Buenas lectores, les debo una disculpa por no haber subido capitulo la semana pasada, pero aquí les entrego el capitulo 6 de mi novela.
Por fin continua la historia donde quedo en el capitulo 3 y siempre recordandoles que pongan mucha atención a las fechas para no confundirse.
Sin más que decir les dejo con el capitulo y nos vemos en 2 semanas.
Capítulo vI
‘‘Reencuentro’’
E
|
n
un momento determinado de nuestra vida todos estamos destinados a tomar una
decisión difícil, una decisión que nos cambiara nuestra vida para bien o para
mal ¿Por qué nos vemos obligados a decidir? La necesidad que tenemos los seres
humanos por destacarnos del resto nos hace inferiores a todas las especies que
existen en el mundo ¿Por qué no simplemente tratamos de trabajar en equipo como
uno solo? Si no perdiéramos nuestro tiempo tratando de probarle a los demás que
somos superiores podríamos ocupar ese tiempo para apoyarnos entre sí, tratando
de evolucionar cada vez más.
Alemania,
escondite
de la organización.
20
de diciembre del 2026, 11:00 am.
Han
pasado varios días desde que el vaticano ha sido tomado por el jugador cuatro y
gracias al ataque realizado por la organización ha logrado sembrar en las
personas terror y en ciertas personas desesperación; esto le ha otorgado más
seguidores.
Desde
el ataque al vaticano Ian ha estado
muy distraído, no podía dejar de pensar en Marianne y en su milagrosa
supervivencia. Viaja al escondite donde estaba siendo tratada la chica lo más
rápido que le es posible.
Después
de llegar a la organización el acompañante de Sidragaso entra rápidamente sin
decir ni una sola palabra, dirigiéndose directamente a la habitación donde se
encontraba Marianne, la cual se
encuentra en una situación muy crítica jugándose la vida; a pesar de que estaba
siendo tratada por los mejores doctores no había ningún indicio de recuperación
por parte de ella. Su cuerpo sin brazos y piernas había sido colocado en una
pequeña capsula; la habitación estaba siendo custodiada por la élite de la organización para evitar de este modo
algún contratiempo.
21
de diciembre del 2026, 10:00 am
Ha
pasado un día desde la llegada de Ian. Marianne aún no ha recobrado la
conciencia parecía que jamás despertaría de su larga siesta, el jugador cuatro
estaba preocupado, irónicamente él fue responsable de la situación en la que se
encuentra la chica, pero en ese momento se dejó llevar por su instinto
psicópata.
Ha
pasado todo el día al lado de la capsula esperando una señal que lo pudiera
tranquilizar, después de todo jamás imagino cuanta falta le haría verla
sonreír.
Analizando
la situación, uno de los doctores de la organización se acerca a Ian y haciendo una pequeña reverencia
comienza a hablar.
—Señor, sé que no le gustara lo que tengo que decir,
pero con todo respeto le sugiero desconectar a la señorita Marianne, dejarla
morir en paz seria lo correcto, ya han pasado varios días y sus signos vitales
no mejoran, además aunque logre despertar debemos tomar en cuenta que no tiene sus
extremidades, esa no sería vida para ella.
Ian
molesto por las palabras del doctor lo toma por el cuello de la camisa.
—No te atrevas a volver a mencionarlo, sé que ella
despertara y le pagare todo lo que ella hizo por mí, no la abandonare en un
momento como este. ¿Crees que no pensé todo lo que me has dicho? Pero… pero no
puedo dejarla ir, algo dentro de mí se aferra a ella.
Arrojándolo
fuertemente contra el piso le lanza una patada que deja sin aire al doctor por
varios minutos; Ian decide dejar la
habitación pero antes de marcharse sonríe con total tranquilidad e usa su
anillo.
—Cuando recuperes el aliento toma un arma y vuélate los
sesos, no mereces vivir.
El
anillo de Ian comenzó a brillar haciendo efecto en el doctor y
minutos después se escuchó un disparo proveniente de la habitación.
Comenzaba
a hacer frió en las afueras del escondite e Ian se había marchado a su habitación para descansar un poco.
Al
entrar a su recamara vio una silueta que se movía de un lado a otro como si
buscara algo. Sacando cuidadosamente su arma para no alertar, apunta a lo que
fuera que estuviera en la habitación; varios disparos hacen eco por toda la
habitación.
Sin
hacer el mayor esfuerzo la sombra esquiva las balas y aparece a espaldas de Ian, se escucha hablar a una persona con
voz serena, al voltear lo identifica,
se trataba del jugador número uno que aun tenia puesto la capucha y la máscara.
—Tranquilízate Ian
casi me logras dar con esa arma.
Sin
entender como había logrado aparecer detrás de él y esquivar las balas pregunta
nervioso mientras se aleja del enmascarado.
— ¿Por qué estás aquí? Y ¿Cómo has logrado moverte
a esa velocidad?
Quitándose
la máscara le contesto mientras su rostro no demostraba ninguna emoción.
—No es necesario responderte lo segundo, sin embargo he
venido para tratar de ayudarte.
Había
logrado obtener la atención de Ian, pero
era demasiado orgulloso como para hacerlo notar.
— ¿En que podrías ayudarme tú? No necesito nada de ti,
además fue muy estúpido de tu parte haber entrado a este lugar sin apoyo, en
este escondite tengo más de mil subordinados que no dudarían en matarte si se
los orde…
Antes
de que terminara de hablar fue golpeado por Beowulf repetidas veces antes de ser lanzado a un rincón de la habitación,
Ian estaba completamente inmovilizado
por los golpes. Beowulf lo levanto
rápidamente y de la nada un resplandor apareció en la mano izquierda del
jugador uno, el cual revelo su espada, una hoja plateada resplandeciente, una
empuñadura dorada y un guardamano en forma de dos alas; apuntándolo con ella logra obtener su atención.
—No deberías amenazar a una persona que solo quiere ayudarte
¿no lo crees?
Con
una sonrisa en el rostro contesta Ian mientras
trataba de mover su cuerpo, necesitaba escapar e ir por refuerzos.
—Haberme golpeado de esa forma cuando yo estaba con la
guardia baja fue cobarde, ahora no tendré piedad contigo ¡Suelta la espada, te
lo ordeno!
El
anillo de Ian comenzó a brillar
haciendo que Beowulf soltara una risa.
— ¿Crees que tu lamentable anillo podrá hacerme algo?
Antes de usar tus poderes conmigo deberías haber investigado un poco más.
Estaba
completamente asustado al ver que su anillo no surgía efecto contra el
encapuchado.
— ¿Por qué no funciona mi anillo en ti? —su
cuerpo comenzó a temblar.
Tirándolo
al piso le contesta sin soltar la espada.
—Tu anillo es el más débil de los cinco, tu poder es
muy limitado y no funcionara contra las personas que posean anillos demoníacos.
—Beowulf
poseía una mirada fría, despiadada y un poco aterradora que ponía en claro que
no dudaría en asesinarlo si ese fuera su objetivo.
— ¡Imposible! ¿Cómo te atreves a decir esas estupideces?
Mi anillo me ha colocado en una posición ventajosa para ganar el juego, miles
de personas aclaman mi nombre es obvio que cuando comience el juego no habrá
nadie que pueda ganarme.
—Tu anillo talvez te haya dado miles de seguidores que
no dudarían en dar su vida por ti, sin embargo eso no te ayudara a ganarle al
dragón de siete cabezas.
Conmocionado
Ian logra moverse de nuevo y con
dificultad se levanta del piso guardando la distancia.
— ¿De qué dragón hablas?
—Tu poder no será nada comparado con lo que está
preparando el dragón y si eres tan ingenuo para pensar que los demás jugadores
esperaran a que transcurra un año para iniciar con su ataque, entonces debería
asesinarte en este mismo instante.
Con
una pequeña sonrisa en el rostro de Ian saca su arma y apunta a Beowulf mientras
le contesta.
— ¿Tú también te has dado cuenta de la transmisión y del
aviso dado por Dimitri? —Beowulf guarda silencio. — ¡Contesta maldito!
¿Por qué crees que atacaran antes de haber pasado el año?
Repentinamente
Beowulf desaparece de la vista de Ian y aparece justo detrás de él,
aprovechando la oportunidad lo golpea por la espalda haciendo que tire el arma
al piso. El encapuchado usa la espada para partir en dos el arma.
—No tengo porque
contestarte. He venido para sacarte de
tu angustia, sé que Marianne estará
muerta en pocos días así que te he venido a dar cierta información que te será
de mucha utilidad.
Mirándolo
con rabia Ian comprendió que en estos momentos no era rival para el encapuchado
y tomando asiento a la orilla de su cama le pregunta.
— ¿Información? ¿Cómo puede esta información ayudar a
Marianne?
Colocándose
de nuevo la máscara le lanza un mapa con indicaciones específicas a seguir.
—Si quieres que sobreviva deberías ir a este lugar en
él se encuentra la cura para la chica, sin embargo no te aseguro que salgas con
vida de ese lugar.
— ¿Por qué me ayudas y que hay en este lugar? ¿Es una
trampa? —Ian
miraba detenidamente el mapa.
Una
luz tan brillante como el propio sol apareció de la nada en la habitación
haciendo que Ian cerrara los ojos rápidamente. Se escuchó la voz de Beowulf
desvanecerse lentamente.
—Nuestra lucha no es contra la sangre y la carne, sino
contra principados, contra los poderes de las bestias del mundo de tinieblas,
contra los demonios que tratan de tomar el trono en la región celeste.
— ¿Qué quieres decir con eso? ¡Explícate!
La
luz desaparece, la habitación queda en completo silencio, la aparición del
encapuchado había dejado muchas dudas en Ian, sin embargo no podía dejar pasar
esta oportunidad para salvar a su amada y sin pensarlo tanto se dirige hacia donde
estaba señalado en el mapa; si esto es una trampa entonces moriría, pero no
tendrá ningún remordimiento al hacer lo posible por reparar su error con
Marianne.
Isla desconocida.
20
de diciembre del 2026, 2:00 pm.
En la pequeña cabaña que
había en la isla se encontraba reposando el anciano Henzai Zuru cuando sin
previo aviso abren la puerta alertando al anciano; era Dimitri que por fin
había logrado bajar de la montaña, parecía muy cansado, rápidamente le fue
ofreció algo de beber mientras reposaba.
— ¿Has logrado lo que
querías? —el anciano lo mira detenidamente esperando una respuesta
satisfactoria.
Con una sonrisa en el
rostro y mirándolo detenidamente le contesta Dimitri.
—Así es anciano, ahora
tengo una razón irrefutable para seguir en este juego, debo de agradecerte por
esto.
Sonriendo cálidamente le
contesta el anciano mientras sale de la cabaña.
—No debes agradecerme por
nada chico, yo solo te di un arma para sobrevivir a la llegada del dragón.
— ¿Dragón, podrías
explicarte?
Sin recibir ninguna
explicación por parte del anciano Dimitri decide seguirlo fuera de la cabaña.
La playa estaba muy
callada, no había señales de ninguna ola, no soplaba el viento, todo estaba muy
pacifico.
— ¿Todo
está muy calmado no lo crees Dimitri?
Habiendo logrado alcanzar
al anciano contesta.
—Siempre huyes cuando necesito
respuestas, te gusta ser perseguido.
Mirando a Dimitri el
anciano contesta mientras sonreía.
—No te enojes chico
deberías estar feliz, el arma más poderosa para un hombre que ha perdido todo
en la vida son sus recuerdos; después de todo los recuerdos te dan esperanzas y
coraje para seguir adelante, ahora tienes porque luchar.
Después de escuchar las
palabras del anciano, Dimitri se sentó en la arena y sin poder refutar lo
escuchado guardó silencio. El anciano miraba hacia el pacifico océano.
— ¿Qué harás ahora que
has podido recuperar tus recuerdos?
—Creo que iré a buscar a
una persona en particular, talvez no me recuerde pero me bastara con saber que
se encuentra bien.
La voz molesta de Belzebuth se escucha.
—Nada de eso maldito ¿has
olvidado lo que te ordeno mi padre? Es momento de que nos pongamos en marcha
para buscar los tesoros restantes.
Por un instante Dimitri
lo había olvidado y de un salto se pone en pie.
—Tienes razón Belzebuth lo
había olvidado, pero eso puede esperar, necesito ir a buscar a alguien.
—El demonio tiene razón
Dimitri, es importante que encuentres los tesoros restantes antes que la
organización.
Completamente
sorprendidos Belzebuth y Dimitri se quedan sin palabras. El anciano deja salir una sonrisa.
—Supongo que ambos se
preguntan porque logre escuchar al demonio que está dentro de tu anillo.
Belzebuth comenzó a reírse de la nada y
rápidamente contesto al anciano.
—Ahora entiendo todo
maldito anciano, que tonto de mi parte al no darme cuenta antes.
Dimitri aun no entendía nada de lo que estaba
sucediendo, continuaba sin decir ni una sola palabra; sin previo aviso el
anillo de Dimitri comenzó a brillar y de él salió Belzebuth asustando al chico.
— ¿Qué demonios haces?
Moriré si te sales del anillo ¿acaso lo has olvidado?
Belzebuth miro fijamente al anciano mientras
ignoraba Dimitri.
—Después de todo te
dignaste a aparecer maldito viejo, creí que esta vez dejarías que mi padre
hiciera lo que quisiera.
El anciano le sonrió a
Belzebuth mientras caminaba hacia el norte de la isla.
—No me meteré en los
asuntos de tu padre esta vez, sin embargo tengo derecho de dar un pequeño
consejo a las personas adecuadas.
Alejándose de Dimitri y
Belzebuth deja completamente solos a
los jugadores cero.
— ¿Qué ha pasado aquí?
El demonio estaba
pensativo, al escuchar la pregunta de Dimitri comenzó a caminar directo a la
cabaña.
—Te preguntaras ¿Porque
estoy fuera del anillo y tú aun sigues con vida? —Belzebuth evitaba mirarlo a
la cara.
—Esa es una de las muchas
preguntas que tengo. —Dimitri siguió al demonio.
—Creo que te responderé
muchas de tus preguntas diciéndote quien es en realidad este anciano. —El
demonio desacelero su paso —Henzai Zuru es solo un nombre de muchos que los
humanos le han dado, algunos lo llaman "El dador de vida", "El
alfa y omega", "El rey de reyes" entre muchos más, a pesar de
todos esos nombres en el infierno es repudiado por haberse entrometido en
varias ocasiones, en donde era clara la extinción de los humanos.
Después de escuchar las
palabras del demonio Dimitri se detiene repentinamente por la impresión causada.
—Estas diciendo que el
anciano es…
El demonio comenzó a
reírse.
—Tenía la impresión que
reaccionarias de esa manera al escuchar la identidad del anciano.
— ¿Por qué me está
ayudando? Tengo la sangre de un demonio corriendo por mis venas.
Mirando al cielo el demonio suspiro profundo antes de
contestar.
—Siempre he admirado a
ese que tu llamas Dios, aunque todos en el infierno lo repudien yo he estado
observándolo cuidadosamente por muchos siglos y lentamente se fue ganando mi
admiración. A pesar de ser un Dios misericordioso, también es castigador; jamás
ha tenido favoritismo con nadie y siempre castiga sin piedad al que lo merece y
ayuda al que lo necesita.
—Jamás imaginaria que un
demonio lo admiraría.
—Tienes razón ningún
demonio lo admiraría, todos están tan centrados en el odio hacia él que no se
dan cuenta que es imparcial a la hora de castigar, enojado puede ser más cruel
que mi padre.
Dimitri siguió caminando
hacia la cabaña a la par de su demonio acompañante.
—Entiendo todo lo que me
has dicho, pero aun no entiendo ¿Cómo has logrado salir del anillo sin que yo
muriera?
—Pensé que era algo
obvio, el anillo me usa como fuente de poder para mantenerte vivo, sin embargo
en este lugar no es necesario estar vivo. —La sonrisa en el rostro de Belzebuth
se hizo evidente.
— ¿¡Eso quiere decir que
estamos en el cielo!? —Dimitri estaba pálido. ¿Enserio ha muerto nuevamente?
¿Qué pasara con Nathalia?
—Algo parecido, por todo
el mundo se encuentran ciertas islas que tienen conexión con el cielo, se les
podría decir que son una puerta secreta hacia el reino celestial, en pocas palabras
esta isla es una pequeña parte del cielo.
—Y al ser parte del
cielo, no necesito seguir vivo para estar en esta isla ¿Me equivoco?
— ¡Estas en lo correcto
chico, en este momento estamos en tierra santa! Ahora deberíamos ir donde el
anciano, necesitas descansar antes de seguir nuestro camino en busca de los
tesoros divinos.
Bosque de Hoia Baciu.
Rumania.
21
de diciembre del 2026, 10:00 am.
Ha pasado un día desde
que Ian fue visitado por el jugador
número uno, después de recibir un extraño mapa que contenía una dirección del
paradero de una medicina lo suficientemente capaz para salvar a Marianne se
puso en marcha lo más pronto que le fue posible.
Después de caminar por
varias horas Ian encuentra una cueva
oculta entre los árboles tal como lo mencionaba el mapa; parecía estar sola y
aprovechando la oportunidad entra para descansar un poco del viaje sin bajar
por ningún segundo la guardia.
Al entrar escucha ruidos
extraños que provenían del fondo de la cueva, tenía claro que podría ser
peligroso, sin embargo la curiosidad de Ian
fue demasiada e inmediatamente se adentra para averiguar qué era lo que
producía aquel sonido.
Con un tono burlón Sidragaso
comienza a hablar.
— ¿Por qué hemos venido a
este lugar tan horrible? Podrías tener a la mujer que quisieras con tan solo
pedirlo, estas desperdiciando tu tiempo en esa estúpida mujer.
Las palabras del demonio
habían hecho enfadar a Ian que sin pensarlo le responde al demonio en voz baja
para evitar ser escuchado por lo que estaba al fondo de la cueva.
—Solo trato de pagarle el
favor que ella hizo por mí, si no fuera por ella hubiera muerto. Dio su vida
por mí aun sabiendo que era un capricho.
—Los humanos son tan
estúpidos. —Riéndose por las palabras de Ian
termino la conversación.
Mientras seguía caminando
por la cueva observaron una pequeña luz al fondo que conforme avanzaban se
hacía cada vez más grande; el jugador cuatro corre hacia ella ¿será una salida?
seguramente creía que era el final de la cueva y podría por fin salir de esa
oscura y húmeda cueva, que quizás ese sonido provenía del exterior. Cuando
llega a la luz logra distinguir un laboratorio y en un acto de auto reflejo se
oculta entre rocas.
Phillips había estado muy ocupado desde la
visita de Beowulf, por fin había
logrado estabilizar su ADN y ahora estaba tratando de crearlo en masa, lo
suficiente como para lograr salvar las vidas de todas las personas inocentes.
Como era costumbre, Anthony siempre
se marchaba por las mañanas y no regresaba hasta el atardecer dejando a Phillips solo en el laboratorio; para
satisfacción del doctor, Anthony después
del logro obtenido con el virus nunca se volvió a entrometer en los asuntos del
laboratorio, sin embargo el rápido desinterés por el laboratorio y las salidas sospechosas
lo ponían en duda acerca de la importancia que estaba siendo dada por la
medicina regenerativa.
El doctor había tomado un
pequeño descanso; mientras comía se escuchó un sonido que provenía del interior
de la cueva y tratando de proteger su creación toma un arma y una lámpara que
se encontraban sobre una mesa metálica; camina cautelosamente hacia donde se
había escuchado el sonido.
Después de llegar al
lugar y no encontrar a nadie comienza a disparar tratando de esta manera
asustar al que estuviera merodeando por la cueva.
Levantándose rápidamente
para evitar que siguiera disparando Ian sale de su escondite.
— ¡Tranquilízate
Phillips! Solo he venido para hablar, no tratare de atacarte.
Dejando de disparar y
enfocándolo con la lámpara Phillips se preguntaba quién era ese joven rubio
frente a él.
— ¿Cómo sé que no
atacaras y porque sabes mi nombre?
Deja salir un pequeño
suspiro antes de contestar al doctor.
—Debo admitir que no
esperaba encontrarte en este lugar, pero ahora que te he escuchado preguntarme
quien soy solo me das la impresión que eres más patético que Dimitri.
— ¿Más patético que
Dimitri? ¿Te refieres a ese pobre diablo que no logró pasar la puerta? ¿Tú eres
uno de los jugadores?
—Mi nombre es Ian, soy el
jugador número cuatro. —Otro suspiro salió de Ian —Tal parece que no estas al
tanto de nada con respecto a nosotros, eso me da la esperanza de que no me
causaras problemas en el futuro. —Mira detenidamente a Phillips. —Efectivamente
Dimitri no logró cruzar la puerta con nosotros, sin embargo ese maldito de Satanás tiene un favoritismo con ese idiota y
le abrió otra puerta para que se integrara al juego.
—Eso no es nada justo,
pero viniendo de Satanás no esperaba
que fuera justo este juego; a propósito mi nombre es…
Caminando hacia el
laboratorio sin preocupación alguna mientras le daba la espalda lo interrumpe Ian.
—Se quién eres, sé que
número de jugador eres, también se quién es tu demonio acompañante no es
necesario que me lo digas, he investigado todo acerca de ustedes tres, sin
embargo el único que no calcule en mis planes fue Dimitri.
Ambos jugadores se habían
sentado en una mesa del laboratorio mientras hablaban, sin embargo todas esas
máquinas de última generación y ese líquido azul que estaba dentro de esos
cilindros parecían llamar la atención de Ian.
Phillips intrigado por la presencia inesperada
del jugador cuatro, interroga al joven rubio.
— ¿Porque estás aquí? ¿Cómo
has podido encontrar la cueva?
Sacando de su bolsa el
mapa lo muestra a Phillips para
tratar de explicarle.
—Ayer fui visitado por el
jugador número uno y me comento de
algo que podría encontrar en este lugar, algo que sería capaz de salvar a una
de mis subordinadas.
Sin mostrar ninguna
expresión en su rostro, Phillips continúa viendo el mapa.
—Nunca espere que Beowulf te contara acerca de este lugar y más aún que
te revelara algo así. —Levantándose de su asiento se dirige hacia donde estaban
los cilindros llenos de líquido azul. —Dime, ¿Por qué has arriesgado tu vida al
venir a este lugar por una simple subordinada?
No podía responder la
pregunta con facilidad, aun no
entendía porque arriesgaba tanto por ella, simplemente guardo silencio mientras
bajaba la mirada; después de ver la expresión en el rostro de Ian, sonrió y le
entrego la medicina regenerativa.
—Eso creí, toma esto e
inyéctaselo lo más rápido como te sea posible.
Era algo que Ian no esperaba, fue mucho más fácil de lo
que imaginaba. Ahora podría despertar a Marianne y así limpiar su conciencia.
Antes de marcharse Ian le
mostró un vídeo como gesto de agradecimiento por no crear una pelea innecesaria.
—Gracias por entregarme
esto Phillips y como pago por ayudarme dejare que veas este vídeo, es una transmisión que fue emitida a nivel mundial donde Dimitri amenaza al mundo.
Phillips lo mira
detenidamente hasta el final.
— ¿Por qué me muestras
esto? Yo he estado preparado desde que comenzó el juego, siempre estuve
consiente de que alguien traicionaría el acuerdo que hicimos. Sé que alguno de
ustedes podría atacar de improvisto para de esta forma poder tomar ventaja en
el juego.
—Así que tú también crees
que alguien atacara antes de haberse cumplido el año, debo mejorar un poco más
mis habilidades para pelear o seré el primero en morir, sin embargo te he
mostrado este vídeo porque al parecer Dimitri no está jugando y no lo culpo,
después de todo a obtenido el poder de uno de los tesoros divinos.
Con una sonrisa en el
rostro Phillips le da la espalda
mientras continua con las actividades que hacía antes de ser visitado por el
joven.
—No te preocupes por
Dimitri, no sé qué sea eso que tu
llamaste tesoro divino pero no dejare que gane este juego; ahora si me
disculpas seguiré con esto ya es hora de que te marches.
Con Marianne en grave estado no podía perder más
tiempo y rápidamente salió de la cueva, pero antes que Ian desapareciera entre la oscuridad de la cueva Phillips preguntó.
— ¿Temes morir nuevamente?
Se detuvo tras escuchar
esa extraña pregunta y antes de que pudiera decir algo, Phillips continúo.
—No somos tan diferentes
Ian. Lárgate ahora que me estorbas.
Sin decir más, sigue
adelante, no podía perder más tiempo.
Isla celestial.
22
de diciembre del 2026, 6:00 am.
Después
de haber descansado Dimitri se prepara para marcharse en busca de los tesoros,
sin embargo antes de partir se adentra al bosque donde lo esperaba el anciano.
La
isla poseía un clima tropical, mientras más se adentraba al centro de ella la
temperatura descendía rápidamente, los arboles eran cada vez más frondosos, a
pesar de ser una isla era sorprendente encontrar un bosque en ella, aunque
tratándose de una entrada al cielo no había mucho que discutir. El anciano se
encontraba frente a un árbol gigante el cual tenía tallado en la corteza una
palabra que le fue imposible entender a Dimitri.
—Así que ya es hora de tu partida, te deseo suerte hijo
mío.
Haciendo
una reverencia, Dimitri aprovecha la
oportunidad de estar frente a Dios e
intenta resolver aquella pregunta que se ha guardado desde que era pequeño.
Aquella pregunta que durante años jamás logró explicarse.
—Disculpa que sea imprudente al hacer esta pregunta,
pero no estaré feliz conmigo hasta que me contestes.
Mirándolo
fijamente a los ojos, Dios se acerca al chico y le coloca su mano en el hombro.
—Tu vida fue difícil y llena de tragedias, lo sé muy
bien, pero jamás decidí que estuvieras solo, yo no puedo interferir en las
vidas de mis hijos, son ustedes mismos quienes eligen como vivir y hacia qué
dirección seguir.
Quitándole
bruscamente la mano de su hombro, Dimitri le responde exaltado.
— ¿Tú no decidiste? Dime una cosa más, si en realidad tú
no decides por los demás ¿Por qué te haces llamar Dios? Desde pequeño siempre
trate de cuidar a mi hermano y soporte a mi madre ¿para qué? Para que tú te
quedaras de brazos cruzados mientras veías como me inyectaban la sangre de este
maldito demonio. Pudiste ahorrarme este maldito sufrimiento.
Suspirando
después de escuchar las quejas de Dimitri le da la espalda, el viento sopla
fuertemente hacia el sur haciendo que los arboles botaran hojas, dando una
pequeña pausa a la conversación. Dimitri comenzaba a desesperarse esperando la
respuesta de Dios; estaba a punto de continuar cuando escucho la voz del
anciano una vez más.
—En verdad siento todo lo que te ha ocurrido, pero
hasta Dios necesita sacrificar a uno
de sus hijos para salvar a millones más, vi en ti un potencial que necesitaba
despertar; deje que la vida siguiera su flujo, necesitaba que te volvieras más
fuerte, que despertaras y te dieras cuenta que la vida no es un cuento de
hadas. Ahora por fin estás listo para lo que está por venir.
Los
ojos de Dimitri comenzaron a emitir una pequeña luz, la furia estaba
apoderándose de él nuevamente. La cruz en su cuello al igual que sus ojos emitía
destellos; estaba despertando el poder del cáliz nuevamente.
— ¿Así que solo me usaste para tus sucios propósitos?
¿Fui un simple peón que dejaste devorar?
Antes
que Dimitri lograra despertar el poder del cáliz apareció de entre los arboles
el jugador uno que en un rápido destello hizo aparecer en la mano derecha su
tesoro divino entregado por Dios y presionando su cuello con la espada logra
tranquilizarlo.
— ¿Qué tratas de hacer idiota? No debes usar tu poder en
este lugar, recuerda quien está frente a ti.
Ignorando
por completo al encapuchado que aún mantenía la espada en su cuello, continúo
hablando con Dios.
— ¿Tienes guardaespaldas? ¡Cobarde! No debería
sorprenderme después de todo, tu vida es más importante que la mía.
Dios
se acerca a los jóvenes y delicadamente aleja la espada del cuello de Dimitri,
que tomando por sorpresa a ambos jugadores abraza al chico, haciendo retroceder
a Beowulf unos pasos.
—Enserio lo lamento hijo mío, siempre supe que te
vengarías conmigo y no haré que nadie se entrometa si ese es tu deseo. ¿Deseas
matarme en este instante?
Beowulf estaba asustado por la decisión que
tomaría Dimitri y trata de alejarlo, pero antes que intentara algo es detenido
por Dios.
—Quédate en tu lugar y no te entrometas, él tiene derecho
de hacer lo que desee, después de todo yo hice de su vida un infierno por mis
caprichos.
Dimitri estaba confundido, no tenía idea de que
hacer en estos momentos; dejo caer una lágrima. Aquel brillo en sus ojos había
desaparecido, al igual que el destello en la cruz invertida que colgaba en su
cuello.
— ¿Por qué me hiciste sufrir de esta manera? Después de
que me inyectaran la sangre del demonio me quede completamente solo, me aleje
de mi hermano y de Nathalia me
condenaste a un infierno.
Abrazándolo
con fuerza, tratando de esta manera hacerlo sentir seguro, le responde con un
tono de voz cálido.
—Hijo mío, si decides seguir mi plan tal y como lo
pensé desde el día en que naciste te prometo que no será en vano tu
sufrimiento, tienes el potencial para terminar con este juego macabro que ha
creado el rey del inframundo.
Dejo
salir un pequeño suspiro y con lágrimas en el rostro Dimitri lo abrazo, a pesar de todo lo que había
sufrido en su vida, confiaría una vez más en Dios.
—Si llegara a seguir tu plan volveré a estar solo, no
cambiaría nada, además no podría ganar yo solo este juego.
—Tienes razón hijo mío, pero yo jamás he dicho que
jugaras solo.
Confundido
por las palabras de Dios se suelta y retrocede unos pasos, mientras lo mira
directamente a los ojos.
— ¿No jugare solo? ¿Qué me tratas de decir?
Dándole
la espalda mientras retornaba a la cabaña el anciano le responde.
—Te he dado desde que eras pequeño algo de que
sujetarte para que tu sufrimiento no sea tan insoportable, te di esperanza y
amor. Ahora para este juego estos sentimientos que te mantenían vivo se
volverán tus mayores armas.
—Así que seguiré estando solo.
El
anciano voltea mostrándole una sonrisa.
— ¿No crees que sería más divertido si tu descubrieras
durante el transcurso del juego quienes son tus aliados y quienes tus enemigos?
Escuchar
aquellas palabras solo hacía enojar a Dimitri, sin embargo había decidido
confiar en los planes de Dios, así que no diría nada al respecto.
El
encapuchado se acerca rápidamente al anciano y sin ser escuchado por Dimitri le
susurra al oído, tras recibir una respuesta hace una pequeña reverencia con la
cabeza y tras un destello de su espada desaparece de la vista del joven ojos
rojos.
Tras
caminar por varios minutos regresaron nuevamente a la cabaña. Dimitri estaba listo para marcharse mientras
que el anciano tomando una actitud más seria dirige sus palabras hacia el
jugador cero y su demonio acompañante.
— ¿Conocen cuáles son los tesoros divinos?
Belzebuth
que aún seguía fuera del anillo deja salir una carcajada.
—Los tesoros divinos son tres poderosas armas que todos
los demonios desean poseer, sin embargo no se nos tiene permitido utilizarlos.
Todos en el infierno tienen entendido que están escondidas en la tierra y que
su poder es tan destructivo que si las tres se juntaran podrían destruir el
mundo en cuestión de segundos y sin mayor esfuerzo; lamentablemente es lo único
que se sobre los tesoros, en el infierno está prohibido hablar sobre este tema.
Dios
continúa.
—Efectivamente, su poder es inimaginable, después de
todo, esas armas fueron creadas por nosotros antes que la vida comenzara a
fluir en la tierra. Los tesoros divinos contienen el poder infernal y
celestial, eso quiere decir que si algún humano con malas intenciones las
obtiene podría desatar el mal en la tierra.
Sin
entender por completo, Dimitri se
levanta de su asiento y dirigiéndose al anciano le pregunta exaltado.
— Si son tan peligrosos ¿porque las crearon?
Tratando
de evitar mirarlo a los ojos le respondió.
— Los tesoros fueron creadas como gesto de alianza entre
el cielo y el infierno.
— Aun no entiendo el motivo por el cual los crearon. —Dimitri
esperaba una respuesta más extensa y especifica.
El anciano observó el
deseo de conocimiento del joven e intentando revelar todo acerca del tema.
—Para que Satanás
aceptara el tratado de paz entre el cielo e infierno y mantuviera su
palabra de no atacar la tierra que estaba a pocos años de nacer vida en ella me
obligo a crear los tesoros divinos. Tenía claro que todo esto era una trampa
para declarar nuevamente la guerra a los habitantes del cielo. —dejo
salir un suspiro antes de ser interrumpido por Dimitri.
—Si era claro que era una
trampa. ¿Por qué aceptaste?
—Lucifer fue mi ángel
favorito hasta que me traiciono siglos atrás y desatara la guerra del génesis.
Como todo un padre que soy, mantuve las esperanzas que un día regresaría a mí
pidiendo perdón y sin pensarlo cree junto a él los tesoros divinos. Creí que aún había parte de mi hermoso ángel
misericordioso dentro de aquel ser maligno.
Después
de escuchar la explicación, Belzebuth lo
interrumpe.
—Si ustedes fueron los creadores de estas armas. ¿Por
qué mi padre teme tanto a ellas? ¿Pensé que habías dicho que él desea poseerlas
para sus propósitos?
El
anciano seguía evitando las miradas del jugador y su demonio.
—El poder que generan juntas es tan poderoso que podría
incluso acabar con nosotros en un segundo. Satanás envió a Dimitri a buscar los tesoros porque es el único jugador
puro de corazón que no desea el poder, haciéndolo el sujeto perfecto para los
planes de tu padre. Una vez los tesoros estén en poder de Dimitri, será muy
fácil para Satanás arrebatárselos de las manos. Él entiende perfectamente que
jamás usaría los tesoros en su contra.
Dimitri
estaba molesto al escuchar que solo está siendo usado por Satanás, se dirige de
inmediato hacia la salida de la cabaña azotando fuertemente la puerta. El
anciano y Belzebuth van tras él rápidamente.
Habían logrado alcanzar al joven, estaba
sentado en la arena mientras observaba aquel mar tan pacifico.
—Discúlpame por decirte todo esto, pero si te he
confiado esto es porque tengo fe en ti y sé que podrás detener este juego tan
macabro. —Dios intenta animarlo.
Mirando
al anciano directamente a los ojos Dimitri
no muestra expresión alguna.
—Seguiré tu plan al pie de la letra sin arrepentirme,
pero necesito que me des más información sobre los tesoros; dime todo lo que
tengo que conocer sobre ellos.
La
cara del anciano se observa más aliviada y sonriendo coloca la mano en el
hombro de Dimitri mientras el demonio exaltado y con voz de autoridad se dirige
a ambos.
— ¡Espero que sepan lo que están haciendo mi padre no es
tan fácil de burlar! ¡Les ayudare a
estropear los planes del rey demonio a cambio de liberarme del infierno!
Había
entrado por fin al anillo, pero las últimas palabras de Belzebuth habían dejado sin palabras a ambos,
ninguno de los dos se esperaba la petición del demonio. El lugar había quedado
en silencio por unos instantes y habiéndolo pensado cuidadosamente Dios le responde.
—Tenemos un trato Belzebuth, pero si no logras hacer
que Dimitri gane el juego te enviare directo al limbo.
Se
escucha una risa proveniente del anillo.
— ¡Tenemos un trato maldito anciano!
Era
muy extraño para el chico, hasta este día jamás hubiera pensado que un demonio
podría hacer tratos con Dios. Fueron unos días muy extraños para él y de la
nada una puerta dorada se eleva de entre la arena; el anciano inmediatamente se
acerca a la puerta.
—Esta puerta te llevara de nuevo a la civilización,
esto te ahorrara mucho tiempo de viaje.
—Antes de irme debes decirme todo lo que sabes sobre
los tesoros.
—No lo he olvidado, sin embargo quiero que me prometas
que no importa que suceda en el transcurso del juego tú te mantendrás firme a
tus creencias.
— ¿Por qué dices eso en este momento?
Mirando
hacia al cielo el anciano suspira, pareciese que fuera difícil continuar.
—Hace muchos siglos atrás perdí a mi mejor ángel, alguien
que jamás creí que se obsesionara por el poder. Hasta estos días no puedo dejar
de pensar que ha sido mi culpa, si no lo hubiera consentido tanto, si no le
hubiera dado tanto poder él jamás se hubiera transformado en el demonio que
conocen todos. Debes recordar siempre la razón por la cual peleas, y por quien
peleas.
El
joven de ojos rojos le entrega una sonrisa burlona al anciano.
—No te atrevas a compararme con Satanás.
—Ya es hora de que te diga lo que se de los tesoros
divinos. —el anciano le regresa la sonrisa.
—Ya era hora de que lo digieras pensé que me quedaría
en la isla por años esperando a que hablaras sobre el tema.
Una
risa salió del anciano, aquellas faltas de respeto le parecían hilarantes.
Habían pasado siglos desde la última persona que se comportó tan irrespetuoso
con él.
—Existen tres tesoros esparcidos por todo el mundo de
las cuales dos de ellos ya han sido encontradas.
— ¿Alguien más posee otra reliquia? Pensé que era el
único, ahora será más difícil ganar el juego.
Callando
al chico con la mirada continúa hablando.
—El cáliz dorado, la espada del rey y la corona
espectral, todas ellas conforman los tesoros divinos. El poder de todas ellas
es inimaginable pero muy difícil de utilizar por separados.
— ¿Estás diciendo que el cáliz será imposible de controlar?
—Jamás he dicho que no se pudiera controlar, pero para
que lo logres necesitas la corona espectral.
Dimitri comienza a sonreír despreocupadamente
mientras le da la espalda al anciano.
—Es por eso que quieres que recolecte el tesoro faltante,
para que pueda controlar el inmenso poder del cáliz.
—Correcto, la espada del rey ya ha sido tomada por
alguien más y el único tesoro que esta sin ser encontrado es la corona
espectral.
—Eso lo entiendo, pero ¿Qué es lo que hace con
exactitud la corona?
El
anciano dejo salir una risa.
—Esperaba que me preguntaras; El cáliz dorado le da a
cualquiera que lo use un poder inimaginable capaz de aterrorizar al mundo; la
espada del rey le da a su poseedor el poder de controlar el espacio y tiempo;
las dos reliquias son muy poderosas y muy útiles en la batalla, sin embargo
ambas tienen un alto precio que tienes que pagar al ser usadas por separado.
— ¿Un alto precio? Tenía la sospecha que algo tan bueno
no sería gratis…
—Sin embargo, la corona
espectral tiene el poder de protegerte de esos riesgos; aquel que posea la
corona podrá controlar las reliquias a voluntad, ignorando los efectos
secundarios de los mismos.
Mirando
nuevamente al anciano lo mira directo a los ojos con incredulidad.
— ¿La corona realmente podría hacer que pueda controlar
el cáliz?
—No tendrías ningún problema al usarlo con libertad es
por eso que debes apresurarte y encontrar la corona antes que alguien más lo
haga.
La
puerta dorada se abre repentinamente y una luz ciega a Dimitri mientras una
ráfaga de viento lo empuja hacia su interior, sin poder sostenerse, es
succionado al interior en cuestión de segundos.
Alemania,
escondite de la organización.
22 de diciembre del 2026, 5:00 pm.
Ha
trascurrido un día desde que Ian se
encontró con el jugador número tres, su viaje lo había llevado hacia un bosque
muy extraño y lleno de animales desconocidos, sin embargo esto no lo detuvo.
Todo esto habrá valido la pena después de ver despertar a Marianne y salvarla de su horrible destino que
él había ayudado a forjar.
El líder de la organización tras un largo viaje logra
llegar al escondite y sin perder el tiempo se dirige rápidamente a la
habitación donde tienen a la chica. Entra de inmediato y ordena rápidamente
colocarla fuera de la capsula; temiendo que fueran asesinados por él si no
cumplían con sus órdenes toman a Marianne
de inmediato.
Es colocada en una camilla; los signos vitales
empiezan a caer rápidamente, es cuestión de segundos para que ella muera, la
capsula era lo único que la mantenía con vida; uno de los doctores que estaba
en la habitación le grita a Ian al
observar que estaba a punto de morir la chica.
—
¡Maldito regrésala a la capsula o
morirá!
Las demás personas que estaban en la habitación se
alejaron de él, mientras que Ian observaba
como el doctor estaba sacando un arma entre su ropa.
El joven rubio parecía no tomarle importancia las
acciones del sujeto; estaba preparándose para inyectar a la chica.
—
¿Me quiere matar doctor? No le
recomendaría sacar esa arma.
—Tengo todo el derecho de matarte maldito, como se
atreve a seguir sacrificando más vidas por sus caprichos. No mereces vivir en
este mundo. —Su cuerpo temblaba, una gota de sudor cayo de su
frente.
Todo
estaba preparado y antes de que inyectara a la chica, Ian miro fijamente al doctor y con una enorme sonrisa en el rostro
tomó su arma, la cual siempre lleva con él y le disparo repetidas veces al
doctor antes que pudiera reaccionar. Murió de inmediato.
—No necesite usar el poder del anillo contra él, murió
como vivió, patéticamente.
Después
de encargarse de la molestia, prosiguió a inyectar a Marianne, todas las
personas estaban observando detenidamente el resultado de aquel líquido que le
fue inyectado, esperando un milagro para evitar la muerte de la chica.
Segundos
después de ser inyectada por Ian su cuerpo comienza a brillar de un color azul
intenso, lentamente sus brazos y piernas comienzan a crecer mientras que sus
signos vitales comienzan estabilizarse, todas las personas que estaban en la
habitación estaban sin palabras, era un milagro, jamás hubieran creído que
alguna medicina existente en este mundo podría hacer que se regeneraran las
partes del cuerpo.
En un par de minutos las partes del cuerpo de
la chica habían dejado de crecer y sus signos vitales estaban estabilizados,
rápidamente es llevada a la habitación de Ian donde podría descansar hasta que
se recuperara.
24
de diciembre del 2026, 5:30 am.
Han pasado casi dos días desde que Marianne fue salvada por la vacuna y sus signos vitales volvieron a la
normalidad, el jefe de la organización no ha dormido desde entonces esperando
el despertar de la chica.
Se escuchan pasos acercándose a la habitación, era uno
de sus subordinados. Dirigiéndose a Ian hace una reverencia mientras trata de
hacer el menor ruido posible para no molestar a la chica.
—Mi señor tenemos noticias sobre uno de los tesoros.
Ian se levanta de su asiento y tomando al hombre por
el brazo lo saca de la habitación para poder hablar con libertad sin molestar a
Marianne.
—
¿Qué es lo que has dicho? ¿Enserio lo
han encontrado?
Con el mayor respeto posible vuelve a hacer una
reverencia.
—Hemos escuchado la historia de una corona que fue
entregada por Dios a un antiguo rey el cual antes de morir la oculta por temor
a que manos indignas pusieran sus manos en ella; es una historia que fue
contada de generación en generación a través de los siglos. Según lo
investigado todo esto proviene de Jerusalén. Sé que esto no es mucha
información, pero la señorita Marianne nos
ordenó informar cualquier pista que encontremos acerca los tesoros faltantes.
Esto podría ser bueno, talvez solo sea una historia no
comprobada pero si encontrar uno de los tesoros es la única manera para poder
enfrentar cara a cara a Dimitri, entonces no podría desperdiciar ninguna
información; de inmediato ordeno preparar un avión con destino a Jerusalén.
8:15 am.
Ya habiendo planificado la salida hacia Jerusalén, Ian entró una vez más a la habitación donde
reposaba la chica para despedirse. La miro detenidamente intentando explicarse
como Marianne había logrado penetrar todas sus defensas, había llegado a una
parte dentro de su ser donde nadie jamás había entrado, su corazón. La beso en
los labios antes de partir, y susurrando al oído de la chica como si lo
escuchara le entrega las palabras más sinceras jamás dichas por él.
—Lamento que no pueda estar aquí cuando despiertes,
pero prometo que cuando regrese seré yo quien te proteja. Tú no sangraras a
menos que yo sangre, seré tu guardaespaldas y todo lo que quieras que sea.
Marchándose de la habitación mira por última vez a la
chica antes de salir en búsqueda de la corona. Esperando regresar con uno de
los tesoros en su poder se dirige a toda prisa hacia Jerusalén.
Israel,
ciudad de Jerusalén.
22 de diciembre del 2026. 1:00 pm.
Han pasado horas desde que Dimitri fue succionado por la puerta; se encuentra tirado en una ciudad
extraña, jamás había estado en ese lugar, hacía mucho calor y su ropa no era la
adecuada, su vestimenta llama mucho la atención. Tratando de pasar inadvertido
se acerca a un hombre que al parecer era residente del lugar y le pide su ropa
a cambio de la suya; mirando a Dimitri detenidamente
acepta por temor al ver esos ojos rojos y el cabello blanco.
Habiéndose cambiado de ropa siguió caminando en busca
de alguna pista que lo llevara a la corona espectral. Belzebuth rompe el
silencio.
—Oye chico por fin recuerdo que lugar es este, al
parecer fuimos enviados a la vieja ciudad de Jerusalén.
—Ahora que lo mencionas creo que tienes razón, pero
esto no nos dice nada acerca de la corona ¿Dónde empezaremos a buscar?
Con un tono molesto le contesta el demonio.
—
¡Idiota! Jerusalén está lleno de
pistas, pero al ser enviados tan cerca de ese lugar creo que deberíamos ir
primero ahí.
—
¿A qué lugar te refieres?
—
¿No es obvio? ¡Iremos a la iglesia
del santo sepulcro! —La risa del demonio hizo eco en la mente
del joven. —Los nombres que le dan los humanos a las cosas son graciosos,
nosotros tenemos un nombre más adecuado para ese lugar.
Por fin tenían una pequeña pista, la corona podría
estar cerca, la puerta no los enviaría a este lugar si no quisiera que fueran.
Dimitri estaba dirigiéndose a la iglesia cuando observo a un hombre encapuchado entrar
a una casa; esas capuchas eran reconocidas por el joven, eran las mismas que
usaban los tipos malos en Tokio.
No pierde el tiempo y se acerca cautelosamente a la
casa e intenta escuchar las voces que se encontraban dentro.
—
¿Debemos informar al señor Ian acerca de este pequeño relato?
—Claro que es necesario, recuerda lo que nos dijo la
señorita Marianne; en estos momentos toda la información es necesario.
—Entendido jefe, en este momento me comunicare con los
del cuartel en Alemania.
El joven de ojos rojos
escuchaba cada palabra dicha por los hombres y repentinamente se escucha un
golpe.
—
¡Estúpido infeliz! ¿Qué estas
tratando de hacer? No es seguro mandar información por ningún medio
electrónico, recuerda que el tipo de la capucha azul logro manipular todas las
estaciones de radio y televisión del mundo. No podemos arriesgarnos bajo ningún
motivo.
—
¿Crees que pueda interceptar nuestras
llamadas o correos? ¿No están siendo un poco paranoicos?
—
¿Paranoicos? Recuerda que el
encapuchado azul es el que asesino a nuestros camaradas en Japón y es el dueño
del cáliz, hizo desaparecer un país en pocos segundos. ¿Crees que somos
paranoicos?
—Lo siento, creo
que lo había olvidado. —inclino su cabeza e intento ocultar la
vergüenza que sentía en ese momento.
—Cuida
tus palabras, que el amo Ian no te hubiera perdonado. Ahora ve a la guarida en Alemania, un helicóptero te
esperará en el mismo lugar de siempre.
Escuchando los pasos que se acercaban a la puerta, Dimitri
corrió a esconderse mientras trataba de explicarse que era todo eso que
hablaron sobre las transmisiones; siguió escondido hasta que por fin se alejó
aquel hombre.
—
¿Qué esperas Dimitri? Ve a
interrogarlo antes que se marche.
Olvidándose por unos segundos de las acusaciones que
había escuchado, corre rápidamente tras él y evitando llamar la atención de las
demás personas lo toma por la espalda y lo arrastra a la fuerza a un pequeño
callejón; el hombre reacciona al ataque de Dimitri y sacando un arma de su
ropa apunta al joven ojos rojos.
Dimitri no poseía armas y sin tener opción levanta las
manos y se acerca lentamente al hombre
mientras comienza a reír.
—
¿Enserio quieres dispararme, no sabes
quién soy yo?
El miembro de la organización estaba a punto de
disparar, no le importaba quien fuera, asesinaría a cualquiera que se
entrometiera en su misión.
—
¿Aun no sabes quién soy, maldito?
¡Soy Dimitri Crow la peor amenaza de tu organización!
Comenzó a reírse Belzebuth, la actuación de Dimitri lo
había emocionado.
—
¡Excelente, sigue con esa actitud te
ayudare a hacer todo esto un poco más emocionante!
Las llamas comenzaron a cubrir el cuerpo de Dimitri y con una sonrisa aterradora en el
rostro del chico siguió caminando hacia el hombre; el miembro de la
organización estaba tan asustado que tiro su arma al piso y trato de correr,
sin embargo era un callejón sin salida.
—
¡Por favor no quiero morir, hare
cualquier cosa que me pidas!
Las llamas aumentaban cada vez más y Dimitri comenzó a reír frenéticamente mientras
se acercó al hombre en segundos y en un movimiento difícil de seguir con la
vista, lo tomó por el cuello.
—
¿Mi mano te está quemando? Te soltare
si me dices cual es la información que le entregaras a tu jefe.
El joven estaba quemando el cuello del miembro de la
organización, dificultándole de esta forma hablar.
—
¡Lo haré! ¡Lo haré! Suéltame por
favor.
Las llamas del cuerpo de Dimitri comenzaron a desaparecer lentamente mientras lo soltaba, haciendo
que el hombre cayera al piso. Belzebuth estaba disfrutando la actuación.
—Fue excelente chico, hice que el cáliz nos regalara un
poco de su poder evitando despertar a tu demonio, aunque no logre calcular la
fuerza que tendría; este hombre morirá en segundos.
Viendo retorcerse de dolor al hombre, Dimitri le coloca la mano en el cuello y el
anillo repentinamente comenzó a brillar haciendo que la quemadura
desapareciera. Belzebuth sorprendido por lo que había hecho el chico, le
pregunta sin creerse lo que había presenciado.
—
¿Cómo pudiste revertir la quemadura?
El hombre se trataba de poner en pie, Dimitri le suelta un golpe que lo hizo caer
nuevamente, lo miraba con ojos atemorizantes.
—
¿Quién demonios te dijo que podías
levantarte? Ahora dime todo lo que sepas sobre los tesoros o esta vez no me
contendré y te haré sentir un sufrimiento inigualable.
El miembro de la organización estaba temblando de
miedo y para evitar ser asesinado por Dimitri comenzó a hablar.
—La señorita Marianne antes de que la organización tomara el poder sobre el Vaticano nos
ordenó buscar cualquier tipo de pistas acerca de los tesoros y hace un par de
días encontré un pequeño relato que hablaba de una corona entregada por Dios a
un antiguo rey.
Dimitri lo
levanto con una mano tomándolo por el cuello mientras lo comenzó a golpear en
repetidas veces; con una sonrisa en el rostro veía como el hombre era incapaz
de defenderse.
—
¿Crees que me importa lo que les
ordeno hacer esa perra? Sé directo y dime todo lo que han investigado acerca de
la corona.
Tratando de hablar lo más claro posible intentando no
ser golpeado nuevamente por Dimitri le narró la historia que había escuchado.
—Cuenta la historia que Dios bajo a la tierra para entregarle a un antiguo rey una corona que le
concedió control absoluto sobre los humanos, este por temor a que cayera en
manos indignas la oculto de los humanos avariciosos en algún lugar de
Jerusalén, durante siglos la buscaron, pero nadie jamás la ha encontrado,
convirtiéndose así en una simple historia de fantasía; eso fue lo único que
escuche, lo juro.
Arrojándolo sobre la pared Dimitri lo mira directamente a los ojos mientras le lanza un golpe más
justo en el rostro.
—Entonces si se encuentra en Jerusalén ¿Eso es todo lo
que sabes?
Tratando de recuperar el aliento mientras escupía
sangre le contesto lo más rápido que le fue posible, evitando enojar más a su
agresor.
—Otro
fragmento de una leyenda similar menciona que una vez que la corona caiga
nuevamente en manos mortales alertara al infierno y aquella bestia narrada en
los sagrados escritos despertara de su letargo.
Belzebuth se
había sorprendido al escucharlo.
—
¿Bestia? Jamás en mis años de vida en
el infierno escuche sobre ello.
Suspirando profundamente Dimitri levanta al hombre e inmediatamente le ordena ir con Ian como se lo habían ordenado. Hizo jurar
que jamás hablaría acerca de su encuentro.
—No lo haré señor, jamás lo delatare. —Alzando su mano le entrega a Dimitri un pequeño comunicador —Estoy agradecido por haberme perdonado la vida, acepte
esto como prueba de mi agradecimiento, así lograre informarle acerca de los
planes de la organización.
—
¿Por qué me lo entregas?
—Me
uní a la organización por el deseo de un mundo mejor, pero esto es todo lo
contrario, desde que Ian tiene el poder nada es igual, no creo que nada cambie
para bien. Y al verte perdonarme la vida, sé que aún existe gente bondadosa,
gente que puede hacer un cambio en el mundo.
Con una sonrisa en el rostro, Dimitri lo acepta y se aleja rápidamente del
callejón desapareciendo entre la multitud y dejando solo al hombre.
El jugador cero y su demonio acompañante continuaban
caminando por las calles de Jerusalén, intentaban buscar su lugar destino; Belzebuth comenzó a hablar con el chico.
—No confió en él, deberíamos tirar ese comunicador lo
más rápido posible.
—No me interesa si es una trampa, si en verdad lo fuera
no me importaría, Ian querrá venir a
buscarme gracias a esto, entonces esta vez no se escapara tan fácilmente. Aun
necesito conocer cómo fue posible su escape en Japón.
El demonio comenzó a reír
por las palabras del chico.
—Has cambiado desde que te conocí, me empiezas a caer
bien chico.
—Basta de sentimentalismos, es hora de visitar la
iglesia. —Dimitri aceleró el paso.
Ha llegado a la iglesia después de treinta minutos y
había mucha gente dentro de ella al parecer la mayoría eran turistas, era
imposible para él moverse con libertad sin llamar la atención así que camino
por todo el lugar haciéndose pasar por visitante para tratar de encontrar
pistas que lo condujeran hacia la corona.
Pasaron por una pared de apariencia extraña el anillo
de Dimitri comenzó a brillar con gran
intensidad y evitando llamar la atención cubre su anillo con la mano, todas las
personas que estaban cerca del lugar habían visto esa gran luz que emitió su
anillo; Dimitri salió del lugar
inmediatamente antes que alguien comenzara a hacerse preguntas extrañas.
—
¿Por qué el anillo estaba brillando
de esa manera? —El joven estaba confundido.
—No tengo la menor idea, debemos volver creo que
encontramos una pista.
—En este momento no podemos regresar, esperaremos a que
se tranquilice la situación.
Sin dinero, ni joyas no tuvo más remedio que ocultarse
en un callejón por todo el día hasta que anocheciera, necesitaba regresar al
lugar lo más rápido posible antes que Ian
apareciera.
Una voz se escucha entre las sombras del callejón.
—Hola Dimitri, ha
pasado tanto tiempo.
Voltea rápidamente observando de esta manera al
jugador número uno que aún mantenía su máscara puesta; Se coloca en guardia
preparándose para lo que fuera.
—
¿Qué haces tú
aquí? ¿Vienes a desquitarte por lo que sucedió en la isla?
Se escucha una pequeña risa por parte del encapuchado.
—No te preocupes Dimitri no he venido a pelear solo te
he venido a hacer un propuesta que sé muy bien no rechazaras.
—
¿Una propuesta? Quítate la máscara
primero y muestra tu rostro cobarde.
—No sería muy inteligente de mi parte mostrarte mi
rostro después de todo seremos rivales más adelante en el juego.
—
¿Cómo quieres que confié en ti si no
me muestras tu rostro? Al menos recuérdame tu nombre.
Apareciendo detrás de Dimitri le contesta.
—Solo dime cuervo; disculpa que no pueda mostrarte mi
rostro, simplemente en este momento no sería adecuado, sin embargo creo que es
necesario que veas una vez más a Nathalia.
Tomándolo desprevenido logra capturarlo y de inmediato
lo golpea contra la pared; el odio en el rostro de Dimitri era evidente.
—
¿Cómo sabes de ella?
Desapareciendo de las manos del chico, el encapuchado vuelve a aparecer un par de pasos lejos
de él y un destello de luz en su mano izquierda hace aparecer una espada que es
inmediatamente apuntada hacia el jugador cero.
—Jamás pensé que tu fueras el dueño de la espada del
rey, cuando te vi la otra vez no creí
que me estuvieras apuntando con una reliquia, sin embargo ¿crees que puedes
luchar en contra de mi cáliz?
Hace desaparecer su espada.
—Tu cáliz no es más fuerte que mi espada, tu reliquia
te da poder ilimitado, pero no puedes controlarlo a voluntad haciendo
inservible tanto poder; mi espada supera a tu cáliz por esa sencilla razón.
Dimitri comenzó a cubrirse de llamas mientras se
acercaba lentamente al encapuchado.
—
¿Quieres que te demuestre la
diferencia entre nuestras reliquias?
La espada volvió a aparecer en las manos de Beowulf y corriendo rápidamente hacia el
poseedor del cáliz trata de evitar que la transformación en demonio se
completara, sin que el chico pudiera ver sus movimientos el encapuchado corto
el collar que poseía el poder del cáliz haciendo que las llamas desaparecieran
rápidamente.
—
¿Cómo has podido llegar hasta mí sin
que pudiera verte?
Tomando el collar del suelo Beowulf le contesta.
—Creo que el anciano ya te lo dijo, mi espada controla
el espacio y tiempo; gracias a él puedo controlar mi reliquia a la perfección y
deteniendo por unos instantes el tiempo fui capaz de acercarme a tu collar sin
que pudieras ver todos mis movimientos.
Tenía muy claro su derrota, Dimitri pide perdón por su
comportamiento, mientras se pone de rodillas.
—
¿El gran Dimitri se ha puesto de rodillas? Pensé que tendría un poco más de
dignidad el gran destructor de Japón.
Se ha quedado callado, escuchando como continuaba
burlándose de él, Beowulf repentinamente
deja caer el collar de Dimitri al
suelo mientras la espada comenzaba a emitir un gran destello.
—
¿Por qué me devuelves el cáliz?
—
Aunque me quedara tu cáliz no me
serviría de nada, una reliquia no puede ser robada de esa forma, la única
manera para tomar una reliquia que ha sido usada por alguien más, es asesinando
a su dueño de lo contrario la reliquia jamás obedecerá y terminara matando al
ladrón.
Dimitri toma
su collar.
—
¡No me importa si me quieres asesinar
para tomar mi reliquia, pero por favor concédeme mi último deseo; llévame a ver
por última vez a Nathalia!
—Siempre tuve la intención de llevarte, después de todo
ambos se necesitaran para seguir adelante en este juego.
Levantándose rápidamente del piso toma del brazo al
encapuchado.
—
¿Ella está involucrada en el juego?
La luz de la espada se hizo más fuerte y ambos
desaparecieron del callejón sin dejar rastro.
Bosque
desconocido, laboratorio secreto.
22 de diciembre del 2026, 7:00 pm.
Ha pasado un día desde que Ian visito el laboratorio, Anthony
no ha aparecido por más de veinticuatro horas y el doctor empieza a
sospechar que fue asesinado por los otros jugadores, sin embargo no era algo
que le importara mucho. Su demonio acompañante Astarot empieza a cuestionarlo.
—Oye maldito viejo, ¿Por qué sigues con esto? Recuerda
que todos ustedes terminaran destruyendo el mundo cuando inicie el juego.
—Eso es lo que tratamos de evitar cuando nos aliamos
Anthony y yo, al ser un equipo no
podrán derrotarnos tan fácilmente y así podremos ganar sin causarles graves
daños a la tierra.
—
¿Que pasara cuando ustedes dos sean
los últimos? Debo recordarte que solo uno podrá ganar y ese será el fin de su
alianza.
—Seré honesto contigo Astarot, me he preparado para esto y cuando el momento del gran final haya
llegado le inyectare un antivirus que he creado secretamente mientras trabajaba
en la vacuna; este es mi nuevo invento el cual anula los poderes demoníacos haciendo incapaz al cuerpo humano recibir poderes del inframundo.
Se escucha la risa del demonio mientras continua
hablando.
—Al parecer te he subestimado Phillips, será muy interesante ver la batalla
final.
Se escuchan unos pasos acercándose al laboratorio,
rápidamente Phillips toma el arma de
la mesa y apunta a la puerta esperando que entrara la persona que había
irrumpido la cueva. Antes de abrir la puerta se escucha la voz de Anthony.
—Baje el arma doctor, soy yo.
Tranquilizándose, deja pasar a Anthony.
—Disculpe la demora doctor, he estado ocupado en unos
asuntos.
Mirándolo detenidamente, Phillips comienza a interrogarlo.
—Sabes Anthony, siempre
me he preguntado ¿dónde sacaste el dinero para este laboratorio y porque siempre
desapareces?
Mostrando una pequeña sonrisa en su rostro le
contesta.
—Tiene razón doctor, usted ahora es de mi equipo debo
decirle absolutamente todo lo relacionado con mis actividades.
Guardando silencio, el doctor espera escuchar la
explicación de Anthony.
—Desde pequeño siempre fui un hombre precavido e incluso
antes de morir enterré un baúl repleto de dinero en un lugar donde nadie podría
encontrar; después de haber asesinado a mis padres, la policía siempre creyó en
mi inocencia y que la muerte de mis padres nada más fue una tragedia causada
por un ladrón que entro a nuestra casa. Siempre fui precavido y enterré una
gran cantidad de dinero esperando siempre lo peor, que alguien se diera cuenta
que los asesiné encerrándome en la cárcel y haciéndome perder todo mi dinero.
—Asesinar a tus padres es imperdonable, pero reconozco
que fue muy astuto de tu parte enterrar el dinero en caso de perderlo todo.
—Tenía la impresión que sus valores morales eran
impecables doctor y tomaría el asesinato de mis padres como algo grave; no ha
cambiado nada después de su muerte.
Mirándolo muy sorprendido
Phillips se acerca a él.
—
¿Qué fue lo que acabas de decir? ¿Nos
conocimos en el pasado?
Con una sonrisa burlona Anthony responde.
—
¿No recuerda nada
de lo que paso antes de su muerte?
—Recuerdo toda mi vida, sin embargo no puedo recordar
nada de mi muerte; lo último que recuerdo fue haber estado en mi casa viendo la
televisión ¿Dime que sabes tú de mí?
—Nada en realidad doctor, es cierto que lo conocí en el
pasado, pero fue en el hospital, usted me ayudo cuando me había fracturado la
mano.
Phillips le da la espalda mientras continua con su
trabajo, parecía estar muy decepcionado.
—Aun no has explicado tus salidas diarias.
Tomando asiento Anthony le contesta.
—Creí que lo había olvidado doctor, mis salidas diarias
son para conseguir a personas que nos donen más dinero, estos meses en el
laboratorio me han dejado sin dinero.
Siguiendo con su trabajo Phillips lo mira de reojo.
—
¿Has conseguido a alguien que este lo
suficientemente loco como para patrocinar esta vacuna?
Levantándose de su asiento Anthony se dirigió a su recamara mientras contestaba.
—Aún no hay nadie, es mejor que dejes de hacer todo
eso; no terminaras a tiempo de producir las suficientes vacunas para todo el
mundo.
Mirándolo a los ojos le contesto.
—Tal vez no termine a tiempo, pero tratare de salvar a
todas las personas que pueda antes que Dimitri actué.
—
¿Dimitri? Pensé que no había podido
pasar la puerta ¿Cómo ha regresado del infierno?
—El diablo juega sucio.
Deja salir un gran suspiro mientras le contesta.
Anthony estaba a frente a su habitación.
—Después de todo aun somos cinco jugadores.
—
¿No me preguntaras porque creo que
Dimitri atacara primero?
Entra a la habitación y antes de cerrar su habitación
le contesta en un tono un poco desinteresado.
—No me importa si ataca antes de lo acordado, recuerda
que nosotros somos dos y no podrá ganarnos fácilmente.
Había dejado nuevamente solo a Phillips en el laboratorio. Comienza a sentir
desconfianza de Anthony, tenía un pequeño presentimiento.
—
¿Qué opinas de él Astarot?
—Jamás he confiado en nadie y él no es la excepción, te
ha ocultado todo este tiempo que te conocía desde antes que murieras y con
respecto a sus salidas diarias… ¡No confió nada en él!
Estados unidos, hospital
de Nueva york.
22
de diciembre del 2026, 7:00 pm.
Han
sido transportados a uno de los muchos hospitales en Nueva york gracias a la
espada de Beowulf; todo en el lugar
se ve muy tranquilo, no hay mucho movimiento esta noche.
— ¿Por qué estamos en este hospital? —Dimitri
estaba confundido, pero a la vez tenía la impresión de haber estado en este
lugar antes.
Caminando
silenciosamente evitando ser vistos por los guardias o los enfermeros llegaron
a una habitación.
—Llegamos, detrás de esta puerta se encuentra la mujer
que has deseado ver después de tanto tiempo.
Los
nervios se apoderaron del cuerpo de Dimitri. Detrás de esa puerta estaba la
mujer que amo desde niño.
— ¿Por qué me ayudaste a reunirme con ella?
—Ustedes necesitaban verse antes que el juego inicie.
— ¿Ella también está involucrada en el juego? ¿Es otra
jugadora?
Beowulf le da la espalda
mientras se aleja.
—No es una jugadora, pero es pieza importante en este
juego. Regresare por ti mañana no lo olvides.
Desapareciendo
del lugar deja solo a Dimitri frente a la puerta de la habitación de Nathalia.
Disponiéndose a abrir se escuchan pasos en la habitación. La puerta se abre
lentamente dejando ver a la chica. La ventana de la habitación estaba abierta,
la luz de luna iluminaba a Nathalia, esto hacia resaltar su belleza. Todos
estos años habían hecho maravillas en ella, se ha vuelto muy hermosa desde la
última vez que la recuerda y viéndola directamente a los ojos intenta hablar
con ella, pero es interrumpido antes que él pudiera mover su boca.
—Creí escuchar personas hablar detrás de la puerta ¿Qué
necesitas? ¿Porque estás aquí?
Estaba
sin poder decir ni una sola palabra y haciendo su mayor esfuerzo por no
temblar, toma un poco de valor y le contesta.
—Mi nombre es Dimitri Alexander Crow y he venido a
visitarte, sé que es muy tarde, pero diferentes sucesos en el transcurso del
día han hecho que este aquí.
Mirando
detenidamente los ojos rojos y el cabello blanco del chico. La hermosa joven
suelta una risa después de verlo nervioso. Parecía no importarle la apariencia
de Dimitri en lo más mínimo.
—Mi nombre es Nathalia Roselyne Williams es un placer conocerte, puedes pasar,
no me caería mal un poco de compañía.
El
chico entro a la habitación y aun nervioso tomo asiento, la chica se dirigió a
la ventana mientras evitaba hacer contacto visual con Dimitri.
— ¿Por qué estás aquí? ¿Tú también me conoces?
Se
levantó de su asiento y dirigiéndose hacia la donde estaba la chica le
contesta. Nathalia sorprendida lo mira detenidamente. La luz de luna hacia ver
claramente al chico, a pesar de sus extraños ojos había algo en él que la hacía
sentir un sentimiento de calidez.
— ¿No tienes idea de quién soy yo? ¿No me recuerdas ni
un poco?
Nathalia
estaba demasiado apenada y alejándose de Dimitri volteo nuevamente hacia la
ventana evitando verlo a la cara. El ambiente de la habitación se tornó un poco
más tenso y ambos se habían quedado sin palabras después de este acercamiento
repentino; la chica seguía viendo por la ventana.
—En mis sueños siempre he visto un par de ojos rojos
que me observan a cualquier parte que vaya. Al ver tus ojos hace unos segundos
sentí algo dentro de mí que me hace pensar que te conozco de toda la vida. Como
si algo dentro de mí gritara por salir. ¿Esto es felicidad?
—Disculpa por acercarme tan bruscamente hace un
momento, pensé que si me veías de cerca podrías recordar quien soy.
Suspirando le responde Nathalia.
—Siempre veo las estrellas antes de dormir y susurro tu
nombre esperando que esos ojos rojos que veo en mis sueños aparezcan ante mí.
— ¿Cómo conocías mi nombre antes de esta noche?
—En mis sueños escucho repetidas veces tu nombre, es
como una melodía para mí, sin embargo por alguna razón cuando trato de
pronunciar tu nombre en mis sueños aparecen miles de cuervos que comienzan a
atacarme sin razón alguna y cuando están a punto de matarme logro despertar.
Los
ojos de la chica comienzan a llorar; Dimitri sin pensarlo la abraza tratando de
consolarla mientras le susurra suavemente al oído.
—Aunque la vida nos haya separado, nuestros corazones
siempre se mantuvieron unidos ¿Qué sientes cuando vez mis ojos rojos, cuando
escuchas mi nombre?
Las
lágrimas continuaban saliendo de aquellos ojos color café claro; lo abraza
fuertemente tratando de ocultar su rostro.
—Tristeza y a la vez miedo; siento tristeza por no
poder recordarte y miedo por no encontrarte, sin embargo esta noche mis miedos
se transformaron en un sentimiento más cálido, por alguna razón al verte frente
a la puerta, algo dentro de mi deseo fuertemente saltar a ti y abrazarte,
aunque jamás te haya visto creo que te conozco de toda mi vida.
Dimitri trataba de no derramar lágrimas
mientras consolaba a la chica.
—Perdón por abandonarte y no cumplir la promesa; pero
si me perdonas te prometo cuidarte los años que me quedan de vida.
La
chica no paraba de llorar, cada vez las lágrimas se hacían más, mientras lo
miraba directo a los ojos.
— ¿Por qué? ¿Por qué no puedo recordarte? ¿Por qué te
amo tanto si solo en mis sueños he podido verte?
Nathalia comienza a debilitarse y antes de que
cayera al piso es acostada en su cama rápidamente por Dimitri, le besa la frente intentando
tranquilizarla.
—Discúlpame por tanto sufrimiento, ahora que te he
encontrado no dejare que nadie te haga daño.
Aquellos
ojos cafés unieron miradas con esos temibles ojos rojos, la chica se acerca a
Dimitri y en un inesperado movimiento lo besa delicadamente en los labios.
—No me importa si no te recuerdo, algo en mi corazón me
dice que te amé y que no te suelte nunca más.
Ambos
se acostaron en la cama mientras los besos se hacían cada vez más intensos y
sus caricias demostraban el amor que habían dejado pausado atreves de los años.
Comenzaron a quitarse la ropa lentamente, los latidos de sus corazones se
aceleraban cada vez más. Tras besos y caricias quedaron completamente desnudos.
Dimitri toma a Nathalia una vez más y abrazándola, le
susurra delicadamente al oído.
—Bajo esta luna tan brillante te prometo que siempre
estaré a tu lado.
Después
de escucharlo ambos cayeron presas de sus deseos, la luz de luna los iluminaba
en aquella noche donde sus cuerpos y almas se unieron. En ese momento el cielo
y el infierno se volvieron uno solo. Los ángeles y demonios danzaron entre sí.
Gran capitulo , creo que deberias considerar que algunos de nosotros somos menores y censurar un poquito mas las las escenas xD .
ResponderEliminarPD: Porque siempre que sale un capitulo me entero varios dias despues? xD
Jejeje si llegara a censurar como que se perdería la esencia, y puedes seguir la página en Facebook para estar informado de cuando salen los capítulos :)
EliminarPor favor no le hagas caso a ese cuy (sin ofender) Sigue como sigues hermano. Gran historia (Y)
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