FLAME HOPE

 Y AQUÍ LES DEJO EL TRABAJO DE OTRO NUEVO ESCRITOR, NUESTRO COMPAÑERO GERARDO.

Prólogo

Frio. Fue la primera sensación que tuve en ese momento. Inesperado debo decirlo puesto que era una calurosa tarde de verano. Sin embargo, continué caminando como si nada hacia mi casa.

Misteriosamente no había ninguna persona en todo el camino de varios metros de distancia, un suceso realmente extraño, ya que a esta hora todas las personas salían de sus escuelas o trabajos y se dirigían a sus hogares. Pero por alguna razón este día era una excepción. Incluso todas las tiendas del lugar se encontraban cerradas.

Sorprendido por este extraño fenómeno comencé a caminar un poco más deprisa.

Al voltear la vista hacia un lado u otro de la calle se veían bastantes cuervos, algo mucho más inusual. Un poco más asustado comencé a correr por el camino. Antes de llegar a pensar en alguna explicación sobre estos extraños sucesos, al ver hacia el suelo, en el lugar donde debía estar mi sombra había una sombra inmensa.

Voltee la vista hacia arriba, pero antes de lograrlo sentí un agudo dolor en mi espalda. En el instante me di cuenta que había sido golpeado fuertemente contra el suelo y el impacto provocó que me hiciera una gran herida vertical en mi hombro izquierdo.

Busque el origen que había provocado mi caída, pero la calle estaba totalmente vacía.

Pero había una nueva peculiaridad.

Los cientos de cuervos que antes había a ambos lados de la calle, los cuales eran la única forma de vida que podía verse, de la nada habían desaparecido y no había ni rastro de ellos. Y además, en una banca bajo un árbol, al lado izquierdo de la calle, había una chica observándome.

Su rasgo más característico a primera vista fue su cabello. Un cabello liso y tan oscuro que bien podrías decir que estaba compuesto de la oscuridad misma. Pero lo que más me llamo la atención fue su expresión. Una expresión totalmente vacía, sin rastro de vida alguna.

Desconcertado me frote los ojos para cerciorarme que estaba mirando bien, sin embargo al instante siguiente…

…ella había desaparecido.

Luego de este extraño incidente, corrí hacia mi casa lo más pronto que pude. Ya en la tranquilidad de mi hogar, continúe con mi rutina diaria, pero no podía sacarme de la cabeza a la chica y su expresión. ¿Por qué esa una chica tan hermosa tenía una expresión como esa? Y más importante aún, ¿Por qué al instante siguiente había desaparecido?

Me fui a la cama con esa inquietud en mi mente, y, para ser honesto no dormí muy bien esa noche.

A la mañana siguiente cuando desperté, al verme al espejo sentí un fino dolor en mi hombro izquierdo. Al instante recordé la herida de la misteriosa situación del día anterior. Me quite la camiseta, pero al ver mi hombro vi que la herida había desaparecido por completo. Me extrañe, no sólo por el hecho de que la herida hubiera desaparecido sin dejar cicatriz, sino también por el hecho que hace solo unos segundos había sentido un gran dolor donde se supondría debía estar esa herida.

-Oye, ¿estás soñando despierto de nuevo?

-¿Uhh?

-Será mejor que pongas más atención a mi clase si no quieres reprobar el curso.

-Ah, sí. Realmente lo siento.

Eran las 2:30 pm aproximadamente. En esos momentos me encontraba a media clase de literatura, sin embargo tenía mi cabeza junto a la ventana, con la mirada fija en el cielo, sin prestar absoluta atención a la clase.

Ya habían pasado tres semanas desde aquel extraño incidente. Sin embargo, a pesar de no haberme encontrado con esa chica de nuevo en ninguna ocasión, cada mañana al verme hacia el espejo volvía a sentir el agudo dolor que había sentido en el momento en que me había realizado aquella herida en mi hombro.

Luego de una semana pasado el incidente, incitado por este monótono hecho diario, cada tarde al salir de la escuela me dirigía hacia aquel camino en busca de la chica que me había parecido ver. Sin embargo, todos los días mi búsqueda carecía de resultados, pero ese día…

…el frío había regresado.