Hola, les dejó otro capítulo de esta novela "El Ave Olvidada", en un rato subiré otra parte de "NOX".
CAPÍTULO 1.3 CHARLA COTIDIANA
-Eso estuvo realmente cerca, por poco y no llegamos a tiempo a la escuela-comentó una pequeña persona de cabello rubio, piel clara y ojos azules, al mismo tiempo que se llevaba a la boca un pequeño sándwich.
-No es novedad, siempre es lo mismo contigo Soren.- recibió por respuesta, de una chica pelirroja.
-Por esa razón te di un despertador que levanta a cualquiera, espero que lo estés cuidando bien- añadió de manera vaga, mientras tomaba agua de una botella pet.
-¡Mghh! ¡Mggh! Cof cof - aparentemente su descuidada compañera se había atragantado con el sándwich al recordar cómo había terminado ese pobre despertador. Rápidamente la chica pelirroja, le pasó la botella con agua, la cual la chica rubia tomó ávidamente hasta dejarla vacía.
-Ja ja ja- no tienes que preocuparte, estas en buen lugar contestó mientras reía nerviosamente.
-En un mundo mejor- añadió para sí misma en voz casi inaudible, mientras inclinaba la cabeza.
Se encontraban en la azotea de una escuela, la cual era de 3 pisos de altura, se podían mirar varias aulas a lo ancho y alumnos dentro, así como construcciones separadas como canchas para hacer deporte y otros edificios más de distintas formas y tamaños.
Era cerca de medio día aproximadamente, probablemente se encontraban en la hora del descanso.
-Pero Rizel, como dices es común que se me haga tarde, pero tú siempre llegas temprano, ¿Qué fue lo que te pasó?- dijo Soren, probablemente para cambiar de tema pues se veía un poco nerviosa y evitaba mirar a los ojos a su amiga.
-No creas que no me doy cuenta que estas cambiando la conversación, pero creo que es necesario que sepas que fue por ti-respondió la persona llamada Rizel.
-La abuela me dijo que te esperara en ese cruce, y no fue solo para asegurar que llegues a la escuela. Es sobre lo que estás buscando con tanta persistencia-.
-Dime ¿consiguió nueva información?- inquirió seriamente la pequeña rubia.
-Aparentemente no lo hallarás si sales a buscarlo, pero mientras quieras hallarlo con gran voluntad e intenciones buenas, eso que añoras te concederá tu petición. Esos fueron los resultados de su lectura.- contestó la chica pelirroja.
-¡Oh! hay algo más, esa anciana me lo dijo mientras se reía a carcajadas. Que no te preocupes al cabo de una luna llena a partir de hoy, tu deseo más anhelado se haría realidad. Sólo tienes que ser tú misma. Que aunque te toparas con aquello que buscas con tanta desesperación nunca lograrías darte cuenta aunque lo tuvieras enfrente.-
-Esa anciana siempre habla con rodeos, como siempre. ¿Y qué rayos significa eso? No me haré ilusiones, pero lo tomaré en cuenta, las profecías de esa anciana senil siempre son acertadas.- contestó Soren con leve desánimo, mientras se llevaba a la boca otro mini sándwich.
- Por cierto Soren te ves muy linda con esas orejas de gato- comentó casualmente su compañera pelirroja.
Antes de darle otra mordida a su sándwich.
- ¿Qué dijiste?- preguntó dudosamente Soren.
- Las traes puestas desde hoy en la mañana, cuando te encontré en el cruce de caminos y te estabas riendo como loca, ¿recuerdas? .Creo que todos los estudiantes piensan lo mismo, no han dejado de voltear a verte desde hoy en la mañana.-
Lentamente la pequeña llamada Soren , empezó a tocar su cabeza, después de detectar algo que no debería estar ahí, lo retiró rápidamente. Se trataba de una pequeña diadema de tipo orejas de gato de color rosado.
-¡Qué demonios! – De alguna manera recapituló todo lo que le había pasado desde la mañana.
- ¡Es culpa de él, seguro que es culpa de él, cuando lo vuelva a ver lo voy a matar! ¡Esta humillación no se va a quedar así!.- La pequeña rubia decía esto con fuego en sus ojos, no se podría decir si literalmente o
figurativamente, pero dejaba claro que hablaba en serio.
De manera salvaje devoró lo que le quedaba de su sándwich tal vez para calmar un poco su enojo.
-Soren, ni a mí me has dicho que es lo que estás buscando con tanta insistencia, pero la forma en que me lo dijo la abuela pensaría que se trata de…..un hombre.- añadió de la nada la joven llamada Rizel.
-¡Mmgghh¡ ¡cof¡ ¡cof¡- por segunda ocasión la pequeña rubia se atragantó con la comida, al mismo tiempo se pudo escuchar la campana que marcaba el final del receso, su compañera pelirroja se levantó y se fue corriendo mientras reía hacia el salón de clases, dejando atrás a la rubia que se daba de golpes en el pecho, en un intento por sacar el sándwich que la asfixiaba, pues ya no contaba con agua en el envase pet.
Era la venganza de su amiga al intuir el destino del despertador que le dio como regalo o sólo una pequeña broma.
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