NOX VOLUMEN 5 CAPITULO 3

HOLA  ATODOS DESPUÉS DE UN TIEMPO LES TRAIGO UN NUEVO CAPITULO Y VARIAS ILUSTRACIONES DE LOS PERSONAJES A CARGO DE: https://www.facebook.com/MI-MANGA-1036405009721426/

Capítulo 3

Marcando el final de su conversación, el druida que había sido enviado a buscar el corazón de hidra regresó con una caja de color verde de unos 30cm x 30cm, sin demora se le dio al tío de Liz, quién la abrió para mostrarle el contenido a Jean. Dentro había un corazón de color verde pálido con varios vasos sanguíneos sobre su superficie, lo más llamativo es que el corazón estaba latiendo.

-¿Qué le parece Señor Nox Crow?. Este corazón es parte de los tesoros del país, le perteneció a una hidra anciana. Así que definitivamente es de primera calidad-.

-Si estoy de acuerdo con un simple vistazo puedo darme cuenta. Hace un tiempo conseguí uno pero era de solo una hidra que acababa de llegar a la adultez. Este es por mucho mejor-.

-Qué bueno que este satisfecho. Tómelo-.

Cerrando la caja el señor WildWind  se la pasó a Jean, quién la recibió con una expresión de satisfacción.

-Ahora me imagino que querrá ver a Liz-.

-Sí, así es. ¿Podría llevarme con ella?-.

-Si, por favor sígame-.

Poniéndose de pie los dos hombres salieron de la habitación hacia donde se encontraba Liz a quién encontraron platicando con Laur.

Al ver a Jean, Liz se acercó a él y le abrazó.

-Jean, me alegra mucho que hallas regresado-.

La doncella de cabello verde pálido con un mechón rojo tenía una sonrisa en sus labios.

-¿Y bien Jean? ¿Lograste algo?-.

Cuando Liz dejó de abrazar a su compañero, Laur cuestionó a Jean.

-Liz, los druidas han decidido dejarte aquí en ciudad Lux. ¿Tú estás de acuerdo con esa decisión o deseas regresar a tú país?-.

-Prefiero quedarme aquí-.

Liz tomó instintivamente la manga de la ropa de Jean al momento de responder dejando claro que quería quedarse a lado del joven, ante este comportamiento Jean solo pudo inhalar y luego exhalar suavemente y con resignación.

-En ese caso hoy mismo puedes regresar con Laur y Lili. Me imagino que es incómodo estar en un lugar al que no estás acostumbrada.

-No pude dormir anoche estaba muy ansiosa-.

-Te entiendo pero ya no tienes que temer ahora el concejo de artes 

místicas estará protegiendo la ciudad de ahora en adelante-.

-Es cierto se me había olvidado completamente. Felicidades Jean-La doncella volvió a abrazar fuertemente a Jean- Mi tío me dijo que ahora eres un Arcano Mayor, de verdad Jean te felicito-.

-¿¿Qué dijiste??-. Preguntó una aturdida Laur.

-Es cierto no me pareció necesario decirlo pero ahora soy un Arcano Mayor. ¿Te sorprendiste Laur?-.

-¡No juegues conmigo, claro que estoy sorprendida!-.

-Sobre eso me gustaría que no le dieran importancia yo sigo siendo la misma persona, no tiene por qué cambiar alguna cosa-

-No te preocupes me da igual que seas un Arcano Mayor te seguiré tratando de la misma manera, no creas que dejaré de divertirme a tus costillas-.

Laur se recuperó impresionantemente rápido.

-Yo también te trataré igual Jean-.

-Se los agradezco, de verdad-.

-Señor WildWind ¿Puedo llevarme a Liz de una vez?-.

-No creo que halla problema. Cuídela por favor-.

-No se preocupe déjemelo todo a mí-.

Unos minutos más tarde, Liz, Laur y Jean abandonaron la sede de los caballeros de la ciudad y se dirigieron a la Academia para buscar a Lili, quién se disculpó con  todos por no acompañarlos para ir a buscar a Liz además de felicitar a Jean por haberse convertido en un arcano mayor. Jean aprovechó para dejar en su cuarto la caja donde estaba el corazón de hidra, poniendo múltiples defensas para asegurarse que nada le pasaría, tras eso los cuatro fueron a la repostería que Laur había recomendado, encontrándose dentro del lugar a Carmil Carm, como era natural después de elegir lo que comerían se sentaron en la misma mesa que él.

-Carmil, es tu problema pero si comes demasiados dulces te vas a enfermar. ¿No es suficiente con lo que tienes escondidos debajo de tu cama?-.

-Es tal como dices, es mi problema. Además mis raciones de emergencia ya se me agotaron-.

-¿Eso quiere decir que además de lo que te vas a comer aquí llevarás más?-.

-Como dije antes, es mi problema, Jean-.

-Está bien no diré nada, es tu salud-.

-Vaya, Vaya. Parece que ustedes ya se llevan mejor-.

Laur intervino en la conversación entre Jean y el presidente del concejo estudiantil.

-Bueno Carmil es como un gato viejo que se regaló en tu casa, terminas acostumbrándote aunque no quieras-.

-¡No soy un gato viejo!-.

Protestó el presidente pelirrojo.

-Tienes razón los gatos son elegantes y lindos. Tú eres más como una cucaracha o algo así-.

-¡Tampoco soy una cucaracha! ¡Retráctate Jean Nox Crow! Estás diciendo que soy desaseado y sucio y eso no es cierto! ¡Yo me baño y aseo adecuadamente todos los días!-.

-Tranquilos ustedes dos por favor, no quiero que nos saquen de aquí, es la mejor repostería de la ciudad-.

Laur intentó calmar la situación aunque interiormente estaba riendo y deseaba que continuaran peleando.

-Por favor, chicos no peleen-.

Liz dejó de embutirse de pastel para evitar que la situación empeore.

-Si pelean yo misma llamaré a los caballeros de la ciudad-.

Con la amenaza de Lili, quién ya había devorado tres flanes extra grandes, Jean y Carmil decidieron no pelear al menos no mientras estuvieran en la tienda.

Un largo tiempo después, tras comer postres de todas formas y sabores, los cinco estudiantes regresaron a la academia, Jean pidió algunos dulces para llevar, Carmil hizo lo mismo para reabastecerse de provisiones.

-Jean, ¿por qué no te transformas y nos llevas cargando hasta la academia?-.

-Laur, Si no puedes caminar, hubieras pensado en abstenerte de comer tanto-.

-No seas malo y toma tu forma de espíritu de fuego-.

-Consume demasiada energía espiritual, no voy a hacerlo solo para cargarte-.

-En ese caso llévame en tu espalda-.

-No quiero romper mi columna-.

-¡Estás diciendo que peso mucho! ¡Eso no se le dice a una dama!-.

Liz, Lili y Carm no pudieron evitar reírse.

-Tienes razón. Está bien te llevaré de caballito pero no te molestes si mis manos tocan de más-.

-¡Jean, Laur! Apártense, nadie va a llevar a nadie de caballito-.

Con la cara roja Lili se interpuso entre sus amigos.

-Jean yo también quiero que me lleves de caballito-.

-¿Tú también, Liz?-.

-Si por favor, me siento pesada y lenta-.

-Jean no va a hacer eso así que no insistan, Liz, Laur-.

Viendo con una mirada seria a sus dos compañeras, Lili terminó intimidándolas.

-Solo era una broma-.

-Solo estaba jugando-.

-Yo no… pensaba en cargar a nadie-.

La mirada de Lili también surtió efecto en Jean quién corrigió rápidamente lo que iba a decir de broma.

-Eso dices pero quién sabe-.

-No te metas Carmil, desde luego que no iba en serio-.

-Por cierto Jean, anoche no llegaste a dormir  ¿Pasó algo?-.

-Estuve patrullando la ciudad por si algo pasaba-.

-¿De verdad?-.

-Sí, no había forma en que yo fuera a dormir como si nada después de lo 

que pasó, Carmil-.

-Tienes razón, disculpa por preguntar. Es la costumbre, no sería la primera vez que no regresas a dormir para hacer quien sabe que-.

-Jean, ¿A qué se refiere Carmil? ¿Por qué sales y no regresas a dormir?-.

-Te mataré Carmil, si tanto me quieres en el dormitorio hoy iré a matarte-.

-Jean responde tengo curiosidad-.

-La curiosidad mató al gato Laur-.

-¿Eso quiere decir que me vas a matar si me dices?-.

-No pero tal vez te convierta en gato para enseñarte a no ser curiosa-.

-Laur como gato pienso que se vería bien-.

-Estoy de acuerdo con Lili-.

Tanto Lili como Liz les pareció buena idea.

-¿Prometen cuidarla, alimentarla y cambiar su caja de arena todos los días?-.

-Déjamela a mi Jean, siempre quise tener un gato-.

Lili inmediatamente quiso tener una mascota.

-Yo también me haré responsable de ella, ahora que hay tiempo podemos ir a la tienda de mascotas para comprarle un nuevo collar y todas las demás cosas que vaya a necesitar-.

Liz también estaba muy entusiasmada.

-¡Alto! ¡Nadie me va a convertir en un gato! ¡Además si me conviertes en una gata seré todavía más curiosa!-.

Alarmada Laur alzó la voz.

-No puedes decirnos que no ahora Laur, Liz y yo queremos cuidar a una linda mascota. No nos puedes dejar ilusionada-.

-Quiero acariciar tu pelaje Laur así que deja que Jean te transforme en una linda gatita-.

Liz  tomó el brazo derecho de Laur mientras que Lili tomó el izquierdo.

-¡Apúrate Jean transfórmala ahora!-.

-¡No pierdas tiempo Jean!-.

-Solo sosténganla por un minuto-.

Jean estiró los brazos y concentró mana en las palmas.

-¡No espera, no lo hagas! ¡Olvida mi pregunta!-.

Laur empezó a forcejear con sus amigas intentando liberarse. El joven Arcano caminó lentamente hacia su amiga con la intención de tocarla con sus manos.

-¡No quiero escupir bolas de pelo ni usar una caja de arena! ¡Lo siento mucho!-.

Cuando Jean vio que su amiga estaba al borde de las lágrimas disipó el mana que había en sus manos y comenzó a reír a carcajadas, Lili y Liz también hicieron lo mismo al mismo tiempo que soltaban a su amiga.

-Solo estaba jugando no sé cómo transformar a las personas en animales-.

Laur se hincó en el suelo pues sus piernas no le respondían por el miedo.

-Eso fue muy cruel-. Se quejó Laur.

-Bueno tú a veces eres cruel con nosotras ¿No es así, Liz?-.

-Definitivamente, Lili-.

-Me vengaré por esto-.

Laur amenazó con tomar represalias pero Jean enseguida le respondió.

-No lo harás y sabes por qué. Porque aprenderé a transformarte en un gato, así no será una amenaza vacía la próxima vez y ya que estamos en eso aprenderé  también a transformar a Carmil en una cucaracha-.

-¡Yo no te he hecho nada!-.

Carmil quién se había mantenido como espectador de la broma que le hicieron a Laur no se escapó de la maldad de Jean.

-Tengo derecho a divertirme-.

-¡Pero no conmigo!-.

Cuando Laur pudo volver a caminar reanudaron su trayecto hacia la academia, la joven rubia todo el camino le envío miradas semi-asesinas a Jean.

Una vez en la academia Jean y Carmil acompañaron a las tres L, hasta la entrada de los dormitorios femeninos.

-Escucha bien Liz, cualquier cosa que necesites solo dimelo.  Si sales a algún lado asegúrate de ir acompañada y si es fuera de la ciudad avísame antes por favor-.

-No te preocupes Jean. No tengo la intención de ponerme en peligro-Liz hizo una pausa como si se estuviera debatiendo entre hablar o no hablar, al final decidió lo primero- Jean sobre lo que hablamos ayer, yo esperaré hasta que sea luna llena, no te vayas a acobardar-.

Con una gran sonrisa en su rostro Jean le respondió.

-No lo haré puedes estar segura-.

-Eso espero-.

-Lili, Laur ¿Puedo pedirles que cuiden a Liz?-.

-Nosotras la cuidaremos Jean, si intenta hacer algo tonto que lo dudo te informaremos inmediatamente y por cierto si se puede preguntar ¿a qué se refiere Liz con lo de la luna llena?-.

-Bueno en las noches de luna llena me convierto en hombre lobo-.

-Eso definitivamente es una broma ¿Verdad?-.

-Sí pero contrario a lo de convertir a Laur en gato, si tengo una forma de transformar a las personas en hombres o mujeres lobo ahora que me acuerdo-.

-Mejor olvida que te pregunté no quiero involucrarme en cosas turbias-.

-Laur tú no me has dicho si cuidarás a Liz, ¿Sigues enojada?-.

-No estoy enojada, aunque quiso que me convirtieran en gato la cuidaré porque yo si soy una buena amiga-.

-En ese caso con ustedes cuidándola estaré más tranquilo. Ahora si me disculpan me retiro, necesito hacer unas cosas-.

-Buena suerte-.

-Pórtate bien-.

-Nos vemos-.

Así Jean y Carmil se separaron de sus compañeras.

-¿Vas a nuestro dormitorio?-. Le preguntó Carmil a Jean.

-Sí, iré a buscar algo-.

Ya en su dormitorio, el joven arcano recobró el corazón de hidra que había guardado.

-Bueno Carmil, nos vemos hay algunas cosas que tengo que hacer-.

-Espera un momento-.

-No me des problemas por favor-.

-No te voy a dar problemas, solo quería felicitarte por tu nombramiento como un Arcano Mayor-.

-Ok, gracias.  Y ya que lo mencionas ahora que soy un Arcano Mayor tendrás que dirigirte  a mi como “Su grandeza”, “Su magnificencia” o algo similar, si no lo haces abusaré de mi autoridad para hacerte pasar por algo traumante-.

-¡Púdrete! ¡No hay forma de que te hable de esa manera! ¡Usar tu autoridad para intimidar a tu compañero de habitación es un chiste y falta de respeto a tu puesto!-.

-Solo estaba bromeando-.

-Hoy pareces estar de muy buen humor para hacer bromas ¿Te pasó algo bueno?-.

-Si, en realidad si-.

Jean respondió con una sonrisa sincera y radiante en su rostro. Carmil notó que no tenía nada de malicia y que tampoco era una sonrisa de burla sino una genuina.

-¿Tiene algo que ver con una mujer?-.

Carmil preguntó sin pensar mucho antes de hablar.

-No todo lo bueno que me pasa tiene que ver con una mujer-.

Jean respondió dándole la espalda a Carmil al mismo tiempo que salía por la ventana.

-Ese desgraciado está mintiendo, 100 % tiene que ver con una mujer pero es su problema, ahora que es un Arcano mayor no hay forma de que alguien lo mantenga en control ni siquiera la directora Seyd-.

Tras mirar por unos instantes más hacia la ventana, Carmil se acostó en su cama y comenzó a disfrutar de los postres que había comprado para rellenar su reserva.

Cinco minutos después Jean regresó acompañado de Hatty, el joven aún llevaba todas las cosas con las que se fue.

A medio camino el Arcano número 0 se le había aparecido a Jean con la intención de conversar con él sobre asuntos importantes motivo por el cual decidió regresar a su cuarto.

-Así que aquí te estás hospedando y parece que tienes un acompañante-.

-Ignóralo es solo Carmil, mi compañero de habitación-.

-Entiendo perfectamente, las personas siempre se preocupan con gente como nosotros, me atrevo a decir que te emparejaron con tan singular compañero para mantenerte vigilado, no me sorprendería que fuera un estudiante modelo o algo así-.

-No hay error en tu evaluación, Carmil es el presidente del concejo estudiantil pero regresemos al tema principal ¿Querías hablar conmigo, no es así?-.

-Si es sobre los trámites administrativos legales es un tema aburrido pero importante. Necesito que revises y si estás de acuerdo firmes los papeles que te voy a dar, una vez hecho esto serás oficialmente un Arcano Mayor-.

-Jean supongo que necesitarás espacio, les esperaré afuera-.

Carmil como dicta el protocolo decidió salir de su habitación pero Jean le dijo que no habría problema si se quedaba.

 Hatty le pasó una carpeta de piel con varios documentos a Jean, el joven vizconde invitó a tomar asiento al Arcano 0 y luego se sentó enfrente su escritorio y revisó los papeles, mientras Jean hacía esto Hatty miraba fijamente a Carmil entrecerrando los ojos cada vez mas lo que intimidó rápidamente al presidente estudiantil quien dejó de comer sus postres, se puso de pie y entró al baño.

Los papeles que Jean  leyó eran una especie de contrato que especificaba el salario, los privilegios, derechos y obligaciones que el contraería al firmar. El joven se sorprendió por las condiciones generosas. Al final después de no encontrar nada insatisfactorio firmó los documentos y se los dio de regreso a Hatty.

Tras dar una hojeada a los documentos Hatty y ver que todo estaba en orden, le dio la bienvenida a Jean.

-Felicidades Jean de ahora en adelante eres oficialmente un Arcano mayor. Cómo pudiste ver hay varias concesiones y privilegios con muy pocas obligaciones, particularmente todos los Arcanos Mayores tienen derecho a nombrar dos arcanos menores, los gastos, salarios etcétera corren a cuenta del Concejo de Artes Místicas  pero te responderán a ti como subalternos, por mi parte no tengo ningún interés en tener subordinados así que te cedo mi derecho pienso que le darías un mejor uso,  con ello podrás formar un equipo-.

-Entiendo. Se agradece mucho-.

-Bueno te abandono, tengo que poner al tanto de los hechos a muchas personas incluyendo a la reyna de tu país, te aconsejo que te prepares para la abrumadora atención que recibirás al menos hasta que se calmen las cosas-.

El Arcano Mayor se dio la media vuelta tras aconsejar a Jean y salió de la habitación.