HOLA A TODOS ESPERO QUE ESTEN PASANDO UN BUEN FIN DE SEMANA. AQUI LES DEJO OTRO CAPITULO DE NOX. MAÑANA PUBLICARÉ OTRO CAPITULO SI NO HAY IMPREVISTOS. ESPERO QUE LES GUSTE.
Capítulo 17
Clen impasible vio cómo su hermano Will
perdía miserablemente, pero lejos de sentir alguna emoción amarga, él se sentía
feliz; su hermano Will era el heredero al trono, Clen quería ser el sucesor en
lugar de su hermano y ya tenía algunos planes en marcha para asegurarse que
Will nunca llegara a portar la corona, sin embargo ahora mismo Clen veía una
oportunidad políticamente más aceptable, si él lograba derrotar a Jean y Liz
con ello recuperando el honor de su país que su hermano había perdido con su
patética y cobarde actuación, y además ganaba el torneo era altamente
posible que su padre lo viera con nuevos ojos y lo declarara el nuevo heredero,
pensando en eso una sonrisa se formó en su rostro.
Algunos de sus sirvientes se subieron
con prisa a la plataforma de combate y se llevaron al príncipe vencido, sin perder tiempo lo ocultaron de la vista de los espectadores para no exhibir su penoso
estado.
Del otro lado, Jean se acercó a Liz
quien ahora tenía su cabello corto, sin embargo él no hizo ningún comentario
sobre eso, en su lugar se limitó a felicitarla.
-Liz, esa fue una excelente batalla y
presiento que en ella encontraste la respuesta a tus dudas-.
-Gracias Jean, como tú me dijiste;
incluso sino tengo talento eso no va detenerme nunca más-.
La doncella declaró con firmeza.
-Ya veo, eso es muy bueno, estoy feliz
por ti. Ahora ve a descansar yo me encargaré del resto-.
Al momento que decía eso Jean colocó
una de sus manos encima de la cabeza de Liz y la acarició, haciendo que la
señorita se sonrojara.
En el palco de los comentadores después
de aclararse la garganta y llamar la atención del público, el director Rooscu
habló con fuerte voz.
-Bueno, damas y caballeros, creo que
todos estamos de acuerdo que esa fue una intensa pelea. Debo decir que el
torneo de esta ocasión ha sido de lo mejor que ha habido en un buen tiempo. Por
cierto, Señorita Wildwind las puertas de mi academia están abiertas en
cualquier momento para usted-.
El anciano director no perdió la
oportunidad de intentar reclutar a una talentosa persona.
-Pero regresando al punto principal,
ahora veamos la siguiente pelea entre Jean, que por cierto es un estudiante de
mi Academia, y el príncipe Clen, ¡Hagan sus apuestas!-.
-¡Disculpe Director Rooscu pero en este
torneo no se están haciendo apuestas eso mancharía el espíritu deportivo!-.
El otro comentarista se alarmó ante el
llamativo comentario del director Rooscu.
-¡Eh! ¡¿No se están haciendo apuestas?!
¡¿Entonces a quien rayos le di mi dinero?!-
Sin decir más el director salió del
palco de comentaristas a toda velocidad, él tenía que recuperar sus 10,000
monedas de oro.
Por alguna razón varias personas dentro el público también
dejaron sus asientos apresuradamente.
Jean quien ya estaba dentro del campo
de batalla después de rodar sus ojos y encoger sus hombros ante la tragedia de
su director, encaró al príncipe Clen.
-Mucho gusto en conocerle Vizconde Nox
Crow, su participación en este torneo ha sido más que destacable, pero me tengo
que disculpar, por el bien de mi futuro le derrotaré ahora y luego también me
encargaré de esa hermosa doncella, digame ¿Cree que el país de los druidas
acceda a un matrimonio político?-.
El príncipe habló en un tono de voz que
solo Jean podía oír.
-Bueno en realidad probablemente su tío
estaría encantado, pero no creo que ella quiera estar con alguien como tú-.
- Lo que ella quiera realmente no
importa, me tomaré mi tiempo para domarla-.
Con una sonrisa sádica el príncipe
quedó observando a Jean en busca de alguna reacción.
-Si buscas provocarme para que cometa
un error pierdes el tiempo, incluso aunque cometiera miles de errores durante
nuestra pelea no tienes la más mínima posibilidad de ganarme-.
Jean respondió con una tranquilidad que
rozaba la frialdad, la sonrisa en el rostro del príncipe se borró lentamente.
-Ahora no perdamos tiempo-.
Tras decir eso un aura blanquecina y
rojiza emanó del cuerpo de Jean y en un solo movimiento desapareció
reapareciendo enfrente del príncipe Clen unos momentos después a quién le dió
un puñetazo en el rostro.
-Oilliphéist.
Dragón serpentino…-
El príncipe que había empezado a
recitar un conjuro no pudo continuar, su cuerpo fue lanzado como si fuera una
muñeca de trapo, después de volar por unos metros su cuerpo chocó con una
enorme roca partiéndola en pedazos.
Un terrible dolor se esparció por todo
su cuerpo, siendo un príncipe, desde su posición de autoridad nunca había
sufrido tal dolor, su mente estaba en caos, quiso levantarse pero apenas se
irguió pudo ver a Jean quién ya estaba enfrente de él. Sin perder tiempo el
joven vizconde le dio una patada en el rostro repitiendo el proceso anterior,
tras chocar por segunda vez en una gran roca y romperla, el príncipe intentó
crear un escudo de mana alrededor de él para protegerse, sin embargo Jean con
otro puñetazo rompió sus defensas, nuevamente Clen voló por los aires.
Jean continuó golpeando al miserable y
arrogante joven por varios minutos, estampando su cuerpo contra las grandes
rocas sin darle oportunidad para que se rindiera, finalmente Jean arrojó al
príncipe al cielo y mientras caí, el joven vizconde creó un arco de fuego con
una flecha preparada al mismo tiempo que recitaba uno de sus conjuros
favoritos.
-Señor del Sol y Soberano de todas las
artes, te imploro tu ayuda para que la oscuridad no apague la luz, para que la
ignorancia de las bestias no alcance la sabiduría de los seres pensantes,
bendice mis flechas pero que no erren el corazón de mis enemigos-.
Al terminar el conjuro una miríada de
flechas de fuego salieron disparadas del arco una tras otra golpeando al
príncipe enemigo provocando explosiones continuas. El cuerpo de su enemigo
continuó cayendo, con su conciencia a punto de desvanecerse, en sus ojos
trastornados se podía observar puro miedo y desesperanza. El daño fue tan
brutal que algunos orbes expiatorios explotaron al no poder absorber mas daño.
Sin embargo su sufrimiento no había
terminado, observándolo Jean tronó sus dedos y una centena de pequeñas
criaturas totalmente redondas de color rojo con un único ojo central aparecieron
debajo del príncipe, los cien pequeños monstruos se unieron y formaron una
versión más grande de sí mismas, el gran Argos abrió su boca mostrando
sus afilados dientes,tragó ala desafortunada víctima, y empezó a mascarle, los
orbes expiatorios continuaron explotando en medio de los gritos agonizantes del principe Clen.
Esta escena aterró a la audiencia, era
obvio lo que pasaría si el príncipe Clen continuaba siendo masticado cuando el
último orbe expiatorio explotara. Muchas reacciones se suscitaron entre el
público, la mayoría pedían que se detuviera la pelea.
Afortunadamente cuando solo quedaba un
orbe Jean volvió a chasquear sus dedos y el gran Argos desapareció, en esta
ocasión el cuerpo del príncipe por fin pudo tocar el suelo. Jean avanzó hasta
donde el moribundo príncipe estaba y tomándolo del pelo lo alzó del suelo y lo
arrojó fuera del campo, no sin antes hacerle una advertencia.
-Aléjate de Liz Wildwind o morirás-.
Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Ni Liz ni Jean se quedaron más tiempo,
apenas terminó la segunda pelea se retiraron a la escuela, a medio camino la
directora Seyd se les unió y condujo a Jean a la dirección.
-Señor Nox Crow, ¿No cree que fue
demasiado lejos con el príncipe Clen?-.
-No, se merecía eso y más. Su
participación en este torneo estuvo llena de peleas desagradables-.
La respuesta de Jean dejó en un
predicamento a la anciana directora.
-Aun así ¿no piensas en que esto puede
volverse un problema diplomático?-.
-No rompí ninguna regla del torneo y
dado su comportamiento anterior, su país no tendría vergüenza si alegara algo,
solo harían el ridículo. Además puedo protegerme solo-.
La anciana directora suspiró antes de
reanudar la conversación.
-De todos me gustaría que no fuera tan
lejos en la siguientes rondas, recuerde que también es estudiante de esta
academia y necesita comportarse adecuadamente-.
-Entendido, me comportaré adecuadamente
de acuerdo a la situación-.
-Espero que así sea, solo de pensar en
la opinión negativa del público hace que me dé un terrible dolor de cabeza-.
-Lamento ponerla en esa
posición…continuamente-.
-Dices bien, continuamente pones a esta
Academia en una posición incómoda, a veces fueron situaciones inevitables pero
otras no, deberías pensar en las consecuencias de tus acciones antes de hacer
cualquier cosa…-.
Tras varios minutos de sermón Jean fue
liberado.
Al salir de la dirección fue recibido
por el profesor Nirven. Liz, Lili y Laur también estaba ahí pero al ver que el
profesor Nirven quería hablar con Jean, ellas se despidieron, diciendo que le
esperaban en el árbol donde siempre almorzaban.
Tras seguir al profesor Nirven por un
minuto por fin llegaron a la oficina personal del profesor.
-¿Y bien? ¿De qué quiere hablarme
profesor?-.
Jean fue directo al grano sin dar
vueltas. Al profesor no pareció molestarse por esa actitud en lo más mínimo.
-Tengo un favor que pedirte, aunque
hablando estrictamente es un favor de otra persona-.
-¿Otra persona?-.
-Si. Esa persona es mi sobrina-.
Jean entrecerró sus ojos mostrando
seriedad, cualquier asunto que tuviera que ver con mujeres era un asunto
delicado. Con tacto Jean preguntó.
-¿Qué clase de favor quiere su
sobrina?-.
-Ella es participante en el torneo y ha
estado investigando a todos sus posibles oponentes, como resultado se enteró de
unas cuantas cosas, que soy uno de tus maestros, de que hemos peleado antes y
que dijiste que podías usar una de las invocaciones prohibidas, estoy hablando
del Walpurgisnacht. Tu siguiente oponente es mi sobrina, ella está muy
interesada en eso, y quiere que tú uses el Warpurgisnacht contra su Hyakki
yakou-.
-Ya veo, quiere saber qué invocación es
más poderosa-.
-Exactamente-.
-Ese tipo de competencias es bastante
infantil-.
-Nosotros pensábamos hacer eso ¿te
acuerdas?-.
El profesor Nirven le recriminó
comicamente.
Jean se quedó en silencio, cuando él
peleó contra el profesor Nirven, ambos estuvieron a punto de usar esas
invocaciones masivas prohibidas por la inquisición.
-…Buen punto. Está bien, si ella quiere
usar el Hyakki Yakou yo usaré el Walpurgisnacht. Tengo entendido que se
necesita un permiso para poder usar conjuros prohibidos durante el torneo,
como usted es mi maestro supongo que puedo dejarle el papeleo a usted Profesor
Nirven-.
-Sí, déjamelo a mí, pero dime ¿Eso es
todo? Pensé que aceptarías pero con condiciones-.
- No tengo ninguna razón para negarme a
esa petición, eso es todo, aunque debo admitir que estoy ligeramente
confundido-.
-¿Confundido? ¿Por qué?-.
Jean fijo su mirada en un lugar cercano
y respondió.
-Puedo ver a una señorita sentada en el
mueble de allá tomando té y comiendo postres como si no hubiera un mañana,
también está vestida de negro así que me imagino que esa señorita es su
sobrina. Si ella está aquí no entiendo por qué no habla conmigo directamente-.
La señorita vestida con un kimono negro
elegante al darse cuenta que había sido descubierta abrió sus ojos rasgados lo
más que pudo, su expresión sorprendida y las mejillas llenas de dulces, más el
hecho que era una belleza exótica de piel blanca, ojos y cabello largo de color
negro además de poseer una figura elegante la hizo ver bastante adorable y delicada.
Al verla así, su tío el profesor
Nirven se puso a reír a carcajadas. Él sabía que los hechizos de ocultamiento
de ese nivel no funcionarían, daba por hecho que su estudiante la
descubriría pero no le dijo nada para que ella misma se diera cuenta lo capaz
que podía ser la persona llamada Jean Nox Crow y de esa forma no lo
subestimara.
Un rubor intenso apareció en el bello
rostro de la señorita, por unos instantes no supo que hacer después bebió
rápidamente una gran cantidad de té para poder tragar todos dulces que
tenía en la boca, se puso de pie con la cabeza en alto intentando verse digna y
deshizo el hechizo de ocultamiento, miró a ver con ligero resentimiento a su
tío y luego se presentó ante el joven que la había descubierto fácilmente.
-..Mu.. Es un placer conocerte Jean Nox
Crow, mi nombre es Shiko Nirven-.
La señorita Shiko aún avergonzada hizo
una reverencia elegante ante Jean.
-Igualmente es un placer conocer a una
dama como usted-.
Respondió el joven vizconde con etiqueta.
Gracias por el capitulo:
ResponderEliminarEsto se va a descontrolar XD.
Está genial ya quiero ver esa pelea huyyyy que pasará y muchas gracias por volver enserio gracias
ResponderEliminarhohou una Yamato Nadeshiko Nigromante? interesante
ResponderEliminarpdt: como siempre buen capitulo
...
ResponderEliminarEhehe, se puso interesante en más de un sentido.
ResponderEliminarnuevo perosonaje y nuevo dejar con la boca abierta a todos los testigos de las luchas de jean
ResponderEliminar