20 may 2022

NOX VOLUMEN 6 CAPITULO 17


 


Nox Volumen 6 Capítulo 17



Gehena atacó ferozmente al Lich Adrianus quién demostró no estar en desventaja. Hábilmente imbuyendo sus  manos con su magia oscura desviaba el fuego de su oponente.



-Por un momento tuve la impresión que usarías conjuros contra mi pero por lo visto también eres diestro en combate cuerpo a cuerpo pero yo apenas estoy calentando.



Gehena aumentó la intensidad de sus ataques rompiendo el equilibrio de la batalla, Adrianus fue arrojado hacia el techo del palacio envuelto en fuego, antes de chocar contra la roca se envolvió en un escudo de almas tras lo cual apoyó sus huesudos pies contra el techo y se impulsó para atacar, al igual que su oponente, Adrianus creó una guadaña de hueso, en el aire la guadaña de fuego y la guadaña de hueso chocaron produciendo una explosión de energía espiritual y mágica.



-" Que la plaga caiga sobre tus campos al igual que la enfermedad cae sobre los hombres. Plaga de insectos."



El liche conjuró un hechizo, un circulo mágico apareció frente a él del cual salieron enjambres numerosos de insectos voladores, desagradables con mandíbulas poderosas. Los enjambres se arrojaron inmediatamente hacia Gehena, el espíritu de fuego provocó una explosión  alrededor de su cuerpo calcinando a los insectos mágicos.



-No bromees conmigo Adrianus. Unos insectos no me detendrán.



-"La noche se traga la tierra cuando el sol muere y la luz se desvanece así es la ley natural. No hay nada que los mortales puedan hacer para evitarlo.  Luna de oscuridad"



La respuesta del rey no muerto fue otro conjuro. Alzando sus manos creó una esfera de oscuridad y se la arrojó a su oponente.



Gehena cortó la gran esfera pero un instante después ambas mitades explotaron golpeando su cuerpo.



-¡De esto estaba hablando Adrianus!



El espíritu de fuego no se intimidó ni siquiera al ser dañado.



-¡Eres un monstruo Arcano Mayor!



-¡No te sorprendas por nada! ¡ Sigue atacándome con todo lo que tengas Lich!



-¡Eso haré! ¡Bastardo!



Gehena arrojó varias esferas de fuego las cuales fueron esquivadas por su oponente, al perder su blanco la esferas de fuego chocaron contra las paredes destruyendo las rocas. Los propios subordinados de Jean que estaban ocupados luchando contra los subordinados de Adrianus volteaban ocasionalmente a ver la batalla de uno de los lideres de su gremio , miedo y respeto había en sus ojos.



-"Soy puro hueso, sin carne, sin vida, sin alma. Sin felicidad o tristeza. Lo único que conservo es el hambre insaciable que me abruma.  Por eso devoraré todo lo que mis ojos  vacíos vean".



Serpientes negras sin  ojos de grandes fauces formadas por magia oscura salieron del suelo y  atacaron a Gehena, varias fueron cortadas pero otras lograron morder al espíritu de fuego y se enroscaron en su cuerpo inmovilizándole.



Adrianus río en todo lo alto.



-¡Quiero ver como sales de esta! ¡Si tardas las serpientes devoraran toda tu energía!.



-¡¿Quieres competir conmigo en el arte de devorar?! ¡¿Acaso no has escuchado que el fuego lo devora todo?!



Gehena aumentó la intensidad de sus flamas las cuales se tornaron de color azul pálido, las serpientes negras comenzaron a hincharse hasta que estallaron en fuego, emitiendo un agudo chillido antes de su final. Al verse libre Gehena inmediatamente creó un arco y una flecha de fuego y disparó contra el Lich. Adrianus quiso esquivar como había hecho con los ataques previos pero la fecha se curvó como si tuviera vida y le atravesó el pecho, el fuego le provocó un gran dolor, arrebatándole un grito. Al transformarse en Lich Adrianus había perdido sus sentidos así que el dolor lo tomó desprevenido.



-¡Muy bien Arcano ahora si que has conseguido hacerme enojar!. "He envenado al agua del lago que calmaba mi sed, he infectado la tierra que me alimentaba, he intoxicado el aire que me daba el aliento e incluso he pervertido el fuego de justicia que mantenía con vida a mi alma. Mi mundo ahora es el mundo de la mas absoluta impureza....y me lo merezco"



-¡Miembros del gremio salgan ahora de la dimensión espejo sino quieren morir!.



Gehena avisó a sus subordinados, mientras el mismo se preparaba para contrarrestar a su enemigo, sin perder tiempo estos inmediatamente salieron del lugar. Jean y sus subordinados eran los únicos que podían entrar y salir a voluntad de la dimensión espejo.



La dimensión espejo se tiño de negro, agua oscura y putrefacta brotó del techo, el suelo comenzó a corroerse, el mismo aire se tiño de gas toxico, un fuego siniestro del color de la noche comenzó a quemar todo el palacio reflejo. Los no muertos subordinados no pudieron escapar y fueron desintegrados al contacto con alguno de los elementos que surgían de todo el lugar.



Adrianus observó a Gehena y luego lo señaló, inmediatamente el agua putrefacta se arremolinó y atacó a Gehena como si tuviera vida, lo mismo sucedió con el fuego que brotaba de las paredes, la tierra corroída y el viento aciago. 



-¡Gehena! ¡He corrompido a los elementos y ahora están bajo mi control! !Si quieres salir de aquí con vida, sera mejor que pelees con todo!.



-¡Como digas Adrianus!



Gehena decidió dejar de jugar, una vez mas aumentó el poder de sus flamas las cuales comenzaron a expandirse por todo el lugar colisionando con el agua, fuego, tierra y viento corrompidos. El palacio se tiñó de un azul pálido y de un negro grotesco.



El espíritu de fuego y el rey no muerto nuevamente se enfrascaron en batalla, sus guadañas se cruzaron una y otra vez.



Fuera de la dimensión del reflejo, Paulishe se acercó rápidamente a los subordinados de Jean que habían salido de los espejos mágicos.



-¿Qué sucedió? ¿La misión fue un éxito? ¿Dónde está el Arcano Nox?.



Paulishe preguntó confundida al no ver a Jean en el grupo.



-Princesa Paulishe Aurium, la misión de aniquilar a los nobles que se habían convertido en demonios fue un éxito, sin embargo eliminar al Lich es otro asunto distinto, ahora mismo el Arcano Nox se está enfrentando a él. Solo podemos esperar.



La primera princesa de Aurium instintivamente miró hacia los espejos totalmente teñidos de rojo con la esperanza de ver algo pero le fue imposible.



Adrianus sonrío mentalmente, él estaba feliz, sus vestimentas cada vez mas y mas eran devoradas por el fuego de su enemigo, incluso aunque tomó el control de los elementos del ambiente apenas le permitió pelear al mismo nivel que su oponente, pero este poco a poco se volvía mas letal y preciso con cada ataque, era obvio que al prolongarse la pelea, él, Adrianus, perdería y aún así rió. El liche estaba satisfecho.



El tiempo empezó a correr mas lento para Adrianus, podía ver todo como si el mundo se hubiera vuelto muy lento, pronto su guadaña de hueso se rompió al chocar contra la guadaña de fuego de su oponente, el filo de fuego se acercaba cada vez mas y mas sin ningún impedimento a su cuerpo, su memoria lo llevó hacia el pasado, quizá en sus recuerdos había una forma de evitar su final o quizá al no haber solución, se mente lo llevó a un mejor lugar. Adrianus..no, Adrian recordó su pasado, cuando era un joven tonto y pobre pero feliz pues tenía todo lo que necesitaba, su familia, él deseaba que esos tiempos duraran para siempre pero el reino de Aurium no tuvo piedad, los nobles culparon a su padre y hermano de un crimen que no cometieron y por el cual fueron llevados a la horca, al poco tiempo su madre y hermana recién nacida murieron de una de las tantas enfermedades que pueden contraerse en los barrios bajos, solo él y su hermana mayor quedaron pero igual no por mucho pues un noble puso sus ojos en su hermana, el noble envío a sus subordinados para capturar a su hermana y cuando él intentaba defenderla, una espada atravesó su corazón, su joven cuerpo inmóvil fue arrojado a un pozo. Ese debió ser su final pero no lo fue, una vez más Adrian abrió sus ojos, estaba en un lugar oscuro y lúgubre iluminado levemente por  hongos luminiscentes, el joven se dio cuenta que estaba rodeado de cadáveres y esqueletos tirados por todas partes, lo más impresionante es que él era uno mas de ellos, ya no había carne en su cuerpo, no tenía órganos, solo era huesos, Adrián entonces entendió que se había convertido en un monstruo no muerto.  A partir de entonces Adrianus comenzó su búsqueda de poder pero no como un fin sino como un medio para encontrar y rescatar a su hermana y también para liberar a toda la gente común de los corruptos  nobles de Aurium. 



El joven Lich no pudo cumplir su primer objetivo, nunca pudo encontrar a su hermana, o identificar al noble que la secuestró. A pesar de su fracasó Adrianus se consolaba con el resultado final, gracias a la inesperada y temporal alianza con el Arcano Mayor Nox por fin pudo ponerle fin a la nobleza de su país.



"Padre, madre, hermano, hermana menor pronto nos reuniremos. Nuestro pueblo ya no necesita un monstruo que los proteja. Es necesario que deje de existir para no ser una molestia en el futuro de nuestra gente."



Esos debieron ser los últimos pensamientos de Adrian, por segunda vez cerró sus ojos abrazando la oscuridad pero su final no llegó.



-"Yo Gehena espíritu de fuego, he visto la verdad. Es por eso que declaro que tú el Lich Adrianus eres un hombre honorable que merece mis respetos. Mi fuego calcina a los criminales perversos pero tú no eres uno de ellos.



Adrian abrió los ojos, el fuego en sus cuencas oculares temblaba por el desconcierto.



-¿Qué estás haciendo Arcano? ¡Yo soy un monstruo, soy un Lich! ¡Un enemigo de la humanidad! ¡Y por lo tanto debo ser destruido!



-No eres un monstruo ni un enemigo de la humanidad. Adrianus mira a tu alrededor, observa los espejos .



Confundido el Lich volteó a ver a su alrededor, varios de los espejos rojizos se habían aclarado una vez mas y ahora mostraban los recuerdos de Adrian, de las tragedias de su familia, de como se convirtió en un muerto viviente y como decidió pelear contra los nobles de su país. Las caras de sus seres queridos lo miraban desde los espejos.




-Lamento haber tenido que usar espejos malditos para investigar los profundo de tu ser Adrianus pero había cosas que no tenían sentido, todo este tiempo solo atacaste a los nobles respetando a la población común, eso no me parece el acto de un villano.



-¡Te equivocas! ¡No les hice nada porque no necesitaba hacerlo! ¡Los esclavos y plebeyos no eran una molestia para mis planes solo los nobles!.



-En ese caso ¿por qué no los usaste para aumentar tu ejército de muertos vivientes?



-¡Porque no los necesitaba! ¡Los cimientos de esta ciudad están llenos de huesos!



-Tonterías Adrianus, los cadáveres frescos son mejor material que huesos secos,  hasta los novatos nigromantes saben eso.



-¡Eres un Arcano Mayor¡ ¡Tu deber es eliminar monstruos como yo!



-Mi deber es eliminar el mal. Yo no te reconozco como un ser malvado.



-¡Lo soy! ¡He matado a muchas personas!.



-Todas esas personas eran nobles perversos.



-¡Aún así, maté!



-Y protegiste a muchos mas.



-¡Mátame Nox! ¡Acaba conmigo!



Gehena ignoró las suplicas del Lich y continuó hablando a su ritmo.




- Hace unos días rescaté a un par de mujeres de las manos de unos jóvenes nobles. Cuando me puse a conversar con ellas descubrí algo interesante, al parecer fueron atrapadas  mientras se dirigían a las catacumbas a buscar comida, por extraño que parezca un alma bondadosa ha estado dejando comida en buen estado por todas las catacumbas. ¿Tienes idea de quién pudo haber sido?




-¡Fui yo pero era una trampa para atrapar a los incautos y así poder usarlos para mis experimentos!




-Los espejos muestran otra cosa Adrianus.




En los espejos una vez mas se mostraron imágenes de Adrianus ordenándoles a sus subordinados repartir la comida que obtenían al atacar a los nobles por todas las catacumbas en lugares visibles, prohibiéndoles hacerles daño a los plebeyos y esclavos que se acercaran a tomarla.




-¡Detente por favor! ¡Los nobles han sido eliminados! ¡Y yo también debo desaparecer!.




- No hay razón para eliminarte, solo escúchame "¿No tienen miedo de adentrarse a las catacumbas en busca de comida? Podría ser un trampa, podrían ser atacadas por muertos vivientes", eso les pregunté  a las mujeres que rescaté y ¿Sabes que me respondieron Adrianus?:  "No tenemos miedo a la muerte sino a la vida. La muerte es igual para todos, no importa si eres un rey, un noble, un plebeyo o un esclavo. La muerte no nos juzga. Es esta vida que nos tocó vivir la que nos aterra, los nobles abusaban de nosotros y nadie nos defendía hasta que el señor de las catacumbas apareció, él es nuestro protector. él convirtió un lugar tan desesperanzador como las catacumbas en un oasis para los hambrientos y sedientos. No hay razón para temerle si quisiera hacernos daño ya lo hubiera hecho."




-Adrianus el Lich, tu pueblo no desea que desaparezcas. Aunque los nobles ya no estén aún te necesitaran. El mal siempre existirá, esta vez tuvo la forma de nobles pero en el futuro podría tomar otra forma. La gente necesitará al señor de las catacumbas, a su protector. No les arrebates eso, ya han perdido demasiado.




El lich cayó hincado, derrotado y  sin fuerzas mirando hacia el suelo.




-Lo siento Padre, madre, hermano y hermana menor...aún no es mi hora, por favor espérenme solo un poco mas.



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