Hola, espero que me hallan extrañado, hoy les dejo el siguiente capítulo de Nox, que es dos capítulos en uno. Disfrutenlo.
Imagen con fines ilustrativos.
La directora Seyd se encontraba meditando en
su despacho, encima de su escritorio se hallaban varias libretas forradas de
piel, se trataban de investigaciones sobre las artes místicas.
Un suspiro se le escapó. Había pasado todo el
día y la noche anterior revisando sus contenidos y llegó a la conclusión de que
esos documentos no deberían caer por ninguna razón en manos equivocadas.
Mientras estaba sumida en sus pensamientos,
alguien tocó a su puerta.
-Adelante-.
-Buenos días Directora Seyd-.
Haciendo una ligera reverencia, un educado
estudiante entró.
-Vine como me lo solicitó-.
-Gracias por acudir con rapidez Sr. Carm, a
pesar de sus obligaciones en el consejo estudiantil-.
-No hay problema Directora, esto también es
parte de mis obligaciones-.
El joven en cuestión era el presidente del
consejo estudiantil de la Academia del Sol, de facciones nobles y mirada seria,
su cabello era largo atado en una cola de caballo, y al igual que sus ojos era
de color carmesí.
-En ese caso no le haré perder más el tiempo,
la razón porque le llamé es simple, ¿Conoce de casualidad al Sr. Jean Nox
Crow?-.
El presidente del consejo estudiantil guardó
silencio por unos segundos antes de responder, pareció que estaba pensando
adecuadamente las palabras que diría.
-Si, es algo famoso en este lugar como una
especie de genio, muchos estudiantes le respetan, otros le admiran y algunos
más le temen-.
-Ya veo, pero dígame ¿Cuál es su opinión
personal?-.
-Bueno personalmente creo que es una persona
que se esfuerza mucho, lo he visto entrenando arduamente junto con los
profesores, también lo he encontrado en la biblioteca estudiando libros de
artes místicas avanzadas-.
-Si… es cierto a simple vista no hay nada que
se le pueda criticar-.
La directora soltó ese comentario más para
ella misma que para el Sr. Carm.
-Pero si hay algo que debo decir, el consejo
estudiantil ha recibido quejas de algunos estudiantes, ellos comentan que el
Sr. Nox está recibiendo un trato preferencial-.
La Anciana directora centró su mirada en él.
-Explíqueme detalladamente a que se refiere
Sr. Carm-.
-Bueno en primera instancia me dicen que él
fue exentado de sus exámenes y enviado a un curso especial, esto es algo que no
tiene precedente y ha causado cierto malestar-.
La directora asintió ante todas las palabras
del presidente.
-Ciertamente estoy de acuerdo con que la
situación es ligeramente inusual, esa es la razón por la cual lo he llamado Sr.
Carm. El Sr. Nox se podría considerar un
estudiante modelo pero carece de algo muy importante…y eso es sentido común-.
La anciana terminó su oración de manera
contundente.
-¿Sentido Común?-.
El presidente del consejo estudiantil parecía
confundido.
-Así es, observe estos textos-.
La directora le pasó los pequeños libros de
cuero que estaban en su escritorio.
-Lea los títulos por favor y yo le explicaré
de que trata cada uno-.
Carm tomó los libros y empezó a leer las
portadas.
-“Conjuro Alquímico Barométrico de Amplio Espectro”-.
-Este conjuro causa una compresión y
descompresión súbita en un amplio número de personas, en lenguaje humano los
hace explotar-.
El cuerpo del joven Carm se estremeció, una
sensación fría inundó todo su ser pero superándolo continuó su lectura.
-“Conjuros Alquímicos basados en los Círculos Infernales
y sus variantes, aplicados al combate cuerpo a cuerpo”-.
-Congelar, quemar, devorar, ahogar, aplastar,
cortar, etc.-.
El presidente del consejo tragó saliva.
-“Corrupción de la Runa Pureza con el fin de
crear muertos vivientes más fuertes”-.
-Su nombre lo explica todo-.
-“Uso del Jade y Sangre de Creaturas Abisales
para crear Armas Ilusorias”-.
-Continúa-.
-“Creación de Engranajes Mágicos Espirituales
para facilitar el uso de encantamientos múltiples”-.
-Una nueva tecnología innovadora-.
-“Mejora
del conjuro Susurro a Llanto de
Banshee”-.
-El conjuro
Susurro causa aturdimiento a quienes lo escuchan, este nuevo conjuro
causaría muerte inmediata-.
Finalmente el presidente en estado de shock leyó
el título del último libro.
-“Confección de Cánticos específicos para
Invocar a Espíritus de Nivel Bajo y Medio; cadencia, melodía, letra”-.
-Me pregunto si la definición sobre los niveles de los espíritus de “bajo y medio”
que maneja ese texto es correcta-.
Aclarándose la garganta, el Sr. Carm realizó
una pregunta.
-… ¿Qué tiene que ver todo esto con el Sr.
Nox-.
-Bueno estos son sus exámenes, después de lo
que le pasó al Profesor Nirven se decidió que el joven Nox entregara ensayos
para aprobar sus materias-.
Con duda en sus palabras el presidente volvió
a preguntar.
-¿Me está diciendo que estos textos los hizo
un estudiante?-.
-Si así es, y los contenidos ya fueron
verificados como ciertos por los profesores de esta escuela, cualquier país
estaría dispuesto a matar para obtener alguno de ellos, y él simplemente los
hizo y entregó como si fuera lo más normal del mundo. ¿Ahora ve por qué le dije
que el Sr. Nox carece de sentido común?-.
-Sí, definitivamente no tiene nada -.
Carm se veía bastante afectado, él era
considerado un estudiante ejemplar, bueno en lo deportes, estudios y relaciones
sociales, su futuro se vislumbraba prometedor y por ello se sentía orgulloso pero
ahora acababa de conocer a alguien que se salía de la lógica; Una persona que
había creado grimorios que fácilmente podrían ser considerados tesoros, y todo
esto en su primer año de Academia, sin contar el nivel práctico que había
demostrado cuando peleó con el Profesor Nirven. Carm por primera vez en su vida
sintió celos y admiración.
Mientras se encontraba en su monologo interno,
la directora continuó hablando.
-Todo esto nos trae a la situación actual, la
verdad es que tengo dos peticiones para usted, primero me gustaría que acepté
al Sr. Nox en el consejo estudiantil para que pueda aprender algo de sentido
común y responsabilidad, no necesita ser un puesto importante-.
Saliendo de su ensimismamiento Carm respondió.
-Es deber del consejo estudiantil solucionar y
prevenir situaciones potencialmente peligrosas, yo creo que esto cabe perfectamente
dentro de nuestras responsabilidades-
-Excelente Sr. Carm, realmente es una persona
confiable. Ahora bien la segunda petición que le haré tómela como un favor
especial-.
El presidente del consejo puso toda su
atención ante esas palabras.
-¿Cuál sería esa petición?-.
Sin perder tiempo la directora respondió.
-Quiero que usted se vuelva el compañero de
dormitorio del Joven Nox para que él tenga un modelo de disciplina a seguir-.
-¿Eh?...Entiendo pero ¿Por qué yo?-.
-Porque es un estudiante modelo responsable,
respetuoso y prudente, de todos los alumnos decidí que usted representa todo lo
que consideramos como ideal-.
El rostro del joven quedó rojo ante tales
elogios.
-…Será un honor cumplir su petición-.
-Muchas gracias Sr. Carm, de todos modos si
hay algún problema notifíquemelo y le ayudaré en lo que necesite-.
-Así lo haré, ¿Hay algo más de lo que quiera
hablar conmigo?-.
-Si, por favor no le diga a nadie lo que vio
en este lugar y discúlpeme por tomar su tiempo-.
-Entiendo, no se preocupe, con su permiso-.
Con una reverencia el presidente del consejo
estudiantil se retiró de la habitación.
-Espero que todo salga bien-.
La anciana directora dejó escapar otro suspiro despúes de que el joven estuvo fuera de su vista.
Del otro lado de la puerta Carm se alejó con
prisa hasta que llegó a su habitación, ahí se sentó en su cama y estuvo así por
un minuto, finalmente explotó.
-¡Maldición! ¡Maldición! ¡Por qué demonios
acepté! ¡Por qué me puse en una situación tan peligrosa!-.
En un arrebato tomó una almohada y ahí
descargó sus continuos gritos y quejas.
Después de inhalar y exhalar profundamente
varias veces por fin se tranquilizó.
-Bien no hay nada que pueda hacer, ya di mi
palabra y sin importar que debo cumplirla, lo que debo hacer primero es…-.
El joven se quedó pensando hasta que
finalmente recordó de ciertas señoritas que siempre estaban cerca de su futuro
compañero de habitación.
-¡Eso es! Puedo conseguir información acerca
de él con ellas-.
Sin más demora sacó una libreta y pluma de su
escritorio y salió disparado de su habitación en busca de las tres L.
Primero visitó la cafetería pero no las
encontró, después en sus recesos escolares fue revisando uno por uno los
salones de clase pero tampoco las halló, también fue a los distintos clubes
pero no tuvo suerte, finalmente cuando estaba a punto de darse por vencido
logró vislumbrarlas al pie de un gran árbol, con alegría corrió hasta llegar
cerca de ellas y se puso a observarlas esperando el momento apropiado para
hablarles.
-Vengan aquí pequeños duendecillos aunque Jean
no está aquí pueden comer con nosotras-.
Una doncella de cabello verde claro intentaba
atraer a unos adorables espíritus con comida específicamente unos sandwiches,
los pequeños seres se mostraban reacios a acercarse, en el mejor de los casos
tomaban la comida rápidamente y se ocultaban detrás del gran árbol para
frustración de la señorita.
-No tiene caso Liz, ellos solo se acercan a
Jean si intentamos atraparlos no regresaran hasta que él vuelva-.
Una señorita rubia de ojos azules y expresión
alegre le aconsejó a su amiga.
-Está bien-.
Liz colocó un pañuelo en el suelo y encima
puso unos cuantos sándwiches.
-Pueden comer estos-.
Les dirigió unas palabras a los pequeños
duendes, no estuvo claro si entendieron, pero cuando terminaron de devorar el
primer sándwich con precaución tomaron otro y se volvieron a esconder.
-Siempre me he preguntado qué es lo que ven en
él, aparentemente lo consideran inofensivo pero con nosotras huyen-.
Una tercera señorita de cabello azul y ojos
claros se unió a la conversación, en sus ojos y manos inquietas se reflejaba el
deseo de querer atrapar y abrazar a esos espíritus.
-Quien sabe Jean es todo un misterio-.
-Tienes razón Laur, a veces creó que terminará
juzgado por la Inquisición-.
-Bueno si te casas con él aun estas a tiempo
de corregirlo-.
Laur bromeó con su compañera.
-¿!Ehhhhhh?! ¡Qué estás diciendo Laur! ¿Yo su
feliz esposa? ¡Nosotros aún no hemos llegado a ese nivel de relación!-.
-Jajaja, Lili dijiste “feliz esposa y aún”, ¿Eso significaba que
tienes planeado confesarle tu amor y llegar hasta el altar?-.
El rostro de Lili enrojeció súbitamente, humo
empezó a escapar de su cabeza, no respondió a la pregunta de su compañera o
mejor dicho no pudo responder.
-¿Lili? ¿Lili? Oh rayos se desmayó-.
Laur verificó el estado de su amiga.
-No deberías molestarla tanto fue educada de
manera estricta y tiene poca experiencia en tratar los asuntos amorosos. Por
cierto ¿Cómo lo estará pasando en la Ciudad Acorazada?-.
La doncella de cabello verde hizo una pregunta
después de amonestar a Laur, estaba bebiendo una taza de té.
-Lo siento, lo siento. En cuanto a Jean yo
creo que a estas alturas probablemente ya conoció al padre de la Profesora
Maeru y lo obligaron a comprometerse con ella-.
-No bromees Laur-.
-No estoy bromeando Liz, con lo despistado que
es Jean no me sorprendería que hubiera pasado algo así, además el País Militar
es famoso por valorar la fuerza bélica individual de sus soldados y Jean cumple
con esos criterios, sin contar que su líder el Gran General Leo Marshall es el
padre de la profesora Maeru, así que es bastante posible que ya no pueda salir
de ahí.-.
Liz quedó petrificada en su lugar con la mano
extendida sosteniendo su taza llena con té el cual se derramó lentamente encima
de ella.
-¿Liz? ¿Liz? ¡Despierta! ¡Maldición! Ella
también se desmayó-.
Carm había decidió esperar para presentarse
pero viendo que la situación empeoraba con cada minuto decidió armarse valor y
presentarse ante la señorita rubia que estaba intentando hacer reaccionar a sus
amigas.
Aclarándose la garganta habló.
-Buenas tardes-.
Volteando a verlo, Laur le respondió el saludo
con una expresión inocente, como si no fuera capaz de hacerle daño a alguien.
Carm por poco y baja la guardia si no fuera porque presenció como ella dejó
fuera de combate a sus dos compañeras solo usando las palabras.
-Buenas tardes-.
-Hola soy Carmil Carm el presidente del concejo
estudiantil-.
-Mucho gusto, yo soy Laur Van Fey y ellas son
Lili Sanctus y Liz xxx, como puedes ver están pensando profundamente en algo
así que no debemos molestarlas-.
-(¿Pensando? ¡Es claro que se desmayaron por
tu culpa!)-.
-Jaja, ya veo-.
Carm decidió seguirle la corriente.
-Y ¿Qué es lo que necesita el presidente del
concejo estudiantil de nosotras?-.
-Bueno a decir verdad por cierta situación
seré el compañero de cuarto de Jean Nox Crow-.
-Ya veo, probablemente quieres saber qué clase
de persona es él, o ¿Me equivoco?-.
Laur con facilidad vio las intenciones de
Carm, así que él decidió hablar francamente.
-Estas en lo correcto ya que no está ahora en
la Academia no puedo hablar directamente con él, es por eso que decidí acudir a
ustedes, espero no estar siendo inoportuno-.
-¿Eso es todo o hay alguna otra razón?-.
Laur se levantó de su lugar y comenzó a
interrogar a Carm.
-Ah, bueno en realidad sí, he decidido
postularlo para que se una al consejo estudiantil, pero necesito saber un poco
más de él para presentarlo a los demás integrantes-.
-Mmmm-.
Laur le presionó con la mirada por unos
instantes, cuando estuvo segura de que el asunto era verdadero decidió hablar.
-Bueno, Jean es una persona noble, valiente, caballerosa,
dedicada al estudio y al trabajo, también es humilde, fuerte y amable …-
A los ojos de Carm la doncella enfrente de él
se veía más hermosa a medida que sus palabras fluían, se dio cuenta que al
describir a su compañero su rostro irradiaba felicidad.
Ella interrumpió por un breve instante su
descripción, en su rostro apareció una ligera sonrisa de complicidad.
-Pero también puede ser fiero, terrible,
salvaje, impiadoso y misterioso, sin contar que es despistado y un imán para
las mujeres… y algunos hombres. Jajaja creo que ya dije suficiente. Esa es mi
opinión sincera de él-.
Laur se ruborizó ligeramente.
-(Entiendo por la forma en que lo describes tú
también estas enamorada) Gracias por compartir su opinión Señorita Laur-----.
-Señor presidente si necesita otras opiniones
puede preguntarles a mis compañeras, parece que ya regresaron de su trance y
solo se estaban haciendo las dormidas para escuchar nuestra conversación-.
-Lo siento Laur no fue mi intención-.
Liz se disculpó inmediatamente.
-Perdoname Laur, no quise interrumpirles-.
Lili también se mostraba arrepentida.
-Yo soy el que debería pedir disculpas, por
venir a interrogarles, no serán necesarias más preguntas, con lo que escuché
puedo deducir que el Sr. Nox es una buena persona-.
Carm intentó retirarse pero apenas dar unos
pasos Laur le alcanzó.
-Señor presidente solo hay una cosa más que
necesito decirle-.
-Y ¿Qué puede ser?-.
-Tenga cuidado de no caer en las garras de
Jean, adiós-.
Después de entregar su mensaje, la doncella
rubia regresó velozmente con sus amigas.
-(¿Ah? ¿A qué se refiere? ¿Qué quiso decir?
¿Por qué debería tener cuidado?)-.
Carmil Carm nuevamente comenzó a preocuparse
pero ahora por razones completamente distintas.
…………………………………………………………………
Hoz entró a uno de los templos dedicados a los
dioses del desierto, dentro observó que todo había sido destruido, desde las estatuas
hasta los objetos sagrados.
Ubicó rápidamente el altar central del que
solo quedaban un montón de piedras, buscó entre sus ropas y sacó una vela de
color negro y una pequeña bolsa, enseguida colocó la vela en el “altar”
conjurando una pequeña flama en su mano izquierda la encendió, luego lentamente
vertió el contenido de la bolsa que se trataba de una especie de polvo gris.
Cuando el polvo y el fuego hicieron contacto
un hilo de humo blanco y aromático se elevó inundando todo el lugar.
Disfrutando unos segundos Hoz inhaló
profundamente y luego exhaló, entendió sus manos al frente como haciendo una
plegaria y empezó a recitar un conjuro antiguo.
-“Las vidas que fueron tomadas, las almas que fueron
liberadas, en esta ahora en tierra sagrada las invoco, acudan a mi llamado sin
demora, yo soy servidor de las fuerzas de la muerte y la vida, soy portador de
la llave que abre la puerta a la Duat”-.
Al finalizar sus palabras, corrientes fuertes
de viento se arremolinaron alrededor de él formando pequeños tornados de los
que salían susurros y quejas, después de unos momentos todo amainó, hoz quedó
rodeado de una multitud de sombras con forma humana, una de las cuales caminó hacia
donde estaba él.
Con voz gruesa la sombra habló.
-Dime ¿Qué es lo que quieres?-.
-No es lo que yo quiero sino lo que mi ama Qebehut
quiere, ella me envío aquí para asegurar que sus almas abandonen este mundo y trasciendan
a la Duat-.
-Es imposible para nosotros abandonar este
lugar, hay una razón por la cual estamos aquí pero por más que intentemos no
podemos recordar que es-.
La sombra empezó a golpearse la cabeza con sus
manos, las demás almas empezaron a llorar y a decir “no podemos recordar”.
-(Han pasado más de tres días desde su muerte física,
me sorprende que aun puedan hablar) Silencio por favor les ayudaré a recordar
si mantienen la calma-.
Con esas tranquilizadoras palabras las sombras
cesaron su llanto.
-Llave a la Duat, este humilde portador te
necesita-.
Una llave dorada con forma de cruz ansada
apareció en la mano izquierda de Hoz, con ella tocó a la sombra que tenía
delante, la oscuridad que la retenía se disipó y en su lugar apareció un hombre de
piel clara vestido con un hábito simple de color blanco.
-¿Ahora puedes recordar algo?-.
El hombre no respondió inmediatamente, se
encontraba embelesado viendo su figura.
-Concéntrate por favor-.
Lentamente la antigua sombra volteó a verlo,
al percatarse de la llave dorada, tomó a Hoz de la túnica.
-¡Tú debes ser un enviado de los dioses! ¡Ayúdanos,
por favor! ¡Estamos siendo atacados por los ciclopes, ellos aparecieron junto
con otras bestias y empezaron a destruir nuestro hogar, están matando y
devorando a todos!-.
Hoz
observó la expresión de desesperación que el hombre le dirigió y sintió
hervir su sangre, pero decidió controlarse, colocó sus manos en los hombros de
la persona que le suplicaba ayuda y le habló.
-Escucha claramente, eso ya es parte del
pasado, tú y todos los demás ya han muerto, yo he sido enviado por orden de mi
Señora Qebehut para vigilar su paso a la Duat…-.
El joven mercenario hizo una pausa y continuó.
El hombre humilde guardó silencio.
-…Pero te aseguro que no dejaré a ninguno de
los culpables de esta tragedia salir con vida, ten la certeza de que les daré a
probar tal sufrimiento y desesperación que las penas del inframundo parecerán
delicias en comparación-.
Hoz, fuerte y claro hizo esa declaración.
Después de unos momentos, el hombre miro a su
alrededor, vio a la congregación de sombras y entendió que la persona enfrente
de él, estaba diciendo la verdad, asimilando la realidad lentamente se
reincorporó.
-Entiendo, entiendo, esa es la situación y
nada pudimos hacer-.
-Lo lamento mucho-.
Hoz sintió la necesidad de disculparse.
-No, no es tú culpa. Ahora supongo que solo
nos queda partir-.
-Así es a menos que aún tengan algo
pendiente-.
El hombre se quedó pensando por unos momentos
y después exaltado gritó.
-¡Eso es! ¡Los niños! “! Los escondimos en el
Mausoleo en las tumbas selladas, los
embalsamamos con mirra para esconder su olor y los pusimos en un sueño profundo,
con la esperanza de que no los encontraran!”-.
-¡Los niños! ¡Los niños!-.
Las sombras nuevamente empezaron a sollozar.
-¿Dónde queda ese lugar?-.
-En la parte este del pueblo, ¡Por favor ve a
verificar nosotros ya no tenemos cuerpo pero tú sí! !Detrás del altar hay un compartimento, dentro se encuentra la poción para despertarlos daselas a beber!-.
Hoz no tardó en responder.
-Iré inmediatamente pero después de verificar
si hay sobrevivientes, sea cual sea el resultado todos ustedes tendrán que
partir-.
-Te aseguro que así será, convenceré a los demás
si hace falta-.
Hoz revisó donde se le había indicado y facilmente halló la poción.
Saliendo del templo el pequeño mercenario se
dirigió hacia el Jefe Orb, Vot y otros mercenarios y les pidió que lo
siguieran.
Al llegar al mausoleo retiró con la ayuda de
los demás las rocas que cubrían la entrada, dentro encontró un grupo de goblins
escondidos a los cuales quemó hasta las cenizas, luego reanudó su búsqueda por
sobrevivientes.
-Hoz ¿Puedes decirme que estás buscando?-.
El jefe Orb fue el primero en preguntarle,
pues su comportamiento le había llamado la atención.
-Tal vez nada o tal vez todo-.
La tríptica respuesta que dio solo dejó mas
confundido al gran hombre.
Hoz por fin halló los sepulcros que estaban
colocados dentro de las paredes en una disposición vertical, tomó el inmenso
mazo del jefe Orb sin que este pudiera protestar y golpeó la roca, después
arrastró el ataúd hacia el exterior-.
-¡Hoz te volviste loco, profanar a los muertos
es intolerable!-.
Vot se escandalizó ante estos eventos, pero el
pequeño mercenario no se inmutó.
-No estoy profanando a los muertos-.
-¡¿Y entonces que es lo que estás haciendo?!-.
Quitando la tapa del féretro, la respuesta a
las dudas de Vot llegó sola.
Un niño de apenas 5 años aproximadamente se
encontraba ahí, parecía que la muerte no había querido destruir su inocente
rostro pues se encontraba intacto, Hoz rápidamente acercó el frasco que el
sacerdote le confió y vertió unas gotas en los labios del infante.
Unos segundos que parecieron la eternidad
pasaron y finalmente el niño comenzó a toser, rompiendo el silencio que se había
formado en el mausoleo, poco a poco abrió los ojos y habló.
-¿Ya se fueron los monstruos?-.
-Ya no están aquí-.
Hoz acarició la cabeza del niño al mismo
tiempo que le respondía.
-¡Hey! Muévanse revisen las tumbas, los
pobladores escondieron a los niños aquí y los pusieron a dormir-.
-¡Ya lo escucharon sabandijas, muevan el
trasero!-.
El jefe Orb les gritó a sus hombres al ver que
no reaccionaban.
Saliendo de su estupor todos los hombres
imitaron las acciones de Hoz, sacaron todos los féretros y los abrieron, aunque
no en todas encontraron niños, eso no los desanimaba, cuando si encontraban uno
Hoz les daba de beber la poción, y poco a poco despertaban.
En total rescataron 10 niñas y 5 niños.
Inmediatamente les dieron de comer y beber, además
de vestirlos. Los hombres estaban eufóricos, en su profesión estaban
acostumbrados a matar bestias, monstruos y hombres pero para la mayoría era la
primera vez que habían salvado a alguien.
Sin embargo también hubo tristeza, pues los
niños preguntaban constantemente en
donde estaban sus padres, algo que los curtidos hombres no sabían cómo
responder.
Hoz fue asediado por varios de sus compañeros
incluyendo al gran jefe y a Vot, que querían saber cómo supo de los
sobrevivientes, a lo que él después de mucha insistencia decidió responder con
un simple:
-Los muertos me lo dijeron-.
Si ellos le creyeron o no, no estuvo claro,
pero a partir de entonces no le volvieron a preguntar y empezaron a saludarlo
con respeto cada vez que alguien se topaba con él.
Para impedir que algo les pasara, el Jefe Orb
junto con otros mercenarios y parte del equipo de construcción decidieron trasladarlos
sin demora a su pueblo hermano ya sea Be o Bi, donde habían sido enviados grupos
de soldados por parte de la Ciudad Acorazada para impedir que se repita la
misma tragedia que había acontecido en Ba.
Cuando todos los hombres estuvieron listos,
con el jefe Orb a la cabeza partieron en una formación que rodeaba a los niños,
quienes se encontraban dentro de un carruaje con guardias en cada extremo.
A pesar de ser invitado para llevar a los
niños, Hoz decidió quedarse, decisión que fue respetada por todos.
En unas pocas horas llegaron al poblado de Be,
donde después de informarle a los soldados que custodiaban el lugar, las buenas
noticias se esparcieron como pólvora entre los pobladores quienes se acercaron
con la esperanza de encontrar a algún familiar entre los sobrevivientes, pronto
los niños reconocieron a sus tíos, tías, abuelos y en algunos casos afortunados
a alguno de sus padres que por algún motivo no se encontraba en Ba el día de la
Tragedia.
Los reencuentros fueron emotivos, el Jefe Orb
lloraba a cantaros ante tal escena. Al verlo así sus hombres también se dieron
el permiso de abandonar su dura fachada y unirse a él, en su llanto varonil.
Las familias se aproximaron a los hombres y no
buscaban como agradecerles por lo que habían hecho.
El resto del día fue de fiesta, una celebración
a la vida entre tanta muerte.
El jefe Orb y sus hombres solo se quedaron el
tiempo suficiente para descansar y reabastecerse, después se retiraron, empresa
que resultó difícil pues los pobladores no querían que sus héroes se fueran.
Mis instintos más bajos de hombre me dicen que Carm en realidad es hembra y no un chico como aparenta ser.
ResponderEliminarUna máquina para identificar Tomboys
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