23 ene 2020

CAPITULO 16 WALPURGISNACHT TIENDA DE ALQUIMIA.



CAPITULO 16 TIENDA DE ALQUIMIA


El segundo examen de la semana fue mas sencillo para Seni, la profesora Claudin de conjuros defensivos no era tan estricta.


El miércoles se programaron dos exámenes el de Alquimia, del cual Seni también había sido exentado y el de invocaciones que era el que el joven estaba presentando actualmente. El examen era sencillo, cada estudiante debía invocar una bestia mágica sin perder el control y la profesora calificaría a tal monstruo invocado del 1 al 10 de acuerdo a su criterio.


La mayoría de sus compañeras ya habían pasado y aprobado exitosamente solo hubo un pequeño accidente donde una estudiante perdió el control de su criatura que era una especie de pulpo de color rosado y aunque no fue algo peligroso si fue algo cómico, el pulpo uso sus tentáculos para atrapar a su invocadora e intentó quitarle la ropa, afortunadamente la profesora intervino pero todas pudieron ver la ropa interior muy infantil de su compañera. Dado que a cada una se le daban tres intentos, la estudiante pudo repetir la prueba y aprobar con nota alta.


-Inés Ros, tú eres la siguiente-.


La profesora Camp Bell, quien era hija de la profesora que daba la materia de conocimiento de criaturas mágicas le llamó. Dando unos pasos Seni se colocó enfrente del circulo de invocación preparado por la maestra y recitó el conjuro que había preparado.


Cuando el joven terminó la recitación el circulo se iluminó y varias criaturas hicieron acto de presencia, bolas de liquido viscoso de color blanco del tamaño de pelotas de basquetball, sin una forma definida y con mucha flexibilidad. Se trataba de Slimes o Limos, criaturas de bajo nivel. Un total de 7.


-Bueno esto no me sorprende Inés Ros, durante todos los ejercicios no pudiste invocar otra cosa que no sean criaturas de bajo nivel, generalmente doy medio punto por cada slime invocada, sin embargo estas slime de color blanco son relativamente raras, sus secreciones son curativas así que te daré 1 punto por cada una lo que da una calificación total de 7. Sin embargo si no te esfuerzas, mas tarde o temprano no podrás seguirle el paso a tus compañeras-.


-Me esforzaré mas profesora-.


El joven con un movimiento de su varita desinvocó a los slimes, los cuales se desvanecieron de nuevo en el circulo. Seni sabía que lo que la profesora decía era verdad pero por el momento estaba feliz de  haber aprobado la materia.


El jueves estaba programado el examen de  la materia de Encantamientos y creación de artefactos mágicos. El test consistía en tomar una espada y un escudo común de hierro y escribir runas u otros símbolos que el estudiante halla estudiado de acuerdo a las clases y la guía, en resumen se trataba de convertir tales objetos comunes en objetos pseudo-encantados. Al final la profesora examinaba cada objeto.


Seni tenía experiencia previa, el puso runas para aumentar defensa en la armadura  que su maestra la valquiria Gunr Norn le había prestado, la misma armadura de que de alguna manera se había convertido en un objeto encantado genuino, algo que el joven sospechaba pero no había comprobado.


Su maestra valquiria y la profesora Vendeta Noir no le habían dicho sobre lo que descubrieron al analizarla.


Con destreza colocó las runas en los lugares adecuados, era un proceso tedioso pero necesario si uno quería mejorar sus objetos, diligentemente  Seni terminó de grabar la espada y el escudo y esperó unos diez minutos a que sus compañeras terminarán.


Vendeta Noir estaba leyendo su periódico mientras fumaba de su pipa pero de vez en cuando le dirigía miradas a sus estudiantes asegurándose que no hicieran trampa. Llegado el tiempo se levantó y dio la orden de que todas se detuvieran, luego pasó una por una verificando lo que habían hecho y apuntando la calificación ganada en su lista, en algunos casos probaba los objetos aplicándoles mana y señalando los errores cometidos. La profesora Vendeta era muy experimentada en su campo, solo necesitaba una mirada para saber si todo estaba bien o no. En el caso de Seni no dijo nada, lo que significaba que el joven había hecho un buen trabajo.


El viernes y último día de exámenes, Seni presentó combate mágico. Su profesora le califico haciéndole pelear con el golem de entrenamiento mientras este se transformaba en criaturas de rango C, como orcos, imps mayores, y esqueletos con carne. Tarea que no fue fácil, lo único bueno es que este tipo de criaturas no usaban magia y que además apenas estaban catalogadas como rango C. Tras una extenuante pelea de 2 horas Seni logró vencer a sus oponentes.


-Inés, tienes un 9, pudiste hacerlo mejor-.


Su profesora le informó la calificación que él había conseguido.


El aprendiz de valquiria estaba tan agotado que solo respondió desde el suelo levantando su mano derecha con el pulgar extendido.


Y así finalmente los exámenes cuatrimestrales llegaron a su final.


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Nuevamente Seni como cada fin de semana fue a trabajar, y lo que temía pasó, la nieta de Madame Prots se le acercó casí al finalizar su turno.


-Buenas tardes Inés, ¿Como has estado?-.


-Buenas tardes señorita Prots, gracias por preguntar. He estado bien-.


-Tu voz, que bueno que ya la recuperaste debió ser difícil no poder hablar durante un tiempo-.


-Bueno debo admitir que ahora valoro mi voz. Es cierto lo que dicen uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde-.


-Esas son palabras sabias-.


-Gracias-.


-Inés ¿Me permites invitarte a algún lado?-.


-Lo siento Señorita Prots, en realidad estoy muy ocupada, tal vez será en otra ocasión-.


Lavender mostró su decepción.


-Ya veo, es una pena realmente me hubiera gustado salir a divertirme contigo-.


-De verdad lo siento-.


Seni se disculpó nuevamente incluso se sintió un poco culpable, pero prefería mantener la distancia para evitar problemas.


-No, no tienes que disculparte además no es necesario que me digas señorita Prots, llámame por mi nombre Lavender-.


-Le agradezco sus muestras de amistad, realmente las aprecio pero tomando en cuenta nuestras respectivas posiciones sociales tendré que rechazarla amablemente Señorita Prots-.


-Inés, no te preocupes por algo como eso-.


-No puedo evitar preocuparme, soy una campesina y como bruja apenas soy de rango D pero usted es la nieta de la famosa Madame Prots cuyos establos tienen a las mejores monturas del reino. Hablarle por su nombre está fuera de cuestión-.


Tras decir eso el joven hizo una reverencia de 90 grados.


-Entiendo, discúlpame, no fue mi intención incomodarte. Me tengo que ir, hablaremos otro día si se da la oportunidad-.


Lavender se retiró del lugar totalmente decepcionada, ella esperaba hacer amistad con Inés y conocer sus secretos, ya no la presionaría por la receta de la poción del entendimiento pero Inés seguía siendo alguien interesante, de cierta forma sus intenciones no eran del todo puras.


Cuando terminó su jornada el joven Seni se dirigió directamente al centro de la ciudad, durante toda la semana después de terminar el examen practico del día iba al centro para ver los detalles de la tienda de alquimia que abriría, le costó dos días encontrar un lugar decente tanto en ubicación tamaño y precio, su recién adquirida discípula a pesar de su corta edad conocía la zona con su ayuda todo fue mas fácil. La siguiente parte fue conseguir los permisos algo que el joven pensó  que sería muy dificil pero contrario a su expectación fue muy sencillo y había razones lógicas detrás de esto.


Primero: Seni ya tenía las licencias de alquimista de segundo grado, en este punto hay que hacer una aclaración muchas clases mágicas, entre ellas , las brujas, valquirias, paladinas, cazadoras de brujas etc, tenían nueve niveles pero había otras como Encantadoras, Sanadoras y Alquimistas que poseían solo seis  niveles así que el rango de Seni no era tan bajo como parecía. Ella estaba facultada para preparar pociones básicas de tercer y segundo grado.


Segundo: La ciudad Linterna, el lugar donde estaba situada la academia Cucurbita, no era muy grande y antes de la fundación de la academia solo tenía dos atracciones, el bosque y los establos de la famosa Madame Prots, de hecho una de las razones porque la famosa domadora eligió esta ciudad era porque era muy tranquila. La ciudad poseía las tiendas y otros edificios donde se ofrecían servicios y productos básicos pero de ninguna manera se podía comparar a ciudades mas prosperas por eso las autoridades locales tenían los brazos mas que abiertos ante la joven alquimista que quería abrir su tienda incluso aunque solo estuviese facultada para vender pociones sencillas.

Tercero: A diferencia de otras clases mágicas que poseían una abundante cantidad de adeptas, la clase de Alquimista no era tan numerosa y siempre había necesidad de ellas y sus pociones y mas en un lugar tan poco desarrollado como la ciudad Linterna. Eso si , si Seni hubiera intentado abrir su tienda en la gran capital llena de expertas del mas alto nivel hubiera sido ridiculizada pero en esta ciudad no era el caso se podría decir que estaba de acuerdo a su nivel.


Solo había dos tiendas en la ciudad, una en el centro de la misma, otra en la Academia exclusiva para estudiantes ninguna de las dos se daba abasto con la demanda, afortunadamente para la población ahora se unía una tercera, la de Seni.


Con los permisos y el local ya obtenidos, solo quedaba una cosa mas, obtener la materia prima así como vitrinas de exposición.


Al llegar al centro se dirigió hacia una carpintería donde había encargado vitrinas sencillas, afortunadamente no tuvo que esperar mucho a que sean hechas, la carpintera y su esposo ya tenían unos muebles que convirtieron en vitrinas rápidamente después de recibir el pago llevaron los muebles al lugar que Seni había rentado.


Mientras adecuaba el lugar recibió la visita de Mira su pequeña discípula.


-Maestra vine a  ayudarle-.


Contrario a la vez en que la conoció la pequeña ya no vestía harapos ni se encontraba sucia. Ahora usaba un vestido de color azul bastante simple y el olor a jabón emanaba de su cuerpo. Durante esa semana además de ver asuntos de la tienda, Seni empezó a darle clases simples usando un grimorio grueso que se trataba de un compendio botánico, enseñándole los tipos de plantas usados en pociones básicas, Mira sabía leer un poco y aunque admitió que no le gustaba leer declaró que se esforzaría para dominar la lectura tomando clases extra con su abuela, afortunadamente el libro contenía ilustraciones a color sobre los distintos especímenes lo que hizo mas sencillo el primer contacto con la alquimia.


-Te lo agradezco Mira pero hoy es tu día libre no tienes que ayudarme-.


-Pero yo quiero ayudarle no tengo mas que hacer-.


-Entiendo, en ese caso, vamos al mercado me gustaría hablar con alguien-.


Al llegar a su destino, Seni se dirigió hacia un puesto pequeño  su puesto preferido y aunque no siempre encontraba todas las hierbas que necesitaba para hacer sus pociones eran justos y honestos a la hora de venderle.


-Buenas Señorita Carmin, ¿Como están las ventas el día de hoy?-.


-Oh, eres tú Señorita ¿En que puedo ayudarle?-.


-Iré al grano, Abriré una tienda de alquimia, ya tengo casi todo listo menos una fuente constante de materia prima por o tanto me gustaría hacer un trato contigo y tu familia para que sean mis proveedores, claro que siempre y cuando halla un precio justo de por medio-.


-¿Una tienda de alquimia? -.


-Si-.


-¿Usted?-.


-Si, aunque no lo parezca y aunque no es algo para presumir estoy calificada legalmente como una alquimista de segundo grado. No pretendo vender maravillas solo pociones básicas-.


-En ese caso espéreme un momento señorita, esto es muy importante iré a hablar a mi madre inmediatamente-.


La señorita pelirroja tras una reverencia corrió a buscar a su madre,  apenas unos dos minutos después regresó acompañada de su madre.


-Buenas tardes querida cliente, mi hija me dijo que quería hablar conmigo sobre algo importante-.


Seni le repitió sus intenciones y planes a la dueña del negocio, tras lo cual esta le invitó a hablar en privado dentro del pequeño local, el cual cerró para tener privacidad. Ahí con mas calma hablaron de los detalles cerca de una hora después llegaron a un acuerdo que sellaron con un apretón de manos. Seni sacó una lista de los materiales que necesitaría y pagó por adelantado.







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