NOX VOLUMEN 5 CAPITULO 19

 

NOX VOLUMEN 5 CAPITULO 19

-¡Una vez que la barrera que protege la puerta desaparezca debemos saltar sin perder tiempo!.

-¡Dudo mucho que duremos lo suficiente para que eso pase!

Ortrax y Zulcos por fin estaban en la ultima plataforma a solo un salto de la puerta de salida sin embargo las marionetas de plata no dejaban de aparecer por todos lados, atacándolos salvajemente sin temor a ser destruidas.El cuerpo de ambos duques estaba en una condición miserable, lleno de heridas de todo tipo. Desesperadamente peleaban por no ser arrojados fuera de la pequeña plataforma hacia el lago de plata, la desesperanza ya se había apoderado de ellos casi por completo pero en ese momento la barrera comenzó a desaparecer lentamente o al menos eso les pareció ya que sus sentidos agudizados por su instinto de sobrevivencia les hacían ver todo en cámara lenta. Usando lo ultimo de sus fuerzas saltaron hacia la puerta de salida, aterrizando en el suelo de manera poco noble y vergonzosa como si fueran sacos de basura. Varias marionetas saltaron para perseguirles pero afortunadamente la prueba ya había terminado, las marionetas se desmoronaron como si les hubieran cortado los hilos.

-Lo logramos. Detrás de esta puerta está nuestro objetivo.

-Estamos vivos eso importa mas pero definitivamente no olvido porque venimos aquí.

Ambos vampiros tenían una gran sonrisa en sus rostros así como un renovado aprecio por la vida. Tras descansar por un corto tiempo esforzaron a sus cuerpos a levantarse y cruzaron por completo la puerta, tras seguir un camino largo decorado con bellas pinturas llegaron a una habitación blanca, apenas entraron en ella  dos puertas aparecieron al fondo de estas, una tenía el símbolo de Ortex " El astuto" y la otra el símbolo de Zulca "El demoledor".

Con solemnidad ambos caminaron hacia la puerta que tenía el símbolo de su respectivo ancestro, la empujaron y se adentraron de manera separada, un pasillo corto les llevó hacia un pequeño santuario en el cual había una estatua de diamante de un Zorro en el caso de Ortrax y  en el caso del duque Zulcos la estatua era de un Elefante de guerra, a los pies de cada estatua había un cofre de diamante.

Con manos temblorosas Ortrax abrió la caja, con temor Zulcos hizo lo mismo. Dentro de cada cofre había un vial del tamaño de una mano que contenía un liquido rojizo negro. Zulcos destapó la pequeña botella con mucho cuidado e inmediatamente un aroma extremadamente agradable y apetecible inundó el pequeño santuario, como un hombre sediento en el desierto que acaba de encontrar agua sin poder controlarse bebió todo el contenido.

Ortrax fue mas prudente, él logro controlarse, metió su dedo indice dentro de la botella para mancharlo con la sangre y luego la probó, al sentir su sabor sin demora bebió el frasco de manera compulsiva.

Ambos duques sintieron como sus heridas se curaban y sus cuerpos rejuvenecían, el poder de su linaje que parecía haber desaparecido despertó como el rugido de un león.

Antes que asimilaran por completo los cambios producidos por la sangre de sus ancestros, un circulo mágico apareció debajo de ellos, una luz les bloqueó la vista momentáneamente, cuando recuperaron la visión se hallaban fuera de la bóveda, en la entrada.

El sonido de aplausos llamó su atención de inmediato.

-Felicidades caballeros, puedo sentir que su presencia se ha fortificado tremendamente es obvio que lograron salir victoriosos. Deben sentirse orgullosos.

-Duque Ortrax, Duque Zulcos. Siento un gran alivio al verlos sanos y salvos. Nunca dudé que podrían superar las pruebas de la bóveda de sangre.

-Gracias por sus palabras  y en efecto logré obtener un vial de la sangre de mi ancestro.

-Príncipe Carm, Lord Corvus , yo también obtuve un vial de sangre de mi ancestro pero aún no puedo creerlo ¿Realmente sobrevivimos a ese lugar?.

Aún confundido Zulcos preguntó.

-Duque Zulcos a mi no me parece un fantasma ni un muerto viviente. Definitivamente está vivo.

-Si, yo tampoco me siento como un muerto viviente, príncipe Carm. De hecho me siento tan bien como nunca.

-Príncipe Carm,  Lord Corvus ¿Nos han estado esperando aquí afuera todo este tiempo?.

-No Duque Ortrax, hemos venido cada pocas horas esperando a que salgan. Carmil se preocupó mucho por ustedes.

-Agradezco su preocupación su alteza.

-No es necesario hacer una reverencia duque Ortrax, por favor levante la cabeza.

-Carmil tiene razón no es momento de ser formales, lo que debemos hacer es festejar como si no hubiera un mañana.

Todos estuvieron de acuerdo en festejar.

En su emoción se olvidaron de contactar con la reina para informarle las buenas noticias, no fue sino hasta mas de 24 horas después que se presentaron ante ella.

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-¿¡Han recuperado el poder de su linaje!?.

Preguntó sorprendida la reina.

-En efecto, observe. 

Ortrax conjuró llamas de color azul pálido que manipuló a voluntad por su parte Zulcos concentró  su poder en sus músculos aumentando de tamaño volviéndose un pequeño gigante.

-¿Lograron solucionar la causa? ¿Cuál era? ¿Podemos prevenirla si alguien mas de nuestra facción es afectado?

-Fue gracias al príncipe Carmil, creo que él debía explicarle su alteza.

-¿Carmil?.

Con la vergüenza y un poco de culpa remordiéndole la conciencia, Carmil le contó a su hermana sobre la bóveda de sangre, obviamente sin decirle que era falsa.

-Estoy impresionada que los ancestros hallan creado un lugar  para preservar sus linajes. Nunca había oído hablar de el pero tiene sentido que tal lugar sagrado exista. En hora buena, las posibilidades de triunfo de nuestra facción han aumentado drásticamente... por cierto y ¿Lord Corvus?.

-Lo perdimos.

-Lo perdimos.

-Lo perdimos.

El príncipe y los dos duques respondieron de la misma forma.

-¿Que quieren decir con que lo perdieron?

-Reina, nos da vergüenza admitir esto pero apenas recobramos nuestros poderes estábamos tan felices que nos fuimos a festejar los cuatro , estuvimos en varios lugares y en algún momento lo perdimos.

Zulcos dio la explicación mientras se rascaba la cabeza por la vergüenza. Ortrax por su parte solo bajó la mirada.

La reina les había pedido a los dos que mantuvieran vigiladas las acciones de Corvus ya que aun no confiaba plenamente en él. La reina apretó con el dedo índice y pulgar de su mano izquierda el puente de su nariz al mismo tiempo que suspiraba ligeramente.

-¿Y tú Carmil? ¿Sabes algo sobre su paradero?.

-No te preocupes hermana, ya aparecerá, de seguro está en la cama de alguna o varias desconocidas que acaba de conocer. Lo mas probable es que sean varias.

Carmil respondió con frialdad en su rostro y voz. Nuevamente la reina suspiró.

-Aliska.

-¿ En que puedo servirle mi reina?

-Por favor busca a Lord Corvus.

-¿Lo quiere vivo o muerto?.

-Vivo por favor, sus habilidades y conocimientos han probado ser necesarios. Creo que es hora de poner los últimos arreglos a nuestro plan. 

-¿Puedo usar la violencia?

-No creo que sea necesario, solo dile que quiero hablar con él.

-Entendido.

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Casi un día después Aliska encontró  a Corvus tirado como un borracho cualquiera en un camino cerca del palacio y literalmente lo arrastró para ver a la reina.

-Aliska, creo recordar que te dije que no usaras la violencia.

-No use la violencia mi reina, así estaba este sujeto cuando lo encontré.

-Lord Corvus ¿Está usted bien?

Corvus se encontraba en el suelo sin poder ponerse en pie, su ropa blanca estaba desarreglada y sucia.

-Responde miserable, la reina te habla.

-Líquidos ... necesito líquidos.

Con gran esfuerzo el vampiro pudo hablar.

La reina le indicó a una sirvienta que trajera sangre, la cual rápidamente trajo una gran jarra con sangre fresca que Corvus bebió sin parar.

-Mas por favor.

Tras beber varias jarras mas por fin Corvus se puso de pie.

-Muchas gracias hermosa reina, ya me siento mucho mejor.

-Lord Corvus ¿Puedo preguntar porque está en tales condiciones?.

- Un caballero no tiene memoria su bella majestad.

- Entiendo sino quiere hablar de ello lo respetaré... La razón por la que lo he llamado es por que necesito su ayuda y consejo. Tengo un plan en mente que necesito sea exitoso si quiero ganar esta guerra. ¿Puedo contar con usted?.

-Desde luego que si. Dígame que debo hacer.

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En una gran sala decorada excesivamente con objetos valiosos y bizarros, sentados frente a una mesa incluso mas grande que la del palacio real. Los nobles mas importantes de la facción extremista estaban reunidos.

-¿Duque Dormi ha logrado encontrar la ubicación de la mina de plata?.

-¿Por quién me tomas Porveso? Claro que he encontrado la mina. A pesar de las estrictas medidas de seguridad de la reina encontré una manera de colarme y pude ver con mis propios ojos el lugar.

-¿Que tan grande es la mina? ¿Hay suficiente plata para armar a todo el ejercito real?.

El duque Bizzard, un hombre de apariencia joven, de piel blanca y ojos y cabello de color azul pálido preguntó interesado por el potencial armamentístico del enemigo.

-La respuesta es si, el lugar es enorme y la plata literalmente está al alcance de la mano.

-Desagradable e ilógico, no tiene sentido que halla plata en esta dimensión. Algo está mal.

El duque Luti un hombre viejo, encorvado, delgado y demasiado pálido estaba molesto con el descubrimiento de tal yacimiento, ya que un ejercito armado con plata era el némesis de su propio ejercito de muertos vivientes confeccionados.

-Caballeros ciertamente es desafortunado para nosotros que la reina halla tenido tanta suerte, pero la solución es sencilla solo tenemos que apoderarnos de la mina. Yo Porveso, les propongo que nos hagamos con la mina, solo necesitamos unos días, yo tendré algunas centenas de golems que dejarán el lugar vacío, usando la habilidad de Dormi sacaremos la plata, cuando la reina recuperé la mina está solo será un cascaron vacío. 

-Apoderarnos del lugar no será fácil Porveso, hay demasiada seguridad, necesitaremos un buen ejercito para ganar los días que quieres.

-Manios, ¿Cómo va tu ejercito de ogros? ¿Has logrado reunir a los sobrevivientes?.

-No, fueron diezmados. Tal parece que huyeron bastante lejos. No he logrado ubicarlos pero solo es cuestión de tiempo.

-En ese caso, Luti, tendremos que usar tus muertos vivientes confeccionados.

-Atacar una mina que tiene plata de sobra con un ejercito de muertos vivientes. Eso no tiene lógica, ¿Acaso quieres que mis propias fuerzas se debiliten?.

-Esa no es mi intención en lo mas mínimo, usaré mis golems para atacar el interior. Tus muertos vivientes solo atacaran el exterior para distraerlos.

-Si solo se trata de distraer, algunas perdidas son aceptables.

-Un momento caballeros, creo que primero debemos hacernos cargo de ese tal Corvus. La reina dijo que él encontró la mina además mis lobos se mostraron precavidos ante él. Definitivamente es alguien peligroso.

-Te preocupas de mas Manios, he reunido información de él y no me parece un peligro, por lo que se  es un hedonista mujeriego, es un adulador que se hizo amigo del ingenuo príncipe Carmil para aprovecharse de los beneficios que puede ofrecer. Quizá tiene uno o dos talentos pero nada remarcable.

-Los instintos de una bestia salvaje  nunca mienten Bizzard.

-Yo estoy de acuerdo con Manios. De acuerdo a los rumores, este Corvus es un maestro de la Nigromancia. Los muertos vivientes que están acampando cerca del palacio son creación suya. Me interesa como espécimen de experimentación.

-Entonces si ambos están interesados. ¿Por qué no se encargan ustedes? Ludi, Manios, si unen fuerzas ese sujeto no tendrá oportunidad.

-Me parece factible.

-Será un placer cooperar, pero solo lo asesinaré después de usar  su cuerpo como material de investigación.

-Acordado eso, regresemos al punto principal. Creo que además apoderarnos de la mina necesitamos un golpe mas conciso y personal al corazón de su majestad.

-¿Qué tienes en mente Porveso?.

-Simple. Asesinar a los duques Ortrax y Zulcos. Los marqueses Bicos y Corso que se unieron a nuestra facción están ansiosos de demostrar su valía, con los duques debilitados  habiendo perdido sus poderes  de linaje será pan comido  para ellos.¿Están de acuerdo o tienen alguna objeción?.

 -De acuerdo.

-Sin objeciones.

-A favor.

-Excelente.

Habiendo llegado a un consenso la reunión de la facción de extremistas llegó a su fin.