Walpurgisnacht. Capítulo 8



Damas y caballeros...a quien quiero engañar solo caballeros supongo , aquí les dejo un nuevo capitulo de Walpurgisnacht, al mismo tiempo que presumo nueva portada a cargo de Yuto The Reaper.





Capítulo 8 El hada, la doncella y el grifo.




-Felicidades Seni, estoy muy feliz. Pudiste subir de rango. Tenemos que festejar obligatoriamente-.



Con una gran sonrisa de oreja a oreja como si a ella le hubiese pasado dicho evento, Anastasia Io abrazaba con gran fuerza a Seni.



-Aún no puedo creerlo pero lo logré. Ahora mi siguiente meta será ser una bruja de rango c, tal vez al final del año lo logre-.



-Lo lograrás sin falta y de seguro será antes de lo que piensas. Ahora empecemos a  planear donde iremos cuando terminen las clases-.


Al final ninguno de los dos planeó algo simplemente fueron a todos los lugares que les llamaron la atención.




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Sin demora Seni pidió un permiso para entrar al bosque mágico, aprovecharía un hueco en su horario para poder visitarle además le pidió permiso a la profesora de alquimia para poder faltar a su clase debido a que Seni dijo que era para conseguir ingredientes para realizar una poción la profesora aceptó de buena gana pues sabía que su alumna tenía conocimientos que superaban al resto de las estudiantes una clase menos no le afectaría en lo más mínimo, dicho bosque se encontraba medianamente alejado de la academia.




El bosque al menos en su parte más externa no parecía tener nada mágico era idéntico a uno normal, grandes árboles, el ruido de insectos, abundante luz, sin embargo Seni sabía que mientras más profundo uno se adentrara en el bosque los peligros aumentarían.




Aunque el área en la que tenía permitido entrar era solo el ultimo circulo externo del bosque, fue más que suficiente para que Seni pudiera encontrar los ingredientes que le faltaban, eso sí tuvo que rebuscar y rebuscar.



Con todos los ingredientes en su bolsa mágica, el joven se dispuso a abandonar el lugar. Cuando apenas hubo dado unos pasos, le pareció escuchar un grito agudo.



-“Debe ser algún pequeño animal ¿Debería ir a ver?”-.




Al volver a escuchar el grito agudo Seni dejó de debatirse y terminó por ir a ver qué pasaba. Siguiendo el rastro de sonido pronto dio con él o mejor dicho la responsable de los pequeños gritos, se trataba de una pequeña hada de color amarillo la cual se encontraba en el suelo rodeada de ciempiés largos de color rojo, para un humano esos ciempiés solo eran una molestia pero para una criatura de 20 cm sin lugar a dudas eran unos depredadores potenciales.




-Invoco un copo de nieve del invierno. Esfera de hielo-.




Teniendo cuidado y limitando la cantidad de mana puesto en cada conjuro Seni congeló a los ciempiés que rodeaban a la pequeña hada luego lentamente se acercó a ella. El ser mágico intentó huir de Seni arrastrándose, viendo más de cerca el joven bruja pudo percatarse que la hada estaba herida, sus alas estaban desgarradas.



-Imploro a la vida una lágrima de su piedad-.




Sin perder tiempo Seni usó el hechizo de curación recien aprendido para ayudarle, las heridas del pequeño ser mágico se curaron y lo primero que hizo fue volar asustada hacia lo alto de un árbol. Viendo que ya podía volar Seni sonrió y se alejó de la zona.




Apenas llegó a la academia corrió a su cuarto, dejó su equipaje y se puso la armadura de cuerpo completo, que había recobrado su color original y con gran prisa acudió a su clase con la profesora Valquiria.




Cuando llegó al lugar de entrenamiento la profesora Gunnr Norn ya le estaba esperando, sin darse cuente el joven tomó más tiempo del planeado y ahora estaba llegando tarde a su clase, como tal lo primero que hizo fue disculparse sinceramente.



-Lo siento mucho profesora, se me hizo tarde, le prometo que no volverá  a pasar-.




-¿Dónde estabas, Inés?-.




-Tuve  que ir al bosque  a buscar unos ingredientes que no encontraba había hecho un plan para que no afectara esta clase pero me tomó más tiempo del planeado, de verdad lo siento mucho-.



La profesora caminó hasta quedar frente a él y súbitamente le abrazó con fuerza levantándole del suelo con todo y armadura.




-Por un momento pensé que había perdido a la única estudiante que tengo-.




El tono de la profesora dejó de ser neutral y adquirió un rastro de tristeza. Sintiéndose culpable Seni hizo una declaración.




-Le prometo que no abandonaré sus clases profesora, crea en mí por favor-.




Tras unos instantes, la profesora respondió.




-Creeré en ti-.




Soltándolo dio unos pasos hacia atrás y se limpió los ojos, inmediatamente desenvainó su espada y la apuntó hacia el joven.




-Para recuperar el tiempo perdido, iniciemos de una vez-.




Seni respondió de la misma forma alzando su espada.




Después de una sesión de entrenamiento más ligera de lo normal, se retiró a su habitación donde usando un equipo de alquimia portátil creó, con los ingredientes que había conseguido en el bosque, la poción que necesitaba.





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El sábado temprano con todos los objetos listos acudió a su trabajo con Madamme Prots, con una gran bolsa de equipaje donde llevaba su armadura, tras terminar la lección del día todas las trabajadoras pusieron manos a la obra. 




Separándose del grupo inicial Seni entró en uno de los establos que estaba reforzado con metal y magia pues dentro había una bestia mágica muy especial se trataba de un grifo una creatura catalogada como de rango B aunque algunos ejemplares podrían incluso llegar al A.





Mirando a su alrededor  y percatándose de que nadie le estaba viendo sacó una esfera de color azul y la arrojó al suelo, al quebrarse la niebla azul de su interior cubrió toda el área formando una barrera que impediría que cualquier persona pudiera entrar en esa área, Seni no tenía gran habilidad para crear algo si, él la obtuvo comprándola en la ciudad, luego de eso se puso la armadura que había llevado, tomó la poción del entendimiento y con decisión se bebió todo el contenido.






El minuto después lo dedicó a inhalar y exhalar profundamente intentando relajarse, aunque no le sirvió de mucho.




Lo que iba a hacer a continuación era algo que él mismo dudó en poner en practica pero si él no hacía algo ahora tal vez ya nadie podría.



Quim se llamaba el grifo esta bestia mágica fue la montura de la madre de Madamme Prots por lo cual era muy apreciado por ella, la mujer le proveía todos los cuidados que el grifo pudiera necesitar pero recientemente sucedió algo trágico, la pareja de Quim murió unos días después de tener un accidente y desde entonces él dejó de comer, debilitándose y enfermando cada día más, todo lo que había hecho Madamme Prots fue inútil, todo mundo ya se había resignado a esperar el final mas lógico. Quim y su pareja Quime habían tenido tres crías que aún eran bastante jóvenes y necesitaban de sus padres, ellos también habían enfermado, el hecho de que su padre también se había alejado de todos y se negaba a estar con sus hijos no ayudaba a su recuperación.




Cuando Seni vio al famélico, enfermo y debilitado grifo en su celda, él se sintió triste y más aún cuando una de las trabajadoras le contó la triste historia del grifo. El tenía varios grimorios que su abuela le había dado y pensó que tal vez podría buscar una forma de ayudar y la encontró, solo que el precio podría ser muy alto, en uno de los grimorios había una receta para crear una poción llamada del “Entendimiento” que permitía la comunicación entre el que la bebiera y las bestias mágicas por una hora , después de lo cual dicha persona debería renunciar a su voz  voluntariamente por 10 días es decir la persona podría hablar pero no debería hacerlo o de lo contrario sentiría como 1000 agujas hirviendo se clavarían en su lengua dicho dolor sería suficiente para matar al más fuerte, es por eso que además de que era una poción poco conocida nadie se atrevía a tomarla. El plan de Seni era tomar dicha poción y hablar de hombre a hombre con Quim con la intención de hacerlo razonar, que se diera cuenta de que aún tenía razones para vivir y que otros lo necesitaban sin embargo, Seni no sabía si su plan funcionaría, el usaría palabras de aliento para motivarle pero si eso no funcionaba tendría que decir palabras más hirientes aun de por si moribundo grifo, la armadura que él se puso era para protegerse en caso de que Quim no se tomara nada a bien lo que él tuviera que decirle.





Con valor y miedo avanzó al fondo del lugar donde fácilmente encontró a Quim una bestia mucho más grande que un oso, la mitad superior de su cuerpo era de un águila y la inferior de un león, el porte, elegancia y ferocidad de estos seres era legendaria, sin embargo este en particular solo era una sombra de lo que alguna vez fue, pelaje y plumas opacas, flaco y demacrado, con una titilante luz en sus ojos.




-Quim,¿Logras entender lo que digo? Por favor respóndeme.-.




Titubeante el joven preguntó, el grifo que ya se había dado cuenta de su presencia simplemente alzó  ligeramente su rostro lo observó por unos escasos segundos y nuevamente le ignoró no sin antes responderle lúgubremente.




-Déjame en paz humano-.




Con eso estuvo claro que la comunicación era posible.




-Quim, vine a hablar contigo. Por favor es necesario que comas algo o de lo contrario morirás pronto, ya llevas más de un mes así-.



Seni no recibió respuesta, así que continuó hablando.




-No diré que entiendo tu dolor, pero  ahora mismo tus hijos te necesitan, ellos también están tristes-.




-¡Ese no es tu problema! ¡Lárgate, ahora!-.



La voz del grifo era poderosa, aunque solo eran gruñidos gracias a la poción Seni pudo entenderle.



-Lo sé, no tengo derecho de decirte nada, pero si los abandonas ahora, nadie sabrá cuál será su destino. Sabes yo soy huérfano, mis padres murieron cuando eran solo un recién nacido, sino fuera por mi abuela no sé qué sería de mí pero los tres pequeños no corren con la misma suerte que yo, ellos no tienen una abuela solo te tienen a ti-.




El grifo lentamente se puso de pie y encaró a Seni.





-Cierra la boca, maldito entrometido-.





El grito del grifo era potente Seni fue empujado dos metros por la explosión sónica.





-Piensa bien en lo que estás haciendo. ¡Eres un orgulloso grifo, eres el rey del cielo! ¡No estás pensando bien!-.






Moviendo sus alas el grifo le lanzó al joven cuchillas hechas de viento. Seni hizo fluir mana a su armadura para aumentar sus defensas al mismo tiempo que se cubrió cruzando sus manos, las dos cuchillas chocaron contra él, Seni resistió con mucho esfuerzo sin embargo un dolor punzante se esparcía por sus brazos, al observarlos se dio cuenta que a pesar de sus defensas las cuchillas habían logrado cortarle afortunadamente solo era superficial.





-¡Esa solo es una advertencia si no te vas ahora te mataré!-.





-¡No puedes dejarte morir! ¡No tienes derecho!-.





-¡Si quiero irme al otro mundo nadie me detendrá!-




-¡¿Ni siquiera tus hijos?!-.




-¡No te daré otra oportunidad para que te vayas! ¡Si no quieres morir vete ahora!-.




-¡¿Cuándo mueras que harás?!  ¡¿Crees que ella te recibirá con una sonrisa en el mundo de los muertos?!-.





Como la bestia mágica había advertido nuevamente atacó al joven. Seni sabiendo que corría un terrible peligro suministró a su armadura con todo el mana que pudo movilizar en ese momento al mismo tiempo que esquivaba una de las cuchillas por desgracia no pudo evitar la segunda la cual lo envió hasta una pared donde dejó un cráter, el impactó lastimó todo su cuerpo pero aguantando el dolor se puso lentamente de pie y dio un grito de guerra intentando intimidar al grifo, de ambos brazos del joven escurría una hilera de sangre.




-¡Escúchame bien maldito cobarde que no merece ni una esposa ni una familia!, ¿Crees que cuando ella se encuentre contigo te sonreirá y felicitará por lo que hiciste? ¡No, no lo hará! ¡Ella te mirará con dolor! ¡¿Eres el rey del cielo o un cobarde!? De ti depende si te presentarás ante ella con la cabeza en alto, con orgullo y honor porque hiciste lo que debías, o con la cabeza baja lleno de vergüenza y con temor, sin atreverte a mirarla a los ojos! -.





-¡Calla!-.




Con el grito más fuerte hasta el momento todo el cuerpo debilitado de Quim se arrojó hacia adelante y embistió a Seni, el cual escupió sangre al momento del impacto, grietas aparecieron en su armadura, de antemano él había conjurado hechizos físicos que aumentaban su resistencia y fuerza mismos que aprendió en la clase de combate mágico, por unos pocos segundos pudo resistir pero su escaso mana estaba por agotarse , sin defensas decentes y recibiendo el ataque de un grifo era obvio que terminaría mal herido, sin embargo incluso antes de pensar en él solo había un pensamiento en su cabeza. ¡Tengo que hacerle razonar, tengo que salvarlo! Fue en ese instante que su armadura de color metálico tuvo un sorprendente cambio, las runas que había escrito en su superficie comenzaron a brillar intensamente, y su armadura se tornó de color metálico a color blanco, tanto como la nieve al mismo tiempo que se reparaba automáticamente. Aunque Seni estaba sorprendido, rápidamente se concentró y no perdió de vista porque estaba ahí.




-¡ Quim cuando mueras haré todo lo posible para que no te entierren a su lado , tú no mereces tal honor, solo eres un cobarde!-.




Seni ya no pudo soportar la fuerza de su oponente, él solo era una bruja de rango D su mana era menos que decente, fue arrojado pero esta ocasión la distancia a la que fue enviado fue muy corta y la armadura blanca le protegió, solo su casco salió rodando.





Poniéndose de pie ya sin nada de mana en su cuerpo, caminó de vuelta al mismo tiempo que miraba a los ojos de Quim, al caer había impactado su rostro y un hilo de sangre corría por el.
















-¡Te juro que te mataré si te acercas un paso más!-.





El grifo levantó una de sus zarpas amenazadoramente, su respiración era agitada y estaba sudando profundamente, en su estado demacrado la fuerza que tenía era solo una fracción de la original si hubiera estado en su mejor condición con su primer ataque habría matado a Seni.




-Adelante, hazlo. Cuando este del otro lado, la encontraré y le contaré todo. Creo con firmeza que ella confiaba en ti y que pudo partir al otro lado en paz porque sabía qué harías lo correcto pero cuando ella escuche lo que tengo que decirle, y conozca en que te has convertido…estoy seguro que llorará por sus hijos y también por ti aunque no lo merezcas-.





Ante tales palabras la garra de Quim empezó a temblar, él estaba titubeando. Al percatarse de ello Seni continuó hablando en un tono más comprensible.





-Sé que te duele mucho debe ser insoportable, no me lo puedo imaginar  ni me atrevo a ello pero no puedes morir, no debes morir, no tienes derecho, tu hora llegará de manera natural, ella te esperará y cuando te vuelva ver querrá ver al hombre del que se enamoró, al padre de sus hijos, ella querrá ver al rey del cielo no a su sombra. ¿Eres consciente de cómo te ves ahora mismo? ¿De verdad quieres morir en estas circunstancias?-.




Quim, el grifo observó su garra, la que tenía levantada, y se dio cuenta de que estaba raquítica, sin pelaje, además temblaba debido a que apenas podía mantenerla levantada, lentamente la bajo, luego volteó ver a Seni a los ojos y tras unos segundos le respondió con una voz fuerte y decidida cargada de solemnidad.




-Yo no moriré hoy, no puedo morir, no debo morir ni tengo derecho. Seré hasta el final el hombre al que ella amó, el mejor grifo que ha surcado el cielo de este mundo-.




Sin decir más se dio la media vuelta y caminó hasta donde su comida y agua estaba puesta y comenzó a devorar y beber como si no hubiera un mañana.





Por un minuto Seni le observó después el igual se dio la media vuelta, se acercó a su mochila y sacó varias pociones las cuales bebió sin pausa, la mayoría eran de curación y regeneración, pero una era especial, la había encontrado en el Malleus Maleficarum, el grimorio de la cazadoras de brujas, la llamada poción del silencio, la cual tenía dos efectos, el primero era simple dejar sin voz por 24 horas a la persona que la bebiera, y el segundo era aumentar la sensibilidad para que al ser torturada la persona que bebiera dicha poción sufriera muchas veces más, cuando el efecto terminaba y podían hablar la mayoría confesaba todos los crímenes por los cuales eran acusadas sin importar si estos era reales o no.





Seni sabía que después de usar la poción del entendimiento si se atrevía a hablar e incluso aunque fuera por accidente, el dolor de mil agujas al rojo vivo se esparciría por su lengua lo que le mataría, para evitar cualquier accidente decidió privarse de la voz con la poción del silencio, en cuanto al otro efecto de la poción del silencio Seni pensaba contrarrestarlo tomando pociones de analgesia mas potentes.






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Acerca de David-A Gato

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2 comentarios:

  1. Eso fue muy SAD :v casi lloro men sigue asi esta muy bueno la novela y nox uff 100% recomendado.

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