Hola, mi nombre es Midoriya Deisuke, tengo diecisiete años y me encuentro cursando el segundo años de la escuela superior y mi mejor amigo es Takamiya Shiro. Normalmente por mi apariencia poco varonil, cara afeminada y comportamiento frágil me confunden con una chica, por si fuera poco eso me convierte en el objetivo de los matones como Saito.
Debido a que Shiro es tan fuerte y varonil yo aspiro a ser como el, un día me arme de valor para que me dejara aprender a ser un verdadero hombre, al principio me rechazo pero conforme paso el tiempo entendió como me sentía y me dejo seguirlo incluso lo llamo aniki por el mucho respeto que le tengo.
Después de eso nuestras vidas eran normales, nos reuníamos en la escuela, salíamos a comer, pasábamos el tiempo juntos disfrutando el tiempo.
Hasta que un día después de clases preparamos una fiesta sorpresa para nuestra sensei tutora Aiko-sensei, todo transcurría con normalidad y sin muchos problemas, cuando aniki estaba listo para irse un repentino temblor sacudió el salón de clases mientras una luz empezaba a brillar envolviéndonos hasta perder la conciencia.
Al despertar no reconocía el lugar donde me encontraba, estaba nublado y se sentía mucho viento, alarmado empecé a ver por todas parte hasta que finalmente vi a aniki, sin dudarlo corrí alarmado pero me tropecé lo que causo que le diera un cabezazo en el estómago, después de que aniki me tranquilizo una persona extraña apareció diciendo que la siguiéramos.
La persona resultó ser una princesa y la seguimos hasta donde se encontraba el rey esperándonos con un gran banquete, el rey nos contó los problemas y nos rogo por ayuda a lo cual inmediatamente aniki se reusó tratando de dejar el castillo, después de insistirle un poco ya que estaba seguro de que escucharía a su amigo el finalmente se quedó en el castillo.
Después de terminar la cena nos separaron en habitaciones de cuatro personas, en esta se encontraban aniki, Hiraya Riuyi, Komine Touma y finalmente yo.
Ya instalados aniki decidió salir a explorar, yo como siempre lo acompañe, lo que si fue inesperado fue que Touma se nos uniera, él lo que quería encontrar mientras explorábamos era una biblioteca para saber más de este mundo, después de encontrarla Touma se sumergió en su lectura y yo por curiosidad me quede a ver mientras aniki se fue a otro lado.
- Oye Midoriya ¿Por qué llamas a Takamiya aniki? ¿Es alguna clase de fetiche? ¿O él te está intimidando?
- ¿?
Aunque estaba confundido al principio después de procesar un poco logre entender y respondí.
. No la verdad es que yo lo llamo así por voluntad propia ya que él es la imagen que quiero tener como hombre.
- El no parece una buena persona.
- Es lo que todos dicen pero cuando lo conoces bien todo cambia, el me a defendido de Saito y sus matones varias veces.
- Hmmm, parece que lo juzgue mal.
- Todo el mundo lo hace.
Seguimos charlando de varias cosas aunque la mayoría era para saber más de aniki.
- ¿Por qué preguntas antas cosas sobre aniki? ¿Sera que quieres ser su amigo también?
El me respondió sin apartar la mirada del libro.
- Para saber si es un buen aliado o como los matones que normalmente nos molestan.
- ¿Te refieres a Saito y su grupo?
Apretando un poco el libro y entrecerrando la mirada solo asintió.
- Ya veo, somos parecidos, pero no te preocupes aniki es muy buena persona, definitivamente es de los que no dejaría a un amigo atrás.
Un rato después Touma me dio un libro que se llamaba “Leyendas del continente prohibido” al verlo no pude evitar echar un vistazo, mientras leía el libro que me dio Touma un chico de la clases con cabello negro entro a la biblioteca, me parecía algo raro ya que tenía una enorme sonrisa en su rostro como si estuviera emocionado por algo, por alguna extraña razón por más que trataba de recordar su nombre no logre hacerlo.
Tras terminar sus asuntos en la biblioteca Touma regreso a la habitación en la que aún se encontraba Riuyi, inspeccione el cuarto con la mirada pero aniki aún no volvía, tome la cama de arriba de la litera y me recosté, al poco rato llego aniki, sin decir palabra alguna entro y se recostó.
- Esa princesa……… Deben de tener cuidado con ella.
Antes de dormir aniki menciono esas palabras, al principio estaba confundido pero al cabo de unos minutos comprendí lo que quería decir, princesa = problemas.
Al día siguiente desayunamos y nos dieron ropa para entrenar, al terminar de cambiarme fui a ver a aniki que me dio una palmada en la cabeza lo cual me hiso muy feliz, después de ver a aniki el lucia como todo un guerrero.
Mientras entrenábamos aniki desafío a Saito a un duelo, resultado, pérdida total para Saito.
Varios días transcurrieron después de eso sin muchas complicaciones, todos subimos nuestros niveles, aniki entrenaba con el capitán Bogdan y después se iba a alguna parte, o por mi pare aprendí una nueva habilidad que se llama “Torbellino de fuego”.
EL capitán Bogdan al ver que ya había alcanzado el nivel diez dijo que nos podríamos aventurar a un calabozo, debido a la emoción no sabía que debería de llevar.
Perdido entre mis pensamientos termine agarrando el libro que me dio Touma la última vez y lo continúe leyendo justo donde comenzaba “la librería del conocimiento infinito”, era sobre una gran biblioteca que contenía todo el conocimiento de este mundo, al darme cuenta vi que aniki ya estaba de regreso por lo cual salí de la habitación para ir a los baños.
Mientras me dirigía a los baños logre ver a una chica de cabello negro que estaba mirando alrededor mientras se acercaba a nuestra habitación, con curiosidad me acerque y le pregunte.
- ¿Buscas algo?
Sorprendida dio un pequeño salto después de que le hable.
- Eh?! no o solo me preguntaba si esa era la habitación de Shiro-sama.
- Si necesitabas algo de aniki me temo que llegas tarde el a se fue a dormir.
- Dormir……Dormir……… ¡!
Repitiendo varias veces lo que dije repentinamente le empezaron a brillar los ojos.
- ¡Gracias!
Me dio las gracias mientras se despedía.
- Que persona más rara.
Al día siguiente escuche ruido así que me levante y vi a aniki lanzando a la misma persona con la que me encontré ayer.
- No viste nada ¿cierto?
- Pero…
- No nada ¿cierto~?
Inconscientemente trague algo de mi saliva
- N-no vi -na-nada.
- Así está bien.
Mientras desayunábamos me di cuenta que esa persona era una princesa, también parecía que Kaori y la princesa aunque se acababan de conocer ya se llevaban muy bien.
Al terminar el desayuno salimos al patio para entrenar pero antes de empezar Bogdan nos recibió diciendo que hoy saldríamos a un calabozo, todos nos apresuramos a regresar a nuestra habitaciones y tomar algunas cosas para llevar, al llegar a la habitación esta se encontraba entreabierta y aniki era el que estaba dentro.
Él se encontraba mirando una foto de manera melancólica, al ver eso me preocupe, planeaba preguntarle en el camino pero estuvimos separados todo el tiempo, al llegar al pueblo intente de nuevo pero Bogdan le estaba hablando así que decidí dejarlo por el momento.
Salí de la posada para ver el pueblo y comprar alguna cosa con las cincuenta monedas de bronce que nos dio Bogdan, en el castillo nos enseñaron el valor de las monedas siendo las de piedra lo más bajo y la de rubí la más cara y rara de todas, esta última solo se podía encontrar al conquistar las cien pisos de un calabozo, por esa razón muchos se convertían en aventureros, una sola moneda bastaría para vivir por toda la vida y al conquistar el calabozo podía encontrar varias, eso sonaba como una buen negocio pero tenía sus riesgos si perdías alguna extremidad solamente se te consideraba con suerte, en lo personal no quiero hacer ese tipo de trabajos.
Me encontraba explorando la aldea cuando vi a Kaori y Sakura frente a una tienda, me acerque a ver y tenía muchas cosas que parecían dulces, algunos japoneses y otros europeos, al probarlos no sabían exactamente como los que conocían pero igual sabían muy dulce, Kaori me dijo que compraría unos dulces y luego irían a ver a aniki, como aun quería verlo me les uní, ya en la entrada del cuarto de aniki nos encontramos con Touma y Riuyi, todos intercambiamos miradas, asentimos y tocamos la puerta… pero no abrió, volvimos a tocar… pero de nuevo no abrió, después de unos diez minutos de insistir finalmente aniki nos dejó entrar.
Todo el mundo charlo sobre varias cosas, yo por mi parte aun quería saber porque aniki puso ese rostro en el cuarto pero no quería decir nada enfrente de todos.
Al final no tuve la oportunidad de saber que le sucedía a aniki, pero si descubrí algo nuevo de él, está comprometido con Sakura… por alguna razón eso no me hacía muy feliz.
A la mañana siguiente nos aventuramos a la “cueva de los lagartos”, al entrar nos encontramos con unas pequeñas criaturas llamadas Frogos, vi uno que media unos quince centímetros, tenía cuernitos y era de un color morado claro, al verlo no pude resistir llevarlo conmigo.
La exploración del calabozo no fue muy complicada por lo que alcanzamos el nivel diez sin ninguna dificultad.
Llegamos al punto donde decidimos descansar, yo aún quería saber lo que sucedía con aniki así que trate de ir con él, antes de poder siquiera pronunciar una palabra un guardia llego alarmado hablando sobre unos estudiantes en peligro, todo el mundo se apresuró al lugar, al llegar habían tres monstruos acorralando a unos chicos de la clase.
Bogdan quería que atacáramos pero también había varios monstruos que se dirigían al lugar en el que nos encontrábamos, sin muchas opciones todos empezamos a contener a los monstruos, varios de ellos eran de niveles superiores por lo que era difícil.
Mientras conteníamos a los monstruos aniki junto a Bogdan pelearon contra esos monstruos, yo quería ayudar a aniki más que nada pero sabía que si dejaba de contener a los monstruos estos lo empezarían a atacar a él también por lo cual tuve que soportar las ansias de irlo a ayudar… o eso pensé al terminar con todos los monstruos que llegaban aniki también había terminado, se encontraba muy herido hasta el punto en que su brazo derecho estaba sangrando con algo de su piel colgando.
Al ver eso me altere un poco pero estaba feliz que estuviera a salvo, sin embargo eso no duro, Kaori que sostenía a aniki repentinamente fue lanzada a nosotros mientras una gran cantidad de piedras, mi mente se encontraba en shock, perdí la fuerza en las piernas, la siempre sonriente Kaori se encontraba llorando frenéticamente, no entendía lo que pasaba, busque con la mirada a aniki aunque ya lo sabía, él no estaba por ningún lado, en ese momento perdí la conciencia por el duro golpe de la realidad.
Me desperté unos días más tarde ya en el castillo, por un momento pensé que solo era un sueño, sin embargo la realidad me golpeo de nuevo, aniki no estaba con nosotros, él se había quedado en ese calabozo, la razón por la que puso ese rostro hace ya varios días no me importaba mas solo quería que aniki estuviera de nuevo con nosotros.
- Parase que finalmente despertaste.
En ese momento Kaori entro al cuarto, la vi directamente mientras las lágrimas brotaban de mis ojos, en ese momento ella se me acerco y limpio mis lágrimas.
- Dime Kaori que sucedió después de perder el conocimiento.
- Tratamos de buscar a Shiro por otra ruta pero al llagar no había rastro de él, seguimos buscando por todo el piso sin ningún resultado al final Bogdan ordenó la retirada por lo que tuvimos que regresar mientras el te cargaba.
- Ya veo.
- Probablemente el…
Mordiéndose el labio Kaori trataba de no admitir lo que todos creían, ella no quería renunciar pero sin ningún rastro de él solo quedaba aceptar la realidad, aniki murió en ese calabozo.
- ¿Te vas a rendir tan fácilmente?
- ¡!
- ¡!
Tanto Kaori como yo volteamos a ver a la persona que soltó esas palabras, era la princesa que en algún momento había entrado a nuestra habitación.
- Pero princesa no solo Shiro, también la hija de Aiko sensei, Mio también callo junto a el y otro de nuestros compañeros, entiéndalo princesa perdimos a tres de nuestros compañeros ese día, ¿Cómo se sentiría usted a ver… al ver no solo a la persona que ama morir? No solo el Aiko-sensei quedo devastada al recibir esa noticia.
- ¿Acaso Shiro-sama es tan débil?
- No es solo…
- Dices que lo amas pero lo dejas ir tan fácilmente.
Kaori se encontraba sin palabras contra la princesa.
- Shiro-sama está vivo.
Nos quedamos atónitos por sus palabras, simplemente no podíamos creer lo que decía, de reflejo deje escapar una pregunta.
- ¿Cómo lo sabes?
- Fácil, es porque Shiro-sama es un… Fufufu es muy pronto para que lo sepan pero confíen en mí.
- ¿Y qué hay de los otros?
- Estaban con Shiro-sama lo más probable es que también se encuentren bien.
Estábamos pensativos sobre si creerle o no pero mientras lo hacíamos la princesa agrego algo más.
- También tengo un plan para encontrarlo.
La confianza con la que hablaba despejo todas las dudas que tenía en ese momento.
- Le ayudare.
Respondí ya sin ninguna duda.
- Aniki es una persona increíble, el no moriría tan fácilmente, estoy seguro de que esta en algún lado de este mundo.
La princesa me miro con una sonrisa después volteamos a ver a Kaori que también se encontraba sonriendo.
- Cierto Deisuke, Shiro es una persona increíble, no puedo imaginarme que muera tan fácilmente después de derrotar a esos monstruos.
Ambos asentimos y volteamos a ver a la princesa con determinación en los ojos.
- Me gusta su mirada, bien ahora el plan es simple, Deisuke-sama necesito que tú seas mi escolta con pretexto de diplomacia y política mientras buscamos información de él, Kaori tú te quedaras aquí en el castillo…
- Espera ¿Por qué no puedo ir con ustedes?
- Es porque necesito que alguien vigile a onee-sama.
- ¿Para qué necesitamos hacer eso?
- Onee-sama a estado actuando rara desde hace un tiempo y me preocupa que este incidente en el calabozo fuera culpa de ella.
- ¡pero como lograría ella hacer eso?
- Subordinados.
Nos quedamos paralizados por sus palabras.
- Ya sea dentro de los guardias que los acompañaron o dentro de sus propios compañeros, es imposible que las criaturas con las que se encontraron llegaran a donde se encontraban por medios normales, mientras no descubramos lo que paso no podemos descartar la posibilidad.
Por la manera en que hablaba, su seriedad y mirada, no podíamos creer que fuera la misma persona que vimos molestando a aniki hace varios días, si no lo viera por mí no lo habría creído.
- ¿Ahora entiendes Kaori-sama?
- Entiendo, daré mi mejor esfuerzo.
- Por cierto esto solo debe quedar entre nosotros tres, no se sabe quién es un amigo y quien un enemigo, confió en ustedes solo por su increíble afecto que también siente a Shiro-sama.
Ambos asentimos y dimos por terminada nuestra plática.
- Cuando encontremos a Shiro-sama are esto y aquello.
La princesa empezó a hablar mientras se sostenía las mejillas con las manos.
- Shiro-sama~ hay no es mi primera vez.
Su actitud volvió a la normalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario