor ante esta situación.
Jean se movió delante de
ella y recibió el ataque, al mismo tiempo que activaba una nueva barrera.
-“Escudo de lamentaciones”-.
Una nueva barrera se erigió
formada por rostros etéreos de color oscuro, que mostraban dolor y tristeza.
Todos cesaron sus ataques, horrorizados veían esta escena.
El joven de cabello negro se
tambaleó de un lado a otro, sus procesos mentales se entorpecieron, su cuerpo
comenzó a pesarle. Sin perder tiempo usó su nombre mágico.
-“Ferus Ignis”-.
Su ropa, cabello, cejas,
pestañas, ojos y uñas se tornaron de color naranja intenso.
-¿Jean estás bien? Déjame
tratar tus heridas-.
La profesora Seyd se
encontraba realmente preocupada.
-No será necesario
profesora, solo me aturdí un momento pero eso fue debido al veneno-.
-¿Quieres decir que esas
plumas tienen veneno?-.
La líder de los caballeros
se acercó a Jean.
-Así es, ahora conozco la verdadera
identidad de estos monstruos. Son las legendarias aves de Estínfalo. Sus plumas
tienen un veneno muy potente. Si una sola de ellas llega a incrustarse en su cuerpo es
suficiente para inflingirles una horrible muerte y al igual que el veneno de
hidra el antídoto tiene que ser suministrado inmediatamente o de lo contrario
no servirá de nada-.
El joven se arrancó las
siete plumas que se encontraban en su abdomen y las arrojó al suelo.
-¡En ese caso hay que
hacer algo inmediatamente! ¿Alguno conoce magia curativa?-.
-No te preocupes
Carmil, afortunadamente ya que me especializo en el elemento fuego al usar mi
nombre mágico la temperatura de mi cuerpo se eleva, mientras más fuertes sean
mis flamas así la temperatura. Lo que quiero decir es que la estructura del
veneno no puede mantenerse integra dentro de mi cuerpo lo que lo vuelve inútil
contra mí-.
-Que alivió, por un
momento pensé que por mi culpa morirías-.
La profesora Seyd
estaba agradecida pero también apenada.
-No soy alguien quién
pueda morir, así que no piensa más en eso profesora-.
Con una sonrisa el
joven le respondió a su profesora, ella le contestó de igual manera.
Un segundo después
Carmil intencionalmente tosió aclarándose la garganta.
-Con esta nueva
barrera solo podemos defendernos, ¿Qué haremos ahora?-.
-Tengo un plan, las
aves de Estínfalo son débiles ante el sonido. Usaré un conjuro que es perfecto
para lidiar con ellas, estoy seguro que la mayoría morirán pero las que no
quedarán aturdidas. En ese instante necesito que destruyan a las restantes-.
-Tendrás que salir de
esta barrera para realizar ese conjuro. Eso es bastante peligroso deja que te
acompañe-.
El caballero
subordinado se ofreció para ayudar a Jean.
-No, solo yo soy
inmune a su veneno. Por el momento descansen para recuperar sus fuerzas-.
-Aunque seas inmune a su veneno, sus picos y garras pueden desgarrar tu carne-.
Leil Rewn le recordó
lo peligroso de sus oponentes.
-“Amada noche,
refugio del asesino y también de los amantes ilícitos, como un hijo de la
oscuridad, yo mendigo tus bendiciones. Vísteme con tú enigmática túnica,
ocúltame de la Luz”-.
Alrededor del cuerpo
de Jean un aura oscura comenzó a reunirse y lentamente se solidificó formando
una hermosa armadura gótica, que cubría totalmente el cuerpo del joven no
dejando siquiera que se viera un pedazo de su piel.
-De esta forma no hay
nada que deba temer, como dije descansen. Estoy seguro que después de derrotar
a estas aves, habrá una sorpresa-.
-¿Por qué crees
eso?-.
-Porque todos
seguimos con vida. Estas aves deben de tener un líder, a él o ella debemos
temer. Así que prepárense-.
Todos se pusieron a
descansar. Leil Rewn y su subordinado compartieron pociones para recuperar las
energías físicas , mágicas y espirituales más rápido. Mientras tanto cuando las aves se
percataron de que ya no eran atacadas, descendieron y comenzaron a picotear o a
atacar con sus filosas garras el domo de almas.
Media hora pasó antes
de que todos hubieran recuperado el aliento.
-Esten atentos a la
señal-.
Con esas palabras
Jean salió del domo creando una guadaña de fuego y cortando a sus enemigos en
pedazos, sangre como mercurio voló por todas partes, las plumas de sus enemigos
rebotaban en su armadura. El joven atrajo la atención de las aves lejos del
domo, cientos de aves se preparaban para destrozar a su oponente, cuando por
fin lo rodearon y se lanzaron en picada el joven hizo su movimiento, las flamas de su cuerpo se tornaron carmesí.
-"Yo soy
presagio de muerte, quienes oyen mi voz saben que morirán en agonía, acéptame
en tu familia y la seguiré, te prometo que la muerte no los sorprenderá
durmiendo, y al final te ofreceré mis lágrimas y dolor, ¡Mortal, no me guardes
rencor!"-.
Al finalizar el conjuro Jean
emitió un grito desgarrador lleno de tristeza y pesar, que resonó en toda la
habitación, las creaturas cercanas que lo escucharon cayeron muertas, sus
tímpanos y ojos estallaron. El suelo en cuestión de segundos se llenó de
cadáveres. Las aves más afortunadas y alejadas aunque no murieron estaban en
uno estado de sopor incapaz de moverse.
La hora para cambiar la situación había llegado.
Espera... Dice que nox tenia el cabello negro, pero que no las tres L, le dijeron que no lo cambiara del dorado?
ResponderEliminarQuizás sea un chico rebelde y las desobedeció o solo lo hace cuando no esta cerca de ellas
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