Capítulo 3
Fuego
Estoy en clase, la verdad no le estoy prestando nada de
atención al Sensei, estoy mirando por la ventana, las nubes grises cubrieron
todo el cielo y los árboles se movían muy fuerte, parece que va a llover,
siento algo tocándome la espalda, me volteo y detrás esta Tsukino.
-Oye,
presta atención a la clase.
-Ah, es muy aburrida, todo eso ya lo sé.-
Puede que no lo parezca pero soy muy listo, no necesito estudiar.
-Debes estudiar, sino reprobaras.
-No lo necesito.
-Yagami-san, debes hacerle caso y estudiar.-
Escuche a mi lado, fue Furukawa.
-Sí, sí, bien.- Respondí de mala gana.
Siento un dolor detrás de mi
pie, Tsukino seguramente me pateo.
-¿Por qué hiciste eso?
-¿Por qué a ella la obedeces?
-No es eso, solo me canse de que me digan lo
mismo ambas.
-Oigan ustedes allá atrás, por favor dejen de
hablar.- Nos regañó el Sensei.
Termina la clase y todos están
por volver a casa, en cuanto a mí, yo me quedé dormido en mi escritorio y acabo
de despertar.
-Dios me quede dormido, ¿Por qué Tsukino no
me despertó?
Tome mis cosas y Salí del
salón, afuera veo a esa niña de ayer.
-Yagami-senpai.
-Eh, ¿Qué sucede?
-Lamento haber corrido así de usted ayer.-
Ella se inclina.
-Eso no importa estoy acostumbrado a que las
chicas corran de mí, pero, quisiera preguntarte algo.
-¿Qué es?
-¿Recuerdas algo de lo que paso ayer?
-En verdad mi mente esta en blanco, solo sé
que cuando desperté estaba en la azotea.
-Bien, solo era eso, gracias por responder.-
Me voltee y empecé a caminar.
-¡Este!- Ella me sujeta la mano y me detiene.
-¿Qué sucede?
-¡Tenga!- Ella estira sus manos y ahí esta
esa carta de ayer.
-Bueno… Perdón pero ya tengo novia.
-Por lo menos acéptelo.- No pude negarme y
tome esa carta.
-Bien, oye no se tu nombre, ¿Cómo te llamas?
-Muruyama Ai.
-Este… Muruyama-san.
-Solo Ai.
-Bueno, Ai-chan, espero que seamos amigos.-
Levante mi mano y la dirigí hacia ella.
-¡Sí!- Ella tomo muy fuerte mi mano, su
rostro estaba sonrojado y se podía ver que estaba temblando.
-Hasta mañana.
-Sí, hasta mañana.- Ella se va corriendo otra
vez.
Y ahora ¿Qué hare con la
carta? Supongo que la guardare, espero que Tsukino no se entere de esto.
-Ya-ga-mi-san.
-¡AAH!- Me asusté mucho, tanto que grite como
niña, esa voz familiar sonaba muy tenebrosa deletreando mi apellido con ese
tono tan serio.
-¿Te asuste?- Era Furukawa, gracias a dios no
era Tsukino.
-¡Si, me diste un buen susto!- Ella tapa su
boca con sus manos.
-Oh, perdón.
-¿Qué haces aun en la escuela?
-Venía a despertarte.
-Ah, gracias.
-¿Volvemos juntos?
-Bien.
Empezamos a caminar hacia su
enorme mansión, mientras caminábamos una pregunta cruzo por mi mente “¿Por qué
se parece tanto a Haru?”
-Furukawa.
-¿Qué?
-Sabes tú… te pareces mucho a una amiga mía.
-¿En verdad? ¿Cómo se llama?
-Sasaki Haru, pero… ella ya…
-Oh, Sasaki Haru, ya se lo que paso, no
necesitas decirlo.
-¿Cómo lo sabes?
-Muchos en la clase hablan de ello.
-Ah…
Hemos llegado a su casa, luego
de despedirnos me fui por el camino contrario hacia la mía; al pasar por la
escuela veo a Makoto y Haruka a lo lejos, parece ser que lo intenta de nuevo.
-¡Por favor sal conmigo!- Dice Makoto, yo
podía escuchar a la perfección su conversación.
-Makoto-kun ya te eh dicho que no puedo salir
contigo.- Responde Haruka.
-¿Por qué? ¿Tienes novio?
-No pero…
-¿Te gusta alguien?
-Sí, ya me gusta alguien.- ¡¿Queee?! ¡¿Quién
es?! ¡Dilo!
-Bien, respetare tu decisión, así que
¿Podemos ser amigos?- Se parece a mí conversación de hace rato.
-Ok.- Makoto empieza a irse por un lado y
Haruka por el otro, yo me acerco corriendo hacia Haruka.
-¡Haruka!
-¡¿Onii-chan?!- Dice Haruka sorprendida.
-¡¿Quién es?!
-Es Makoto-kun de mi cla- La interrumpo
-A él ya lo conozco, mi pregunta es ¿Quién es
el que te gusta?
-¡¿EH?!- Ella se sonrojo.
-¡Dímelo!
-Eh... ah… bueno… ¡No te lo diré!
-¡¿AAH?!- Ella sale corriendo y yo corro
detrás de ella.
Antes de darme cuenta ya
habíamos llegado a la casa, entre pero Haruka se encerró en su habitación, me
dirijo hacia ahí, pero luego mis piernas no me responden, empiezo a ver borroso
y caigo desmayado.
…
Otra vez me encuentro en ese
lugar donde están los dioses, todos se quedan mirándome y no dicen ni una
palabra, ¿Esperan a que yo diga algo?, bueno, de hecho hay algo que quiero
decir.
-Brigid.
-¿Qué sucede?
-Tú controlas el fuego ¿Verdad?
-Si.
-Necesito tu ayuda.
-¿Qué quieres?
-Quiero aprender a controlar mi poder.
-Ya era hora de que lo dijeras.
-Y… ¿Qué es lo que tengo que hacer?
-Acompáñame.- Ella se vuelve pequeña y se
acerca a mí.
Ella toma de mi mano.
-Cierra los ojos.- Me dice ella, no será que…
-Ábrelos.- Bueno, no fue un beso, estoy a
salvo.
Al abrir mis ojos estamos en
una especie de montaña muy alta, se puede sentir una pequeña brisa, este lugar
es muy relajante.
-Siéntate y cierra los ojos.
-Bien.- Hice lo que ella me dijo.
-¿Puedes sentirlo?
-¿Qué cosa?
-¿Sientes algo extraño en tu cuerpo?
-Bueno de hecho siento como si algo me picara
por dentro.
-¿Cuál fue el brazo que te arranco el fénix?
-El derecho.
-Sostén esto, pero no abras tus ojos.- Ella
me da algo de madera y alargado en mi mano derecha, creo que es su bastón.
-Ahora sostén esto.- Ella levanta mi brazo
izquierdo y entre mis dedos pone algo que parece ser un papel.
Se empieza a sentir un ligero
olor a quemado, ¿Lo logre?, espera, no pienses en nada, me dije a mi mismo; de
repente eso que me picaba por dentro se empezó a sentir como si me cortaran por
dentro.
-Abre tus ojos.
Al abrir mis ojos vi hacia mi
mano derecha, y esta su bastón de madera en mi mano, pero al mirar a mi mano
izquierda veo un trozo de papel quemándose, aun esta encendido.
-¿Lo logre?
-Solo encendiste una llama.
-Pero… ¿Cómo lo hice?
-Al tener mi bastón tus poderes de fuego
aumentaron un poco, y al concentrar tu cuerpo en sostener el trozo de papel
creo esa llama de ahí.
-¿Y eso que me picaba por dentro?
-Ese es tu propio poder, ahora suelta el
bastón y el papel.- Los solté.
-¿Y ahora qué hago?
-Imagina una llama en algún lado donde sea.-
Donde sea eh… Mi instinto pervertido está en alerta.
-¿Puede ser en cualquier lado?
-Si.- Empecé a concentrar mi mirada en su
sostén el cual estaba muy a la vista e imaginé una llama en ese lugar.
-Kya~ ¡Que estás haciendo!- La llama comenzó
a encenderse quemando el lugar en donde estaba abrochado su sostén, este se
cayó y sus pechos estuvieron a la vista, pero muy rápidamente ella se los cubre
con su mano izquierda y con la derecha me dio una gran bofetada.
-Lo siento mucho.- Valió la pena.
-Si vuelves a hacer algo así jamás volveré a
entrenarte.
-Bien ya no lo hare.- Dije de mala gana.
-Tu novia se enterara de esto.- ¡Maldición!
-¡Por favor no le digas aun quiero vivir!
-Sigamos.
Estuvimos haciendo básicamente
lo mismo por dos horas, pero por fin puedo sacar llamas a voluntad de mi
cuerpo, solo tengo que concentrarme en un lugar e imaginar una llama, con solo
dos horas de entrenamiento pude volver esa pequeña llamita en una gran flama,
aunque no puedo incendiar nada en un radio de más de diez metros. Luego de
terminar el entrenamiento, regrese a casa.
-Onii-chan.- Escuche la voz de Haruka, este
es mi momento de interrogarla.
Me hice el dormido por un
rato.
-¡Respóndeme!- Me levante de golpe de la cama
y accidentalmente le di un cabezazo a Haruka, ambos nos tocamos la frente,
duele bastante ella es de cabeza dura.
-Onii-chan, eso dolió.
-Ahora no te escaparas, tendrás que decirme
quien es el.
-¿Quién?
-La persona que te gusta.
-Pero…
-En verdad eres un tonto despistado, Yuki.
-¡WAA!- Grite como niña al oír esa voz que
venía a un lado de mí, era Tsukino.
-¿Te asuste?
-¡Si!
-Qué bueno.- Por que suena tan aliviada.
-Oigan quiero decirles algo, hace un rato
estuve con los dioses y aprendí esto.- Prendí fuego la primer cosa que vi la
cual fue una vieja colección de mangas, los cuales estaban rasgados.
-Onii-chan ¡Increíble!- Inmediatamente apague
el fuego.
-¡Tu no intentes evitar mi pregunta!
-Onii-chan, idiota.- Dijo por lo bajo.
-Yuki-Oniichan, ven a cenar.- Nana-chan me
llama.
-¡Ya voy!- Me dirigí hacia el comedor.
-Ten.- Nana-chan ponte ante mí un plato lleno
de pescado.
-Puaj pescado…- Susurre para mí mismo.
-Cómelo.
-¿No tienes otra cosa?
-Cómelo.
-De verdad no…
-Co-me-lo.
-¡Me reúso!- Me levanto y salgo corriendo.
-¡Atrápenlo!- Tsukino y Haruka aparecen de la
nada y me sujetan de los brazos y pies.
-¡¿Por qué hacen esto?!
-Di ah…- Negué con la cabeza y empecé a
apretar mi boca para no abrirla.
-Yuki, no te resistas.
-Onii-chan esto es por ti, tienes que
aprender a amar al pescado.- ¿Qué acaso es una nueva religión?
-De seguro ahora la abrirás.- Dice Nana-chan
con una sonrisa sádica.
-¡¡AAAAAAAAHHH!!- Deje salir un gran grito,
Nana-chan me pateo entre las piernas, es un dolor del infierno.
-Listo.- Ella mete el pescado en mi boca y
las demás me sueltan, yo débil y adolorido caigo al suelo.
-Vivo en un maldito infierno con chicas
bestias, no, ellas son demonios.
-¿Dijiste
algo…?- Dicen al mismo tiempo.
-¡Nada!- Un rato después todos fuimos a
dormir.
…
Ha pasado una semana, todas
las veces que dormía iba a entrenar con Brigid, aprendí a encender una flama en el aire sin necesidad
de incendiar algo y a moldear el fuego en cualquier forma, tanto que podía
sentirse como una extremidad más, en cuanto a mi enfermedad, aun no curaba,
aunque ya me sentía mejor, mi regeneración e inmortalidad se habían ido. En
este momento me encuentro en “La sala de los dioses” bautizada así por mí.
-Yuki.- Me habla Zeus.
-Ya ha comenzado.
-¿A qué te refieres?
-El ataque.
-¿Ataque?
-Un Hidra está atacando el norte de México.
-¿México? Estamos en Japón ¿Cómo demonios
llegare ahí?
-Podemos tele transportarlos ahí.
-¡¿Pueden hacer eso?!
-Pues claro somos dioses.
-Maldito viejo a la hora que me lo dices.-
Dije por lo bajo.
-Ahora traeremos a tus amigas hacia aquí.-
Dice Zeus
-Diles que traigan mi Katana.
-¿Katana?- De echo me quede con la Katana que
me dieron en aquel laboratorio.
-Bien, se los diré.- Dice Zeus con un tono
confundido.
En un instante Nana-chan,
Haruka y Tsukino aparecieron aquí junto con la Katana.
-Zeus, ¿Podrías regresar a Haruka?- A ella no
le gusta pelear y no quiero que se lastime.
-No quiero irme.- Responde Haruka.
-Pero…
-Quiero ir contigo Onii-chan.
-Pero yo…
-Déjame ir Yuki.- ¿Yuki?, ¡¿Yuki?! No, eso
no, "Onii-chan", no me digas Yuki, dime "Onii-chan".
-Bien, puedes venir, pero jamás me llames
Yuki, me rompe el corazón.
-Onii-chan.- Ya me siento mejor, en verdad
prefiero eso.
-Bien vamos.- Tome mi Katana (prácticamente
robada) y fuimos transportados.
Al llegar veo a un monstruo gigante que tiene apariencia reptiliana
y múltiples cabezas, tiene la piel color pardo y el vientre amarillo
blanquecino. Su aspecto es el de un reptil con los ojos color ámbar y dientes
muy afilados. El número de cabezas es 5 y cada una mide unos 10 metros de alto.
-Haruka, escóndete y no salgas.
-Si.
-Yuki-Oniichan- Nana-chan me mira y ambos
empezamos a correr hacia la bestia.
Nana-chan
hizo crecer sus alas y comenzó a volar hacia él, Tsukino saco sus colas y
empezó por atacar a dos de sus cabezas, yo empecé a hacerme un poco de paso
entre todo el desastre que había mientras lo atacaba con fuego, al llegar hacia
él, doy un gran salto llegando hasta su cuello, cuando comienzo a caer uso un
poco de fuego en mis manos para impulsarme un poco más arriba y llegar a su
cabeza.
-¡Yuki-Oniichan!- Nana-chan me llamo, al
voltearme donde esta ella veo que esta por ser devorada por una de sus cabezas.
Una
horrible imagen cruzo por mi cabeza, ese momento me recordó a ese día, no podía
dejar que eso vuelva a pasar.
-¡Maldito! ¡No te dejare!- Antes de darme
cuenta, las flameantes alas crecieron detrás de mis hombros.
-¡¡HAAAAA!!- Dejo salir un gran grito y corte
dos de sus cabezas, incluyendo la que se estaba por comer a Nana-chan.
-¡¡Yuki!!- Siento un grito de Tsukino, miro
hacia donde esta ella, parece que está bien, pero una de sus colas señala un
lugar, justo ahí esta Haruka, salió a la vista y una de las cabezas se
acercaba.
-¡¡IDIOTA!! ¡¡TE DIJE QUE NO SALIERAS!!-
Rápidamente vuelo hacia ella y corto esa cabeza.
-Solo escóndete y no salgas ¿Bien?
-Onii-chan.- Dice con lágrimas en los ojos.
-Dios…- La abrace.
-Pensé que te perdería, no te vuelvas a poner
así en peligro.- Dije llorando.
Pensando
que ya todo estaba bien voltee, Tsukino estaba completamente exhausta, tirada
en el piso y su brazo izquierdo sangraba mucho. Una de sus dos cabezas
restantes estaba acercándose a ella.
-¡¡DETENTE!!- Voy hacia allá rápidamente.
Utilizo
la técnica para moldear el fuego en mi Katana rodeándola de llamas, logre
llegar a tiempo, y con solo darle un golpe con esta “Espada de fuego” todo su
cuerpo se destruyó, y en ese instante todos volvimos con los dioses.
-Zeus, explícame ¡¿Por qué era una bestia?!
¡¿Qué ese laboratorio no se había destruido?!
-Los dioses demoniacos son los verdaderos
creadores de las bestias, podrían hacer cuantas quieran.- ¿Tendremos que lidiar
con esas cosas de nuevo?
-¿Por qué nosotros?
-¿Eh?
-¡¿Por qué nosotros?! ¡Casi morimos ahí!, ¡No
creo que eso nos incumba!, ¡¿Por qué demonios tenemos que ir nosotros?!
-Yuki-Oniichan.
-Onii-chan.
-Yuki.
Zeus no
me responde.
-Solo, volvamos a casa.
El
peligro aumenta, pude sacar mis alas, pero aun puedo morir, casi veo a las personas
que quiero ser asesinadas sin ninguna razón, ¿Por qué nosotros tenemos que
hacer esto? ¿Qué acaso ellos no son dioses?, nosotros no tenemos nada que ver
en eso, el mundo no es nuestra responsabilidad solamente, ya no quiero hacer
esto, pero creo que me siento obligado, la próxima vez que ocurra iré solo, no
quiero ponerlas en peligro, a ninguna.
Muchas gracias por compartir tus adaptaciones de novelas ligeras en español, me alegro que cada día haya más fansubs dedicados a esta labor y/o traductores independientes. Un saludo enorme!
ResponderEliminarQue ha pasado con Okane o subete o sekai e chikara?
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